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Lecciones de la pandemia para educar a los futuros profesionales de la salud

Expertos de diversas universidades entregaron los cuatro aspectos en los que consideran deben mejorar las instituciones de educación superior en la formación de los profesionales de esta área.

La pandemia ha golpeado a las sociedades de todo el mundo y ha tenido importantes implicaciones para los sistemas de salud y para el colectivo sanitario, razón por la que desde ya muchos expertos se replantean cómo se debe reorganizar la asistencia sanitaria y también la enseñanza.

En este contexto, el clúster global de universidades del objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 3 (salud y bienestar), liderado por el eHealth Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e impulsado por la Asociación Internacional de Universidades (IAU, por la sigla en inglés), analizó el impacto de la pandemia en el modelo sanitario y propuso algunos cambios que considera debe llevarse a cabo en la educación superior para adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos y mejorar así la formación de los profesionales sanitarios del futuro.

“La covid-19 ha puesto sobre la mesa la importancia de la salud como derecho universal, de manera que las lecciones aprendidas de la pandemia pueden ayudar a repensar cómo enseñamos, cómo preparamos a los profesionales de la salud”, destaca Albert Barberà, director del eHealth Center de la UOC.

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“Esta pandemia ha mostrado la interrelación entre la salud humana y la económica, así como el impacto que tienen las desigualdades socioeconómicas y la inequidad en la salud. Ante esta situación, la colaboración internacional es clave para poder enfrentarse a los desafíos globales y hacer realidad la Agenda 2030», explica Pam Friedman, presidenta de la IAU e impulsora del clúster del ODS 3.

Esta interdependencia es uno de los aprendizajes de los países que en los últimos años han estado más expuestos a diferentes epidemias, como el ébola, el cólera o el VIH. En palabras de David Serwadda, profesor de la Universidad de Makerere (Uganda) y miembro del clúster, “hay que conseguir que los estudiantes sean conscientes de que las epidemias no solo son problemas locales o regionales, sino que tienen alcance internacional. Cuando nos llegan noticias sobre una epidemia en África u Oriente Medio, los futuros profesionales de la salud deben ser conscientes de que puede llegar a su comunidad. Lo que parece ser un problema lejano, en realidad nos está mirando directamente desde miles de kilómetros de distancia”.

2. Educación interdisciplinaria e interprofesional

Entender la salud como un fenómeno planetario obliga a que el currículo de los futuros profesionales de la salud se abra a otras disciplinas. “La prevención de la transmisión de virus no es solo un problema médico: también implica hacer frente al cambio climático y preservar la biodiversidad y los ecosistemas naturales. De esta manera, una formación interdisciplinaria en salud pública y ciencias ambientales es necesaria para evitar futuras crisis sanitarias y, por tanto, es clave para la formación de los estudiantes”, explica Marta Aymerich, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud y vicerrectora de Planificación Estratégica de la Universitat Oberta de Catalunya.

Además, el grupo de expertos también destaca el impacto de la evolución del sistema de salud desde una asistencia eminentemente hospitalaria a una atención basada en las personas y en la población. “Esta transformación obliga a un cambio en los planes de estudios que refuerce una formación centrada en la atención comunitaria y también un aumento de la colaboración con profesionales de otros ámbitos de la salud, como la enfermería”, resaltó Aymerich.

3. Aprender a lidiar con la incertidumbre

El Gobierno prepara el pago de una bonificación para los profesionales de la salud que estuvieron ayudando durante la pandemia.

En este entorno en el que el trabajo con la comunidad y con otros profesionales será cada vez más importante, los expertos recomiendan reforzar la enseñanza de competencias sociales, como el trabajo en equipo, las habilidades de liderazgo y de comunicación y la gestión de las emociones. “Los trabajadores sanitarios se han enfrentado a altos niveles de estrés y a decisiones complicadas durante la pandemia. Por eso más que nunca es necesario enseñar la capacidad de gestionar el estrés y enfrentarse a la incerteza. Los trabajadores de la salud deben poder adaptarse a circunstancias que cambian rápidamente”, señala Maria Niemi, profesora asociada del Instituto Karolinska (Suecia) y también miembro del clúster.

4. Más salud digital y aprendizaje en línea

El uso de la tecnología para el aprendizaje y la atención médica es otro de los aspectos que se han acelerado durante la crisis sanitaria y en el que los expertos hacen hincapié. Los profesionales de la salud tienen que formarse mucho más que antes en salud digital para saber, por ejemplo, cuáles son las aplicaciones médicas más efectivas, cómo usar las redes sociales para la promoción de la salud o cómo aplicar la ciencia de datos para tomar decisiones médicas, “se trata de un conocimiento que se aprende practicando, por lo que el aprendizaje en línea debe integrarse en la educación sanitaria”, destaca Marta Aymerich.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/lecciones-de-la-pandemia-para-educar-a-los-futuros-profesionales-de-la-salud/202054/

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Documental: Hasta que la muerte nos separe

«Una mascarilla no protege al médico»

La gente fallece por culpa del coronavirus; los médicos y quienes están dispuestos a jugarse su salud por la de los demás caen plantándole cara. Los protagonistas de esta película ya no están entre nosotros: profesionales sanitarios que mucho antes de que se hablara de una pandemia, murieron por hacer su trabajo en ausencia de las medidas de seguridad que más tarde se revelaron necesarias. Sus seres queridos nos cuentan sus historias y les rinden el homenaje que no pudieron brindarles en su día.

Los primeros días de la pandemia de coronavirus a inicios de la primavera boreal del 2020 fueron los más difíciles para el personal sanitario en diferentes países, debido a que entonces no sabían con certeza a lo que se enfrentaban. Apenas había equipos de protección, zonas aisladas en hospitales especializados o reglas de distanciamiento social.

Los sanitarios se limitaban a hacer su trabajo y muchos fallecieron tratando de salvar la vida de otros. Es el caso de Mijaíl Lébedev, un intensivista infantil que trabajaba en una Unidad de Emergencias Sanitarias de Moscú. Mijaíl contrajo el covid-19 y falleció tras pasar 8 días conectado a un respirador artificial.

Debido a los protocolos sanitarios, su familia no pudo acompañarlo en sus últimos días ni estar presente en el funeral. «Quería verlo, darle un beso en la frente y despedirme de él como es debido. No me dejaron (…) No me siento como si hubiéramos enterrado a mi padre. Sigo esperándolo constantemente. Incluso lo sigo llamando de vez en cuando [a su número de celular]. Por la noche, te duermes y sueñas que llaman al timbre, que abres la puerta y ahí está tu padre», relata Vasili, hijo de Mijaíl.

«Una mascarilla no protege al médico»

En marzo del 2020, Italia era el país con más infecciones de coronavirus del mundo, y más adelante sería el de mayor número de fallecidos por la epidemia. En un hospital de la región de Véneto prestaba sus servicios Samar Sinjab, de origen sirio, quien fue el primer miembro del personal sanitario de esa región en morir debido a la pandemia.

Sinjab se contagió en el ambulatorio mientras atendía a un paciente con covid-19 pese a que llevaba mascarilla permanentemente. «Una mascarilla no protege al médico al 100 %. Ahora usamos mascarillas respiratorias tipo FFP2 o FFP3, pero al principio usábamos mascarillas simples para protegernos. Nos dijeron que bastaría con ella. Las mascarillas más seguras llegaron demasiado tarde, cuando mi madre ya estaba hospitalizada», recuerda Rafi el Mazloum, hijo de Samar y también médico.

Mijaíl y Samar no son los únicos profesionales sanitarios que han fallecido tratando de salvar a otras personas. Historias similares han ocurrido en varios países del mundo y, lamentablemente, siguen ocurriendo a causa de la pandemia del coronavirus.

Fuente e imagen:  https://actualidad.rt.com/programas/documentales/360230-hasta-muerte-separe-coronavirus

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Entrevista a David Bueno: “Lo primero será cargarse de ánimos; y si el curso no se termina, no pasa nada”

Cuando acabe el confinamiento habría que hacer un homenaje a todos los colectivos profesionales que se están poniendo en riesgo por el resto de la sociedad, dice David Bueno, pero mientras tanto nos tenemos que cuidar manteniendo una rutina que sea ilusionante, para salir lo menos tocados posible de esta experiencia.

Los medios de la Fundación Periodismo Plural (Diario de la Educación, Diari de l’Educació, Catalunya Plural, Diari de la Sanitat, Diari del Treball, Revista XQ) iniciamos una serie de entrevistas con personalidades de perfil muy diverso que nos pueden ayudar a entender dónde estamos ahora mismo pero, sobre todo, a pensar en el día después del coronavirus. Empezamos con David Bueno, doctor en Biología, profesor de genética en la Universidad de Barcelona y, sobre todo, conocido por su tarea divulgadora en el ámbito de la neuroeducación. Con él hablamos el jueves 19. Sería un error, nos advierte, que cuando todo esto acabe el mensaje que reciban los niños sea que hemos perdido un mes de clases y que las tenemos que recuperar a toda prisa.

¿Cómo ve todo lo que está ocurriendo?

En lo relativo al ámbito médico, esta epidemia se está comportando como una epidemia clásica. Conste que no soy epidemiólogo ni virólogo, pero tengo muchos conocidos que lo son y todos coinciden que tiene este comportamiento clásico: una primera fase de poco crecimiento en el que todo el mundo piensa que nos escaparemos, una segunda fase de crecimiento exponencial, que es en la que estamos ahora, después se llega a un equilibrio y poco a poco empieza a bajar. Y la única diferencia que puede haber es cuánto rato dura todo este proceso, pero no dura nunca menos de un mes.

¿Quiere decir que menos de un mes encerrados en casa lo ve imposible?

Imposible. De hecho, en la Facultad de Biología todos tenemos muy claro que como mínimo hasta el 14 de abril no volvemos. El confinamiento empezó el 13 de marzo. Un mes es lo mínimo, y a partir de aquí puede durar algo más, ya veremos (el Gobierno ya ha anunciado su intención de alargar el estado de alarma hasta el 11 de abril).

Será una epidemia clásica, pero nunca antes habíamos estado confinados…

Se comporta igual que cualquier epidemia, pero lo que vemos es que este virus es más infeccioso que la gripe a la que estamos acostumbrados cada año. Y el número de casos graves, en porcentaje, es superior al de la mayor parte de gripes convencionales, porque cada año la gripe es un mundo. Lo que ha hecho saltar las alarmas es que es un virus completamente nuevo y por eso no hay ningún tipo de vacuna disponible. Cuando llega la gripe siempre hay una vacuna, que no siempre funciona, aunque normalmente se acierta. El hecho de que este año no haya ninguna hace que las personas que pertenecen a los grupos de riesgo lo pasen mal. Y el confinamiento tiene como objetivo reducir el número de casos graves para que no se llenen los hospitales. La mayor parte pasaríamos esta neumonía como una dolencia que te hace estar incómodo porque no respiras bien, tienes fiebre y dolor de cabeza, pero no pasaría de ser como una gripe fuerte. El problema es que, sin vacuna, el número de personas con afecciones graves es más alto que con la gripe convencional y esto puede acabar colapsando, como ya está pasando, la sanidad pública. Se necesita este confinamiento para que el sistema sanitario no entre en quiebra.

¿Saldremos mentalmente tocados de tanto tiempo encerrados a casa? ¿Cómo nos preparamos para esto?

Saldremos tocados, eso seguro, porque no es fácil romper la rutina de este modo y entrar en otra diferente. La mejor manera de salir lo menos tocados posible es mantenernos activos. Es conservar una rutina, que no tiene que ser necesariamente la misma de antes. Yo, por ejemplo, antes me despertaba a las seis y media y ahora lo hago a las ocho. Ahora bien, me levanto, desayuno, y me pongo a trabajar. O dando clases online con los alumnos, o preparando artículos que tenía pendientes… es decir, me voy sacando trabajo de encima. Y trabajo hasta el mediodía, cuando voy a preparar la comida. Es importante marcarse una rutina. Y si no es con trabajo, porque quizás hay gente que no puede hacer teletrabajo estando en casa, tiene que ser de otro tipo. Hago un poco de gimnasia, preparo recetas de cocina que no he hecho nunca… La rutina no puede ser pasarse todo el día apalancado mirando la tele.

Con niños es más difícil. Tienes que tener tu rutina y conseguir que ellos tengan la suya…

Es lo mismo, es montar una rutina con los hijos. No hay que despertarse a las siete para ir a la escuela, nos podemos despertar a las nueve, y desayunamos tranquilamente. Si antes el desayuno lo teníamos que hacer en 10 minutos, ahora nos sentamos a la mesa y desayunamos tranquilos, dependiendo también de los trabajos que tengan el padre o la madre, y entonces podemos hacer un poco de deberes, o miramos un programa divulgativo en la tele. Ahora bien, mirar este programa no consiste en apalancar a los niños ante la tele, sino que uno de los adultos de la casa se tiene que sentar con ellos para mirarlo, para que ellos valoren que aquello es un momento importante del día. Y después dibujamos o hacemos lo que sea, cada familia tiene que saber cómo son sus hijos. Pero lo importante es mantener esta rutina, porque libera el cerebro de estar pensando constantemente qué haremos. El hecho de estar pensando constantemente qué haremos a algunas personas les activa mucho –yo sería una de ellas–, pero hay otras a las que les condiciona mucho hacia un pesimismo. Y pueden entrar en aquellos bucles de repetirse a uno mismo que llevamos seis días encerrados, que no sé qué hacer, etc. Tiene que ser una rutina alentadora, no puede ser un palo. Tiene que generar momentos agradables, que esperas, y que te mantienen en esta alegría interna que se vincula con el optimismo, así será más fácil soportar estos 30 días o más que estaremos confinados.

¿Algún mensaje especial para los pequeños que no pueden seguir un programa divulgativo?

Lo mismo. Se trata de mantener una rutina con ellos. Es evidente que no podrás tener largas conversaciones de sobremesa, pero puedes hacer juegos de construcciones, y si no tienes ninguno puedes coger cartones u otros elementos que tengas por casa y empiezas a construir una ciudad, por ejemplo. Con un cartón suave, que ellos puedan cortar con tijeras, y después los puedan pintar, estás practicando una serie de habilidades manuales que son muy útiles porque se relacionan con otros muchos aspectos cognitivos; estás practicando la imaginación, la visión tridimensional. Y cada día haces una casita, y ya tengo aquella hora ocupada haciendo esto. Lo pongo como ejemplo, pero se trata de buscar alguna actividad que cada día sea diferente, pero que al mismo tiempo haya una continuidad de día en día, porque así esperas al día siguiente con ganas. Lo más importante para no salir tocados de un mes de confinamiento es mantener la ilusión del “y mañana haré”.

¿Nos hará falta algún tipo de entrenamiento para la vuelta?

En el ámbito educativo creo que iría muy bien que hubiera algún tipo de material, que se podría ir preparando estos días, primero porque a los niños, de cualquier edad, se les tiene que explicar que esto de vez en cuando ocurre, y por qué es importante la higiene, y quedarse en casa, y no solo esto, sino para valorar también a aquellos profesionales que tienen que estar trabajando. Y no hablo únicamente de los servicios de emergencia, médicos, enfermeras, sino que pienso en las trabajadoras y los trabajadores de los supermercados, cuando todo esto se acabe se les tendría que hacer un homenaje también. Ellos también se arriesgan, quizás no tanto como una médica o una enfermera, pero se están arriesgando. En algunos casos les han aumentado un poco el sueldo, eso está muy bien, pero no compensa el riesgo que estás asumiendo.

Hay más colectivos: los cuidadores de las personas dependientes, las mujeres y hombres que limpian los hospitales, los basureros, los transportistas de comida y material sanitario…

Pues pienso que habría que hacer un homenaje colectivo a toda esta gente.

¿Y los maestros y maestras?

También tendrán que tener presente que cuando vuelvan a la escuela este tema se tendrá que abordar, desde la escuela no se puede esconder. Los niños vendrán más o menos tocados, según cómo la familia lo haya sabido gestionar en casa, pero claro, esto es una alteración de su ritmo, y cuando lleguen el mensaje no puede ser “hemos perdido un mes, y vamos a recuperarlo trabajando más”; no es esto, sino que hemos estado un mes confinados y esto se tiene que valorar como una cosa positiva, hemos sabido responder bien ante una emergencia.

Es decir, primero nos tendremos que cargar de ánimos, de refuerzo positivo, de decirnos: “Qué bien que hemos sabido estar un mes encerrados en casa”. Esto ya te permite hacer un cambio de chip, y a partir de aquí ir recuperando la normalidad, pero con cierta tranquilidad, y si al final del curso no se termina todo, no pasa nada, no se acaba el mundo. Ya lo haremos el próximo año.

O sea que sería un error pretender acabar el temario como sea.

Totalmente. Pienso, por ejemplo, en un maestro de 2º de primaria que ahora iba a enseñar a restar. Y que considere que sus alumnos tienen que acabar el curso sabiendo restar. Y ahora, cuando vuelvan, ¡venga a hacer restas! No es esto. Otra cosa es introducir el concepto, que se familiaricen con él, y hablar con el tutor de 3º y que tenga claro que el próximo curso te llegarán un poco cojos en esto. Ya está. Porque, si no, será un doble trauma, primero un mes encerrados y ahora venga, corre, corre, corre.

Cuando veíamos las imágenes de China nos parecía un peligro absolutamente lejano y de otro planeta, nadie podía pensar que llegaríamos a estar como ellos, creo que incluso que cuando veíamos las de Italia nos pasaba lo mismo.

Totalmente.

¿Hemos sido muy ingenuos y nos volveremos más desconfiados a partir de ahora?

A corto plazo creo que todo esto nos cambiará. A las personas nos gusta la estabilidad porque nos da confianza y seguridad. Y esto demuestra que la estabilidad, en la naturaleza, no existe. Hay periodos de mucha estabilidad, hasta que, no sabes nunca por dónde, te surgirá un descalabro como éste, que no es lo primero. Con la gripe española, en 1918, pasó exactamente el mismo, lo que pasa es que tenemos poca memoria histórica. En el Cuaderno gris de Josep Pla hay una entrada del 8 de marzo de 1918 (por lo tanto, 102 años y cuatro días antes de nuestro confinamiento) en la que escribe que hoy han clausurado la universidad durante 15 días por la epidemia de gripe. Y pasó con las pestes en la Edad Media, y con la fiebre de la lana en el siglo XVI en las comarcas de la Cataluña central, son episodios que van sucediendo y que seguirán sucediendo, la naturaleza tiene estas cosas.

Sí, pero uno se imagina que hoy tenemos mucho más conocimiento científico que hace un siglo, o que esto puede ocurrir en Asia o en el tercer mundo, pero que estas cosas no ocurren en Occidente…

Porque siempre tenemos tendencia a valorarnos a nosotros mismos como si fuéramos más de lo que somos, y a pensar que los otros son menos de lo que son. China es una gran potencia mundial, ellos han sido los primeros pero podría haber pasado en cualquier otro lugar. Ahora, durante un tiempo, viviremos muy pendientes de estas posibles epidemias y lo ideal sería que esto nos sirviera de experiencia para tener los sistemas sanitarios a punto, con un plan de contingencia que permitiera activar todo esto con mucha más rapidez y sabiendo lo que se tiene que hacer. Pero no soy especialmente optimista, me recuerda demasiado a la crisis de 2007-2008, cuando el presidente de EEUU, que entonces era Barack Obama, dijo que nos teníamos que replantear el capitalismo. ¿Y qué se ha replanteado?

Nada.

Al contrario, se ha fortalecido el neoliberalismo. Por eso, ahora estaremos unos meses o unos años hablando de esto, y lo ideal sería que no se olvidara y que cada Estado, y que como sociedad global, tuviéramos muy claro cómo tienen que ser los planes de contingencia. Al coronavirus no se le combate sacando al ejército a la calle, se le combate sacando a los científicos, a los médicos y a los educadores a la calle, porque nos tenemos que educar por si esto vuelve a pasar, y tenemos que estar científicamente y médicamente preparados porque volverá a pasar, tarde o temprano. Quizás dentro de 20 años, o de 100, o solo de 3, no lo sabemos. Se trata de tener unos stocks adecuados y unos mecanismos. En la Facultad de Biología, por ejemplo, hemos dado todo el material que teníamos en el almacén de guantes, mascarillas y batas desechables. Lo hemos dado sin que lo reclamaran. ¿Por qué no tenemos un plan de contingencia donde se diga que si pasa esto tenemos ya localizados y actualizados los lugares a los que podemos recurrir para buscar todo esto porque está disponible?

¿La falta de un plan de contingencia sería para usted el principal error que se ha cometido? ¿O tal vez el hecho de que nos quisieron tranquilizar demasiado cuando lo que hacía falta era advertirnos más claramente de lo que se acercaba?

Creo que los mensajes estuvieron bien. Tenían que ser de tranquilidad y de confianza. Pero hacía falta una segunda parte, que era decir que esto nos llegará y por tanto estemos pendientes porque tenemos más del 90% de probabilidades de tener que confinarnos también en casa. Mientras el número de casos aumenta muy ligeramente no hay que confinar a nadie, no sirve de nada, más vale que trabajemos para prepararnos para cuando haga falta confinarnos en casa. Cuando se detecta esta inflexión en la curva, que hace que los casos crezcan de forma exponencial, es el momento de quedarse en casa. Quizás se habría podido actuar dos o tres días antes de lo que se hizo, y más radicalmente. Hemos perdido mucha energía con aquella primera apuesta de “para ir a trabajar sí que puedes salir de casa”. Perdona, todos trabajamos… y por tanto todos podemos salir de casa.

O la empresa te decía que te quedaras en casa o tenías la obligación de ir a tu puesto de trabajo.

Eso sí que ha sido un error estratégico. El confinamiento tiene que ser total. Y se tienen que cerrar los territorios. Es igual que lo hagamos en el ámbito de un pueblo, de una provincia o una comunidad, es decir, el virus se ha escampado mucho porque cuando se empezó a hablar de que quizás tendremos que cerrar, mucha gente salió a la segunda residencia. Muchos barceloneses se fueron a la Cerdaña, y muchos madrileños se fueron a Murcia o al Valle de Aran. Quizás ahora ya no hace falta cerrar nada porque está por todas partes, pero se hubiera podido limitar muchísimo el alcance. No es lo mismo tener dos o tres focos importantes y el resto de la península relativamente limpia, porque le puedes dedicar muchos esfuerzos a los hospitales de esas zonas. Para mí, el paradigma de cómo se tiene que actuar es lo que hizo la Generalitat con Igualada. Detectas un foco importante, lo cierras y te ahorras que se vaya filtrando hacia los pueblos vecinos.

Ilustración: Pol Rius

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/23/lo-primero-sera-cargarse-de-animos-y-si-el-curso-no-se-termina-no-pasa-nada/

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Educación y salud: ¿Los sectores del futuro?

07 Febrero 2019

Autorxs: Cruz-Aguayo, Yyannu; Fuertes, Nicolás; Kang, Minji; Robles, Marcos; Schady, Norbert; Zuluaga, Daniela.

Año: 2019

Editorial: Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

En este segundo número de la serie «El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe», analizamos la evolución del mercado laboral en los sectores de educación y salud. No solo observamos que el empleo ha crecido considerablemente en las últimas cuatro décadas, sino que los empleos en educación y salud son empleos de buena calidad, especialmente para las mujeres. Además, el estudio proyecta el número de docentes, médicos y enfermeras que los países de la región necesitarán en los próximos años. Para acceder a los vídeos, audios y otros contenidos interactivos que subrayan los mensajes más importantes de este documento, le invitamos a descargar la versión interactiva de esta nota en http://www.iadb.org/futureofwork

Imagen: https://www.caribbeannewsnow.com/wp-content/uploads/2019/02/future_of_work.jpg

Descargar aquí: https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Spanish-Educacio%CC%81n-y-salud-los-sectores-del-futuro-(versio%CC%81n-para-imprimir).pdf

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México: Alexandria, educación para médicos y estudiantes a través de realidad virtual

América del Norte/México/22 Enero 2017/Fuente:conacytprensa/Autor: Janet Cacelín

La palabra Alexandria se remonta al siglo III a. C., el lugar donde se construyó la biblioteca más grande del mundo y contenía los volúmenes más extensos en materia de medicina de aquel entonces. Con esa idea, el médico Eduardo Hernández Rangel y un equipo de expertos crearon el proyecto que lleva el mismo nombre, y también es un acrónimo de Advanced Learning Educational model-X using VR/AR, cuyo objetivo es generar un modelo de educación distinto, haciendo uso de la tecnología.

Se trata de una plataforma en línea y una aplicación para teléfonos móviles, en la cual se pueden consultar y cargar cursos, libros, imágenes y videos en 3D, a los que se puede acceder por medio de la realidad virtual.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el creador del proyecto, Eduardo Hernández Rangel, un médico mexicano que actualmente realiza un fellowship en investigación en imagen cardiovascular y torácica en la Universidad de California en Irvine, platica cómo surgió la idea de implementar esta plataforma.

“Surgió hace un año y tres meses, cuando salió una convocatoria por parte de la Universidad Stanford para genera nuevas formas de enseñanza donde se pueda aplicar la tecnología de alto impacto a un bajo costo. Platicando con un amigo de México pensamos que podíamos subir una imagen de rayos X, para que por medio de realidad virtual fuera posible tener una experiencia inmersiva a través de ella”, detalló.

Entonces Eduardo Hernández pensó en crear una biblioteca virtual especializada en medicina y poder explicar, a través de ella, desde un simple modelo anatómico, hasta casos clínicos complejos.

Aunque en la actualidad existen ya varias enciclopedias virtuales, no están al alcance de todos debido a su alto costo, que oscila entre los mil dólares. Por esta razón, la propuesta de Hernández Rangel fue crear contenidos gratuitos y enseñar a los usuarios a crear incluso un visor de realidad virtual, para poder vivir la experiencia a un menor costo.

“Nos propusimos la creación de una aplicación gratuita donde se cree el contenido. Actualmente el equipo lo conformamos tres médicos, dos diseñadores mexicanos, programadores que están trabajando de forma gratuita, un ingeniero biomédico y un estudiante de  medicina de la India que sabe diseñar y programar”, señaló.

El aprendizaje como una experiencia única

“Cuando abrí por primera vez mi libro de cardiología, me explicaban por medio de texto una imagen en dos dimensiones, lo que es el corazón, sus cuatro cámaras, su función y cómo se mandaban los impulsos eléctricos para su contracción y relajación. Lo aprendí pero era complejo poder asimilarlo y adaptar realmente una estructura que en realidad es tridimensional. Lo que estamos intentando con nuestro proyecto no es solo crear un contenido en tercera dimensión el cual te muestre la función del corazón, sino también poder sentir o tener la sensación de que estás dentro incluso del corazón”, detalló.

Eduardo Hernández Rangel explica que la plataforma, además de brindar información, hace que las personas logren una experiencia completamente inmersiva por medio de realidad virtual y aumentada.

“Cuando una persona padece alguna enfermedad y su médico debe explicar acerca de ella, es difícil que los términos y la explicación empleada se entiendan en su totalidad. Imagínate poder tener la capacidad cuando hay una enfermedad, hacer un zoom in tan grande que puedas ver las células cómo están trabajando, incluso mostrar cómo funciona un medicamento, tener un caso clínico completo y que con toda la información que se tenga, se pueda tomar la decisión para un diagnóstico y mejor tratamiento”, dijo.

También con este proyecto, además de ayudar a estudiantes de medicina, se trata de empoderar a médicos que hayan terminado su formación o que deseen una educación médica continua.

De mexicanos para mexicanos

Actualmente, Hernández Rangel y el equipo de desarrolladores buscan que la plataforma se eche a andar en universidades mexicanas, para que los mismos estudiantes puedan generar contenido y utilizar el que otros generen.

“Queremos demostrar que México puede ser punta de lanza para generar nuevas ideas y relacionen tecnología con educación y enseñanza. Estamos buscando acercarnos a las universidades mexicanas para que puedan crear sus propios equipos y generar o apoyar a alguien para que pueda generar contenido. A la vez, necesitamos gente de tiempo completo, principalmente diseñadores y programadores”, detalló.

Alexandria se presentó por primera vez en Stanford Medicine X y obtuvo el award de la mejor aplicación en tecnología en educación médica. El equipo participó en la final del concurso internacional de TuApp.org, donde obtuvo el cuarto lugar y una mención honorífica, y también fueron seleccionados para presentarse en el Congreso Nacional de Educación Médica y el Congreso Internacional de Innovación Educativa en México.

Asimismo, la parte correspondiente a radiología se presentó en el Congreso Internacional del RSNA (Radiological Society of North America) en Chicago en el mes de diciembre, y han sido seleccionados para organizar el próximo año la sección dedicada a la aplicación de realidad virtual en radiología e impresión en 3D.

Fuente de la noticia: http://www.conacytprensa.mx/index.php/tecnologia/tic/12619-alexandria-educacion-para-medicos-y-estudiantes-de-medicina-a-traves-de-realidad-virtual

Fuente de la imagen: http://www.conacytprensa.mx/images/ciencia/alex-head-120.jpg

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Paraguay: Médicos y educadores van a huelga

Paraguay/07 de Noviembre de 2016/La Nación

Como forma de presionar y ser escuchados en medio del tratamiento del presupuesto, médicos y educadores realizarán una huelga la próxima semana, principalmente para lograr sus reivindicaciones laborales.

Los docentes agremiados a la Federación de Educadores del Paraguay (FEP) encabezan la serie de marchas de su sector en la que exigen la aplicación del salario básico profesional, con un reajuste del 23% como parte del acuerdo que se llegó con el Poder Ejecutivo,

Se suman a esta reivindicación la Organización de Trabajadores de la Educación (OTEP Autentica) y la Unión Nacional de Educadores (UNE) para la huelga que harán el martes y el miércoles.

Silvio Piris, secretario general de la FEP señaló en comunicación con Radio 1000 comentó que la acción es una forma de presionar, en este caso a la Cámara de Diputados para que apruebe una ampliación presupuestaria en la que sean beneficiados, además de una mayor inversión para el sector educativo, dijo.

Los docentes habían firmado con el ministro de Educación Enrique Riera un acuerdo en el que indicaba que los maestros tendrán un sueldo base de G. 3 millones por turno. La propuesta iba a incrementar el salario en forma gradual durante tres años, sin embargo para el 2017 no se estipula el 23% que se acordó en el acuerdo.

Salud prepara contigente

Los médicos por su parte inician su huelga desde el lunes con un paro continuado de 72 horas seguidas. El reclamo principal es que se establezca una matriz salarial a partir del año que viene çde manera a unificar el salario por hora trabajada. La propuesta del sector es que por 36 horas semanales tengan una paga de G. 32.832.990; por 24 horas semanales unos G. 21.888.660 y por 12 horas semanales tengan remuneración de G. 10.944.330.

Por su parte, el Ministerio de Salud, prepara un contingente buscando minimizar el impacto de la huelga, que será hasta el miércoles. Están finalizando la elaboración de un plan de contención para que los servicios se puedan ofrecer en la medida de las posibilidades.

Lilio Irala, del Sindicato Nacional de Médicos mencionó que la huelga implica solo el funcionamiento de los servicios de urgencias, e incluso enfermeros y funcionarios administrativos podrían adherirse.

En demostración de buena voluntad del sector habían pospuesto por una semana la huelga, de manera a intentar llegar a un acuerdo, lo que no ocurrió.

Fuente: http://www.lanacion.com.py/2016/11/04/medicos-educadores-van-huelga/

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Nigeria: Unn Allumni Rehabilitate College of Medicine, Donate N18m Projects

Nigeria/Agosto de 2016/ AllÁfrica

Resumen: Veinte años después de su graduación (1995) , el conjunto de los médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nigeria , Nsukka ( UNN ) , el sábado se protagonizó una remontada a la escuela con la donación de las instalaciones , así como la renovación de la infraestructura en decadencia en la institución .

wenty years after their graduation, the 1995 set of doctors of the College of Medicine, University of Nigeria, Nsukka (UNN), on Saturday staged a comeback to the school with the donation of facilities as well as renovation of decaying infrastructure at the institution.

They promised to invest massively in sustaining the school’s ‘towering image’.

The doctors who congregated under the aegis of ‘Lynx 95′ donated a 40 KVA solar power system to the new 120-room medical students’ hostel at the cost of N10 million.

The 1995 set of UNN medical graduates also renovated the lecture theatre at Ituku Ozalla, new site of the University of Nigeria Teaching Hospital (UNTH).

 They equally changed the roof, ceilings, broken windows, refurbished electrical connections and fixtures, repainted the edifice, repairing the plumbing and installing an overhead water tank. All these gulped about N18.5m, they said.

The cordinator of Lynx 95, Dr. Obi Okoli, a USA based infectious diseases specialist, who spoke during the donations and infrastructural rehabilitation in the school, said they were motivated to give back to the school what it gave them in learning and character.

«Unlike the conducive atmosphere in our time at the medical school, what we found upon our visit to the school earlier were classes with leaky roofs, disjointed and disconnected electrical installations, and classes with broken window glasses, among others.

«We drew inspiration from the late Catholic Pontif, Pope John Paul 11 who said: «No man has so much that he has nothing to receive and no man has so little that he has nothing to offer» as well as the late Mother Theresa who admonished: «Let no one come to you without leaving better and happier,» he said.

Fuente: http://allafrica.com/storie

 

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