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India ante la Crisis del Clima

Asia/India/29-09-2019/ Autor y Fuente: Prensa Latina
Por: Prensa Latina
Cerca de 600 millones de personas en la llanura del Indo-Ganges están afectadas por el calentamiento global, con las temperaturas medias del planeta un grado Celsio por encima del promedio desde que comenzaron los registros en 1850.
En una verdadera crisis, el cambio climático provoca el derretimiento de los glaciares del Himalaya, amenazando el flujo constante de agua hacia el Ganges y sus afluentes.

Cerca de 148 millones de indios viven en zonas que son ‘puntos calientes severos’ del cambio climático y son testigos del aumento de los fenómenos extremos de inundaciones y olas de calor. La amenaza a la seguridad hídrica también podría ampliar aún más la desigualdad en la India.

El impacto del cambio climático se siente ya en toda la segunda nación más poblada de la Tierra, con cambios en el monzón y las temperaturas.

Las lluvias extremas en el centro del país surasiático se triplicaron entre 1950 y 2015, según un estudio de 2017. Junto con estas fuertes lluvias, la frecuencia de los períodos secos en los que las precipitaciones son escasas o nulas también aumentan.

‘Hemos vinculado claramente estos cambios con el aumento de la temperatura en el mar Arábigo’, dijo Roxy Matthew Koll, científico climático del Instituto Indio de Meteorología Tropical de Pune al portal India Spend. En general, las temperaturas suben en todo el océano Índico.

Con el calentamiento global se incrementan las temperaturas de la superficie de la tierra y del agua. A medida que la temperatura del océano aumenta, hay más humedad disponible para que los vientos monzónicos la transporten, provocando fluctuaciones a gran escala en el monzón indio, dijo Koll.

Otras razones son la rápida urbanización y factores globales, como el efecto El Niño, que provoca cambios en los patrones de las precipitaciones, y los ciclones, que están aumentando en intensidad, haciendo más vulnerable a la India ante los extremos climáticos.

Este verano, cerca del 65 por ciento de los indios se vieron afectados por una ola de calor. Julio de 2019 fue el más caluroso de todos los registrados en el mundo.

Por otra parte, en 2018 el 76,42 por ciento de la electricidad de la India provenía de carbón altamente contaminante, según el Ministerio de Energía. Las energías renovables crecen pero sólo suministran una vigésima parte de la electricidad del país.

Buena parte de esa electricidad proviene del carbón altamente contaminante, y sólo el 6,60 por ciento de las energías renovables.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=306593&SEO=india-ante-la-crisis-del-clima
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Jordi Salat : “Cualquier actividad humana sobre el medio ambiente debería someterse siempre al principio de precaución”

Entrevista: Salvador López Arnal

Jordi Salat es matemático por la Universidad de Barcelona (1973), y oceanógrafo del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC) desde 1974. Trabaja en oceanografía física descriptiva; interacciones físico-biológicas en ecosistemas marinos naturales y, dinámica de poblaciones marinas. Ha sido también profesor a tiempo parcial en la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona (1993-2010).

Tiene una amplia experiencia investigadora, con artículos publicados en revistas científicas y comunicaciones a congresos internacionales. Ha participado en unos 50 proyectos científicos y en más de 40 expediciones oceanográficas.

Tiene también experiencia en colaboración con agencias de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, así como con organismos nacionales, administraciones y fundaciones, como experto en oceanografía, medio ambiente marino, pesquerías y clima.

*

Nos habíamos quedado aquí. ¿El cambio climático, el calentamiento global, está relacionado con lo que ocurre en los océanos?

La respuesta a la pregunta es sí. El cambio climático está relacionado con todos los componentes del sistema climático. El océano es un componente del sistema climático, luego el cambio climático está relacionado con el océano. Puro silogismo. La pregunta es ¿por qué el océano es un componente del clima?

De acuerdo, formulémosla así, como me enseñas.

La respuesta sencilla ya la he comentado antes, diciendo que el océano es el “sistema de calefacción” a escala planetaria. Quizás deberíamos decir, de climatización puesto que no sólo calienta sino que refresca, a veces. En realidad, hablar de clima es hablar de como se reparte la energía que el planeta recibe desde el Sol, la mayor parte de la cual se devuelve al espacio pero una fracción se queda y permite, entre otras cosas, que nosotros estemos hablando. Los cuerpos asimilan esta energía en forma de lo que llamamos “calor” y se “ponen” a una determinada temperatura de acuerdo con este calor. Un recipiente con agua a 80°C contiene más calor que si el agua está a 20°C. Lo que ya no es tan evidente es que si en vez de llenarlo de agua, le ponemos arena seca a 80°C contendría menos calor que con agua a 20°C. Es decir, el calor específico del agua es superior al de la arena, por lo que ésta es más fácil de enfriar o calentar que el agua. Si comparamos el calor específico del aire y el agua, la diferencia es de 1 a 5 pero, además, como el agua es mucho más densa, si comparamos la capacidad calorífica de toda la atmósfera con la de todo el océano, la diferencia es de 1 a más de 1.000. Esto se complica con la evaporación y condensación. En estos procesos, los requerimientos de energía son muy superiores a los que hacen falta para modificar la temperatura. Cuando el agua del mar se evapora, se lleva energía del mar. Es decir, éste se enfría. Es lo que hacemos para enfriar la sopa, soplando sobre el plato para facilitar la evaporación de una pequeña parte del agua que contiene la sopa. Cuando este vapor condensa en forma de diminutas gotas de agua que forman una nube, el calor extraído al mar se devuelve a la atmósfera, etc.

En resumen, el océano, no sólo es un componente esencial del clima sino que es el más importante.

Remarco lo que señalas: el océano es el componente más importante. ¿Trata bien nuestra especie a los océanos?

Yo creo que nuestra especie no trata bien ni al medio ambiente terrestre, que es el que la sustenta de manera directa. Su propio hábitat. El medio del que forma parte como entidad biológica que es. Entonces, ¿cómo no va a maltratar un medio del que ni tan solo forma parte? Que le es “ajeno” y no percibe que pueda afectarle. Pero lo cierto es que el Océano es donde va a parar todo lo que se lleva el agua (y el viento, a veces), y no tiene un desagüe para poderlo vaciar, limpiar y llenar de nuevo.

La única salida a la situación es concienciarse de que nuestro hábitat no es un producto de la tecnología. Aunque a veces, lo parezca, en realidad la tecnología no va más allá de hacernos la vida más confortable, pero son los ecosistemas de los que formamos parte, los que nos sustentan. La tecnología no es más que un «añadido» (unos gadgets como se dice ahora) y, además, tiene un precio (en el sentido de «transacción»). Lo que llamamos «Naturaleza» pone las cosas en su sitio de vez en cuando. Supongo que los ecologistas parten de esta concienciación y, a partir de este punto, surgen posturas que podrían corregir la tendencia de ir de mal en peor. Entiendo que si hay alguna solución tiene que ser por esta vía. De momento, mientras haya combustibles fósiles por lo menos, tendremos suficiente energía externa como para «forzar» situaciones que nos hagan creer que seguimos siendo los «amos de la Tierra». Después, lamentaremos no haber usado la energía que el Sol nos proporcionó durante millones de años –y que la Tierra ha guardado celosamente– para prevenir el futuro. Estas «baterías» ya no estarán disponibles para que el Planeta pueda seguir manteniendo la anomalía que representa nuestra especie.

De todas formas, incluso así, si se consiguiera esta conciencia (que «no está ni se le espera»), veo difícil que lleguemos a una solución «razonable». Es decir, a que no prenguem mal. No veo indicios esperanzadores pero… ¿quién sabe?

Me pongo filósofo ahora: “Todo es agua”. ¿Es un aforismo-idiotez de Tales de Mileto o este antiguo matemático, de célebre teorema [1], tenía razón en alguna o mucha medida?

A la vista del teorema que hizo famoso a este señor, no me cabe ninguna duda de que era un buen observador, capaz de sacar conclusiones de sus observaciones. Me gustaría saber algo más de esta frase. Si es que se conserva. Las frases, por brillantes y sintéticas que sean, suelen ser incompletas. Es algo así como «¡toma frase!». Quedan bien en los calendarios, y últimamente en los twit. El enunciado del Teorema de Tales, no obstante, no «cabría» en un tuit.

Volviendo a la frase, podríamos verle una faceta de «visionario», con la información que tenemos hoy día porque imaginamos lo que le falta decir a «nuestro favor», es decir, como si él ya lo hubiera sabido. Si era así, es lástima que no nos lo contara en detalle (o se perdiera esta información). Si era una intuición, estamos en lo del principio. Era un gran observador, capaz de sacar conclusiones de sus observaciones. Lo repito porque creo que es la base de la intuición y creo que ésta es una gran herramienta para avanzar en ciencia (lo cual no quita que haya que seguir el procedimiento, como supuestamente hizo Tales con su teorema).

Cuando se afirma que la vida surgió en el agua, ¿qué se está afirmando exactamente?

Sería bueno preguntárselo a quien lo afirma. Yo no lo he afirmado. Entre otras cosas porque lo desconozco. Mis conocimientos de biología son sobre cuestiones algo más recientes. Aunque ciertamente hay quien afirma que el origen de la vida no es algo del pasado, sino que se está continuamente «generando». Por decir, que no quede. De hecho antes de Pasteur se hablaba de «generación espontánea»…

Como todo esto suena a «escaqueo» voy a entrar en el tema y convertir tu pregunta en lo siguiente: «¿es el agua el medio más adecuado para que en ella se origine la vida?». Mi respuesta es: «de los medios que hay hoy en día, sí». Porque es un buen «disolvente» a temperaturas en las que la vida se puede desarrollar fácilmente, sin muchas complicaciones. Así pues, es un buen medio para poner en contacto diversas sustancias que podrían haber originado toda esta “movida”. Pero, insisto, no sé suficiente biología para decir más.

Una pregunta demasiado general tal vez: ¿qué es para ti la ciencia?

Pregunta corta en la que cabe todo. Pregunta trampa en un examen. Si intento definir la ciencia, «la ciencia es…» No encuentro qué. No sé si esto significa que desconozco su esencia. Aquí me tendrás que ayudar.

Mi ayuda: haz lo que puedas, a tu aire.

De acuerdo, pues me olvido de pretender decir lo que es y hablo de lo que yo entiendo como ciencia. Ello incluye, por lo menos, una manera de razonar para estudiar el mundo que nos rodea, intentar explicarlo y comprenderlo. Para mí, lo más esencial − y ¡dale con la esencia! − son las reglas del juego. Si a lo largo del proceso de estudio se cumplen, estamos dentro de la ciencia, y lo más importante, el recíproco, si no se cumplen, no estamos en ella. Es pseudociencia − que suena mejor que «ciencia falsa». No se trata de descalificar a nadie por no seguir las reglas. Simplemente, no es ciencia. Y no hay que «venderla» como tal, como se observa a diario en el terreno de la publicidad (incluyendo la política). Tampoco vamos a entrar en detalles, pero habría que denunciar una clara perversidad y malas intenciones en algún tipo de «pseudociencia». Por lo menos en el sentido de confundir a la Sociedad, ¿pongo ejemplos?

Por supuesto, algún ejemplo será muy ilustrativo.

La mayoría de ejemplos que he encontrado se refieren a temas de salud. Seguramente porque son los que más preocupan a la gente, de manera que es fácil vender soluciones “milagrosas” a sus problemas. Estos anuncios suelen encontrarse en las páginas web de periódicos y revistas en general pero a menudo también se encuentran en webs de servicios públicos que, a causa de su infrafinanciación, se ven obligados a contratar publicidad (lamentablemente sin ningún control). Aprovechando el marco de esta entrevista, pongo un ejemplo basado en el agua del mar.

En un anuncio encontramos frases como las siguientes: “…a finales del siglo XIX, un investigador francés, desarrolló una auténtica teoría científica sobre la terapia marina que estipula que las enfermedades son, en realidad, una intoxicación del medio interno a nivel celular. Según este científico, las células, para poder desarrollar sus funciones correctamente, deben disfrutar de un medio interno equilibrado como método para evitar que los órganos terminen por deteriorarse. Y ese medio interno es análogo al agua del mar. Distintos médicos, expertos o periodistas de la época resaltaron sus evidentes éxitos a la hora de tratar enfermedades como tuberculosis, enfermedades de la piel o desnutrición, entre otras muchas que veremos a continuación.” Aquí te venden el producto y siguen “… otra alternativa es consumir agua de mar en botella. Eso sí, si esta va a ser tu elección, procura elegir siempre agua envasada en botella de vidrio para no perjudicar el medio ambiente” (por lo menos, anima a respetar el medio ambiente). “Una buena fórmula es tomar un taponcito de agua de mar disuelta en la botella de agua dulce de un litro que bebamos habitualmente. Aunque lo mejor es, sin duda, que si quieres utilizar el agua de mar con fines terapéuticos te pongas, como siempre, en manos de un especialista que te indique las cantidades en relación a la afección que quieras tratar, tu edad, sexo y circunstancias personales” (por lo menos, avisa de que puede haber riesgos en tomar agua de mar, así, por las buenas)

Quizás este investigador siguió en su momento el método científico, pero su teoría a dia de hoy no creo que se mantenga, por lo menos para curar la tuberculosis, por ejemplo.

Por lo demás, perdóname que insista: ¿qué reglas del juego son esas en tu opinión?

Las reglas básicas son: observaciones objetivas, es decir, que no dependan del observador. A partir de ellas, se elabora una teoría en la que se formulan unas hipótesis que hay que comprobar, de manera objetiva, mediante nuevas observaciones. Siempre que sea posible hay que contrastar los resultados de las observaciones mediante experimentación o verificación. Si ello no es posible hay que preparar modelos adecuados para simular las posibles variaciones y estar preparado para verificarlas cuando se den las situaciones simuladas. La teoría será científicamente válida bajo estas premisas. Asimismo, cualquier teoría científica puede ser rebatida si se dan nuevos resultados, obtenidos mediante las mismas reglas del juego, que la modifiquen o, incluso la contradigan.

En el mundo oceanográfico, por ejemplo, hemos pasado de “ver” las corrientes como algo más o menos fijo en el espacio: “por aquí pasa la corriente tal o cual” y el resto del mar prácticamente estático, a “ver” como el agua se mueve por todas partes, formando remolinos, filamentos, ondulaciones, etc. y las zonas donde “pasan” las corrientes tal o cual son donde en promedio el agua se mueve en una determinada dirección a una cierta velocidad. Se trata de una nueva interpretación basada en la información sinóptica que ofrecen los satélites. ¿Contradice las observaciones anteriores? No. Simplemente la complementa y da una nueva interpretación a aquellas observaciones.

Una información de la Coalición para la Conservación de las Aguas Profundas (DSCC en inglés): “Grupos de conservación urgen a los países participantes en la Reunión de la Autoridad Marítima Internacional a garantizar la transparencia y proteger la diversidad biológica del mar profundo”. ¿Qué pasa con la biodiversidad de los mares profundos? Se comenta en el artículo que la minería en aguas profundas para metales como cobre, cobalto, níquel, manganeso y plata está a un paso más de hacerse realidad.

Los ecosistemas profundos son muy “delicados” , pues mantienen equilibrios muy ajustados y la diversidad biológica es un indicador de la “calidad” de los ecosistemas. “Calidad” en el sentido de que el ecosistema funciona y se puede mantener por sí mismo. No conocía la existencia de esta coalición pero ciertamente las actividades que afecten las aguas profundas pueden tener graves consecuencias sobre los ecosistemas. La más conocida, por lo menos para mí, es el impacto de la pesca de arrastre sobre los fondos. Está muy documentado que el paso de estas redes destruye la trama biológica que se sustenta sobre el fondo –y que sirve de base de alimentación u ofrece refugio ante depredadores, a las especies que pescamos. La recuperación de esta trama, cuando la hay, es muy lenta. En general, tanto más cuando más profunda. Esto ha llevado a prohibir la pesca de arrastre en profundidades superiores a los 1.000 m, creo.

En todo caso, cualquier actividad humana sobre el medio ambiente, debería siempre someterse al Principio de Precaución, según fue formulado en la “Declaración de Rio de Janeiro” en la “Cumbre de la ONU” de 1992 en aquella ciudad. Es decir, en caso de incertidumbre, suponer la actividad humana causa impactos negativos sobre los ecosistemas, por lo que sólo podrá ser aceptable si se demuestra que no es así. De alguna manera, sería aplicar a estas actividades el recíproco de la presunción de inocencia. Lamentablemente, este principio sigue siendo de difícil aplicación a causa de las presiones que ejercen las grandes corporaciones y muchos gobiernos “afines” o que “dependen” de ellas.

¿Quieres añadir algo más?

Si viene a cuento, contar una pequeña “gamberrada” en la que participé cuando era estudiante.

Por aquel entonces, 1970, empezaba a funcionar la nueva Universitat Autónoma de Barcelona, cuya sede provisional era el monasterio de Sant Cugat del Vallès. Un compañero de curso tenía un amigo que cursaba Filosofía y Letras en aquella universidad, donde un profesor les introducía en lo que ahora se diría la “modernidad” . Hablaba del fenómeno underground y de personajes como Andy Warhol, por ejemplo. El caso es que a nuestro amigo se le ocurrió “gastar una broma” y nos pidió ayuda para presentar una película de “cine matemático”, como expresión del movimiento underground. El título de la película era White y su autor sería un matemático estadounidense conocido (espero que jamás le llegara esta información…). Se trataba de una película basada en el “operador blanco” –un cuadrito, □, que aparecía en los libros de este autor. La película no era más que un trozo de cinta velada, de 10 minutos de duración, a la que añadimos los títulos de crédito y el The end correspondiente. Mi compañero de matemáticas y yo hicimos una presentación de 40 minutos sobre el operador blanco y de cómo la película encajaba dentro del movimiento underground, y proyectamos la película ante unos 80 estudiantes en una aula del monasterio. Fue un éxito rotundo, o por lo menos, nadie se enfadó, ni puso en riesgo nuestra integridad ni la del proyector que habíamos alquilado. Eran otros tiempos y, por supuesto, ahora sería incapaz de hacerlo.

No se me ocurre mejor forma de cerrar esta conversación, todo un honor para mí. Mil gracias por tu tiempo, tu generosidad y tus enseñanzas.

*

Nota:

(1) Son de hecho los siguientes:

1. Si en un triángulo se traza una línea paralela a cualquiera de sus lados, se obtiene un triángulo que es semejante al triángulo dado (los triángulos semejantes son los que tienen ángulos congruentes; deriva en que sus lados homólogos sean proporcionales y viceversa).

2. Sea B un punto de la circunferencia de diámetro AC y centro O, distinto de A y de C, entonces ABC es un triángulo rectángulo donde el ángulo ABC es un recto (este teorema desentraña una propiedad esencial de los circuncentros de todos los triángulos rectángulos, que a su vez es ampliamente utilizado en la construcción geométrica para imponer condiciones de construcción de ángulos rectos).

3. Si diversas rectas paralelas son intersecadas por dos transversales, los segmentos determinados por las paralelas y correspondientes entre transversales, son proporcionales.

Primera parte de esta entrevista: Entrevista al matemático y oceanógrafo Jordi Salat (I). “El mar pone sus condiciones y hay que respetarlas. Tener muy claro que eres invitado y él manda en su casa. Lo sabe muy bien la ‘gente de mar’” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260754

Segunda parte: Entrevista al matemático y oceanógrafo Jordi Salat (II). “Hay un desconocimiento muy general de lo que es el océano y de cómo influye en nuestras vidas” https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260755

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260740

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Una especial “huelga” sobre el clima en la escuela

Por: Carmelo Marcén Albero

Durante esta semana ha cientos de acciones que culminarán el próximo 27 de septiembre en la huelga por el clima. La escuela puede ser un buen lugar para reflexionar sobre las causas y consecuencias de la emergencia climática.

Entre los días 20 y 27 de septiembre, cuando se reúnen en Nueva York los mandamases del mundo, hay planteada una rebelión contra el cambio climático que se quiere hacer visible con una huelga/acción por el clima a escala mundial. No es sencillo manejar una estrategia de este tipo en la escuela, confluyen muchas variables. No se trata de hacer un paro generalizado en las aulas, o de que los más mayores decidan si asisten a clase o no; pero sí que se pueden tratar los motivos que la han podido provocar. Para ello hay que encontrar momentos para reflexionar sobre el asunto, para posicionarse y emprender actuaciones propias o ante los demás.

Para empezar una acción conducente a la formación del pensamiento crítico, será necesario reconocer si en clase, claro está que en relación con las capacidades del alumnado, hay conocimiento/malestar por los desafíos de la crisis climática. De poco sirven los grandes postulados si no hay una aproximación a su entramado en aspectos tan sencillos como los que componen la vida cotidiana. En segundo lugar, hay que enterarse y debatir sobre causas y consecuencias de lo que se ha dado en llamar crisis/emergencia climática global; el alumnado tiene noticias del asunto y quizás ha visto de cerca alguna consecuencias. Es posible que no llegue a comprender del todo dicha crisis. La simple enumeración no es suficiente; es necesario encontrar entre toda la clase, mejor si se ocupa de ello el centro al completo, las causas del desaguisado climático que nos amenaza y, de alguna forma, ordenarlas en importancia e intensidad, proximidad y afección a más o menos gente.

Seguro que tras esas reflexiones/indagaciones se generarán momentos de asombro, acaso incredulidades y, por qué no decirlo, ganas de actuar. Por eso, en tercer lugar, deben identificarse cuáles son los destinatarios de la queja, porque si se protesta por algo se debe hacer ante alguien.

Puede que sea conveniente conocer al detalle iniciativas como “Fridays for Future” (Viernes para un futuro) que tuvo visibilidad en la huelga de los viernes que hacían chicas y chicos, también en nuestros institutos y en alguna universidad, para denunciar el silencio cómplice de los políticos y gobiernos frente a la crisis climática. A lo que parece, estos estudiantes tenían claro quiénes eran los destinatarios de sus demandas y protestas; al menos lo expresaban con claridad en sus llamadas a los políticos y grupos empresariales.

Habría que preguntarse en clase qué hace ponerse de acuerdo a tanta gente para hablar de cosas parecidas al mismo tiempo. Sepa el alumnado que la fecha elegida para la huelga, 27 de septiembre de 2019, coincide con la Cumbre de Acción Climática impulsada por la ONU que estos días tiene lugar en Nueva York. Allí están muchos de los que mandan en este mundo (políticos, empresas, organismos internacionales, etc.) y que son responsables de una buena parte de los desafíos que tiene delante la gente. Pero ojo, hay que tener presente siempre que una protesta simple no resuelve un tema tan complejo como la crisis climática.

La huelga, que ha sido respaldada por muchas organizaciones (más de 300 en España), está impulsada por los jóvenes; son quienes más tienen que perder. Quienes ahora están en nuestras aulas, desde educación primaria hasta la universidad, se van a ver afectados en mayor o menor medida. Con seguridad, buena parte conocen “Youth for Climate”, también la figura de Greta Thumberg. Por eso, han de decidir si quieren mostrar fuera del centro educativo su disconformidad con el devenir de los acontecimientos climáticos. Cuando hayan pasado unos años podrán reconocer si la iniciativa, y su figura más visible y mediática, ha modificado la historia de la participación social y, ojalá, comprobarán el cambio de rumbo que en esos años frenó la grave crisis climática. ¿Quién sabe si alguien de nuestras clases no quiera emular a las chicas y chicos que alzan la voz ahora y llegue a ser una activista de referencia en España? Unamos las voces de nuestros alumnos a las de los jóvenes de todo el mundo que desde hace unos años cantan su futuro, cual partisanos, en “Sing for the climate”, también en español:

En fin, parece claro que quienes más culpa tienen en la generación del cambio climático son los entramados políticos y empresariales que dominan el mundo, pero no solo ellos. Convendría que quienes en la comunidad educativa se posicionen contra la irresponsabilidad de los otros, ya sean centros escolares o no, lo hagan con madurez crítica, acompañada de actos de reducción personal de sus impulsores climáticos. Da más fundamento a cualquier acción reivindicativa. Pueden enterarse de lo que ha programado para estos días la Alianza por la Emergencia Climática.

No está de más recordar que el Objetivo núm. 13 urge a adoptar medidas para frenar el cambio climático. Por desgracia, por ahora, está rodeado de la maldición del aluvión de declaraciones, poco más; a pesar de fundamentar sus urgencias en evidencias y en investigaciones científicas. Pero la dejadez mundial acalla a quienes se manifiestan contra una situación crítica.

“Verdad, compromiso y acción”, dice el manifiesto que anima a la huelga. En la escuela, la huelga se hace al menos trabajando un poco cada día por el clima. La educación debería ser una estrategia de construcción social y de reparación ambiental. ¡Qué mejor manera de readaptar sus currículos!

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/09/20/una-especial-huelga-sobre-el-clima-en-la-escuela/

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Brasil se junta a movimento global pelo clima com críticas a Bolsonaro e pedido de defesa da Amazônia

América del Sur/Brasil/22-09-2019/Beatriz Jucá/ El País

Protestos aconteceram em ao menos cinco Estados e no Distrito Federal. “Ei, você aí, sem Amazônia não tem açaí”, entoavam os manifestantes na Paulista.

Manifestante na avenida Paulista, nesta sexta.
Manifestante na avenida Paulista, nesta sexta. BEATRIZ JUCÁ

A crise ambiental na Amazônia provocada pelo aumento expressivo das queimadas na região e a reação pouco incisiva do presidente Jair Bolsonaro para conter o problema tem colocado o Brasil sob os holofotes na defesa ambiental internacional. O presidente, que já vinha sendo cobrado por líderes internacionais e mesmo pelo mercado financeiro sobre a questão, agora vê essa pressão chegar às ruas. Nesta sexta-feira, acompanhando o movimento mundial de protestos que reuniu milhões de pessoas em mais de 150 cidades no mundo, estudantes e ativistas brasileiros cobraram políticas efetivas do Governo contra o desmatamento e pediram a defesa dos povos indígenas. Ao menos cinco Estados (São Paulo, Bahia, Ceará, Minas Gerais e Pernambuco), além do Distrito Federal aderiram aos atos.

«Se você não mudar, não vai dar pra respirar”, entoavam estudantes secundaristas na avenida Paulista, que recebeu a marcha mundial pelo clima na tarde desta sexta. Na capital paulista, estudantes, ativistas, indígenas, militantes partidários e até crianças se reuniram na tentativa de chamar a atenção do Governo e da sociedade por ações concretas contra o aquecimento global. Pediram a saída do ministro do Meio Ambiente, Ricardo Salles, criticaram Bolsonaro e aproveitaram para reclamar também sobre os recentes cortes na educação. O foco, entretanto, era mesmo a Amazônia. “Ei, você aí, sem Amazônia não tem açaí”, entoavam os manifestantes, em ironia a uma das grandes fixações paulistanas. A boliviana Olga Flores, por exemplo, pedia união da América Latina para conter os incêndios na floresta e criticava a política ambiental do presidente de seu país, Evo Morales. “Peço que nos apoiem também contra os incêndios na Bolívia”, dizia ela, no palanque.

Ará Mirim, da etnia Guarani, foi do Jaraguá (na zona norte) à Paulista com um grupo de indígenas para participar do ato, em um momento em que o Governo afirma que não demarcará mais terras indígenas. Ela diz que a manifestação pelo clima é importante para conscientizar as pessoas da importância de preservar as florestas, mas pondera que o ato precisa estimular ações concretas tanto dos governantes quanto da sociedade. “Todos temos que agir pra regenerar a terra. Nós, indígenas, fazemos isso por todo o planeta. Não precisamos de terra para fazer nossa casa, mas para comer e cuidar dela”, diz.

Por volta das 16h, famílias inteiras se aglomeravam no vão livre do MASP. Na concentração do ato, faziam oficinas de cartazes. “O clima está mudando, mas e você?”, questionava um deles. “+ Amazônia – Ruralistas”, dizia outro. As mensagens tentavam alertar para espécies em extinção, defendiam a necessidade de preservar o planeta e até os dados ambientais, muitas vezes criticados pelo Governo durante este ano. A professora Diambas Franzem levou o filho e o marido porque entende que atos como este são uma oportunidade de fortalecer os movimentos sociais nas ruas. “Essa pauta deveria ser uma luta da esquerda e da direita”, defendeu.

BEATRIZ JUCÁ

Fumaça preta

No dia anterior às manifestações, São Paulo e outras cidades das regiões Sul e Sudeste foram encobertas, novamente, pela fumaça de queimadas trazidas pelos ventos úmidos da Amazônia. Imagens de satélite do Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (Inpe) mostram que a fumaça que encobriu cidades dos Estados de São Paulo e do Paraná haviam se deslocado tanto de Mato Grosso e do Mato Grosso do Sul quanto da Bolívia e do Paraguai. O encontro dessa fumaça com uma frente fria tem causado chuvas no Sul e no Sudeste. No mês de agosto, a cidade de São Paulo já havia sofrido impactos das queimadas, quando a cidade escureceu no meio da tarde por conta da fumaça vinda do Norte e do Centro-Oeste.

Os protestos para deter o aquecimento global acontecem às vésperas da Cúpula do Clima de Nova Iorque, um encontro internacional contra o aquecimento global, que não terá o discurso de um representante do Brasil. A Organização das Nações Unidas (ONU) havia solicitado aos países que apresentassem um plano com seus compromissos climáticos e selecionou os 63 que tinham os discursos mais inspiradores. A proposta do Brasil, que tinha interesse em falar na reunião, foi vetada. O presidente Jair Bolsonaro, no entanto, confirmou que participará da Assembleia da Organização das Nações Unidas (ONU), na próxima terça-feira, um dia depois da Cúpula do Clima. Lá, ele fará um discurso centralizado em críticas aos regimes políticos da Venezuela e de Cuba, mas diz que também dará uma resposta às recentes declarações do presidente francês Emmanuel Macron de que o debate sobre a internacionalização da floresta amazônica estava «em aberto». Bolsonaro defenderá a soberania do Brasil sobre a Amazônia.

As posturas do presidente sobre a questão ambiental têm gerado fortes pressões internacionais sobre Bolsonaro. O presidente assumiu o mandato prometendo não demarcar mais nenhum centímetro de terra indígena e defendendo a exploração de minérios na Amazônia. Se por um lado seu Governo vem desidratando a fiscalização da região, Bolsonaro colocou ainda mais combustível na crise com declarações nas quais minimiza a mudança climática e o desmatamento ilegal. O Brasil registrou entre janeiro e a terceira semana de agosto um total de 71.497 focos de incêndio, o maior número do mesmo período nos últimos sete anos, e pouco mais da metade ocorreu na maior floresta tropical do mundo.

Tudo isso acontece em um contexto em que a responsabilidade ambiental, social e de governança (conhecida sob a sigla em inglês ESG) tem se tornado um critério crescente nas carteiras de fundos de investimento em todo o mundo. A reação do mercado financeiro à crise amazônica veio forte. Neste mês, empresas como H&M, VFcorp, Vans e The North Face anunciaram que deixariam de comprar couro brasileiro até que o país apresentasse um plano crível de que esse material não contribuía para o desmatamento da Amazônia.

A resposta mais dura, porém, aconteceu nesta semana: na última quarta-feira, um total de 230 fundos de investimento internacionais publicaram um manifesto, colocando mais pressão para que o Governo brasileiro apresente medidas efetivas para proteger a floresta amazônica e deter o desmatamento. Juntos, esses fundos administram 16 trilhões de dólares (cerca de 65 trilhões de reais), um valor equivalente a cerca de nove vezes o PIB do Brasil referente a 2018.

Referência de informações: https://brasil.elpais.com/brasil/2019/09/20/politica/1568998640_977541.html

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Libro(PDF): «La nueva humanización del agua. Una lectura desde el ambientalismo inclusivo»

Reseña: CLACSO

¿Y si sostuviéramos que -lejos de las extendidas estigmatizaciones que asocian la juventud de sectores populares con la delincuencia- un gran número de jóvenes de comunidades golpeadas por la violencia social y la ausencia de políticas públicas dedicara sus días a cuidar de otros jóvenes? El trabajo de Yicel Giraldo Giraldo y Alexander Ruiz Silva estudia la solidaridad como eje y motor de las organizaciones sociales juveniles volcadas a cuidar de sus semejantes, ensayando una interpretación de las apuestas éticas y políticas que despliegan las y los jóvenes de las comunas de Medellín para enfrentar situaciones adversas marcadas por el dolor y el sufrimiento. A través de 32 historias de vida de jóvenes, Solidaridad propone reconstruir la compleja trama de iniciativas y acciones solidarias que impulsan los jóvenes de las comunas de Medellín. La música, el audiovisual, la danza, el arte del grafiti y la defensa del medioambiente, son plataformas desde donde los jóvenes convocan al otro, lo afectan, lo conmueven, lo convocan a hacer comunidad.

Autores (as): Faccendini, Aníbal Ignacio

Editorial/Editor: CLACSO

Año de publicación: 2019

País: Argentina

Idioma: Español

ISBN: 978-987-722-425-2

Descarga: La nueva humanización del agua. Una lectura desde el ambientalismo inclusivo

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África arde más que la Amazonia

África/29 Agosto 2019/El país

Unos 10.000 incendios están activos solo en Angola y Congo frente a los 2.127 de Brasil. Los campesinos usan los fuegos como técnica agrícola, pero un 10% queda fuera de control

En plena agitación mundial por los incendios en la cuenca del Amazonas, una imagen de satélite difundida hace unos días por la NASA y analizada por Weather Source revelaba que en África central había más incendios que en Brasil. Solo en Angola y el sur de la República Democrática del Congo (RDC) había más de 10.000 fuegos activos, frente a los 2.127 del país sudamericano. Durante la cumbre del G7 en Biarritz, el presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a anunciar la posibilidad de desbloquear fondos para combatir el fuego también en el continente africano. Sin embargo, según los expertos, no son fenómenos comparables. La mayor parte de los incendios en África, y ocurre cada año, responde a técnicas agrícolas ancestrales usadas por el hombre en actividades agrícolas y pastorales, están controlados y no afectan a grandes masas boscosas sino a pastizales y tierras de cultivo.

Una imagen de satélite muestra el fuego que cruza por Angola, Zambia y el Congo, el pasado 25 de agosto.
Una imagen de satélite muestra el fuego que cruza por Angola, Zambia y el Congo, el pasado 25 de agosto. NASA REUTERS

“El uso del fuego para cazar, favorecer las mejores plantas para la alimentación o la fibra, la limpieza para la agricultura y el pastoreo, facilitar los viajes y controlar las plagas está bien documentado, es tradicional y continúa en la actualidad en muchas partes de África”, asegura Peter Moore, especialista en gestión de fuegos del departamento de Bosques de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Es el sistema preferido por la mayor parte de campesinos, especialmente en zonas donde tienen escasos ingresos y la agricultura no está mecanizada, ya que es más económico, puede acabar con ciertas plagas y enfermedades y las cenizas del matorral quemado aportan nutrientes a los futuros cultivos, aunque a medio plazo y sin una gestión adecuada de su alcance e intensidad aceleran la erosión del suelo.

La imagen del satélite muestra que además de Angola y la RDC, Zambia, Mozambique o Madagascar también sufren el mismo fenómeno. Sin embargo, se estima que nueve de cada diez fuegos en África no crean grandes daños, sino más bien beneficios a la comunidad. Tosi Mpanu Mpanu, negociador congolés en las conferencias sobre el clima de Naciones Unidas, incide en que “en la Amazonia, el bosque arde sobre todo a causa de la sequía y el cambio climático. Pero en África central se debe esencialmente a técnicas agrícolas”, informa AFP.

África arde más que la Amazonia

Ante la alarma incipiente, el Gobierno de Angola ha querido salir al paso para advertir de las comparaciones entre lo que sucede en este país africano y Brasil, que pueden conducir, asegura en un comunicado, “a una dramatización de la situación y a la desinformación de las mentes más imprudentes”. Según el Ministerio de Medio Ambiente angolés se trata de fuegos que los agricultores generan cada año al final de la estación seca. “En esta época del año y en numerosas regiones de nuestro país se producen incendios por parte de los campesinos en fase de preparación de las tierras debido a la proximidad de la estación de lluvias”, añade el comunicado.

Desde luego, también hay riesgos. Moore explica que, según los estudios más recientes, cada año arde entre el 3% y el 4% de la superficie terrestre del Planeta. Y aunque la tendencia es descendente en África (300 millones de hectáreas quemadas en 2016 frente a 340 millones en 2003), se trata de uno de los continentes más afectados. Se calcula que el 10% de los incendios se escapan de control y son los responsables del 90% de la superficie que arde. “Estos son los que causan la pérdida de vidas, daños materiales e impacto ambiental. Son incontenibles hasta que cambia el clima o las condiciones del combustible que los hace arder. En muchos países de África la capacidad de manejo de incendios no está bien desarrollada”, añade Moore. En el origen suelen estar los accidentes, falta de comprensión del riesgo, malas prácticas o descuidos. En 2016 la superficie quemada fue seis veces España.

Los colectivos defensores del Medio Ambiente alertan de que esta técnica de desbroce y quema provoca una grave deforestación y pérdida de la biodiversidad, así como la erosión de la tierra. La deforestación es real, aunque la causa principal no es la quema sino la tala. Según aseguró Mpanu Mpanu a AFP, “la cubierta forestal de la RDC ha pasado del 67% al 54% de su territorio entre 2003 y 2018”. El propio presidente Tshisekedi aludió a la pérdida de árboles en la cuenca del río Congo, la segunda masa forestal del Planeta, en su discurso de investidura. En un país donde solo el 9% de la población tiene acceso a electricidad, la madera es una importante fuente de energía y se permite la tala artesanal, que en ocasiones esconde los intereses de empresas madereras.

África arde más que la Amazonia

Emisiones a la atmósfera

Otro aspecto de los incendios tiene que ver con sus emisiones de gases nocivos a la atmósfera. «Cuando se usa el fuego para transformar áreas forestales en tierras abiertas hay una adición neta de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Combustibles que no se suelen quemar, como turberas y selvas tropicales, contribuyen de manera intensa a dichas emisiones», explica Moore. Sin embargo, cuando se quema un terreno y la vegetación se regenera con el tiempo, esas plantas eliminan el de la atmósfera a medida que crecen.

La FAO propone mejorar las habilidades de las comunidades en la gestión de incendios a partir de sus propias tradiciones y conocimientos, teniendo en cuenta el impacto positivo que tienen la mayoría de los fuegos controlados. Al mismo tiempo, recomienda mejorar sus capacidades para la extinción y la comprensión de los riesgos. “Los incendios forestales dañinos”, como los que atraviesa en la actualidad el Amazonas, “no son una emergencia sin precedentes. La combinación de políticas, planeamiento y gestión desfasadas han creado un contexto en el que los incendios generan daños y pérdidas”, concluye Moore.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2019/08/28/actualidad/1566978341_414043.html

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Vernos como un ecosistema

Por: Flor María Ramírez. 

No recuerdo cómo pero llegó a mí hace más de 20 años la primera versión del libro de Leonardo Boff ‘Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres’. En ella invitaba a una valoración de la ecología desde un cambio de paradigma; decía Boff en este libro que la “singularidad del saber ecológico reside en su transversalidad, es decir, en el relacionar hacia los lados (comunidad ecológica), hacia adelante (futuro), hacia atrás (pasado) y hacia dentro (complejidad) todas las experiencias y todas las formas de comprensión como complementarias y útiles para nuestro conocimiento del universo, nuestra funcionalidad dentro de él, y para la solidaridad cósmica que nos une a todos. De este procedimiento resulta el holismo (halos en griego significa totalidad). Él no significa la suma de los saberes o de las diversas perspectivas de análisis. Eso sería una cantidad. Traduce, más bien, la captación de la totalidad orgánica y abierta de la realidad y del saber acerca de esa totalidad. Eso representa una cualidad nueva”.

Creados para situarnos a lado de la naturaleza no por encima

Boff planteaba que era necesaria una nueva mirada a la ecología de los años 90’s; proponía una nueva alianza con la creación, alianza de veneración y de fraternidad. Las personas según Boff, no hemos sido creadas para situarnos por encima de la naturaleza como quien domina, sino para estar a su lado como quien convive como hermano y hermana. Hoy han surgido movimientos como la ecopedagogía inspirados en aquellas primeras aportaciones para intentar cambiar el paradigma de relación con los otros siendo conscientes que somos parte del ecosistema. Las aportaciones de Boff reflejan la observación de lo que él llamaba la “crisis de la Tierra”.

Recientemente ocurrió en México un derrame de ácido sulfúrico en el mar de Cortés, responsabilidad de una empresa Metalúrgica de Cobre. Todavía se debate si hubieron daños ambientales considerables y de qué magnitud. Algunos medios reportan que varias especies yacían muertas, mientras la empresa implicada aminora y descarta cualquier impacto. Esta situación es cada vez más frecuente y típica cuando suceden este tipo de incidentes, siempre las implicaciones de asumir responsabilidades juegan desfavorablemente en el prestigio o la reputación de los protagonistas.

La dimensión ecológica en todo ser humano es un componente imprescriptible de la responsabilidad de cada persona y de cada país. La activista Polly Higgins miembro de la Fundación Desertec, define el “ecocidio” como: “la destrucción, daño o pérdida de los ecosistemas en un territorio determinado, ya sea por la acción humana o por otras causas, llegando a tal punto que el disfrute pacífico de los habitantes de ese territorio se ha visto seriamente disminuida”. Greenpeace ha señalado para México incidentes recientes como: las 300 tortugas en peligro de extinción atrapadas en una red en costas de Oaxaca (1), la muerte masiva de manatíes en Tabasco (2), la muerte de millones de abejas en territorio nacional (3), la afectación a la zona de desove en la Isla Salmedina, que forma parte del Área Natural Protegida Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano por una fiesta de particulares (4) y hasta la pérdida de ejemplares de la casi extinta Vaquita Marina tienen un común denominador: negligencia, falta de vigilancia o displicencia de las autoridades que no hacen cumplir la legislación ambiental en nuestro país.

Tomar conciencia de los “pecados contra el medio ambiente”

Cada vez hay un esfuerzo importante por impulsar marcos regulatorios que permitan  mejorar el cuidado del ecosistema del que somos parte. Un ejemplo claro es la prohibición para usar artículos desechables que reduzcan el consumo de plástico e impulsen el consumo de biodegradables. Aún así es claro que la falta de conciencia personal y colectiva está muy lejos de generar un cambio de paradigma como planteado por Boff en su momento.

El papa Francisco en reiteradas ocasiones ha exhortado a los fieles a tomar conciencia de los “pecados contra el medio ambiente. Todavía no tenemos conciencia de este tipo de pecados” se lamenta, y alude al “grito de la tierra, violada y herida de mil maneras por una egoísta explotación”. La conciencia de ecosistema emerge desde las acciones más sencillas y responsables, revisar nuestros patrones de autoconsumo puede ser un primer paso.

Fuente del artículo: https://www.vidanuevadigital.com/blog/vernos-como-un-ecosistema-flor-maria-ramirez/

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