En tierra de nadie, la odisea de los menores no acompañados en Grecia

Grecia / 14 de enero de 2018 / Autor: Lola López Mondéjar / Fuente: El Diario

El 28 de julio de 1951, los Estados del mundo ratificaron la convención relativa al estatuto de los refugiados, llamada Convención de Ginebra, con la que se creó un nuevo derecho humano universal: el derecho de asilo. Quienquiera que esté perseguido en su país de origen por razones políticas, religiosas o raciales tiene el derecho inalienable de atravesar las fronteras y de presentar una demanda de protección y de asilo en un Estado extranjero. Pero, en estos momentos la Unión Europea está liquidando ese derecho. Se erigen muros, se impide que hombres, mujeres y niños que huyen de la tortura, la mutilación y la muerte puedan presentar una demanda de asilo.

Jean Ziegler, miembro del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Según nos informa Boris Cherkirkov, representante de comunicación de Acnur en Atenas, en estos momentos hay tres mil trescientos menores no acompañados en Grecia. Dos mil de ellos están en lista de espera para obtener un refugio, pero el Gobierno griego, a quien ahora corresponde la gestión íntegra de los refugiados en el país, solo dispone de mil doscientas plazas en el continente. Algunos de estos menores permanecen, sin embargo, en las islas sin protección alguna, asegura. En Moira (Lesbos), el campo más problemático y superpoblado, donde la violencia es habitual, y cinco mil refugiados se hacinan donde solo hay capacidad para dos mil, siguen sobreviviendo trescientos menores no acompañados.

El vacío asistencial que afecta a estos jóvenes ha movilizado a Gaz Kishere, fundador junto a Victoria, su pareja, de una iniciativa todavía en pañales, CrossBorder, que pretende cubrir el hueco que la asistencia gubernamental deja en este pantanoso terreno. Kishere nos explica que las violaciones a menores, tanto en los campos como durante el trayecto desde sus países hasta Europa, han existido siempre, pero el tabú impedía hablar de un tema que ahora ha saltado a la prensa. Las violaciones de hombres, mujeres y menores son ya una noticia frecuente. En el caso de los menores no acompañados, a esas posibles violaciones se añade el  llamado survival sex, sexo de supervivencia, síntoma de la extrema vulnerabilidad de estos refugiados adolescentes que deambulan sin registrarse por el puerto de Patras y por los parques y plazas de Atenas, especialmente las de Omonia y Victoria. Allí son presa fácil de pederastas sin escrúpulos que, primero, consiguen su confianza ofreciéndoles lo que necesitan: comida, ropa, una ducha caliente, un techo, compañía; para abusar finalmente de los jóvenes. Según Kishere, mil ochocientos menores  han quedado atrapados en Grecia en una especie de limbo legal, pues temen buscar protección gubernamental registrándose como solicitantes de asilo, y que su deseo de viajar al norte de Europa se vea eventualmente truncado si esta solicitud es denegada por las autoridades griegas y pasan a disposición del fiscal, acabando retenidos en las cárceles o en los centros de detención.

Estos jóvenes se quedan pronto sin recursos económicos. La eventual aportación que reciben de sus familias no dura demasiado, por lo que algunos se entregan a la pequeña delincuencia, a la venta de drogas al menudeo o, directamente, a su consumo (sobre todo shisa, una potente droga sintética cuyo precio roza los dos euros, apodada “la cocaína de los pobres”), y se ven forzados a prestar servicios sexuales para sobrevivir.

Los servicios sociales griegos están poniendo en marcha los primeros recursos contra el tráfico humano, un requerimiento exigido por la UE, pero con las primeras medidas solo habrá un sistema que reconozca la existencia de ese tráfico, sin poder prestar aún el apoyo eficaz que precisan estos jóvenes.

Menores que viven en la calle

El problema es muy complejo, reconoce Clara Irvine, inglesa como su socio Jonny Willis, representante de Velos Youth,  una conocida asociación, registrada como ONG en Grecia, que ambos fundaron. Según Velos, el 70% de los menores y jóvenes no acompañados entre los dieciséis y los veintiún años, se encuentra viviendo en la calle sin protección. Una proporción alarmante en la que coinciden todas nuestras fuentes. Velos es una de las pocas asociaciones que se ocupa de ayudar a estos menores. Con la asociación colabora un equipo de diez jóvenes, cinco de ellos de la comunidad de refugiados, que reciben dinero para sus gastos, alojamiento y capacitación, a cambio de labores de traducción y de apoyo social.
 Cuentan también con tres trabajadores juveniles, dos de los cuales son psicólogos, que apoyan a los jóvenes y derivan los casos que así lo requieren hacia otras agencias donde puedan recibir un tratamiento psicoterapéutico continuado. En el piso que la ONG abrió hace unos meses en Atenas se ofrecen de lunes a viernes talleres de identidad y sesiones privadas de tratamiento, según las necesidades de los adolescentes. Algunos de ellos tienen problemas de alcohol y drogas, o sufren de síndrome de estrés postraumático; la mayoría requiere apoyo psicosocial y busca educación y un alojamiento seguro. Un grupo de cincuenta se ha vinculado a estos recursos de forma regular, mientras que otros ciento cincuenta al mes reciben ayuda esporádica en la ong, que efectúa también labores de guía para que conozcan y se dirijan a otros recursos. El almuerzo se prepara conjuntamente y se ofrece a las dos y media; de doce a seis de la tarde se realizan talleres de educación sexual, información sobre cómo conseguir asilo, sobre los squats (edificios generalmente públicos ocupados por voluntarios, donde pueden dormir y comer sin ser registrados), o sobre cómo hacerse con una red de amigos, entre otros asuntos necesarios para su supervivencia.

Como muchas de las organizaciones no gubernamentales que trabajan con refugiados en Grecia, la financiación de Velos Yough procede de entidades privadas, así como de particulares y de ONG de otros países, manteniendo estrictamente su independencia de los organismos oficiales.

La procedencia de estos jóvenes es muy variada. Según Clara, los afganos envían primero a Europa a sus adolescentes, los sirios vienen en familia, y es de Pakistán (sobre todo de la conflictiva región de Baluchistán) de donde proceden los más jóvenes: niños de entre doce o trece años, edad en la que allí ya comienzan a trabajar. Los menores suelen viajar hasta Grecia en grupos de iguales, a veces acompañados por un familiar adulto pero, muy frecuentemente, acaban separándose unos de otros durante el viaje y quedan en condiciones de extremada vulnerabilidad.

ONG Velos Youth en Atenas
ONG Velos Youth en Atenas

– Muchos vienen sin ninguna información sobre lo que significa ser refugiado. Son jóvenes y, simplemente, embarcarse hacia Europa les parece una buena idea – afirma Clara. Lo que nos lleva a pensar en el paralelismo con los jóvenes españoles que, tras al crisis, buscan trabajo en Europa.

La media de estancia en Grecia suele ser de un año.

No hay mujeres entre los menores no acompañados; las autoridades consideran a los jóvenes varones menos vulnerables que a las chicas, abocándoles a la calle, donde han de buscarse la vida. Por motivos culturales, además, las chicas rara vez viajan solas.

Acnur financia a una ong griega,  Arsis, que acude a los centros de detención para ayudar a los menores retenidos en las cárceles, ofreciéndoles apoyo legal y orientación. Praksis, y Metadrasi, nos informa Boris Cheskirkov, son otras dos ONG que trabajan con ellos. Desde primeros de agosto el proceso de financiación se modificó y el dinero de la UE no se le proporciona directamente a las ONG, sino al estado griego, que distribuye después la ayuda entre ellas.

La situación extremadamente vulnerable de estos menores se incrementa cuando se le añaden circunstancias como la pertenencia al colectivo LGTB, lo que les pone en un peligro aún mayor, tanto en la calle como en los mismos centros de detención. Opinión que también comparte C.S, una voluntaria española que pertenece a ese colectivo y que colaboró esporádicamente con Single Men, asociación que se ocupa de atender a estos chicos.

Recursos insignificantes

A pesar de las distintas iniciativas, los recursos son casi insignificantes dada la magnitud de un problema que crece a razón de cien nuevos menores no acompañados al mes. Por eso Laila Ben Chaouat El Fassi, activista hispano-marroquí, ha fundado junto a una médico española y otras activistas, todas mujeres jóvenes, Holes in the borders, con sede en Madrid y Atenas, donde han abierto un piso en el que ocho jóvenes en riesgo de exclusión pueden residir y organizar su vida en Grecia o, con suerte, su marcha hacia el país deseado si consiguen el permiso de reubicación o de reunificación.

Cuando paseamos por la plaza de Omonia al atardecer de los días previos a Nochevieja, varios furgones de la policía vigilan el entorno. Las calles de Atenas están repletas de turistas y de nacionales que realizan sus compras para celebrar el fin de año. En el centro del enorme espacio irregular que es Omonia, algunos jóvenes inmigrantes permanecen reunidos en pequeños grupos.

Con el apoyo de las ONG habíamos previsto entrevistar a uno de ellos, pero decidimos no hacerlo. Nos parece una injerencia innecesaria, quizás humillante, una revictimización que ahondaría en su sufrimiento. Como bien señala Slavoj Zizek, la violencia subjetiva, aquella que es más visible, en este caso la de los pederasta contra estos adolescentes, esconde otra violencia mayor que la genera. Una forma sistémica de violencia que es producida por las consecuencias, a menudo catastróficas, del funcionamiento de nuestros sistemas económicos y políticos. Se trata de la violencia sistémica del capitalismo financiero, de los estados que excluyen y marginan, que expulsan y desatienden a los más necesitados de ayuda. El horror de la violencia que el filósofo llama subjetiva, la que sufren, insisto, estos adolescentes, “funciona como un señuelo que nos impide pensar”.

La noticia es oficial y no es necesario ponerle rostro: en diciembre de 2017 había tres mil trescientos menores no acompañados en Atenas, la mayoría deambula por las calles y las plazas buscando cómo sobrevivir. Cada día que pase se sumarán cien más. Todos empatizamos necesariamente con las víctimas, pero lo verdaderamente obsceno de esta realidad es la impunidad del sistema que las produce.

Fuente de la Noticia:

http://www.eldiario.es/murcia/murcia_y_aparte/tierra-odisea-menores-acompanados-Grecia_6_727287272.html

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Sudán del Sur: Una lucha por educación como nunca habías visto

Sudán del Sur / 24 de septiembre de 2017 / Autor: UNICEFESPANOL / Fuente: Youtube

Publicado el 18 sep. 2017
72% de los niños en Sudán del Sur no van a la escuela. En tiempos de crisis, la educación de calidad ofrece esperanza y la posibilidad de un futuro. 27 millones de niños no asisten a la escuela en las zonas de conflicto y solo el 50% de los niños refugiados están matriculados en la escuela primaria. Cada niño merece una educación de calidad, es nuestro futuro. ____________________________________________________
El canal oficial de YouTube de UNICEF en español es la principal fuente de las últimas actualizaciones de noticias de primera línea, documentales, llamamientos de celebridades, y más sobre nuestro trabajo para hacer realidad los derechos de cada niño.
Sigue a UNICEF aquí:

Fuente: 
https://www.youtube.com/watch?v=z5z5vnTbPAk
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ONU: ACNUR cifra en 3,5 millones a los menores refugiados que no van a la escuela

ONU / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Carla García / Fuente: Radio ONU

 

Más de 3,5 millones de niños refugiados de entre 5 y 17 años no tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela durante el último año académico, indicó este martes la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Según los datos recabados en un nuevo informe, 1,5 millones de esos menores no han podido acudir a la escuela primaria y 2 millones no están matriculados en la secundaria.

Filipo Grandi, titular del ACNUR, señaló que, de los 17,2 millones de refugiados bajo el mandato de la Agencia, la mitad son niños y afirmó que su educación «es crucial para el desarrollo pacífico y sostenible de los países que los han acogido, así como para el de sus propios países de origen, cuando puedan regresar».

El informe insta a considerar la educación como un elemento fundamental en la respuesta a las emergencias de refugiados, con planificación a largo plazo y financiación previsible.
Asimismo, llama a los gobiernos a incluir a los refugiados en sus sistemas educativos nacionales y destaca algunos de los notables esfuerzos realizados para implementar esa política, incluso en los países de recursos muy limitados.

Fuente de la Noticia:

http://www.unmultimedia.org/radio/spanish/2017/09/acnur-cifra-en-35-millones-a-los-menores-refugiados-que-no-van-a-la-escuela/#.WbibW7Lyjcs

 

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España: Tres centros educativos de Navarra atienden a menores de familias refugiadas

España/08 de Mayo de 2017/Diario de Navarra

Tres centros educativos de Zizur, Mendillorri y Mutilva atienden en estos momentos a niños de familias refugiadas, según los datos facilitados por la consejera de Educación, María Solana, quien ha sostenido en el Parlamento que el protocolo previsto para estos casos se está cumpliendo.

A esos centros habría que sumar uno más, si bien los niños que estaban escolarizados en él, ya lo han abandonado, puesto que se han ido a Londres.

Solana ha respondido de esta manera a la parlamentaria de I-E Marisa de Simón, quien le ha preguntado sobre las necesidades específicas del alumnado de las familias refugiadas en Navarra.

En su opinión, el Gobierno debe actuar para detectar las necesidades de esas familias y en concreto de los 31 niños, entre 2 y 14 años, que están escolarizados en centros escolares de Navarra, y adoptar medidas de discriminación positiva.

 La consejera ha manifestado que Educación ha tomado las medidas oportunas en colaboración con Derechos Sociales y ha aplicado lo previsto en un protocolo que se recoge dentro del programa de acogida.

En el último caso que han atendido, ha comentado que ha sido la coincidencia con las vacaciones de Semana Santa lo que ha hecho que la adopción de medidas se haya prolongado en el tiempo, si bien los niños afectados solo tuvieron cuatro días de clase en ese intervalo.

Así, según ha relatado, el 10 de abril llegaron alumnos refugiados al centro Camino de Santiago, dos días después el departamento hizo un informe que remitió al centro y este jueves se ha firmado el contrato con el profesor de apoyo, por lo que, a su juicio, ha ido «razonablemente bien».

Solana ha opinado que el protocolo ha demostrado que «funciona correctamente» y ha asegurado que quieren seguir trabajando de la misma manera.

Respecto a los otros centros, ha indicado que el 24 de febrero llegaron alumnos procedentes de Siria al centro Catalina de Fox de Zizur, se puso en marcha el proceso y para cuando se pusieron los medios necesarios los alumnos se habían ido a Londres.

En este sentido ha remarcado que se trata de situaciones en las que existe una falta de estabilidad, por lo que para tomar las decisiones oportunas es «imprescindible» elaborar informes y es necesario un intervalo mínimo de tiempo.

Los otros centros se encuentran en Mutilva, donde gracias a medios que se habían puesto en marcha con antelación el colegio pudo atender a los niños con la propia plantilla, y en Mendillorri, donde además se atendió el caso de un menor con necesidades especiales por lo que se ha contratado un cuidador.

Fuente: http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/2017/05/04/tres-centros-educativos-navarra-atienden-menores-refugiados-530030-300.html

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Uno de cada 200 niños en el mundo es un refugiado

Asia/29 de noviembre de 2016/Fuente: levante-emv.com

Los conflictos en Irak, Siria o Yemen han multiplicado el volumen de menores refugiados

Más niños que nunca huyen hoy de un conflicto, en muchos casos olvidado o ignorado, en diferentes partes del mundo. Las cifras se han duplicado en los últimos diez años y en todo el mundo, uno de cada 200 niños es refugiado, según las estimaciones de la ONG World Vision.

Estamos hablando de menores que han tenido que huir de sus hogares debido a la guerra, la pobreza y la persecución. Al huir de los conflictos para salvar la vida dejan atrás su educación, sus casas, sus amigos y sus familias. La mayoría de ellos han visto morir a familiares, muchas veces a sus propios padres.

Lejos de su hogar y su país, a menudo se ven obligados a trabajar para poder salir adelante. Muchos menores desaparecen y son víctimas de tráfico y explotación. Los niños que huyen de conflictos necesitan seguridad, comida, agua y refugio. Pero también necesitan ayuda para recuperarse del trauma que han experimentado.

Unos 32 millones de niños refugiados y menores no acompañados son el gran reto de nuestra sociedad. La mitad de todos los niños migrantes del mundo viven en 15 países, encabezados por Estados Unidos, que alberga a 3,7 millones de niños migrantes.

En América Central, la violencia de pandillas ha obligado a miles de niños a huir de sus comunidades y sus países en busca de paz. Miles de niños de México y Centroamérica (principalmente Guatemala, Honduras y El Salvador) han cruzado la frontera para buscar refugio en los Estados Unidos en los últimos cuatro años.

África es sin duda el continente más dañado, con más de 12,4 millones de personas desplazadas el año pasado. Solo en Sudán del Sur cerca de un millón de niños se han visto desplazados internos resultado del conflicto y la violencia. Además, millones de niños sudaneses sufren hambre y desnutrición.

Sin embargo, en los últimos años el gran volumen de niños refugiados y menores no acompañados ha sido provocado por conflictos en Irak, Siria y Yemen. El conflicto en Siria, ha convertido a 4,8 millones de personas en refugiados. Se calcula que la mitad de ellos son niños que han abandonado sus casas en busca de refugio en países vecinos como Líbano, Irak o Egipto.

¿Cómo mantenerlos seguros?

Los Espacios Seguros para Niños permiten que organizaciones como la Fundación World Vision proporcionen apoyo psicosocial y un lugar seguro para que los niños jueguen. Además estos centros ayudan a identificar niños no acompañados o aquellos que han sido separados de sus tutores como punto de partida para trabajar la reubicación familiar.

Cinco cosas que los niños que huyen de un conflicto necesitan:

1. Estar con sus familias o un cuidador responsable. Prevenir la separación y apoyar la reunificación familiar es de suma importancia para los niños y juega un papel vital en su protección y bienestar. Los países tienen la obligación de garantizar que la reunificación familiar sea posible.

2. Tratamiento especial si están separados de sus familias. Los niños no acompañados o separados necesitan atención especial, porque pueden ser más fácilmente sometidos a la violencia y la explotación. Deben establecerse sistemas apropiados de tutela y los niños deben ser registrados. Los niños necesitan tener acceso a información correcta y consistente sobre sus derechos y los procedimientos para identificarse como menores legales.

3. No ser detenido. Los países que reciben a niños y familias que buscan asilo deben hacer frente a las solicitudes de proceso de manera rápida y eficiente.

4. Los niños sufren los efectos de las guerras de adultos. No deben ser responsables. Sus intereses deben ser prioritarios ante la huida de un conflicto. Los gobiernos deben contar con directrices claras y prácticas, elaboradas en colaboración con expertos en derechos del niño, para garantizar una aplicación armonizada a nivel mundial del principio del «interés superior del niño».

5. Estar seguro, recibir una educación y una alimentación adecuada.

Fuente: http://www.levante-emv.com/sociedad/2016/11/20/200-ninos-mundo-refugiado/1494553.html

Imagen: i1.mendozapost.com/files/image/93/93311/57d45224d2cda.jpg

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