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Educación nacionalista en Japón: una rectificación

Por: Carlos Ornelas

El 16 de abril publiqué en mi columna de Excélsior, “Nacionalismo y educación: Japón mira al pasado”. En ese artículo reseñaba mi preocupación por el resurgimiento del nacionalismo japonés, aunque lo trataba de explicar por las tensiones que provoca la política agresiva de Corea del Norte —los misiles norcoreanos no alcanzarían a llegar Estados Unidos, pero sí a Japón— y las controversias con China sobre la soberanía de islas en el Pacífico Norte.

Reseñé, con base en dos reportajes del Japan Times, que el gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, permitió que el rescripto (o bula) imperial pudiera usarse como materia de enseñanza en las escuelas. También escribí: “Más alarmante aún. En su edición del 15 de abril, The Japan Times reportó que el gobierno japonés decidió tolerar el uso de la autobiografía de Adolf Hitler, Mein Kampf (Mi lucha), como material didáctico en las escuelas… Esto es motivo de preocupación no sólo para los educadores progresistas y liberales del Japón. También enerva a quienes nos comprometemos con un proyecto de educación democrática y para la democracia, aquí y en el mundo”.

No obstante que tengo cierto entendimiento de la educación de Japón, algo de su historia y de la práctica y ética laboral de los docentes japoneses, no conozco el funcionamiento de sus instituciones legislativas. Mi frase sobre la tolerancia a la lectura de Mein Kampf motivó a dignatarios de la embajada de Japón en México a invitarme a charlar. El ministro y subjefe de la Misión, Toru Shimizu, y el agregado cultural, Tomoyuki Yamagata, me explicaron con cierto detalle las reglas de la Dieta y las formas en que los diputados preguntan —e increpan, a veces— a los ministros de gobierno, incluso al primer ministro. Me hicieron el favor de traducir las preguntas de los diputados y las respuestas del primer ministro. La transcripción me movió a cambiar de opinión.

Diputados de oposición preguntaron al primer ministro si había la intención de cambiar la resolución de la Dieta — del 18 de julio de 1948— de excluir el rescripto como principio básico de la educación. Un diputado alegó que la bula se “basa en la soberanía del emperador, y la visión mitológica de kokutai (esencia nacional) porque claramente socava los derechos humanos fundamentales y deja dudas ante la confianza internacional”.

La respuesta, también por escrito, del primer ministro fue: “…de acuerdo con el propósito original del artículo 98 de la Constitución, la Cámara de Representantes con su resolución excluye estos Rescriptos mencionados y no reconoce su carácter de principio rector”. Pero sí mantiene que se promoverán la enseñanza de valores como piedad filial, solidaridad entre hermanos y amistades, lealtad y diligencia en el trabajo y los estudios. Además, que no será conforme al texto original ni exaltará la ideología de guerra.

Respecto al uso de Mi lucha, como material didáctico, Shinzo Abe fue contundente:

…se sabe que sí hay algunos casos en que se utiliza material didáctico citando alguna parte del libro de Adolf Hitler Mi lucha para estudiar el trasfondo histórico de la época en la que se escribió el libro. Por otra parte, si el libro es utilizado con el motivo de fomentar la discriminación basada en razas humanas, es por demás claro que este tipo de uso no es adecuado porque esto no concuerda con lo establecido por la Ley Básica de Educación.

Es decir, se utiliza, como en todo el mundo —excepto en Alemania, donde está prohibido por completo—, como fuente para otros estudios.

Mi error en la interpretación (aparte de desconocer la respuesta completa del primer ministro) tal vez provino del encabezado de la nota de Japan Times, del 15 de abril: “La autobiografía de Hitler Mein Kampf se une al regreso de rescripto imperial a las aulas”. Y no puse atención al final de la nota, donde el autor sentencia que “el gobierno decidió no prohibir el uso del rescripto imperial”. Pero no esclarece que el gobierno tampoco promueve el uso de Mein Kampf como material didáctico.

No me queda más que rectificar y pedir disculpas a los lectores, al gobierno japonés y a Excélsior por una interpretación errónea del texto y por basarme en una sola fuente. Sostengo lo que escribí acerca del rescripto y las recetas nacionalistas, si bien debo aclarar que no implica que el gobierno del primer ministro, Abe, quiera revivir toda la bula.

Aunque será imposible, haré esfuerzos por no volver a equivocarme.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/07/05/1173749

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Para acercarnos, para comprendernos. No para dividirnos ni golpearnos

Por: Salvador López Arnal

El denominado eje nacional y las temáticas nacionalistas por encima de todo, siempre y en cualquier circunstancia. Confusión y lío para generar, abonar y conseguir más lío y mucha más confusión (y sus consecuencias: mayor hegemonía político-cultural). División de las clases trabajadoras. En Cataluña y entre las clases populares de Cataluña y las del resto de España. Tensión permanente, más tensión: diseñada, pensada, planificada, trabajada, muy trabajada. Propagandas políticas irresponsables: réditos electorales y palante, siempre palante. Anticatalanismo por parte de unos, creciente antiespañolismo por parte de otros. Silencios, cegueras, mentiras, golpes bajos, comisiones del 3% (o más). Eso sí, sólo en “Madrid” hay corrupción. A Pujol, que se ha pasado un poco (¡pero ha robado a España, no al país!), se le conocerá por su obra. Los Pujol-Ferrusola acompañan fielmente al patriarca. Derechos inexistentes, naturalizados como el aire o los Pirineos, pensados y formulados en cuidados laboratorios universitarios. Apuestas por choques de trenes, de alta o baja velocidad, con heridos entre los viajantes que no van en primera clase. Los de primera a resguardo. Como siempre. Cloacas institucionales (en plural, no en singular). Rutas sesgadamente trazadas sin apoyo democrático tras la pérdida de la apuesta el 27S. Apología de la astucia y el engaño. Interesadas, repetidas y más que parciales miradas históricas. Intelectuales orgánicos al servicio de la causa, de las causas. Olvidos básicos que hacen sonrojar a cualquier ciudadano informado. Revisiones de asuntos y acuerdos esenciales. Pérdida de memoria de la cultura democrática, republicana, solidaria y fraternal del antifranquismo. La guerra del 36 contra Cataluña, contra los Cambó o Porcioles por ejemplo. Madrid como insulto (de unos), Cataluña como improperio (de otros). Lenguajes tensionados pensados para separar, para abonar diferencias mínimas. Líderes idolatrados con ininterrumpidas (y vacías pero efectivas) proclamas sobre “fer país” o sobre “España por encima de todo”. Banderas, ondeadas una y otra vez, que encubren negocios turbios, corruptelas varias y ansias ilimitadas de poder: el patio es mío, sólo mío. La estelada como buena y nueva bandera de Cataluña. La senyera ya no existe, es de nostálgicos, no de verdaderos catalanes, no de verdaderos patriotas. Procesos antidemocráticos de secesión unilateral presentados falazmente como netamente democráticos. Leyes electorales generadoras de mayorías que no son tales. Referéndums secesionistas antidemocráticos presentados como defensa de la democracia. Líderes nacionalistas que se expresan como chulapos. Dudas, contradicciones, ambigüedades, rupturas irresponsables de las tradiciones emancipatorias. Una izquierda, unas izquierdas que no están a la altura de circunstancias. Incomprensibles vacilaciones en lo más esencial en fuerzas que dicen ser de izquierdas. Durruti, y no sólo él, con barretina. Todo vale, todos la han llevado. Quienes no desen son traidores.. Secesionistas que dicen ser federalistas, federalistas que no se manifiestan como tales, soberanistas que usan palabras mágicas para encubrir su verdadero plan de acción. Acuerdos y abrazos entre fuerzas políticas antagónicas. Sindicatos que se dicen obreros apoyando causas que no son suyas. Política -la que rige- del atrapalotodo. Regreso al pasado, lo sucedido con Banca Catalana como modelo: ¡los procesos sobre el 3% son un ataque a Cataluña! Uniformistas que, por supuesto, son tales y no están dispuestos a aceptar ningún tipo de diversidad. Televisiones y medios de intoxicación cultural e informativa, de aquí y de allí, al servicio de las ”grandes causas patrióticas”. Las de unos y las de los otros. La contrarrevolución permanente. Lenguajes que separan de entrada… y más, mucho más de salida. Frases estudiadas para la historia: “No hay revolución democrática en el mundo tan potente como la nuestra” (Jordi Sánchez, ANC). “A los catalanes y a las catalanas, después de 300 años, se nos acabó la paciencia” (Neus Lloveras, AMI). “El Estado español no no nos dividirá, no lo han conseguido en 300 años; no conseguirá ahora dividir un pueblo y una nación. No tienen suficientes recursos para acallar el grito de todo un pueblo… El pueblo de Cataluña no falla nunca” (Jordi Cuixart, Òmnium Cultural). “Nuestra revolución democrática se producirá sin violencia y sin venganza. Todos los presentes lucharemos cada segundo hasta el último septiembre” (Salva Racero). El “España contra Cataluña”, el “España nos roba”, el “España nos esclaviza”, el “España nos impide ser catalanes”, como axiomas indiscutibles; por parte de otros: “España va bien”, “España es una gran nación”, “Los cambios, todos los cambios, son irresponsables”. Confusiones básicas: nación política y nación cultural. Nación implica estado, toda nación, de cualquier tipo, debe tener su estado. Diferencias, diferencias, diferencias, más diferencias. Izquierdas españolas, que dicen defender una España plural y federal, que no quieren oír voces disidentes del secesionismo catalán y construyen, apoyadas en consejeros y amigos nacionalistas, relatos míticos sobre el pasado y el presente y las “opresiones nacionales”. Líderes catalanes que vuelven a hablar de prudencia y traiciones en celebraciones sectarias y olvidan nudos fundamentales de una historia en común. Identidades nacionales sobrecargadas, marcadas y vividas como nunca antes, que hacen añicos principios nucleares, básicos, de las tradiciones internacionalistas. Antes todo, catalans, catalans y catalans. Alianzas contra natura vividas como nacionalmente imprescindibles. Grandes familias de aquí y de allí que siguen y siguen acumulando mientras las desigualdades se disparan, contemplando complacidas un espectáculo que nunca dañará sus intereses. Clanes familiares, modélicos durante décadas en el conjunto del petit país (con placas y estatuas en su honor, siguen siendo referentes para muchos), que esconden toneladas de corrupción, manipulación y negocios sucios. Madres Superioras de la Congregación ordenando y mandnando. El “Todo por la Patria” guardiacivilesco, gritado y practicado por supuestas fuerzas de “liberación”. Estrategias jurídicas poco democráticas al servicio de políticas que gritan y lardean de democracia. “Países catalanes”, uniformemente pensados. Legítimos sentimientos ciudadanos manipulados para el día del “gran golpe”, de la “gran ruptura”, de una Arcadia que dicen feliz. Un viaje (secesionista) a Ítaca. Historias, muchas historias inventadas en Institutos subvencionados como el de Nova Història: Teresa de Àvila es catalana, también lo es Colón. La Cataluña, toda ella antiborbónica, contra la España, toda ella, borbónica. Todo (y siempre) para separar, nunca para unir. Mitos, mil veces repetidos, vividos como verdades históricas indiscutibles. Palabras y expresiones que suenan, resuenan y golpean una y otra vez: España, Cataluña, Madrid, Cataluña, Estado español, Cataluña,… Nación, sin aclarar nunca la noción, de más de mil años. Som una nació. una nación, siempre democrática, de larga historia, una nación que sigue oprimida, explotada y esclava… por España y los españoles. Grandes historiadores catalanes que hablan de distintos ADNs o memes irreconciliables entre catalanes y no catalanes. Reconocimientos, premios de historia, con presencia del gran corruptor y señora sin que nadie objete nada de nada. Es normal, es de los nuestros.

No es necesario continuar. De gran parte de estas temáticas se habla en este libro de conversaciones con Miguel Candel, filósofo, traductor, profesor, activista, helenista y gramsciano, uno de los pensadores que, en mi opinión, mejor conocen la situación política catalana y que con mayor coraje cívico y limpieza de mente y corazón, y sin intereses escondidos, se enfrenta a un problema agitado por unos y otros sin importar nada ni nadie (sólo sus intereses y su voluntad ilimitada de poder), una temática de largo alcance, y de profundas divisiones sociales, que merece -¿quién puede dudarlo?- nuestra consideración, reflexión, compromiso, organización y acción. Con urgencia, plantando cara, sin esconderse, sin ocultar lo que se piensa y se quiere y debe decir. Para -esta es nuestra opción- acercarnos unos a otros, con nuestras diferencias (generalmente secundarias) y nuestros numerosísimos puntos en común, abonando el sendero de comprensión la I y la II Repúblicas. Sin falsas intersecciones vacías entre pueblos hermanos que aluden o se justifican en inexistentes ADNs biológicos, históricos o culturales disjuntos, sin elementos comunes en lo más esencial. ¡Qué inmensa estafa! No para alejarnos, pues, ni para separarnos ni para distanciarnos definitivamente; no para gritarnos o golpearnos sino para entendernos mejor. No somos tan distintos ni tan homogéneos; ni en el conjunto de España ni en Cataluña. Nuestras propias biografías lo confirman.

Catorce breves conversaciones (el último, con alguna repetición, intenta ser un resumen de lo más importante): para intentar disolver confusiones y errores conceptuales, políticos e históricos; para comprender más y mejor; para la solidaridad y la fraternidad entre ciudadanos y pueblos. Sin voluntad de poder, al servicio de las finalidades de unión fraternal de siempre.

Tanto Miguel Candel como el firmante de esta presentación somos miembros de ASEC/ASIC (Assemblea Social de l’Esquerra (izquierda) de Catalunya). Gran parte de las tesis, informaciones y argumentos aquí expuestos se han beneficiado de las discusiones mantenidas en el seno de esta federalista asociación de la izquierda (no independentista) de Cataluña. Ningún esfuerzo será en vano. “¿Referéndum secesionista? No al derecho a dividir”.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=228604

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Entrevista a Francisco Vázquez: No es memoria histórica, es revanchismo histórico

Francisco Vázquez: No es memoria histórica, es revanchismo histórico

Por: Rafael Nuñez Cuesta

Francisco Vázquez, que hoy cumple 71 años, es un hombre jubilado pero inquieto y activo. No en vano, en breve se presentará ante un tribunal universitario para defender su doctorado. Lo mismo lee cómics de El Príncipe Valiente que libros de Historia de la Ilustración francesa, época de la que tiene una gran biblioteca.

Habla despacio y con un acusado acento gallego. Amable al trato, agradece lo pausado de la entrevista y la posibilidad de poder explayarse en asuntos que le gustan tanto como le preocupan. Le inquieta la mordaza que empieza a ponerse a los españoles que discrepan del discurso oficial, sobre todo en materia de valores familiares, igualdad de género o diversidad sexual. “La diferencia en estos asuntos está empezando a considerarse una incitación al odio que puede ser castigada”, lamenta.

Y España. Siempre España. España como desvelo. La debilidad del relato nacional. Algo que, dice, se localizó en un principio en Cataluña y el País Vasco “y hoy ya afecta a comunidades como Navarra, Valencia, Baleares e incluso Canarias”. Colige, por tanto, que el nacionalismo ya no lo es sólo por raíces culturales o económicas, sino también como consecuencia de un determinado “escenario político”. Pone el ejemplo de Andalucía, donde “se enaltece la etapa islámica y se sitúa la Reconquista casi como un fenómeno de invasión”. E invita a los lectores de La Gaceta a comprobarlo viajando al memorial de las Navas de Tolosa, “dependiente Junta de Andalucía”, para que lean los preocupantes textos que allí hay expuestos.

Le preocupan los nacionalismos fragmentadores. Tanto que en la primera conferencia que dio, allá por 1986, en el Club Siglo XXI, ya denunciaba el adoctrinamiento político que empezaba a incubarse en las escuelas. El “error” de la transferencia en materia educativa. Y fue profético, a tenor de la situación que hoy se vive Cataluña y en otras muchas regiones. La denuncia de lo que llama “desvertebración de España”, en alusión al concepto orteguiano, siempre fue una constante en su carrera política. Y siempre con tino particular, pues aún con ETA asesinando de manera casi industrial, él ya ponía el foco en Cataluña: “Siempre más fue peligroso el nacionalismo catalán que el vasco, que es mucho más reciente. Los vascos, en el fondo, conservan, aunque sea intuitivamente, su vinculación histórica con la Corona. La cuna de España es el País Vasco. Mientras que el tema catalán es, en gran medida, de tipo económico. Además de que siempre han operado aprovechando los momentos de debilidad del propio Estado”.

-Momentos de debilidad como el desastre del 98, el final de la II República, la crisis político-económica actual…

Siempre, siempre. El nacionalismo que ellos llaman moderado surge a raíz de la Revolución del 17. Cambó ya consigue ahí sus aranceles. Pero insisto en que el origen de todo está en la Educación. En su transferencia a las CCAA. Y hablo como gallego, que a pesar de estar el PP en mi tierra, esto se ha producido igual. La transferencia en Educación lo que ha hecho ha sido inyectar en los jóvenes un enfoque histórico muy sesgado y muy tergiversado, que excluye la idea de España. Una educación que hace de España algo ajeno, incluso hostil. 
¿Y la gente no dice nada?, se preguntan muchos. Pues mire, sólo un 15% o un 20% de población tiene conciencia política, no más. La mayoría se dedican a sus trabajos y a sus vidas. Y ese es el drama. Porque esa gente, esos catalanes que ahora tienen 35 o 40 años, lo que han aprendido en la escuela es que España es una realidad hostil, extraña, ajena. Ven con normalidad que ellos son una nación. Y lo dicen, muchos de ellos, sin estar concienciados políticamente. Han interiorizado el mensaje completamente. Con normalidad. Hemos hecho de Cataluña un Quebec.

-La Educación como “estructura de Estado”, que dicen ahora.

Exacto. Hoy un chiquillo gallego ha sido educado en que Valle Inclán no es gallego realmente, porque no ha escrito en gallego; ni la condesa de Pardo Bazán, ni Madariaga es un político gallego, ni Casares Quiroga, ni Calvo Sotelo. Sólo se citan a los nacionalistas.
Yo recuerdo hace muchos años, cuando mi hijo tenía trece o catorce años, que un día llegó a casa y me dijo que estaba estudiando al poeta Leiras Pulpeiro. Y le dije, “¿¡Pero qué poeta Leiras Pulpeiro?!, ¿a ti no te han enseñado quién es la condesa de Pardo Bazán?”. Al día siguiente estaba yo protestando en el colegio.

-¿Ya era usted alcalde?

Sí.

-Pues se llevarían un susto en el colegio.

(Ríe).

-Don Francisco, ¿considera que este proceso es reversible? Porque España se va desnacionalizando.

Completamente. España se va desvertebrando porque la Educación está desvertebrada.

-¿Y cómo revertimos el proceso?

Pues habrá que hacerlo obligando a cumplir la Ley, y en segundo lugar habrá que recuperar competencias o ejercer las que tiene el Estado. Porque el Estado tiene el 55% de las competencias en materia educativa y tiene también la inspección educativa, y está avalado, además, por todas las sentencias del Supremo y del Constitucional que siempre han fallado en contra de las leyes lingüísticas de la Generalitat de Cataluña. Y sin embargo siempre se ha producido un desacato absoluto, en ningún caso se han cumplido las sentencias.

GALICIA Y EL ERROR FRAGA

-Hace años era el nacionalismo vasco, vía terrorismo, el que más preocupación despertaba; hoy es el catalán, enloquecido, el que se ha echado al monte… ¿pero qué hay del nacionalismo gallego? Parece que, a la chita callando, está ganando la batalla de la cultura y la educación.

En el caso concreto de Galicia, se produce un error grave de partida por parte de Manuel Fraga, al que por otro lado siempre tuve un gran respeto, pero que cometió un craso error: quiso de alguna manera lavar su imagen y se propuso llegar a un pacto con el galleguismo moderado, y por lo tanto declinó muchas de las competencias que tenía en materia educativa o lingüística en favor de las tesis nacionalistas. Estas leyes que impulsa Fraga, después se ven reforzadas por el desgraciado periodo del bipartidismo PSG(PSOE) y BNG. Y así, hoy nos encontramos con una Galicia en la que hay una sensación, originada sobre todo a través de la Educación y del victimismo, de que somos una región lastimada por el Estado y marginada. 
Y después hay una exclusión de toda la realidad no nacionalista vía idioma. En la Xunta de Galicia, que gobierna el PP, toda la documentación oficial está en gallego. Y es así que se genera un sentimiento de que todo lo relativo a la lengua española es algo ajeno, algo extraño… todavía no hostil, como en Cataluña y el País Vasco, pero es que estamos aún en la primera fase.
Usted matricula a su hijo en el colegio y toda la documentación está en gallego, usted se pone enfermo y va a cualquier hospital o centro de salud y toda la documentación está en gallego. Los políticos, cuya lengua materna es en la inmensa mayoría de los casos el español, cuando intervienen en un acto público lo hacen sólo en gallego.

-Hay un relato según el cual el PP gallego, asumiendo el discurso gallegista, ha desactivado el separatismo gallego. Y desde el partido están convencidos de que funciona, pues siguen ganando elecciones.

Esa tesis se desmonta con los últimos resultados municipales. Los radicales de extrema izquierda y los nacionalistas ya copan los ayuntamientos de las principales ciudades, es verdad que con la colaboración del partido socialista, que facilita alcaldes radicales en La Coruña, en Ferrol, en Santiago, en las grandes ciudades. Yo discrepo de esa tesis. El voto del PP viene de las raíces conservadoras que todavía quedan en Galicia pero que están cada vez más circunscritas a la Galicia rural, y cada vez es más débil en la Galicia urbana. Y en segundo lugar porque ha alimentado el argumentario de los nacionalistas. Les da la razón y los legitima en sus planteamientos.

-Dígame, ¿qué problema tiene nuestra izquierda con la idea de Nación española?

Pues es incomprensible, ¿verdad? Porque yo siempre entendí, como viejo socialista, que el concepto de patria no es exclusivo de nadie, pero es un concepto muy firme en la izquierda y en los liberales españoles. El sentido de España, en el caso del PSOE viene determinado por razones fuertemente ideológicas. Porque la razón de ser del socialismo es el principio de igualdad y solidaridad. Y es el ámbito nacional español el que permite políticas de igualdad y de solidaridad, y no las diferenciaciones entre territorios por razones históricas o culturales.

«EL GRAN OBJETIVO ES ACABAR CON LA TRANSICIÓN»

-Pues la izquierda está en la atomización territorial más que en la solidaridad y la igualdad.

En la izquierda existe un complejo que entrega gratuitamente, no ya a la derecha, sino a los valores del régimen anterior, la idea de España. Lo cual es inconcebible. Y ese complejo determina unos cambios radicales en los propios posicionamientos históricos que siempre mantuvo la izquierda. Lo más llamativo de todo es que el PSOE está poniendo en revisión sus propias políticas, las que se llevaron a cabo en la Transición. Porque no nos engañemos, el objetivo del actual escenario, conflictivo y radicalizado, es acabar con la Transición.

-¿Cómo se acaba con el relato de la Transición?

Poniendo en entredicho el principio de reconciliación a través de la Ley de Memoria Histórica, rompiendo la paz religiosa con los ataques a la Iglesia Católica, con este anticlericalismo de nuevo cuño que pide derogar concordatos, implantando una nueva ley de libertad religiosa o promoviendo una España federal para la que hay que reformar la Constitución… cuando esto se hace desde el PSOE, lo primero que se está poniendo en tela de juicio son las políticas socialistas de los gobiernos de Felipe González. No hace falta remontarse a Indalecio Prieto o Largo Caballero. Lo que se está poniendo en entredicho y contra lo que se está legislando, son las decisiones del propio PSOE y de la Transición.
Lo que buscan los antisistema es generar una radicalización en el país, dividirlo nuevamente, enfrentarlo. Y en segundo lugar, atacar la propia Constitución. Porque saben que una vez se abra el melón de la reforma constitucional, el debate estará abierto ad infinitum.

-¿Cuándo se pone en tela de juicio la Transición? Porque mucha gente sitúa el momento en la aparición de Podemos. 

Antes.

-Me lo temía. Con la Memoria Histórica.

Con la Memoria Histórica. Mire, el principal valor de la Transición fue la reconciliación nacional…

-… reconciliación entre las élites políticas, porque el pueblo estaba reconciliado.

Efectivamente, el pueblo estaba reconciliado. Pero es en la Transición cuando se busca, de una vez por todas, una solución que permita una Constitución aceptada por todos. Lo cual implica renuncias y generosidad, dos virtudes que no se han prodigado mucho en nuestra historia política. Porque no nos engañemos, (en 1975) hay un sector que tiene el poder y renuncia a ejercerlo, y renuncia a ejercerlo (repite con énfasis). Y hay otro sector que viene de cárceles, de exilios y de clandestinidades, que renuncia al más mínimo atisbo de revanchismo. Yo ya militaba en el socialismo de aquella época. ¿Y cuántos éramos?, ¿dos mil?, ¿tres mil? Más no éramos. Éramos muy pocos. Y el que gobernaba tenía la fuerza de la legislación vigente en aquél momento, pero sobre todo tenía las Fuerzas de Seguridad del Estado, el Ejército; y a eso se renuncia porque se busca el punto de encuentro. Se aísla por un lado a los rupturistas, porque además una ruptura hubiera sido utópica e inviable salvo por la vía del terrorismo y del sufrimiento. Y se aísla a los inmovilistas, los que se niegan a aceptar los cambios. Y es cuando se produce un proceso ejemplar, la Transición española, que así ha sido reconocida mundialmente.

-Y la Memoria Histórica acaba con ese espíritu.

La Memoria Histórica no es tal, es la ley del revanchismo histórico. E incluso ha evolucionado de tal forma que los planteamientos que se están aplicando hoy en este absurdo cambio de callejeros parece que vayan orientados a ganar una guerra que se perdió hace ochenta años. Es una cosa demencial.

-También habla usted de una quiebra en lo que llama la paz religiosa.

Sí. Todos sabemos que el Ejército y la Iglesia han determinado, para bien y para mal, nuestra historia reciente. La Iglesia renunció a muchas situaciones de privilegio a cambio de un reconocimiento de su papel fundamental dentro de nuestra sociedad. Es lo que se llama paz religiosa, que se quebró desde el punto y hora en el que desde la izquierda se denuncia, falsamente, que la Iglesia goza de situaciones de excepcionalidad y de privilegio. Entonces se intenta limitar el principio de libertad religiosa, sacarlo de lo público y reducirlo al ámbito individual, como si fuera un derecho individual, cuando es un ejercicio de un derecho colectivo y público, como muchos otros. Y esto no se ha llevado a cabo desde a acción del Gobierno, porque no ha habido lugar a ello, pero sí desde los ayuntamientos y las autonomías.

-Y la tercera pata de la quiebra del relato constitucional del 78: el federalismo.

Es el tercer punto, una reforma constitucional para dar satisfacción a parte de las aspiraciones de los nacionalistas con la introducción del concepto de federalismo. Lo cual es un inmenso error porque la experiencia de estos casi cuarenta años de democracia nos demuestra que nunca los nacionalistas se muestran satisfechos. Cualquier avance que tienen lo amortizan inmediatamente y plantean la siguiente meta. Y todos sabemos que su meta última es la ruptura de la unidad de España.

EL VATICANO COMO COMO EPICENTRO DEL CATOLICISMO… Y DE LA GEOPOLÍTICA

“Muchas veces reducimos la Santa Sede al centro religioso del Catolicismo. Y lo es, pero no sólo. Olvidamos que es un Estado soberano con una gran importancia en la política internacional más allá de su tamaño minúsculo”. Vázquez explica en su entrevista con La Gaceta que el nivel de información, el nivel de conocimiento de la realidad mundial que tiene el Vaticano lo tienen muy pocos países, “por no decir que ninguno. Quizá los EEUU”. Y explica el por qué del prestigio del servicio de información vaticano: “Dese cuenta usted de que en el lugar más apartado del mundo posiblemente encuentre usted un misionero que está obligado, anualmente, a emitirle un informe a su obispo. Un informe en el que trata no sólo si la iglesia está o no en pie, también le informa de la realidad social de, por ejemplo, la selva profunda del Amazonas. Informe que el Obispo remite a su vez al Nuncio, e informe que el Nuncio remite a la Secretaría de Estado. Sume usted todos los informes del mundo, comprenderá usted por qué la red de informadores del Vaticano es única. Y eso lo saben otros países”.

El gigantesco caudal de información que maneja el Vaticano provee al pequeño Estado de una extraordinaria capacidad negociadora, y sobre todo mediadora, en las relaciones internacionales. Y Vázquez, sin aludir directamente a su propia experiencia -“aún estoy sujeto a la ley de secretos oficiales”- reconoce que “a lo mejor el Embajador de España en la Santa Sede habla más del problema de Cuba, del problema de la guerrilla colombiana, de los españoles secuestrados en el Chad, de las tensiones de Oriente Medio o de las posibles amenazas de los fundamentalistas islámicos en España que de cuestiones relacionadas con la Diócesis de Madrid o los problemas fiscales de la Diócesis de Aragón”.

La Embajada de España ante la Santa Sede es una de las joyas del Patrimonio Histórico Español. Un hermoso palacio renacentista que encierra magníficas obras de arte. Es, en palabras del exembajador, “una auténtica maravilla que además goza del privilegio de ser la embajada más antigua del mundo entre todas las naciones”. Una circunstancia llamativa para ser España “un invento”, desliza irónico Francisco Vázquez, que además revela que en el romano templete del Bramante, edificado por Fernando e Isabel, existe un sello en piedra donde pone Isabela Fedinandus Rex Hispanorum. “No reyes de Castilla y Aragón, sino reyes de España”.

-Leí hace años una anécdota de cuando usted comenzaba su etapa de embajador ante la Santa Sede. Sobre un mosaico que había en el suelo de la Embajada…

(Sonríe) Yo cuando llego a la Embajada, el hall, que era inmenso, tenía una magnífica alfombra que cubría el suelo de mármol. Y un día tropecé con la alfombra y observé que había un mosaico debajo. Mandé levantarla y me encontré con la sorpresa de que había un escudo inmenso de los Reyes Católicos, que son los que fundaron la Embajada. Además, un escudo muy claro y elemental. Figuraban todas las posesiones de Aragón, como eran Nápoles y las dos Sicilias. Entonces pregunté por qué estaba tapado. Y claro, resulta que tenía el águila de San Juan, que es el símbolo de la monarquía castellana. Y según me dijeron, un anterior embajador, ya en democracia, al verlo dijo: “¡El aguilucho franquista!”. Y mandó taparlo. Y así tapada siguió, hasta que yo, como usted comprenderá, la destapé.

(Mosaico «franquista» en el hall de la Embajada española ante el Vaticano)

-Muy revelador de la mentalidad política española.

Este es un ejemplo de algo que usted viaja por el mundo y no encuentra nada parecido. Allí mismo en Roma, por ejemplo, puede usted encontrar vestigios de la etapa mussoliniana, sin ir más lejos en el gran obelisco que preside el Estadio Olímpico. A la entrada del estadio pone “Mussolini Dux”. Y no pasa nada. Otro ejemplo: el Congreso de los diputados de la República italiana está presidido por una inmensa placa detrás de la presidencia donde dice que “el Rey Vittorio Emanuele, padre de la unidad de Italia…”. Y nadie quitó la placa. Hoy una simple pintura en el parlamento autonómico de Canarias que parece que afecta a la población guanche… pues parece que se plantean retirarla. La ignorancia histórica que tenemos en este país es tremenda.

-Usted ha sido embajador de España, ¿qué imagen tienen, en Italia y en el mundo, de los españoles?

España es un país respetado por su historia, y en Italia mucho más porque no hay que olvidar que todo el sur de Italia fue, durante más de cuatrocientos años, parte de España, y lo tienen a gala. (Repite) Lo tienen a gala. Y en general en toda Italia, porque en Milán también hay una presencia importante de lo que fue España. Del tiempo en el que fuimos la primera potencia del mundo. Quizá el reflejo de todo ello sea el palacio de la Embajada. La corte Papal era en aquellos momentos la más importante del mundo en la medida que el Papa era un elemento mediador y tenía una gran importancia en las relaciones entre las naciones. Y España, a su vez, era el primer imperio del mundo. Por lo tanto nuestro Reyes quisieron reflejar su poderío ante la primera corte europea.

-La historia, siempre presente.

Yo le diría a usted que ese respeto y ese reconocimiento que hay hacia España en Italia es precisamente el que nosotros no tenemos hacia nuestra propia historia. Le voy a contar una anécdota, de la cual fue fiel testigo el que luego iba a ser ministro de Cultura César Antonio Molina, en aquél momento presidente del Instituto Cervantes. El Instituto inauguró la sede de Nápoles y allí fuimos los dos embajadores, ante Italia y ante el Vaticano. Y el discurso inaugural lo pronunció el alcalde de Nápoles. Estaba sentado a mi lado el almirante de la Armada española que en su momento dirigía el comando español del cuartel del sur de la OTAN, que está en Nápoles. Bueno, pues el discurso del alcalde de Nápoles hizo que se nos saltaran las lágrimas a todos los españoles que allí estábamos. Fue un canto tal a su ciudad, engrandecida por la presencia de Cervantes, engrandecida por la presencia de Quevedo, con un conocimiento extraordinario de nuestro Siglo de Oro, de los poetas, de los artistas… una cosa extraordinaria. Entonces yo les dije al almirante y a mi amigo César Antonio Molina: “Si ese discurso lo pronuncio yo en España me llaman fascista, franquista y de todo”. Y esto es un fiel reflejo de lo que hay.

(“Mussolini Dux”. Obelisco del Estadio Olímpico de Roma)

-¿Preocupa en el Vaticano la desvertebración de España?

Sí, sí, sin duda alguna. España es uno de los países que el Vaticano sigue con más atención y mayor preocupación. Por una razón: la influencia que nosotros tenemos sobre Latinoamérica. Es decir, un problema que pueda surgir en Noruega o Suecia tiene la importancia que tiene. Un problema en España, tarde o temprano, termina repercutiendo en América. Somos un referente cultural y social para esos países, y mucho más desde que aquí hay una gran emigración procedente de esos países. ¿Preocupa, pues, la desvertebración? Evidentemente. Fíjese que teniendo los partidos nacionalistas, en sus orígenes, una condición cristiana, el Vaticano jamás les ha dado la más mínima cobertura. Y la renovación que se hizo en la Iglesia vasca, o los últimos nombramientos en la Iglesia catalana, son un reflejo de ello.

«CON LA LEY DEL ABORTO FUI ENGAÑADO»

-Usted fue embajador ante el Vaticano durante el periodo de Rodríguez Zapatero. Un periodo durante el cual, usted mismo lo reconoce, se incubaron muchas de las convulsiones que hoy tenemos en el país. Me refiero a la quiebra del relato constitucional, al Estatuto de Cataluña, a la ley del aborto de Bibiana Aído, a la Memoria Histórica… Me interesa saber cómo concilió sus valores con la pertenencia a ese gobierno. 

Con el Estatuto de Cataluña yo soy muy crítico. Yo era presidente de la Federación de Municipios y Provincias, aparte de alcalde, y recuerdo que, tras una reunión con José Bono, a la sazón ministro de Defensa, sus compañeros (periodistas) me preguntaron por el Estatuto, y les dije: “He leído el prólogo y me ha dado un ataque de urticaria, no he podido seguir”. 
Antes de ser yo Embajador están en marcha el Estatuto, la ley de Memoria Histórica, la ley de Igualdad de Género y la ley del matrimonio homosexual. Y estando yo ya en la Embajada sale la ley del aborto, una ley con la que soy engañado. Porque se me dice que a través de unas enmiendas en el Senado se va a modificar parcialmente, y eso no fue así. También es cierto que en esa misma etapa se da el paso más importante, el único que se ha dado, para garantizar la financiación de la Iglesia. Se cambia el sistema de financiación. Y a su vez se adapta el tratamiento fiscal de la Iglesia Católica, que era un problema grave, a las normas europeas. Y en tercer lugar se zanja el asunto de los profesores de religión. Es decir, que también se produjeron avances. Sobre todo el relativo a la financiación, en el cual tuvimos protagonismo Maria Teresa Fernández de la Vega, el Cardenal Cañizares y el Embajador en el Vaticano. De esa parte sí me siento orgulloso.

-Después de su labor en Roma suena su nombre para Defensor del Pueblo.

Al final de mi etapa como embajador, es cierto, se abre la posibilidad de nombrarme Defensor del Pueblo, con la aceptación del Partido Popular. Y soy vetado por mi propio partido, una cosa muy curiosa. Mi partido me veta por mi postura sobre el aborto y por mi postura sobre Cataluña. Entonces me reincorporé a mi trabajo como inspector de trabajo; ahí terminé mi carrera profesional y me jubilé.

-¿Y cómo ve ahora a su antiguo partido (Francisco Vázquez abandonó el PSOE en 2014)?

El problema no es quién va a ser el Secretario General o la Secretaria General. El problema del PSOE es de fondo, es ideológico. Uno puede discrepar en relación a las políticas económicas, fiscales, etc, pero uno no puede discrepar en posturas de fondo: unidad de España, Memoria Histórica y la ruptura de la paz religiosa con un posicionamiento, teórico al menos, hostil a la Iglesia Católica. Y el problema de fondo se agrava mucho más, que es cuando se produce mi ruptura, con las políticas de alianzas. Cuando el PSOE abre las puertas de las instituciones a partidos antisistema y a grupos independentistas. Algo que ya se hubo de tolerar con el gobierno de Maragall con ERC, o el gobierno de Touriño con el BNG, pero que ahora se ha generalizado abriendo centenares de instituciones a todos estos grupos.
El cartel del ayuntamiento de la Coruña del Papa borracho, por ejemplo, no es de una peña carnavalesca, lo hace el propio Ayuntamiento de La Coruña (en manos de las Mareas). Y el festival de las Drag Queen lo hacen también autoridades canarias.

(Presentación en el Ayuntamiento de La Coruña del cartel al que alude Francisco Vázquez)

-Y eso es lo que le lleva a usted a abandonar el PSOE. 

A abandonar la militancia en el partido, porque sigo siendo socialdemócrata y sigo viviendo como propias las ideas del socialismo. Yo a lo que sigo aspirando es a que el PSOE recupere el espacio que le corresponde. Mire, se lo explico con un ejemplo muy claro: yo entré en el PSOE en el año 74 definiéndome como socialdemócrata, definiéndome como católico y definiéndome como español, y nunca había tenido problemas con ello. Lo que no puede ser es que hayamos sido ocupados, con “k”, por ideas ajenas a la socialdemocracia y más propias del mundo antisistema y el totalitarismo. Y es una pena, porque mucha gente estamos en una situación de orfandad. Aunque le advierto de que esa orfandad no se limita a la izquierda, ¿eh? Ese es el gran problema. Hay una importante número de personas de la derecha que se sienten también huérfanas. Yo a mi partido le reprocho muchas cosas, sobre todo en los últimos años… pero a la derecha también. Porque el PP ha tenido unos años en los que ha tenido una gran mayoría absoluta en los que podría haber enderezado el país y no lo ha hecho. Y ahora cada vez es más difícil.

-Este perfil suyo, que describe como socialdemócrata, católico y español, ¿a qué partido puede acudir entre la oferta política española?

A ninguno. Yo me he llevado una gran decepción con Ciudadanos, sobre todo en lo relativo a la cuestión territorial, dado que en sus orígenes fue un partido muy valiente en ese aspecto. Ahora se ha olvidado de eso.

“LE PEN ES PATRIOTISMO, NO EXTREMA DERECHA”

(La candidata «patriota» del Frente Nacional, Marine Le Pen)

La crisis de representación política española, Francisco Vázquez la enmarca en una crisis mayor de carácter continental. Algo que, a su juicio, se va a ver en las elecciones que se van a producir dentro de unos días en Francia. El exalcalde de La Coruña vivió durante un tiempo el país vecino, se declara admirador del general De Gaulle, y no sólo: “soy un francófilo hasta la muerte”. Y lo es por ser un amante de la Ilustración, de la Revolución y de todo aquél periodo que supuso el inicio de la modernidad. De modo que cuando habla de Francia no lo hace a humo de pajas. Describe a la candidata del Frente Nacional como “patriota” y niega que se trate de una política de extrema derecha.
 Explica que la inmigración indiscriminada que ha recibido Francia “ha hecho que determinados valores de la cultura republicana estén en entredicho”, y esa es una de las causas del éxito de Marine Le Pen, que se habría alejado de las ideas “filonazis” de su padre para asumir un paquete ideológico heredero de Charles Maurras.

“Marine Le Pen representa un cierto hartazgo de la sociedad europea frente al control de Bruselas, frente a unas políticas burocráticas muy lejanas de las preocupaciones de las gentes y frente a las renuncias a las propias identidades nacionales. Porque Europa ha de construirse desde las identidades nacionales, guste o no guste. Y no pasa nada. ¿No estamos defendiendo en España el respeto a las identidades regionales? ¡Pues lo normal es que se respeten las distintas identidades y sensibilidades nacionales! Porque si lo que se intenta es crear un escenario de identidad único, lo que surge es la ruptura”.

CABALLERO DE LA ORDEN DEL IMPERIO BRITÁNICO Y AMANTE DE LOS CÓMICS

-A usted se la ha condecorado con Caballero de la Orden del imperio británico “por el impulso y la difusión de los valores británicos”. Cuénteme. 

La Coruña tuvo mucha relación con las islas británicas por una razón geográfica. Fue el puerto desde el que salió Felipe II para casarse con María Tudor y la línea Coruña-Plymouth ya era el principal correo en el siglo XVI. Los coruñeses hemos tenido una gran vinculación histórica, económica y comercial con las Islas. Desde Coruña salió, por ejemplo, la Escuadra Invencible. Y ya en el siglo XIX, una de las grandes batallas de la Guerra de la Independencia se produjo en La Coruña entre el ejército inglés, que llevó a cabo el primer Dunquerque de la Historia, y las tropas napoleónicas. Además fue una batalla muy interesante y muy gallega porque todos ganaron. El general británico, que fue el predecesor de Welington, murió y, siguiendo la costumbre británica, fue enterrado donde encontró la muerte, que es La Coruña. Y yo todo esto, como amante de la Historia, lo moví mucho. Impulsé mucho toda esa relación. Y los británicos me lo reconocieron.

-¿Entonces si le pregunto por Gibraltar le meto a usted en un lío?

En absoluto. Yo siempre fui partidario de la línea dura con Gibraltar. De estrangularlos. Pero no cerrando la verja, sino estrangularlos financieramente en todas sus inversiones en España.

-Don Francisco, le van a quitar la Orden de Caballero. 

(Ríe) No, no se preocupe. Hay que estrangular a toda esta red de bufetes gibraltareños que operan en la frontera de la legalidad.

-Supongo que habrá estado al tanto de lo que han dicho en las Islas de nosotros estos últimos días.

Sí, una desmesura verbal propia de ellos.

(Edición original en inglés del cómic El Príncipe Valiente)

-Según he podido saber es usted un fanático de los cómics. Dígame, para terminar, cuál es su favorito. 

El Príncipe Valiente, siempre lo he dicho, de Harold Foster. Tengo muchas colecciones completas. Cuando era niño me gustaban mucho Las aventuras del FBI y El Cachorro, que era de un joven grumete español en la época de los piratas del Caribe. Y todo lo de Walt Disney siempre me encantó. Soy un enamorado de el Pato Donald, los sobrinos, etc.

-¿Y El Jabato, El Capitán Trueno, Hazañas Bélicas…?, ¿nuestros cómics no le gustaban?

¡Por supuesto! Y El Guerrero del Antifaz. Y Hazañas Bélicas me ha gustado mucho. Y Pulgarcito. Yo cogí ya el final de Chicos y de Flechas y Pelayos, que eran unos muy buenos tebeos.

-Decir que a usted le gustaba Flechas y Pelayos es una incorrección política, don Francisco.

No creo. Dibujaba Blasco, que es uno de los mejores dibujantes. Otra cosas es la ideología que pudieran encerrar, que no tiene nada que ver.

-¿Y de los cómics yankis qué me dice?

Bueno, cuando llegan los grandes héroes americanos hay dos que me gustan mucho: El Hombre Enmascarado y, sobre todo, El Príncipe Valiente, que cada viñeta era una obra de arte. Además,  históricamente recoge todas las leyendas artúricas que son preciosas, y para los gallegos de una manera especial, pues somos un pueblo muy de mitos y de magias. Hoy ya no compro cómics. No me gusta el Manga. Ni tampoco me gusta la evolución que han tenido los grandes héroes de la Marvel o DC Cómics.

Fuente: http://gaceta.es/noticias/francisco-vazquez-educacion-autonomica-excluido-idea-espana-09042017-0241

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Nacionalismo y educación: Japón mira al pasado

Por Carlos Ornelas*

Hay motivos de alarma entre los educadores liberales de Japón. El resurgimiento del nacionalismo japonés, que se observa desde la década pasada, toma un aire inusitado. En su edición del 11 de abril, The Japan Times informa que el 31 de marzo el gabinete del primer ministro, Shinzo Abe, aprobó una moción que declara que el rescripto (o bula) imperial puede usarse como materia de enseñanza en las escuelas.

Esta bula contiene ciertos valores éticos que quizá sean de validez universal, como piedad filial, solidaridad entre hermanos y amistades, lealtad y diligencia en el trabajo y los estudios. El Times cita al famoso historiador Teruhisa Horio, profesor emérito de estudios de educación en la Universidad de Tokio. Él señala que el emperador Meiji emitió ese edicto en 1890, cuando Japón deseaba alcanzar al Occidente. Buscaba una columna vertebral que pudiera servir como equivalente japonés de la enseñanza moral bajo el cristianismo en Occidente.

Pero también constituyó lo que el profesor Horio denomina el “eje de la educación moral de Japón en tiempos de guerra llamada shushin (entrenamiento moral), un tema ahora obsoleto que infundió en los alumnos de la escuela primaria un sentido de nacionalismo”. De nuevo, siguiendo al autor de Educational Thought and Ideology in Modern Japan (Pensamiento e ideología educativos en el Japón moderno): “Los directores de las escuelas reunían periódicamente a los estudiantes en una asamblea y leían el rescripto”.

Los debates continúan. Mientras los miembros del gabinete defienden la reinserción de la bula imperial, intelectuales y periodistas critican el hecho. Lo ven como un paso hacia el regreso del nacionalismo (e ideología de guerra) japonés.

Cierto, dicen los críticos, en las traducciones actuales se trata de “suavizar” el contenido y ponerlo en tonos positivos. El texto, por ejemplo, exhorta a los ciudadanos a “dedicarse a la paz y seguridad de su nación”. Mientras que el original que consagró Meiji Tennō en 1890 lo expresó de manera más franca: “Ofrecerse valientemente al Estado”, en caso de una emergencia.

En 1948, la Dieta de posguerra, por unanimidad, declaró nulo el rescripto; alegó que su doctrina “socava claramente los derechos humanos básicos y pone en tela de juicio la fidelidad internacional de Japón”.

Sin embargo, los aires cambian, el Partido Liberal Japonés, el dominante desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se torna cada vez más a la derecha. La tensión que genera Corea del Norte y las diatribas con China, crean un ambiente popular proclive al patriotismo. Asunto que aprovechan quienes se consideran los sucesores de los ultranacionalistas que llevaron a Japón a invadir porciones de Asia y a la Guerra del Pacífico.

Si bien desde el comienzo del gobierno del primer ministro Abe se criticaba a la reforma educativa liberal, la Yutori Kyôiku que, entre otras cosas, eliminó el castigo corporal, disminuyó el currículo y las clases de los sábados, hoy sufre un ataque frontal de todas las fuerzas nacionalistas.

Más alarmante aún. En su edición del 15 de abril, The Japan Times reportó que el gobierno japonés decidió tolerar el uso de la autobiografía de Adolf Hitler Mein Kampf (Mi lucha) como material didáctico en las escuelas.

Esto es motivo de preocupación no sólo para los educadores progresistas y liberales del Japón. También enerva a quienes nos comprometemos con un proyecto de educación democrática y para la democracia, aquí y en el mundo.

No es que quiera ser apologista, pero puesto frente a las tendencias de derecha (camufladas de educación moral) en Japón y otras partes del mundo, el Modelo educativo para la educación obligatoria que recién presentó el gobierno de México parece un respiro de aire fresco.

                *Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana

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El ‘Mein Kampf’ vuelve al programa escolar en Japón

Japón/17 abril 2017/Fuente: RT

No es la única medida polémica introducida en el país: otro texto de carácter nacionalista volvió a las aulas poco antes que el libro de Adolf Hitler.

El Gobierno de Japón permitirá que el polémico libro de Adolf Hitler, ‘Mein Kampf’ (‘Mi lucha’), figure en la lista de material didáctico de las escuelas del país, informa ‘The Japan Times‘. La obra autobiográfica del dictador alemán está prohibida en varios países por su carácter extremista y antisemita.

La decisión fue aprobada el viernes durante una reunión del Gabinete ministerial. En respuesta a las preguntas de un legislador de la oposición, los ministros contestaron que el libro del ‘Fuhrer’ se puede utilizar de manera que «se adhiera al espíritu de la ley de educación básica«.

Sin embargo, si el libro fuera utilizado para promover la discriminación racial, los reguladores darían una respuesta estricta, añadieron los representantes de las autoridades.

En una medida similar tomada a principios de este mes, el Gobierno japonés decidió permitir la enseñanza de un edicto del siglo XIX sobre el patriotismo que, según los críticos, desempeñó un papel instrumental en la adhesión de Japón a la Segunda Guerra Mundial.

Fuente:https://actualidad.rt.com/actualidad/235979-mein-kampf-hitler-volver-programa-escolar-japon

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India: Need for nationalist narrative in education, says RSS-affiliate body Prajna Pravah

India/Marzo de 2017/Fuente: The Financial Express

RESUMEN: Más de 700 académicos, entre ellos los vicerrectores de 51 universidades, deliberaron sobre la necesidad de una «verdadera narrativa nacionalista» centrada en la perspectiva india en la educación superior durante un taller de dos días de duración organizado por un organismo filial RSS. La falta de «indigencia» en el sistema educativo del país ha sido señalada por varias comisiones y la Corte Suprema también ha pedido que se incorporen las opiniones de la India en ella, dijo J Nand Kumar, convocador nacional de Prajna Pravah que organizó el evento. Los participantes del evento, incluyendo los vicecancilleres (VCs) de 20 centrales y 31 universidades estatales, también interactuaron con la cabeza RSS Mohan Bhagwat .

The need for a “real nationalist narrative” focusing on the Indian perspective in higher education was deliberated upon by over 700 academicians, including the vice-chancellors of 51 universities, during a two-day workshop hosted by an RSS-affiliate body here. The lack of “Indianness” in the educational system of the country has been pointed out by various commissions and the Supreme Court too has called for incorporating Indian views into it, said J Nand Kumar, national convener of Prajna Pravah which hosted the event. The participants of the event, including vice-chancellors (VCs) of 20 central and 31 state universities, also interacted with RSS head Mohan Bhagwat.

“The exercise is not an alternative to the present educational system which is aping the West, but it’s a real nationalist narrative to imbibe Bharatiya perspectives in it,” Nandkumar said, quoting the RSS chief.

The participants also presented their suggestions about creating a non-governmental and autonomous academic ecosystem in education during interaction with Bhagwat.

“This ‘Gyan Sangam’ (event) is an effort to provide a platform to academicians working on Bhartiya perspectives in various academic disciplines and to work for their capacity building,” Nandkumar said.

The event was divided into three parts in which themes such as cultural onslaught on educational system, intellectual colonisation, and resurgence of nationalism in higher educational institutions were discussed by the participants.

S Gurumurthy spoke on cultural onslaught in a session chaired by Banaras Hindu University (BHU) VC Girish Chandra Tripathi.

Nandkumar said cultural onslaught on the education system is having a “poisonous” effect on the students and added that those who did not believe oneness of India were its example.

Prof. V P Nanda of Denver University presented a comparison of resurgence in nationalism in the East and the West.

The academicians also explored possibilities of imbibing Indian perspectives in subjects of art and culture, political science, management, pure sciences, journalism and mass communication, archaeology, law and economics among others.

Delhi University professor and convener of ‘Gyan Sangam’ Prakash Singh said that similar events will be held at state capitals.

He also emphasised that the initiative had nothing to do with the government and it was a move to bring about a change in the “mindset” of the people.

“When we will say something and point out shortcomings (in educational system) with evidence, it will have to be accepted,” he said, adding that this initiative was going on even before the BJP dispensation assumed office at the Centre.

The event concluded with an address by Mohan Bhagwat.

It was also attended by Indian Council of Historical Research (ICHR) chairman Sudharshan Rao and senior RSS functionaries Suresh Soni and Krishna Gopal.

Fuente: http://www.financialexpress.com/india-news/need-for-nationalist-narrative-in-education-says-rss-affiliate-body-prajna-pravah/603533/

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Entrevista con el investigador y académico Lorenzo Meyer “Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto”

Entrevista con el investigador y académico Lorenzo Meyer
“Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto”
Mario Casasús
El Clarín de Chile
En entrevista con Clarín.cl Lorenzo Meyer (1942), politólogo mexicano, denuncia la estructura del régimen de Peña Nieto y el desmantelamiento del nacionalismo: “El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente. Son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía”. El doctor Meyer reitera: “Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos”.Autor de los libros: Su Majestad Británica contra la Revolución mexicana (1991), La segunda muerte de la Revolución mexicana (1992), Liberalismo autoritario (1995), El Estado en busca del ciudadano (2005), De la euforia del cambio a la continuidad (2007), Las raíces del nacionalismo petrolero en México (2009), Nuestra tragedia persistente (2013) y Distopía mexicana (Editorial Debate, 2016), entre otros libros y antologías en coautoría.

El investigador y catedrático del Colegio de México hace una declaración de principios: “Mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos”. Desde el ámbito académico se enfrenta al poder, afirma Lorenzo Meyer: “porque lo considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias”.

MC.- Doctor, ¿cómo surgió el libro Distopía mexicana?

LM.- Este libro lo hice en dos etapas, cada semana tengo que redactar un artículo para la prensa, pero escribo todos los artículos pensando en un libro, no pienso en la coyuntura de ese día o semana, tomo los temas actuales, tal vez es muy presuntuoso o muy humilde –no sé cuál de las dos-, “escribo menos para el presente y más para el futuro”, quiero dejar un testimonio. Hace años, cuando comencé a colaborar en un periódico me costó algunos reproches del medio académico, un personaje que llegaría a ser presidente del Colegio de México me dijo: “veo muy mal que escribas en el periódico, porque la vida académica es una vida centrada y concentrada para el mundo universitario, escribir para un público mayor es degradante”; como no le hago mucho caso a las autoridades –ni a las de mi institución, por eso nunca me dejaron llegar a puestos directivos-, seguí colaborando en un periódico, en la radio y la televisión pública, en mis primeros años tenía el respaldo de Cossío Villegas que escribía en Excélsior.

MC.- ¿Reescribió los artículos del periódico “Reforma” para Distopía mexicana?

LM.- En este libro no encontrarán los artículos, me sirven como materia prima para rehacerlos y comprimirlos, a veces una página de mis libros lleva algo de 2 o 3 artículos, la mayor parte del material periodístico está desechado, espero que alguien, algún día, lea mi reflexión sobre la vida política y cotidiana de nuestro país. En “Distopía mexicana” están los últimos 5 años: el final del gobierno de Felipe Calderón y la primera mitad del gobierno de Peña Nieto, voy viendo la evolución -o involución- y reflexiono, en parte yéndome a la historia del fenómeno –aportando el contexto histórico-, en parte recurro a la teoría política, voy tratando de escribir para un público mayor, exactamente lo contrario que me reprochó el que sería presidente del Colegio de México. Mario, no crea que fue fácil escribir de manera sencilla, porque en la vida académica –sobre todo cuando yo empecé- premiaban lo confuso, entre más confuso y obtuso solían decir: “este doctor debe ser un genio, porque no le entendí nada, debe ser brillante, alcanza alturas insospechadas”. Se pueden escribir cosas profundas de manera sencilla, no hay que dar muchas vueltas ni usar conceptos de los iniciados en ciencias políticas, se puede decir lo mismo de una manera más simple.

MC.- ¿La Distopía corresponde a la decepción de los sexenios de Calderón y Peña Nieto, o tiene que ver con el estado de ánimo al perder las utopías?

LM.- Tiene que ver con una decisión, por lo menos con la palabra “distopía”, de enfrentarme a un poder que considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias -coincido con la observación de Cossío Villegas publicada en 1947, aunque él fue injusto con Lázaro Cárdenas-, escribo desde la única opción que me queda, pude inscribirme a un partido político y tener una participación en la administración pública, pero considero a los partidos políticos parte fundamental del problema, por otro lado, creo que en un punto chocan ser académico y militar en un partido, porque un partido político exige lealtades, tienen objetivos y uno tendría que ajustarse a esos objetivos, el académico de las ciencias sociales tiene que ser crítico de la situación en su entorno. Los académicos que militan en un partido político pierden independencia; para bien o mal en mis libros está mi juicio, pero es mío, no le estoy haciendo la corte a nadie, ni le estoy prestando servicio a los gobernantes, mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos.

MC.- Después de investigar los sexenios de Felipe Calderón y Peña Nieto, ¿podríamos hablar de un patrón de conducta gubernamental o comparten pocos puntos similares?

LM.- El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente -es lo menos importante porque la naturaleza nos da las neuronas, si el presidente y los secretarios de Estado tienen un número limitado de neuronas no sería tan grave, si fueran honestos, si tuvieran un compromiso social, la inteligencia no sería tan importante-, pero son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía, ¿todos los presidentes han sido corruptos?, yo salvaría a Lázaro Cárdenas, algunos secretarios de Estado se han comprometido con un proyecto nacionalista, también hay muchos servidores públicos honrados.

MC.- Pienso en un par de embajadores admirables: Gonzalo Martínez Corbalá y Gilberto Bosques…

LM.- De acuerdo, el problema está en la cúpula.

MC.- El libro comienza con el capítulo dedicado a la relación México-Estados Unidos, ¿es un orden aleatorio o era una propuesta profética ante el triunfo de Trump?

LM.- No es aleatorio, pero tampoco lo pensé así, no me sorprende el triunfo de Trump. Mi primera investigación fue sobre el petróleo y la expresión positiva del nacionalismo mexicano; el nacionalismo mexicano es defensivo, no es el nacionalismo alemán de la década de 1930, tampoco es el ofensivo nacionalismo norteamericano. Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos; el embajador francés Alain Rouquié publicó el libro: México, un país de la América del norte (2014), su tesis era muy sencilla: “México decidió cortar con su historia como país latinoamericano y apostó por su geografía”. La geografía no es destino, si fuera destino Cuba sería una islita en medio de la nada, pero lograron su independencia y tuvo un costo enorme impuesto por el embargo de Estados Unidos. Según Rouquié: “México apostó por lo que era natural”, no era natural, porque desde Estados Unidos nos dicen: “fíjense en el espejo, ustedes son morenos, no saben inglés, no pertenecen al norte, nos desagradan y vamos a construir una muralla en la frontera”. ¿Quién demonios pensó que realmente nos dejarían ser parte de Norteamérica?, el gobierno de México desmanteló lo poquito que construyó la revolución: el nacionalismo defensivo y la autonomía relativa.

MC.- Entre los problemas domésticos, ¿cuál le preocupa más?, ¿la violencia del narco o la corrupción?

LM.- La corrupción, porque la violencia es resultado de la corrupción. La corrupción propicia la violencia, la corrupción es una manera de decirle a las instituciones que son débiles, que no tenemos una estructura a la altura del siglo XXI, por eso me preocupa la corrupción, porque nos detiene en la construcción del Estado de derecho, donde la ley se cumpla, la ley en México puede ser injusta, además de ser injusta la ley no se cumple. Domésticamente me preocupa la corrupción porque afecta la estructura extremadamente injusta y desigual de México.

MC.- ¿Cuál sería su reflexión sobre los efectos de la violencia del narco en México?

LM.- Por un lado tienes al SAT (Servicio de Administración Tributaria) intentando recaudar los impuestos y del otro lado está la eficacia del narco que cobra derecho de piso a los pequeños comercios y a las escuelas, el crimen organizado te hace su víctima para extorsionar, o te conviertes en el enemigo para exterminar, o mueres como daño colateral de una balacera.

MC.- El libro termina con el capítulo: “Los medios”, analiza la libertad de expresión, el despido de Carmen Aristegui y el legado de Julio Scherer. ¿Cómo podrán debatir los académicos, los periodistas y los lectores ante la censura del gobierno?

LM.- Una sociedad sana requiere que los medios sean libres, autónomos y plurales. Incluí el caso de Carmen Aristegui porque la conocí, colaboré en su programa durante años, muchas veces le dije: “Bueno Carmen, ¿hasta cuándo te van a dejar frente a los micrófonos?”, ella se reía de mi broma, pero en W Radio le ofrecieron permanecer en el programa con la condición de que la XEW (filial radiofónica de Televisa) pondría el contenido editorial, Carmen se fue y le costó mucho trabajo conseguir trabajo hasta que MVS Radio la contrató, porque ellos querían tener a una periodista de peso para negociar con el gobierno, Carmen y MVS firmaron un código de ética donde ella era libre, pero un día Felipe Calderón se ofendió con la pregunta sobre sus problemas de alcoholismo, la despidieron momentáneamente, MVS reinstaló a Carmen porque las negociaciones con Calderón no funcionaron y luego llegó la gran investigación de la “Casa Blanca” de Peña Nieto y Angélica Rivera, el resto es historia. Carmen presentó una demanda ante la Suprema Corte de Justicia para que se pronuncien si tiene sentido que los medios privados al usar un bien público deben respetar la libertad de expresión, la Corte hizo como que la virgen le habla, fallaron las instituciones, sus instituciones están podridas, la parte sana de México se estrella contra las instituciones podridas, el caso Carmen es emblemático y lo conocí de primera mano.

MC.- Finalmente, ¿qué opciones tiene la ciudadanía si la podredumbre del gobierno es irreversible?

LM.- ¿Qué hacemos contra las instituciones?, no estamos en un caso extremo, no vivimos en el régimen nazi, tampoco en la dictadura de Stalin. ¿Qué hacemos?, en nuestro pequeño espacio y mientras se pueda: cumplir con mi responsabilidad individual. Pero, qué hace alguien que no tiene una historia de ciudadanía, en un sistema que compra el voto y que usa la pobreza para ganar las elecciones que son espurias, pero son formalmente son legales, los acarreados y militantes van a votar y se benefician con alguna cosa material y el sistema se perpetúa, ¿qué hacemos?, hay una parte de la sociedad que reacciona ante la compra del voto porque puede, pero no podemos culpar enteramente a la otra parte porque son pobres y no se les dio la educación necesaria para entender cómo están metidos en el círculo infernal, donde ellos perpetuarán su pobreza mientras sigan votando de esa manera clientelar, el PRI tiene las estructuras clientelares para mover a sus bases y comprar las elecciones. ¿Qué hacer?, individualmente tenemos que reaccionar en contra del sistema, lo que no es garantía de que colectivamente podamos echar al PRI, se hizo un esfuerzo en la elección del año 2000, pero el personaje y el equipo que llegaron a dirigir al país no estuvieron a la altura, ni en broma, y se dejaron tragar por esas estructuras y se convirtieron en lo mismo que antes habían criticado. Espero sin mucha ilusión la elección del 2018, en fin, tenemos que ver entre la oferta que viene para 2018 quién da la posibilidad real de enfrentarse a una estructura y sus intereses creados.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221555

Imagen: http://www.estrategiamagazine.com/marketing/educacion-superior-en-marketing-en-mexico/

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