Colombia: Son muchos los motivos para iniciar las protestas de este año

América del Sur/ Cololombia/ 21.01.2020/ Fuente: www.cronicadelquindio.com.

“La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”: Malcolm X.

Iniciándose el ciclo escolar de 2020 vuelven a anunciarse las marchas como la del 21 de enero, en las que los estudiantes y profesores de educación básica y las universidades van a tener protagonismo, como en las de 2018 y 2019. La ciudadanía debe tener claro los motivos de la protesta y sumarse a las manifestaciones.

Lo que pasa en Colombia genera indignación en amplios sectores sociales. ¿Acaso no amerita rechazo el asesinato de líderes sociales, defensores de derechos humanos y dirigentes sindicales? La corrupción en las instituciones del Estado es alarmante. La educación, por mucho que manejen cifras engañosas, sigue muy mal y la inversión en investigación es deprimente. 

Sumemos a lo anterior el problema de la desigualdad social, las pretensiones de privatizar a Ecopetrol, el colapso de la atención a la salud, el desempleo, el cambio climático, las chuzadas de hoy – como ayer lo hizo el DAS-, la pauperización del campo y el abandono de la producción agropecuaria, etc.  Colombia urge de cambios de verdad porque los problemas seguirán exacerbando a vastos sectores de la población.

La educación de calidad es parte de la solución

Como varios de los puntos citados están correlacionados con la educación, me limitaré a este tema, porque la formación académica —de calidad— de la niñez, la adolescencia y la juventud, es la fórmula mágica que dará solución a muchos de los problemas citados. Así lo dicen muchos estudios, hasta de premios Nobel. 

Que la educación es clave para que una sociedad conviva en armonía y que exige recursos económicos se puede expresar con dos frases: “Si usted cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”, afirmó Derek C. Bok, quien fue rector de la universidad de Harvard desde 1971 hasta 1991. Asimismo, el escritor francés Víctor Hugo (1802-1885) manifestó que “cada vez que se abre una escuela se cierra una cárcel”.

Así que, la educación como necesidad social debe ser pública, de calidad y gratuita. Este último aspecto está contemplado en el artículo 67 de nuestra Constitución: “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social ‘con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, y a los demás bienes y valores de la cultura (…)”.

Si usted cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”

Si la educación es gratuita y obligatoria, ¿por qué hay tanto niño y adolescente en las calles y en el campo con dificultad para terminar la primaria? ¿Por qué abundan las instituciones privadas y en algunas de ellas la matrícula es costosa y estar allí un año es más caro que el semestre de una universidad privada? Retomando al paro nacional y a una de sus exigencias: educación sin costos, por qué no se preguntan: ¿Qué tan ‘saludable’ será la educación gratuita a nivel universitario? 

Como sé que lo que voy a escribir no les gusta a muchos, me arriesgo a formular que la educación superior de carácter oficial no puede plantearse que sea gratuita para todos quienes ingresen. Planteo que la universidad será ‘regalada’ para quienes económicamente no puedan acceder a ella. Además, si necesita el apoyo de su alimentación, transporte, hospedaje, vestido, textos escolares, que todo sea asumido por el sistema educativo.

Obvio que tendrá derecho a ese respaldo si se dan dos condiciones:

  1. El estudio de su situación económica lo amerita.
  2. Ha mostrado calidad académica en la primaria y bachillerato, así como durante el desarrollo del pregrado. Y para que se entere de que las cosas cuestan, hará algunas tareas en el claustro académico. Estará prohibido el ‘rebusque’ y en vacaciones sí podrá hacer actividades que le permitan unos ingresos.

El resto de los admitidos deberá pagar de acuerdo con las condiciones económicas de la familia. Así está actualmente, pero hay estudiantes que pagan la matrícula mínima, y entiendo que es la mayoría, pero a algunos les es difícil, o cubren muy poco de acuerdo con lo que podrían costear. Un sistema de matrículas así planteado, exige mucho compromiso con la universidad pública, por parte de la familia, e infortunadamente, mucha vigilancia para evitar fraudes. 

Protesta sí, pero estudio también

También hay que señalar que, bajo estas condiciones, la universidad pública gratuita solo saldría beneficiando a estudiantes con recursos medios y altos, quienes vienen de instituciones privadas, algunos con mejor preparación que aquellos que proceden de instituciones oficiales. Ellos ingresan con más facilidad y terminan el pregrado, que quienes llegan de instituciones oficiales. 

Finalmente, los establecimientos de educación básica y las universidades deberían estar abiertas, pues el conocimiento y el derecho a asimilarlo, no se deben castigar, pero igualmente, la protesta no puede detenerse en un país tan mal administrado y donde la corrupción está calculada en unos 50 billones de pesos el año, según un informe de la Contraloría General de la Nación del 2018. Impedir ese atraco a las necesidades de la población, son “algunas de las cosas que podría hacer el Esmad”, si de verdad están para defender la sociedad, como alegremente lo dice el gobierno.  

Fuente de la noticia: https://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-son-muchos-los-motivos-para-iniciar-las-protestas-de-este-ano-nota-135978

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