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Henry Giroux: “El virus ha puesto en evidencia la quiebra del proyecto ideológico del neoliberalismo”

Por Diario de la Educación

Contactamos con Henry Giroux mientras se encuentra confinado en su casa de Hamilton (Ontario) corrigiendo exámenes de sus alumnos de la Universidad de McMaster. El coronavirus llegó a Canadá a finales de enero, casi un mes antes que a España, pero la situación parece más tranquila, con una cifra de contagiados y muertos mucho más baja en términos absolutos y relativos. Para este intelectual, referente mundial de la pedagogía crítica, el coronavirus solo está poniendo en evidencia la destrucción que ha traído el virus del neoliberalismo desde la época de Reagan y Thatcher y, por eso, sostiene, cuando todo esto acabe habrá que plantear una auténtica reestructuración, que no reforma, del sistema capitalista.

¿Cómo está llevando esta situación?

Al igual que muchas personas, estoy tratando de cumplir con las reglas que evitarían la propagación del virus y al mismo tiempo tratando de comprender el contexto político más amplio en el que se desencadenó el virus.

¿Qué lecciones deberíamos extraer como sociedad de esta pandemia?

La primera lección es que un sistema político social construido en la codicia, las ganancias, la mercantilización y la privatización de todo no puede abordar una crisis de esta magnitud. Además, durante los últimos cuarenta años, el neoliberalismo global ha minado y debilitado a esas instituciones, como la sanidad pública, que son cruciales para afrontar una crisis de este calibre. Es crucial entender que no solo estamos lidiando con una crisis sanitaria, sino también con una crisis política e ideológica. El virus del neoliberalismo, con su racismo, sus noticias falsas, sus políticas de austeridad y su desigualdad masiva en riqueza y poder, junto con la destrucción del estado de bienestar, es una fuerza letal muy poderosa que ataca a la sociedad. La destrucción que ha impuesto no solo en la sociedad sino también en el ecosistema producirá muchas más pandemias si no se combate y se destruye.

Algunas personas ven esta crisis como una cura de humildad de la que debe surgir una sociedad más solidaria con un mayor espíritu comunitario. Pero otras voces intuyen que quien saldrá reforzado será el autoritarismo, puesto que, por ejemplo, por razones sanitarias vamos a aceptar estar geolocalizados. ¿Cómo lo ve usted?

Ciertamente, una crisis de esta magnitud arroja luz sobre esas fuerzas ocultas que la misma crisis ha intensificado, como la expansión de los poderes policiales, el hecho de culpabilizar del virus a los inmigrantes, el cierre de fronteras y, como hemos visto en Hungría, las amplias restricciones de las libertades democráticas. Todas estas fuerzas nos transmiten la posibilidad de que, cuando la crisis retroceda, habrá una avalancha de gobiernos autoritarios que asumirán más poder, al convertir en permanentes muchas de las actuales restricciones. En otras palabras, el estado de alarma ya no será, en palabras de Giorgio Agamben, un estado de excepción. En algunos casos, se intensificará lo que he llamado fascismo neoliberal, una combinación de crueldad basada en el mercado y las formas explosivas de racismo y limpieza racial. Pero, por otro lado, una crisis también puede servir para airear la corrupción y los poderes fácticos opresores, y para abrir la posibilidad de abogar por cambios radicales como una renta básica universal, la creación de un sistema de atención médica gratuita de calidad, una guerra contra los movimientos acientíficos, y una renovada preocupación por la justicia ambiental. Con suerte, se evidenciará la barbarie y las patologías que hoy en día definen a muchas sociedades y se impondrá un nuevo lenguaje y un sentido de responsabilidad y solidaridad colectiva. Me temo que, cuando la pandemia retroceda, la elección que tendremos que tomar en muchos países será entre el totalitarismo, en sus formas suaves y fuertes, o el empoderamiento ciudadano y un llamamiento radical a la solidaridad global.

¿Se fortalecerán aún más los pilares básicos del estado de bienestar, como los sistemas de salud y educación pública?

Será muy difícil volver a esas políticas de austeridad que debilitaron los pilares del estado de bienestar, como la salud pública, aunque creo que otros bienes públicos como la educación, si no hay una transformación radical alejada del capitalismo, seguirán como están o, incluso, involucionarán hacia una mayor represión. Algunas reformas esenciales no suponen un peligro para la derecha, porque no socavan el estado neoliberal. Otras no serán toleradas.

A ver si lo entiendo, ¿fortalecer la sanidad pública no es una amenaza para el estado neoliberal pero fortalecer la educación pública sí que lo es? Me cuesta mucho imaginar una política presupuestaria expansiva en sanidad y regresiva en educación.

Lo que digo es que el hechizo de la era Reagan-Thatcher se ha roto. Este sistema aísla a las personas, desprecia cualquier forma viable de solidaridad, promueve un individualismo rabioso y una forma de competencia similar a una jaula y, al hacerlo, produce grandes niveles de pobreza, destrucción ambiental, inseguridad, sufrimiento y precariedad. El Estado tendrá que reinventarse al servicio de la atención, la justicia y la compasión, y eso solo sucederá si las personas pueden imaginar una forma de vida diferente, una forma diferente de organizar la sociedad. Pero recordemos que esta lucha por una sociedad más justa surgirá de una catástrofe y de sus inimaginables consecuencias. No hay garantías sobre lo que surgirá. Se ampliarán algunas instituciones, como la salud pública, se debatirán algunas políticas, como el salario universal, y se repensará la educación en función de su propósito y de cómo se organizará. Y, desde mi punto de vista, de todas las políticas que serán objeto de debate, la educación será la más volátil, porque no trata únicamente de proporcionar beneficios importantes, como preparar a los jóvenes para el trabajo, sino también de la formación de valores, deseos, voluntades e identidades. La educación se volverá más virtual y se moverá en gran medida en línea. Este será un territorio inexplorado y corre el riesgo de desautorizar aún más a los claustros, debilitar sus filas y convertir la educación en simplemente un sistema de entrega definido en términos completamente técnicos e instrumentales. El legado de la reforma educativa bajo el neoliberalismo ha sido terrible, nos ha dejado la estandarización, las pruebas y otras formas represivas de pedagogía. Por lo tanto, ese legado volverá para vengarse, por lo que habrá que luchar para repensar el significado y el propósito de la educación en términos críticos, cívicos y emancipatorios.

Los niños y adolescentes van a pasarse al menos dos meses sin abandonar sus hogares o ver a sus compañeros; pero hay personas que advierten de que, si bien esta situación es soportable para los niños de las clases altas y medias, tiene que ser muy insoportable para aquellos que viven en condiciones más precarias. ¿Cómo tendremos que enfrentar el retorno a la ‘normalidad’ en estos casos? ¿Están teniendo este mismo debate en Estados Unidos?

Este debate es importante, porque el virus afecta más agresivamente a aquellas poblaciones consideradas prescindibles, que eran invisibles en el pasado. Y eso ya no es cierto, porque su presencia está relacionada con la posible propagación del virus, que puede infectar a cualquier persona y, por lo tanto, no pueden ser ignoradas. Lo que debe recordarse es que la cuestión sobre quién muere y quién vive es un tema político nuclear que nos define como sociedad. Esto es particularmente así para niños y ancianos. Y lo que está claro es que la mayoría de las sociedades capitalistas ni están proporcionando un futuro a sus jóvenes ni están protegiendo a sus personas mayores, o a sus personas con discapacidad, especialmente aquellas que viven en residencias o que son pobres. El coronavirus no afecta a todas las personas indiscriminadamente. En realidad, los pobres, los ancianos y las personas de color soportan la carga de los efectos de este virus como ningún otro grupo, especialmente en Estados Unidos. Este es un tema político. Estos niños que pertenecen a las llamadas poblaciones excedentarias tienen que ser amparados por los poderes públicos; de lo contrario, existe la posibilidad de infecciones masivas y también de protestas masivas contra la crueldad y exclusiones del sistema.

Pero estamos viendo cómo caen enfermas personas ricas y famosas. Por ejemplo, Boris Johnson, que ha tenido que pasar por la UCI de un hospital público. Eso debería ayudarle a valorar la sanidad pública…

El hecho de que los ricos y famosos contraigan el virus no significa que este no afecte a diferentes poblaciones de maneras muy desiguales. En Estados Unidos, el número de negros pobres que lo contraen y mueren a causa del virus es muy desproporcionado con respecto a su peso relativo en la población. Muchas personas no pueden autoaislarse porque son pobres, sin hogar y viven en condiciones miserables y abarrotadas. El virus se está propagando rápidamente entre los internos de las cárceles, que en su mayoría son personas pobres de piel negra y marrón. En la ciudad de Nueva York, los pobres contraen el virus y mueren en tasas desproporcionadas. Estas poblaciones carecen de atención médica adecuada y sufren incidencias desproporcionadas de presión arterial alta, diabetes, estrés, aislamiento y falta de acceso a una educación de calidad. Es importante tener en cuenta que muchas comunidades negras y marrones viven en áreas desatendidas y contaminadas y son mucho más vulnerables ante el virus. Este es un tema político y económico vinculado a políticas de racismo, pobreza y desigualdades masivas en riqueza y poder. El virus puede infectar a cualquier persona, pero algunas están más protegidas que otras y tienen acceso a redes de seguridad social, atención médica de calidad, medicamentos y otras salvaguardas, y eso no es simplemente un problema médico sino un problema político e ideológico.

Como John Gray ha señalado, el virus ha expuesto algunas de las debilidades fatales del capitalismo al tiempo que deja en evidencia la situación de quiebra en la que se encuentra el proyecto intelectual e ideológico del neoliberalismo, pero una cosa es arrancar la ropa del emperador y otra reestructurar el sistema, en lugar de simplemente reformarlo. Piense en la respuesta de Trump a la pandemia, que equivale a un rescate empresarial y políticas que sugieren que está más interesado en la economía que en la vida humana. La sensación de ansiedad y fragilidad que experimenta la gente no ofrece garantías políticas, pero abre nuevas posibilidades para una visión y un mundo alternativos. El estado tendrá que ser repensado, tendrá que renacer en cuanto a sus funciones protectoras y en el centro de este reto está la creación de un sistema educativo que pueda educar a una generación de jóvenes para asumir ese desafío. Esa será la gran lucha del siglo XXI.

¿Le preocupan las consecuencias económicas de esta crisis? En España, el primer impacto, en cuanto a personas que han perdido sus empleos, es peor que en 2008.

La gran cantidad de personas que cada vez más pierden sus empleos o trabajan en condiciones extremadamente peligrosas pone de manifiesto la naturaleza tóxica de la relación capital-trabajo. En primer lugar, en Estados Unidos el consumismo impulsa el 70% de la economía. Acabe con él y la economía entrará en colapso. En segundo lugar, este tipo de desempleo crea una crisis ideológica y política que revela como en el seno del capitalismo neoliberal coexisten una crisis de legitimación y una crisis de conciencia. Esta situación es explosiva, las personas no morirán de hambre si pueden luchar y combatir contra un sistema que no ha logrado satisfacer sus necesidades humanas más básicas.

Se ha referido varias veces a la renta básica universal. Entiendo que una medida de este estilo la consideraría en la dirección correcta…

Absolutamente, es esencial. Pero es solo un paso en la reestructuración de sociedades que se preocupan poco por las necesidades humanas y priorizan la acumulación de capital por encima de todo lo demás. La clave para entender esta crisis es que debemos repensar el hecho de que el capitalismo y la democracia no son lo mismo, y ya es hora de que un nuevo lenguaje, visión y movimiento de masas den sentido a un futuro en el que la justicia, la igualdad y la libertad se unan en la forma de una sociedad socialista democrática, una que vaya más allá de las fronteras para abrazar un nuevo reinado de democracia global.

No sé si hay algo que quisiera añadir.

Mis mejores deseos de que ustedes se mantengan a salvo, vigilantes y valientes.

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Video Henry Giroux: «Toda educación es una lucha para elegir qué tipo de futuro queremos para los jóvenes»

Una entrevista al fundador de la pedagogía crítica Henry Giroux sobre el sentido de la educación, la sospecha ante la neutralidad, la ideología neoliberal y el hecho de que la incertidumbre actual puede ser un motor para repensar y generar nuevas posibilidades.

Fuente:https://www.cccb.org/es/multimedia/videos/henry-giroux-toda-educacion-es-una-lucha-para-elegir-que-tipo-de-futuro-queremos-para-los-jovenes/231870

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La crisis del Reformismo Educativo

México / 13 de enero de 2019 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

La semana pasada comenté en este mismo espacio que “se observa un proceso de transición generacional en la orientación y el rumbo de las políticas públicas educativas en México, y que esto se da a través de un movimiento que va del “Reformismo Conservador” (registrado durante el periodo 2000-2018) al “Reformismo Progresista (Moderado)”, que inicia en estas fechas: 2018-2019…” Así mismo, afirmé que “…Si en verdad se concreta un cambio de régimen político, “de raíz”, entonces estas etiquetas cobrarán sentido…”, sobre todo si eso que se proyecta en la retórica política, llega a las aulas. (ver: “Educación: Del Reformismo Conservador al Reformismo Progresista”, SDP Noticias3 de enero, 2019).

Al hacer la caracterización esquemática del discurso del Reformismo Conservador en la Educación, dije que “…Dos ingredientes adicionales (y no menos interesantes), que se han sumado a la tendencia ideológica del “Reformismo Conservador” en la educación pública durante las últimas tres décadas (en México y en el mundo), tienen que ver con la apropiación de modelos gerencialistas en la gestión educativa y, más específicamente, en la gestión de los conocimientos y los aprendizajes, por una parte. Y la implantación de esquemas evaluadores y de búsqueda de la “calidad”, por otra.”; y que ello se ha introducido en el discurso (y en las prácticas educativas) no para romper con ningún paradigma, sino a efecto de mantener el estado social de cosas. Sin embargo, las fronteras aún siguen sin percibirse claramente, al menos en el terreno de las ideas. Me explico: En uno y otro caso (tanto para el Reformismo Conservador como para el Reformismo Progresista, moderado), existen conceptos comunes o compartidos (aunque con intenciones diferentes), que ponen en evidencia contradicciones o inconsistencias discursivas; es decir, aparece aquí una suerte de agotamiento de los contenidos y de los argumentos mismos que se esgrimen para defender dichos contenidos a favor de una u otra posición “reformista”. ¿Cuáles son los contenidos específicos que utilizan los ideólogos en el poder para definir el concepto de “calidad” de la educación? Si la “calidad” de la educación no se cumple con la cobertura (que significa “lograr que los niños, las niñas y los jóvenes cuenten con escuela”) entonces ¿la “calidad” de la educación se reduce al logro de los “aprendizajes escolares” duros o claves (en Matemáticas y Comprensión de Lectura)? ¿Qué hay detrás del concepto de “equidad” educativa”? ¿La “calidad”, la “mejora continua” o la “excelencia” de la educación, son conceptos ideológicamente neutrales?

 

En un artículo publicado en el año 2000, la investigadora española Ma. del Mar Rodríguez Romero advirtió acerca de la crisis que se asomaba, desde entonces, en la estructura interna de los discursos sobre las “representaciones del cambio educativo” (1), cuyo concepto central (el “cambio”) se ubicaba como la idea justificadora de las iniciativas “reformistas”. En su oportunidad, Rodríguez Romero revisa “los límites conceptuales que las metáforas dominantes del cambio educativo nos imponen y su íntima vinculación con las representaciones del cambio educativo…” Específicamente ella analiza “…dos representaciones predominantes. Una representación (que) captura el cambio educativo en movimiento y se sirve de nociones como ciclos, olas, tendencias y rupturas. Y otra (que) expresa la relación entre estabilidad y cambio, y pone de manifiesto su naturaleza paradójica, declarando su compromiso con la transformación, pero sin traspasar las fronteras del status quo.”

Para decirlo en palabras coloquiales, ambas expresiones del reformismo educativo no buscan “romper paradigmas”, sino producir cambios “graduales”, en el sentido de que no luchan por desmantelar las estructuras económicas, culturales y políticas, sino, en todo caso, su transformación gradual. Sólo que una expresión piensa a la Reforma Educativa en términos del cambio en “movimiento” (que incluye, no obstante, la posibilidad de la ruptura), mientras que la otra visualiza a la Reforma Educativa como un proceso que alterna periodos de “estabilidad y cambio”.

En este cuadro de crisis en torno a las representaciones o idealizaciones de la Reforma y del “cambio educativo”, la noción de “innovaciones educativas y pedagógicas” juega también un papel protagónico. Al respecto, Rodríguez Romero afirma lo siguiente: “La gramática de la innovación ha impedido analizar el problema del poder y de la reproducción de las relaciones que produce. Las relaciones sociales en la escuela se han planteado como independientes de los procesos políticos, culturales y sociales, y se ha adoptado una posición neutral acerca de los propósitos del sistema educativo que ha enmascarado los valores y las consecuencias relacionadas con la educación como institución social (Popkewitz, 1988)… El análisis del poder está resultando ser muy productivo cuando se relaciona con el conocimiento. La relación entre conocimiento y poder pone de manifiesto cómo la reforma es parte de un esfuerzo más amplio por definir las escuelas como lugares donde se organiza una manera específica de identidad, de valor y de posibilidad a través de la interacción entre profesorado, estudiantes y textos (Popkewitz, 1994b).” (2)

 

En su análisis sobre los discursos de las Reformas Educativas en Europa, Estados Unidos y Canadá, Rodríguez Romero dice con razón que “Una representación (del cambio educativo) captura las diversas formas que adoptan las innovaciones en movimiento. Esta representación está muy relacionada con la percepción de la repetición del cambio educativo (el enfoque “recurrente”). Otra representación muestra las relaciones entre la estabilidad y el cambio, y se conecta con la percepción de la vulnerabilidad de las reformas en las instituciones educativas.” Esta última versión sostiene que las grandes reformas educativas son tan “vulnerables” que tienden a fracasar irremediablemente, debido a los dispositivos conservadores y de resistencia al cambio característicos de las sociedades contemporáneas. Y en el caso mexicano, conviene revisar también las estructuras sociales resistentes al cambio, como los sectores empresariales, las iglesias, los sindicatos oficialistas, ciertos medios de comunicación y las asociaciones cupulares de “padres de familia”, entre otros.

 

“La representación del cambio educativo en movimiento está ligada a la percepción de la recurrencia del cambio educativo y se sirve de un tipo de metáforas y categorías conceptuales que capturan las diversas formas que adoptan las innovaciones en la escuela cuando se les contempla como fenómenos en movimiento y prevalece su carácter fluido y dinámico. Son útiles para plasmar la combinación y la sucesión de los acontecimientos, sus pausas y aceleraciones. Para captar este tipo de cualidades asociadas al cambio educativo en movimiento, se han aplicado nociones como ciclos, olas, tendencias y, más recientemente, rupturas.”… “Si se ponen en relación los ciclos (del cambio educativo) con la historia social e institucional de la escolarización, se observa que, con frecuencia, la educación se ha visto obligada a lidiar con propósitos contradictorios como: socializar en la obediencia o en el pensamiento crítico, enseñar conocimiento académico o destrezas prácticas, cooperación o competitividad, destrezas básicas o creatividad y pensamiento de alto nivel, centrarse en la base académica o permitir elección de contenidos (Tyack y Cuban, 1995).” (3)

¿Cuándo aparece la crisis del Reformismo Educativo? “…cuando (los autores) señalan que tanto en gobiernos conservadores como demócratas hay más coincidencia en el programa de educación que en otros sectores de toma de decisiones políticas… Por ejemplo, los demócratas también abogan por la elevación del nivel y la elección de centro – prácticas de cambio localizadas en la comunidad discursiva de la excelencia (Rodríguez Romero, 1998) -. En España, los pilares para proponer medidas similares comenzaron a imponerse con los últimos gobiernos socialistas, por ejemplo, con sus actuaciones en materia de evaluación y dirección de centros. Por su parte, en el Reino Unido, el gobierno del neolaborista de Tony Blair no sólo está manteniendo estrategias ideadas por los conservadores, como la participación de inspectores procedentes del mundo empresarial en la supervisión de las instituciones educativas, sino que, al intentar ubicar ideológicamente su política educativa, no parece haber duda respecto al predominio de tácticas que abundan en formas neoliberales de abordar los asuntos educativos… Algunos estudios comparativos de las últimas reformas educativas en varios países del mundo anglosajón muestran la tendencia compartida hacia el desmantelamiento de las burocracias centralizadas y su sustitución por propuestas escolares con una fuerte presencia de la elección de escuela por las familias y la competencia entre diversos tipos de escuelas para seducirlas. Dichas reformas han sido y están siendo promovidas y sostenidas tanto por gobiernos conservadores como socialdemócratas y socialistas y, aunque hay claras diferencias entre los países, puede apreciarse de modo general que, a pesar de la retórica, están contribuyendo a incrementar la desigualdad entre las escuelas. Con estos datos, parece difícil clasificar las recientes políticas educativas como ideológicamente consistentes y cobra sentido considerar la debilidad de ciertas propuestas de cambio para promover las intenciones que retóricamente declaran, debido a la forzada invisibilidad o silenciamiento de algunos aspectos que pasan desapercibidos, pero que son los responsables del reforzamiento de tendencias previas que, en líneas generales, favorecen a los mejor situados (económica y culturalmente) en la sociedad.”

 

Rodríguez Romero afirma que “Las reformas contribuyen a reforzar determinados modos de vida en las instituciones educativas; en cuyo contexto las subjetividades son moldeadas y las necesidades son construidas y legitimadas. Esto explicaría la persistencia del status quo y de la contribución de las reformas a su mantenimiento, porque los modelos de cambio se pliegan a los temas precisados en el proceso político, siguiendo las prioridades que establecen ciertos sectores institucionales con capacidad para definir los asuntos relacionados con la mejora de la sociedad (Popkewitz, 1988). Los esfuerzos de reforma incorporan modos de representación y estilos de razonamiento que no solamente nos informan sobre la escuela, los docentes y la formación del profesorado, sino que, además, construyen su significado a través de las distinciones que ordenan y definen los objetos de la propia escuela; regulan qué tipo de discurso educativo es posible, quiénes pueden considerarse interlocutores serios y autorizados, y cómo han de construirse el deseo, las aspiraciones y la cognición (Popkewitz, 1994b).”

 

Así finaliza su reflexión la investigadora española: “Este breve examen de las representaciones del cambio educativo pone de manifiesto que las dinámicas de innovación tienen una cualidad densa que es difícil capturar. Las percepciones y las imágenes del cambio son usadas por diferentes grupos sociales para tratar de hacer comprensibles las innovaciones según sus propios términos y legitimar formas específicas de avance social. Es necesario aplicar la cautela y la reflexión en el uso y propagación de imágenes y percepciones del cambio educativo. Como puede advertirse, tras el análisis realizado tanto la percepción de recurrencia como la de vulnerabilidad, tienen una clara base sociopolítica y proyectan formas de entender y actuar en educación que revelan los límites y las posibilidades entre las que se ha ido configurado el saber sobre el cambio educativo y los anhelos y frustraciones de las personas que lo han imaginado y desplegado. La sensación de repetición es fruto del conflicto de valores entre grupos sociales y políticos en litigio y, para desenmascararla, conviene situar las propuestas de cambio en el contexto particular en el que aparentemente resurgen y relacionarlas con líneas de desarrollo institucional más persistentes. La noción de ruptura nos habla del desenvolvimiento desigual y, a la vez, interrelacionado de las transformaciones y constituye una llamada de atención muy fértil respecto de la creación de imágenes del cambio educativo que reten la inevitabilidad que subyace en la persistencia hegemónica de la imagen del cambio educativo como ciclos. Con respecto a la vulnerabilidad de los esfuerzos de mejora, parece que resulta ser más “intencional” de lo que cabría suponer, porque está ligada a la estabilidad de la propia sociedad y al mantenimiento de las relaciones de poder.”

 

Dejo hasta aquí esta serie de reflexiones, que tienen la intención de argumentar porque la presente administración federal en México (2018-2024), en materia de educación, no podrá llevar a cabo fácilmente las transformaciones -retóricamente anunciadas hace unos días- en el sistema educativo nacional (ni estatales), en términos de “equidad” y “calidad” (o “excelencia”), puesto que éstos se encuentran, como todo el “Reformismo Educativo”, en plena crisis.

 

(1) Rodríguez R., M. (2000). Las representaciones del cambio educativo. Revista Electrónica de Investigación Educativa, en: http://redie.uabc.mx/vol2no2/contenido-romero.html También recomiendo la lectura de su libro: Metamorfosis del Cambio Educativo (2003). Editorial Akal. Madrid.

(2) Ideas desarrolladas por Popkewitz, T.S. (1994). Sociología política de las reformas educativas. Madrid: Morata.

(3) Se refiere al texto de Tyack, D. y Cuban, L. (1995). Tinkering toward utopia. Cambridge, Ma: Harvard University Press.

 

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/01/07/la-crisis-del-reformismo-educativo

ove/mahv

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Sudamérica: Gobiernos neoliberales coinciden en el recorte del presupuesto a educación sugerido por el FMI

Suramérica / 25 de noviembre de 2018 / Autor: Sofia Quisbert / Fuente: Abyayala TV

A diferencia del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no hace inversiones en proyectos de reforma educativa, sino que se enfoca en Programas de Ajuste Estructural (PAE) o sectorial (PAS). Sin embargo, según diversos analistas, estas políticas de ajuste tienen más impacto en la educación que los mismos proyectos, influyendo en la “oferta” y la “demanda” de los servicios.

En varios países de América Latina con el modelo neoliberal del FMI, la orientación fue la misma: privatización y descentralización, y posteriormente, eliminación del presupuesto y de las transferencia, participaciones federales, así como la subejecución de recursos, eliminación de políticas públicas y sociales relacionadas con bonos o incentivos productivos.

Ecuador, Colombia, Chile, Brasil y Argentina siguieron al pie de la letra la receta del FMI respecto al recorte del presupuesto en la educación e incentivó su privatización.

Ecuador

Estudiantes de la Universidad Central del Ecuador (UCE) y de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), marcharon el lunes por las principales calles de Quito, en Ecuador, en protesta por la reducción de recursos financieros para el período fiscal 2019 que el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, envió a la Asamblea Nacional para su aprobación, se evidencia un recorte de 145 millones de dólares.

Foto cortesía de RT

“Nuestra mejor arma es la educación pública y gratuita”, “contra la educación mercantil, está la organización estudiantil“, “la universidad no se vende, se defiende”, se leía entre los carteles que portaban los jóvenes.

Si no hay educación para el pueblo, no hay paz para el Gobierno“; “la lucha no tiene rostro, esto va por todos”; “educación pública resiste”; “la Universidad no se vende, se defiende”; “señor, señora, salgan a luchar para que sus hijos puedan estudiar”, gritaban una y otra vez los estudiantes durante la movilización.

Los manifestantes intentaron llegar a la Plaza Grande, frente al Palacio de Carondelet, sede del gobierno central, para entregar su denuncia al mandatario, pero un contingente de policías les impidió el paso. “Queremos pasar, solo a saludar”, se oía entre los cánticos.

Colombia

Este lunes, en paralelo a las negociaciones los estudiantes de diferentes lugares del país llegaron a Bogotá para protestar. Estuvieron hasta 14 días caminando para llegar a la capital colombiana y hacer visible sus demandas de incremento del presupuesto de las universidades públicas a 1,5 billones de pesos por año (unos $us 489.067.593), lo que representa por lo menos el 3,2 por ciento del presupuesto nacional anual.

 

 

El presidente de Colombia, Iván Duque, condicionó su participación en el diálogo con los estudiantes que están en paro desde el pasado 10 de octubre y que encontraron maneras creativas para dar a conocer sus demandas haciendo uso de, incluso, las Redes Sociales

Chile

El “invierno chileno” de 2011 fue la mayor movilización social que ha vivido este país desde el fin de la dictadura en 1990. Foto opendemocracy.net

El Gobierno de Sebastián Piñera, desde un inicio arremetió contra la educación y recortó el presupuesto en perjuicio de la población en los aspectos claves que fomentan el desarrollo y bienestar de la sociedad.

Piñera recortó 32.000 millones de pesos en educación dejando a 14.000 estudiantes sin la Beca Bicentenario. Este recorte se suma a los 18.000 millones de pesos menos destinados a la educación superior que denunciaron las universidades agrupadas en el Consorcio de Universidades del Estado (Couech) y también las que pertenecen al Consejo de Rectores (Cruch). Sumados ambos recortes, se trata de 50.000 millones de pesos menos destinados a Educación.

Brasil

© Foto : Cortesía de Silvia Letícia

El Producto Interno Bruto (PIB) del Brasilen la gestión de 2017 fue de $us 2,056 billones y de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, Brasil gasta en educación pública cerca del 6% del PIB, un valor superior al promedio del 5,5% en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de Argentina (5,3%), Chile (4,8%) y Estados Unidos (5,4%).

El estudio cuestiona la eficiencia de las medidas de Bolsonaro en la Educación ya que en su programa de gobierno, Bolsonaro resalta que los gastos con educación en Brasil son comparables a los de países desarrollados, pero los resultados están entre los peores del mundo. Y propone una “reversión de la pirámide” de gastos para priorizar la educación básica.

Argentina

El gobierno de Mauricio Macri profundizó el desfinanciamiento de la educación pública desde que asumió el Gobierno. Tras el nuevo acuerdo con el FMI se trascenderá una mayor reducción del gasto público con un gran impacto que incidirá en la transformación global del trabajo docente, becas a estudiantes, entre otros.

Fuente de la Noticia:

Sudamérica: Gobiernos neoliberales coinciden en el recorte del presupuesto a educación sugerido por el FMI

ove/mahv

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Pedagogía del egoísmo y neoliberalismo emocional (1/3)

España / 29 de julio de 2018 / Autor: Enrique Díez Gutiérrez / Fuente: Diario de la Educación

Concebir la educación como una inversión que asegure un mejor futuro laboral y mejores puestos en la escala social es parte de la plasmación de esa Pedagogía del egoísmo, eje emocional del neoliberalismo educativo.

Un anuncio de la marca de tés Hornimans hace gala de anunciar un “nuevo movimiento: el yoismo”. Un movimiento sobre una supuesta fórmula de la felicidad que consistiría en “dejar de pensar tanto en todo, para pensar más en ti”. Es la reedición del también denominado “yoismo” de finales del XIX, antepasado de los actuales manuales de autoayuda, tan de moda en la época contemporánea, que procuran recetas para aprender a superar la crisis “cambiándote a ti mismo” y no las condiciones de explotación y alienación del entorno económico y social.

Este anuncio, como el de la conocida marca Ikea, “La República independiente de tu casa”, exaltan los valores esenciales del neoliberalismo emocional en el que nos están educando: “quiérete a ti mismo”, “practica el yoismo”, “cree en ti”, “no necesitas a nadie”, “estar solo es cool”, “vuela libre”. El contacto permanente y diario con slogans producidos por esta industria cultural neoliberal para justificar el actual capitalismo salvaje genera en el inconsciente colectivo el material suficiente que sirve de base y anclaje para la servidumbre voluntaria.

Se está produciendo así una suerte de revolución individualista que “normaliza”, naturaliza e incluso exalta las posiciones ideológicas del “egoísmo” como una virtud incluso. Entroniza el interés propio, la competitividad y el triunfo, como pasaporte al bienestar y la felicidad individual, en un contexto que define las relaciones humanas como jungla de lucha constante y selección darwinista. Toda posibilidad de proyecto comunitario, basado en los derechos humanos, la equidad y la justicia, queda desplazado o arrinconado en el imaginario de lo utópico o hipotético.

Está claro que no solo vivimos una guerra económica, donde el saqueo de los recursos colectivos se perpetra desde los cómodos despachos de Wall Street y el Ibex 35. Asistimos simultáneamente a una guerra ideológica, que impone imaginarios colectivos afines al pensamiento dominante. Y el papel de los sistemas educativos en la construcción de esta narrativa es determinante para el lobby neoliberal.

Han tardado años, han gastado miles de millones en promover su doctrina, pero cada céntimo ha valido la pena. Porque aplicaron la propuesta de Gramsci: si eran capaces de controlar la mente de la gente, su corazón y sus manos también serían suyos. De esta forma, el discurso neoliberal del egoísmo es visto actualmente como la condición natural y normal de la humanidad.

El neoliberalismo es, en esencia, un capitalismo sin contemplaciones. La expresión más reciente para describir la eterna lucha de clases de esa minoría que se ha enriquecido a costa de quienes mantienen constantemente sumidos en la pobreza hasta límites genocidas, con el agravante del “pillaje planetario” de las riquezas y los recursos de la naturaleza, del conocimiento compartido y del esfuerzo colectivo que son los “bienes comunes” de la humanidad.
Esta ideología se ha extendido como un virus por todos los rincones del planeta, imponiendo la adoración unánime de los valores de la sociedad neoliberal. Una monocultura que maneja las mismas informaciones y noticias en todas partes. Donde se ven las mismas películas, se conducen los mismos automóviles, se imponen las mismas modas, se escuchan las mismas canciones y se soportan los mismos anuncios publicitarios. En ellos se reflejan nuestros sueños y anhelos. Sus imágenes dominan los sueños, y los sueños determinan las acciones.

Pasado el tiempo de la conquista por la fuerza, llega la hora del control de las mentes y las esperanzas a través de la persuasión. La ‘McDonalización’ es más profunda y duradera en la medida en que el dominado es inconsciente de serlo. Razón por la cual, a largo plazo, para todo imperio que quiera perdurar, el gran desafío consiste en domesticar las almas.

La clase trabajadora nunca se hubiera “convertido” voluntariamente o espontáneamente al modelo neoliberal mediante la sola propaganda del modelo. Ha sido preciso pensar e instalar, “mediante una estrategia sin estrategias”, los mecanismos de educación del “espíritu”, de control del cuerpo, de organización del trabajo, de reposo y de ocio, basados en un nuevo ideal del ser humano.

El paso inicial consistió en inventar el “ser humano del cálculo” individualista, que busca el máximo interés individual, en un marco de relaciones interesadas y competitivas entre individuos, como base y normal esencial del modelo. Se asienta mediante un discurso que alega que la búsqueda del interés propio es la mejor forma mediante la que un individuo puede servir a la sociedad, donde el egoísmo es visto casi como una “norma y deber social” y las relaciones de competencia y mercado se naturalizan. La finalidad del ser humano se convierte en la voluntad de realizarse uno mismo frente a los demás. El efecto buscado en este nuevo sujeto es conseguir que cada persona considere que autorealizarse es intensificar su esfuerzo por ser lo más eficaz posible, como si ese afán fuera ordenado por el mandamiento imperioso de su propio deseo interior.

La empresa se convierte así, no sólo en un modelo general a imitar, sino que define una nueva ética neoliberal, cierto ethos emocional, que es preciso encarnar mediante un trabajo de vigilancia que se ejerce sobre uno mismo y que los procedimientos de evaluación se encargan de reforzar y verificar. De esta forma cada persona se ve compelida a concebirse a sí misma y a comportarse, en todas las dimensiones de su existencia, como portador de un talento-capital individual que debe saber revalorizar constantemente. El primer mandamiento de la ética del emprendedor es “ayúdate a ti mismo”. Y sus tablas de la ley se rigen por la competencia como el modo de conducta universal de toda persona, que debe buscar superar a los demás en el descubrimiento de nuevas oportunidades de ganancia y adelantarse a ellos. La gran innovación de la tecnología neoliberal consiste, precisamente, en la gubernamentalidad, vincular directamente la manera en que una persona “es gobernada” con la manera en que “se gobierna” a sí misma.

Elegir el centro educativo que más posibilidades le pueda ofrecer de “promocionar”; concebir la educación como una inversión que asegure un mejor futuro laboral y mejores puestos en la escala social; entender el aprendizaje como una constante competición por el éxito individual que marque la diferencia frente a los otros; cultivar el mito del éxito personal como resultado del talento-capital y el esfuerzo individual sin considerar las condiciones sociales y el entorno del que se parte ni el aprendizaje como un proceso compartido; exigir que se aparte y segregue cuanto antes a quienes se considera rivales y “perdedores” que dificultan el ascenso personal en esa competición constante; demandar rankings y clasificaciones que visibilicen quiénes son los ganadores y los perdedores de esta competición; etc., etc. Todo esto y mucho más son la plasmación de esa Pedagogía del egoísmo, eje emocional del neoliberalismo educativo.

Para saber más: Díez Gutiérrez, E.J. (2018). Neoliberalismo Educativo. Barcelona: Octaedro/El Diario de la Educación.

Fuente del Artículo:

Pedagogía del egoísmo y neoliberalismo emocional (1/3)

Fuente de la Imagen:

Peleando con el egoísmo

ove/mahv

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Ganamos las elecciones, ahora enfrentemos al neoliberalismo en la educación pública

México / 22 de julio de 2018 / Autor: Oswualdo Antonio González / Fuente: Insurgencia Magisterial

No podemos construir a partir del odio,

debemos transpirar amor a nuestros entornos,

llenar de miradas-ternura a los otros distintos,  

sembrar de sonrisas-esperanzas los horizontes.

Y vaciados de lo aprendido del “opresor”,

limpiar la palabra en el diálogo.

La nuestra es una lucha por los otros,

para que puedan ser siendo.

La nuestra es una vida laboral sembrando amor.

Obrador ganó la elección en la que participó y ahora es ya Presidente electo. El cambio de estatus, de candidato a ganador se dio de un segundo a otro. A partir de diciembre dispondrá de todos los recursos que antes manejaron el PRI-PAN-PRD para beneficiarse y con ello, hacer de las promesas realidades.

Pero eso no ocurre en el caso de la educación pública, ganar la elección no significó en automático un cambio de estatus. Ganar la elección es apenas el inicio de una batalla con aquellos que “apoyaron” y ahora quieren una “rebanada del pastel”. Después vendrán las batallas por las decisiones o inacciones, posteriormente por los resultados.

Lo posible

Focalizar los recursos del Estado en limpiar el modelo neoliberal que lo sostiene, es una estrategia que no polariza, por el contrario unifica los extremos y crea una percepción de unidad y dibuja un escenario de beneficios compartidos. Técnicamente corregir las fallas de mercado beneficia a todos ya que hace creíble la promesa de un sistema capitalista perfecto. Sintetizar esas fallas de mercado en la categoría corrupción, lo hace observable como indicador de buen gobierno y construye una serie de sucesos altamente predecibles.

Para las caras no tan agradables del neoliberalismo, están los recursos públicos en altos volúmenes para destinar a programas sociales y a la “reparación” de impactos ambientales indeseables, con ello, el neoliberalismo ya no se verá tan depredador.

Es lo posible y en esa ruta parece caminar la esperanza que hicimos llegar al gobierno.

¿Entorno neoliberal con educación pública?

Si el presente es neoliberal el futuro debe ser colectivo, comunitario, autodeterminado.

La esperanza no vive en el presente, sirvió de utopía, pero ya no cabe en la disputa diaria por mantener los mercados estables y con ello evitar la fuga de capitales. La frialdad de los indicadores micros y macros marchita los corazones que soñaron con un México latiendo a la izquierda. La esperanza ya no puede ser bandera pública, le pasó lo mismo que a la palabra “cambio”, ya no expresan, ya no movilizan, ya no son políticamente correctas.

La esperanza, no está más en el presente, vive ahora en el futuro y el futuro se construye y se forma todos los días en las escuelas públicas del país. He ahí la importancia estratégica de la educación pública. En ella se pelean las batallas futuras en espacios como las racionalidades y los corazones.

Desde educación inicial hasta la enseñanza media, la llamada educación pública funciona para el neoliberalismo como los espacios de entrenamiento de consumidores, de selección de los futuros tomadores de decisión, de aplicación de correctivos e incentivos y como laboratorio para probar diversos mecanismos de control. Es la garantía de perpetuación de este modelo depredador de la vida humana y de la naturaleza.

¿En un gobierno de la esperanza para qué servirá ahora la educación pública? Me parece que no hay opción, debe servir para ponerle fecha de término del modelo neoliberal en México. Debemos romper las cadenas de producción en serie de consumidores, conformistas, individualistas, machistas, valemadristas.

Detener las cadenas de producción no es un trabajo difícil, basta con permitir la pregunta, la duda, no enseñar verdades. Metafóricamente, tiremos las guías, los planes, los materiales de apoyo, todo aquello que nos indique que hacer. Vaciémonos de indicaciones externas. Permitamos que nuestros sentidos vean a nuestros estudiantes, dialoguemos, que la palabra sea la computadora, que las dudas sean contenidos, que los contextos sean letras.

Enfrentemos al neoliberalismo, en la educación pública, ese es el campo de batalla más importante. No lo olvidemos los educadores.

La educación básica, la educación pública es clave para el futuro del país, no podemos dejarlo en manos de tecnócratas, de neoliberales buscachambas, de intelectuales que se acomodan sin rubor alguno a cualquier equipo en el poder.

Una propuesta

En sintonía con la propuesta de austeridad del nuevo gobierno, se puede anunciar que todos los que aspiren a tener un puesto de toma de decisión en las áreas técnicas de los distintos niveles educativos, no se les pagará ningún incentivo económico extra, desarrollarán su actividad con el salario que actualmente perciben. Además de lo anterior deberán presentar un proyecto, donde puntualicen cómo el área que aspira coordinar aportará para desmantelar al sujeto neoliberal y construir en su lugar el ciudadano al que aspiramos formar.

Aviso

El próximo sábado 21 de julio desarrollaremos en Xalapa, Veracruz, el Primer Taller para visibilizar la cárcel cognitiva neoliberal e imaginar una educación centrada en lo público. Compartiremos los materiales del Taller, por este medio, para que pueda ser desarrollado por otros colectivos u organizaciones.

Agradecimiento

Gracias a Lucía, Roberto y Marcelino, autores de la Columna Cortocircuitos, por hacernos “pensar fuera de la caja”.

Fuente del Artículo:

http://insurgenciamagisterial.com/ganamos-las-elecciones-ahora-enfrentemos-al-neoliberalismo-en-la-educacion-publica/

ove/mahv

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