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Chile: No a la Educación Pública, sí al Adiestramiento

Por: Arturo Alejandro Muñoz

Asfixiaron la prensa libre como primer paso, y luego le hincaron el diente a la Educación Pública. Los predadores neoliberales usan al MINEDUC como mano de gato

“Es peligroso pensar, amigo”… esa frase jamás la he olvidado. La hice piel cuando tuve en suerte asistir –en agosto de 1970– a la presentación, en el viejo Estadio Chile (hoy, ‘Víctor Jara’) de la Cantata Santa María de Iquique, la obra musical del profesor Luis Advis, en las voces del conjunto Quilapayún, con el recitado a cargo del actor Marcelo Romo (posteriormente lo haría Héctor Duvauchelle), durante el Segundo Festival de la Nueva Canción Chilena, a escasos días de la elección presidencial que llevaría al doctor Salvador Allende a ocupar el sillón de O’Higgins.

Durante los 17 años de dictadura el pensamiento libre fue aherrojado, prohibido y perseguido, Sin embargo, recuperada la democracia los gobiernos de la Concertación (y hoy los de la Nueva Mayoría) se esmeraron en continuar la saga de iniquidades contra el grueso de la población, a la que desde el inicio mismo de las administraciones del duopolio se le privó de informaciones veraces, de prensa libre y de educación de calidad, pública, laica y gratuita.

Para lograrlo, el bloque en el gobierno –siempre con el visto bueno de la derecha dura– dio los primeros pasos en su objetivo de minimizar al pueblo en asuntos políticos logrando que muchas revistas y diarios, que habían luchado fieramente contra la dictadura, desaparecieran de los quioscos del país.

Fue así que medios informativos de enorme valer como las revistas “Análisis”, ‘Cauce’, ‘Rocinante’, ‘Apsi’ y ‘Hoy’, y diarios y periódicos como “El Fortín Mapocho”, “Siete más siete”, ‘Los Tiempos’, ‘Página abierta’, ‘Diario Siete’, “Plan B”, etc., desaparecieron.

La misma Concertación de Partidos por la Democracia (?) impidió el resurgimiento en Chile del popular diario “Clarín” que, hasta el mismo día martes once de septiembre de 1973 era el de mayor venta en Chile.ch educacion gratuita

Ya sin prensa alternativa a la del poder financiero, los ‘renovados’ socialistas –aliados con viejos alfiles de la sedición derechista – se ocuparon de la Educación. En estricto rigor casi únicamente de la educación pública municipal: los establecimientos de enseñanza básica y media –en manos de empresarios privados– quedaron en libertad de estructurar sus propias mallas currriculares, con un mínimo exigido por el Estado docente.

Puede parecer algo cercano a una conspiración para evitar que los hijos de las masas populares “aprendan a pensar, a discernir, a calificar y comparar”, capacidades que pueden ser alcanzadas mediante el conocimiento de materias como la Filosofía y la Historia.

Quizá es sólo una acción propia de la mediocridad de quienes gobiernan ese Estado docente. Lo cierto es que los datos duros certifican que desde hace dos décadas el MINEDUC da palos de ciego en las materias que le corresponden.

¿Cuántas ‘reformas y reformitas’ parió ese ministerio en los últimos 26 años? Los cambios curriculares son ya un asunto anual, y siempre se traducen en avances a medias o en fracasos completos, obligando al MINEDUC a volver con otra propuesta de reforma al año siguiente,

Así se continúa destruyendo la igualdad de oportunidades que garantiza la igualdad de calidad y de contenidos.

¿Es preciso dar un ejemplo? Una de las tantas reformas’ parida por la mente de profesionales de ese ministerio consistió en mezclar dos asignaturas –Ciencias Naturales y Ciencias Sociales– en un todo pomposamente bautizado como “Comprensión del Medio Natural y Social”…

El fracaso fue estrepitoso (como ha ocurrido con casi todas las ‘novedades’ de esa repartición pública), y los docentes se vieron obligados a separar las asignaturas, enseñando en una jornada ciencias naturales, y ciencias sociales en otra.

Años más tarde, a los ‘sabios’ del MINEDUC les cayó la chaucha y decidieron volver a separar las asignaturas, pero millones de alumnos de educación básica ya habían sido dramáticamente perjudicados en sus aprendizajes.

ch patria es educacionPara los ‘expertos’ que ofician de autoridades educacionales en los gobiernos del duopolio es de máxima prioridad evitar, oficialmente, que las masas populares aprendan a pensar, a criticar, a comparar, a dudar (como hacía Descartes).

Aprovechando la muerte de la prensa libre, los gobiernos post-dictadura iniciaron el largo camino del “ensayo y el error” en materias educacionales, pero usando siempre como lauchas de laboratorio al
alumnado de la educación pública.

A comienzos de siglo la Concertación –pauteada por la Alianza por Chile– le hincó el diente al objetivo principal: separar aguas y estructurar un andamiaje que marcara diferencias entre “empleado y patrón”.

Este último era el dueño de la educación verdadera, mientras que el primero –el empleado– sólo recibía una especie de instrucción mínima, –un adiestramiento, como los animales–, que coartaba sus posibilidades de entender el mundo y el orden de las cosas. El buey tira del yugo, y no necesita comprender las leyes de la mecánica de Newton.

Por consiguiente disminuyeron las horas docentes en Historia y Geografía, intentaron eliminar la enseñanza de Música y de Arte en general, rechazaron –durante años– el regreso de la Educación Cívica y, cuando finalmente parecen aceptarlo, pretenden que puede rebajar aún más las horas de la asignatura de Historia.

Insatisfechos, plantean la necesidad de eliminar la asignatura de Filosofía y reemplazarla por un engendro llamado “Ética y Comportamiento Ciudadano.” Rara vez el chilenísimo “como” alcanzó tal potencia: ya no hay filosofía, sino una “como” filosofía. En el seno de una sociedad que no vive en democracia sino en una “como” democracia. Me dan ganas de replicar que no se puede confundir “Madre dame una chaucha para comprar chicha con…”

Los programas ‘oficiales’, cercanos al espanto mismo, le permitirían a la casta política corrupta, venal y clasista, determinar qué es ética y qué es ser ciudadano en el Chile neoliberal. Un chiste cruel, sin duda.

Definitivamente, en estos 26 años el MINEDUC borró la esencia de la Educación en escuelas y liceos públicos, sustituyéndola por una simple Instrucción, un adiestramiento necesario en el mundo del trabajo, como se adiestraba al caballo para entrar en los túneles de la minería, o al burro para girar sin fin frente al pozo de agua.

Tal Instrucción es insuficiente cuando se trata de seres humanos, la ciudadanía que busca vivir en libertad, democracia y humanismo.

Los expertos del MINEDUC soslayan (o desconocen) que el futuro será cada vez más exigente. Las generaciones futuras necesitarán de toda su capacidad intelectual, –no de gestos reflejos, mecánicos–, y esa capacidad encuentra en la Filosofía su potenciador por excelencia.

En vez de lo cual se automatiza a los niños y jóvenes de la educación pública, estructurándolos como seres no pensantes, sin reflexión, ni ideas ni decisiones propias.

Para la autoridad (?) sigue vigente eso de “es peligroso pensar, amigo”. O mejor dicho, es peligroso mi amigo que el pueblo piense, reflexione, discierna.

Miel sobre hojuelas para el mundillo megaempresarial, y para el leprosario en que habitan los políticos del duopolio que intentan, por todos los medios, continuar agarrados con uñas y dientes a la ubre fiscal.

Fuente: http://www.surysur.net/autor/arturo-alejandro-munoz/

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Recortes al presupuesto 2017 en México

América del Norte/México/31 Agosto 2016/Fuente: Prensa Latina

En el presupuesto del 2017 en México se prevé un recorte a los gastos de 300 mil millones de pesos (17 mil millones de dólares) confirmó hoy la secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de la Cámara de Diputados.
Jorge Estefan, máximo dirigente de la SHCP comentó que el paquete económico se enviará al Presidente Enrique Peña Nieto para su consenso.

Entre los sectores que afectará la medida están las secretarías de Salud, Educación Pública y Agricultura.

Se espera que el resto de los programas mantengan las cifras del actual año, con excepción de la Secretaría de Turismo donde se proyecta un incremento sustancial.

Este reajuste, uno de los mayores en los últimos años, se hará sin deteriorar el crecimiento económico, manteniendo el compromiso de no elevar la deuda pública ni los impuestos, estimó.

El legislador puntualizó que la contracción de gasto será en todo aquello que no genera valor agregado al país; el consumo tiene que ser menor que los ingresos.

Para Estefan cualquier decisión mal tomada puede poner en riesgo la estabilidad macroeconómica, el tipo de cambio se puede disparar.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=23094&SEO=recortes-al-presupuesto-2017-en-mexico
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Educación pública, pedagogía y debate estratégico

Por: La Izquierda Diario

A lo largo de la historia docentes y educadores de todo el mundo han planteado diversos métodos y programas pedagógicos tratando de desarrollar modelos de una educación orientada a los intereses de los trabajadores y los sectores populares.

En Argentina luego de la crisis del 2001 resurgió el debate acerca de una educación que problematice y cuestione las relaciones de opresión y de desigualdad producto de la sociedad capitalista.

Tras años de neoliberalismo y de vaciamiento de los espacios educativos públicos, ante la necesidad de encontrar respuestas a la crisis educativa muchos docentes desarrollaron profundas críticas al sistema educativo y a la enseñanza tradicional, planteando reformas en los diseños curriculares, programas pedagógicos, metodologías y nuevos contenidos. Llevándolos a la práctica en diferentes espacios educativos y culturales como en escuelas estatales, programas y planes educativos, bibliotecas y bachilleratos populares, universidades públicas y centros culturales.

Si bien muchos de los espacios educativos “no formales” se vieron limitados a proyectos personales y aislados de la pelea de las masas en defensa de la educación pública, la exigencia por los salarios para todos los trabajadores es un reclamo legítimo por los derechos laborales, así como lo es la pelea por integrar a estos espacios al sistema educativo, en consecuencia a la lucha en defensa de una educación pública, laica y científica, tomando las conquistas históricas de la educación pública como pilares de resistencia hacia la disputa política por los plenos derechos del pueblo trabajador.

La educación pública y las conquistas de los trabajadores y estudiantes

La lucha por una educación que este dirigida por los intereses de las clases trabajadoras y populares, a partir de la cual se genere una democracia interna en cada espacio educativo y se formen sujetos críticos y políticos bajo una cultura participativa, es la contrapropuesta al modelo de educación meritocrática basada en la individualidad, las jerarquías, la productividad y las normas de premios y castigos, con lineamientos que responden a los intereses del mercado y la ideología capitalista.

En este sentido las contradicciones en cada espacio educativo deben abrir el debate acerca de los derechos políticos y las libertades democráticas, la propiedad privada, la lucha de clases y el poder político del estado capitalista. Sin ser neutrales ante las reformas educativas que van en sintonía con los monopolios de empresas, junto a la intromisión de la iglesia y su influencia conservadora en los lineamientos educativos como en educación sexual o en la enseñanza de las ciencias naturales, por lo contrario es fundamental promover la educación científica a partir de la cual los trabajadores y la juventud puedan apropiarse de los conocimientos acumulados por la humanidad a lo largo de la historia.

Asimismo se debe fomentar la enseñanza artística y la defensa por los derechos laborales, sindicales y democráticos de los trabajadores y estudiantes, apoyar la organización de delegados docentes y estudiantiles y la democratización de los sindicatos como organismos de la clase trabajadora.

En los hechos una educación que prepare los cimientos para la transformación de la sociedad está íntimamente relacionada a la política revolucionaria y a la lucha de clases.

Tomar el poder para cambiar al mundo

Aun considerando la importancia de la educación en la generación de conciencia y en la producción y transmisión de conocimiento, los cambios estructurales de una sociedad van más allá de los espacios educativo y de la educación, lo que no significa que no haya que poner en duda ni disputar la orientación y los marcos del programa político-educativo del estado. No solo se lo debe cuestionar sino que también debe cuestionarse todo orden capitalista, incluyendo al propio estado, su carácter de clase y su aparato represivo, es decir desnaturalizando por completo un sistema social de represión, miseria y explotación.

Precisamente es por eso que no puede haber transformación de una sociedad sin tomar el poder del estado, sin alterar orgánica y sistemáticamente su orden y su carácter de clase capitalista, es decir sin que la clase productora expropie a la clase explotadora y organice la sociedad basándose en sus derechos autodeterminados.

Teniendo esto en cuenta, la estrategia política de que es posible cambiar el mundo sin tomar el poder resulta un planteo en abstracto mientras una minoría ejerce el poder sin ser cuestionada por las mayorías trabajadoras y populares.

En este sentido en el mismo recorrido de luchar por una escuela democrática y científica en función de las necesidades de la clase trabajadora y los barrios populares, en donde se cuestione la sociedad dividida en clases y se pongan de manifiesto las causas de las injusticias sociales, es necesario el desarrollo de la organización y la estrategia revolucionaria de la clase trabajadora, de los explotados y oprimidos para hacerse del poder político del estado y generar a partir de los organismos obreros y populares una democracia de los trabajadores.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Educacion-publica-pedagogia-y-debate-estrategico

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Tareas escolares: otro síntoma de la patología neoliberal

Por: Jaime Retamal

Conspicuos, críticos gravosos o hipsters tecnócratas aspiracionales: a las élites les molesta el tema de las tareas, su exceso. La campaña antitareas ha mostrado, una vez más, sin quererlo, la esquizofrenia productivista y resultadista en la que estamos día a día en todas las escuelas y familias de este país.

Es interesante lo que ha sucedido con la campaña ciudadana antitareas. Desde todo punto de vista irrita, en primer lugar, a las élites más conservadoras, que ven a las tareas como un aliado propicio para el ejercicio de lo que llaman autoridad, y las defienden, disfrazándose ellos mismos de superhéroes de la autonomía profesional de los profesores.

Pero, en segundo lugar, no deja de sorprender que irrite también a los autodenominados intelectuales de izquierda y progresistas. Ellos no están para pensar estos temas tan nimios y sin importancia –¡las tareas para la casa!– comparados, por ejemplo, con el financiamiento de la educación superior o la desmunicipalización de la educación pública, los temas más serios del gran teatro de los movimientos sociales y de la escena de la política pública. Lo suyo es la pasión por el infinito a la Kierkegaard. ¿La campaña de madres y padres antitareas? ¡Reformismo burgués!

Además, en tercer lugar, y no me sorprende mucho, hay que decir, la campaña antitareas también irrita a nuestros expertos y tecnócratas de la educación eficiente, del accountability escolar, del evidence-based education, del school choice, del success for all, del new public management, del school improvement y de cuanto dispositivo tecnológico-sociológico hay, en el que ocupan su valioso tiempo de investigación.

No me sorprende mucho porque en general no estamos hablando de gente que llegó a ser experto en esas tecnologías de análisis, luego de haber vivido y enseñado –primero– en una escuela o en un liceo de este país.

Se sabe que la fauna de los tecnócratas en educación está poblada de gente sin praxis ni experiencia escolar, es decir, que no ve la vida escolar y lo que implica –las tareas en ello– sino solo ve objetos de estudio provenientes de las modas sociológicas-económicas de turno; o –lo que es peor– solo datos en su planilla Excel; o –lo que todavía es muchísimo peor–, para muchos de los especímenes de esta fauna, estas modas de análisis representan sendas oportunidades para pasar agradables semanas de verano boreal, seminario internacional mediante, en la que en el máximo de media hora muestran los resultados de sus importantes estudios de la realidad educativa nacional. En fin…

Conspicuos, críticos gravosos o hipsters tecnócratas aspiracionales: a las élites les molesta el tema de las tareas, su exceso. Seguramente para ellos se trate solo de un tema de mamás pelolais. Con sorna les niegan el derecho a las tareas de ser normadas por ley. Pues, en Chile, la ley y la educación representan algo muy serio.

Una campaña exitosa

Lo que está sucediendo, repito, es interesante. Es un extraordinario ejemplo para recordar por qué las “campañas” se apegan más a la dinámica del siglo XXI, por sobre los “movimientos sociales”, más anclados en el siglo XX, heredero en esto del siglo XIX.

El filósofo estadounidense Richard Rorty describe un tipo de intelectual activista que se siente capaz de no ser parte de un movimiento y que se contenta con implicarse en múltiples campañas.

“Por campaña –afirma Rorty– entiendo algo finito, algo en lo cual podemos reconocer que hemos tenido éxito o en lo que, hasta ahora, hemos fracasado”.

Las campañas tienen un sentido propio y se sostienen por sí mismas. Los movimientos, en cambio, se sostienen siempre por un metarrelato de carácter salvífico; exigen del individuo autosometimiento y autopurificación, pues por sobre las voluntades, el movimiento debe prevalecer. Así, concluye Richard Rorty: “Una multiplicidad de campañas tiene la misma ventaja que una pluralidad de dioses o de novelas: cada campaña es finita y siempre existe otra campaña en la que podemos alistarnos cuando la primera falla o descarrila. La impureza advertida en un movimiento puede destruir a la persona que se ha identificado con él, la impureza de una campaña puede tomarse bien: después de todo tal impureza es lo que se esperaría de algo que es, como uno mismo, finito y mortal”.

¿Por qué la campaña antitareas ha calado tan hondo y ha tenido tanto éxito? Pues, en primer lugar, por su carácter acotado y finito, simple, que toca al mismo tiempo el corazón de las familias y el corazón de un sistema escolar neurotizado por el rendimiento.

Se les puede denominar “movimiento”, pero claramente esa no es ni su lógica ni su estilo: son mamás y papás, intelectuales activistas, profesionales de distintas áreas, ciudadanos de a pie, que conscientes de que hay un problema, se organizan inteligentemente y se multiplican por las redes sociales velozmente. Con un sentido y un propósito claro. No se marean con el hálito metafísico de los movimientos. Persisten más bien en una cuestión simple –legislar sobre el exceso de tareas– que, aunque ha sido ninguneada por moros y cristianos, ha demostrado ser un verdadero láser endovenoso para nuestro sistema escolar neurotizado por el SIMCE y todos los dispositivos neoliberales que le han inyectado desde la economía de la educación.

El boliche del ninguneo

Un extraordinario reportaje de la periodista Mónica Stipicic, el sábado 30 de abril, en el suplemento Tendencias del diario La Tercera, abría para la opinión pública el tema de madres y padres que, empoderados y organizados, se habían coordinado para protestar por el exceso de tareas y de trabajos extraescolares.

De ahí en más, la campaña que busca una mayor racionalidad en el tema de las tareas escolares para la casa, subió como la espuma en adhesión y en notoriedad mediática (crónicas, reportajes, editoriales y portadas). Y se sumó a ello la intencionalidad de algunos senadores de hacer de la regulación del exceso de tareas un asunto digno de un proyecto de ley. Fue la tormenta perfecta para que el ninguneo empezara a hacerse escuchar donde mejor lo sabe hacer.

El 13 de junio, El Mercurio abría los fuegos y nos sorprendía con un editorial titulado “Ley contra las tareas escolares”. Tildaba ahí al proyecto de ley que busca regular el exceso de tareas de “populista”, pues “puede estar explicado por la ansiedad de empatizar con los grupos de padres ‘antitareas’ que existen en las redes sociales” (habría sonado mejor que el editorialista mercurial dijera “grupúsculos de padres”… pero, bueno…).

Afirmaba, además, que “regular esta materia por ley parece del todo inconveniente”. El Estado –dice– “en ningún caso debiera prohibir al establecimiento su modo de entregar deberes escolares”. Agrega que “una medida de este tipo socavaría aún más la autoridad de los profesores y directores”. Por ello –concluye– se trata de una medida “extraviada” y afirma categórico el editorial de El Mercurio –era que no– que “la tarea de los padres debiera ser escoger el mejor proyecto que se adecue a sus necesidades”.

Se sumó al descrédito en el decano de la prensa escrita, el 22 de junio, Ernesto Schiefelbein, Premio Nacional de Educación (escribió una carta llena de melancolía e hipótesis retóricas); el 25 de junio Jaime Ravinet de la Fuente, ex ministro de Defensa (escribió una carta malhumorada y furibunda a favor de las tareas y su carácter disciplinador); el 26 de junio un furioso Sergio Urzúa, del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Pontificia Universidad Católica (publicó una columna desde la perspectiva neoliberal usando mañosamente las evidencias); y el 27 de junio otro editorial más de El Mercurio –¡record!– en la que vuelve con la acusación de “populista”, pero agrega a su preocupación a la ministra, “autoridad de la que cabría esperar un análisis más profundo, se ha sumado a esta postura sugiriendo que, quizás por decreto, el Ministerio de Educación pudiese partir prohibiendo las tareas para el fin de semana”.

En rigor, el dispositivo pedagógico y educativo «tareas escolares para la casa» posee una amplia bibliografía internacional sobre la base de muy interesantes investigaciones y perspectivas epistemológicas. Es posible constatar controversias en la opinión pública en todos los países, estados, regiones o comunas en los cuales la administración de los sistemas escolares establecen normativas para regular el dispositivo de las tareas. En cada una de estas controversias nos encontramos generalmente con campañas de madres y padres que demandan mejores condiciones en el trabajo pedagógico intraescolar, en la racionalidad del tiempo escolar y en la diversificación del currículo.

En consecuencia, el interesante debate público que se ha producido en las últimas semanas en nuestro país es normal y sano. Pone en evidencia, además del dispositivo de las tareas escolares para la casa, otros instrumentos que han sido instalados en nuestro país y que no han sido lo suficientemente monitoreados por la autoridad.

En consecuencia, el boliche del ninguneo capitaneado por las páginas editoriales de El Mercurio mostró, una vez más, una ignorancia en materia de educación, que raya en la insolencia.

Mientras tanto, se ha dado a conocer un interesante decreto, que prohíbe las tareas escritas para estudiantes de primaria en Francia, que data del año 1956. En él se lee: «Seis horas de clase bien empleadas constituyen un máximum más allá del cual un suplemento de trabajo sostenido no puede sino que aportar una fatiga perjudicial a la salud psíquica y al equilibrio nervioso de los estudiantes. Finalmente, el trabajo escrito hecho fuera de la clase, sin la presencia del maestro y en condiciones materiales y psicológicas generalmente desfavorables, no presenta más que un interés educativo limitado».

En sucesivas oportunidades, después de 1956, se ha instalado en Francia un debate en torno a las tareas. En el año 2013, en el contexto de la refundación de la escuela republicana francesa, también se habló de tareas escolares, procurándose una reforma de la jornada escolar o de lo que se llamó «ritmos escolares». En los documentos normativos leemos literalmente que «esta reforma de ritmos va a permitir que se haga efectiva la prohibición formal de las tareas escritas para la casa».

Recomiendo revisar el debate producido en el Senado francés respecto a la reforma de los ritmos escolares, en particular, la intervención del célebre cronopsicólogo François Testu (http://videos.senat.fr/).

La tarea es sin tareas

En un documento publicado en enero del año 2016 (Focus, nº38), la OCDE da a conocer un breve análisis en el que nos vemos retratados como el país, Chile, en donde los niños de educación primaria (NB1-NB4) están el mayor número de horas al interior de la escuela recibiendo instrucción obligatoria de la galaxia-OCDE.

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Como vemos en el gráfico, si nos comparamos con Finlandia, el país fetiche en materia de calidad educativa, estamos exactamente en el extremo opuesto de la galaxia. Impresionante. ¿Tiene, en ese contexto, algún propósito continuar con el trabajo escolar en las horas libres personales en la casa? En un reciente documental del año 2015, Michael Moore, en su estilo, es cierto, irónico y divertido, nos muestra la sorpresa ante un país, Finlandia, cuyo modelo educacional básicamente eliminó las tareas, entre otras muchas reformas más que, si ven el video cuyo link proveo, podrán darse cuenta por ustedes mismos de cómo en el discurso se relaciona a las tareas con cuestiones filosóficas de fondo, que las campañas antisistema neoliberal de educación en Chile vienen relevando hace años.

Pues bien, el gráfico anterior tiene como fuente al famoso –a estas alturas– indicador D1 del Education at a Glance 2015 de la OCDE. De acuerdo a esto, si miramos los números completos de toda la primaria, Chile, con 8 años de enseñanza básica, reporta 6.231 horas. Italia, también con 8 años, 4.455. La Bélgica francesa y la flamenca, 8 años, 5.096 y 4.928 horas, respectivamente. Austria, Turquía y Hungría, también reportan 8 años, pero con 2.280, 2.880 y 2.583 horas en total, respectivamente.

Es decir, Chile top 1 dentro de los países con 8 años. Finlandia reporta 9 años, con un total de 3.794 horas. Suecia, 9 años, 4523 horas. Japón 9 años, 4.575 horas. Corea, 9 años, 3.885 horas. Francia, 9 años, 4.320 horas. Noruega, 10 años, 5.234 horas. Promedio OCDE, 9 años, 4614 horas. Chile 1.617 horas sobre el promedio OCDE.

Para continuar con estos lateros documentos de la OCDE-people, documentos todos de dados cargados al economicismo educacional, los furibundos expertos chilenos pro tareas han citado el Pisa in Focus nº46 de diciembre del año 2014. Ahí se entregan datos de los jóvenes que respondieron la Prueba PISA 2012.

En Chile la prueba PISA se aplicó a 6.856 estudiantes de 15 años (2º medio) de un total de 222 establecimientos. Según el anuario estadístico del año 2013, en Chile había 3.470 establecimientos de educación media con una matrícula total de 924.905 estudiantes, de los cuales 240.310 correspondían a 2º medio.

Analizando esos datos, Mauricio Holz y su equipo de la Biblioteca del Congreso Nacional, prepararon un extraordinario informe. En él nuevamente vemos a Chile top one en el número de horas que tenemos a los estudiantes en los liceos. Chile es el país –como vemos en el siguiente gráfico– con el número más alto de horas cronológicas de instrucción en el aula a la semana.

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Cuando se les pregunta a los estudiantes chilenos, “pensando en todas las asignaturas escolares, en promedio, ¿cuántas horas ocupas cada semana haciendo tareas u otros trabajos dados por tu profesor?”, responden que en promedio 3,5 horas, uno de los más bajos de la OCDE. Enhorabuena, pienso. No todo es tan malo, porque en el mismo informe se lee algo que la literatura especializada viene enfatizando hace rato, a saber, que “el número promedio de horas que los alumnos destinan a los deberes u otras tareas establecidas por los docentes no suele estar relacionado con el rendimiento global del sistema escolar. Esto implica que hay otros factores, como la calidad de la enseñanza y el modo en que se organizan los centros, cuyo impacto sobre el rendimiento global del sistema escolar es mayor”.

También, en el mismo documento queda de manifiesto el hecho de que las tareas son un factor de desigualdad evidente, así como un factor que coloca en evidencia los códigos sociales de clase que ponen en juego los profesores dependiendo de si están en liceos con estudiantes de elite o desfavorecidos económicamente.

Parece evidente que “la tarea es sin tareas” tiene fundamento desde la galaxia OCDE.

En consecuencia, el interesante debate público que se ha producido en las últimas semanas en nuestro país es normal y sano. Pone en evidencia, además del dispositivo de las tareas escolares para la casa, otros instrumentos que han sido instalados en nuestro país y que no han sido lo suficientemente monitoreados por la autoridad. En consecuencia, el boliche del ninguneo capitaneado por las páginas editoriales de El Mercurio mostró, una vez más, una ignorancia en materia de educación, que raya en la insolencia.

Ahora bien, y en resumen, para los fanáticos de la literatura especializada, hay muchísima evidencia respecto al carácter cíclico, controvertido y diversificado respecto a si enviar o no tareas, su verdadero impacto, su duración, las tareas inteligentes y las perjudiciales, etc. (Fenart, 2016; Chouinard, Archambault et Rheault, 2006; Cooper, 1989; Corno, 1996; Palardy, 1995; Paschal, Weinstein et Walberg, 1984; Kralovec et Buell, 2001, etc., etc., etc.). Sin embargo, a pesar del relanzamiento de las tareas en los 2000, nuevamente desde el punto de vista de la producción económica, la tendencia histórico-cultural ha decantado en una acumulación de evidencias en contra de las tareas (Fenart, 2016).

Las tareas escolares o “los trabajos fuera de la clase – para la clase” (Patrick Rayou, 2008) no superan la prueba de su posible eficacia, ni de su equidad (Rayou, 2008).

Por una parte, los beneficios directos sobre la escolaridad de los niños estudiantes no han sido en efecto jamás demostrados (Rayou, 2008). Las numerosas investigaciones que ponen en evidencia los efectos positivos de las tareas sobre el éxito escolar, solo pueden establecer simples correlaciones, porque es imposible saber si esos estudiantes son más exitosos gracias al trabajo fuera de clases o si lo son simplemente porque son buenos estudiantes (Rayou, 2008; Cooper, Robinson et Patall, 2006) o si lo son por efecto de las didácticas, las metodologías de la enseñanza, los proyectos educativos, las comunidades escolares, etc.

Timothy Keith, quien había encontrado en los 80 una relación solida entre las tareas y los resultados en las pruebas estandarizadas, volvió una década después sobre el tema y descubrió que, si introducía más variables para sus correlaciones, las tareas no tienen efecto alguno después de todo (Valerie A. Cool and Timothy Z. Keith, 1991).

No hay ninguna relación entre el tiempo dedicado a las tareas y las calificaciones del curso; y tampoco hay una substancial diferencia entre los que completan las tareas y los que no. Por otra parte, las tareas son un importante factor de selección social, pues los padres de clases más vulnerables no pueden aportar el mismo tipo de ayuda que los padres dotados de un capital cultural, económico y social superior (Tedesco, Manesse et Vari, 1985; Rayou, 2008).

El envío de trabajos en el espacio familiar (aprender una lección, revisar un control, etc.) penaliza masivamente a los estudiantes que tienen padres de categorías socioprofesionales desfavorecidas y vulnerables, pero esos mismos estudiantes obtienen resultados sensiblemente iguales a sus compañeros cuando el trabajo es realizado en el curso-aula (Meirieu, 2004; Rayou, 2008).

Además, la aparición de numerosos dispositivos escolares y extraescolares de acompañamiento para reducir las dificultades escolares, en este sentido, también tienen un acceso desigual de parte de las familias (Glassman, 1992).

¿Para qué seguir con tareas en un país cuyo sistema educacional está enfermo por el rendimiento, como si este fuera la clave del desarrollo y el crecimiento económico? La campaña antitareas ha mostrado, una vez más, sin quererlo, la patología neoliberal en la que estamos día a día en todas las escuelas y familias de este país. También nos ha mostrado de dónde podrían venir las verdaderas revoluciones en educación.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/08/08/963631/

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Dos modelos de corrupción (Parte 1)

Por Claudio Katz

En los últimos meses se ha instalado en Argentina un clima de batalla contra la corrupción. Se supone que los ciudadanos ya no se preocupan sólo por sus urgencias personales. Bajo el impacto de las imágenes difundidas por la televisión, ahora exigen honestidad a todos los funcionarios. El conteo de dinero en la Rosadita, las propiedades de Báez, los bienes de Fariña, las cajas de seguridad de Florencia y los bolsos lanzados por López habrían provocado este abrupto despertar colectivo. La sociedad por fin reacciona con jueces que actúan, medios que informan y un gobierno que propicia el castigo de los ladrones. Todo muy bonito si fuera cierto. La primera duda es muy sencilla: ¿cómo apareció repentinamente tanta información?

SERVICIOS, CÓMPLICES Y TRANSMISORES

Es evidente que los espías manejan todos los datos de la corruptela que sale a flote. Destapan y ocultan esa información en forma selectiva. Filtran títulos de propiedades, números de cuentas en el exterior, rutas de lavado y arman las trampas requeridas para capturar a los caídos en desgracia como López. Los servicios de inteligencia que mueven estos hilos son los mismos que trabajaron para el kirchnerismo, enlodando a los opositores. Su cabecilla Stiuso cambió de bando y ahora diseña operaciones sucias para Macri. Por eso todos los documentos comprometedores involucran a cristinistas desamparados.

Ningún carpetazo afecta a los funcionarios del PRO. No circulan videos de la familia del presidente transfiriendo dólares a sus firmas off shore, no aparecen grabaciones de Stuzzeneger cobrando por la estafa del mega-canje, ni se conocen los turbios negocios petroleros de Aranguren. Stiuso recuperó la patente de corso que perdió durante su conflicto con Cristina por el caso Nisman. Se fue a Estados Unidos, aceitó relaciones la CIA y ahora cuenta con la bendición total de la “embajada”. Por eso aporta información demoledora sobre la cúpula kirchnerista a cambio de impunidad para sus negocios.

Obtuvo impunidad para silenciar el ajuste de cuentas con su socio (el ultimado lauchón Viale), que controlaba robos de tierras y propiedades. El hombre fuerte de los servicios ha impuesto, además, la eliminación de toda fiscalización parlamentaria del presupuesto del espionaje. Para colmo Macri colocó en la AFI a varios sospechosos de lavar dinero, mediante la cobertura que ofrecen las transferencias internacionales de jugadores de futbol. Los espías en funciones provienen de la época de la dictadura. Crearon bandas de secuestradores extorsivos y ahora mantienen estrechos vínculos con los narcotraficantes perseguidos o amparados por la DEA (Pérez Corradi). Obviamente conocen los secretos de lo ocurrido con la provisión de efedrina a los carteles mexicanos y con las responsabilidades de funcionarios públicos en el triple crimen que generó ese negocio.

También manejaron la extraña fuga del penal de los involucrados en esos asesinatos (hermanos Lanatta) 1 Economista, investigador del CONICET, profesor de la UBA, miembro del EDI. Su página web es: www.lahaine.org/katz 2 2 Los servicios trasmiten su sesgada información sobre 60 ex funcionarios kirchneristas a una casta de jueces federales. Esos magistrados ya optaron también por el cambio de bando. Por eso descongelan los expedientes que mantuvieron archivados durante una década. Con allanamientos, procesamientos y encarcelamientos cubren sus espaldas a un ritmo vertiginoso. Implementan los mismos procedimientos que utilizaron para proteger al kirchernismo.

Mueven las causas que afectan a los popes del gobierno anterior y congelan las denuncias que involucran a la administración actual. Antes demolían a los procuradores que investigaban a Boudou y ahora bloquean las acusaciones contra Pray Gay, que asesoró a muchos empresarios en los secretos de la fuga de capital. Los medios de comunicación hegemónicos conforman otro pilar del relato en curso. Machacan día y noche con informaciones de Báez y López y silencian los oscuros negocios de Macri y sus allegados. Los dueños de los medios retribuyen al gobierno su anulación de la ley de Medios.

Han logrado preservar sus conglomerados sin incurrir en ventas o divisiones de las firmas. Por eso influyentes comunicadores (como Lanata) agradecen el socorro repitiendo el servilismo que tuvieron Neustadt y Grondona bajo el menemismo.

LOS DESFALCOS DEL OFICIALISMO

El gobierno utiliza las denuncias anti-K para desviar la atención de los tarifazos, la pobreza y la recesión. Esa campaña le permite ocultar, además, la monumental corrupción del propio oficialismo. La declaración de bienes de Macri no cierra por ningún lado. Proclama un patrimonio muy inferior a su fortuna real y expone ridículas justificaciones de sus empresas off shore. Es sabido que nadie constituye esas compañías por motivos lícitos. Fueron gestadas para evadir impuestos y fugar capital.

La mano derecha del presidente -el intendente Grindetti- formó otra off shore con fondos oscuros, durante su administración del presupuesto de la ciudad de Buenos Aires. Un prontuario semejante afecta al grueso de los ministros, que compiten por el monto de sus fortunas localizadas en exterior. El macrismo se arroga una curiosa limpieza en la gestión pública. Pero ha resuelto premiar a los grandes malversadores del fisco, con un blanqueo que consagra la impunidad de todos los desfalcos.

El perdón fiscal beneficia ante todo a los propios CEOs que dirigen el gobierno. “No tenemos que escondernos más” confesó Macri en nombre de todos los evasores. Tal como ocurrió en España, el blanqueo exonera a los principales corruptos de las últimas décadas. Esta inmoralidad complementa el escandaloso pago de comisiones a los banqueros que diseñaron el arreglo con los buitres. Obtuvieron 350 millones de dólares adicionales a ese contrato, revendiendo con aumento los bonos que emitieron a un valor reducido. Los ex empleadores de Prat Gat y su equipo (Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan y Santander) monopolizaron esa operación.

Pero lo ocurrido con el tarifazo es más bochornoso. Macri encareció el gas y la electricidad para favorecer al grupo de amigos que adquirió empresas y acciones de ese sector (Caputo, Mindlin, John Lewis). Sus cínicos sermones sobre el ahorro energético encubren ese negociado. Mientras destapan todos los pormenores de la corrupción K, los principales medios ocultan estos fraudes de la administración M. Utilizan una doble vara para evaluar a Cristina y a Macri, omitiendo que el enriquecimiento ilícito afecta a ambos. Cuestionan por ejemplo al matrimonio Kirchner, su inmoral utilización de los hijos para encubrir manejos fraudulentos. Pero la misma práctica ha sido corriente en la 3 3 familia Macri.

Afirman que Néstor y Cristina aprovecharon la política para llenarse los bolsillos y olvidan que el presidente consolida desde el poder las fortunas, que su grupo acumuló esquilmando al estado. El doble estándar también se verifica en la naturalidad con que se discute si Cristina debe ir presa, sin considerar en cambio que Macri debería renunciar. En Islandia y España los altos funcionarios que ocultaron sus empresas off shore dimitieron. Allí siguieron las pautas que el macrismo publicita como conductas propias de los “países serios”. La duplicidad se extiende a la valoración de casos semejantes. A la vicepresidenta Michetti le perdonan el extraño manejo de un robo de 50.000 dólares facilitados por su novio. Ese individuo recibe contratos de publicidad oficial para actividades tan relevantes como la degustación de champagne.

Por una situación semejante, la ex ministra Felisa Miceli terminó procesada y condenada. Conviene recordar que la renuncia de Boudou era exigida por todos los medios, que ahora no se inmutan frente a las incontables anomalías de los funcionarios. El gobierno está obviamente interesado en demoler al kirchnerismo para neutralizar a un adversario y afianzar su influencia en la clase media. Pero sólo el sector de Carrio promueve una purga intensa y la eventual repetición de la operación consumada por los golpistas brasileños contra el PT. Los restantes componentes de la alianza oficialista son más cautos.

Temen las consecuencias de un continuado desfile de kirchneristas por Comodoro Py. Esa exhibición pone en peligro el pacto de impunidad con justicialistas, gobernadores y renovadores que sostienen los proyectos legislativos del PRO. Macri ya maneja el gobierno y no necesita la mani pulite que utilizó Berlusconi para alcanzar ese cargo. Cualquier investigación seria entraña, además, una seria amenaza para los negocios del oficialismo. Si se profundiza el entramado que rodea a López o Báez se llega rápidamente a los socios de Macri.

Los des-manejos de contrataciones en la obra pública afectan directamente a Calcaterra y Caputo. El gobierno preserva las mismas normas de contratación que objeta al kirchnerismo. Sólo impulsa una nueva legislación para blanquear el pasado y reordenar las trampas de la confidencialidad. En muchas áreas recurre al viejo truco de declarar “emergencias”, para suplantar las licitaciones por las contrataciones directas. Los escándalos que entretienen a los medios se han convertido, además, en una grave preocupación para la “patria contratista”. Ese lobby sostiene al gobierno y prepara los emprendimientos que utilizará el macrismo en la publicidad electoral del 2017.

El mismo temor recorre a la Iglesia, que ha quedado muy escrachada con los bolsos de López. Salta la vista cómo la jerarquía eclesiástica de General Rodríguez participaba en los negocios del ex pope de la obra pública. La imagen de monjas ocultando dólares en un convento transformado en aguantadero financiero, no es muy alentadora para el obispado.

Fuente: http://katz.lahaine.org/b2-img/DOSMODELOSDECORRUPCIN.pdf

Imagen tomada de: https://politikaucab.files.wordpress.com/2016/04/corrupcio.gif

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Educar “como Dios manda”: Mercados, niveles, religión y desigualdad

1957805

 

Michael W. de Apple

Temas de Educación.

Piados Ibérica. 2002

 

En este volumen, el autor, amplia y profundiza los argumentos de El conocimiento oficial y política, cultura y educación en donde combina investigaciones históricas, empíricas y conceptuales para explicar a los movimientos conservadores que no cesan de reconstruir la educación de una manera perjudicial.

Los argumentos planteados surgen de varias fuentes: testimonios nacionales e internacionales que indican los efectos de las políticas actuales, de la participación del autor en movimientos contrarios a la reestructuración radicalmente conservadora y su ira ante quienes creen en la lógica de mercado y no pueden ver el daño que esa arrogancia genera.

En el primer capítulo Mercados, niveles, religión y desigualdad se sientan los argumentos centrales de todo el texto: para buena parte de los expertos, políticos y empresarios la educación es negocio y no debería recibir un trato distinto al de cualquiera otra empresa. Aquí se explica el lugar de la derecha, qué debate se da sobre la libertad, cómo el neoliberalismo se destaca como paradigma político-económico, naturaliza justificaciones y realidades, cómo se busca reestablecer el orden cultural, iglesia-Estado; economía y religión, gerencialismo.

En el capítulo 2 ¿De quién son los mercados? ¿De quién es el conocimiento? se examinan con más detalles los presupuestos que subyacen a las fuerzas de la modernización conservadora en el campo de la educación. Se centra en el análisis de la actividad educativa de cuatro grupos, en las posturas que asumen y en sus efectos negativos: a) neoliberales: son el grupo más fuerte, sostienen la visión de un estado débil, la presuposición que lo privado es bueno y estatal, malo. Los guías la racionalidad económica; b) neoconservadores: sostienen la concepción de un estado fuerte, sobre todo en cuestiones relacionadas con el conocimiento, valores y el cuerpo; c) populistas autoritarios: la derecha cristiana siempre tiene qué decir en la política educativa. Basan sus posturas en unas nociones particulares de la autoridad bíblica, la “moral cristiana”, los roles sexuales y la familia; d) la nueva clase media directiva y profesional que utiliza su especialización técnica para proporcionar apoyo a los procesos de responsabilidad, medición, control de calidad y evaluación que exigen los partidarios de las políticas neoliberales.

El análisis está centrado básicamente en el panorama estadounidense que da cuenta de la política educativa del contexto internacional.

La educación ha entrado a un periodo de reacción. Nuestras instituciones se consideran un fracaso total, hay situaciones de abandono, alfabetización funcional, dudosa calidad, bajas puntuaciones en exámenes: de todo es responsable la escuela. Surge allí con fuerza el argumento: hagamos las escuelas más eficaces, más receptivas al sector privado. Hagámoslo y los problemas se desvanecerán.

Con este análisis – señala el autor- se consolida la amenaza a los ideales igualitarios. En el capítulo 3 Producir desigualdades. La modernización conservadora en la política y en la práctica, se examinan los efectos que han tenido en varios países reformas como la imposición de un mercado competitivo en el campo de la educación, establecimiento de unos curricular nacionales y estatales, de exigencias cada vez más elevadas y de unos exámenes comunes obligatorios haciendo especial hincapié en las propuestas neoliberales y neoconservadoras cuyos efectos son tan profundos en política y práctica de la educación. En este capítulo también se analizan las alternativas generadas por las pedagogías críticas y sus principales fallos respecto a los avances de la derecha. En este sentido señala que pocas veces ha conectado lo suficiente con los métodos empleados por la modernización conservadora para alterar el sentido común y transformar las condiciones materiales e ideológicas que rodean la enseñanza y se ha convertido en una especie de retórica romántica posibilista.

Aunque a lo largo del libro combina la teoría con la empiria, se muestra profundamente preocupado por el hecho de recurrir con tanta frecuencia a la teoría y con un nivel de abstracción tan elevado que se ha abandonado el espacio empírico dejándolo abierto para que lo ocuparan neoliberales y neoconservadores, cosa que han logrado.

Los capítulos 4 y 5 se centran en el creciente poder de los grupos religiosos conservadores en el debate sobre los fines y los medios de la educación. En el capítulo 4 El cristianismo en peligro, se detalla la génesis histórica de estos movimientos y se examinan algunos de sus efectos más recientes. En el capítulo 5 Dios, moralidad y mercados se señala que para conocer a la derecha religiosa populista y autoritaria es fundamental complementar el estudio histórico del cómo y el por qué del desarrollo de estos movimientos tratando de ver al mundo a través de sus propios ojos. Examina de una manera crítica la congruencia entre sus creencias acerca de lo curricular y de la pedagogía y su postura general acerca de la economía, el gobierno, la familia, los roles sexuales, las clases y las razas.

En el capítulo 6 ¡Abajo los enseñantes! La política cultural de la enseñanza domiciliaria, se examina el movimiento de la enseñanza domiciliaria como mecanismo para aunar muchas de esas prioridades. Sitúa a la enseñanza domiciliaria dentro de un movimiento más amplio (ataques a la esfera públicas, impulsos antiestatistas, lo público y lo privado), lo vincula con otras iniciativas proteccionistas; su relación con la historia del activismo gubernamental y cómo puede perjudicar a los estudiantes que no recurren a este tipo de estrategias.

En el capítulo 7 Frenar a la derecha se evalúan las posibilidades de atajar este giro hacia la derecha y se proponen algunas estrategias: frenar la formación de identidades contrarias a lo público; aprovechar las tensiones al interior de la alianza de la modernización conservadora; establecer alianzas tácticas; proporcionar respuestas reales a los problemas prácticos de la educación.

 

 

FUENTE:

http://www.biblioteca.unlpam.edu.ar/pubpdf/praxis/n08a10difranco.pdf

 

FUENTE DE LA IMAGEN:

https://d.gr-assets.com/books/1190867187l/1957805.jpg

 

PROCESADO POR:

 

Hans Mejía Guerrero

hans_mguerrero@hotmail.com

 

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Racismo, neoliberalismo y olimpiadas en Brasil

Por: Jesús Chucho García

Brasil, después de Nigeria, es el país demográficamente que tiene la mayor concentración de africanos y afrodescendientes en el planeta. Más del 53% de su población se consideran afrodescendientes. Brasil fue el último país en abolir la esclavitud (1888), permaneciendo desde esa época en exclusión y pobreza absoluta, hasta que el expresidente Lula Da Silva (2003-2011) llega al poder, logrando avanzar en un lento pero seguro proceso de inclusión sacando de la pobreza cerca de veinte millones de afrobrasileños.

Exclusión e inclusión racial en Brasil
Hemos visitado este gran y hermoso país donde se impuso, por un largo periodo el lusotropicalismo como ideología social del mestizaje y blanqueamiento plasmado por el investigador Gilberto Freire a mediados del siglo XX. En las mayorías de las telenovelas brasileñas solo se refleja el rostro o las imágenes de las garotas o garotos brasileños de tez blanca y mestizadas.

Las veces que hemos estado en ese país, como activista afro, hemos observado con profundidad el otro Brasil, el que es reprimido por un Estado policial y de justicia desigual hacia las y los afrodescendientes. Hace poco un estudio de la Universidad de San Carlos expresaba que 58% de las personas asesinadas en la compleja y superpoblada ciudad de São Paulo por la policía militar eran negras. Por otro lado los afrobrasileños, cuya edad oscila entre 12 y 18 años, tienen tres veces más posibilidades de ser asesinados que los blancos. El Fondo Brasileño de Seguridad Pública develó en sus estadísticas que los afrobrasileños representan el 68% de todas las víctimas de homicidios.

Sin discusión el Gobierno de Lula Da Silva avanzó en la lucha contra la exclusión, creando la secretaría contra la discriminación racial con rango ministerial, dirigida por la activista afrobrasileña Matilde Ribeiro. Lula, también impulsó la Ley 10.639/03 para la enseñanza obligatoria de la historia general de África y afrobrasileira. Los ocho volúmenes de la Historia General de África, publicada por Unesco, fue traducida  al portugués para que los brasileños entiendan los aportes africanos a la construcción de Brasil. Durante el Gobierno de Lula y posteriormente con el Gobierno de Dilma, se mantuvieron las políticas de las cuotas de la inclusión de los afrobrasileños en las universidades, ya que el 97% no asistían a las universidades. También se creó la Universidad de Integración Internacional Afrobrasileña.

El neoliberalismo racial de Temer
La onda expansiva neoracista vinculada al neoliberalismo llegó a Brasil, con el golpe parlamentario que le dieron a la presidenta Dilma Roussef. Michel Miguel Elias Temer, actual presidente interino de Brasil, dirigente del partido neoliberal Movimiento Democrático Brasileño, en un tiempo fue secretario de seguridad de la ciudad de São Paulo, donde se hacían prácticas de exterminio racial y también, como parlamentario se opuso a la reforma agraria que beneficiaría a millones de campesinos. Hoy como presidente interino neoliberal, desde el 12 de mayo, comenzó a destruir el proceso de inclusión social y racial que se inició en el 2003, aparte de impulsar en tiempo récord las políticas neoliberales, similares a las que está promoviendo el Gobierno del presidente Macri en Argentina.

La principal medida de Temer lanzada en mayo, bajo las orientaciones del Fondo Monetario Internacional, fue eliminar la inversión social, la cual fue protestada por la Central Única de Trabajadores de Brasil. Las olimpiadas se iniciaron con una concentración de más de veinte mil activistas, en las playas de Copacabana, en Río de Janeiro contra el presidente Temer, quien en su gabinete de veinticuatro ministros no tiene  ni a un solo afrobrasileño ni una mujer, es un Gobierno racista y machista.

Fuente: Correo del Orinoco (2.472, 16/08/2016). Disponible en ALAI: http://www.alainet.org/es/articulo/179564 

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215696

Fuente de loa Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=luis+A+Montero+Cabrera&biw=1024&bih=485&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiV3YiiztDOAhVFJiYKHdJLAfIQ_AUIBigB#tbm=isch&q=+Racismo%2C+neoliberalismo+y+olimpiadas+en+Brasil&imgrc=XAEgCg7fsGrDvM%3A

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