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Como cambia nuestro cerebro al aprender (Video)

España / 13 de mayo de 2018 / Fuente: Centro Escuela Claridad / Fuente: Vimeo

David Bueno explica cómo cambia nuestro cerebro al aprender.
David Bueno es un científico rodeado de preguntas: ¿Cómo aprendemos? ¿Cómo piensa un adolescente? ¿Cuál es la mejor edad para comenzar con un segundo idioma? No quiere dejar ninguna sin respuesta porque como anuncia en su último libro, su pasión es contar todo lo que siempre hemos querido saber sobre el cerebro de nuestros hijos y nunca nadie se atrevió a explicarnos. Profesor de genética en la Universidad de Barcelona, David Bueno explica que la neurociencia ofrece claves que modificarán nuestra forma de enseñar y aprender.

 

 

Fuente: https://vimeo.com/269060602

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Neuroeducación: estrategias y técnicas educativas centradas en el funcionamiento del cerebro

Por: www.elliberal.com.ar/Mariano Vega Botter. Neuropsicólogo/ 18-04-2018

¿QUÉ ES LA NEUROEDUCACIÓN, PARA QUÉ SIRVE?

Hace unos días he asistido a un congreso latinoamericano sobre la neuroeducación que se realizó en el Paraninfo de la Unse y me ha permitido conocer algunos detalles más del conocimiento personal que tengo, la neuroeducación es realmente muy importante para el aprendizaje en el niño y por qué no, en el adulto; también se abordó sobre el neurodesarrollo del niño en paralelo con el aprendizaje y la educación más que todo escolar. He salido satisfecho del congreso porque encontré muchos conceptos nuevos y actualizados que permiten que me enriquezca más sobre mi profesión, es como yo digo, nuestra profesión y todas en general, se optimizan siempre y cuando el estudio, la investigación y todo tipo de congreso, curso y/o talleres sean continuos, aunque los años de experiencia que lleve uno en su profesión sean de muchos años. Me gustó la organización y el abordaje de lo que permite un nivel internacional de un congreso tan importante como la neuroeducación, felicito a los organizadores y vamos a lo nuestro… La pregunta del que ignora este tipo de neurociencia será ¿qué es la neuroeducación? La neuroeducación o neurodidáctica es una nueva visión de la enseñanza que se basa en aportar estrategias y tecnologías educativas centradas en el funcionamiento del cerebro. Esta nueva disciplina educativa fusiona los conocimientos sobre neurociencia, neuropsicología y educación, con el objetivo de optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje. La neuroeducación cambiará la forma en la que los niños estudian y aprenden. Se trata de un proyecto de desarrollo científico en el que se quieren aunar los conocimientos que tenemos acerca de cómo funciona el cerebro con lo que se sabe acerca de los procesos educativos sobre el terreno. Normalmente, el ámbito en el que se centra la neuroeducación es la educación en ámbitos escolares y académicos. Es una dinámica de aprendizaje basado en neurociencias, cuyo propósito es aplicar todo lo que se sabe acerca de cómo el cerebro aprende y qué cosas estimulan el desarrollo cerebral al ámbito escolar.

FACTORES QUE INTERVIENEN

En neuroeducación y neurodidáctica se aplican todos los conocimientos que ha ido recopilando las ciencias cognitivas y la neurociencia durante los últimos 25 años. Algunos de los hallazgos más importantes lo explico a continuación:

1 LA PLASTICIDAD CEREBRAL Y NEUROGÉNESIS La plasticidad cerebral ha sido uno de los descubrimientos más relevantes en el campo de la neurociencia. El cerebro es “plástico”, es decir, tiene una gran capacidad de adaptación durante toda la vida. Además es capaz de crear constantemente nuevas neuronas y conexiones entre ellas si se le provee de la estimulación adecuada.

2 LAS NEURONAS ESPEJO Las neuronas espejo son un grupo de células cerebrales que se activan tanto cuando realizamos una acción como c u a n d o observamos a alguien realizarla. Y no sólo ocurre con acciones, sino también con las expresiones emocionales. Por ello se cree que son la base de la empatía y de la adquisición del lenguaje. Los conocimientos sobre las neuronas espejo son muy importantes para la neuroeducación o neurodidáctica.

3 EMOCIONES Y APRENDIZAJE Las emociones interactúan con los procesos cognitivos, por ello una parte clave de la neuroeducación se refiere a manejar las emociones para que no sólo no interfieran sino que beneficien el proceso de aprendizaje. Se pretende enseñar a los niños a ser conscientes de sus sentimientos y tomar el control de estos y de su conducta. Es importante que aprendan a reconocer cuando están enfadados, tristes y poder manejar estas emociones. Además, un alto nivel de estrés dificulta el aprendizaje, por ello es importante crear un buen clima de aprendizaje, sin estrés, y enseñarles a manejar la ansiedad. Pero no sólo gestionar las emociones negativas nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento académico, sino que se sabe también que el aprendizaje de material que evoque emociones se aprenderá mejor y será más permanente. Esto es lo que se llama un aprendizaje significativo.

4 DISLEXIA Y TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE Los avances en trastornos del aprendizaje nos permiten, no solo a aportarles a estos niños un apoyo personalizado, sino a ofrecerles las mejores herramientas para que superen sus dificultades.

5 TANTO LA EXPERIENCIA COMO LA GENÉTICA NOS INFLUYEN Desde casi los inicios de la neuropsicología ha habido un debate muy fuerte acerca de si lo que somos se debe a nuestra experiencia o a nuestra genética. Hoy, la mayoría de los expertos coinciden en que ambas cosas son fundamentales para nuestro desarrollo. La genética va a sentar las bases de nuestras habilidades y capacidades, pero la experiencia va a actuar sobre ello. Los niños puede que tengan una serie de capacidades más o menos instauradas, que se les dé mejor una cosa que otra, pero esto es algo que siempre se puede entrenar y modificar. Otros campos de investigación que se aplican a la educación son el entrenamiento en razonamiento, mejora en la memoria de trabajo, en la consolidación de la memoria, recuperación de recuerdos y tratamientos para problemas de aprendizaje.

*Fuente: https://www.elliberal.com.ar/noticia/410050/neuroeducacion-estrategias-tecnicas-educativas-centradas-funcionamiento-cerebro

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La neurociencia como llave del aprendizaje

España / 8 de abril de 2018 / Autor: Milagros Rubio Pulido / Fuente: emtic

El prefijo «neuro» ha contaminado amplias y diferentes disciplinas, tanto relacionadas con el mundo científico como con el de las humanidades: neurogenética, neuroanatomía, neurotecnología, neuroeconomía, neurolingüística, neuropsicología, neuropolítica y un largo etcétera. La neurociencia, en general, facilita que entendamos mejor lo que hacemos y por qué; te muestra prácticas más o menos eficaces para tu bienestar, te habla de ti y de los demás.

A nosotros nos interesa especialmente la disciplina de la neuroeducación, una rama del conocimiento que trata de comprender cómo funciona nuestro cerebro a la hora de aprender. Debemos entender la neuroeducación aplicada a cualquier relación entre enseñanza y aprendizaje, ya sea en la educación formal o informal, en casa o en la escuela, en la enseñanza intencional o accidental, en el currículo explícito u oculto, en menores o adultos, en personas con o sin dificultades de aprendizaje… ¿Podemos mejorar los procesos educativos gracias a lo que nos aporta la neurociencia? Descúbrelo en este artículo.

Un cerebro cambiante

Nuestro cerebro es el principal responsable de nuestro aprendizaje. Gracias a las técnicas no invasivas de neuroimagen se puede mostrar qué actividad cerebral existe cuando estamos aprendiendo; esto es, qué áreas y estructuras del cerebro están más activas, con qué intensidad y la interrelación entre ellas.

Sabemos que las células nerviosas, también llamadas neuronas, se comunican entre sí mediante la sinapsis y que nuestro cerebro puede crear nuevas neuronas durante su existencia (neurogénesis). Esta es la base de la afirmación siguiente: tenemos un cerebro tremendamente plástico, siempre en continua evolución, capaz de aprender a lo largo de TODA LA VIDA, gracias a nuevas células nerviosas y conexiones sinápticas que modifican su estructura y funcionamiento. Esa modificación es la forma en que reacciona nuestro cerebro ante los estímulos del entorno, y en el ámbito escolar, ante las experiencias de aprendizaje que proporcionamos a nuestros alumnos y alumnas.

cerebro conectado

¿Genética o ambiente? Esta dualidad, omnipresente en las ciencias, supone admitir que nuestra forma de ser y de actuar está condicionada por la herencia genética y por el ambiente que nos rodea, y con el que interaccionamos. También nuestro cerebro tiene esta influencia genético-ambiental, por supuesto. La pregunta que debemos plantearnos los docentes es: ¿qué podemos hacer para ofrecer experiencias de aprendizaje que permitan que todos los alumnos aprendan en la escuela, independientemente de su herencia genética? Es evidente que la genética no la podemos manipular, pero sí el ambiente escolar que ofrezcamos.

Una inteligencia holística

¿Cuán inteligente eres? Qué gran error cometemos si asociamos la inteligencia al cociente intelectual que miden pruebas estandarizadas basadas principalmente en los aprendizajes instrumentales relacionados con lo verbal (lengua) y lo numérico (matemáticas). Pruebas que se aplican muchas veces en situaciones descontextualizadas, pruebas sesgadas, reduccionistas y administradas a niños que emocionalmente no están en su mejor momento. Esa práctica es un atentado contra el potencial humano.

La inteligencia es mucho más que eso. Implica el funcionamiento integrado de todo nuestro cerebro, participando de forma interrelacionada los hemisferios derecho e izquierdo. Tiene que ver con nuestra capacidad de adaptación y acomodación al medio:adaptación para saber procesar los cambios (de todo tipo) que nos llegan y acomodación para integrar esos cambios en los patrones mentales ya existentes.

¡Ponte a prueba! ¿Cuán inteligente serías tú, lector o lectora, si mañana viajaras solo a un país extranjero, desconocido por ti en cuanto a idioma, cultura, costumbres, horarios… y tuvieras que dar una conferencia, ante una gran audiencia, sobre las ventajas que tiene la variedad Caprinus Comatus para la dieta de los asistentes? 

Está claro que este es un ejemplo extremo. Mi intención ha sido provocarte una disonancia entre lo que serías capaz de hacer aquí y lo que serías capaz de hacer allí. Es para que entendamos que nuestra inteligencia depende, también, del contexto, de los recursos a nuestro alcance, de los apoyos necesarios, de las experiencias previas, de los intereses y preferencias que tenemos, y de la EDUCACIÓNque recibimos, en mayúsculas.

desorientada

Gardner propuso la teoría de las Inteligencias Múltiples, muy socorrida para contextos educativos que quieren innovar. Esta teoría choca, en cierto modo, con la inteligencia holística de la que hablamos, pero también la respalda. Lo que Gardner quiere poner de manifiesto es que existen diferentes formas de mostrar que somos virtuosos, ya sea a través del lenguaje, de las matemáticas, de la música, del dibujo, de la expresión corporal, de la orientación espacial, de las habilidades sociales… o combinando varias virtudes; y que cada persona muestra de forma preferente unas habilidades con respecto a otras. Si Gardner hubiera hablado de “habilidades preferentes” y no de “inteligencias múltiples”, su teoría no hubiera tenido el mismo impacto.

Con un enfoque similar, son numerosos los artículos que hablan del predominio del hemisferio derecho o del izquierdo en nuestro cerebro: en las personas en que predomina el hemisferio derecho se antepone la fantasía, la creatividad, la emoción; y en las que predomina el hemisferio izquierdo prevalece la lógica, el orden, la razón. Si consideramos el constructo del cociente intelectual tradicional, esto puede llevarnos a deducir que el hemisferio izquierdo es el listo y el derecho el tontoNo lectores, no puede ni debe ser así.

Cierto es que se activan, en menor o mayor medida, regiones cerebrales concretas cuando realizamos unas tareas u otras, pero necesitamos el funcionamiento del cerebro al completo, la integración de diferentes redes neuronales, es decir los dos hemisferios trabajando conjuntamente. Por ejemplo: en una tarea lingüística, no solo se activa el hemisferio izquierdo, también determinadas zonas del derecho. Incluso cuando una región cerebral está dañada, otras pueden asumir su función.

Jesús C. Guillén nos aclara en su blog «Escuela con cerebro» por qué NO debemos considerar a la teoría de las Inteligencias Múltiples como una teoría científica, sino más bien como una forma de aceptar la diversidad del aula, de entender la gran potencialidad que tiene el cerebro para manifestarse con múltiples y variadas formas de expresión. Dicha potencialidad debemos aprovecharla para brindar ambientes ricos y multimodales de aprendizaje en la escuela y fuera de ella.

Esto sí, esto no: principios y neuromitos

La repercusión que desde hace unos años están teniendo las investigaciones en neurociencia ha facilitado que proliferen preceptos, pautas o principios que no siempre están sujetos a evidencias científicas ni contrastadas, sino que en ocasiones forman parte de la literatura popular y/o de metodologías de enseñanza no evaluadas desde un punto de vista neuroeducativo. Un neuromito es una falsa creencia o mala interpretación de la neurociencia.

A continuación, se muestran los principios y neuromitos que nos indican los profesionales dedicados a la neurociencia en general, y a la neuroeducación en particular, teniendo en cuenta aquellos donde mayor acuerdo existe.

Cada llave, un nuevo color

Siguiendo los principios del apartado anterior, podemos conocer las llaves que abren al cambio, al aprendizaje, a la transformación inteligente de nuestro cerebro. Entendemos que estas llaves, en educación, posibilitan nuevas y cuantiosas conexiones sinápticas, aumentan las áreas cerebrales interconectadas; en definitiva: dan más color a nuestra paleta plástica (el cerebro). ¿Cuáles son esas llaves?

1. Aceptar la neurodiversidad y darle respuesta: no existen cerebros normales y anormales. Cada cerebro es singular, es como nuestra huella digital. Todos y cada uno de los alumnos deben tener un sitio en el aula, no solo desde su presencia física, sino desde la participación y la acción. El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) es la mejor respuesta a esa escuela inclusiva, un diseño que proporciona múltiples formas de representación, acción, expresión e implicación.

2. Cultivar las emocionesSin emoción no hay aprendizaje dice Francisco Mora (doctor en Medicina y Neurociencia). No debemos entender esta afirmación de un modo reduccionista, porque emocionados estamos siempre, ya sea de una forma positiva o negativa. Se trata de entender que debemos ofrecer un clima emocional positivo en el aula, para que haya predisposición del alumnado hacia el aprendizaje. Esto supone: creer en las personas, partir de sus fortalezas, favorecer su autoestima y autoconocimiento, entrenar la empatía, enseñar al alumnado a canalizar sus sentimientos, etc. ¡Practicar la educación emocional!

cerebrocorazon fundidos

3. Interacción social en el aula: ofrecer oportunidades paras aprender de y con otros, especialmente entre iguales. Gracias a las neuronas espejo, tenemos la capacidad de aprender por imitación, por observación de los demás. Estas neuronas permiten reflejar la acción que realiza otra persona en nuestro cerebro, contribuyendo también a la capacidad empática. El aprendizaje cooperativo genera sinergia (1+1=3). Cuando aprendemos en colaboración liberamos más dopamina, un neurotransmisor que reduce la ansiedad y favorece la memoria a largo plazo.

4. Entrenar la creatividad: solemos limitar esta habilidad en la enseñanza. Suele ser un elemento secundario, a pesar de que todos tenemos la capacidad de desarrollarla. La creatividad favorece la flexibilidad de pensamiento, la generación de nuevas ideas y podemos trabajarla con estrategias de pensamiento divergente en cualquier materia. No olvidemos que gracias a las mentes creativas tenemos los grandes inventos.

5. El poder de las artes: las actividades artísticas (música, poesía, teatro, artes visuales…) fomentan la creatividad y la imaginación, actúan como una recompensa natural para nuestro cerebro, contribuyendo a nuestro desarrollo personal y social.

6. Más ejercicio físico: la actividad física no solo redunda en el bienestar de nuestro cuerpo, sino también de nuestra mente: reduce la ansiedad, libera tensiones, aporta autoconfianza, favorece la autodisciplina, mejora la concentración, etc. En resumen, influye en nuestra capacidad para aprender más y mejor.

7. Metodologías proactivas: emplear estrategias didácticas que potencien el papel activo del alumnado, su implicación como aprendiz. Hay que posibilitar que los alumnos tengan iniciativa para anticiparse a los problemas en contextos significativos y reales de enseñanza-aprendizaje. Eso implica trabajar mediante la interdisciplinariedad, integrando las diferentes áreas del conocimiento. Algunas de esas metodologías son:

  • Aprendizaje basado en proyectos, en preguntas o en problemas.
  • Aprendizaje basado en el pensamiento.
  • Aprendizje cooperativo.
  • Aprendizaje Servicio.
  • Clase invertida (Flipped Classroom)
  • Cultura eduMaker.
  • Gamificación.
  • Design Thinking.

Por supuesto que estas metodologías pueden combinarse entre sí; y por supuesto que NO debemos concebirlas como la losa que entierra a la clase magistral del docente. La exposición clásica es útil para introducir un nuevo tema, centrar el objeto de aprendizaje que es relevante, aclarar conceptos, resolver dudas… pero de ninguna manera debería utilizarse de forma exclusiva ni predominante.

8. Práctica repetida: la repetición consolida los aprendizajes, los lleva a nuestra memoria a largo plazo; e incluso es la base de los aprendizajes que debemos automatizar (por ejemplo: la lecto-escritura). La práctica sistemática fortalece las conexiones sinápticas, consolida nuestros patrones mentales; de ahí la necesidad de que los aprendizajes nuevos tengan que tener una asociación con los conocimientos previos del aprendiz y un significado relevante para él, en relación a sus experiencias, intereses, etc.

9. Evaluación para la acción (EvaluAcción): en muchos casos entendemos la evaluación como una calificación, una nota obtenida al final de un proceso didáctico. Debemos reflexionar sobre la utilidad de esta práctica, dado que aporta poco o nada para saber si un aprendizaje ha sido generalizado, es decir si realmente se pone de manifiesto en el contexto real donde debe utilizarse. Por eso, la evaluación debe ser formativa, reguladora de nuestras acciones didácticas y ante todo contrastada en diferentes momentos, con diferentes instrumentos y llevada a cabo por diferentes evaluadores. Entre esos evaluadores, los estudiantes, como sujetos reflexivos de lo que aprenden y de cómo lo hacen. Esto favorecerá en ellos la metacognición, la autorregulación, es decir el desarrollo de funciones ejecutivas.

10. Rol docente. ¿Cuál es el papel del profesor?

  • Alguien que se convierte en un modelo de referencia para sus alumnos (recordemos el poder de las neuronas espejo).
  • Alguien que suscita la motivación hacia el aprendizaje. Por ejemplo, mediante el efecto sorpresa y la novedad.
  • Alguien que adapta la situación didáctica a cada alumno, a sus aptitudes y actitudes, expectativas e intereses, conocimientos previos y potenciales.
  • Alguien que ofrece un contexto donde los estudiantes pueden equivocarse y aprender de sus errores.
  • Alguien que da feedback al esfuerzo de cada alumno y alumna según sus posibilidades, utilizando el efecto Pigmalión a favor y no en contra.
  • Alguien que actúa como coach, ayudando a otros a descubrirse a sí mismos, para que pasen del pensamiento a la acción.
  • Alguien que investiga sobre su propia práctica docente y que se actualiza constantemente para dar lo mejor.
  • Y mucho, mucho, muchísimo más: un docente ayuda, asesora, orienta, reconduce, facilita, anima, organiza, coordina, etc.

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La maldición del currículum

Utilizo esta expresión del profesor Joselu, en su artículo con el mismo nombre “La maldición del currículum”, porque muchos lectores docentes se sentirán limitados por los preceptos legales que impone la Administración educativa, ya sea estatal o autonómica.

El currículo recoge lo que se debe enseñar y evaluar (competencias, objetivos, contenidos, criterios de evaluación y estándares) pero también cómo debemos hacerlo. La mayor parte de nosotros nos quedamos en el “QUÉ” y no en el “CÓMO” cuando interpretamos la normativa educativa.

Si hacemos una lectura optimista del currículo actual, también encontramos algunas coincidencias con lo que prescribe la neuroeducación. Por ejemplo: el currículo contempla objetivos relacionados con la creatividad, el emprendimiento, la convivencia, el ejercicio de la ciudadanía activa, el respeto por las diferencias, la expresión artística, etc.; entre los elementos transversales se incluyen la actividad física y la educación en valores; prescribe una evaluación continua y formativa; aconseja un tratamiento globalizado de las áreas curriculares en algunas etapas educativas, etc.

Incluso tenemos una norma, a nivel estatal, que apuesta por las metodologías activas y contextualizadas. Es la Orden ECD/65/2015, de 21 de enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la Educación Primaria, la Educación Secundaria Obligatoria y el Bachillerato. Entonces… ¿debemos o no utilizar las llaves del aprendizaje? ¿Podemos o no hacerlo? ¿Queremos o no? Supongo que se trata de confiar más en nuestra autonomía como docentes.

El Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte ya ha propuesto un Plan de Neurociencia aplicada a la Educación, plan que actualmente se encuentra en su primera fase de desarrollo: formar a los docentes, equipos de orientación y equipos directivos. En abril de 2017 se celebró el I Congreso Nacional, cuyos materiales pueden consultarse en este enlace: documentación del I Congreso Nacional de Neurociencia aplicada a la Educación.

Quizás el candado más robusto para practicar la neuroeducación lo encontramos en la distribución de materias y horarios escolares, en el exceso de funciones burocráticas en los centros, en las exigencias de la Inspección, en la falta de coordinación y colaboración entre docentes en particular, y entre agentes de la comunidad educativa en general.

Retroceder para avanzar

Estamos asistiendo a una crisis del sistema educativo actual, crisis que podemos apreciar en señales como: estrés docente, aumento de fracaso y abandono escolar, movimientos de protesta de colectivos sociales, cambios continuos en leyes educativas por falta de consenso político, nuevas demandas del mundo sociolaboral que no se cubren desde la educación formal, etc.

Es el momento de la reflexión, de hacer una mirada retrospectiva para analizar qué ha cambiado entre la sociedad del siglo XX y la sociedad actual. Entre esos cambios que contrastemos, deberíamos reflexionar especialmente sobre los cambios referidos al sistema educativo: ¿Ha evolucionado la escuela? ¿De qué forma?¿Necesitamos una escuela diferente? ¿Reinventamos la escuela?

No podemos elegir nuestro pasado, pero sí nuestro futuro.
No podemos elegir de dónde venimos, pero sí hacia dónde queremos ir.

cerradura

Referencias

Fuente del Artículo:

https://emtic.educarex.es/230-emtic/orientacion/3048-la-neurociencia-como-llave-del-aprendizaje

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España: Más de 150 profesores participan en las III Jornadas regionales de Educación de Personas Adultas

España/13 de marzo de 2018/Fuente: https://www.carm.es

‘Metodología, buenas prácticas e innovación educativa’ pretende actualizar la formación del profesorado para que se imparta una educación y formación de calidad.

El director general de Formación Profesional, Sergio López, inauguró esta semana las III jornadas regionales de Educación de Personas Adultas ‘Metodología, buenas prácticas e innovación educativa’, a las que asistieron 155 profesores. El director general subrayó que “el objetivo de esta iniciativa es que se conozcan diferentes estrategias en este tipo de enseñanzas, de forma que se adapte su metodología a los contextos y procesos psicológicos propios de los adultos y a los nuevos retos que la sociedad del siglo XXI plantea”.

López presentó las distintas acciones y proyectos programados en materia de educación de personas adultas, encaminados a aumentar la visibilidad de las enseñanzas, renovar equipamiento e infraestructuras, ordenar la normativa, aplicar gestión de calidad y eficiencia a todos los procesos y potenciar las relaciones externas con el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, los ayuntamientos, la Dirección General de Juventud y el Servicio de Empleo y Formación.

Durante las jornadas se impartieron una serie de conferencias que destacaron por su carácter innovador, entre ellas la de María Soledad Jiménez Benedit, quien desarrolló la ponencia ‘Estrategias metodológicas para favorecer y potenciar la adquisición de competencias clave para el aprendizaje permanente y para una segunda oportunidad’ y la de Ana Peinado, que centró su intervención en la ‘Neuroeducación e inteligencia emocional en la Educación de Adultos’.

Además, durante el acto se puso en valor el intercambio de buenas prácticas, dando visibilidad a proyectos que los centros están llevando a cabo en el marco de la educación de personas adultas. Se difundieron las experiencias de diferentes centros relacionados con la prevención del abandono escolar temprano que se están llevando a cabo en el CEPA ‘Águilas’ y en el IES ‘Juan Carlos I’. Asimismo, se expuso como experiencia Erasmus+ la que se está realizando en el CEPA ‘Mar Menor’, y en cuanto a proyectos de innovación destacó ‘AICLESA: Aprendizaje integrado de contenidos de Lengua en ESPA’ del CEPA ‘Alto Guadalentín’ y el denominado ‘Trabajo por proyectos en ESPAD’ del CEPA ‘Mar Menor’.

Igualmente, se visualizaron otros proyectos que se están llevando a cabo en el CEPA ‘Río Mula’ en relación con la prevención del consumo de alcohol y drogas en los IES, y se expuso también el trabajo ‘Centro digital’ que se desarrolla en el CEPA ‘Vega Media’ de Molina de Segura.

Por otro lado, se presentaron experiencias de los CEPA de ‘Alcantarilla’ y ‘Noroeste’ relacionadas con la Formación Profesional Básica a partir de los 17 años, el CEPA ‘Infante’ presentó el libro ‘Relatos cortos’ y los CEPA ‘Río Mula’ y ‘Águilas’ expusieron un proyecto de Neuroeducación e inteligencias múltiples.

Fuente del Evento:

https://www.carm.es/web/pagina?IDCONTENIDO=96434&IDTIPO=10&RASTRO=c$m122,70

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¿Qué es la neuroeducación y cómo puede cambiar la forma de enseñar y aprender?

Por: Semana Educación

Los avances de la ciencia en el estudio del cerebro y su funcionamiento están cuestionando los actuales métodos de educación. Pero ¿en qué consiste la neuroeducación y cómo puede provocar una transformación en la forma en que aprendemos?

¿Te desconcentras en las clases? ¿Crees que tus hijos no están motivados? ¿Memorizar es el mejor camino para aprender?

Estas son algunas de las preguntas que pueden surgir en el sistema de educación actual y la neuroeducación intenta responderlas para que aprendamos mejor.

Pero ¿de qué se trata la neuroeducación?

Funcionamiento del cerebro

«Estamos entrando en una nueva educación».

Así opina el doctor Francisco Mora, profesor de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mora es especialista en neuroeducación, un conjunto de conocimientos basados en cómo funciona el cerebro humano en un contexto psicológico, científico y educativo, explica, aunque dice que aún no es algo que cuente con un reglamento académico.

Y el punto clave de esta nueva aproximación a la educación es que el cerebro necesita la emoción para aprender.

«Todo lo que somos, lo que sentimos, lo que creemos, lo que pensamos, lo que hacemos en el mundo es producto del funcionamiento del cerebro. Por eso somos seres fundamentalmente emocionales y luego somos críticos y razonamos», le dice Mora a BBC Mundo.

Con estos nuevos descubrimientos, «nos estamos dando cuenta de que el cerebro trae códigos que se expresan en tiempos diferentes a lo largo de la vida», añade.

«Y sabemos que algunos de esos tiempos de desarrollo se puede aprender mejor que en otros», señala Mora que es autor del libro «Neuroeducación: solo se puede aprender aquello que se ama».

Aprender a leer

Una de las revelaciones que hizo la ciencia en torno al funcionamiento del cerebro es el proceso de la lectura.

El cerebro humano no está diseñado para leer, sino que evoluciona y aprende esa habilidad, porque la lectura es un invento cultural.

«Al estudiar cómo lee el cerebro, en realidad lo que se está observando es cómo aprende algo nuevo. Y ahí es cuando empiezas a entrar en el área de la neuroplasticidad», le dijo BBC Mundo el año pasado Maryanne Wolf, neurocientífica cognitiva y directora del Centro para la Investigación de la Lectura y el Lenguaje de la Universidad de Tufts, en Massachusetts, Estados Unidos.

Y el doctor Mora coincide y da un paso más allá, al asegurar que «la lectura es algo que nunca hemos sabido cuándo enseñarla».

«Pero llegó la neuroeducación y la ciencia que nos dice que la transformación en la lectura solo ocurre en el cerebro ente los 6 o 7 años», explica.

«Por eso Finlandia empezó a enseñar a leer con alegría y eso solo se logra cuando se alcanza la madurez en esas áreas del cerebro que son las que transforman la lectura», aclara Mora.

Despierta la curiosidad

Otro de los aspectos clave de la neuroeducación es despertar la curiosidad en los alumnos.

«La curiosidad es el elemento básico emocional para poder enseñar bien. Enseña con curiosidad, haz lo soso siempre interesante y verás cómo quien te escucha abre los ojos», asegura el doctor Mora.

«Ya no sirve decir: ‘¡Préstame atención!‘. Eso es estéril, es inútil. Y eso es la transformación de la neuroeducación», agrega.

¿Pero cómo se despierta la curiosidad?

Para Mora es muy simple, aunque «parece que ser curioso tiene incluso a veces alguna connotación negativa», dice.

«La curiosidad tiene un anclaje emocional. Somos bichos curiosos. Constantemente estamos buscando cosas nuevas, diferentes, que rompan el esquema. Esa curiosidad es lo que empuja a aprender. El origen es hacer curioso lo que se enseña. Y eso llama la atención», asegura.

José Luis Redondo es docente en España y concuerda con la efectividad de la curiosidad en el aula.

«Introduje el elemento sorpresa y está demostrado que favorece mucho la memoria», señala el profesor que da clases de ciencias sociales a adolescente en Úbeda, Andalucía.

Relajación y ambiente

Para Redondo, en realidad, «no sé puede hablar de ‘hacer‘ neuroeducación, sino que esta disciplina es más para ‘ser‘».

«En mi aula yo trabajo mucho la educación emocional, cómo identificar las emociones, y aplico dinámicas de enfrentamiento de la rabia y el miedo», le cuenta a BBC Mundo.

«Hacemos actividades de mindfullness, es decir el estar aquí y ahora. Y les enseño a controlar la respiración y gestionar los pensamientos para conseguir relajar la mente», detalla.

Otro de los aspectos de la neuroeducación es el ambiente en el que se lleva a cabo el aprendizaje.

Mora destaca la importancia de la neuroarquitectura en la educación.

Este nuevo movimiento es la conjunción de pensamientos entre arquitectos y neurocientíficos valorando el funcionamiento del cerebro para la construcción de nuevos edificios, define.

«La orientación de la luz, el sonido, el calor y el frío, con qué frecuencia hay que cambiar los póster… Se han hecho estudios que muestran que cuando todo eso se tiene en cuenta cambia el rendimiento mental de los estudiantes, como ocurrió en Finlandia, Noriega y Suecia», ejemplifica.

Transformación

Tanto el especialista en el funcionamiento del cerebro, como el profesor que encabeza el aula diariamente y guía a sus alumnos, una transformación educativa es imprescindible.

«Hay que empezar a transformar la formación de los colegios», dice Mora.

Pero sobretodo, el doctor en medicina insiste en que lo importante es hacer interesante lo que se enseña.

«Puede ser que no se requiera la palabra, sino una simple foto, un dibujo, algo exótico… Entonces rompes los esquemas, te prestan atención y cuando eso ocurre es cuando tienes que soltar los cuatro o cinco conceptos básicos. Yo no enseño más que eso en cada clase».

Y también cuestiona la duración actual de los períodos de clase.

«Estoy en contra de que una clase en la universidad dure 50 minutos. Una clase debe durar en torno a los 40 minutos si la haces interesante, sino menos».

Del mismo modo, Redondo cree que «en el aula habría que cambiar casi todo y los tiempos de las clases no son lo más adecuados».

Y presenta el ejemplo de los adolescentes que deberían empezar las clases más tarde porque ellos tienen «otro ritmo circadiano»; es decir, cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario.

«Cuando empezamos las clases a las 8 de la mañana muchos de ellos aún están en la fase del sueño. Y eso es tan sencillo como retrasar la entrada una hora o incluso dar clases por la tarde, cuando ellos están más activos», dice.

Pese a todos estos potenciales cambios, aún queda mucho terreno por explorar para transmitir los conocimientos científicos de cómo funciona el cerebro al ámbito educativo.

Y luego habrá que evaluar si realmente funcionan y logran el objetivo de aprender mejor, destacan los especialistas.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/que-es-la-neuroeducacion-y-como-puede-cambiar-la-forma-de-ensenar-y-aprender/559234

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La educación emocional puede ayudar a prevenir el bullying.

Así lo aseguró Begoña Ibarrola, especialista española en neuroeducación.

Europa/España/08.11.2017/Autor y Fuente: http://www.lanacion.com.ar

Incluir los sentimientos de los chicos en el aula, enseñarles a identificarlos y expresarlos son las bases de la educación emocional , una forma de enseñanza que creció en los último 25 años y que, gracias a los avances en la neurociencia, en la última década tomó más fuerza en todo el mundo.

Sobre la importancia de esta nueva forma de abordar la enseñanza y el aprendizaje, la especialista dijo que es necesaria también la educación de los docentes en temas emocionales. «Si conocemos el cerebro y las emociones podemos diseñar mejor las estrategias de aprendizaje y manejarnos mejor como personas ya que podremos identificar y controlar las emociones», señaló la especialista, y agregó: «Conocer cómo se desarrollan las emociones en el cerebro ayuda a entender mejor el proceso de aprendizaje en los alumnos. Que tienen menos problemas de conducta y son más felices».

Prevenir el bullying

Sobre la importancia de esta nueva forma de abordar la enseñanza y el aprendizaje, la especialista dijo que es necesaria también la educación de los docentes en temas emocionales
Sobre la importancia de esta nueva forma de abordar la enseñanza y el aprendizaje, la especialista dijo que es necesaria también la educación de los docentes en temas emocionales. Foto: Archivo

«El bullying se da en binomio. Se necesita un acosador y un acosado. Entonces, si se refuerza el autoestima y la asertividad, se evita que alguien se pueda sentir acosado, manipulado o maltratado por alguien. Además, si se refuerzan las competencias emocionales de una persona y se siente feliz, no necesita acosar ni hacer daño a nadie», graficó la española y concluyó: «Entonces, el acosador también se beneficia de la educación emocional. También se trabaja para evitar que haya personas que se sientan acosadas a través de mejorar su resiliencia y autoestima».

Educar en emociones desde la panza

«Como sentimos emociones antes de nacer, la primera lección sería para la madre que está gestando un bebé. Ella es responsable de las emociones que tiene el bebé y se debería comunicar a través de la voz y el canto mientras está en el útero porque eso refuerza el vínculo entre los dos», dijo la psicóloga, al ser consultada sobre desde qué edad se puede utilizar estas técnicas.

«Una vez que nace, empieza otro periodo de la educación emocional. El bebé debe sentir la empatía del adulto ante sus emociones que interprete lo que le está pasando y de soluciones a lo que le ocurre. La educación más formal, con docentes, empezaría recién a los 3 años», añadió.

«En la sociedad hay determinadas competencias emocionales que no se valoran, pero luego se exigen en las empresas. También hay una esquizofrenia social porque le estamos diciendo al chico que se autocontrole, pero todo el tiempo en la tv los adultos dan muestras de descontrol permanente y que son muy valorados», dijo la profesional.

En ese sentido, explicó: «Los niños buscan vivir experiencias emocionantes. A veces les basta poco para crear un clima de emociones en el cual desarrollar su actividad lúdica. Por ejemplo, correr detrás de una pelota, jugar a las escondidas o infinidad de juegos y actividades que implican movimiento. Sin embargo, pocos viven el aprendizaje académico como una experiencia emocionante. Por eso, uno de los grandes retos de la educación consiste en implicar emocionalmente al alumnado en el proceso de aprendizaje».

Ibarrola también dio una serie de consejos para comenzar con la educación emocional desde el hogar:

«Los padres deben desarrollar empatía con sus hijos. Incluso antes de que empiezan a hablar tienen que entender lo que sienten sus hijos. Deben ser una especie de espejo donde se reflejen los sentimientos del bebé que todavía no puede hablar», sería el primer paso y «una vez que empieza a hablar le podemos enseñar a describir con palabras sus sentimientos. Así como se amplía el vocabulario, ampliar su vocabulario emocional. Que diga cómo se siente»

«Desde los 3 años se los puede ayudar a controlar su conducta. Desde que hay control de esfínteres ya se puede controlar las emociones. No reprimirlas, sino canalizarlas adecuadamente», dijo Ibarrola y marcó: «Ahí los padres son modelos».

«También hay que enseñarles a desarrollar su autoestima para que no haya una dependencia emocional».

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2080169-la-educacion-emocional-puede-ayudar-a-prevenir-el-bullying

Imagen: http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/63/educacion-2565663w620.jpg

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