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La Internet del Pensamiento será posible este siglo

Tendencias 21

Gracias a nanobots neuronales, podremos descargar información de la nube al estilo Matrix

La Internet actual dará lugar este siglo a la Internet del Pensamiento, un espacio virtual universal en el que los cerebros podrán interconectarse en tiempo real gracias a nanobots neuronales. Descargar información al estilo Matrix, mejorar la empatía y crear una cultura global son las ventajas potenciales de esta tecnología.

En unas décadas será posible que el cerebro humano se funda con un espacio virtual universal en el que los pensamientos de los seres humanos podrían interconectarse en tiempo real, según una investigación publicada en la revista Frontiers in Neuroscience.

La perspectiva que esbozara en 2014 Ray Kurzweill: ““Tendremos nanobots que conectarán nuestro neocórtex a un neocórtex sintético en la nube, y que convertirán nuestro pensamiento en un híbrido biológico y no biológico», comienza así a perfilarse en el horizonte humano, según los 12 autores de esta investigación, procedentes de diferentes instituciones académicas de Estados Unidos, Rusia y Australia.

La investigación explora lo que estos autores denominan “la interfaz cerebro/nube” y explica los fundamentos tecnológicos de este escenario. También detalla cómo superar las barreras que todavía nos separan de esa posibilidad.

El equipo, liderado por el investigador en nanotecnología Robert Freitas Jr, del Institute for Molecular Manufacturing de Palo Alto, California, sugiere que una interfaz cerebro/nube (Human Brain/Cloud Interface o B/CI),  será posible muy pronto gracias a los inminentes avances en nanorrobótica.

La nanorrobótica es el campo de las tecnologías emergentes que crea robots cuyos componentes están o son cercanos a escala nanométrica (un nanómetro equivale a una mil millonésima parte de un metro o a la millonésima parte de un milímetro). Esta tecnología ya ha testado algunas máquinas moleculares y nanomotores primitivos.

Nanorrobots neuronales

Según estos investigadores, la próxima generación de nanobots se adentrará en el campo de las neurociencias y navegará por el sistema vascular humano, cruzará la barrera hematoencefálica y se posicionará entre las neuronas e incluso dentro de las células nerviosas.

A continuación podrán transmitir de forma inalámbrica información codificada hacia una red de superordenadores situados en la nube, con la finalidad de permitir un seguimiento en tiempo real del estado del cerebro y de la extracción de datos que realiza en cada momento.

Este grupo afirma que esta corteza en la nube permitiría la descarga de información al estilo «Matrix» al cerebro. «Un sistema B/CI mediado por neuralnanorobóticos podría permitir a las personas tener acceso instantáneo a todo el conocimiento humano acumulativo disponible en la nube, al tiempo que mejora significativamente la capacidad de aprendizaje y la inteligencia humana», explica el autor principal, el Dr. Nuno Martins, en un comunicado.

La tecnología B/CI también podría permitirnos crear un futuro «sistema central global» que conectaría redes de cerebros humanos individuales y la Inteligencia Artificial para permitir el pensamiento colectivo, señalan los investigadores.

BrainNet, precedente

«Aunque todavía no es particularmente sofisticado, ya se ha probado un sistema experimental ‘BrainNet’ humano, que permite el intercambio de información mediante el pensamiento a través de la nube entre cerebros individuales», añade Martins.

Tal como explicamos al respecto en otro artículo, investigadores norteamericanos consiguieron el año pasado conectar tres cerebros y que compartieran  sus pensamientos a través de un juego similar al Tetris.

BrainNet «utilizó señales eléctricas registradas a través del cráneo de los» remitentes «y estimulación magnética a través del cráneo de los» receptores» para la conexión entre cerebros, especifica Martins.

«Con el avance de la neuralnanorrobótica, prevemos la creación futura de supercerebros que pueden aprovechar los pensamientos y el poder de pensamiento de cualquier número de humanos y máquinas en tiempo real. Esta cognición compartida podría revolucionar la democracia, mejorar la empatía y, en última instancia, unirnos a culturas diversas en una sociedad verdaderamente global», concluye Martins.

Partículas magnetoeléctricas

De acuerdo con las estimaciones del grupo, los superordenadores  actuales tienen velocidades de procesamiento capaces de gestionar los volúmenes necesarios de datos neuronales en un escenario B/CI, y además cada vez con mayor rapidez.

La transferencia de datos neuronales hacia y desde los superordenadores en la nube probablemente sea el último cuello de botella en el desarrollo de B/CI. «Este desafío incluye no solo encontrar el ancho de banda para la transmisión de datos global», advierte Martins, «sino también cómo habilitar el intercambio de datos entre neuronas a través de pequeños dispositivos incrustados en el cerebro».

Una solución propuesta por los autores es el uso de ‘nanopartículas magnetoeléctricas’ para amplificar eficazmente la comunicación entre las neuronas y la nube.

«Estas nanopartículas ya se han utilizado en ratones vivos para acoplar campos magnéticos externos a campos eléctricos neuronales, es decir, para detectar y amplificar localmente estas señales magnéticas y así permitirles alterar la actividad eléctrica de las neuronas», explica Martins. «Esto también podría funcionar a la inversa: las señales eléctricas producidas por las neuronas y los nanorobots podrían amplificarse a través de nanopartículas magnetoeléctricas, para permitir su detección fuera del cráneo».

Lograr que estas nanopartículas (y nanorobots) se introduzcan de manera segura en el cerebro a través de la circulación, quizás sea el mayor desafío de todos para que se ponga en marcha el escenario B/CI.

«Se requiere un análisis detallado de la biodistribución y la biocompatibilidad de las nanopartículas antes de que puedan ser consideradas para el desarrollo humano. Sin embargo, con estas y otras tecnologías prometedoras para el desarrollo de B/CI a un ritmo cada vez mayor, un ‘internet de pensamientos’ podría convertirse Una realidad antes del cambio de siglo», concluye Martins.

Referencia

Human Brain/Cloud Interface. Nuno R. B. Martins et al. Front. Neurosci., 29 March 2019. DOI:https://doi.org/10.3389/fnins.2019.00112

Fuente: https://www.tendencias21.net/La-Internet-del-Pensamiento-sera-posible-este-siglo_a45210.html

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Así se ve tu cerebro cuando aprendes

Estados Unidos/25 de Abril de 2018/El Independiente

Investigación con potenciales aplicaciones en estudio de trastornos y adicciones

Qué hacen nuestras células cuando estamos aprendiendo algo nuevo? ¿Qué ocurre a nivel químico? ¿Se puede ver? La respuesta es sí y lo han conseguido hacer en el Centro de Biología Sináptica de Jefferson (EE.UU.). Utilizando super-resolución de microscopía de células vivas, los investigadores ampliaron las conexiones entre las neuronas que se fortalecen para descubrir cambios estructurales que nunca antes se habían visto.

“Nuestras observaciones abren una nueva forma de pensar sobre cómo el aprendizaje normal y el aprendizaje desadaptativo (como el del autismo o el de las adicciones) pueden ocurrir”, señala Matthew Dalva, profesor de neurociencia en The Vickie y Jack Farber Institute for Neuroscience. En lugar de simplemente ver conexiones más grandes durante el aprendizaje, descubrieron que las moléculas involucradas en enviar y recibir las señales entre las neuronas parecían estar organizadas en grupos o “nanomódulos” que danzan y se multiplican cuando estimulado por señales de aprendizaje.

Los investigadores hicieron sus observaciones utilizando neuronas vivas en tiempo real. Hicieron zoom en las sinapsis, los sitios de conexión neuronal donde la información pasa de una célula a otra para permitir el aprendizaje y otras conductas. visualizaron las moléculas clave involucradas en la neurotransmisión de neurona a neurona con dos colores, verde en el lado emisor (el lado presináptico) y rojo en el lado receptor (lado postsináptico).

El equipo hizo una serie de observaciones sorprendentes. Vieron que las moléculas clave del lado presináptico se agrupaban y rastreaban, como si estuvieran unidas, a las moléculas clave agrupadas en el lado postsináptico. Estos grupos moleculares parecen tener un tamaño uniforme. También se multiplicaron cuando las neuronas fueron estimuladas de una manera que imitaba los cambios en el tamaño de las espinas que sobresalen de las neuronas y casi se tocan en la sinapsis. Y a medida que aumentaba el número de nanomódulos, también aumentaba el tamaño de las espinas.

Aprendemos digitalmente

“El hallazgo clave es que los cambios en la fuerza sináptica podrían ser más digitales que analógicos, con unidades del mismo tamaño agregadas para cambiar la fuerza sináptica”, señala el doctor Dalva. “Aunque todavía no está claro cómo estos nanomodules podrían comportarse en estados de enfermedad, nuestras observaciones ofrecen una nueva forma de explorar esas preguntas”.

Como casi siempre, la investigación sugiere muchas más preguntas que respuesta: ¿cómo puede la neurona hacer los grumos o nanodominios del mismo tamaño? ¿Por qué son del mismo tamaño? ¿Cómo aumentan en número? ¿Se dividen en dos o se hacen nuevos? ¿Por qué se mueven cuando se estimula la sinapsis? Finalmente, ¿cómo se comportan los nanomódulos en trastornos como la adicción o el autismo?

Por el momento, la técnica se ha demostrado eficaz y nos ha dado la primera imagen microscópica del aspecto que tiene en nuestro cerebro el saber y su descubrimiento para una persona.

Fuente: https://www.elindependiente.com/futuro/2018/04/23/asi-se-ve-tu-cerebro-aprendizaje/

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La plasticidad sináptica mejora la memoria y el aprendizaje

Por: Tendencias 21

Provoca la reorganización cerebral y perfecciona la búsqueda de alimento en abejorros.

Un equipo de científicos ha descubierto que la plasticidad sináptica mejora la memoria y el aprendizaje. Ha comprobado en abejorros que cuánta más comunicación entre neuronas, mejor es el rendimiento en la percepción visual, el recuerdo de las experiencias y más rápido es el aprendizaje. Esta ambiente provoca la reorganización estructural de las regiones visuales del cerebro y perfecciona la búsqueda de alimento.

La plasticidad sináptica es la propiedad que emerge del funcionamiento de las neuronas cuando establecen comunicación entre sí, y es la que modula la percepción de los estímulos del medio.

Pese a conocerse que la plasticidad sináptica ostenta una gran influencia sobre el funcionamiento cognitivo, el grado de comprensión sobre la relación entre la organización sináptica —conexiones nerviosas— real y las diferencias individuales en lo que atañe al aprendizaje y la memoria, sigue siendo inadecuado.

Para profundizar en esta laguna, un grupo de científicos ha desarrollado un ejercicio de discriminación visual para analizar la correlación entre la densidad de complejos sinápticos —microglomérulos— del cerebro de abejorros, y la experiencia visual, el aprendizaje visual y el funcionamiento de la memoria a nivel individual.

El equipo descubrió que los abejorros con una mayor densidad de microglomérulos realizan mejor las actividades de discriminación visual y recuerdan en mayor medida las tareas aprendidas —relacionadas con colores—dos días después del aprendizaje.

El equipo explica en la revista Proceedings of the Royal Society B el modo en el que, durante un experimento, se entrenó a abejorros para diferenciar entre diez tipos de flores artificiales de colores distintos.

Cinco de estas flores contenían un agua azucarada apetitosa para los abejorros, mientras que las otras cinco tenían una solución de quinina de sabor amargo. Tras dos días, se efectuó una prueba para determinar la eficacia con la que los abejorros recordaban qué colores ofrecían la recompensa.

Aprendizaje más rápido

El equipo descubrió que las abejas con una mayor densidad de microglomérulos en la región del cuello —relacionados con la asociación visual—aprenden más deprisa debido a que se posan en menos ocasiones en su búsqueda de flores artificiales con recompensa: van directos a las flores azucaradas.

También hicieron gala de una mejor memoria dos días después de ser entrenadas, lo que sugiere que los cambios en la densidad de microglomérulos pueden inducirse mediante la adquisición de memoria visual.

La inclusión de un paradigma de aprendizaje basado en diez colores permitió a los investigadores profundizar en estudios previos de discriminación visual que, por lo general, empleaban únicamente dos colores, lo que se materializaba en una variación limitada de los resultados entre abejorros.

El equipo descubrió que los abejorros mostraban una mayor densidad de microglomérulos cuando se encontraban expuestos a flores artificiales de numerosos colores, a diferencia de lo que ocurre cuando no se establece dicha distinción o cuando ésta se restringe a dos colores.

El equipo espera que los hallazgos ayuden a esclarecer la base neuronal de la cognición en todos los animales, incluidos los seres humanos.

Enriquecimiento ambiental
En estudios previos se había demostrado que la plasticidad neuronal de carácter estructural y funcional, además de estar asociada a mejoras en el aprendizaje y la memoria, se relaciona con un incremento en la variedad de estímulos ambientales con los que interactúan los animales.

Los investigadores piensan que sus experimentos basados en diez colores controlados en laboratorio, podrían suponer uno de estos ambientes enriquecidos que inducen la reorganización estructural de las regiones visuales del cerebro.

Aunque las diferencias individuales en la densidad de microglomérulos podrían emplearse para predecir el rendimiento a la hora de buscar alimento y las pautas de búsqueda, los investigadores también sugieren que la variación natural en dicho rendimiento podría ser un mecanismo de adaptación a las alteraciones de las fuentes de alimentos.

Esto es, en lugar de que algunas abejas simplemente posean una menor capacidad cognitiva en conjunto, en realidad éstas podrían estar priorizando recursos alternativos de supervivencia para la colonia en lo que sería un fenómeno actualmente desconocido.

Referencia

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El cerebro crea estructuras geométricas para tomar una decisión

Por: Tendencia 21

Pueden tener hasta 11 dimensiones, dependiendo del número de neuronas implicadas.

Las neuronas del cerebro forman estructuras geométricas multidimensionales para procesar información, que se deshacen súbitamente al tomar una decisión. Existen decenas de millones de cuerpos geométricos con 7 dimensiones en un pequeño segmento del cerebro y en algunas redes de neuronas estas estructuras geométricas tienen hasta 11 dimensiones, según un estudio.

Un nuevo n nuevo estudio desarrollado en el marco del proyecto Blue Brain ha descubierto que las neuronas forman estructuras geométricas de hasta 11 dimensiones para procesar información y que estas estructuras desaparecen súbitamente una vez que se toma una decisión.

Este estudio, publicado en Frontiers in Computational Neuroscience, proporciona la primera concepción geométrica de la forma en que se trata la información en el cerebro, según se explica en un comunicado.

Los autores de esta investigación han descubierto que las neuronas forman cuerpos geométricos multidimensionales cuando un grupo de neuronas se agrupa en una especie de camarilla o pandilla para responder a un estímulo externo.

Cada neurona se conecta a las demás de la misma camarilla de una manera específica que genera un objeto geométricamente preciso. Cuantas más neuronas hay en una camarilla, mayores dimensiones tiene el objeto geométrico.

Hemos descubierto algo que no imaginábamos, explica el director del Blue Brain Project, Henry Markram. Existen decenas de millones de estos cuerpos geométricos multidimensionales con 7 dimensiones en un pequeño segmento del cerebro y en algunas redes de neuronas estas estructuras geométricas tienen hasta 11 dimensiones, añade.

Para descubrirlo, los investigadores crearon un microchip del cerebro de una rata compuesto por 31.000 neuronas y 8 millones de conexiones, que representaba el modelo de funcionamiento del cerebro del roedor a partir de datos psicológicos.

Realizando experiencias virtuales con este microchip, los científicos pudieron describir de manera cuantitativa la organización geométrica de las neuronas a partir de objetos matemáticos multidimensionales, pudiendo observar de una forma inédita las respuestas de las neuronas a estímulos provocados por los investigadores.

Las neuronas se organizan de forma abstracta

Los científicos se centraron particularmente en las familias de neuronas llamadas camarillas, constituidas por neuronas unidas unas con otras, en parejas, con direcciones específicas de transmisión de la señal de una neurona a la otra.

De esta forma constataron que las neuronas se agrupan por parejas dentro de un núcleo de tres o cuatro parejas, confirmando así las observaciones experimentales realizadas en laboratorio sobre pequeñas muestras de tejido cerebral de la rata. Pero al mismo tiempo se dieron cuenta de que las células nerviosas formaban grupos más amplios que unían hasta ocho neuronas en el microchip virtual.

La representación matemática de estos pares de neuronas se asemeja al juego “tres en raya”, en el que las neuronas se representan por puntos y las conexiones (sinapsis) por las líneas. Cada línea señala la dirección en la que la señal se desplaza de una neurona a la otra.

El número de neuronas de una familia determina la forma de la camarilla, de tal forma que dos neuronas vinculadas forman una línea recta, tres neuronas un triángulo, cuatro neuronas una pirámide tridimensional sólida, mientras que cinco neuronas y más construyen poliedros de más dimensiones, de tal forma que la camarilla compuesta de ocho neuronas corresponde a un poliedro de 7 dimensiones.

Estímulos externos

Una vez establecida esta clasificación abstracta de las neuronas, los científicos, por primera vez, han podido caracterizar las respuestas provocadas en el microchip virtual como consecuencia de estímulos externos.

Acariciando los bigotes de los roedores virtuales, los científicos estimularon la actividad en el microchip y observado la activación de las camarillas de neuronas y la evolución de su respuesta al estímulo a lo largo del tiempo.

Independientemente del tipo de estímulos, observaron que las camarillas activadas se  agrupan para formar cavidades de diferentes dimensiones. Notaron que estas cavidades aparecen siempre, primero con pocas dimensiones débiles, pero después con más dimensiones durante el proceso de tratamiento de la información en el microcircuito virtual, hasta la desintegración súbita de todas las cavidades.

Estos resultados indican que existe un recableado constante del cerebro que, en el momento de tratar la información, crea una red con el mayor número posible de estructuras geométricas dimensionales que se desintegra una vez que se ha tomado una decisión.

Los científicos se preguntan si tareas cerebrales más complejas pueden dar lugar a modelos más complejos de cavidades.

 

Fuente: http://www.tendencias21.net/El-cerebro-crea-estructuras-geometricas-para-tomar-una-decision_a44013.html
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Ejercicio físico para aumentar la memoria

Por. Maribi Pereira

Un estudio llevado a cabo por Van Dongen, Kersten, Wagner, Morris y Fernández (2016) evaluó los efectos de una sola sesión de ejercicio físico en la consolidación de la memoria y la memoria a largo plazo luego de haber estudiado. En la investigación participaron 72 sujetos que aprendieron 90 asociaciones entre imágenes y localizaciones durante 40 minutos antes de ser asignados aleatoriamente a uno de tres grupos: uno hizo ejercicio de inmediato; el segundo, cuatro horas más tarde, y el tercero no realizó deporte alguno (Revista de Neurología, 2016).

El ejercicio físico consistió en 35 minutos de entrenamiento a intervalos en bicicleta a una intensidad de hasta el 80% de la frecuencia cardíaca máxima. Luego de 48 horas, los participantes del estudio regresaron para demostrar lo que recordaban mientras se sometían a una resonancia magnética cerebral (Revista de Neurología, 2016).

Los investigadores encontraron que quienes hacían ejercicio cuatro horas después de su sesión de aprendizaje conservaban mejor la información dos días más tarde que aquellos que hacían ejercicio inmediatamente o que aquellos que permanecían sedentarios. Además, las imágenes cerebrales mostraron que el ejercicio después de un período de tiempo se asociaba con representaciones más precisas en el hipocampo, un área relevante para el aprendizaje y la memoria (Revista de Neurología, 2016).

En otra investigación publicada en el Proceedings of the National Academy of Sciences (2012) se comprobó que el ejercicio físico aeróbico practicado de forma regular aumenta la memoria y la capacidad de aprendizaje debido a que permite la liberación de hormonas que mejoran la memoria.

Las hormonas llamadas “factores de crecimiento” son liberadas al realizar ejercicio y se han vinculado directamente a la salud cerebral. El hipocampo, una región del cerebro crucial para el aprendizaje y la memoria, se cree que se beneficia directamente de este tipo de hormonas.

Por su parte, el Dr. Bruce Spiegelman de la Escuela de Medicina de Harvard (2013) informó que una molécula y su subproducto, aumentaba sus niveles en el cerebro a través del ejercicio de resistencia. Spiegelman y su equipo encontraron que al elevar los niveles del subproducto en la circulación activaba los genes implicados en la cognición.

Partiendo de estas y otras investigaciones, se ha concluido que el ejercicio mejora el aprendizaje en tres niveles:

1. Optimiza nuestra forma de pensar, al mejorar el estado de alerta, la atención y la motivación.

2. El aprendizaje prepara y estimula las células nerviosas para que se unan la una a la otra, que es la base celular para el aprendizaje de la nueva información.

3. Por último, el ejercicio alienta el desarrollo de nuevas células nerviosas a partir de células madre en el hipocampo, un área del cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje.

Por esta razón, es muy recomendable que el ejercicio físico forme parte del sistema educativo actual. Gracias a la investigación y la formación de docentes en neuroeducación, la forma de enseñar y de aprender está en pleno cambio, ofreciendo nuevas herramientas de optimización de las capacidades individuales de cada niño y mejorando el sistema de aprendizaje.

Fuente: http://www.activamurcia.com/single-post/2016/09/29/Ejercicio-f%C3%ADsico-para-aumentar-la-memoria

Imagen: ichef-1.bbci.co.uk/news/ws/624/amz/worldservice/live/assets/images/2015/08/26/150826144145_cerebro_624x351_thinkstock.jpg

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No gestione su tiempo. Gestione sus neuronas

Por: Ing. Ricardo López Rodríguez

Lejos de los recursos naturales y del avance tecnológico que ya alcanza nuestra sociedad, existen dos recursos curiosos y de alguna manera esquivos que influyen determinantemente en el progreso de nuestras carreras y, consecuentemente, en nuestra vida cotidiana y en las organizaciones a las que pertenecemos.

Además… raramente estamos conscientes de ello. Esos recursos son complementarios, pero tienen formatos opuestos:

Uno de ellos es abundante, renovable, ilimitado. Muy probablemente vamos a terminar nuestras vidas sin poder usar siquiera la mitad de su potencial, aunque estemos utilizándolo sin descanso. El otro recurso que poseemos, por el contrario, es limitado, escaso, no renovable, por lo tanto necesita ser administrado de una manera sumamente profesional, ser dado en cuentagotas, para que no haya ningún desperdicio

El recurso abundante son las NEURONAS (especialmente en el hemisferio derecho), la capacidad de crear, de hallar soluciones innovadoras, de idear, fantasear, soñar, imaginar. El otro recurso tan precioso y especial es el TIEMPO.

Esos dos recursos son la base y la medida de nuestro potencial. La buena administración de esos recursos hace que seamos eficaces. Con ello potenciamos nuestro talento, asertividad, creatividad, astucia, recursividad, intuición. La aplicación constante de estas “virtudes”, mas la ya tradicional inteligencia (en cualquiera de sus acepciones “modernas”) obviamente nos coloca en el umbral del éxito.

Siendo así, la administración del tiempo y de las neuronas es la razón directa y la medida justa de nuestra felicidad. Nos cabe por lo tanto ser especialistas en la gestión de estos recursos. Aquí comienza nuestro calvario por el desafío del cambio.

Considerando que el tiempo es un bien de características tan fugaces, sería lógico pensar que el uso económico y adecuado de ello es una práctica frecuente; sin embargo no es así. El primer error que se comete es no percibirlo como un recurso escaso. Creemos que siempre tendremos tiempo suficiente para realizar todo lo que deseamos. Desperdiciamos nuestro precioso tiempo como si fuese ilimitado. Perdemos tiempo… “un pecado”. Hay días que deseamos que el tiempo pase más rápido (¡Que inconsciencia!). Rezamos para que la semana acabe.

Siendo un bien tan perecible no deberíamos nunca perder ni siquiera un minuto, pero tiramos por la ventana de nuestros días el valioso tiempo que puede llevarnos a alcanzar todo el éxito que anhelamos. Su administración eficaz es un reto, aunque mejor está decir “administrarnos nosotros mismos” en el tiempo que disponemos, pues este es el único recurso que todos tenemos por igual.

Además, como suelo señalar en los seminarios que dicto sobre el particular: existe un “tiempo vertical” constituido por las contadas 24 horas de cada día, y un “tiempo horizontal” que dura lo que dure nuestra existencia. Es decir, “lo que no pudiste hacer hoy… pues mañana tienes otro chance de exactamente la misma duración, esto es 24 horas, y así sucesivamente !!! .

Lo paradójico es saber que con las Neuronas, un recurso tan abundante, ocurre justamente lo contrario. Ahorramos ideas, mantenemos durante años las mismas rutinas, tenemos dificultad de alterar métodos, nos quedamos atados a antiguos hábitos (decía Einstein:…”no es difícil incorporar nuevas ideas, lo verdaderamente difícil es desechar las viejas ideas)

Nuestra capacidad de tener ideas y de desarrollar soluciones está limitada por nuestras estructuras actuales. Sin embargo, podemos desperdiciar ideas tranquilamente, tener ideas inútiles, deshacernos de las ideas sin miedo, porque siempre hay posibilidades de tener más y más. Y otra cosa, lo que más impresiona en ese recurso es que cuanto más activamos nuestras Neuronas -a través del aprendizaje, de la sintonía con el mundo que nos rodea, con reflexiones sobre causa y consecuencia- cuánto más ideas tenemos, mayor es nuestra capacidad de tener ideas (decía Linus Pauling: para tener una buena idea, hay que comenzar por tener muchas ideas. Y dicho de otra manera: lo más peligroso de una idea, es que sea la única).

Las Neuronas son un recurso fabuloso. Pueden incluso maximizar el uso del recurso tiempo. Pueden transformar todos nuestros resultados, crear oportunidades, apuntar caminos, hallar soluciones inusitadas. La mayoría de las veces ni siquiera utilizamos ese vasto recurso. Esperamos que el tiempo (escaso) resuelva todos los problemas, y dejamos a las Neuronas (abundantes) fuera de acción.

Un reflejo de ello es la forma en que el mercado comercializa esos recursos. Las organizaciones contratan a causa del recurso Neuronas; sin embargo administran nuestro recurso tiempo. Quieren saber a qué hora llegamos, verifican a qué hora salimos, están focalizadas en la cantidad de horas que les vendemos por semana. Llegan a pagar por horas extras que podamos ofrecerles, pero muy difícilmente recompensan nuestras ideas, casi nunca miden nuestro uso de Neuronas, jamás remuneran por ideas extras, excepto las organizaciones de vanguardia y las personas de avanzada.

En esa práctica -de cabeza para abajo- del mercado, vendemos nuestra escasez, el tiempo y ahorramos nuestra abundancia… las Neuronas. Asumimos con las organizaciones un compromiso dictado por el reloj, no por el proyecto. Trabajamos por el número de horas, no por la tarea. Tenemos fechas, horarios y plazos en nuestro compromiso de trabajo, pero si no tenemos ideas originales, no inventamos ningún método extraordinario ni encontramos soluciones nunca antes pensadas, no hay ningún problema.

La mayoría de las veces nadie espera que usted entregue en Neuronas el valor que recibe como remuneración. Pero todo el mundo va a quedarse preocupado si usted llega una hora más tarde, o si no vuelve del almuerzo un martes lluvioso. Van a descontarle del salario el tiempo que usted no entregó a la empresa, pero no pasa por la cabeza de nadie, no pagarle su salario si durante el mes usted no tuvo ninguna idea nueva, si no propuso alguna mejora, la solución a algún problema o el aprovechamiento de alguna oportunidad.

Lo peor de todo es percibir cuánto estamos sumergidos en ese modelo, inconscientes del valor de los recursos que poseemos. No deberíamos jamás vender nuestro tiempo, siendo él un recurso tan especial. Deberíamos estar preservando nuestro tiempo de manera inteligente, administrando cada momento, decidiendo lo que tiene valor, lo que es más importante, lo que debe ser realizado aquí y ahora; eligiendo cómo vivir cada minuto, haciendo lo correcto de acuerdo con nuestros propósitos de vida.

Deberíamos, sí, vender nuestras Neuronas, ofrecerle al mercado ideas creativas. Producir soluciones a medida, con patrones globales de calidad, en un sistema just on time. ¿Para qué debemos entregar un mes entero de nuestro tiempo, para dar a luz una única idea válida, producida en apenas media hora?. El foco está en el lugar equivocado.

No tenemos tanto tiempo para venderle al mercado. Hay siempre un sin número de cosas que queremos realizar, aprender, desarrollar, disfrutar, pero nunca hay tiempo suficiente, ni siquiera para la familia, que debería ser lo primero e inaplazable. Lo que es contradictorio (es un hecho por todos conocido) es que no utilizamos de forma productiva el 100% de nuestro tiempo en las organizaciones. Y es claro también, que a las organizaciones les interesa mucho más las Neuronas que el tiempo de sus colaboradores. Minztberg dice que “.Quizás el recurso más importante que el directivo asigna es su propio tiempo.”

Son las Neuronas que pueden obtener resultados, alcanzar metas, producir con calidad, generar ganancias. Es la suma de las Neuronas actuantes de una organización la que le da valor a la Marca y crea las posibilidades futuras. No importa cuánto tiempo las personas entregan a una empresa, sino la utilización eficaz de las Neuronas durante ese tiempo, es decir la creatividad en su máxima expresión como vía hacia el éxito y felicidad en nuestros proyectos.

Fuente: https://josecristancho.com/2016/02/15/no-gestione-su-tiempo-gestione-sus-neuronas/

Imagen: https://josecristancho.files.wordpress.com/2016/02/cerebro.jpg?w=415&h=218

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La acumulación de neuronas muertas en el cerebro agrava las enfermedades mentales

14 septiembre de 2016 / Por: Anabel Paramá Díaz / Fuente: http://www.tendencias21.net/

Se produce cuando la microglía no elimina la «basura» como hace normalmente, lo que desencadena la inflamación cerebral

Un grupo internacional de científicos ha investigado por primera vez cómo funciona el proceso de fagocitosis que llevan a cabo las células “detectoras de la basura cerebral”: la microglía. Han descubierto que, tras producirse muerte o lesión neuronal en cerebros enfermos, estas células se vuelven “ciegas” y no son capaces de realizar su función. Esto desencadena una respuesta inflamatoria que agrava la lesión cerebral sufrida. Por Anabel Paramá.

Cuando nos hablan de células muertas, inmediatamente pensamos en las células de la piel. Éste es un proceso que no nos resulta extraño. Las células de nuestra piel mueren y, para evitar su acumulación, nos aconsejan una serie de procedimientos sencillos. Sin embargo, debemos ser conscientes de que en nuestro organismo, las células de la piel no son las únicas que mueren.

Las neuronas del cerebro también lo hacen. Sabemos que estas células mueren tras completar su ciclo natural de vida, por envejecimiento, o debido a lesiones cerebrales traumáticas y enfermedades neurodegenerativas. Pero, ¿nos hemos planteado alguna vez qué ocurre con ellas después de muertas? ¿Cómo puede eliminarlas nuestro organismo ? O, si no son eliminadas, ¿qué sucede entonces?

Ahora equipo multidisciplinar de investigadores ha estudiado por vez primera los procesos de muerte neuronal y de fagocitosis o eliminación de neuronas muertas, llevado a cabo por la microglía de cerebros enfermos. En su estudio describen el funcionamiento de los mecanismos de limpieza del cerebro cuando los pacientes sufren enfermedades neurodegenerativas, concretamente epilepsia.

Para llevar a cabo el estudio, publicado en la revista PloS Biology, los científicos recogieron muestras de cerebro de pacientes que padecían epilepsia, así como de ratones epilépticos.

Los resultados mostraron que las células de la microglía presentaban un comportamiento anómalo, y eran incapaces de eliminar las neuronas muertas. En consecuencia, estas neuronas se acumulan como residuos y provocan el desencadenamiento de una respuesta inflamatoria que empeora la lesión cerebral.

Microglía y enfermedades neurodegenerativas

La muerte de neuronas es un proceso natural de envejecimiento que ocurre en el desarrollo normal del sistema nervioso de todos nosotros. Un fenómeno neuronal al que estamos abocados todos los seres humanos.

En condiciones normales, la eliminación de esta “basura” cerebral permite que el tejido cerebral próximo no sufra ningún tipo de alteración y pueda seguir funcionando de forma adecuada. Este proceso de eliminación se denomina fagocitosis, y las encargadas de realizarlo son las llamadas células de la microglía, que elaboran la primera reacción inmune natural del cerebro, crucial para preservar la integridad del sistema nervioso.

La fagocitosis, por lo tanto, es un proceso esencial para mantener la homeostasis ante un gran número de enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Pero su papel en el cerebro está poco estudiado.

Las células de la microglía están continuamente analizando su medio. Presentan una gran cantidad de ramificaciones que están en constante movimiento por todo el cerebro. Gracias a esta particularidad, cuando se produce un daño en el sistema nervioso, reaccionan y migran hacia la zona en cuestión.

Una vez allí, repararan el tejido liberando diferentes componentes que permiten eliminar elementos extraños, no deseados o dañados, mediante la fagocitosis. Sin embargo, estos componentes, en algunas ocasiones, pueden afectar a las neuronas sanas y provocar una eliminación excesiva e innecesaria de neuronas. Esto, que ocurre en enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer, origina un ambiente patológico.

Al menos, esto era lo que se creía que ocurría, pues se presuponía la eficacia de la microglía como recolectoras y destructoras (fagocitos) de residuos, también en cerebros enfermos.

Sin embargo, la nueva investigación señala que puede ocurrir todo lo contrario, es decir que, en cerebros enfermos o lesionados, la microglía no elimine neuronas muertas que sí debrían de ser eliminadas para evitar una respuesta inflamatoria del cerebro. Este hecho tendría una grave repercusión patológica.

El experimento

Para comprobar si la microglía se comportaba como fagocitos eficaces en un cerebro enfermo, el equipo de investigación, dirigido por la Dra. Amanda Sierra, directora del laboratorio de Biología Celular Glial del Achucarro Basque Center for Neuroscience (País Vasco), indujo experimentalmente una serie de procesos apoptóticos (que inducen a las células a morir cuando están dañadas).

Con la inducción de estos procesos se observó cómo respondía la microglía, de una forma generalizada. Lo que hacían estas células era establecer diferentes estrategias que mejorasen su eficacia fagocítica. Es decir, aumentaban su capacidad de captación de la “basura celular”.

De esta manera, en caso de generarse un incremento de células apoptóticas (células dañadas que están programadas para morir y evitar enfermedades como el cáncer), la microglía era capaz de mantener una relación adecuada y equilibrada entre la apoptosis y la fagocitosis.

Sin embargo, la sorpresa llegó cuando estudiaron muestras de cerebro extraídas de personas que padecían epilepsia y de ratones epilépticos, desarrollados experimentalmente. En estos casos, se detectó que la relación existente en condiciones normales entre la apoptosis y la fagocitosis de la microglía se perdía de forma crónica.

Este trabajo ha sido el primero en cuantificar el proceso de fagocitosis en el cerebro de personas enfermas de epilepsia.

El descubrimiento

Así que, en el caso de pacientes con epilepsia, la microglía no actúa, digamos que “está ciega”. Por eso no logra detectar las neuronas muertas, y éstas no pueden ser eliminadas ni destruidas, lo que tiene consecuencias nefastas para el paciente.

La inactividad de la microglía hace que la fagocitosis no se lleve a cabo, lo que conlleva que se produzca una enorme acumulación de neuronas muertas en el cerebro. Un acúmulo excesivo de residuos que, al igual que la basura en los basureros, comienza a descomponerse.

En las neuronas muertas, la membrana se va haciendo cada vez más permeable, lo que permite la liberación de compuestos tóxicos presentes en su interior. Esos compuestos dañan a las neuronas vecinas, lo que provoca una respuesta inflamatoria del cerebro que lo daña todavía más.

En el caso concreto de la epilepsia, se sabe que, en algunas ocasiones y durante las convulsiones, las neuronas mueren. Así que el hecho de que la fagocitosis no se realice favorece la inflamación producida en el cerebro. Esto fomenta la aparición de crisis epilépticas, caracterizadas por las impactantes convulsiones.

En un futuro

Este hallazgo abre vías para el desarrollo de nuevas terapias que permitan paliar los efectos de las enfermedades cerebrales, terapias que “enseñen” a la microglía a mejorar su eficacia para la correcta eliminación de neuronas muertas.

De hecho, el equipo de investigación está ya trabajando en el desarrollo de fármacos que promuevan este proceso de limpieza, es decir, que en condiciones lesionadas activen el proceso de fagocitosis. Esto permitiría ayudar en los tratamientos de enfermedades como la epilepsia.

Fuente artículo: http://www.tendencias21.net/La-acumulacion-de-neuronas-muertas-en-el-cerebro-agrava-las-enfermedades-mentales_a42719.html

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