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La educación afectiva y sexual como derecho

Por: Dinorah García Romero

La educación afectiva y sexual es un derecho. Negarlo debería tener un régimen de consecuencia en esta sociedad.

La República Dominicana es uno de los primeros países en la región afectados por la expansión cotidiana del embarazo adolescente, de las uniones tempranas y de los feminicidios. Los países con más alta tasa de feminicidios en la región son Honduras,  El Salvador, República Dominicana y Bolivia. De igual manera, en la región, el país ocupa uno de los primeros lugares en el embarazo de adolescentes. Formamos parte del conjunto de países que van por delante en este problema. Estos países son Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, Guyana, Bolivia y Venezuela. Todo esto ocurre mientras tenemos la Ley 136-03, Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes,  cuyos artículos están cargados de derechos y de medidas protectoras en diferentes órdenes y niveles. Pero en la práctica, esta ley no se toma en cuenta para garantizar la salud integral de los sujetos que pretende proteger y priorizar. Esta ley es clara cuando plantea el derecho a la información y al cuidado que requieren los niños, las niñas y los adolescentes. Sin embargo, existe un descuido intencionado con respecto a la educación afectiva y sexual de estos. De forma reiterada, diferentes sectores de la sociedad exigen que finalice el rechazo a la educación sexual en los centros educativos, pero no se le presta atención a su reclamo.

El Ministerio de Educación de la República Dominicana, históricamente, ha  obviado la educación sexual de los estudiantes. Cuenta con enunciados y discursos interesantes, pero no pasa de ahí.  La sociedad dominicana no puede mantenerse al margen de la civilización ni de la realidad que vive en materia de embarazo adolescente, feminicidios y uniones tempranas. Se requiere una educación afectiva y sexual integral, de calidad y con equidad.  La postura de los gobiernos, orientada a priorizar los votos electorales; y la posición de sectores religiosos que pueden influir en la dirección de los votos, determina, en gran parte, la violación a la Ley 136-03.  Esta violación se evidencia al no ofrecer ni la información, ni la educación a que tienen derecho los niños, niñas y adolescentes. Para obtener el conocimiento necesario y gestionar sus emociones y sexualidad de manera responsable, necesitan que se desbloquee la ejecución real del artículo 29 de la Ley 136-03.

Ya basta de pronunciamientos insustanciales. Lo que procede es ofrecer la información y la educación requeridas. Para ello, las autoridades deben liberarse del miedo a los sectores que se oponen. Además, han de liberarse del terror al desarrollo integral de las personas y de la sociedad. La educación afectiva y sexual es un derecho inalienable. Por esto, es inadmisible que, en este siglo, todavía prevalezcan la ignorancia y la inercia en este campo. Prestarle atención a la educación afectiva y sexual es prevenir y reducir al máximo los feminicidios, las uniones tempranas y el embarazo de adolescentes. Las políticas públicas y sociales que ignoran la aplicación de la educación afectiva y sexual en los espacios educativos, formales e informales, prohíjan los feminicidios, la violencia de género, las uniones tempranas y los embarazos adolescentes.

El cansancio generado por Leyes con una formulación integral, pero en su aplicación, distantes de la realidad de los sujetos que las necesitan y demandan ha llegado al más alto nivel.  Los temas económicos y políticos tienen que dejarle espacio a este problema humano y social que ya está fuera de control. Los datos estadísticos que se aportan anualmente sobre feminicidios, embarazo adolescente y uniones tempranas, suscitan alarmas hipócritas. Mientras tanto, la problemática se agudiza y se convierte en contenido para una pieza teatral más, de gobernantes y sectores adversos a la educación afectiva y sexual sistemática. Se ha de organizar un movimiento más colectivo a favor de la educación afectiva y sexual. Es una demanda justa, que no admite dilación. La indiferencia y la demora planificadas generan incremento de muertes, de enfermedades, de vulnerabilidad familiar y desorden social.

La educación afectiva y sexual es un derecho. Negarlo debería tener un régimen de consecuencia en esta sociedad.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-educacion-afectiva-y-sexual-como-derecho-9032561.html

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Libro(PDF): ¿Por qué luchamos? Un libro sobre amor y libertad

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Manuela D ́Avila explica el feminismo actual para quien todavía no lo conoce o comprende. Con ella es posible entender que el feminismo es un asunto de todas y de todos. Es un libro dedicado especialmente a mujeres jóvenes que se quieren comprometer o quieren saber más y no se animan a preguntar. Es, también, una conversación, un abrazo y un punto de apoyo para reflexionar sobre la maternidad y la sororidad, las diferencias y la igualdad, la deconstrucción y la libertad, la violencia doméstica y el miedo, en definitiva: todo aquello por lo que luchamos. La autora sugiere pero también interactúa con las lectoras, incita a la reunión, la cofradía y la escucha para asegurarse (y asegurarnos) de que las mujeres no estaremos nunca más solas.
Autora: Manuela D’Ávila

Editorial/Edición: CLACSO. Siglo XXI.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-051-4

Idioma: Español

Descarga: ¿Por qué luchamos? Un libro sobre amor y libertad

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2413&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1598

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España: Ómicron se ceba en la educación infantil

Europa/España/04-02-2022/Autor(a): OLGA ESTEBAN/Fuente: www.elcomercio.es

4.456 niños de entre 0 y 5 años se han contagiado en toda la pandemia. Más de la mitad lo han hecho desde el 10 de enero.

Nunca el mes de enero fue tan empinado para los centros educativos de Asturias. A falta de unos días para finalizar el primer mes del año, directores y docentes tienen claro que ha sido posiblemente el más complicado de la pandemia. Al menos de esos dos últimos cursos, con enseñanza presencial pero lejos, muy lejos, de la normalidad. Al cansancio acumulado de profesores, alumnos y familias se han sumado las altas cifras de contagios y, por lo tanto, los confinamientos, con las complicaciones de conciliación que eso supone, las numerosas bajas entre docentes, las dudas surgidas de los cambios de protocolos y el frío.

Las últimas cifras oficiales de la Consejería de Educación indican que desde el pasado viernes, 21 de enero, hasta última hora del lunes 24, había 147 aulas en cuarentena y 2.108 alumnos en casa. Del total de aulas, 81 corresponden a la etapa de Infantil, de 0 a 5 años. Esto es, el 55% del total de clases que han tenido que ser cerradas por contagios corresponden a dicha etapa.

Sin duda, ómicrom se está cebando con los más pequeños en cuanto a cifras de prevalencia. Es lógico: son el grupo de edad que no está vacunado y el que acude a clase, además, sin mascarilla (no es obligatoria hasta los 6 años). Por contra, los afectados de esas edades no tienen en su mayoría ninguna complicación con el virus: o son asintomáticos o con síntomas muy leves.

«La situación se alarga demasido. Los continuos cambios hacen que la comunidad educativa esté cansada y desorientada»

Según las últimas cifra oficiales del Principado de Asturias, en la región, durante toda la pandemia, han sido contagiados de coronavirus 4.456 niños y niñas de entre 0 y 5 años (el 11,9% del total). Es el tramo de edad que corresponde a las dos etapas de Educación Infantil y la mayoría, salvo los de 5 años, no han recibido ninguna dosis de la vacuna. Lo realmente llamativo de las cifras es que, según las estadísticas diarias, más de la mitad de esos 4.456 menores se han contagiado entre el 10 y el 24 de enero: en concreto, 2.496. Así las cosas, no son pocas las familias que han optado por no llevar a los pequeños al colegio (Educación no es etapa obligatoria) hasta que la sexta ola amaine.

En cuanto a las cifras ofrecidas por Educación, hay que tener en cuenta que incluyen a los alumnos de las aulas confinadas, pero no a los confinamientos totales. El nuevo protocolo señala que no está indicado el confinamiento de un aula con menos de cinco positivos (o el 20% del alumnado). Por lo tanto, son más de esos 2.108 los alumnos que permanecen en casa en estos últimos días, no solo por ser positivos (considerados casos esporádicos de un grupo burbuja), sino por ser también contactos estrechos de sus padres o hermanos (al ser población sin la pauta completa de vacunación, deben guardar los siete días de cuarentena, estén o no contagiados).

El resto de las aulas confinadas en estos últimos días corresponden a Primaria, con 64 aulas aisladas, y otros dos grupos mixtos (matriculan alumnado de ambas etapas). En Secundaria no ha habido cambios en este aspecto, ya que anteriormente tampoco se consideraba contacto estrecho a todos los alumnos de un grupo.

El cambio de protocolo ha favorecido que las cifras hayan mejorado ligeramente respecto a las últimas que se conocen, las de la última semana de clase antes de Navidad (la semana pasada el Principado no facilitó los datos semanales y en esta ocasión tampoco se conoce la cifra de total de positivos en la comunidad educativa). Entre el 14 y el 20 de diciembre se habían alcanzado las cifras más altas de incidencia en las aulas asturianas, con la sexta ola castigando con dureza a toda la región. Se contabilizaron 830 positivos, 204 aulas confinadas y 2.860 alumnos aislados en sus domicilios. De eso se ha pasado, como queda dicho, a 147 aulas cerradas, pero hay que tener en cuenta que hasta diciembre se confinaban con un solo positivo y ahora hacen falta al menos cinco confirmados en un periodo de siete días.

«Desde la vuelta de Navidades notamos que va descendiendo el número de casos positivos en Secundaria y Bachillerato y va aumentando en Infantil y en Primaria», confirma Simón Cortina, director del colegio Corazón de María y presidente de Escuelas Católicas. Ante esta situación no son pocas las voces que consideran arriesgado no hacer cribados ya en las aulas cuando se detecta algún positivo, especialmente entre los más pequeños. «Cuando se confirman cinco positivos, la mitad de la clase está contagiada», dicen directores, docentes y sindicatos.

«La situación se está alargando demasiado. Los continuos cambios en lo protocolos hacen que la comunidad educativa esté cansada y un poco desorientada», asegura Ángeles Casas, directora del Dolores Medio. Un cansancio que llega a las familias, con verdaderos problemas de conciliación, ya que el positivo de un menor no implica que los padres tengan ningún permiso para su cuidado.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/omicron-ceba-educacion-infantil-20220127000625-ntvo.html

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La capacidad de lectura de los niños mejora con videojuegos, según un estudio

Por: ABC

El estudio demuestra, además, que estas ganancias persisten en el tiempo, hasta el punto de que se observa una mejora en las notas de la escuela más de un año después de finalizar el entrenamiento.

Un equipo internacional de la Universidad de Ginebra (UNIGE), en Suiza, y la Universidad de Trento (Italia) han probado que un videojuego de acción para niños mejoraría las habilidades de lectura. Los resultados, publicados en la revista ‘Nature Human Behaviour’, demuestran una mejora de las capacidades de lectura tras sólo 12 horas de juego. El estudio demuestra, además, que estas ganancias persisten en el tiempo, hasta el punto de que se observa una mejora en las notas de la escuela más de un año después de finalizar el entrenamiento.

La decodificación de las letras en sonidos es un punto clave en el aprendizaje de la lectura, pero no es suficiente para dominarla. «La lectura recurre a otros mecanismos esenciales en los que no pensamos necesariamente, como saber mover los ojos en la página o utilizar la memoria de trabajo para enlazar las palabras en una frase coherente», señala Daphné Bavelier, profesora de la Sección de Psicología de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación (FPSE) de la UNIGE.

«Se sabe que estas otras habilidades, como la visión, el despliegue de la atención, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva, mejoran con los videojuegos de acción», explica Angela Pasqualotto, primera autora de este estudio, que se basa en su tesis doctoral en el Departamento de Psicología y Ciencias Cognitivas de la Universidad de Trento bajo la dirección de los profesores Venuti y De Angeli. Con esta idea, se diseñó un videojuego que combina videojuegos de acción con minijuegos que entrenan diferentes funciones ejecutivas, como la memoria de trabajo, la inhibición y la flexibilidad cognitiva, funciones a las que se recurre durante la lectura.

«El universo de este juego es un mundo alternativo en el que el niño, acompañado de su Raku, una criatura voladora, debe realizar diferentes misiones para salvar planetas y progresar en el juego», añade Angela Pasqualotto. La idea es reproducir los componentes de un juego de acción, sin incorporar la violencia, para que sea apto para los más pequeños. «Por ejemplo, el Raku vuela a través de una lluvia de meteoritos, moviéndose para evitarlos o apuntando a ellos para debilitar su impacto, mientras recoge recursos útiles para el resto del juego, un poco como lo que se encuentra en los videojuegos de acción», prosigue.

A continuación, los científicos trabajaron con 150 escolares italianos de entre 8 y 12 años, divididos en dos grupos: el primero jugó al videojuego desarrollado por el equipo, y el segundo a ‘Scratch’, un juego que enseña a los niños a codificar. Ambos juegos requieren control atencional y funciones ejecutivas, pero de manera diferente.

El videojuego de acción requiere que los niños realicen tareas dentro de un límite de tiempo, como recordar una secuencia de símbolos o responder sólo cuando el Raku emite un sonido específico, mientras se incrementa la dificultad de estas tareas según el rendimiento del niño. ‘Scratch’, el juego de control, requiere planificación, razonamiento y resolución de problemas. Los niños deben manipular objetos y estructuras lógicas para establecer la secuencia de programación deseada.

«Primero probamos la capacidad de los niños para leer palabras, no palabras y párrafos, y también realizamos una prueba de atención que mide el control atencional del niño, una capacidad que sabemos que se entrena con los videojuegos de acción», explica Daphne Bavelier. A continuación, los niños siguieron el entrenamiento con el videojuego de acción o el de control, durante seis semanas, dos horas a la semana bajo supervisión en el colegio. Los niños fueron examinados en la escuela por los clínicos del Laboratorio de Diagnóstico y Educación de Observación (UNITN). Poco después de terminar el entrenamiento, los científicos repitieron las pruebas en ambos grupos de niños. «Encontramos una mejora de 7 veces en el control atencional en los niños que jugaron al videojuego de acción en comparación con el grupo de control», dice Angela Pasqualotto.

Y lo que es más sorprendente, el equipo de investigación observó una clara mejora en la lectura, no sólo en términos de velocidad de lectura, sino también de precisión, mientras que no se observó ninguna mejora en el grupo de control. Esta mejora en la lectura se produce a pesar de que el videojuego de acción no requiere ninguna actividad de lectura. «Lo que resulta especialmente interesante de este estudio es que realizamos otras tres pruebas de evaluación a los 6, 12 y 18 meses después del entrenamiento. En cada ocasión, los niños entrenados obtuvieron mejores resultados que el grupo de control, lo que demuestra que estas mejoras se mantuvieron», afirma Angela Pasqualotto.

Además, las calificaciones en italiano de los niños entrenados mejoraron significativamente con el tiempo, lo que demuestra una mejora virtuosa de la capacidad de aprendizaje. «Los efectos son, pues, a largo plazo, en consonancia con el videojuego de acción que refuerza la capacidad de aprender a aprender», subraya Daphne Bavelier. En el marco del NCCR Evolving Language y en colaboración con Irene Altarelli (coautora del artículo e investigadora de LaPsyDE, Universidad de París), el juego se adaptará al alemán, al francés y al inglés.

«Al leer, la descodificación es más o menos difícil según el idioma. El italiano, por ejemplo, es muy transparente -cada letra se pronuncia-, mientras que el francés y el inglés son bastante opacos, lo que supone retos de aprendizaje bastante diferentes. La lectura en lenguas opacas requiere la capacidad de aprender excepciones, de aprender cómo una variedad de contextos influye en la pronunciación y exige una mayor confianza en la memorización», comenta Irene Altarelli.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-capacidad-lectura-ninos-mejora-videojuegos-segun-estudio-202201200112_noticia.html

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Todos los niños deberían ser hiperactivos

Por: Educación 3.0

Apostar por el movimiento y la actividad física y mental de los menores es clave para su desarrollo cognitivo. Esta es la opinión de Ainhoa Sarmiento, experta en educación y desarrollo de la creatividad a través del movimiento.

Los menores, en toda su etapa de desarrollo, tienen una tendencia natural hacia el movimiento que les impulsa a experimentar la movilidad de su cuerpo de todas las formas posibles. Ese impulso natural, instintivo, tiene una finalidad y es la de desarrollar conexiones neuronales y con ello impulsar el desarrollo cerebral y cognitivo. Aunque nos cueste admitirlo, resulta que el cerebro no se creó para pensar, sino para permitir el control del movimiento. En realidad el cerebro no nos diferencia de los animales sino de las plantas.

El cerebro nace para permitir el control motor, que a su vez hace posible el movimiento. Solo se desarrolla en los seres vivos que se mueven a voluntad, de manera que la principal función de nuestro cerebro es la de posibilitar el movimiento del cuerpo, y de hecho más del 90% de la actividad cerebral se destina al funcionamiento del cuerpo y no a las funciones cognitivas. Y para que el cerebro del niño se desarrolle y dentro de él se generen las sinapsis o conexiones neuronales necesarias para que pueda aprender, es imprescindible que el menor se mueva mucho. Es imprescindible que el niño sea ‘hiperactivo’.

El sexto sentido es en realidad el primero

hiperactivos

El sistema vestibular, que hace referencia a ese ‘sexto sentido’ que nos permite mantener el equilibrio, es el primer sistema sensorial que se desarrolla en la fase prenatal. Entra en funcionamiento desde el nacimiento y participa en el control motor pero también en el desarrollo cognitivo y la regulación de los estados de ánimo.

Podríamos decir que los primeros aprendizajes del bebé, que son los que empiezan a organizar su cerebro, se relacionan con la percepción de su propio cuerpo y del movimiento. Y este proceso continúa durante toda la infancia. El sistema vestibular es, además, el que organiza las percepciones de los demás sentidos, como la vista, el oído, el olfato y el tacto. Y es por ello que sin un correcto funcionamiento del sistema vestibular los niños podrían presentar dificultades de aprendizaje. La mejor manera de estimular la maduración y el correcto funcionamiento de este sistema es permitir que los infantes se muevan libremente durante el máximo tiempo posible.

El movimiento es algo instintivo y natural en los bebés, no necesitamos enseñarles a patalear, a girar la cabeza, a intentar incorporarse, a sostenerse sentados, etc. De hecho, las revisiones de los pediatras en los primeros años de vida observan con cuidado los movimientos y los reflejos de los bebés como un indicador de que su evolución es la correcta. Todos estos movimientos instintivos están generando nuevas conexiones entre las neuronas del cerebro, y  cuando mayor sea la gama de movimientos que el niño experimenta, practica y llega a dominar, mejor será el desarrollo de su cerebro y mayor el número de sinapsis o conexiones entre las neuronas.

Mantenerse activo para desarrollar las capacidades cognitivas

todos los niños deberían ser hiperactivos

Es imprescindible mantener la actividad física y el movimiento libre durante toda la etapa de desarrollo si no queremos mermar las capacidades cognitivas y de aprendizaje de los niños. Pero también es importante inculcar un estilo de vida activo para mantener la salud del cerebro a lo largo de toda la vida.

Existe la falsa creencia de que para estudiar, para aprender, hay que estar sentado, quieto y callado. Y a pesar de los muchos avances en neuroeducación y el desarrollo de múltiples estrategias didácticas basadas en el aprendizaje activo y manipulativo, hay un elemento que sigue invadiendo las aulas: las sillas. Y otro que sigue desterrado: el cuerpo en movimiento. Cuando el cuerpo no se mueve, el cerebro se relaja y sus niveles de atención disminuyen exponencialmente. El Instituto Tecnológico de Massachusetts demostró en una investigación que la actividad cerebral de un estudiante que permanece quieto, escuchando en clase, es la misma que cuando hace zapping en la televisión.

El movimiento es una de las pocas actividades que estimulan y desarrollan simultáneamente el sistema nervioso central y el periférico. Es decir, que el movimiento es lo único que activa todas las regiones cerebrales y con esta activación mejora la atención. Para mejorar los procesos de aprendizaje también debemos tener en cuenta que toda la estructura cerebral está íntimamente ligada al sistema locomotor y los sentidos. Las investigaciones desarrolladas en el ámbito de la neurociencia han dejado claro que el aprendizaje, el pensamiento, la creatividad y la inteligencia no son procesos que pertenezcan únicamente al cerebro, sino a todo el cuerpo.

Incentivar el movimiento del alumnado como labor docente

Las conexiones neuronales que se establecen cuando el cuerpo se mueve son las que van a propiciar el aprendizaje. Es imposible saber cuánto tiempo permanecerán en la memoria los contenidos que los niños aprenden en el colegio, pero sí se puede demostrar científicamente que las conexiones neuronales que se establecen y fortalecen gracias al movimiento perduran toda la vida, y que estas conexiones o sinapsis son las que van a posibilitar el aprendizaje de los contenidos. De manera que nuestra responsabilidad como educadores es la de generar un tejido nervioso amplio y fuerte, y la vía más directa y efectiva para lograrlo es dotar al niño con una gran amplitud motriz.

Por otra parte, el movimiento favorece la segregación de una serie de sustancias bioquímicas que generan un estado de ánimo óptimo para el aprendizaje y que favorecen la motivación. Todos los organismos internacionales responsables de la salud advierten de los peligros y los aspectos negativos del sedentarismo en la infancia. En los colegios y en sus casas los niños mantienen periodos de sedentarismo prolongados que ponen en peligro su salud y su desarrollo. Y sin embargo maestros y padres siguen ‘quejándose’ de que los niños no paran quietos.

La hiperactividad es una cuestión cuantitativamente subjetiva que solo puede considerarse como trastorno o rasgo negativo en el caso de que genere dificultades para la salud, el aprendizaje o la relación social. Por eso, conociendo la gran importancia que tiene el movimiento para la salud, física, mental y emocional de los niños, y sabiendo que para garantizar su desarrollo cognitivo y aumentar su rendimiento escolar los niños necesitan moverse mucho, deberíamos desear que nuestros niños fuesen todos hiperactivos, en el mejor sentido de la palabra.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/ninos-hiperactivos/

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«Un niño expuesto a violencia constante es un cerebro que aprende menos y peor»

Por: ABC

Por Ana Santiago Martínez y Virginia Izquierdo Moreno, equipo de Evaluación del Centro de Evaluación e Intervención Educativa Corat.

La actual crisis sanitaria, económica y social ha agrietado los cimientos de nuestro bienestar y los gritos desesperados de auxilio parecen ser poco escuchados. Estamos en un momento en el que lo prioritario es sobrevivir, tirar para delante, y donde los cuidados se están viendo sobrepasados en nuestra sociedad. La presencia de la violencia dentro y fuera de las aulas se ha convertido en una preocupación constante. No podemos ser ajenos a ella.

La violencia tiene consecuencias, tanto para el que la recibe como para el que la emplea. El que la ejerce, puede hacerlo a veces como mecanismo de escape y otras como espejo de las circunstancias vitales que le envuelven. Somos conscientes de sus fuertes implicaciones psicológicas, emocionales y sociales, pero la huella de sus efectos es mucho más profunda, llegando a afectar tanto a la estructura como a la funcionalidad del cerebro de las personas más jóvenes.

Situaciones estresantes como la que estamos viviendo por la Covid u otras que nuestros alumnos pueden experimentar a diario en aula como acoso escolar o la presión académica a la que están sometidos para aprobar llevan a su cerebro a producir niveles elevados de cortisol. Inicialmente, esta hormona ayuda a proteger las estructuras cerebrales (el hipocampo, la amígdala, la corteza prefrontal o el cuerpo calloso, entre otras) en situaciones potencialmente peligrosas, pero cuando el nivel de cortisol se mantiene aumentado en el tiempo, se desregula y acaba por alterar esas estructuras necesarias para poder recibir, seleccionar, almacenar, transformar y/o recuperar la información del entorno y actuar en consecuencia.

En este sentido, se van a ver afectadas funciones cognitivas tan importantes como la memoria a corto plazo (incluida la memoria de trabajo que usan, por ejemplo, al hacer los deberes), la memoria a largo plazo (tanto explícita como implícita), la atención (especialmente la auditiva y visual, así como la atención alternante para cambiar de una tarea a otra), la percepción visoespacial y la velocidad de procesamiento. Todo ello va a repercutir inevitablemente en su rendimiento académico, su motivación, su estado emocional y en sus relaciones sociales y familiares.

Como profesionales, la experiencia y conocerles en profundidad nos aproxima al mundo interno de niños y adolescentes. Es necesario dedicarles tiempo, escucharlos, observarlos, realizar actividades juntos, reflexionar con ellos, comprenderlos, cuestionarles, observar cómo piensan, cómo se expresan, cómo interpretan el mundo, qué significan los otros para ellos, qué posición adquieren en el grupo, en su familia, qué lugar se dan a sí mismos, qué recursos o estrategias tienen para hacer frente a los retos que este mundo les presenta.

Respecto del que emplea la violencia, una vez más, la ciencia y el conocimiento cada vez más profundo del funcionamiento cerebral están de nuestro lado y nos ayudan a comprender qué ocurre en el cerebro de aquellos niños o adolescentes que tienen un carácter violento. Desde el punto de vista neuropsicológico, como sucede en el caso de los niños, niñas y adolescentes expuestos a violencia (o estrés) de forma continuada, existe evidencia de dificultades en la atención, la memoria o las funciones ejecutivas en quienes recurren a ella, lo que pude explicar, en cierta medida, sus dificultades para controlar su conducta.

Saber que existe una base neurobiológica en la aparición y desarrollo de la violencia y entender qué estructuras cerebrales están alteradas nos ayuda a comprender y poder generar estrategias para la prevención e intervención temprana, para el diseño de intervenciones adecuadas y para reducir su manifestación y minimizar el daño (neurológico, psicológico, emocional, social y familiar), sin olvidar la importancia crucia que tiene el contexto en su expresión final.

El contacto con aquellos que nos cuidan, nos protegen, nos acompañan a lo largo de nuestra vida, y que podrían ser nuestra familia, profes, vecinos, amigos o incluso, nuestro sistema sanitario, educativo o social, es clave para proporcionarnos -o no- una base sólida en la que sostenernos cuando las cosas van mal.

Desde el Centro de evaluación e Intervención Educativa Corat observamos que muchas familias consultan desde la angustia de no entender a sus hijos o hijas. No comprenden qué les está pasando, por qué están tan enfadados, por qué se meten en líos, por qué no quieren estudiar, por qué se frustran por todo, por qué no logran aprender o por qué se aíslan del mundo.

Sabemos que una valoración que recoja todas las dimensiones de la persona: cuerpo (neurodesarrollo), cerebro (procesos cognitivos), corazón (emociones y afectos) y contexto (social: escuela-familia) es primordial para conocer, comprender y ofrecer una respuesta a las necesidades individuales y sistémicas de cada familia que nos llega.

Si en otras crisis a lo largo de la historia como hambrunas, abusos de poder o guerras, los profesionales de la psicología, el comportamiento y el desarrollo humano con sus intervenciones han marcado la diferencia para revertir los efectos de estas situaciones en la integridad física, emocional y cognitiva de las personas que las sufrieron, merece la pena que pongamos las mismas ganas y esfuerzo en ayudar a aquellos que están ahora luchando la suya propia, para protegerles, pero también para protegernos en este mundo compartido en el que todos y todas tenemos el potencial de construir y destruir.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-nino-expuesto-violencia-constante-202201160033_noticia.html

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‘Andaluces Levantaos’ exige a la Junta que refuerce las políticas de prevención de violencia machista ante el aumento “alarmante” de llamadas al 016

Por: Tercera Información

La coportavoz de la coalición, Esperanza Gómez, lamenta que el gobierno de Moreno Bonilla “esté secuestrado por la extrema derecha y elimine el lenguaje inclusivo en los centros educativos, apoye económicamente a organizaciones antiabortistas o impida líneas de apoyo a asociaciones feministas y políticas de igualdad en la administración autonómica”.

Andaluces Levantaos’ muestra su preocupación por el ascenso de las llamadas de socorro al 016 de mujeres víctimas de violencia machista en Andalucía durante 2021, según el último informe de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, que coincide con un recorte de más de tres millones de euros, en lo que va de legislatura, por parte del gobierno andaluz, en materia de prevención de la violencia machista y en la atención a las víctimas.

Instamos a la Junta de Andalucía a avanzar hacia la erradicación de la violencia y a redoblar esfuerzos para combatir la violencia machista, estableciendo un marco institucional, educativo, económico y social de protección integral frente a la violencia hacia las mujeres, las niñas y los niños, reclama la coportavoz de la coalición, Esperanza Gómez.

De hecho, Gómez ha detallado que las llamadas al 016 se han incrementado de manera alarmante” en prácticamente todas las provincias andaluzas respecto al pasado año, por ejemplo, en el mes de octubre, se contabilizaron en la provincia de Sevilla 97 llamadas más, respecto al mismo mes del 2020, y en Almería el incremento fue del 125%.

Es indudable que la pandemia ha perjudicado especialmente a las mujeres andaluzas y a los datos de violencia de género, pero también resultan muy negativas en este sentido las políticas del gobierno de Juanma Moreno y sus recortes en materia de protección hacia las víctimas, algo que puede traducirse en el aumento de casos de asesinatos machistas y de la desigualdad de género en nuestra tierra, lamenta la coportavoz.

Asimismo, la también coordinadora de Más País Andalucía afirma que, en un momento en el que en Andalucía y en España se evidencia más que nunca la existencia y los efectos de la violencia machista, y la sociedad comienza a ser consciente de la violencia machista psicológica y de la violencia vicaria, el ejecutivo andaluz, secuestrado por los planteamientos de la ultraderecha, se dedica a desmantelar las políticas de igualdad y por tanto a menoscabar la integridad física y mental de las mujeres.

Nos preocupan los recortes económicos en este sentido, las medidas legislativas que buscan la eliminación del lenguaje inclusivo en los centros educativos andaluces, el apoyo económico a organizaciones antiabortistas y la falta de políticas feministas, señala Esperanza Gómez.

Por ello, Andaluces Levantaos’ propone una serie de medidas concretas importantes para prevenir y combatir la violencia machista en nuestra comunidad, como, revertir las políticas de la desigualdad de género” del gobierno andaluz, aumentar el presupuesto destinado a combatir la violencia machista, reforzando la ley con más recursos, aumentar las plazas en los centros de atención e incorporar en ellos a las víctimas de todas las formas de violencia machista, la creación de un Observatorio de Violencia Machista Psicológica y de violencia vicaria en Andalucía y la realización de campañas de sensibilización.

Por último, la coalición plantea la necesidad de establecer acciones de prevención y protección a los menores con padres con procedimientos de violencia de género abiertos o finalizados que tienen régimen de visitas.

Fuente e Imagen:https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/04/01/2022/andaluces-levantaos-exige-a-la-junta-que-refuerce-las-politicas-de-prevencion-de-violencia-machista-ante-el-aumento-alarmante-de-llamadas-al-016/

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