Estudio retrata pobreza de la niñez puertorriqueña

Centro América/Puerto Rico/12 Agosto 2017/Fuente: Metro 

El Instituto de Desarrollo de la Juventud y el doctor César Rey destacaron que, si el problema no se atiende, se verá comprometido el desarrollo de la isla

Un estudio realizado por el Instituto de Desarrollo de la Juventud, en conjunto con la Fundación Annie E. Casey, reveló que en Puerto Rico hay alrededor de 428,000 menores que viven bajo los niveles de pobreza.

La cifra, según la investigación titulada “Kids Count Data”, creció de un 54 % en el 2010 a un 57 % en el 2015.

Otro factor importante que develó la publicación es que 422,000 niños tienen padres sin un empleo seguro. Al mismo tiempo, 232,000 menores habitan en hogares con alto costo de vivienda. Por otra parte, unos 21,000 adolescentes en Puerto Rico ni estudian ni trabajan. Por otro lado, los infantes que no asisten a la escuela son 31,000.

Los números utilizados para la investigación, de acuerdo con Caridad Arroyo, líder de estadísticas de la institución, se recopilaron utilizando datos del Censo y de agencias estatales.

Para el sociólogo y profesor César Rey, los datos son preocupantes, pues demuestran que el desarrollo económico del país está amenazado.

Rey destacó que los menores que viven bajo pobreza, que a su vez representan la fuerza laboral del futuro, pueden encontrar un refugio en la economía informal o en la ilícita. Esto, para el también investigador, incrementará los índices de criminalidad y reducirá el aporte de impuestos a las arcas del Estado.

“El 80 % de los puntos de droga están alimentados por niños menores de 18 años. Que incremente ese ejército de reserva de menores en la economía clandestina será inevitable. Empeorará la economía, la inequidad y la violencia”, sentenció el también exsecretario de Educación.

La improvisación política como  responsable

La falta de consistencia en el desarrollo de política pública es  una de las razones para que los niños del país vivan en condiciones de pobreza, apuntó el doctor Rey.

A esto, añadió el catedrático de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico, se suma la falta de una economía sustentable y la dependencia de las agencias gubernamentales de fondos federales para gestionar iniciativas a favor de los más necesitados.

“Cerca de una tercera parte de los fondos del Departamento de Educación son federales. Y en esa cifra está el dinero para Educación Especial y para atender los sectores más vulnerables”.

La solución está en el desarrollo de políticas públicas que incluyan esfuerzos del sector privado, los sindicatos y las asociaciones sin fines de lucro, dijo el profesor, pues al final todos los sectores se verán afectados.

Hay que crear conciencia

Con las expresiones de Rey concordó Amanda Rivera, directora del Instituto de Desarrollo de la Juventud, quien, además, estableció que los datos deben ser utilizados por todas las agencias para crear sus políticas.

Por tal razón, la entidad para la cual trabaja se dedicará a distribuir los números recopilados.

“Yo siempre digo que para desarrollar política pública hay que concientizar. Así que este informe va de la mano con esa premisa, para concientizar a los líderes que están a cargo de tomar las decisiones”, sostuvo.

Fuente: https://www.metro.pr/pr/noticias/2017/08/08/estudio-retrata-pobreza-la-ninez-puertorriquena.html

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Unicef trabaja en apoyo de la niñez más vulnerable

27 julio 2017/Fuente: El Universal

En Venezuela enfoca su acción en salud, nutrición, educación y protección.

«Jornadas de capacitación para educadores de calle» es una de las iniciativas en las que se encuentra trabajando en Venezuela El  Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en coordinación con  el  Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, Idena y  las asociaciones civiles.

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Para Raquel Fernández, especialista en comunicaciones de Unicef, el objetivo de estos talleres es  brindar herramientas a policías municipales, consejeros de protección de los municipios y trabajadores sociales de distintas entidades privadas para la identificación y abordaje de niños y adolescentes que buscan  su supervivencia en la calle con el fin de orientarlos y ofrecerles medidas de protección. «Estamos  trabajando para poner en marcha un  registro de estos niños, conocer cuántos son, dónde están y qué necesidades tienen para desarrollar programas de fortalecimiento familiar».

Unicef tiene 26 años en Venezuela y enfoca su acción entres componentes: salud y nutrición, educación y protección. Su trabajo gira en torno al programa de cooperación acordado con el Gobierno de Venezuela, que se implementa en alianza con instituciones del Estado, organizaciones de desarrollo social y la empresa privada.

La misión de Unicef consiste en promover los derechos de la niñez y la adolescencia, al igual que  apoyar a los Estados y a las sociedades para que estos se cumplan.

Fernández indicó que Unicef ofrece apoyo técnico,  financiero y de capacitación a sus aliados.»Trabajamos con  socios encargados de las políticas públicas y organizaciones no gubernamentales,actores que juegan un papel fundamental en  los derechos de los niños».

A propósito de ello, destaca el apoyo que le han dado a instituciones como Fe y Alegría en la realización de actividades para el desarrollo humano. «A través de nuestro apoyo se puede potenciar el trabajo que ellos hacen en función a las necesidades que detectan en  las escuelas donde trabajan».

Así mismo señaló los resultados positivos alcanzados con la capacitación sobre protocolos en materia de salud neonatal dictados  en 13 hospitales adscritos al Ministerio de Salud.

Explicó la importancia de la orientación apropiada a los adolescentes  en  la participación de las manifestaciones para evitar su exposición a situaciones de riesgo. «La protección de la niñez en el escenario de protestas es responsabilidad de todos, autoridades, convocantes y familiares. Unicef trabaja para apoyar a la niñez mas vulnerable, especialmente en las situaciones más complicadas», agregó Fernández.

Metas alcanzadas en 2016

  •  En 2016 la atención profesional fue mejorada gracias a la actualización de 400 neonatologos, pediatras y enfermeros  en 17 hospitales.
  •  Fueron atendidos  65 mil bebés por  578  profesionales formados en la implementación de la iniciativa «Hospital amigo del niño» dirigido a promover la lactancia materna.
  • Se activaron 23 servicios destinados a la atención para adolescentes con 218 profesionales de la salud.
  • Se distribuyeron  120 mil tratamientos pediátricos contra la malaria.
  • Se logró la participación de 7.000 niños en dinámicas para promover el derecho al buen trato en el programa Escuela Solidaria en el estado Miranda.
  • 5.620 niños y adolescentes aprendieron a conocer sus derechos a través del programa «La música de mi voz», en alianza con 98 núcleos de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles.

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/caracas/unicef-trabaja-apoyo-ninez-mas-vulnerable_662571

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Los niños afganos privados de educación hablan de sus miedos más profundos

Afganistan/30 marzo 2017/Fuente: nytimes

Ya inició una nueva temporada escolar en Afganistán pero 3,7 millones de niños y niñas no podrán asistir por el aumento de la violencia, los desplazamientos y la pobreza.

Se prevé que este año se incremente esa cantidad —que representa casi uno de cada tres niños afganos en edad escolar— puesto que la violencia entre las fuerzas armadas y los talibanes se ha intensificado, además de que Pakistán ha implementado la deportación de los refugiados afganos, según informes de Save the Children.

‘Me encantaba ir a la escuela, pero no nos alcanza’

Lina, de 12 años, es de la provincia de Kapisa, en el noreste de Afganistán; sin embargo, hace siete años sus familiares fueron desplazados debido a los enfrentamientos. Ella vive en un campo de refugiados en Kabul. Fue a la escuela durante tres años antes de que la sacaran.

Me gustaba mucho ir a la escuela, pero no tenemos suficiente dinero para comprar cuadernos y otros útiles. Nuestros parientes están enojados con nosotros por dejar la escuela, pero sin cuadernos no era posible estudiar ni hacer tarea.

Si no voy a la escuela, no seré nada en el futuro; si voy a la escuela, puedo convertirme en doctora. Quiero ser doctora.

Aquí vivimos en tiendas de campaña, tenemos dos. Yo duermo con mis cinco hermanos y hermanas en una, y mi padre, mi madre y dos hermanas pequeñas duermen en la otra.

Desayunamos las sobras de la cena del día anterior, si quedan. Si no, comemos pan y té. Después de desayunar, traigo agua del pozo que está a una hora de camino a pie. Conseguir agua potable para nuestra casa es mi responsabilidad; traigo agua en una carretilla, en estos pequeños barriles, dos o tres veces al día. También recolecto pequeños pedazos de madera y plástico para quemarlos y calentar nuestra casa.

‘Si vas a la escuela, tendrás un buen futuro’

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Credit Khalid Alokozay

Zahid, de ocho años, es de Srukh Rod, un distrito al este de la provincia Nangarhar. Él y sus hermanos ayudan a su padre a recolectar restos de metal en Jalalabad, una ciudad cercana.

Toda mi familia duerme en un cuarto que rentamos por 25 dólares mensuales. Después de levantarme, me lavo la cara y desayuno té y pan; después tomo mi costal y me voy al mercado.

Durante el día, recojo restos de metal, madera y papel. A la hora del almuerzo, espero frente a una panadería donde el panadero o alguien más me obsequia un trozo de pan que comparto con mi amigo o mi primo.

Vendemos lo que recolectamos durante el día por 20 centavos, después llevo el dinero a casa y compramos té, azúcar o algo más. Lo máximo que gano en un día son 50 centavos.

No voy a la escuela porque no tenemos dinero para pagar los gastos escolares. Los 20 centavos que gano son para comprar azúcar y té.

Mis parientes y amigos van a la escuela, y cuando los veo me dan ganas de ir y estudiar. Si vas a la escuela, tendrás un buen futuro. Si no vas, no.

‘Si mi padre estuviera vivo, no tendría que pasar el día en el mercado’

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Credit Raqibullah

Raqibullah, de 12 años, es de un pueblo a las afueras de Tirin Kot, una ciudad en la provincia Oruzgan, al sur de Afganistán. Su padre murió hace año y medio tras el estallido de un aparato explosivo improvisado. Después, Raqibullah se mudó a Tirin Kot.

Cuando estaba en el pueblo, iba a la escuela, pero ya no hay escuelas allá. Solo estudié hasta cuarto año pero puedo leer y escribir.

Ahora vendo dulces en un carrito para alimentar a mis hermanos. Tengo tres hermanos y tres hermanas y todos vivimos juntos. Mi hermano mayor tiene 14 años y la más joven de nuestra familia es mi hermana de 4 años. Mi hermano mayor también trabaja conmigo.

Si mi padre estuviera vivo, no tendría que pasar el día en el mercado.

Mis primos aún viven en el pueblo donde ya no hay escuela; pero aquí los niños del barrio van a escuelas privadas y públicas. Cuando veo a los niños que van a la escuela, siento que yo también debería ir. Sin embargo, tengo que ganar dinero para poder alimentar a mi familia y pagar la renta.

‘Mis dos hermanos están solos’

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Credit Zahra Nader

Bakhti, de 13 años, es de la ciudad norteña de Mazar-i-Sharif. Su madre murió de hepatitis B hace tres años. Su padre, que trabaja como jornalero en Irán, la dejó a ella y a sus hermanos pequeños con su tío en Kabul.

Me levanto a las seis de la mañana. Después de desayunar, hago los quehaceres de la casa: limpiar, barrer dentro y fuera, lavar los platos. Si una alfombra está en proceso, entonces tengo que ayudar a tejerla.

Por cada alfombra, gano más o menos 80 centavos de propina. El resto del dinero va para los gastos de la casa. La última vez que me dieron los 80 centavos me compré un peine y medias para mis hermanos.

Cuando vivía en Mazar, estudié hasta el cuarto año. Cuando nos mudamos a Kabul, fui a la escuela por casi tres meses, pero lo dejé. Las clases no eran como las que tomaba en Mazar. Los estudiantes no se portaban bien, eran muy violentos. Me apodaron la “niña rara”.

También dejé de ir porque mis dos hermanos se quedaban solos. Tengo miedo de que se pierdan, así que tengo que quedarme y cuidarlos. Si mi madre estuviera con nosotros, yo estudiaría; pero ya no puedo.

Mis primos van a la escuela. Los que van a la escuela se ven bien. También quiero ir a la escuela, pero no va a suceder.

‘Soy feliz cuando llega la noche’

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Credit Imamuddin

Imamuddin, de 15 años, es del distrito Charchino en la provincia Oruzgan. Después de intensas peleas en el distrito, que ahora es controlado por los talibanes, su padre se llevó a la mitad de la familia a Tirin Kot.

Estudié hasta quinto año en nuestro distrito, pero las escuelas cerraron hace un año por los enfrentamientos, y ahora los talibanes controlan nuestro rezapueblo. Había peleas todos los días, ni siquiera podíamos salir de casa.

Mi madre y mis cinco hermanas aún están en el distrito; estamos tratando de traerlas lo antes posible. Vivimos en una casa rentada de tres cuartos y pagamos de renta más o menos 60 dólares al mes.

Mi padre, mis dos hermanos y yo compartimos un cuarto. Es invierno y para calentar un solo cuarto se necesita mucha madera.

Mi vida aquí es difícil porque no hago nada. Estoy muy aburrido. Me alegro cuando anochece porque finalmente puedo dormir.

De verdad quiero convertirme en doctor y ayudar a la gente. Le he pedido a mi padre que me mande a clases de inglés en Tirin Kot, pero no le alcanza para pagar las cuotas. Estudio con mis libros viejos de la escuela, pero ya he completado cada libro varias veces.

Quizá comience a trabajar o nos mudemos a otra provincia donde podamos encontrar una mejor vida. Estoy preocupado por mi futuro y mi educación. La vida era buena en el distrito: teníamos tierra y orquídeas, escuelas y compañeros de clase… pero aquí no conocemos a nadie. Los enfrentamientos nos han quitado todo.

Colaboraron en este reportaje: Fahim Abed, Mujib Mashal y Zahra Nader desde Kabul; Taimoor Shah desde Kandahar; Nahim Rahim desde Kunduz; y Khalid Alokozay desde Jalalabad.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2017/03/28/ninos-afganos-privados-de-educacion-hablan-de-sus-miedos-mas-profundos/?em_pos=small&emc=edit_bn_20170328&nl=boletin&nl_art=1&nlid=78074960&ref=headline&te=1

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México: Unicef muestra la situación de la niñez en Guerrero a través de video

América del Norte/ México/ 25  de agosto de 2016/ Fuente: UNICEF

Ciudad de México. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) presentó hoy en la noche, y por primera vez en México, un video utilizando la tecnología de realidad virtual, para contar la situación que vive la niñez en el país.

Isabel Crowley, representante del Unicef en México señaló que este video tiene como finalidad difundir y con ello contribuir a «cambiar la realidad» que viven los infantes en la región de la Montaña de Guerrero.

 

 

En la presentación indicó que «hoy vamos a ver cómo están viviendo estos niñas y niños, los retos que tienen, pero también sus alegrías».

Destacó que el Unicef utilice esta avanzada tecnología (en este caso de la empresa Samsung) para realizar sus materiales de promoción, defensa y protección de los derechos de la infancia en el mundo. «Tenemos que ser embajadores de buena voluntad, llegar con nuestro cariño y también con el apoyo económico a realidades como esta (…) estamos realizando intervenciones en 193 países, trabajamos para que los derechos de los niños sean una realidad».

Previo a presentar el material audiovisual se llamó a convertir los derechos de los niños en «trending topic» por medio de este video de realidad virtual.

A través de los ojos de una niña mixteca, el video muestra cómo es la vida en las comunidades más vulnerables de la Montaña de Guerrero.

La producción titulada La Canción del Lobo Feroz, relata cómo los niños se esfuerzan por seguir adelante con sus vidas después de una tragedia, y luchan por no abandonar la escuela aún en las condiciones más difíciles.

El video se grabó en algunas de las comunidades más pobres de México: en Metlatonoc, San Miguel Almotepec, San Juan Puerto Montaña, Cochoapa El Grande y Loma de San Marcos, en la Montaña de Guerrero. Estas poblaciones sufrieron graves daños ocasionados por las tormentas Manuel e Ingrid en septiembre del 2013, que causaron derrumbes y deslaves, así como considerables daños materiales y pérdidas humanas. Además, las comunidades viven en un riesgo latente por la erosión de la montaña y la actividad sísmica en la región.

La comunidad de Loma de San Marcos pertenece al municipio más pobre de México. De acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, este municipio tiene un índice de desarrollo humano 2.5 veces menor que la media del país. Desde las tormentas del 2013, esta población no cuenta con servicios básicos como electricidad o agua, tampoco cuentan con atención médica.

La Canción del Lobo Feroz es una historia de superación y lucha ante la adversidad, en una comunidad donde los niños se recuperan de un desastre natural, cantan una canción para sobrellevar sus pérdidas y recordar la importancia de vivir preparados para actuar en caso de emergencia. El “lobo feroz” puede tomar la forma de un huracán, un sismo o una tormenta, y ellos deben de estar listos cuando regrese a sus vidas.

«Unicef trabaja para que los niños vayan a la escuela y aprendan, especialmente aquellos que más lo necesitan. Y no sólo con estudios formales, sino con habilidades que les permitan hacer frente a desastres, como huracanes o inundaciones”, dijo Crowley.

El Unicef promueve la seguridad y ha llegado a más de 40 mil niños y cerca de 200 escuelas con Planes Escolares de Prevención de Riesgos y Desastres, con la participación activa de toda la comunidad, (maestros, maestras, padres, madres, niñas y niños), que permite estar preparados para enfrentar situaciones de riesgo.

Para la realización de esta campaña, el fondo cuenta con el apoyo de Samsung Electronics México como patrocinador oficial. Gracias a la tecnología de los visores de realidad virtual, Samsung Gear VR, las personas podrán conocer la historia de estas comunidades y hacer un recorrido por La Montaña de Guerrero a través de una experiencia de inmersión incomparable.

El video es parte de una campaña de recaudación de fondos mediante la cual se invita a la gente a realizar un donativo mensual a través de una tarjeta de crédito en la página www.donaunicef.org.mx, o a través del equipo de promotores del Unicef en varios estados del país en espacios como plazas comerciales, parques, museos y empresas. A esta campaña se unieron artistas como Aleks Syntek, Yolanda Andrade, CD9, Javier Jatti y Michel Jourdain.

Los recursos recaudados serán destinados a fortalecer los programas de educación, emergencias, prevención del trabajo infantil y protección contra la violencia, para que niños y niñas puedan crecer sanos y lograr todo su potencial.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/08/23/unicef-muestra-la-situacion-de-la-ninez-en-guerrero-a-traves-de-video

Imagen: www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/08/23/unicef-muestra-la-situacion-de-la-ninez-en-guerrero-a-traves-de-video/unicef.jpg

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Los misterios del cerebro, la pobreza y los aprendizajes

Javier Luque

Tradicionalmente, los economistas como yo, hemos pensado que la pobreza explica el bajo desempeño en la escuela porque las familias pobres no tienen la capacidad para acumular capital humano debido a limitaciones de efectivo en el corto plazo. Un lector desinformado podría pensar: ¿qué rayos significa eso? En términos sencillos, esto significa que los niños pobres suelen tener  menos recursos para pagar la escuela, comprar libros de texto o ropa, pagar los costos de transporte y tener una nutrición y salud adecuadas. A menudo, también tienen que trabajar para contribuir con la economía del hogar y ayudar a mantener a sus hermanos.

Por estas razones, los niños más pobres tienden a abandonar la escuela con mayor frecuencia o, en el mejor de los casos, sacrifican su juventud en vez de dedicarse al aprendizaje. Esto contribuye a la creación de lo que se conoce como el ciclo de pobreza, puesto que cuando estos niños crecen y tienen sus propios hijos, estos últimos repiten la historia de sus padres y así sucesivamente. El vídeo protagonizado por Agustín y Daniel presentado en el post de abajo ilustra exactamente este fenómeno.

Sin embargo, aparte de la teoría de la deficiente acumulación de capital humano por parte de los pobres, los economistas siguen teniendo dificultades para explicar por qué los niños pobres tienen bajo desempeño en la escuela. ¿Habrá algo más? ¿Qué ocurriría si asumiéramos un enfoque distinto?

Por ejemplo, los educadores, inspirados por su experiencia en el aula, han notado que los niños pobres presentan mal comportamiento, impaciencia e impulsividad, entre otros. También muestran un rango más limitado de respuestas de comportamiento, reacciones emocionales inapropiadas, y menos empatía hacia los infortunios de los demás, los cuales también afectan su aprendizaje. Entonces… ¿es posible que haya algo dentro de los cerebros de los niños pobres que hace que su experiencia escolar sea diferente? Y, más importante aún, ¿se puede cambiar?

Los hallazgos más recientes de la neurociencia presentan ideas nuevas y refrescantes. Libros como: Enseñar con la pobreza en mente: ¿Qué le hace la pobreza a los cerebros de los niños, qué pueden hacer las escuelas al respecto?por Eric Jensen, y Cómo pueden triunfar los niños: la valentía, la curiosidad y el poder oculto del carácter por  Paul Tough, resumen los hallazgos de la neurociencia, combinándolos con la evidencia de otras disciplinas.

En ese sentido, sobre la base de una variedad de esfuerzos de recopilación de datos (realizados en las últimas décadas), de experimentos controlados (con seres humanos y no humanos) y de nuevas tecnologías que permiten la exploración de las profundidades del cerebro, la neurociencia proporciona nueva y sólida evidencia de que los niños de hogares pobres desarrollan cerebros que luego terminan “conectados” de manera diferente. Esto explica, al menos en parte, sus problemas de acumulación de capital humano, los cuales también se extienden a sus interacciones sociales. Por ello, los hallazgos de la neurociencia han abierto una nueva dimensión en la comprensión de los pobres y sus desafíos al momento de aprender.

Fuente del articulo: http://blogs.iadb.org/educacion/2013/08/14/los-misterios-del-cerebro-la-pobreza-y-los-aprendizajes/

Fuente de la imagen: http://blogs.iadb.org/educacion/files/iStock_000014905976Small.jpg

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Africa: El rostro infantil de la pobreza

TeleSur.TV/01 de julio de 2016/

África es la región que ofrece el «panorama más sombrío», según la Unicef.

Se estima que 69 millones de niños morirán por causas inevitables y unos 167 millones de vivirán en pobreza para el año 2030.

De acuerdo al documento Estado Mundial de la Infancia publicado por la Unicef este martes, para el año 2030 podrían morir 69 millones de niños por causas inevitables y otros 167 millones vivirán en la pobreza.

El informe revela que en 2030, fecha en que se vence el plazo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, aquellos niños en situación de vulnerabilidad les espera «pobreza, analfabetismo y muerte prematura».

Futuro devastador

Los niños se ven afectados «desproporcionadamente» por los conflictos violentos, emergencias humanitarias y desastres naturales, así como por crisis sanitarias, destaca el estudio.

Además, estima que para ese año 750 millones de mujeres se habrán casado siendo aún niñas.

“Las vidas de millones de niños se ven arruinadas por la simple razón del país, la comunidad, el género o las circunstancias en las que nacen», lamentó el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, quien además agregó que «antes de que respiren por primera vez, las opciones de vida de los niños pobres y excluidos a menudo se ven modeladas por las desigualdades».

El informe destaca, asimismo, que se ha avanzado considerablemente en la labor de salvar las vidas de los niños, reducir la pobreza y lograr que asistan a la escuela.

De esta forma se ha conseguido reducir la tasa de mortalidad de menores de cinco años desde 1990, que los niños y niñas asistan a la escuela primaria en igualdad en 129 países y que el número de personas que viven en la extrema pobreza se haya reducido a casi la mitad en comparación a la década de 1990.

Sin embargo, el progreso no ha sido “uniforme y justo”, según Unicef, debido a que los niños en mayor situación de pobreza tienen el doble de probabilidades de morir antes de los cinco años que los más ricos, así como de sufrir desnutrición crónica. En cuanto a las niñas provenientes de hogares más pobres tienen un 2 por ciento de probabilidades de casarse durante la infancia que otras niñas de estratos sociales más altos.

«A pesar de los avances en las últimas décadas, un gran número de niños se ha quedado atrás, por lo que tenemos que mantener este progreso, pero centrándonos en los más desfavorecidos», explicó el director de programas de Unicef, Ted Chaiban.

África con un “panorama más sombrío”

La región de África Subsahariana mantiene un panorama más desolador. Al menos 247 millones de niños, el equivalente a dos de cada tres, viven en pobreza multidimensional y sin los elementos necesarios para sobrevivir.

Los niños tienen hasta 10 veces más probabilidades de morir antes de los cinco años, y un total de nueve de cada 10 niños que viven en la pobreza en el mundo se encuentran en esta región.

Además, casi el 60 por ciento de los jóvenes de entre 20 y 24 años ha tenido menos de cuatro años de escolaridad.

La educación contra la desigualdad

La educación desempeña «un papel único para poner fin a los ciclos intergeneracionales de desigualdad». Sin embargo, desde 2011 Unicef ha denunciado que el número de niños que no asisten a la escuela ha aumentado, mientras que existe una proporción significativa de aquellos que sí van pero no logran aprender.

Otros datos reflejan que 124 millones de niños no acceden a la enseñanza primaria o secundaria, y casi 2 de cada 5 alumnos que terminan la escuela primaria no han aprendido a leer, escribir o hacer cálculos aritméticos simples.

Para el 2030, según las estimaciones de Unicef habrá más de 60 millones de niños fuera de la escuela.

Invertir en el futuro de las sociedades

El informe expone que si se invierte en aquellos niños que viven en las situaciones más vulnerables, se podrían producir beneficios inmediatos y a largo plazo.

En promedio cada año adicional de educación que recibe un niño aumenta sus ganancias cuando sea adulto en un 10 por ciento. Por cada año de estudio aprobado, la tasa de pobreza de un país caerá en un 9 por ciento.

Tomado de: http://www.telesurtv.net/telesuragenda/El-rostro-infantil-de-la-pobreza-20160628-0032.html

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