UNESCO: Estadísticas sólidas para impulsar mejoras en la Educación

Redacción: Virtual Edu

El Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) presentó el 3 de diciembre, en la Reunión Mundial de Educación que tuvo lugar en Bruselas, su Compendio de Datos 2018, titulado “Estadísticas para fomentar el aprendizaje”, que demostró la importancia de contar con datos sólidos para impulsar mejoras en la educación. La Reunión Mundial de Bruselas congregó a ministros y otros altos funcionarios de la educación para hacer inventario de los progresos realizados para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS nº 4).

La desigualdad en la educación ocupó un lugar prominente en la agenda de la reunión de Bruselas, pero, tal como señala el IEU, esa asimetría no puede abordarse sin un monitoreo sólido que permita determinar si los niños, los adolescentes y los adultos están adquiriendo las competencias que necesitan. Este monitoreo es fundamental, habida cuenta de seis de cada diez niños y adolescentes del mundo todavía son incapaces de leer una frase sencilla o realizar un cálculo aritmético elemental, según los datos más recientes compilados por el IEU.

“La desigualdad es una causa central de la crisis mundial del aprendizaje, que dificulta la vida de 617 millones de niños y adolescentes”, afirmó la Directora del Instituto, Silvia Montoya. “Esas desigualdades del aprendizaje se ven y se sienten no sólo a escala individual, sino también a lo largo y ancho de países y comunidades, donde hay sociedades enteras que permanecen estancadas a causa de las carencias de la educación y las deficiencias en materia de competencias”.

El Compendio es contundente acerca de las dimensiones de la tarea que debemos afrontar. Un tercio de los niños y adolescentes que carecen de nociones básicas de lectoescritura y cálculo están sin escolarizar y necesitan urgentemente recibir la educación a la que tienen derecho. Pero dos tercios de los niños y adolescentes que presentan esas características sí asisten a la escuela hoy en día.

“Esos alumnos no están ocultos ni son difíciles de alcanzar; están sentados en las aulas, en escuelas que no pueden proporcionarles la educación de calidad que se les había prometido”, señaló Silvia Montoya. “Esa promesa se ha quebrado en demasiadas ocasiones”.

Este es un aspecto importante, habida cuenta del valor decisivo del aprendizaje para la consecución de todos los ODS, desde reducir la pobreza hasta abordar la discriminación por motivo de género y la construcción de sociedades sanas y pacíficas. En el Compendio se expresa la preocupación sobre cómo alcanzar estos objetivos de aquí a 2030, si un número significativo de personas no llega a adquirir las competencias básicas.

El Compendio examina los datos comparables a escala internacional que se necesitan para reducir las desigualdades y garantizar la consecución del aprendizaje a lo largo de toda la vida, que figura en el ODS 4. El informe abarca una amplia gama de iniciativas de evaluación, desde la educación de la primera infancia hasta los programas de alfabetización de adultos. El documento presenta además un conjunto de herramientas para ayudar a que los países adopten decisiones bien fundadas acerca de los tipos de evaluaciones que podrían satisfacer sus necesidades específicas, así como en lo relativo a la orientación acerca de la participación en evaluaciones y en el aumento de capacidades fundamentales para mejorar los resultados del aprendizaje mediante el uso eficaz de los datos.

El Compendio, que defiende sólidamente la inversión en materia de evaluación, sostiene también que es preciso cambiar las perspectivas acerca de lo que los donantes y gobiernos consideran costos de las evaluaciones del aprendizaje. La participación en las principales evaluaciones internacionales o regionales puede costar a cada país alrededor de medio millón de dólares cada cuatro años, cifra que parece un gasto considerable para una economía modesta. Pero es una cantidad pequeña cuando se compara con el costo total de proporcionar escolaridad o con las consecuencias de una educación inadecuada, que tiene consecuencias económicas aún mayores. El UIS calcula que los datos sólidos relativos al aprendizaje, que permiten medir si las estrategias funcionan o si las reformas son necesarias, podrían mejorar la eficiencia del gasto educativo en un 5 por ciento y representaría un ahorro anual de 30 millones de dólares estadounidenses por cada país, lo que permitiría sufragar con creces el costo de las evaluaciones.

Fuente: https://virtualeduca.org/mediacenter/unesco-estadisticas-solidas-para-impulsar-mejoras-en-la-educacion/

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La lucha por los sentidos del derecho a la educación

Por: Camila Croso

Más allá de los falsos consensos

ivimos una disputa intensa sobre los sentidos, valores y prácticas de la educación. Siendo una actividad inherentemente política, la educación no puede ser inmune o indiferente a los conflictos que se plantean acerca de sus funciones y de los fundamentos que la definen como derecho humano. Aunque ciertas nociones parecen tener aceptación universal (la “calidad educativa”, la “universalización de la escuela”, la “mejora de las prácticas docentes” o la necesidad de “evaluar” los sistemas escolares), todas encierran un profundo debate, intensas controversias y, muchas veces, multitudinarias movilizaciones acerca de los significados y facultades que corresponden a cada una de ellas. Lejos del consenso y de la unanimidad, la orientación que asume la práctica educativa y la promoción del derecho a la educación, se ha vuelto un campo de batalla cuyo resultado es hoy incierto y preocupante. La defensa y la transformación democrática de la escuela pública está en juego.

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, en su Observación General Nº 11, afirma que la educación “se ha clasificado de distinta manera como derecho económico, derecho social y derecho cultural. [Pero ella] es todos esos derechos al mismo tiempo. También es un derecho civil y un derecho político, ya que se sitúa en el centro de la realización plena y eficaz de esos derechos. A este respecto, el derecho a la educación es el epítome de la indivisibilidad y la interdependencia de todos los derechos humanos”.

Durante los últimos años, los debates que tuvieron lugar alrededor de la definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular del Objetivo 4 dedicado a la educación, así como de la definición del Marco de Acción de la Agenda de Educación 2030, ambos adoptados en el 2015, pusieron de relieve un conjunto de querellas y disensos que antecedían a esas negociaciones.

En efecto, la Estrategia Sectorial de Educación 2020 del Banco Mundial lanzada poco antes del inicio de las negociaciones sobre los ODS, ya daba pistas sobre las grandes disputas que marcarían la agenda del debate educativo durante los años siguientes. El documento Aprendizaje para Todos, publicados en el 2011, sostenía que el foco central de los sistemas educativos debía ser el aprendizaje de algunas habilidades y particularmente la medición de estos aprendizajes, tomando como base pruebas estandarizadas internacionales y como horizonte el crecimiento económico.

El desplazamiento semántico de Educación para Todos (estrategia liderada por la UNESCO junto a otras agencias del sistema de Naciones Unidas desde 1990) hacia Aprendizaje para Todos, subrayaba así una disputa de liderazgo y de paradigma por parte del Banco Mundial y sus aliados. Aunque es innegable que aprender resulta fundamental y es una de las condiciones ineludibles para que la educación sea un derecho efectivo, el énfasis sobre las pruebas estandarizadas y la medición de algunos resultados específicos, comenzó a distanciarse del debate, la fundamentación y los propósitos enunciados históricamente por la UNESCO y establecidos por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas.

Dos años después del lanzamiento del documento sectorial del Banco Mundial, tuvo lugar el Encuentro Global sobre la Consulta Temática de Educación en la Agenda de Desarrollo Post 2015, que presentó como planteamiento central la redefinición del eje político asumido por las naciones en el documento del Banco Munidal, Aprendizaje para Todos. ¿Coincidencia? Parecería que no. En este contexto, se redobló el esfuerzo de algunas agencias internacionales, gracias también a la presión de algunos de los países más desarrollados, en que las metas del ODS 4, dedicado a la educación, deberían girar alrededor de los resultados mensurables de aprendizaje en lectoescritura y matemática. Las pruebas estandarizadas internacionales ganaron así un relieve central. La argumentación que fundamentaba ese conjunto de planteamientos dialogaba directamente con los principios de la Estrategia Sectorial del Banco Mundial. Por otra parte, dicho Encuentro Global puso de relevancia la configuración de un significativo campo de poder constituido por el Banco Mundial, otras organizaciones multilaterales, los gobiernos de algunas poderosas naciones y un reducido número de think tanksconservadores que se alineaban de manera cada vez más articulada alrededor de una concepción economicista y reduccionista de la educación. Los principios rectores que volvieron a ganar fuerza (o quizás nunca la perdieron) fueron: aprender para actuar competitivamente en el mercado y medir aprendizajes para determinar el grado de ajuste entre el sistema educativo y el desarrollo económico.

Vale destacar que, a diferencia de otros momentos en que estos principios también quisieron ser impuestos por algunas agencias internacionales, la definición de la nueva agenda se establecía con reiteradas referencias a la importancia de defender el derecho de todos a una educación de calidad. Una acción que puso de relieve que, además de la recurrente disputa acerca de los significados de la “calidad” educativa, un ahora complejo debate acerca de los significados del “derecho a la educación”. ¿Derecho para quién o para quiénes? ¿Diferentes calidades de derecho para diferentes calidades de educación? ¿Diferentes calidades de derecho para diferentes “calidades” de personas o de naciones?

El debate sobre el futuro de la educación como derecho humano, ganó así relevancia en el contexto más amplio del debate acerca de los sentidos del denominado “desarrollo sostenible”. La propuesta del Banco Mundial, asumida como guía orientadora por numerosas naciones y organismos internacionales, al poner los sistemas educativos al servicio del crecimiento económico, no sólo trajo implicaciones profundamente regresivas en los contenidos, valores, prácticas y relaciones de las prácticas educativas, sino que planteó una perspectiva que aspiraba a contrarrestar los grandes avances democráticos y éticos que exponían los debates y controversias acerca de los nuevos Objetivos del Desarrollo Sostenible. La perspectiva del Banco Mundial pretende consolidar un modelo de desarrollo educativo, económico y social que profundiza las brechas e injusticias generadas por un mundo cada más desigual. Una perspectiva que despolitiza el derecho a la educación y transforma a las pruebas y los resultados de aprendizajes estandarizados en el epítome de la calidad educativa.

El interés del Banco Mundial en la educación reducida a un sistema de medición de aprendizajes no parece ser sólo un distorsión tecnocrática, meritocrática o economicista. El organismo posee relación directa con algunas de las grandes corporaciones internacionales que actúan en el campo educativo. En la Estrategia Sectorial 2020 del Banco Mundial, por ejemplo, se afirma que “para ayudar la capacidad de entrega de educación de calidad por parte del sector privado, laCorporación Financiera Internacional creó un departamento específico para financiar proveedores de educación privada, y en el 2004, asumió el sector educativo como uno de sus pilares estratégicos”. Asimismo, el hecho de que la educación sea parte de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), como el GATS y el TISA, en donde las corporaciones tienen poder por encima de los Estados, pone una vez más de relieve el imperativo del lucro, a la vez que pone en jaque el rol ciudadano en el seno de democracias activas y participativas.

Niña trabajadora guatemalteca.
Niña trabajadora guatemalteca. ASIER VERA SANTAMARÍA

Como ya se han destacado diversos analistas, los sistemas educativos centrados en los resultados de pruebas estandarizadas promueven competencia e individualización, contraponiéndose a la noción de colaboración, solidaridad, colectividad y bien común, actuando al mismo tiempo como factores que debilitan, fragmentan y desarticulan la acción de sujetos colectivos como son los sindicatos docentes y las organizaciones estudiantiles. Estas perspectivas desvalorizan y deslegitiman un enorme conjunto de saberes y alejan la cultura, el deporte y las artes de la educación; desconocen las condiciones y los procesos de enseñanza-aprendizaje, ignorando todos los valores, conocimientos y posturas que desde ahí se desprenden, pasando por encima de cualquier reflexión o cuestionamiento sobre el status quo de nuestro mundo, el medio ambiente y las relaciones económicas, sociales y políticas; homogeneizan los saberes sometidos a prueba, y con eso los estudiantes y los docentes, quitándoles la autonomía pedagógica, deconstruyendo el pensamiento crítico, la capacidad de crear, imaginar, discordar y debatir; retirando y poniendo bajo sospecha el placer, la alegría y el disfrute de la educación, mientras se introducen altísimos niveles de presión y un mal estar que puede llegar a niveles extremos de infelicidad, anomia o frustración.

El Comité de los Derechos del Niño, en su Observación General Nº 1, del 2001, hace señalamientos de gran relevancia sobre la necesidad de poner en marcha una educación coherente con los propósitos señalados en los marcos de derechos humanos. Afirma, por ejemplo, que “los valores que se inculcan en el proceso educativo deben consolidar los esfuerzos destinados a promover el disfrute de otros derechos. En esto se incluyen no sólo los elementos integrantes del plan de estudios, sino también los procesos de enseñanza, los métodos pedagógicos y el marco en el que se imparte la educación”. Señala también que “los conocimientos básicos no se limitan a la alfabetización y a la aritmética elemental sino que comprenden también la preparación para la vida activa, por ejemplo, la capacidad de adoptar decisiones ponderadas; resolver conflictos de forma no violenta; llevar una vida sana, tener relaciones sociales satisfactorias y asumir responsabilidades, desarrollar el sentido crítico, dotes creativas y otras aptitudes que den a los niños (y niñas) las herramientas necesarias para llevar adelante sus opciones vitales”. Apunta además hacia la importancia de una educación para el medio ambiente, subrayando que “el respeto del medio ambiente ha de enseñarse en el hogar, en la escuela y en la comunidad y hacerse extensivo a problemas nacionales e internacionales”.

El Comité “insiste en la necesidad de un planteamiento holístico de la educación que garantice que las oportunidades educativas disponibles reflejen un equilibrio satisfactorio entre la promoción de los aspectos físicos, mentales, espirituales y emocionales” e insiste que “debe hacerse hincapié en que el tipo de enseñanza que se concentra fundamentalmente en la acumulación de conocimientos, que estimula la competencia e impone los niños (y las niñas) una carga excesiva de trabajo puede ser un grave impedimento para (su) desarrollo armonioso hasta realizar todo el potencial de sus capacidades y aptitudes. La educación debe ser favorable a los niños (y niñas) y debe inspirar y motivar a cada uno de ellos (y ellas). Las escuelas deben fomentar un clima humano y permitir a los niños (y a las niñas) que se desarrollen según la evolución de sus capacidades”.

Con respecto a procesos de evaluación, el Comité recuerda que debe estar al servicio y para garantizar el respeto de los sujetos educativos, contando con su amplia participación. En ese sentido, reconoce “la importancia de los estudios que puedan brindar una oportunidad para evaluar los progresos realizados, basados en el análisis de las ideas de todos los participantes en el proceso, inclusive de los niños (y niñas) que asisten ahora a la escuela o que ya han terminado su escolaridad, de los maestros y los dirigentes juveniles, de los padres y de los supervisores y administradores en la esfera de la educación”.

Las negociaciones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Marco de Acción de la Educación 2030 apuntó finalmente hacia un horizonte bastante más promisorio que aquél que se dibujaba en el 2013, bajo las presiones del Banco Mundial y sus aliados. Los Objetivos y agenda de la Educación 2030 no se estructuraron alrededor de la búsqueda de resultados mensurables de aprendizaje y de sus sistemas de pruebas internacionales, sino de una perspectiva bastante articulada y en sintonía con un enfoque de derechos humanos, entendidos como principios universales, indivisibles, interdependientes y relacionados entre sí. En ese sentido, el ODS 4 adoptado por las Naciones Unidas se propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Asimismo, lejos de un enfoque basado solamente en el resultado de aprendizajes mensurables de matemática y lectoescritura, las 7 metas y los 3 medios de implementación aprobados por la ONU refuerzan el derecho a la educación a lo largo de toda la vida, aspiran a garantizar 12 años de educación gratuita, destacan la importancia de valorizar la profesión docente, la educación para la ciudadanía, el medio ambiente y los derechos humanos. Además, subrayan la importancia de garantizar condiciones dignas de infraestructura e inversión pública, entre otros aspectos.

Niño trabajador.
Niño trabajador. SOFÍA MORO

Por más promisoria que sea la conclusión de las negociaciones de los ODS y delMarco de Acción de la Educación 2030, esta también refleja las tensiones y disputas que precedieron su aprobación. Tensiones y disputas que continúan y se han vuelto cada vez más intensas no sólo a nivel internacional, sino también a nivel local, en las acciones de gobiernos conservadores que se han multiplicado tanto en el Norte como en el Sur, de la acción de parlamentos y sistemas judiciales dominados por grupos de poder y por élites políticas reactivas a la ampliación de la democracia y los derechos humanos, de una sistemática reducción de la cooperación internacional destinada a promover la educación como un derecho ciudadano, así como la acción de algunos poderosos medios de comunicación que silencian o desfiguran los debates y las controversias en curso, reduciendo la educación a un mero sistema de capacitación, ajuste y disciplinamento a las necesidades de un mercado injusto, excluyente y desigual.

El desafío de afirmar los derechos humanos y de construir democracias activas y participativas no puede perder impulso. Los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la agenda de la Educación 2030, así como las Metas Educativas 2021, nos ofrecen un marco de gran valor doctrinario y operativo. Fortalecer el espacio público es una de las condiciones imprescindibles para resistir a los embates que se ciernen sobre los principios que fundamentan una ética ciudadana que supera el individualismo posesivo y apuesta a la construcción de la igualdad, la justicia social y el bien común. El derecho humano a una educación de calidad tiene mucho que ver con estas luchas. Su ampliación, nos ayudará a construir sociedades donde la dignidad y el bienestar de todos los seres humanos se imponga a los intereses de unas élites económicas y políticas que siempre han lucrado y se han beneficiado con la injusticia y la desigualdad.

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HP mejorará la educación de más de cien millones de estudiantes en 2025

08 Julio 2017/Fuente: El economista 

HP ha anunciado su compromiso para conseguir mejores resultados de aprendizaje para más de cien millones de estudiantes entre 2015-2025 en el Festival 2017 Global Citizen en Hamburgo (Alemania), que se celebra en vísperas de la Cumbre del G20, donde los líderes de los países más poderosos del mundo se congregan para abordar las desigualdades y promover el desarrollo sostenible.

El compromiso de HP respalda el Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y se alinea con el propósito de la compañía de mejorar el acceso a una educación de calidad y aprendizaje permanente para todos en el aula y fuera de ella, como se describe en el ‘Informe de Sostenibilidad 2016’ de HP, de reciente publicación.

Desde HP entienden que para los cientos de millones de personas en todo el mundo que actualmente no están aprendiendo habilidades básicas de lectura y escritura, una educación de calidad puede ser un instrumento fundamental para romper el ciclo de pobreza.

La compañía, como explica en un comunicado, está reinventando el aula para estimular a los estudiantes, capacitar a los educadores y construir comunidades fuertes. Además, HP está llevando a estas aulas directamente a estudiantes que de otra manera no tendrían acceso a una educación de calidad.

HP está construyendo soluciones educativas innovadoras para millones de personas, incluyendo aquellas en comunidades urbanas, rurales y de refugiados desatendidas, ayudando a impulsar las economías globales. Esto incluye la creación de soluciones tecnológicas diseñadas exclusivamente para escuelas, modelos escalables que apoyen la inclusión y el aprendizaje digital, y conocimientos que ayudan a los gobiernos a crear políticas y programas eficaces de desarrollo del capital humano.

«Los esfuerzos de HP para avanzar en el aprendizaje de calidad y apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible están ampliando las oportunidades sociales y económicas para personas de todo el mundo», señala la presidente de HP para España y Portugal, Helena Herrero.

Para aumentar el alcance de las iniciativas educativas de HP para el año 2025, la compañía ampliará programas como ‘HP World on Wheels’, que ofrece alfabetización digital a la India rural a través de laboratorios de aprendizaje móviles.

HP también continuará proporcionando a los refugiados en Oriente Próximo acceso a experiencias personalizadas de aprendizaje combinado a través de seis ‘HP Learning Studios’, equipados con hardware, software y servicios de capacitación de maestros que juntos inspiran la innovación educativa y las experiencias de aprendizaje de próxima generación.

‘HP Learning Studios’ también impulsa el aprendizaje experiencial en más de 60 escuelas de Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos y siete países de Europa, entre los que se encuentra España. Además, ‘HP LIFE’, un programa global de ‘eLearning’ de la Fundación HP, tiene como objetivo capacitar a otro millón de aspirantes a emprendedores inscribiéndolos en ‘HP LIFE’ entre 2015 y 2025, en apoyo del compromiso más amplio de HP.

A través de ‘HP National Education Technology Assessment’ (NETA), la compañía está ayudando a asegurar que las habilidades coincidan entre lo que enseñan las escuelas y lo que los empleadores requieren.

«La educación tiene el poder de estimular la innovación, promover la prosperidad de las comunidades y fortalecer a los grupos vulnerables y marginados», declara la presidenta ejecutiva de la Coalición de Negocios Globales para la Educación, Sarah Brown.

Imagen: http://www.audienciaelectronica.net/wp-content/uploads/2014/10/hp.jpg

Fuente: http://www.eleconomista.es/tecnologia/noticias/8482667/07/17/HP-mejorara-la-educacion-de-mas-de-cien-millones-de-estudiantes-en-2025.html

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Argentina: «La educación es un factor de unión para la región, el continente y el mundo»

Argentina/30 de Enero de 2017/

Las máximas autoridades educativas de la región firmaron este jueves la Declaración de Buenos Aires, en el marco de la Reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe «Educación 2030: Habilidades para el Siglo XXI”.

El encuentro, organizado por la cartera educativa argentina y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC-UNESCO), fue presidido por el ministro Esteban Bullrich.
 
Mediante el documento, los ministros reconocieron el progreso de los sistemas educativos de la región, y –fundándose en las declaraciones de Lima (2014) y de Incheon (2015)– reafirmaron el derecho fundamental de todas las personas a recibir una educación de calidad.
 
Durante la segunda jornada del encuentro, el titular de la cartera educativa nacional expresó: «Creo que la educación es un factor de unión para la región, el continente y el mundo. Argentina pretende ser uno más (en ese proceso), con la humildad de reconocer lo que nos falta, lo que debemos hacer, y también con el convencimiento de que si nos unimos vamos a lograr el cambio que demanda la región y el mundo.»
 
«Hace falta una reforma profunda del sistema educativo. Alguien que no puede conformar y construir su propio pensamiento a partir de la propia lectura y la elaboración de ideas propias, no es un hombre libre ni una mujer libre en el siglo XXI. Queremos que los jóvenes sean autónomos, libres y plenos, en nuestro país y en el mundo. Ese es el foco de la revolución educativa que hace falta, no solamente en la Argentina sino en el mundo.», afirmó Bullrich.
 
Las autoridades se comprometieron a fortalecer los mecanismos de evaluación y monitoreo del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (“Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”), considerando a los contextos y particularidades de cada país y con especial atención en el clima escolar.
 
Por último, los presentes acordaron “velar por el fortalecimiento de la educación pública como garantía de la construcción de sociedades más justas y democráticas” y “mantener, optimizar y –de ser posible– incrementar el financiamiento para la educación” en sus países.
 
La Reunión Regional de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe es la primera que se celebra tras la aprobación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, en septiembre de 2015. A lo largo de dos días, los referentes máximos de Educación del continente intercambiaron experiencias y opiniones con representantes de organismos bilaterales, regionales y multilaterales comprometiéndose  a reunirse en busca de la convergencia de las agendas regionales con un criterio de eficiencia y eficacia.
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