Guatemala y el lento tejido de la esperanza de un pueblo

Por: Alberto Miguel Sánchez

Amplios sectores de la sociedad guatemalteca se han sumado a las protestas junto a diferentes espacios políticos progresistas y revolucionarios.

Guatemala vive por estos días jornadas de protestas que se han ido agudizando ante la ausencia de respuestas oficiales a las demandas de amplios sectores de la sociedad. El reclamo es por la precaria situación socio-económica que sin dudas se ha visto agravada por los efectos de la pandemia global.

Los movimientos campesino aglutinados en CODECA (Comité de Desarrollo Campesino) han motorizado las movilizaciones con cortes de carreteras y un desarrollo en amplias regiones del país. Este movimiento exige la renuncia del presidente Alejandro Giammettei, la implantación de un gobierno transitorio y la convocatoria a una Convención Constituyente Popular y Plurinacional.

Amplios sectores de la sociedad guatemalteca se han sumado a las protestas junto a diferentes espacios políticos progresistas y revolucionarios. La intención es conformar un bloque desde el cual se puedan elaborar propuestas conducentes a superar el momento actual y avanzar en un sentido transformador y en favor de las mayorías postergadas.

Lo que está sucediendo ahorita en Guatemala es que la coyuntura sigue siendo la misma que comenzó hace unos años, que la provocó la CISIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala)” explica a PIA Global Pablo Soto Orantes, dirigente del Movimiento Progresista Tejiendo Pueblo, con amplia participación en las protestas actuales en toda Guatemala. “Esta fue una comisión creada como parte de los acuerdos de paz que lo que pretendía era desarmar y desarticular todas las organizaciones mafiosas y clandestinas del aparato del estado que habían sido creadas como parte de la lucha contrainsurgente. Sin embargo, fue realizada con el objetivo de una supuesta lucha contra la corrupción y para desbaratar todas las instituciones corruptas y mafiosas que estaban enquistadas en el estado guatemalteco. A partir de ahí se ha venido desarrollando la lucha contra la corrupción que apoyan amplios sectores políticos y sociales. Y el Estado, en esa alianza oligárquica y militar, ha cerrado filas, al ser ellos los que han tenido el control histórico del aparato estatal y al mismo tiempo los que han sido acusados y señalados como parte de una estructura corrupta en la administración de lo público”.

Soto Orantes analiza el contexto actual y hace una retrospectiva que permite comprender en profundidad la situación y las dificultades de los sectores populares para plantear una opción de transformaciones estructurales:

En Guatemala, la caracterización que tiene el movimiento popular, progresista y revolucionario, después de los acuerdo de paz y producto de errores que se cometieron en el momento de la firma de dichos acuerdos y posteriormente, es que hubo una separación de todo ese movimiento popular y social que estaba de algún modo articulado a la vanguardia revolucionaria de las organizaciones que componían la URNG, que eran las organizaciones armadas que dirigían la guerra en el país y lo que hubo en realidad, fue una dispersión, una fragmentación acompañada de una ONGización del movimiento popular y social”.

Pablo Soto Orantes es dirigente del Movimiento Progresista Tejido Pueblo.

En relación a la actual situación del país, Soto Orantes afirma sin titubear que “el gobierno es parte de una alianza militar con un sector de la oligarquía mafiosa, un capital emergente producto de la mafia y la corrupción, y las medidas que ha tomado el Estado en continuidad con lo que ha realizado el anterior gobierno es expulsar a la CISIG y desarmar toda esa institucionalidad que luchaba contra la corrupción y que se formó producto de la presencia de dicha comisión en el país. Ello ha generado un malestar muy grande y un rechazo muy fuerte en amplios sectores de la sociedad por los enormes niveles de corrupción que se han evidenciado fundamentalmente en relación a la situación sanitaria y la aceleración de la crisis general causada por la pandemia del Covid-19”.

El dirigente progresista afirma que la dispersión existente en los sectores populares y la carencia de un programa unitario de lucha con objetivos definidos, dificulta la acción de masas y facilita la acción reaccionaria del gobierno.

Soto Orante afirma que “hay una falta de liderazgo, ausencia de un planteamiento que aglutine. En estos momentos la lucha contra la corrupción es lo que unifica a todo el mundo, pero no deja de ser un planteamiento acéfalo que no trae una propuesta política por parte del conjunto de las organizaciones progresistas o revolucionarias. Lo más avanzado es el planteo de la creación de un nuevo Estado, cuando se habla de un Estado Plurinacional, sin embargo, tampoco existe un planteo profundo que explique la forma y el objetivo de ese estado y el modo en que se constituiría”.

La historia de los movimientos revolucionarios que desarrollaron la lucha durante décadas en Guatemala se mantiene viva en la palabra de Soto Orantes que afirma la importancia y el deber de mantener los ideales revolucionarios y poseer la capacidad de construir un programa político y de lucha que aglutine todo el malestar existente unificando las fuerzas para poder ofrecer una concreta opción de cambio. “Si se concluye en la idea de crear un Estado Plurinacional, eso debe ser desarrollado en profundidad, explicarlo y darle viabilidad mostrando a la gente que por ahí va la cosa, que sí es posible y que lo que se está planteando es una verdadera transformación en favor de los sectores postergados”, dice Soto Orantes .

Desde una perspectiva de autocrítica hacia los núcleos que conformaron las fuerzas insurgentes y de izquierda Soto Orantes establece una diferenciación: “Nuestra postura siempre fue acorde a mantener una posición opuesta al Imperio. En Guatemala, la izquierda en su conjunto, en general se ha plegado no solo a la CISIG sino a lo que ésta representa, que son principalmente los intereses geopolíticos del Imperialismo en la región. Entonces ven que a través de la injerencia norteamericana y el apoyo a la lucha contra la corrupción entre comillas, es que se puede resolver los problemas porque a quienes están atacando son a los que gobiernan y que son los enemigos históricos nuestros”.

Y agrega, para que no queden dudas de su mirada y de la postura del espacio del que forma parte: “Nosotros no nos oponemos a que se juzgue, ni que se ataque a ese enemigo, al contrario, pero si hemos señalado que no estamos de acuerdo en que se instrumentalice esa instancia de lucha contra la corrupción para la injerencia y los propósitos del Imperialismo en la región. Y ese es un elemento que esta también dentro de las fuerzas progresistas y democráticas, porque eso ha llevado a que muchas de estas organizaciones, ONG´s, incluso partidos, tomen una posición como ellos dicen “de centro”, alejándose de la Revolución Bolivariana, de Cuba, de Nicaragua a los que incluso los condenan como corruptos. En definitiva han sumado al discurso de la lucha contra la corrupción, porque ven que la ayuda que Estados Unidos ha prestado a la CISIG desde la Embajada pues, como tiene un efecto se montan sobre esa ola para tratar de lograr los propósitos de lo que ellos dicen la izquierda no ha sido capaz de lograr aquí. Es una situación compleja y difícil, pero creemos que ahorita hay elementos y una situación favorable de la cual puede surgir un movimiento social y popular fuerte, en la lucha contra la corrupción pero fundamentalmente por instrumentar transformaciones estructurales y convertir toda esa fuerza en lucha contra el neoliberalismo pero habría que inyectarle también el elemento de la soberanía”.

La existencia de movimientos campesinos que se fueron estructurando a partir de la defensa de los territorios, oponiéndose al modelo extractivista y monocultivador, conforman una fuerza que ha ido creciendo en los últimos años y que se ha venido expresando de diferentes formas aunque todas ellas de modo disperso y sin una articulación estratégica. Soto Orantes asegura que “ese movimiento tiene una característica de movimiento comunal, sobre todo en los pueblos originarios. Es un movimiento que nosotros valoramos, que ha crecido con fuerza y que es una nueva expresión de lucha en el país, la cual también es un elemento aglutinador. Sin embargo, sigue estando disperso y fraccionado, no hay todavía una vanguardia y un planteamiento que unifique a toda esa fuerza social en el territorio y en una fuerza política para la disputa del poder”.

Soto Orantes analiza los desafíos del movimiento popular guatemalteco y observa la necesidad imperiosa de vencer la fragmentación y construir pacientemente un programa político y de lucha que permita aglutinar a amplios sectores. Algo nuevo que deje atrás todas las diferencias y la división que se ha dado principalmente por intereses personales y un sectarismo muy fuerte.

En Guatemala lastimosamente ahorita la mayoría de la izquierda tiene una posición que la lleva incluso a atacar muy fuerte a los procesos revolucionarios profundos como el Bolivariano, la Revolución Cubana y ni hablar de la Revolución Sandinista y Daniel Ortega en particular. Las organizaciones de mujeres o de defensa del medio ambiente se han vuelto enemigas de las posiciones revolucionarias y acaban haciendo el juego a la injerencia imperialista en el país y en la región, a partir de planteos de la lucha contra la corrupción y los derechos humanos, pero alejándose de las posiciones transformadoras. En ese escenario estamos nosotros tratando de desarrollar un planteamiento distinto, nuevo, pero que sí mantenga los elementos revolucionarios de la soberanía y la no injerencia, contra el neoliberalismo y contra el imperialismo”.

En referencia a las protestas que se vienen sucediendo en las últimas semanas, Soto Orantes asegura que “hay un agotamiento de la paciencia de los pueblos, principalmente de la población más vulnerable, que se origina por toda la gestión del gobierno y la corrupción en torno a la situación económica que se ha visto agravada por la pandemia y las respuestas oficiales que han sido totalmente insuficientes y que en realidad han servido al poder para aprovechar la circunstancia y robar”.

En este sentido el dirigente guatemalteco especifica su mirada acerca de la corrupción enquistada en el poder y en relación a la actual pandemia: “Se han pedido sumas inmensas del presupuesto para ser usados en la lucha contra el Covid-19 y el país está cada vez en una situación más vulnerable. El alza de los precios de la canasta básica, se ha elevado el costo de la vida y la situación de salud es cada vez más precaria, más grave. El país hoy mismo está en rojo, un gran nivel de contagios y una mortalidad muy grande. La vacunación todavía sigue siendo una situación muy limitada por falta de una política del gobierno, primero de concientización, después de toda la corrupción que ha habido en torno a la vacunación. Se gastaron sumas inmensas de dinero supuestamente para la compra vacunas pero la mayoría de las vacunas que han venido al país son de donación ”.

Como es de conocimiento, el gobierno guatemalteco en su intento de protegerse de las investigaciones de casos de corrupción en el Estado, en los últimos meses destituyo a los fiscales Juan Francisco Sandoval y Clara Valenzuela. Ambos son miembros de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), contrariando con ello incluso los objetivos del gobierno norteamericano que tras el discurso de la lucha anticorrupción busca encubrir sus verdaderos objetivos geopolíticos en la región centroamericana.  Es necesario mencionar como constatación de los intereses en pugna, que Sandoval en febrero fue galardonado como uno de los “Héroes anticorrupción” por el Departamento de Estado estadounidense.

Para Soto Orantes, Estados Unidos acciona toda su presión “porque eso genera en el país una situación social conflictiva que estimula la migración ilegal a EEUU en busca de trabajo y mejores condiciones de vida. Ese es uno de los problemas que más afecta a EEUU, ya que dichos movimientos humanos se desarrollan bajo formas de grandes caravanas de familias creando un serio problema para la propia seguridad fronteriza que incluso ha llevado a crear cárceles de menores en la frontera, la deportación y la separación de familias enteras. Por eso, como prioridad ellos apuntan a la lucha contra la “corrupción” para presionar al gobierno nacional y que realmente haya mejoras y de ese modo detener la oleada migratoria”.

Para englobar los conceptos en relación al contexto actual y los objetivos de los espacios políticos revolucionarios guatemaltecos, Soto Orantes asevera que “el movimiento que se está desarrollando en estos días generando importantes convocatorias y convocado por CODECA junto a otras organizaciones entre las cuales nosotros estamos apoyando y participando activamente porque creemos que en este momento ellos incorporan un elemento que sí es unificador y que trasciende, más allá de la renuncia del presidente porque sí plantea la transformación del Estado y la creación de un nuevo Estado Plurinacional en Guatemala. Esto tiene una connotación más profunda porque habla de un nuevo estado, de un planteamiento que nace de la resistencia de las comunidades y de los pueblos originarios  y que si bien aún carece de un claro planteamiento político se está trabajando en ello”.

Nosotros creemos que ahorita el tema del Estado Plurinacional es un elemento movilizador de lucha y estamos planteando que esa unidad de acción debe ser programática para transformar verdaderamente el Estado, pero para ello hay que trabajar el concepto y los elementos de este estado plurinacional para que realmente sean incluyentes de todos los sectores, rescatar los planteamientos de los Acuerdos de Paz cuando definieron el nuevo estado que debía construirse y que fue derrotado por la manipulación. Nosotros creemos que en este momento, la creación de un Estado Plurinacional es un elemento que puede movilizar en torno a la ruptura y dar un paso por la lucha social de masas hacia un proceso de transformaciones más profundas. Las movilizaciones de los últimos días han sido bastante fuertes en torno a estos planteamientos y de la convocatoria a una Asamblea Constituyente, popular y plurinacional. Nosotros, como Movimiento Progresista Tejiendo Pueblo estamos concentrados en esas líneas de acción, en la formación de nuestros cuadros y en la organización en vista a lo que consideramos esencial, que es la reconstrucción del movimiento revolucionario y queremos trabajar ese proceso acumulando fuerzas y reestructurando las bases, el músculo político, ideológico y social que rescate los planteamientos de soberanía, antiimperialismo y que permita desarrollar una acción política clara y con profunda inserción en las masas”.

*Alberto Miguel Sánchez es historiador y colaborador de PIA Noticias.

Fuente de la información e imagen: https://portalalba.org

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Entrevista a Carminda Mac Lorin: “Ante la crisis mundial, respuestas comunes y globales”

Foro Social Mundial (FSM) virtual del 23 al 31 de enero 2021. Entrevista a Carminda Mac Lorin, activista del FSM y directora de la ONG Katalizo.

Veinte años después de su primera edición en Porto Alegre, Brasil, (25 al 30 de enero del 2001), se perfila en el horizonte cercano una nueva y muy especial etapa del Foro Social Mundial (FSM). Esta vez, a diferencia de todas las anteriores, no tendrá una sede física. Pandemia obliga, entre el 23 y el 31 de enero del 2021, los miles de participantes, lo harán en forma virtual. Si para los promotores la consigna del 2001 del Otro Mundo Posible sigue siendo vigente, la metodología para concebirlo debe ser reinventada y los contenidos actualizados.

“La sociedad mundial pandémica nos exige, más que nunca, respuestas globales, creativas, innovadoras y de confluencia” subraya Carminda Mac Lorin.  Activista social desde las movilizaciones estudiantiles y Occupy (indignados) en Canadá, fue una de las promotoras de los colectivos alter mundialistas en su país. Los que convocaron a dos foros sociales nacionales (2007 y 2009) y al Foro Social Mundial del 2016 en Montreal. Integrante del Consejo Internacional (CI) del FSM, directora general de la ONG Katalizo, Mac Lorin, quien acaba de terminar su doctorado en Ciencias Humanas aplicadas, representa a un sector juvenil que nació al calor de nuevos desafíos sociales-virtuales y que sigue apostando a la actualización (aggiornamento) del movimiento y de los ideales altermundialistas. Entrevista.

Carminda Mac Lorin - Institut du Nouveau Monde
Carminda Mac Lorin

P: El último Foro Social Mundial se realizó en marzo del 2018 en la nordestina ciudad brasilera de Salvador de Bahía donde se reunieron 80 mil participantes. Sin embargo, desde entonces hasta ahora el FSM pareció estar poco presente en la escena del debate internacional…

Carminda Mac Lorin (CML): Después de cada edición de un foro le siguen momentos de cierta calma. Son encuentros muy intensos, que concentran y consumen muchas energías y exigen pausas posteriores. El balance del FSM de Salvador fue muy positivo. Gran presencia femenina, juvenil y de minorías étnicas. En 2019 el Consejo Internacional (CI), que decide el lugar donde se realizará cada edición, se reunió en Bogotá con la perspectiva de evaluar la convocatoria de una próxima edición del FSM en México. Estábamos en ese proceso cuando explotó, de imprevisto, la crisis mundial pandémica. Paradójicamente, la misma se convirtió en un propulsor y detonante de una nueva participación. Si hasta entonces para una parte de la-os integrantes del Consejo era impensable imaginar un funcionamiento en línea, la lógica cambió rápidamente. En el último tiempo se han multiplicado los encuentros virtuales. Se dio, además, un fenómeno muy interesante este año: el diálogo -y la consulta- con diversas organizaciones, múltiples redes y foros temáticos -como los de educación, migración etc. Incluso se abrieron las reuniones del consejo ampliando la participación en los mismos.  En paralelo, se resolvió crear un Grupo de Facilitación, donde ha venido participando un medio centenar de personas, representantes sociales de muchos países, que se ocupa, específicamente, de organizar le próximo FSM 2021 virtual. El mismo abre una enorme posibilidad de percibir lo global de otra manera. Crea la oportunidad de acercar, realmente, las experiencias y reflexiones locales en la perspectiva más amplia, mundial (https://wsf2021.net/).

El tsunami “coronavirus”

P: Hablaba de la pandemia… La vida social planetaria está profundamente convulsionada. El “home office” se instaló como forma casi predominante en muchos sectores laborales. Al mismo tiempo, la militancia asociativa, sindical, política e incluso la participación parlamentaria, se practican, en gran medida, en línea. ¿Esta situación particular obliga también a pensar el futuro del altermundialismo con nuevas fórmulas?

CMLSin duda. Y ya se está viviendo esta transformación. Hemos realizado en octubre pasado, íntegramente en forma virtual, el Foro Social de las Economías Transformadoras ( https://transformadora.org/fr/inici). También hemos vivido la hermosa experiencia colectiva del Viral Open Space ( https://www.viralopenspace.net/es/ ) que lanzamos con pocos días de preparación y fue exitosa con casi 60 actividades auto-organizadas. La convocamos con la consigna “¡Desconfinemos nuestra imaginación alrededor del mundo!”.  Ejemplifica la potencialidad de lo virtual y prueba la nueva velocidad para intercambiar, reflexionar, proponer. No digo con esto que se pueda reemplazar toda la riqueza de los contactos humanos y de la movilización presencial. Pero si recapitulo hacia atrás, veo que nosotra-os, a partir del combate de la-os indignada-os y de Occupy, hace ya años, habíamos incorporado esta metodología. Y hemos incluso desarrollado afectos y relaciones personales fuertes aún en torno a estas nuevas metodologías de contacto y comunicación. Pero vuelvo a la pregunta: la pandemia implica un tsunami para toda la vida humana, para los métodos de participación social y, sin duda, para reinventar y rediseñar las utopías a las que invita el FSM.

P: ¿Cuáles son los desafíos principales para que el FSM de la última semana de enero pueda reforzar este proceso que arrancó en el 2001 en Porto Alegre?

CML:El primero y esencial: que se realice, que exista realmente. Será ya un primer éxito enorme. O, mejor dicho, sería el gran éxito. Los números de participantes puede reflejar también una señal de futuro. Hasta finales de diciembre había ya cerca de 1000 inscriptos de varios países ( https://join.wsf2021.net/?q=es) pero esa cifra seguirá aumentando. Será importante, también, evaluar la diversidad y calidad de las actividades que se propongan. Hay que recordar que el FSM va a comenzar con una Marcha Virtual y un Panel de Apertura el sábado 23 de enero. Del 24 al 29 habrá tanto actividades autogestionadas como paneles correspondientes a los espacios temáticos. El penúltimo día, el 30, estará destinado a las convergencias, asambleas y movimientos de acción. Y el cierre, el domingo 31, lo dedicaremos al Ágora de los Futuros, para inscribir iniciativas (luchas, acciones, campañas etc.), conclusiones, propuestas y compartir agendas. Los principales ejes temáticos que se han definido son: clima-ecología; paz y guerra; justicia social y democracia; justicia económica: sociedad y diversidad; comunicación-educación y cultura. (https://wsf2021.net/espacios-tematicos/). Y se promoverá una reflexión transversal sobre el futuro propio del FSM.
Es tan original la forma de esta edición virtual que será esencial, además, reflexionar sobre las metodologías. Que permitan inspirar confluencias, convergencias, acciones comunes, cuestionando las propias maneras tradicionales de pensar, hacer y vivir la lucha. Necesitamos nuevos paradigmas para lograr los cambios con los que soñamos.

Contradicciones internas, una realidad “conocida”

P:  En estos últimos meses han surgido diferentes grupos de reflexión y debate público en el seno del FSM. Como por ejemplo el autodenominado Grupo Renovador que reúne a personalidades internacionales  (www.foranewwsf.org)  ¿Expresa contradicciones políticas de fondo? ¿Percibe esas tensiones?

CMLClaro que lo siento.  No es nada nuevo. Refleja tensiones que existen desde siempre. Relacionadas a cómo entender el FSM – si como espacio o como instancia resolutiva-; a la concepción diferente de los tiempos políticos de actores diversos dentro del FSM; al hecho de si el FSM debe emitir o no declaraciones finales o políticas. Pero es importante precisar que una gran parte de estas tensiones se viven, fundamentalmente, en el Consejo Internacional. La experiencia nos indica que cuando los foros se lanzan y se realizan, toman propias dinámicas que van mucho más allá de las visiones que pueden existir en el pequeño grupo. Es esencial diferenciar siempre el foro como proceso y el Consejo Internacional.

Uno de los temas principales de mi tesis de doctorado fue justamente sobre los espacios transnacionales de movilización social. Identifico allí dicotomías y paradojas que son difíciles de conciliar. Aunque inconciliables, actúan como fuerza motora de los propios foros y del proceso en marcha.

Tal vez ese debate aparece ahora, a la luz del funcionamiento virtual, como un choque más agudo. En una reunión en línea con 50 personas que hablamos diferentes idiomas, desde distintos países y continentes, la expresión de ideas no siempre es un ejercicio simple.

P: Una pandemia global, una crisis mundial, confrontan a los movimientos sociales a reflexionar en conjunto sobre temas esenciales como el rol de la salud como bien público, los servicios públicos en general, el rol de los Estados, el sentido mismo de la gobernabilidad etc. Temas que son tan importantes en Canadá, como en Argentina, Suiza, India, Brasil, España o Estados Unidos, es decir, en todo el planeta.

CML: Sin duda alguna. Es imprescindible buscar respuestas articuladas a nivel global. Los desafíos superan las fronteras. Temas esenciales como la crisis pandémica y sus salidas económicas, la crisis climática, la tensión siempre vigente a nivel internacional, en numerosas regiones, que promueve el binomio guerra-paz, exigen reflexiones y respuestas comunes. Tenemos, en tanto movimiento y actores sociales, mucho que aprender. Vivimos un momento histórico en el cual es esencial tener la humildad suficiente para aprender la-os una-os de la-os otra-os y dejar de lado los egos que pueden bloquear procesos colectivos. Nadie tiene recetas ya aplicables, perfectas, únicas. Y eso es válido tanto para el foro como para otros espacios internacionales existentes.

P: ¿Cuáles son las prioridades después del FSM virtual de fines de enero?

CML: En perspectiva, evaluar si a fines del 2021 o inicios del 2022 se puede realizar el FSM presencial en México, aunque todavía hoy es imposible asegurarlo. Pienso que es esencial seguir avanzando, paso a paso. Hay un proceso en marcha que existe desde hace muchos años, con altos y bajas. Pero le falta un cuerpo al proceso. Fue muy difícil, por ejemplo, establecer la continuidad necesaria de contenidos entre los diversos foros precedentes. No fue tan clara, por ejemplo, esa relación entre Túnez (2015) y Montreal (2016). Intentamos reforzar esa continuidad entre Montreal y Salvador de Bahía, pero no podemos decir que lo logramos plenamente. Ese es uno de los grandes retos: asegurar esa continuidad, no comenzar siempre casi de cero, prolongar conclusiones y resultados que serán contenidos fundantes para las próximas convocatorias. Y trataremos de mejorarlo entre esta convocatoria virtual de fin de enero del 2021 y el próximo FSM de México. Tenemos que asegurar que nuestra práctica común alimente respuestas globales desde y para el conjunto de la sociedad humana en crisis.

Fuente: https://rebelion.org/ante-la-crisis-mundial-respuestas-comunes-y-globales/

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Entrevista a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI): «Una pandemia global sólo se supera con un remedio global»

Entrevistras/27 Agosto 2020/Autor: Mario Hernández/rebelion.org

M.H.: Me quedó picando una reflexión de la delegada general del Garrahan del sector de Enfermería, Raquel Leyra, que me decía que el problema no es la pandemia, sino el capitalismo. 

C.K.: Claro que sí.

M.H.: Necesitamos miles de trabajadores que piensen así, entonces tal vez se dé lo que imaginó al principio de la pandemia, creo que equivocadamente, Slavoj Zizek, que decía que íbamos hacia el comunismo. 

C.K.: Lo que pasa es que ha cambiado el escenario. La pandemia se prolonga más de lo esperado con rebotes que afectan a todo el mundo y alcanzó una viralización acorde a la globalización, la urbanización, los hacinamientos, la destrucción del hábitat que generó el capitalismo contemporáneo, por eso está muy bien lo que decía la compañera que citaste.

El tema es que ahora estamos en un nuevo escenario en donde lo que estamos empezando a discutir es la vacuna, porque es cada vez más necesaria para resolver esta pandemia y la única forma de hacerlo es acelerando la cooperación global.

Una pandemia global sólo se supera con un remedio global. Y es todo lo contrario a lo que están haciendo las grandes potencias, empezando por Trump que propicia la competencia por beneficios, en sociedad con empresas y Estados. Todos están pugnando por llegar primero y asegurarse la patente y los contratos, en vez de colaborar y consagrar un bien público rigen la competencia por el lucro a costa de la salud.

Los grandes laboratorios están ganando fortunas sin ningún riesgo, sin ninguna inversión porque todos los fondos de investigación son provistos por el Estado y los contribuyentes que además nadie explica cómo se reparten esos fondos en contratos tan oscuros como secretos. Todo indica que la vacuna va a ser pagada dos veces, con el subsidio de los Estados para elaborarla, y con el precio de venta. Y para colmo tenemos esta guerra nacional de vacunas a costa de la salud pública mundial. Especialmente Trump que está enfrascado en priorizar la vacuna de los ciudadanos estadounidenses acaparando remedios, disputando contratos con las empresas europeas. Está en una guerra comercial de negocios por la vacuna que es lo opuesto de lo que necesita el mundo para superar la pandemia. Así es Trump, ya lo conocemos.

M.H.: Justamente en uno de tus últimos artículos te referís a esa situación, a la política de Trump en el ejercicio de la administración de los EE UU. 

C.K.: Básicamente Trump concluye su presidencia con grandes fracasos en todos los terrenos, creo que existe la superficial imagen de un hombre que transgredió las normas, de una especie de loco sin brújula pero Trump tenía un plan muy definido que era utilizar el poderío geopolítico militar de EE UU para recuperar el liderazgo económico de su país. Y por eso impulsó esa agenda comercial mercantilista para intentar aprovechar las ventajas que todavía tiene EE UU en las finanzas y en la tecnología para ver si recuperaba poder económico.

Esperaba someter a Europa, Japón y superar a China. Y justamente China fue su principal fracaso, no logró frenarla, continuó avanzando. Tampoco le duró el acompañamiento de Europa contra China, de los países de Medio Oriente. Y ni siquiera en el plano geopolítico, porque Trump utilizó todas las amenazas, recurrió a la retórica belicista, acentuó el acoso frente a China pero fue muy cauto, porque cargó con la pesada herencia de los fracasos militares de Bush.

Finalmente habló mucho pero fue muy cuidadoso en la política concreta frente a Siria, Afganistán, Corea del Norte, Irán. Estuvo muy lejos de las victorias geopolíticas que lograba Reagan o de la división del campo político que lograba Nixon. Además termina con una rebelión de afroamericanos que ha revolucionado al país, manifestaciones multirraciales muy populares y, sobre todo, está tratando de esconder su irresponsabilidad criminal en el manejo de la pandemia que ha dejado un récord de contagiados y de muertos. Yo creo que en síntesis ha fracasado y me parece muy poco probable que logre la reelección.

Hay que andar con cuidado porque el sistema electoral norteamericano es tan indirecto, se vota por colegio electoral, ahora va a tener un peso importante el voto por correo, se pueden hacer todo tipo de trampas y tropelías, además Trump está acostumbrado a la adversidad. Pero parecería que es muy difícil que logre la reelección. Igual gane Trump o Biden, me parece que el problema central sigue siendo China. Es la gran incógnita de los próximos años, qué va a pasar con China. Más que mirar si es Biden o Trump, porque en el fondo los dos van a tener una estrategia común, con matices, para tratar de frenar a China. El devenir de China es mucho más imprevisible y difícil, porque tuvo un éxito en el manejo de la pandemia, empezó ahí y la controlaron, han tenido menos víctimas que Europa, EE UU, han sabido manejar el distanciamiento social, la restricción a la circulación, etc.

Pero no hay que olvidar que China originó la pandemia y exportó el virus porque es el centro de la acumulación mundial y porque aceptó todas las normas del capitalismo que conducen a una pandemia. Entonces es una doble cara. La controló pero la originó porque se conectó con la acumulación capitalista. Yo digo que la gran incógnita es China, porque cómo va a hacer para mantener el proyecto de expansión global de la Ruta de la seda, cuando hay una depresión global.

Hay tres campos donde la confrontación EE UU-China va a seguir 

M.H.: Evidentemente eso tampoco lo reemplaza, como se había planteado, el programa de Xi Jinping con el desarrollo del mercado interno. 

C.K.: Eso justamente es lo que no pudieron hacer, porque China tuvo una transformación espectacular en las últimas décadas, pero en 2008 después de haber crecido tanto se rompió el modelo de crecimiento que tenían que era un modelo de crecimiento asociado con EE UU, uno tenía déficit comercial el otro superávit, uno era acreedor el otro deudor; todo marchaba bien hasta el 2008 y ahí salieron a flote las contradicciones de China, la sobreinversión, la sobreproducción y trataron de hacer el desacople interno.

M.H.: La burbuja inmobiliaria también. 

C.K.: Exacto. Y el endeudamiento y los Bancos en la sombra, e intentaron hacer el desacople con crecimiento interno y un plan de obra pública sustituir el mercado externo pero en 2012, cuando llega Xi Jinping se dan cuenta que eso no funciona y entonces viene la Ruta de la seda. De nuevo intentar una salida al exterior y allí vienen los grandes conflictos con EE UU.

Primero Obama, y después Trump dicen “hasta aquí llegaste” y ese conflicto va a seguir. Quizás no tanto si gana Biden en el plano comercial, porque se ha demostrado después de Trump que es muy difícil esto de los aranceles y desarmar toda la red de empresas transnacionales y suministros pero hay tres campos donde la confrontación va a seguir.

Primero la tecnología 5G (el internet de las cosas), la moneda porque China está buscando de internacionalizar y hacer convertible el Yuan (todavía está muy lejos porque es muy difícil) y va a seguir la confrontación geopolítica porque ahí el tema es si China va a poder quebrar el liderazgo de un bloque occidental que si gana Biden seguramente va a intentar reconstruir.

Cuando se habla de China uno se pierde en todo esto y se olvida de lo que yo creo más importante, que es la cuestión interna de China, que tiene dos dimensiones, una política de disputas muy fuertes entre el poder, donde hay dos grandes sectores, el de la costa y el del interior. Uno muy neoliberal el otro quiere la acumulación interna y Xi Jinping tratando de mediar.

Pero lo más importante es la lucha social. Vos escribiste sobre esto, y conocés el tema (*). Y entre las cosas que estuve leyendo en este tiempo, me llamó mucho la atención que hay muchas descripciones de un nuevo proletariado.

M.H.: No son los viejos campesinos de hace 20 o 30 años. 

C.K.: Claro, cambió la generación y empezó la lucha obrera por demandas sociales, sindicatos independientes, tienen bastante éxito, en general los gerentes les tienen bastante miedo y conceden.

Eso nos lleva a una especie de conclusión interna de China. Yo creo que hay una lucha en el fondo de tres proyectos políticos. No es un mundo homogéneo y uno pueda hablar de China como si fuese una especie de bloque unitario. Ahí hay una corriente de la cúpula muy neoliberal con una ideología del libre comercio, de optimismo globalista que quiere afianzar a la clase capitalista en formación.

Después hay otro sector opuesto que quiere un capitalismo de Estado, muy basado en el peso de la estructura actual y hay una corriente de lo que se llama “la nueva izquierda china” que plantea una renovación del proyecto socialista y es muy interesante empezar a leerlos.

Se está conociendo cada vez más en Occidente las cosas que ellos hacen, porque si bien todos tienen alguna conexión con el viejo maoísmo, es con una mirada de generar bastante crítica del maoísmo. Pero un proyecto socialista, de modernización no capitalista, de retomar planteos de internacionalismo, de antiimperialismo. Creo que hay que empezar a mirar a China en todos los planos a partir de ahora.

M.H.: Hace cien años atrás éramos el granero del mundo en relación a las exportaciones que se hacían a Inglaterra y ahora vamos a ser una especie de fábrica de cerdos del mundo. En relación a esta idea de producción y exportación a China de cerdos.  

C.K.: A cada país latinoamericano le toca otra especialización primarizada. Nosotros vamos bajando de nivel, teníamos la soja.

M.H.: A principios de siglo pasado el ganado. 

C.K.: Y ahora nos bajan otro escalón. Yo creo que eso es más general. Evidentemente América Latina es una fuente de aprovisionamiento de materias primas para China. Yo diría que no tan importante desde el punto de vista geopolítico como África.

China es muy cautelosa, quiere una relación meramente económica para no chocar directamente con EE UU, pero ya es el principal inversor, importador y socio de grandes países como Brasil o Argentina.

Y fíjate que en la pandemia tuvo una actitud inteligente hacia América Latina, porque a diferencia de Trump ofreció auxilio, respiradores, ahora créditos y si descubren primero la vacuna dicen que lo van a hacer como un bien público mundial.

Tienen una política sumamente astuta, pero eso no cambia que ellos quieren Tratados de libre comercio y con ellos venden productos manufacturados y nos compran materias primas y, por lo tanto, se afianzan todos los problemas de América Latina que se van a agravar mucho a partir de ahora, porque ojo que la pandemia va a dejar una cicatriz tremenda en toda la región.

Primero porque no pasó de largo, se afincó acá, en toda la región, con una tasa de mortalidad enorme. Se demostró que el tener testeos no redujo la cantidad de muertos. Chile y Perú hicieron muchos testeos pero al no tener atención primaria de los afectados o una ayuda social del Estado, los muertos los tienen en las calles y en Perú hay venta de oxígeno entre la población que está a punto de morir.

M.H.: También en Ecuador y Bolivia. 

C.K.: Y después va a profundizar la desigualdad social porque golpea duramente a los informales, porque acrecienta las deudas de la familia, porque hay una brecha digital entre el sector de los chicos que están conectados y la mitad de los niños latinoamericanos que perdieron el año escolar, y después va a tener un derrumbe económico mucho peor que el de los países centrales.

China, EE UU, Europa van a caer un 5% pero América Latina va a caer un 10%. Y la CEPAL el otro día dio un informe terrorífico, dijo que en la región se van a destruir 2.700.000 empresas, que va a aumentar en 11.000.000 los desempleados y la pobreza va a incrementarse en 45.000.000 de personas. Es un escenario de terror.

Entonces los problemas estructurales, esto de la relación con China y con EE UU se van a poner más serios, en dos planos distintos, porque con EE UU el principal problema es la actitud imperial.

EE UU con Trump o Biden tiene una política de Estado, es la doctrina Monroe, es la Cuarta flota, es la lucha contra el narcotráfico, son las bases militares en Colombia, manejar las embajadas, propiciar golpes de Estado como en Bolivia con una alianza derechista. Con EE UU antes de cualquier cosa está el problema de cómo resistimos el acoso a Venezuela y Cuba y la política militar estadounidense de tratarnos como el ministerio de Colonias.

Pero con China está el gran problema, de otro tipo, porque no tenemos un problema de resistencia a un acoso geopolítico militar, pero sí está el problema de cómo negociamos de otra forma, porque si cada país sigue negociando por la suya será primarización pura. Hasta que conformemos un bloque y se constituya otro eje de relación entre toda la región y China.

El grueso de la deuda con los bonistas se pedalea para adelante, hay un alivio de corto plazo y una pesadilla de largo plazo 

M.H.: Te pido que hagas una reflexión en cuanto al acuerdo del Gobierno argentino con los bonistas. 

C.K.: Básicamente el arreglo es una postergación de pagos. Todo el grueso de la deuda con los bonistas se pedalea para adelante, hay un alivio de corto plazo y una pesadilla de largo plazo. Hay un respiro ahora y una asfixia para dentro de un tiempo. Con lo que se repite una historia que conocemos, los bonistas van a ganar en el largo plazo, porque aunque ahora tengan una quita, ellos van a terminar obteniendo una remuneración mayor que a cualquier otro deudor y es lo de siempre, porque nuevamente la Argentina se endeuda, hay fuga de capitales, hay default, se canjean los bonos, se legitiman los nuevos bonos, hay un respiro, después no se puede pagar y uno se endeuda de nuevo.

Y como siempre los gobiernos de derecha son los que endeudan y los progresistas los que rescatan. Es lo contrario de lo que se suele pensar. No es que los gobiernos progresistas se endeudan, es la derecha, Martínez de Hoz, Cavallo, Macri y después viene Kirchner y ahora Alberto y viene el rescate. Unos hacen la estafa y otros la convalidan.

El problema va a ser más grave porque la economía está destrozada, vamos a tener una caída del 10% del PBI y antes que tengamos un respiro, cuando haya que pagar esto va a ser muy duro.

Además pienso que es un equívoco pensar que se necesitaba esto para crecer. La Argentina va a caer tanto que después de un derrumbe como el que vamos a tener, crecer se crece, el tema es cómo se crece y a favor de quién se crece. Es como cuando teníamos el arreglo con los buitres, que se afirmaba que era una condición para crecer. No es así, es una condición para arreglar un tipo de modelo económico.

Yo creo que lo que han dicho muchos compañeros, cuando ellos festejan la Argentina pierde, cuando los bonistas están contentos, perdimos nosotros, es verdad. Fijate que los que están contentos no son solo los del sector que gobierna, Caputo está contento también y eso es porque no va a ir preso, porque con este canje se legitima lo que él hizo.

Se dijo que hubo una fuga de capital, pero como ahora se canjean los bonos que se denuncian, ya no tiene sentido la denuncia si el mes que viene el bono con el que se hizo el fraude queda diluido en un nuevo bono y el nuevo tenedor no se va a hacer cargo de ese problema. Arrastramos un problemón y tendremos que volver a discutir lo mismo, la auditoría.

M.H.: Y ahora viene la negociación con el FMI que va a ser distinta. 

C.K.: Pero el FMI difícilmente le imponga a la Argentina un pago a corto plazo.

M.H.: Lo digo en el sentido que por ahí exige algún tipo de medida que por supuesto los bonistas privados no se metieron en eso. Hablo de reforma laboral, previsional, impositiva. 

C.K.: Claro, los condicionamientos del FMI no van a venir por el lado de “que nos paguen ahora”. Además con el FMI no se discuten quitas ni el precio del nuevo bono. Al FMI se le paga todo y nadie lo discute. Una deuda que fue una estafa, que ellos mismos dicen que fue para que Macri ganara las elecciones. Lo reconocen públicamente. Todo va a quedar como la gran deuda que tengamos que pagar todos. Y el tema va a ser más tarde, el FMI ahora tiene una cara benévola, dice que hay que hacer gasto público, que hay que crecer, esperá a que se estabilice la economía mundial y vuelve el FMI de siempre.

Nota:

(*) Hernandez, Mario (autor y compilador): La situación de la clase obrera en China. Historia y Economía política. Editorial Metrópolis, Buenos Aires, Octubre 2018.

Fuente: https://rebelion.org/una-pandemia-global-solo-se-supera-con-un-remedio-global/
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Oxfam se retira de 18 países y despedirá a 1.450 trabajadores en todo el mundo por el impacto económico del coronavirus

Redacción: El Diario

La crisis económica ligada a la pandemia también tiene sus efectos en quienes apoyan a los más vulnerables. La ONG Oxfam Internacional ha anunciado el despido de 1.450 empleados a nivel global y el cierre de sus operaciones en 18 países tras la pérdida de ingresos sufrida por la organización durante la crisis del coronavirus.

«No nos ha quedado más remedio que tomar algunas decisiones muy difíciles para decidir dónde dejaremos de contar con presencia física», ha anunciado el director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, el español Chema Vera.

Oxfam ha decidido cerrar operaciones en Tailandia, Afganistán, Sri Lanka, Pakistán, Tajikistan, Haiti, Républica Dominicana, Cuba, Paraguay, Egipto, Tanzania, Sudan, Burundi, Ruanda, Sierra Leona, Benin, Liberia y Mauritania. «Nos sentimos extremadamente responsables de los países donde se cerrarán oficinas y haremos todo lo posible para garantizar que las personas con las que trabajamos sean capaces de mirar al futuro con confianza», ha reconocido el director ejecutivo.

El anuncio de Oxfam Internacional ha desatado la preocupación entre organizaciones sociales locales ante el temor de que más ONG abandonen ciertas regiones en un momento en el que la pandemia los hace aún más vulnerables, según ha publicado The Guardian.

La caída de los ingresos ligada a la COVID-19 ha acelerado la activación del «proceso de reestructuración» impulsado por la ONG a finales de 2018, tras un escándalo de abusos sexuales protagonizado por trabajadores británicos en Haití que empujó a muchos donantes a retirarles su apoyo. Ahora, el coronavirus ha conllevado un nuevo golpe en sus finanzas, que ha empujado a la organización a reorganizar su presencia en el mundo.

Actualmente, Oxfam opera en 66 países y trabaja con 20 afiliados. Tras la culminación de su reestructuración, la ONG «permanecerá físicamente en 48 de ellos, y en seis analizará la posibilidad de establecer nuevos miembros afiliados independientes».

Según sostienen, su objetivo es «mirar estratégicamente dónde y cómo» operan hasta el momento «para garantizar que Oxfam pueda continuar haciendo la mejor contribución posible para combatir la desigualdad», ha indicado el director ejecutivo. «Hemos estado trabajando en ello durante un tiempo, pero ahora estamos acelerando decisiones clave a la luz de los efectos de la pandemia global».

Cierre de tiendas y cancelación de eventos de captación

El cierre de sus tiendas de comercio justo y la cancelación de eventos para la captación de fondos ha afectado a varias sedes de la organización. «Muchos ya están reduciendo gastos a muy corto plazo a través de medidas como la congelación de la contratación, los ceses temporales de la actividad, los recortes del presupuesto para desplazamientos y las reducciones salariales voluntarias, especialmente entre el personal sénior», sostienen desde la ONG.  «La constante incertidumbre hace difícil cuantificar las pérdidas con precisión», explica Vera.

«Es muy preocupante porque el tipo de trabajo que Oxfam ha estado haciendo mejora los medios de vida en las zonas rurales donde la mayoría de los demás no llegan, tanto los grupos de ayuda como los gobiernos», ha señalado al medio británico Modaser Islami, trabajador humanitario en Afganistán, donde la organización opera desde hace 50 años.

«El coronavirus ha hecho que la labor de Oxfam de ayudar a las personas más vulnerables del planeta sea más importante que nunca, pero, al mismo tiempo, está afectando a nuestra capacidad para cumplir con nuestros compromisos», lamentan desde la organización.

Fuente: https://www.eldiario.es/desalambre/Oxfam-operaciones-despedira-trabajadores-coronavirus_0_1029947910.html

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