El aula multipantalla que no necesita pupitres

05 Marzo 2017/Fuente: one.elpais./Autor:Azahara Mígel

Las nuevas tecnologías han colonizado casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Allá donde miremos hay un ordenador, una aplicación o un robot destinado a hacernos la vida más sencilla. Sin embargo, inexplicamente, el ámbito de la educación ha sido uno de los últimos en incorporarse a esta revolución. Hay intentos, pruebas, experiencias y muchas, muchísimas teorías, acerca de las ventajas que la tecnología puede llevar a las aulas, pero pocos ejemplos prácticos.

Esta ausencia resulta todavía más clamorosa al tratarse, precisamente, de formar a generaciones que, de forma nativa, ya se relacionan con pantallas y softwares de todo tipo. Tal vez sea la exigencia de inversiones ambiciosas o la falta de visión de los responsables educativos lo que esté frenando una evolución que, aunque no al ritmo que debería, se antoja inevitable.

Mientras el momento de la generalización llega, algunas instituciones y centros educativos, tanto desde el ámbito público como privado, están aplicando soluciones tecnológicas en sus aulas que señalan la dirección de hacia donde irán las tendencias en el futuro. Uno de estos centros es el IE Business School de Madrid: la prestigiosa escuela de negocios lleva varios años tratando de implementar soluciones efectivas para poder hacer de las clases online un recurso eficaz tanto para profesores como para alumnos. Y la respuesta que ha encontrado se llama WoW Room, un nombre que, aunque hace referencia a “Window on the World”, parece la onomatopeya del asombro que causa la visión del videowall de 45 metros cuadrados con sus 48 pantallas de 55 pulgadas que sustenta la plataforma. En esta especie de aula virtual, el único que está presente en la habitación es el profesor (y no siempre, puesto que puede ser sustituido por una imagen holográfica), mientras que los alumnos siguen la clase desde cualquier lugar del mundo. Profesor y alumnos se comunican a través del vídeo, al tiempo que comparten información o elaboran documentos en conjunto.

Pero la verdadera aportación de WoW Room no son sus apabullantes pantallas, sino el nivel de interactuación que puede conseguirse entre quien imparte la clase y quienes la reciben. El software creado específicamente para la plataforma indica al profesor, por ejemplo, si alguno de los alumnos no está prestando atención: “un algoritmo puede indicar, por la contracción de los músculos faciales, qué emociones estás sintiendo en cada momento -explica Jolanta Golanowska, directora de Learning Innovation de IE-. Esto puede ser usado durante la clase, pero también después. El profesor puede ver un vídeo y debajo los gráficos de las seis emociones básicas y del nivel de atención de los alumnos”. La WoW Room fue inaugurada hace sólo unos meses y su impacto está siendo todavía evaluado por el IE, aunque las perspectivas son muy prometedoras. Golanowska confía en que las nuevas tecnologías abrirán otras posibilidades en la educación que lleven al que, cree, tendría que ser su verdadero objetivo: “las universidades no solo deberían ayudar a desarrollar mejores profesionales, sino mejores personas y más felices”.

Fuente de la noticia: http://one.elpais.com/aula-multipantalla-no-necesita-pupitres/

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España: Ágora, el colegio balear que supera a Finlandia en el informe PISA

Europa/España/13 de diciembre de 2016/Fuente: el mundo

Hace dos años cambiaron el modelo educativo. Juntaron las mesas. Los alumnos dejaron de sentarse en fila frente al profesor. Se agruparon de cuatro en cuatro y de espaldas a la pizarra. El maestro dejó de explicar la lección y se centró en hacer preguntas. Los críos buscaron respuestas y aprendieron a trabajar en grupo. El método ha sido un éxito. Sólo dos cursos después de ponerlo en práctica, el Ágora Portals Nous de Mallorca ha arrasado en los resultados de PISA, el informe educativo de referencia mundial, donde supera a los mejores colegios de Japón, Finlandia y Singapur en lectura, matemáticas y competencia científica. Medalla de oro, plata y bronce respectivamente.

Este centro privado de Calvià ha obtenido una puntuación de 540 en lectura, la más alta, por detrás de Japón (538), Corea (536) y Finlandia (524), y muy superior a la media de la OCDE (496) y, aún más de la española (488). En Matemáticas, Ágora consigue 544 puntos; sólo lo supera Corea (554). Mientras que en Ciencias (544) queda tercera con Japón (547) y Finlandia (545) a la cabeza. El resultado es aún más impactante si se compara con la media de Baleares que apenas alcanza 485 en comprensión lectora, 476 en matemáticas y 485 en ciencias.

La explicación de estos resultados está en la forma de aprender de este centro privado, el más grande de las Islas y uno de los más jóvenes (desde 2008). «Más que fijarnos en la enseñanza, nos fijamos en intentar ver cómo los niños aprenden más», explica orgulloso Rafael Barea, el director del centro, quien dejó hace unos años el colegio Lluís Vives para ponerse al frente del Ágora Portals con el objetivo de alcanzar la excelencia educativa. Y lo ha conseguido.

El secreto es el aprendizaje cooperativo. Los alumnos no se sientan en fila mirando al profesor, sino en grupos de cuatro. Cada uno tiene un rol, hacen muchos trabajos y proyectos en equipo y se trabaja mucho el flipped classroom o aula invertida. Esto significa que, en vez de ser el profesor el que explica todo el tiempo la materia, el docente prepara unos vídeos de corta duración (no superiores a cinco minutos) sobre el tema que quiere explicar al día siguiente en clase para que el alumno lo vea en su casa. Cuando los críos llegan a casa, no abren los libros. Encienden la tele o el ordenador y estudian dándole al play. «Ver el vídeo es muy sencillo y es más fácil captar la esencia del temario», asegura el director.

Al día siguiente, aprovechan la clase para hacer trabajos y proyectos sobre el tema. «Así afianzan los conceptos con la ayuda del profesor», detalla Barea, en vez de estar todo el rato explicando cosas que tienen que memorizar.

Ágora rompe con el colegio de toda la vida. La aburrida clase magistral se sustituye por el visionado del vídeo y por los deberes en clase, de forma que «el alumno es el que trabaja, el que investiga y busca información, y su aprendizaje es más profundo porque él está construyendo su propio aprendizaje, a partir del tema que le han dado y con la guía del profesor», subraya el director, que garantiza que este método es mucho más efectivo que el memorístico.

Las clases son divertidas, llenas de ocurrencias, de dudas y se respira ilusión por aprender. Los alumnos plantean soluciones a problemas que plantea el maestro y desarrollan el pensamiento crítico. Es lo que llaman Problem Based Learning:dejar de repetir los apuntes como robots y trabajar en dar respuestas. Y el Challenge Based Learning: motivarles a usar las nuevas tecnologías de forma colaborativa para resolver problemas del mundo real. «Porque está comprobado que cuando dejan de memorizar, los resultados de los niños son mejores», asegura Barea.

La sensación que tienen los docentes es que los resultados de PISA tienen que ver con que los alumnos hayan adquirido esas habilidades de saberse expresar, de saber buscar la información, de hacer preguntas y de aprender de una forma diferente.

Desde infantil y primer ciclo de primaria los niños aprenden chino mandarín, aunque la mayoría de asignaturas se dan en inglés con profesores nativos o con un nivel de experto. «Los idiomas abren la mente», explica el docente, especialmente el chino, que es muy gráfico y viene bien para las matemáticas. Ya en Secundaria se inician en francés o alemán. Son plurilingües cuando acaban los estudios obligatorios y al finalizar el Bachillerato todos superan la Selectividad. Se enorgullecen de tener una tasa del 100% de aprobados.

En el aula de 5º de primaria ya trabajan con las tablets. Han sustituido los libros de texto por la pantalla táctil. Desde pequeñitos usan las nuevas tecnologías en la asignatura y se les enseña en una clase de informática poco convencional, donde aprenden a hacer un uso racional, codificación y a diseñar las nuevas aplicaciones y el software que les serán útiles en su vida profesional.

También forman a pequeños artistas. Todos los alumnos aprenden al menos un instrumento musical y desarrollan su capacidad vocal en las orquestas y corales del propio. Hacen representaciones y conciertos. Cualquiera diría que están grabando un programa de La Voz Kids.

En clase de matemáticas, Paula mueve las bolitas del ábaco sin pestañear. El uso de este método milenario le potencia el cálculo mental. Así se explica que los niños del Ágora sean mejores que los japoneses en cálculo. Porque no memorizan a la vieja usanza… y porque juegan al ajedrez. «Las blancas mueven primero. El caballo en L…» Hasta llegar al jaque mate María se ha exprimido las neuronas una barbaridad. Puede que dentro de unos años, cuando haga el examen, logre superar a Finlandia.

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