El 49% cree que los padres deberían ser los principales decisores sobre los contenidos educativos

El 49% cree que los padres deberían ser los principales decisores sobre los contenidos educativos

El 93% cree que el Estado debe garantizar que la Educación refleje la pluralidad de opiniones de la sociedad, mismo porcentaje que los que están de acuerdo con que el Estado promueva la igualdad, la tolerancia, la democracia y la integración de todos los colectivos. Además, un 73% cree que los colegios deben determinar con los padres qué contenidos adicionales se deben impartir. Y un 93% ve como una obligación de los centros informar a los padres sobre los contenidos.

En las últimas semanas hemos asistido a un encarnizado debate sobre la propuesta de Vox en Murcia para la aplicación del pin parental en las escuelas públicas. Numerosos expertos en Educación, políticos y tertulianos de todo tipo han vertido sus opiniones sobre este controvertido tema en redes sociales y medios de comunicación, tanto a favor como en contra de este veto. Pero ¿qué opinan los ciudadanos sobre esto?

Ipsos ha realizado una consulta a más de 500 adultos españoles desde los 18 años. Ante la cuestión sobre quién deberían asumir las principales decisiones sobre los contenidos de la educación de los menores, un 49% se muestra a favor de que sean los padres los

que sean más decisivos en este aspecto, mientras que un 21% cree que debería ser el Estado, y un 30% se sitúa en lugar intermedio o todavía no tiene una opinión formada al respecto.

Sin embargo, cuando se trata de cuestiones concretas, los encuestados muestran un mayor consenso a la hora de otorgar un papel protagonista al Gobierno en la Educación. Así, el 93% cree que el Estado debe garantizar que la Educación refleje la pluralidad de opiniones de la sociedad. Otro 93% está de acuerdo con que el Estado promueva la igualdad, la tolerancia, la democracia y la integración de todos los colectivos (inmigrantes, homosexuales…). Un 76% también cree que el Estado debe garantizar la libertad de elección sobre los contenidos que reciben sus hijos. Otro 87% se muestra a favor de que el Estado fije unos contenidos éticos y morales mínimos en la Educación. El 90% cree que el Estado debe asegurar que todas las comunidades autónomas impartan los mismos contenidos. Y un 98% está convencido de que el Estado debe asegurar que todos los niños tengan acceso a una Educación pública de calidad.

Un 76% cree que el Estado debe garantizar la libertad de elección sobre los contenidos que reciben sus hijos

Qué papel debe adoptar los colegios

Sobre el rol que deben jugar los colegios en la Educación también se observa bastante acuerdo entre los encuestados. Así, el 95% piensa que estos centros deben asegurar el mismo contenido para todos. Un 90% también cree que deben ceñirse al programa docente marcado, así como su obligación de informar a los padres sobre los contenidos de toda actividad en el centro (93%). Un 89% afirman que los colegios deben planificar las actividades del centro de acuerdo a la opinión de la comunidad educativa, así como su deber de ofrecer una Educación amplia y diversa incluyendo todos los puntos de vista aunque no esté de acuerdo con la opinión de los padres (81%).

Otro 73% cree que los colegios deben determinar con los padres qué contenidos adicionales se deben impartir en los colegios.

Violencia de género y sexualidad

Sobre las diferentes temáticas que protagonizan este debate nacional hay diferencias claras entre los que votan a uno u otro partido. Mientras que los votantes de Unidas Podemos están más a favor de la impartición de contenidos sobre violencia de género, sexualidad y autodeterminación, los de Vox son más partidarios de incluir temas sobre la defensa nacional y la religión católica. Por su parte, los simpatizantes de Ciudadanos son los que más reclaman contenidos relacionados con el terrorismo.

Un 90% también cree que deben ceñirse al programa docente marcado, así como su obligación de informar a los padres sobre los contenidos de toda actividad en el centro (93%)

Como conclusión, esta consulta pone de relieve que la mayor responsabilidad sobre la Educación de los niños recae en los padres, pero que el Estado debe crear un marco de referencia que sea adaptado por cada colegio. Y, en cuanto al veto parental, se percibe como una medida innecesaria y muy mediatizada, aunque hay unanimidad a la hora de valorar como normal que los padres quieran tener información sobre las materias y charlas que se van a impartir en el centro, independientemente de la temática.

El papel de las redes sociales en este debate

Los principales canales donde se ha desarrollado este debate son las diferentes redes sociales y medios digitales. Las primeras menciones a este tema se localizan justo antes de las últimas elecciones del 10 de noviembre, aunque es enero cuando eclosiona y se multiplican por 10 las publicaciones sobre este tema, que llegan a alcanzar las 42.000 menciones en lo que llevamos de mes. Los picos más altos se sitúan entre el 17 y 18 de enero, con más de 6.500 menciones al día, cuando surgió la polémica tras aprobarse la medida en Murcia por propuesta de Vox y con el beneplácito de Ciudadanos para lograr aprobar los presupuestos de dicha Comunidad. Este aumento se mantuvo durante cinco días tras el anuncio del gobierno de recurrir esta medida por vía judicial.

La red social que ha capitalizado esta discusión es Twitter, que concentra el 55% de opiniones sobre este tema, seguido de los foros (25%), entre los que Forocoches se lleva la práctica totalidad (96%).

En cuanto a los medios digitales, este análisis concluye que existe una total polarización en sus menciones al veto parental, teniendo el mismo peso las negativas y las positivas, independientemente del medio observado.

Fuente de la Información: https://www.magisnet.com/2020/01/el-49-cree-que-los-padres-deberian-ser-los-principales-decisores-sobre-los-contenidos-educativos/

 

 

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Entrevista a Catherine L’Ecuyer: “Reducir la Educación a metodologías es confundir fines con medios”

Por: Magisnet.com/10-04-2019

L’Ecuyer advierte de que no se puede ver el aprendizaje desde prismas tan pobres como la pedagogía de la actividad o el conductismo. Para ella, la actividad perfectiva surge del interés que despierta el sentido.

Catherine L’Ecuyer es canadiense, afincada en Barcelona y madre de cuatro hijos. Es máster por IESE Business School y máster Europeo Oficial de Investigación. Es autora de varios artículos y libros educativos, entre ellos Educar en el asombro y Educar en la realidad, de los que se han vendido ya más de 60.000 copias.

¿Qué hay del dilema entre Educación tradicional y Nueva Educación?
—Resulta cada vez más cómico escuchar a expertos dar ponencias magistrales en congresos educativos demonizando la instrucción directa. En la etapa de Infantil, la clase dirigida no tiene sentido, porque los niños aprenden de las experiencias sensoriales. Pero los estudios reconocen que la mejor forma de enseñar en otras etapas es mediante la combinación de la instrucción directa y del aprendizaje por descubrimiento guiado. Lo que es malo no es la transmisión de conocimientos como tal, sino la mentalidad conductista que entiende a la jerarquía como fuente de conocimiento per se. El maestro no causa la verdad, ayuda al aprendiz, principal protagonista de su aprendizaje, a conocerla.

¿Y el dilema conocimiento versus competencias?
—La insistencia en la cuestión de las competencias es algo que viene de la pedagogía de la actividad –aprender haciendo– que tiene su origen en la Escuela Nueva del siglo XX. Pero para poder actuar, hay que saber; para poder querer, hay que conocer. El ser humano es un ser pensante y despreciar lo que caracteriza a la persona no es una hoja de ruta educativa viable.

«Muchas metodologías activas pueden llegar a ser más pasivas que la clase magistral»

 ¿Qué opina de las metodologías “activas”?
—Muchas de ellas pueden llegar a ser más pasivas que la clase magistral. Ante una pantalla, un cerebro inmaduro es tan pasivo como un puerto USB, porque quien lleva las riendas es la aplicación con sus algoritmos. La tecnología es una metodología fabulosa para mentes amuebladas y preparadas. El problema radica en que la pedagogía de la actividad confunde movimiento con aprendizaje y el conductismo confunde inmovilismo con aprendizaje. No podemos ver el aprendizaje desde esos prismas tan pobres. La actividad perfectiva surge del interés, y el interés surge del sentido en relación con una finalidad. Reducir la cuestión educativa a las metodologías es confundir fines con medios. Quizás por eso hay tanta Educación en los colegios y tan poca en los alumnos.

Algunos dicen que “está todo en internet”. ¿Se está abusando de las herramientas TIC?
—Las TIC han de usarse para lo que sirven. ¿Sirven en el aula? El problema de la tecnología es que nos da información descontextualizada. Las mentes amuebladas son capaces de extraerla y de contextualizarla. Pero las mentes jóvenes necesitan que un buen maestro haga ese trabajo para ellas. El maestro es clave porque proporciona el contexto que ayuda a dar sentido a los conocimientos. Sin el educador, el niño está perdido. El Émile de Rousseau no fue un experimento con grupo de control, era un niño ficticio. No podemos basar un método educativo en un sueño.

«Estamos en plena vuelta al Romanticismo pedagógico de Rousseau»

¿Ve un movimiento de vuelta a la filosofía Logse con la reforma que aprobó el actual Gobierno? Rebajar el nivel de exigencia, titular con suspensos…
—Estamos en plena vuelta al Romanticismo pedagógico de Rousseau. Claparede, uno de los precursores del movimiento de la Educación Nueva de principios de siglo XX inspirada en Rousseau, hablaba de la necesidad de eliminar asignaturas y rebajar las exigencias curriculares para reducir la fatiga. Y soñaba con la existencia de un sérum que podía reducir la inatención y la fatiga para mejorar el aprendizaje. La historia se repite, no solo con la bajada de las exigencias, lo vemos también en la creciente medicación de nuestros alumnos y en el furor por paliativos que proporciona una atención artificial: las pantallas. Las pantallas no llevan a la atención sostenida, sino a la fascinación ante estímulos frecuentes e intermitentes. Las tratamos como un sérum mágico, pero son muletas.

¿Y cómo se soluciona la inatención y la fatiga?
—Cuando el niño alcanza la concentración y realiza actividades sensoriales y mentales que tienen un propósito, no cuando se vacía el aprendizaje de sus contenidos.

«Los padres llevan años escuchando mensajes que los han desapoderado de su papel de primeros educadores «

¿Es posible un pacto educativo?
—Es preciso ir a la raíz de las cuestiones antes de aprobar políticas educativas, abordar los temas sin fanatismo, con seriedad y serenidad antes de repercutirlo en los niños. Por desgracia, no solamente carecemos de ese sano debate en las instancias civiles, sino que ni siquiera existe en el seno del ámbito legislativo –con la actual tendencia a aprobar por decreto en vez de por leyes–. La tendencia antiintelectual es de debatir a lo Gladiator en las redes y en las tertulias televisivas, con un nivel de superficialidad que da miedo, propagando eslóganes retóricos populistas, construyendo principios partiendo de la casuística y del pragmatismo.

¿Cuál sería su reforma educativa esencial?
—No soy fan de las leyes como principal medio de regular la acción humana. Creo en la disciplina interior y en la responsabilidad personal. Hemos de convencernos de que todo empieza en la familia. Los maestros son claves, pero no pueden hacer milagros si la familia desiste de su papel educativo. Por desgracia, los padres llevan años escuchando mensajes que los han desapoderado de su papel de primeros educadores de sus hijos. Por un lado, está la industria del consejo empaquetado, que les dice exactamente lo que han de hacer para que sus hijos duerman, obedezcan, coman. Luego, la neurociencia les ha vendido una serie de mitos que les han convencido de que hay que escolarizar a los niños desde la cuna porque el sistema educativo está mejor preparado que ellos para educarlos. Los padres hacen con el profesor lo que antes se hacía con el sacerdote: llevárselo con una fe ciega para que él haga el trabajo de formar al niño. Una vez asumida la necesidad de entregar el niño al colegio como si de un cheque en blanco se tratara, las ideas rousseaunianas cuajan con facilidad. Cada padre y cada maestro ha de reconsiderar seriamente el alcance de su responsabilidad educativa: ese es el verdadero punto de partida.

El papel de la neurociencia

  • Una burbuja. “La Educación basada en la neurociencia es una burbuja. La neurociencia nos proporciona datos sobre el cerebro y su funcionamiento, pero el paso de esos datos al diseño de los métodos educativos es un salto lleno de complejidades, incluso de fe en algunos casos”.
  • Escepticismo sano. “Nuestra actitud hacia la innovación debe ser de escepticismo sano. Hemos de exigir que los colegios usen métodos basados en evidencias. Si un colegio quiere experimentar con los alumnos, los padres deben saberlo y consentirlo explícitamente”.
  • La innovación. “Es un concepto comercial, no educativo. La Educación no es verdadera por ser innovadora, sino que es innovadora por ser verdadera”.
  • Fuente de la noticia: https://www.magisnet.com/2019/04/catherine-lecuyer-reducir-la-educacion-a-metodologias-es-confundir-fines-con-medios/
  • Fuente de la imagen: https://www.magisnet.com/2019/04/catherine-lecuyer-reducir-la-educacion-a-metodologias-es-confundir-fines-con-medios/
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