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México: UNAM modifica legislación para considerar la violencia de género como causa grave de responsabilidad

UNAM modifica legislación para considerar la violencia de género como causa grave de responsabilidad

En sesión extraordinaria, por unanimidad el pleno del Consejo Universitario de la UNAM aprobó reformar la legislación universitaria, con el objetivo de establecer que la violencia de género sea considerada causa “especialmente grave de responsabilidad”.

También se avaló hacer modificaciones para garantizar que haya paridad de género en la integración del Tribunal Universitario.

En su primera sesión del año, el máximo órgano colegiado de la Universidad modificó los artículos 95 y 99 de su Estatuto General, para incluir la violencia de género como causa especialmente grave de responsabilidad, aplicable a todos los miembros de la Universidad.

Además, se adicionó la fracción VII al Artículo 95 del Estatuto, referente a las causas especialmente graves de responsabilidad, para quedar como sigue:

VII.- La comisión de cualquier acto de violencia y en particular de violencia de género que vulnere o limite los derechos humanos y la integridad de las personas que forman parte de la comunidad universitaria.

Sobre el Artículo 99 del mismo ordenamiento, se amplió de uno a tres los vocales permanentes que integran el Tribunal Universitario, el cual quedaría de la siguiente manera:

1) El investigador o investigadora de mayor antigüedad del Consejo Interno del Instituto de Investigaciones Jurídicas;

2) Una profesora o profesor de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán designado por el Consejo Técnico correspondiente, y

3) Una profesora o profesor de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, designado por el Consejo Técnico correspondiente.

En congruencia con esa reforma al Artículo 99, el Consejo Universitario conocerá la propuesta de modificación a la fracción II del Artículo 3° del Reglamento del Tribunal Universitario y de la Comisión de Honor para armonizar el enfoque de paridad.

Igualmente se planteará la propuesta de una nueva redacción a la totalidad del Artículo 9 del mismo Reglamento, relativo a los medios de notificación del inicio del procedimiento a la persona remitida.

Cabe destacar que esta reforma, considerada en el dictamen de la Comisión de Legislación Universitaria, es la primera de una serie de modificaciones que se plantearán al Consejo Universitario, con el propósito de ir adecuando la legislación de la UNAM a los requerimientos para erradicar la violencia de género en la institución.

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/unam-modifica-legislacion-para-considerar-la-violencia-de-genero-como-causa-grave-de-responsabilidad/

 

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La inmensa de mayoría de hombres y mujeres tienen prejuicios contra las mujeres

Sólo el 14% de las mujeres y el 10%de los hombres del mundo no tienen ningún sesgo para aceptar las normas sociales de género, apunta un nuevo informe de la ONU que analiza el “techo de cristal” de las mujeres y cómo romperlo. El análisis sugiere que este techo abarca todos los aspectos de las vidas de las mujeres, incluido el hogar.

ONUNOTICIAS

Un estudio que incluye datos de 75 países que comprenden a un 80% de la población mundial, destaca que, pese a décadas de progreso hacia la igualdad entre hombres y mujeres, cerca del 90% de la población mantiene algún tipo de prejuicio contra las mujeres.

El informe, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se vale de un Índice de Normas Sociales de Género para medir cómo dichos preceptos pueden obstaculizar la equidad de género en ámbitos dispares como la política, el trabajo y la educación.

De acuerdo con el índice, “aproximadamente la mitad de los hombres y las mujeres del mundo consideran que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres”.

Asimismo, “más del 40% opina que los hombres son mejores ejecutivos empresariales y que tienen más derecho a ocupar un empleo cuando el trabajo escasea. El 28% de las personas creen que está justificado que un marido le pegue a su esposa”.

Además, contiene información sobre los cambios que experimentó el sesgo de género en alrededor de 30 países. Entre ellos, subraya algunas mejoras, como la de los hombres en Chile, Australia, los Países Bajos y los Estados Unidos; y la de las mujeres en los tres primeros países citados más China.

Sin embargo, la mayoría de las naciones estudiadas mostraron un retroceso en la proporción de mujeres sin ningún prejuicio en cuanto a las normas sociales de género.

Existen avances durante las últimas décadas para garantizar que las mujeres tengan el mismo acceso que los hombres a servicios básicos, como la paridad en la escuela primaria y la disminución de la mortalidad materna en un 45% desde 1990.

Pero más allá de ellos, “las diferencias de género siguen siendo patentes en otros ámbitos, especialmente en aquellos que cuestionan las relaciones de poder y que ejercen mayor influencia para la obtención de una igualdad real. En estos momentos, la lucha por la igualdad de género es un relato de sesgos y prejuicios”, dijo Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD.

Brechas económicas, políticas y empresariales

El informe analiza los motivos por los qué todavía existen enormes “brechas de poder” entre hombres y mujeres en el ámbito económico, político y empresarial, a pesar de los avances hacia la igualdad en terrenos como la educación y la salud, así como en la eliminación de los obstáculos legales a la participación política y económica de las mujeres.

“Si bien los hombres y las mujeres votan en proporciones similares, menos del 24% de los escaños parlamentarios en el mundo están ocupados por mujeres y solo 10 de los 193 jefes de Gobierno del planeta son mujeres”, apunta el estudio.

Seguidamente, menciona que en el área laboral “la remuneración de las mujeres es inferior a la de los hombres y tienen una probabilidad mucho menor de ostentar cargos directivos: menos del 6% de los directores generales de empresas del índice S&P 500 (uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos) son mujeres.

Y aunque las mujeres trabajan más horas que los hombres, es más probable que se trate de trabajo de cuidados no remunerado”, apunta.

“La labor que ha sido tan eficaz en garantizar el fin de las diferencias en ámbitos como la salud y la educación debe evolucionar ahora y abordar algo mucho más complejo: el prejuicio profundamente arraigado —tanto entre hombres como entre mujeres— contra una verdadera igualdad. Las políticas actuales, a pesar de sus buenas intenciones, tienen un alcance limitado”, dijo Achim Steiner, administrador del PNUD.

La dependencia de la ONU llamó a Gobiernos e instituciones a aplicar una nueva serie de políticas dirigidas a cambiar estas normas sociales y prácticas discriminatorias mediante la educación, el aumento de la sensibilización social y la aplicación de nuevos incentivos.

Por ejemplo, mediante el pago de impuestos que sirvan para fomentar el reparto equitativo de las responsabilidades del cuidado de los niños, o alentando a las mujeres y niñas a entrar en sectores tradicionalmente dominados por hombres, como las fuerzas armadas y la tecnología de la información.

La directora en funciones del Equipo de Género del PNUD, Raquel Lagunas, indicó que los movimientos en favor de los derechos de las mujeres como el #MeToo (yo también) “muestran que son necesarias nuevas alternativas para un mundo diferente”, y añadió la necesidad de poner manos a la obra de inmediato.

“Debemos actuar ya para superar los obstáculos que presentan los sesgos y los prejuicios si queremos avanzar a la velocidad y a la escala necesaria para lograr la igualdad de género y la visión plasmada en la Declaración de Beijing, hace más de dos décadas, y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, planteó.

Fuente: https://www.ipsnoticias.net/2020/03/inmensa-mayoria-hombres-mujeres-tienen-prejuicios-las-mujeres/

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Estudio de UNESCO señala baja participación de mujeres como rectoras en universidades de la región

América del Sur/Uruguay/Ladiariaeducacion.uy

América Latina tiene mayor igualdad en comparación con Europa.

El techo de cristal sigue firme sobre la cabeza de las académicas de América Latina; así lo demuestran las últimas cifras divulgadas por el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) de la UNESCO. Según el informe, publicado en el marco del Día Internacional de la Mujer, “18% de las universidades públicas de la región tienen a mujeres como rectoras”. El estudio agrega que la cifra, “a pesar de ser baja, es superior a la media europea, que es de 12%” y comenta que 22 de los 46 países de la Asociación Europea de Universidades no tiene ninguna institución con una mujer a la cabeza.

El instituto de América Latina hizo su investigación en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú y Venezuela. En una muestra de 475 universidades de los nueve países de la región los resultados arrojaron que las mujeres se concentran en los niveles iniciales de la pirámide universitaria, ya que 55% son estudiantes de grado y de posgrado, lo que demuestra, según la UNESCO, que se mantiene la tendencia a “una matrícula feminizada bajo un liderazgo masculino”. Además, el informe señala que las mujeres son 46% del millón y medio de docentes universitarios latinoamericanos, pero, en ese porcentaje, los escalafones más altos son ocupados en mayor medida por hombres.

Agregan que 34 de las 200 mejores universidades del mundo, según el Times Higher Education, están dirigidas por mujeres, sobre todo en Estados Unidos e Inglaterra, y en menor medida en Alemania, Australia, Canadá, Francia y España. Con esto como ejemplo, el IESALC apunta a las autoridades y advierte que “romper el techo de cristal es posible”.

Al divulgar las cifras, las autoridades del IESALC resaltaron que “es urgente una actuación pública que favorezca la paridad de género también en la dirección de las universidades, en el marco más amplio de políticas de igualdad de oportunidades en el acceso de la mujer a cargos directivos en las empresas públicas y privadas hasta alcanzar la paridad”. También remarcaron la falta de datos estadísticos sobre la participación de las mujeres en espacios directivos como las vicerrectorías, secretarías y decanatos.

Según recoge el portal de la UNESCO, la especialista en educación superior Débora Ramos comentó: “Es allí donde empieza a evidenciarse el ‘techo de cristal’ que impide que las mujeres accedan a los cargos de alta responsabilidad y, en definitiva, de poder en las universidades. Por ello, es necesario que los países desvelen las cifras estadísticas para, una vez identificados los problemas, avancen hacia la implementación de planes que reduzcan la brecha de género”.

En esta línea también opinó Francesc Pedró, director del IESALC: “Es muy preocupante que los países no recopilen ni publiquen datos sobre esta cuestión de forma regular porque, al obviar las cifras, contribuyen a invisibilizar el problema de la paridad de género en una institución que es una referencia social”.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2020/3/estudio-de-unesco-senala-baja-participacion-de-mujeres-como-rectoras-en-universidades-de-la-region/
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INDIA Barreras ocultas para la participación equitativa en las conferencias de Educación Superior

Asia/India/Universityworldsnews/Nidhi S Sabharwal

Las conferencias son reconocidas internacionalmente como espacios importantes de aprendizaje y producción de conocimiento para la profesión académica. Es importante destacar que participar en conferencias disminuye el aislamiento académico al facilitar las interacciones y el intercambio de ideas entre los miembros de la facultad.

En India, la participación en conferencias también está vinculada a la política nacional para el desarrollo profesional de los académicos, para su avance profesional y para su crecimiento académico. En un sistema académico de enseñanza y aprendizaje en evolución como India, el segundo más grande del mundo con 37,4 millones de estudiantes, es imprescindible contar con una provisión institucional adecuada para asistir a conferencias y apoyar el acceso equitativo a las oportunidades de conferencias.

Desafortunadamente, la evidencia empírica publicada recientemente en un número especial de la revista de género y educación sobre género y conferencias muestra que las oportunidades de asistencia a conferencias están distribuidas de manera desigual entre académicos de diferentes grupos sociales en la India.

Exclusión injusta

Si bien en India se han implementado políticas de acción afirmativa durante varias décadas para mejorar la representación de académicos de grupos socialmente excluidos, la evidencia empírica de nuestro estudio sugiere que las barreras institucionales resultan en la exclusión injusta de los miembros de la facultad, como las mujeres, las castas programadas ( antiguos intocables), tribus programadas (grupos indígenas) y otras clases atrasadas (OBC) de la participación en conferencias.

Creemos que, aunque la evidencia empírica presentada aquí proviene de un estudio a gran escala de métodos mixtos realizado en el Centro de Investigación de Políticas en Educación Superior sobre aspectos de diversidad e inclusión en instituciones de educación superior ubicadas en seis estados de un país ( India), lo que presentamos aquí es importante para la academia en otros contextos de países.

Desigualdades en el acceso a conferencias

Se considera que la participación en la conferencia en India ayuda a los miembros de la facultad a mantenerse al día con los nuevos desarrollos en su campo de investigación y en relación con las pedagogías de la enseñanza y el aprendizaje.

Sin embargo, las acciones institucionales que facilitan el acceso equitativo a las oportunidades de desarrollo profesional (como conferencias) son, según argumentamos, insuficientemente reconocidas como un elemento importante para desarrollar todo el potencial de los miembros de la facultad de los grupos socialmente excluidos y, a su vez, de las instituciones que emplean miembros de estos grupos

La evidencia empírica de nuestro estudio sugiere la existencia de una cultura institucional que está conformada por relaciones sociales basadas en el género y la casta, y que provoca la exclusión de los miembros de la facultad de grupos sociales desfavorecidos de participar en conferencias.

En toda la gama disciplinaria, nuestro estudio indicó un acceso reducido a conferencias para mujeres y miembros de la facultad de los grupos sociales desfavorecidos, a diferencia de los hombres y académicos de grupos más privilegiados.

En nuestro estudio, los académicos masculinos de una institución en particular asistieron a 473 conferencias más que las mujeres durante un período de cuatro años, lo que equivale a aproximadamente dos conferencias más por académico masculino. En la misma institución, también se revelaron diferencias de casta, con 192 conferencias más atendidas por el grupo de castas más privilegiado que el grupo de casta programado (SC), lo que equivale a casi una conferencia menos por cada académico de SC.

Prácticas institucionales sin apoyo.

Nuestro estudio demostró que las prácticas institucionales sin apoyo planteaban barreras para todos los miembros de la facultad para acceder a las oportunidades de la conferencia, independientemente de su origen social.

A nivel institucional, las restricciones en los días para tomar un permiso académico para asistir a conferencias, la ausencia de información y orientación y la vigilancia de los académicos por parte de otros académicos reflejaban un estímulo limitado de las instituciones para el desarrollo profesional y el crecimiento académico. Sin embargo, las mujeres y los miembros de la facultad de los grupos socialmente excluidos sufrieron más que el resto.

Ser más propensos a estar subrepresentados como miembros de la facultad, ubicarse más abajo en la jerarquía académica (una mayor proporción de mujeres y grupos socialmente excluidos se encuentran en los niveles inferiores de la estructura de la carrera académica), la naturaleza contractual del empleo y el acceso limitado a Las redes sociales ( jaan-pehchaan en hindi) actuaron como el canal de exclusión para que las mujeres miembros de la facultad y las de los grupos de ‘castas inferiores’ tuvieran acceso a oportunidades para asistir a conferencias.

De nuestras entrevistas con los participantes, se descubrió que los procesos institucionales estaban abiertos a la exclusión social, lo que resultó en una atmósfera social poco agradable, micropolíticas negativas y una cultura institucional que tendía a promover los intereses de los hombres, marginando aún más a las mujeres y los miembros de la facultad. grupos socialmente excluidos.

Los miembros de la facultad de los grupos marginados compartieron historias de favoritismo basado en castas por parte de sus colegas de castas superiores y jefes de departamento sobre el intercambio desigual de información y apoyo sobre oportunidades de participación en la conferencia.

Y las mujeres sintieron que los hombres probablemente tendrían un mayor acceso a tales oportunidades a través de sus redes informales, así como las interacciones sociales durante una ‘taza de té’ con la administración durante o después del horario de oficina. Tales interacciones sociales informales pueden ser mal vistas y la reputación de una mujer en juego si se ve que transgrede los códigos de propiedad sexual.

Para las mujeres profesoras, además de las barreras institucionales y la exclusión de las interacciones sociales, las normas patriarcales que rigen los espacios domésticos combinados con condiciones institucionales similares restringen el acceso a las oportunidades de conferencias.

Esto tomó la forma de mujeres cargadas con responsabilidades de cuidado, deberes domésticos, restricciones de las familias para viajar fuera de la ciudad y falta de aliento para asistir a conferencias, ya que la participación era considerada como una ‘excursión’ por los miembros de la familia en lugar de una obligación profesional. La forma en que estos temas se cruzan con las normas institucionales requiere más investigación.

Instituciones como facilitadores, no guardianes

Utilizando la evidencia de nuestro estudio, esperamos influir en las prácticas institucionales para que los empleadores tengan en cuenta las barreras para el acceso a la conferencia. Abogamos por acciones institucionales que garanticen el acceso igualitario y no discriminatorio a las oportunidades de participación en la conferencia.

Es importante que las instituciones reconozcan su papel como facilitadores que potencialmente pueden promover (y no restringir) la creación de espacios abiertos y diversos de producción de conocimiento, fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje y mantener altos estándares de excelencia en la investigación entre todos los miembros de la facultad.

Nidhi S Sabharwal es profesor asociado en el Centro de Investigación de Políticas en Educación Superior (CPRHE), Instituto Nacional de Planificación y Administración Educativa (NIEPA), Nueva Delhi, India; Emily F Henderson es profesora asociada en el departamento de estudios de educación de la Universidad de Warwick, Coventry, Reino Unido; Roma S Joseph es profesora asociada en Isabella Thoburn College, Lucknow, Uttar Pradesh, India. El estudio al que se hace referencia en este artículo sobre las desigualdades sociales en el acceso a las oportunidades de conferencias se publica aquí: Nidhi S Sabharwal, Emily F Henderson y Roma Smart Joseph (2020) «Exclusión social oculta en la academia india: género, casta y participación en la conferencia», Género y Educación , 32: 1, 27-42, DOI: 10 .1080 / 09540253 .2019 .1685657 .

Fuente:https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20200217091759282

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Gender Report 2019: Building bridges for gender equality

Author/Publisher: Global Education Monitoring Report/UNESCO
Language: English

Resumen: El 2019   Informe de género   se basa en un marco de monitoreo que, además de centrarse en la paridad de género en la participación educativa, el logro y el logro del aprendizaje, examina amplios contextos sociales y económicos (normas e instituciones de género) y características clave del sistema educativo (leyes y políticas, prácticas de enseñanza y aprendizaje) , entornos de aprendizaje y recursos). El marco explora la relación entre la educación y los resultados sociales y económicos seleccionados y se basa en una discusión sobre las intersecciones entre género, educación, migración y desplazamiento. Esbozando una variedad de enfoques adoptados para abordar áreas prioritarias en la educación de las niñas, el informe analiza el grado en que los planes del sector educativo en 20 países con una gran disparidad a expensas de las niñas prevén adoptar y ampliar dichos enfoques. Este análisis respalda una necesidad ampliamente reconocida de planificación del sector educativo con perspectiva de género


The 2019 Gender Report is based on a monitoring framework which, in addition to focusing on gender parity in education participation, attainment and learning achievement, examines broad social and economic contexts (gender norms and institutions) and key education system characteristics (laws and policies, teaching and learning practices, learning environments, and resources). The framework explores the relationship between education and selected social and economic outcomes and is informed by a discussion of intersections between gender, education, migration and displacement. Outlining a range of approaches taken to address priority areas in girls’ education, the report then analyses the extent to which education sector plans in 20 countries with wide disparity at girls’ expense envisage adopting and scaling up such approaches. This analysis supports a widely recognised need for gender-responsive education sector planning.

Download: PDF

Fuente: http://www.ungei.org/resources/index_6549.html

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Educación de calidad en el ODS 4: sus progresos van por países I

Por: Carmelo Marcén

Nuestra escuela, a un lado y otro del Atlántico, debe proporcionar una visión crítica del mundo, sujeto a múltiples interacciones entre ricos y pobres, presente y futuro. Los escolares de hoy, de cualquier país deberán utilizar criterios de lectura diferentes para entender el complejo y cambiante mundo que se les presenta.

Las escuelas de todo el mundo acogieron con expectación disimulada, dada la experiencia previa tan llena de olvidos, la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), esos que buscan que ninguna persona se quede atrás en el camino hacia una vida digna en relación amistosa con el medioambiente que es el planeta y sus moradores. Algunos actores del mundo educativo, de forma interesada las escuelas que desde Latinoamérica nos siguen, mirarían con más detalle lo que venía a decir el ODS. Núm. 4; en general suelen tener más carencias a la vez que esperanzas. Su mismo enunciado “Educación de calidad” ya dice algo, pero cada una de sus metas merece la lectura e interpretación reposada; diríamos que sacude un poco las adormecidas ilusiones de cambiar el paso errático del mundo a través de la educación. Los ODS están pensados para las personas; la educación también. Este axioma se olvida a menudo. La educación lo es cuando mejora el pensamiento y la vida de las personas, hoy y mañana, cerca y lejos; poca trascendencia adquiere para sí misma como no sea su cordura.

Ahora acaba de conocerse el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, publicado por la UNESCO. Se detiene de forma especial en cinco escenarios fundamentales para conocer qué debemos hacer en nuestro ámbito si queremos mantener la ilusión educativa global: acceso, equidad, aprendizaje, calidad y financiación. Convendría que los departamentos o ministerios de Educación y quienes tienen competencias para mejorar los derechos de la infancia y adolescencia en cada país se lo estudiasen con detalle y pusiesen en marcha lo que falta para conseguir en cada una de las metas del ODS 4. También los equipos directivos de nuestras escuelas, las comunidades escolares de un lado y otro del Atlántico, deberían llevar a cabo un análisis comparado de lo que en él se dice. De todas formas, por si el quehacer diario impide encontrar ahora mismo el tiempo de su consideración, nos permitimos hacer una breve interpretación de algunos aspectos básicos, que continuaremos en el siguiente artículo de esta ecoescuela abierta.

En estos momentos de efervescente opinión educativa, muchas veces contaminante, hay que ocuparse de lo interesante. Hay que hablar de los ODS en los cursos de formación permanente del profesorado, no estaría de más que se dialogase con sentido crítico y reflexión no limitada a lo personal sobre estas metas que acordó la ONU y firmaron muchos países. Pero no porque sea una moda sino porque es una urgente necesidad. Es aventurado decir que los ODS van a cambiar totalmente la vida de las personas en todo el mundo, pero hay que conservar la utopía que supone la satisfacción personal, en este caso del profesorado, por la lucha hacia la mejora social. En primer lugar, hay que tener una idea fundada y compartida, una perspectiva global, del estado de la educación en el mundo, de los progresos habidos en algunos países, de la posible incidencia en la sociedad del futuro, de la influencia en las economías locales y en las dinámicas políticas y sociales, de las repercusiones que puede tener en los movimientos sociales y las migraciones, de si se puede hacer algo para retener el desastre social que se nos anuncia, etc. Pero también, para analizar la situación en la Unión Europea y en España.

Empezamos por el acceso a la educación de calidad. La meta para 2030 decía que el 100 % de los niños y niñas del mundo debería superar el primer ciclo de educación secundaria. Hoy apenas llega al 72 %: lo cual sale de que alcance el 95 % en los países de ingresos altos y el 33 % en los de ingresos bajos. Tres curiosidades: en Guinea-Bissau el 13 %, en España el 87 %; en el mundo, alrededor de 1 de cada 60 niños, más probabilidades si son niñas, nunca irá a la escuela; casi todas-os viven en países de ingresos bajos.

Más cosas de las que hablar en relación con los ODS en su conjunto. Hay una máxima que se repite a menudo: no dejar a nadie atrás, en particular a las niñas y adolescentes. Digamos, de entrada, que se han producido avances, que lo dice el informe, pero también recalca lo mucho que queda por conseguir: “Aunque en la educación preescolar la paridad mujeres/hombres es casi de 1 hasta en los países con ingresos bajos, en el mundo solo dos de cada tres países han logrado la paridad de género en la educación primaria, uno de cada dos en el primer ciclo de secundaria y uno de cada cuatro en el segundo ciclo de secundaria”. Hay que señalar que en este tramo educativo se han dado progresiones importantes, entre 1990 y 2018, que merecen ser analizadas: en los países de ingresos altos la paridad era de 1,02 y ahora es 1; en los de ingresos medios altos (0,95 a 1,05); ingresos medios bajos (0,59 a 0,96); ingresos bajos (0,52 a 0,80). Por regiones, hay que destacar que el Asia central y Meridional ha pasado del 0,44 al 0,96.
Se puede analizar mucho más, como el hecho de ver el porcentaje de escolares en edad superior al curso que les correspondería (Indicador 4.1.6 de los ODS). O que las tasas de no escolarización están estancadas en muchos países de ingresos bajos (Indicador 4.1.5). Así, quienes por circunstancias diversas no están en el curso que les correspondería por su edad a escala mundial suponen el 8,2 % en primaria, el 15,6 % en primer ciclo de secundaria y el 35,25 % en el segundo ciclo de secundaria (datos de 2017). Una afirmación del informe para tener en cuenta: aunque la tasa de niños sin escolarizar se ha reducido en más de la mitad durante este período, su número apenas ha cambiado, especialmente en el África subsahariana; aumentaron mucho los nacimientos.

Otra afirmación que incluye el informe y puede estar detrás de muchas de las rémoras sociales, económicas y de todo tipo que sufren los habitantes de algunos países: “Los más pobres no tienen prácticamente ninguna oportunidad de recibir educación terciaria en los países de ingresos bajos y medianos” (Indicador 4.5.1. de los ODS).

¿Acaso alguien se opone a que se hable de esto en la comunidad educativa? ¿Por qué? Las escuelas no deberían encerrase en sí mismas; mucho menos las de los países con ingresos altos que disfrutan de privilegios lejanos a las de los países con ingresos bajos. Son unos convenientes espejos donde mirarse. Hay que saber cómo están las de fuera; ayuda a conocerse a sí mismas. Esto de las diferencias educativas por países o regiones del mundo también debería trabajarse de forma especial en algunas materias de los currículos de secundaria y bachillerato; para nosotros es mucho más importante que buena parte de lo que mandan los currículos. Nos preguntamos si no serían estos unos buenos temas de diálogo para el profesorado que quiere transitar hacia la Educación Ambiental o para la Sostenibilidad, o que tienen en marcha ya proyectos de este tipo.

A modo de conclusión, copia textual del informe: “Existen niveles inaceptables de desigualdad en la educación entre países y entre grupos dentro de un mismo país. Es indispensable contar con datos desglosados de alta calidad para formular estrategias apropiadas que permitan reducir estas desigualdades y, en última instancia, no dejar a nadie atrás en el empeño por alcanzar el ODS 4”. Nuestra escuela, a un lado y otro del Atlántico, debe proporcionar una visión crítica del mundo, sujeto a múltiples interacciones entre ricos y pobres, presente y futuro. Los escolares de hoy, de cualquier país deberán utilizar criterios de lectura diferentes para entender el complejo y cambiante mundo que se les presenta.

Y hasta ahora solamente hemos anotado cuatro cosas de lo que en el Informe se dice con respecto al acceso a la educación, que por lo que parece todavía no es un derecho humano universal. Hay mucho más en el Informe. No dejen de leerlo detenidamente.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/01/31/educacion-de-calidad-en-el-ods-4-sus-progresos-van-por-paises-i/

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Unesco Report: Making evaluation work for the achievement of SDG 4 target 5: equality and inclusion in Education

Colectividad autor: UNESCO [50174]
Código del documento: IOS/EVS/178
Recopilación: 56 pages
Idioma: inglés
Año de publicación: 2019
Tipo de documento: documento de programa o de reunión
ABSTRACTT:
The adoption of the Sustainable Development Goals (SDGs) and the Education 2030 Framework for Action has placed gender parity, equality and inclusion in education at the heart of the international development agenda and is specifically formulated in SDG 4 Target 5. Now, as never before, relevant and contextualised evidence, driven in part by robust evaluation data, is needed to track and strengthen progress on educational equity. To this end, a group of international organisations, led by UNESCO, have combined efforts to explore how their education evaluations can better support Member States to strengthen progress on gender parity, equality and inclusion in education.The following report synthesises evidence from publicly available independent evaluations from 13 organisations, highlighting evidence gaps and summarising ‘what works’ for whom and in what contexts for advancing gender equality and equity for vulnerable groups. The study also reports on responses to the synthesis from national stakeholders in five countries: Ghana, Guatemala, Lebanon, Nepal and Peru. The report culminates in a discussion and recommendations, which outline the need for greater coordination and collaboration in four key areas to further enhance the contribution of evaluations to global and country level progress on SDG 4 Target 5


Resumen: RESUMEN La adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Marco de Acción para la Educación 2030 ha colocado la paridad de género, la igualdad y la inclusión en la educación en el centro de la agenda internacional de desarrollo y se formula específicamente en el Objetivo 5 del ODS 4. Ahora, como nunca antes, se necesita evidencia relevante y contextualizada, impulsada en parte por datos de evaluación sólidos, para rastrear y fortalecer el progreso en equidad educativa. Con este fin, un grupo de organizaciones internacionales, lideradas por la UNESCO, han combinado esfuerzos para explorar cómo sus evaluaciones educativas pueden apoyar mejor a los Estados Miembros para fortalecer el progreso en la paridad de género, la igualdad y la inclusión en la educación. evaluaciones de 13 organizaciones, destacando lagunas de evidencia y resumiendo ‘qué funciona’ para quién y en qué contextos para avanzar en la igualdad y equidad de género para los grupos vulnerables. El estudio también informa sobre las respuestas a la síntesis de las partes interesadas nacionales en cinco países: Ghana, Guatemala, Líbano, Nepal y Perú. El informe culmina en una discusión y recomendaciones, que describen la necesidad de una mayor coordinación y colaboración en cuatro áreas clave para mejorar aún más la contribución de las evaluaciones al progreso a nivel mundial y nacional en el ODS 4 Meta 5
Descargar en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000370558?posInSet=1&queryId=818cd999-f1b0-4f8d-9be7-51c13a2bc0a4
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