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Entrevista a Jacques Rancière: La Nuit Debout es la transformación de una juventud de luto en una juventud en lucha»

Entrevista a Jacques Rancière: La Nuit Debout es la transformación de una juventud de luto en una juventud en lucha»

Francia / mayo 2016 /Autor: Europa constituyente./ Fuente: http://anarquiacoronada.blogspot.mx/

¿Cuál es su opinión sobre el momento/ movimiento Noche en Pie?

Primero digamos que mi punto de vista es estrictamente limitado: es el de un observador externo que simplemente reacciona a lo que para él representan los temas y las formas de este movimiento. A primera vista, uno puede captar en este movimiento una especie de versión francesa en miniatura del «movimiento de las plazas» que surgió en Madrid, Nueva York, Atenas o Estambul. Es un movimiento tolerado en el espacio que ocupa, más que invade. Pero comparte con estas ocupaciones la preocupación por devolver a la política su dimensión de subversión material efectiva de un orden dado de espacios y de tiempos. Ha costado que esta práctica llegase a Francia, donde toda la «política» se reduce hoy a la lucha de los competidores por la presidencia de la República. A la Noche en Pie le cuesta creer en sí misma y, a veces se asemeja a una «ocupación a medias». Pero sí que pertenece a aquellos movimientos que han llevado a cabo una conversión de la forma manifestación en la forma ocupación. En este caso, ello se ha traducido en el paso de una lucha contra determinadas disposiciones de la Reforma laboral en una oposición frontal a lo que algunos llaman «uberización» del mundo del trabajo, una resistencia contra esta tendencia, que querría suprimir todo control colectivo sobre las formas de vida colectiva.

Más allá de las medidas específicas de la ley El Khomry, es de hecho lo que está en juego. La Reforma laboral fue concebida como la culminación de todo un proceso de privatización del espacio público, de la política, de la vida… ¿El contrato de trabajo es algo que se negocia para cada individuo, lo que significa volver a la situación del siglo XIX, antes del nacimiento de las formas modernas  de lucha obrera, o bien defendemos una sociedad basada en control colectivo y la discusión colectiva tanto de la vida como del trabajo?

La Noche en Pie apareció en este contexto, como una reducción a escala francesa de algo singular que podría llamarse un deseo de comunidad. Conocimos una época en que nos encontrábamos en poderosas estructuras colectivas dentro de las cuales se reñían batallas, ya sea en la universidad o en la empresa. La lucha entonces oponía en un mismo lugar dos formas de hacer comunidad. Pero hemos llegado a final de una gran ofensiva, que algunos llaman neoliberal, y que yo llamaría más bien la ofensiva del capitalismo absoluto, que tiende a la privatización absoluta de todas las relaciones sociales y a la destrucción de los espacios públicos donde dos mundos se enfrentaban.

Contra esta privatización e individualización vimos nacer, y se sentía muy intensamente en «Occupy Wall Street», un deseo más bien abstracto de comunidad que ha encontrado para materializarse el último lugar disponible: la calle. La ocupación tenía antaño por lugar privilegiado la fábrica, en la  que la comunidad obrera afirma su poder sobre el lugar y el proceso en el que sufría el poder patronal, haciendo así de ese lugar privado un espacio público. En la actualidad, la ocupación se practica en las calles y plazas, que son los últimos espacios públicos en los que se puede estar en común; discutir y actuar en común.

En la Noche en Pie se invoca a menudo la Revolución Francesa, la Comuna o mayo del 68. ¿Qué opinas de esta movilización de la historia revolucionaria, que algunos consideran más paródica que real?

Los Amigos de la Comuna tienen su puesto en la Plaza de la República. ¿Significa esto que nos encontremos por ello en la continuidad de una gran tradición histórica? Debe quedar claro que la ofensiva del capitalismo absolutizado vino acompañada de una intensa contrarrevolución intelectual, de una ofensiva revisionista contra todas las formas de la tradición de izquierda, sea esta revolucionaria, comunista, anticolonialista o resistente. Esta contrarrevolución intelectual se ha esforzado por reducir a la nada o incluso criminalizar todos los aspectos de esa tradición. La Revolución de 1917 quedó reducida a los campos de concentración estalinianos, la Revolución Francesa al Terror, el anticolonialismo al inútil «sollozo del hombre blanco» y, por último, la Resistencia a los excesos de la purga. Ha habido un gran cancelación de todo un pasado, llevada a cabo por personas que, por otra parte, no cesan de gemir por la «transmisión» perdida.

Este deseo de volver a conectar con el pasado es, pues, importante, aunque pueda parecer formal y simbólico. Estos recuerdos de una historia de lucha y de contradicciones también pueden actuar como contrapeso frente al riesgo de disolución de la política en una especie de fraternidad «New Age», en un movimiento como el de Noche en Pie, que ya no se sitúa, como el de  Mayo del 68, sobre un trasfondo garantizado de creencia marxista en la lucha de clases y los conflictos obreros.

¿Cuál es su lectura de la exigencia tan horizontalista, sin representantes ni líderes, que defiende la Noche en Pie?

Hay que situar esta exigencia dentro de un contexto que es el del creciente horror que puede inspirar la política oficial: para el 15M en Madrid, el gran lema, dirigido a aquellos que estaban haciendo campaña electoral en aquel momento, fue: «No nos representan». Pero también corresponde a un descrédito de las vanguardias políticas revolucionarias que eran todavía muy fuertes en 1968. Las asambleas actuales reaccionan contra aquellas  asambleas que conocimos, en mayo del 68 y posteriormente, manipuladas por grupúsculos. Hay que entender este recordatorio de lo que puede significar la igualdad, incluso en sus formas más materiales. Pero más allá de eso, lo problemático es la ideología de consenso, que parte de la idea de que todo el mundo debe estar de acuerdo y la fetichización de la forma asamblea, que sería sólo el lugar donde todo el mundo debe poder hablar.

Esta es una preocupación compartida también por muchas personas que participan en el movimiento: una asamblea popular no debe ser sólo una asamblea en la que cada cual viene a expresar por turnos su  problema o su rebelión y a defender su causa militante predilecta. La Noche en Pie, al igual que todas las ocupaciones de este mismo tipo,  reúne por un lado individuos deseosos de volver a crear lo común, pero también esa multitud de militancias parciales, especializadas, que se han desarrollado en el mismo contexto de privatización de la vida pública y de rechazo de las «vanguardias». Es importante que se afirme el derecho de todas las voces, pero una asamblea debe poder decidir sobre algo  y no limitarse a proclamar que «todos somos iguales».

Una asamblea debe, pues, manifestarse mediante decisiones y luchas y no sólo con una figuración formal de la igualdad. No cabe duda de que es importante plasmarla espacialmente. En 1848, hubo una propuesta de asamblea en la que los representantes estaban abajo, y encima de ellos, miles de personas comunes para supervisarlos. El aspecto propiamente material de la política igualitaria es importante. Sin embargo, el actuar de la libertad y la igualdad no puede limitarse a tomar la forma de una asamblea en la que todo el mundo tiene su  libertad de palabra. La igualdad es un proceso de verificación, un proceso de invención, no es sólo una fotografía de la comunidad.

Sigue existiendo el problema de inventar acciones y consignas para que la igualdad se ponga en marcha.

Una asamblea igualitaria no es, pues, una asamblea de consenso, incluso si la idea de consenso está en el corazón de todos los movimientos que ocupan plazas. Recuerdo la conmoción que experimenté una vez cuando me invitaron a hablar en una universidad ocupada por los estudiantes en Amsterdam ante una gran pancarta que proclamaba: «Consensus. No leaders«. La lucha contra las jerarquías es una cosa, la ideología del consenso es otra. Desafiar a los líderes y la jerarquía, por supuesto, pero eso no quiere decir que todo el mundo esté de acuerdo y que solo se haga algo si todos están de acuerdo.

¿Quiere  decir esto que hay que redefinir lo que entendemos por democracia,  cuando se ha visto con el incidente de Finkielkraut que había división sobre el contenido de este término: consenso o conflicto?

El episodio Finkielkraut ha descalificado a la Noche en Pie en entornos en los que, de todos modos, ya estaba descalificada de antemano. ¿Qué hubiera pasado si Finkielkraut se hubiese marchado sin que nadie se fijara en él ? Joffrin, Onfray y otros, en lugar de denunciar el totalitarismo, se habrían burlado: «¡mirad a los terribles revolucionarios, que ni siquiera se han atrevido a desafiar a Finkielkraut! Todo esto no tiene mucha importancia. El problema está en otra parte.

La democracia significa que dentro mismo del pueblo democrático existan posiciones que estén en conflicto entre sí y no sólo la sucesión al micrófono de una persona que viene a hablar del marxismo, de otra que discurre sobre los derechos de los animales y de una tercera que recuerda la situación de los migrantes. Se necesitan  varios tipos de asambleas: asambleas donde cada uno pueda decir lo que quiera, ya que también puede surgir algo inesperado, pero sobre todo asambleas en las que uno de pregunte: «¿qué estamos haciendo aquí y qué es lo que queremos?». El problema de la democracia es llegar a constituir la voluntad de un pueblo. ¿Conforme a qué consignas se decide que se va a «hacer pueblo», que se puede construir un colectivo democrático?

Actualmente, se tiene la sensación de estar en una especie de espacio de subjetivación, pero sin que se instaure realmente una subjetivación colectiva. Esto supondría sin duda que existan en otro lugar fuertes movimientos sociales y, en particular, que todos los jóvenes que viven como al margen de la comunidad nacional constituyan a su vez colectivos para decir lo que quieren. En la década de 1980, hubo aquella Marcha por la igualdad en la que participaron jóvenes procedentes de la inmigración, que luego fue recuperada, manipulada, aniquilada, al igual que todas las energías engullidas por la mentira «socialista». Hoy es muy difícil volver a poner en marcha la igualdad. No tengo más imaginación que otros, pero creo que es ahí donde está el problema. A menudo seguimos teniendo la idea de que cuanto mayor es la opresión, más resistencia hay. Sin embargo, las formas de opresión que nos gobiernan no crean resistencia, sino desánimo, asco de uno mismo, la sensación de que uno es incapaz de hacer nada. Así que podemos decir que la Noche en Pie funciona en el vacío y vive de ilusiones, pero salir del desaliento sigue siendo fundamental.

¿Qué piensa usted de esta temática de escribir una constitución y preparar una asamblea constituyente?

El desinterés por las formas de de la vida pública institucional en nombre de un supuesto radicalismo revolucionario ha contribuido sin duda a la desmovilización de las energías. Es importante, por lo tanto, reiterar hasta que punto el estado en que nos encontramos es una consecuencia de la desastrosa Constitución de la V República y de la anestesia de toda vida política y de la podredumbre de los espíritus que ha producido a largo plazo. Un movimiento anti-V República, o anti-Presidencia es, por consiguiente, una necesidad. Y, del mismo modo, el recuerdo de algunas verdades provocadoras acerca de la democracia, como el sorteo y lo que este implica: la desprofesionalización de la vida política.

Sin embargo, por un lado, el llamamiento a la Asamblea Constituyente se acompaña a menudo de ideologías «ciudadanistas» de poco calado y de ideologías «republicanas» algo rígidas. Pero sobre todo no hay que imaginar que vamos a salir de la podredumbre oligárquica actual limitándonos a escribir una buena constitución. Redactar una constitución es importante cuando lo hacen personas a las que no se les pidió que lo hicieran, que no tienen «calidad» para hacerlo. Pero también esto es importante cuando se integra en un proceso de lucha donde las palabras no son recetas para la felicidad futura, sino armas del presente. Estaría bien, por ejemplo, que estas constituciones «redactadas por los ciudadanos» se enmarquen en procesos de lucha efectivos contra el orden constitucional vigente, que sirvan por ejemplo para «montar lío» en las famosas «grandes primarias democráticas». Las personas allí presentes denunciarían la negación de la democracia, pero ello daría lugar a una discusión sobre el propio significado de la palabra democracia que podría ser útil.

El fondo del problema es que hay que imaginar formas de vida política, que, a la vez, sean totalmente heterogéneas con respecto a esta vida política oficial totalmente confiscada por una clase de profesionales que se reproduce indefinidamente – una situación que ha alcanzado en Francia un nivel sin precedentes en Europa occidental – y que sean capaces, sin embargo, de enfrentarse a ella conforme a sus propias formas y su propia agenda.

¿Qué le parece el reproche de homogeneidad sociológica que se hace a  la Noche en Pie?

Inicialmente, mayo del 68 fue un movimiento de un pequeño grupo de estudiantes «pequeño burgueses». Y trajo consigo la dinámica de la huelga general que transformó al propio movimiento, con la convergencia en la Sorbona de múltiples formas de lucha que estallaban aquí y allá. Hay que recordar el papel de modelo que desempeñó para la propia ocupación de la Sorbona la huelga con ocupación y secuestro que llevaba desarrollándose durante varias semanas en el taller de Sud-Aviation en Nantes. La Noche en Pie llega después del juicio simbólico que condena a penas de prisión sin fianza por el mismo delito a trabajadores de Goodyear. Se presenta en un contexto de la deslocalización de empresas, de cierres de fábricas, de derrotas obreras y de criminalización de las formas de resistencia. No puede beneficiarse de la dinámica social que se conoció en mayo del 68. Claro que harían falta movimientos de tipo Noche en Pie o de otro tipo en todas partes y en especial en los barrios que se rebelaron en 2005.

Es fácil reprochar a la gente que está en la Plaza de la República que sean estudiantes de secundaria, jóvenes precarios o personas que no se representan más que a sí mismas. Pero es el estado general de lo que se llama política lo que hay que tener en cuenta aquí. En una Francia que se ha vuelto amorfa por la llamada ofensiva neoliberal, la superchería socialista y la intensa campaña intelectual contra toda la tradición social militante, uno no puede darse por satisfecho reduciendo la Noche en Pie al hecho de que este movimiento no representa gran cosa sociológicamente.

Para que este movimiento vaya más lejos, tendría que poder inventar consignas, que lo hagan estallar más allá de sí mismo. Puede que exista la posibilidad de aprovechar la situación preelectoral para crear no unas “primarias de la verdadera izquierda», sino una muy fuerte movilización contra el sistema presidencial. Cabría imaginar que ese movimiento no sólo condujese a las declaraciones en el sentido de que nunca más vamos a votar socialista, sino a algo así como un movimiento por la no-presidencia o por la supresión de la presidencia de la República.

¿Pueden permitir las Nuits Debout salir del clima plomizo posterior a los atentados de noviembre,  simbolizada por una plaza de la República reocupada por la palabra y la lucha, cuando se había convertido en un mausoleo?

No hay que pedirle demasiado a este movimiento. Es cierto, sin embargo, que una de sus características importantes es la transformación de una juventud de luto en una juventud en lucha, aunque esa transformación no es fácil. Cuando uno va a la Plaza de la República, vemos cómo muy lentamente alrededor de la estatua los símbolos de la lucha colectiva se superponen a las expresiones de dolor. Es difícil darle forma a esto debido a la contrarrevolución intelectual que logró separar a los jóvenes de toda una tradición de lucha social con un horizonte político. La característica de todos los movimientos de las plazas ha sido la dificultad de identificarse como portadores de una potencia de futuro y  de determinar subjetivaciones colectivas, identidades que hay que trabajar y transformar contra las identidades impuestas, como ha podido ser el caso de los colectivos de trabajadores o de los colectivos de mujeres.

Esto es aún más cierto en Francia, debido al clima ideológico plomizo creado por la contrarrevolución intelectual. En Grecia hay poderosos movimientos autónomos, que han creado espacios de vida, de saber o de cuidados. En España, en torno a la lucha contra los desahucios, ha convergido un grupo que ahora ocupa el Ayuntamiento de Barcelona. No existen en Francia movimientos ni formas de organización a esta escala, y el movimiento Noche en Pie está huérfano de las bases de lucha que han podido movilizarse en otros lados.

¿Incluso si persiste la impresión de que que con la Noche en Pie pasa algo que pone de manifiesto una potencia de invención que renueva ciertas formas de pensar de la izquierda radical?

No sabemos exactamente lo que tienen en la cabeza las personas que se mezclan entre sí en la Plaza de la República. Allí nos encontramos con un montón de cosas dispares. Pero es cierto que hay una exigencia democrática que se opone a la vieja cantinela de la «democracia formal» como mera apariencia que cubre la dominación económica burguesa. La exigencia de «democracia real ya» tiene el mérito de romper con la lógica de la denuncia que dice ser radical, pero en realidad produce una especie de quietismo, en última instancia reaccionario, del tipo: de todas formas, el capital es el causante de todo, y aquellas personas que se agitan en nombre de la democracia sólo enmascaran su dominación y fortalecen su ideología. Pero, obviamente, lo ganado se echa a perder si reducimos la democracia a la forma asamblea. La democracia es una cuestión de imaginación.

¿Es importante la circulación de la palabra, la escritura, las historias en las Nuits Debout?

En realidad, hay una gran cantidad de palabras que circulan, aunque no siempre son de una riqueza inolvidable. Hay gente que viene a leer sus poemas, pero no suele ser una poesía que impacte por su novedad. Al mismo tiempo, vemos personas que nunca han hablado y que se atreven a hablar en este lugar y por eso esto es importante, incluso si por lo que podemos comprender de ella, esa circulación de la palabra es menos rica de la que percibimos en mayo del 68. Por un lado, la forma asamblea permite que venga más gente a contar su historia. Por otro lado, parece que estamos por debajo del florecimiento de consignas y de imágenes múltiples que, en muchas manifestaciones recientes, había sustituido a las pancartas unitarias de antaño. Más profundamente, se trata de que el deseo de una comunidad igualitaria no ponga freno a la potencia de invención igualitaria.

Los promotores de la Noche en Pie quieren converger con los sindicatos para el 1 de mayo ¿Cómo ve usted esa propuesta? 

La «Convergencia de las luchas» parece una versión del sueño de mayo del 68, la unión entre los estudiantes y los trabajadores. En aquel momento esto se materializó en cortejos estudiantiles en dirección de Billancourt. Billancourt hoy está arrasado y la Sorbona es un lugar donde solo se entra con una tarjeta. Se debatió así en el pequeño espacio que separa la Plaza de la República de la Bolsa del Trabajo, sobre la preparación de las manifestaciones del 1 de mayo. En cualquier caso, la cuestión de la convergencia de las luchas depende de la cuestión de la naturaleza de estas luchas

Fuente: http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2016/05/la-nuit-debout-es-la-transformacion-de.html

Fuente de la imagen: https://1.bp.blogspot.com/-m23JLSiFAmU/Vye7TIQdZeI/AAAAAAAALM0/PLG7N5qAbuc4uXs6KsFCVh3fMt0E9LhSQCLcB/s1600/le-monde-ok-680×365.jpg

Traducción del francés de Juan Domingo Sánchez Estop.

Socializado por: Carlos A. Bracho León

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Confluyendo que es gerundio

Colectivo Puente Madera

01 Mayo 2016

La desigualdad sigue aumentando en España. En Europa, a este ritmo solamente nos gana Letonia, pero ganamos a todos los demás. Lo dice el coeficiente de Gini y lo puede decir cualquier ciudadano o ciudadana con un mínimo de sensibilidad y con los ojos y oídos abiertos. Hay nuevas elecciones y las expectativas que salieron de las anteriores, se han visto enterradas. ¿Vamos a seguir permitiendo que la desigualdad y los latrocinios sigan campando a sus anchas? El bipartidismo sigue ahí. Y afrontarlo y abrir una brecha no es fácil. Y no es lo mismo enfrentarte a él llegando con más votos y escaños que el otro, que ejercer de menos votado, donde si tragas con el PSOE eres un vendido al peor capitalismo, y si no tragas eres un vil que permites el gobierno de la desvergüenza del PP. En IU lo saben bien y en Podemos lo han aprendido rapidito.

Ahora toca volver a reparar en que el pasado 20-D la falta de confluencia global de las fuerzas a la izquierda del PSOE, impidió ser la segunda fuerza más votada y tener 13 escaños más. Incluso quitando el voto refractario que seguro habría.

Y ahora se generan dos planos: el de la calle, el de los millones de personas que esperan un verdadero cambio, y otro, el de quienes han vivido más de cerca y con intensidad las relaciones de las fuerzas a unir. En la calle, en la mayoría de la gente, la cosa parece clara: que se haga lo necesario para que la cleptocracia desaparezca. Hay quienes siguen disfrutando con que les roben, pero son minoría, aunque eso sí, viajan muy unidos.

Ahora falta que en el otro plano, el de quienes tienen responsabilidad, participan o se toman la molestia de opinar, seamos capaces de poner empeño en lo que nos une y no andar hurgando en lo que nos separa. Poner en valor lo que de bueno, y mucho, tienen muchas formaciones a la izquierda del PSOE.

Una campaña está hecha para evidenciar las diferencias…hay que cambiar el chip, buscar las cosas que nos unen. Cada cual suma sus cosas buenas y seguirá dejando para sí sus cosas menos buenas, sean estas materiales o de actitudes. La lista de agravios es larga y lacerante, pero se acaba manifestando como una prueba de si nos interesa más el ego o lo que la gente nos pide a gritos.

Sí. Cambiar el chip. Confluir desde el respeto, no de cualquier manera que haga saltar chispas en el momento más inoportuno. Las identidades son las que son y no hay por qué perderlas. Se puede y se debe elaborar un programa de consenso que será una bendición para la sociedad. Habrá que aprender a renunciar hacia dentro y a compartir hacia fuera… No es fácil, pero el momento tampoco lo es, y sí histórico. Se requieren medidas de peso y valientes. Como recuerda Pascual Serrano en un interesante artículo, Izquierda Unida se ha presentado a las elecciones europeas en coalición con partidos que luego en Europa tienen grupo diferente. Sin embargo, ahora se encuentran en el mismo grupo europeo que Podemos, y trabajando hombro con hombro a pesar de que fueron en listas distintas.

Igualmente, candidatos y candidatas de confluencia hay. Gente buena y preparada, muy bien considerada por ambas formaciones la hay. Tampoco eso debe ser un obstáculo para consensuar.

Sólo basta ver cómo están reaccionando el resto de fuerzas del bipartidismo o la derecha a esta posible unión: no les gusta a ninguna. Ni un pelo.

Es el momento de acabar con esta pseudodemocracia, es el momento de establecer ¡al fin! una ley justa que haga que el voto de cualquier ciudadana o ciudadano valga igual, el momento de ir acabando con las desigualdades. Pero eso, sólo será posible si nos ponemos a ello…

Fuente: http://colectivopuentemadera.blogspot.com/

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En España: Movimientos sociales y ayuntamientos se reúnen para impulsar la Red de Ciudades Libres de Mordazas

6Mayo2016/TerceraInformacion

Esta acción se enmarca dentro de la iniciativa «Red de ciudades libres de mordaza” cuyo objetivo es creer una solida colaboración entre los diferentes municipios que han presentado y aprobado la moción contra las «Leyes Mordaza», en busca de un apoyo mutuo en la defensa y protección de los derechos fundamentales.
En el evento, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, participarán organizaciones sociales como Defender a Quien Defiende, el Instituto Internacional por la Acción NoViolenta (Novact), SOS Racisme, la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca, Centre per la Defensa dels Drets Humans (Irídia), Institut de Drets Humans de Catalunya (IDHC) y medios de comunicación como Eldiario.es (mediante la Fundación Periodisme Plural, que edita la edición catalana Catalunya Plural), quienes denunciarán cómo la aplicación de esta norma está vulnerando derechos fundamentales como la libertad de expresión, reunión e información.
Al acto asistirán representantes de distintos municipios del territorio, con Maribel Martinez del ayuntamiento de Zaragoza, Cristina Pontón García concejala del ayuntamiento de Oviedo, Eloy Bermejo Malumbres concejal del ayuntamiento de Alfaro (La Rioja) así como Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y Jaume Asens, teniente alcalde de Barcelona, quienes han presentado mociones contra estas leyes y han aprovechado este paso para modificar ordenanzas municipales que limitan el uso del espacio público. Participarán también los representantes de otros municipios como el de Madrid o Cenicero que, aunque no están dentro la Red de Ciudades Libres de Mordazas, acudirán al acto para mostrar su postura a este respecto.A corto plazo, el objetivo de la Campaña Ciudades Libres de Mordazas es presionar al partido en el gobierno para que derogue de forma inmediata las Leyes Mordaza.
A medio plazo, lo que se pretende conseguir con esta iniciativa es un compromiso firme por parte de las instituciones para la creación de una legislación sobre Seguridad Ciudadana y Código Penal, que garantice el libre ejercicio de los derechos y libertades respetando los principios de proporcionalidad e idoneidad, contando para ello con la participación de todos los actores implicados.
Aun conociendo que la Seguridad Ciudadana es competencia casi exclusiva de la Administración General del Estado y de la Policía Nacional Autonómica, la Plataforma No Somos Delito considera que desde los municipios es posible hacer un trabajo común para la redacción de ordenanzas municipales y órdenes internas que garanticen el libre ejercicio de las libertades civiles.En esta línea, esta previsto que los representantes de los distintos municipios se reúnan durante la tarde para estudiar medidas conjuntas en contra de estas Leyes, además de reflexionar sobre las normativas locales que regulan el espacio público.
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article102833
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El AVA-FLEGT, los REDD y el derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas

Sambo Creek, 6 de mayo de 2016./ Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH

El programa de la Unión Europea conocido como Acuerdo Voluntario de Asociación o AVA, el que forma parte Plan de Acción de la Unión Europea para la Aplicación de Leyes, Gobernanza y Comercio Forestal (FLEGT, por sus siglas en inglés), efectúo su quinta ronda de negociaciones a finales del mes de abril en la ciudad de Tegucigalpa.

El objetivo del AVA_FLEGT es supuestamente asegurar la legalidad de la madera que es obtenida y posteriormente comercializada en el país. En el caso de Honduras los AVA-FLEGT se encuentran atado al programa de Reducción de Emisiones causadas Deforestación del Bosque y Degradación (REDD por sus siglas en inglés). Según la Unión europea (UE) “los REDD+ puede apoyar a FLEGT al proporcionar un incentivo para la conservación, el uso sostenible y la restauración de bosques. REDD+ puede también impulsar: La mejoría de la gobernanza del uso de la tierra; la clarificación de la tenencia de la tierra; la mejora de la capacidad técnica y crear salvaguardas sociales y ambientales en el sector forestal; y, la disposición de fuentes de financiación adicionales”.

Sin embargo los proyectos REDD en diversas partes del muerdo han causado severas violaciones a los derechos humanos, llegando a suscitar desalojos de pueblos indígenas como viene aconteciendo en Kenia con el pueblo Sengwer habitantes ancestrales de las montañas Embobut. Además abundan ejemplos de situaciones que van en detrimento de los indígenas, como sucede entre otros los casos del Proyecto de Carbono Forestal Surui (BRASIL), el Programa Socio Bosque (Ecuador), los REDD en el territorio Bribri (Costa Rica), el Proyecto de Carbono Forestal Scolel’Te en Chiapas (México).

En Honduras, existe una perpetua violación a los derechos humanos de los pueblos indígenas, los que padecemos un constante asedio por parte de políticos, militares y empresarios, además del crimen organizado que controla vastas zonas del país.

Una de las mayores debilidades es la Ley de Propiedad vigente, la cual en su Capítulo III, artículo 100, permite la eliminación de la propiedad comunitaria, dando lugar a la destrucción de los títulos comunitarios existentes. El programa de Administración de Tierras (PATH) del Banco Mundial además de ser el creador de la cuestionada ley de Propiedad, emite los títulos que se vienen otorgando una enorme fanfarria a los pueblos indígenas. Cabe señalar que tanto el PATH como el Instituto de la Propiedad (IP), se han involucrados en cientos de anomalías, las que han conllevado a la militarización de las oficinas del IP en varias ciudades de Honduras. Incluso circula información sobre el posible hacheo de la base de datos del IP, efectuada por funcionarios adscritos tanto de la administración Lobo como la del actual presidente.

Para la OFRANEH es un imperativo que se logre crear las condiciones de un estado de ley en el país, el que a partir del golpe de estado del año 2009, zozobró en detrimento de la mayoría del pueblo hondureño. La aprobación de un sinnúmero de leyes y decretos inconsulto colocan en riesgo la sobrevivencia de nuestros pueblos como culturas diferenciadas. Nuestra organización en el año 2006, acudió al Panel de inspección del Banco Mundial, en relación a la violación del Derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada. El Panel de Inspección señaló que efectivamente el estado de Honduras violó el Convenio 169 de la OIT.

Tanto el Programa REDD como el AVA-FLEGT quizás puedan tener como resultado probables violaciones a los derechos humanos, dada las condiciones de república bananera existentes en Honduras, y la ausencia de un verdadero estado de derecho. Ante las circunstancias por las que atraviesa el país, es muy probable que se convierta en mecanismos de despojo los programas auspicios por la UE, el Banco Mundial y Naciones Unidas.

El reciente asesinato de Berta Cáceres es una prueba irrefutable de la trágica situación por la que atravesamos los pueblos indígenas, a excepción de aquellos “líderes” que se vienen plegando a la dictadura civil implantada en el país. Ciertamente el estado de Honduras especialmente a partir del golpe de estado, ha venido imponiendo proyectos en los que distorsiona la consulta previa, auspicia la división y pretende convertir simples procesos de socialización en consultas. Uno de los casos más vergonzoso fue la entrega la plataforma marítima de la MIskitia a la compañía Bristish Gas.

Para la OFRANEH la actitud asumida por el Ministerio del Ambiente de distorsionar la consulta previa y suplantar las organizaciones de base existentes con oenegés de cartón, forma parte de un proceso de despojo territorial destinado a explotar nuestros bienes comunes. La visión mercantilista insertada en el Programa REDD, tiende a suscitar divisiones dentro de las comunidades, las que han cuidado históricamente del bosque y el mar.

El pasado 30 de marzo, el Observatorio de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de Honduras (ODHPINH) introdujo al Congreso Nacional a través del diputado Rafael Alegría, un anteproyecto de la Ley Consulta Previa Libre e Informada, y así de esta forma apegarse  a la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en relación al caso de la comunidad Garífuna de Triunfo de la Cruz versus el Estado de Honduras.

Cabe señalar que recientemente se conformó el Comité de Salvaguardas de los REDD, sin la presencia de los pueblos indígenas, siendo esta situación un pésimo augurio sobre el futuro de los proyecto AVA FEGT REDD.

 

Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/177261

Fuente de la imagen: http://www.miambiente.gob.hn/sites/default/files/noticias/ministro%20Galdames%205ta%20Ronda%20Ava%20flegt.jpg

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Jóvenes y participación: ¿Cómo articular lo nuevo con lo tradicional?

Las encuestas tanto de las Ciudades Cómo Vamos como aquellas realizadas por el DANE en temas de cultura política, parecieran indicar que la gente no participa. ¿Pero es esto totalmente cierto en el caso de los jóvenes?

 

Las encuestas tanto de las Ciudades Cómo Vamos como aquellas realizadas por el DANE en temas de cultura política, parecieran indicar que la gente no participa. Las respuestas que se observan tienden a mostrar que en general las personas no pertenecen a organizaciones de ningún tipo, además de que no conoce y, por consiguiente, no utilizan los espacios formales de participación ciudadana. ¿Pero es esto totalmente cierto en el caso de los jóvenes?

Esta realidad, sumada a lo que observamos día a día en nuestras iniciativas, nos llevó a preguntarnos qué estaba pasando realmente con la participación de los jóvenes, a quienes vemos activos a través de otros espacios de diálogo y expresión, como las redes sociales o los colectivos ciudadanos, que no son reconocidos como lugares formales de participación.

En el marco de la Semana Internacional de la Sociedad Civil, que se llevó a cabo del 25 al 26 de abril en Bogotá, organizamos un foro que nos permitió iniciar un diálogo con diferentes actores del sector público, jóvenes activos y ONGs que trabajan con movimientos sociales; con el propósito de entender mejor cómo podemos comprender la participación de los jóvenes hoy, y así, cómo podemos articularnos en todos los niveles necesarios.

Para comenzar, este foro nos permitió derribar el gran mito de que los jóvenes no participan en política y, por el contrario entender que si son extremadamente activos y participativos, sólo que a su propia manera y a través de sus propias dinámicas.  La excesiva burocracia y la desconfianza en las instituciones han hecho que los jóvenes migren hacia nuevas formas de participación ciudadana, que aún estamos en proceso de reconocer y de comprender.

Como planteó durante el foro el Director Ejecutivo de Action Aid International, Adriano Campolina, los grandes cambios que se están observando en el mundo no vienen sólo de movilizarse en espacios formales, de asistir a reuniones oficiales, sino de movilizarse masivamente y de lograr poner temas en la agenda pública de forma que no lo puedan ignorar los tomadores de decisiones. Es por esto que alrededor del mundo han surgido nuevos movimientos sociales y nuevas formas de movilizarse que son totalmente fragmentadas, no responden a estructuras jerárquicas de pertenencia y no necesitan la participación presencial para ser reconocidas, porque se conectan a través de herramientas tecnológicas que les permiten movilizar un mayor número de personas en un territorio más amplio y con una comunicación más disruptiva.

Estas nuevas formas de participación son manifestación de una nueva generación de jóvenes que está cansada tanto de la crítica pasiva como de las manifestaciones violentas, y que por lo tanto, quiere asumir una mayor corresponsabilidad con lo que pasa en su entorno e involucrarse como ciudadanos activos. Las cuatro experiencias de jóvenes que se presentaron en el foro, , , y ; nos demostraron que a pesar de ser espacios que se salen de lo “formal y tradicional”, tienen una visión y unas dinámicas muy claras para trabajar por su agenda y sus prioridades, apalancándose en nuevas formas de comunicación tanto presenciales como virtuales, para promover y lograr cambios concretos tanto de pequeña como de gran escala.

«Estas nuevas formas de participación son manifestación de una nueva generación de jóvenes que está cansada tanto de la crítica pasiva como de las manifestaciones violentas.»

Surgen entonces de estas nuevas formas de movilización, de organización y de comunicación grandes desafíos. Uno de esos es cómo unimos el activismo online, los colectivos ciudadanos y la movilización informal con los espacios presenciales y con los movimientos más tradicionales, para lograr mover en común los temas que realmente afectan y preocupan a la sociedad. Juan Carlos Reyes, Director de, reconoció durante el evento que para el gobierno y para las instituciones formales ha sido un desafío precisamente entender cómo articular y cómo recoger e invitar a esas voces a establecer un diálogo con lo formal, sin pretender cambiarlos para que dejen de lado sus dinámicas.

Otro gran desafío al que nos enfrentamos es encontrar, desde las ONGs, fundaciones  e instituciones del sector público, nuevos espacios para comunicarnos con esas formas de movilización y de organización para apoyarnos mutuamente en las agendas. No debemos intentar “imponer” una agenda en estas nuevas formas participación de los jóvenes, sino que nuestro trabajo debe ser acompañar y fortalecer sus capacidades y su acceso a información de calidad, con datos reales, con análisis concretos de la situación y los territorios para tomar decisiones acertadas, y así, potenciar un mayor impacto.

*Este artículo fue elaborado con la colaboración de Camila Ronderos, Gerente de Educación Orientada a la Ciudadanía y miembro del equipo técnico de profesionales de la Fundación Corona.
 

Fuente del articulo: http://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educaci-n/historia/j-venes-y-participaci-n-c-mo-articular-lo-nuevo-con-lo

Fuente de la immagen: https://i.ytimg.com/vi/-WLXOOmst7k/maxresdefault.jpg

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En Ceuta España: La Dirección Provincial formará a los docentes sobre el aprendizaje «ayudando a los demás»

Impulsado por la Dirección Provincial, el Campus Universitario acogerá los días 18 y 19 de mayo unas Jornadas sobre Aprendizaje-Servicio que se desarrollarán en horario vespertino

Ceuta/ 2 Mayo/ Ceuta al dia

La Unidad de Programas Educativos (UPE) de la Dirección Provincial ha programado para los días 18 y 19 de mayo en el Salón de Grados del Campus Universitario unas Jornadas sobre ‘Aprendizaje-Servicio (ApS)’, «una nueva metodología para el trabajo educativo», que se desarrollarán en horario de 16.30 a 20.30 horas. La inscripción está abierta desde el jueves para todo el profesorado y puede realizarse a través de Internet.

El ponente de esta actividad es Pedro Uruñuela, que ha sido Catedrático de Bachillerato, Inspector de Educación y Subdirector General de la Alta Inspección del MECD entre 2004 y 2008. Ha impartido numerosos cursos y conferencias sobre dirección y organización escolar y, sobre todo, convivencia escolar y Educación para la Ciudadanía. Jubilado en la actualidad, es miembro honorífico de la Asociación Convivencia en la escuela (CONVIVES) y forma parte de la junta directiva de la asociación sin ánimo de lucro Red Española de Aprendizaje–Servicio (REDAPS).

Según ha explicado la UPE este lunes en un comunicado, el Aprendizaje-Servicio (ApS) consiste en «aprender haciendo un servicio a la comunidad, en aprender ayudando a los demás». Se trata de «una propuesta educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado».

«Si se analizan las experiencias de trabajo de esta metodología de ApS, vemos que se trata de una potente herramienta educativa que incide sobre la motivación e interés del alumnado, dando sentido a lo que están estudiando y, a la vez, es una herramienta social muy importante que abre el centro escolar a su entorno, le pone en relación con las organizaciones e instituciones que trabajan en el mismo y contribuye a educar a los alumnos y alumnas como ciudadanos que asumen compromisos con su comunidad», ha ampliado.

Tres son los elementos clave en esta metodología: en primer lugar, la identificación de las necesidades sociales del entorno y la necesidad de dar una respuesta a las mismas, junto con las personas e instituciones que ya trabajan en ellas. En segundo lugar, la elección de una acción de servicio concreto, relacionado con esa necesidad detectada, formulando claramente sus características, objetivos y forma de realización. Por último, la identificación de los aprendizajes que se pretenden llevar a cabo, tanto los vinculados con el curriculum formal como los relativos a los valores de convivencia y a las competencias personales e interpersonales necesarias para la vida.

Son «muchos» los campos de actuación en los que puede plantearse un proyecto de ApS, tantos como necesidades humanas y sociales hay en nuestro entorno. Desde esta metodología se considera que nuestros niños y jóvenes son ya ciudadanos capaces de provocar cambios en su entorno y que, a través del ApS, «van a aprender más y mejor tanto los contenidos del programa como las competencias personales e interpersonales necesarias para la vida, ya que van a encontrar sentido a todo lo que hacen y trabajan». En definitiva, el ApS «es un planteamiento educativo integral, que no se limita sólo a la instrucción, sino que busca el desarrollo de personas solidarias y comprometidas».

«Si la educación no sirve para formar y desarrollar otro tipo de persona que, además de adquirir un buen curriculum académico, desarrolle una forma de ser y actuar solidaria y comprometida, ¿para qué sirve entonces la educación?», ha reflexionado la UPE.

Fuente: http://www.ceutaldia.com/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=112394

Fuente de la imagen: http://3.bp.blogspot.com/-Cf3-WH3XWgU/Up373d9OWrI/AAAAAAAAAE0/qE9ZHTeNBFM/s1600/que-es-aprendizaje-servicio.png

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Mareas cívicas y educación pública

El agrandamiento de las brechas sociales de las últimas décadas tiene ahora, de la mano de los nuevos movimientos sociales, una histórica oportunidad para tratar de mermarlas. El 24-M, que marca la llegada al poder municipal y autonómico de las mareas ciudadanas, acarrea una gran bocanada de optimismo para el fortalecimiento de la educación pública. Es una oportunidad para repensar las finalidades y modos de apoyo de la ciudadanía a las instituciones escolares públicas.

Urge reforzar la filosofía de las ciudades educadoras e implicar a la ciudadanía en esta obligación de coeducarnos de una manera más activa, reflexiva y crítica. Una ciudadanía dispuesta a responsabilizarse de la educación de los miembros de su comunidad, sean o no sus hijos o sus familiares, es una maravillosa fuente de recursos para cooperar con el profesorado y el alumnado. Las mareas son una poderosa vía para inplementar políticas eficientes dirigidas a hacer frente a la inequidad en los accesos a recursos y programas culturales: museos, bibliotecas, salas de conciertos, polideportivos, parques y programas de actividades extraescolares… que reciben dinero público. Necesitamos coordinar de manera más eficiente los recursos disponibles en la comunidad; vertebrar todas las redes culturales dedicadas a educar y divulgar el conocimiento. Planificar sus programas en equipo con los centros escolares ayudará a sacarles mejor partido.

Son vitales políticas de redistribución de fondos económicos y de acceso a recursos de la comunidad destinadas a los centros públicos que atienden a poblaciones más necesitadas y, que en su interior, manifiestan mayor diversidad de estudiantes. En este sentido, son los ayuntamientos quienes más pueden contribuir a hacer realidad el acceso y derecho a una educación infantil 0-6 de calidad, una etapa injustamente descuidada por los poderes públicos.

Como dijo John Dewey, el fin de la educación es participar en la corrección de los privilegios y de las privaciones injustas, no perpetuarlas.

Imagen:

Mario Gonzalez Chavajay – “Camino a la Escuela” (2004)

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