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La voz de los niños por la paz en Siria

Siria/30 de Enero de 2017/Cadena Ser

Inés, una niña de 11 años, ha creado un himno contra la guerra que se cantará en más de 450 colegios castellanos leoneses el próximo 30 de enero, ‘Día escolar de la no violencia y la Paz’.

Un nutrido grupo de profesores y maestros de música de Castilla-León se unieron hace unos meses para llevar a cabo la iniciativa #YoSoyDeMúsica. Se trata de un proyecto para compartir recursos e ideas y para coordinarse y estar al tanto de todas las ideas que nacían en los colegios hicieron lo que casi todo el mundo hace, crear un grupo de WhatsApp. En una de esas conversaciones se compartió la idea de una alumna de sexto de Primaria del Colegio Kantica Arroyo, de Arroyo de la Encomienda, en Valladolid. Su idea, crear una canción en favor de los refugiados de Siria usando la melodía de Como te atreves a volver, del grupo colombiano Morat. Inés, la alumna que ingenió el proyecto, y Diego Gutiérrez, su profesor de música, han explicado en La Ventana como surgió y se desarrolló la transformación de la nueva letra de la canción.

La canción, que está siendo un exitazo, se cantará en el Día escolar de la no violencia y la Paz, que se celebra cada año el 30 de enero, en numerosos colegios de la comunidad castellano-leonesa. Se empezó a pasar por grupos por internet, por grupos de WhatsApp y a día de hoy se ha extendido a más de 450 centros, entre ellos algunos de otras comunidades y otras partes del mundo como Italia o Túnez.

«Juntar a muchos niños para que canten por Siria es muy emocionante», ha reconocido Inés, que decidió que el éxito de Morat era el mejor tema para versionar porque todos lo conocían. La pequeña, que supo lo que está pasando en Siria viendo el Telediario en casa con su familia, tardó poco en materializar la idea: «Tardamos en hacer la letra de un jueves a un domingo».

Gutiérrez, que ayudó a Inés a encajar la letra en la melodía del grupo colombiano, ha señalado que aunque nos parece que los niños no se enteran de las cosas de los adultos, se enteran más de lo que podemos pensar:  «En una sociedad en la que vivimos conectados a través de internet, la radio y la televisión es inevitable que se empapen de las realidades que nos rodean, aunque pasen a miles de kilómetros».

El objetivo ahora, ha explicado Gutiérrez, es crear un vídeo común con imágenes de todos los centros que participan en la iniciativa para difundirlo a través del blog que han creado conjuntamente: «En todos los colegios que participan se van a grabar vídeos y se van a hacer fotografías para hacer un vídeo y subirlo en el blogcylcantaporsiria.blogspot.com.es«.

 

Fuente: http://cadenaser.com/programa/2017/01/27/la_ventana/1485533297_771463.html

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S.O.S. por la comunicación para la emancipación

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Los Medios de Comunicación deben ser garantes de la Paz y de los Derechos Humanos.

Nada debería ser más importante en la agenda de la comunicación emancipadora, que el conjunto de las luchas sociales que se despliega por el mundo a estas horas. Eso incluye la lucha por los significados y la lucha por enraizar las praxis más avanzadas como nuevas fuentes culturales y transformadoras. En un mundo donde reina la industria de la guerra, las industrias el espectáculo y el crimen organizado… la Paz y los Derechos Humanos no pueden ser paraísos de anfibologías, ambigüedades ni dobles raseros. “Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza” decía Bolívar.

No queremos la Paz de los sepulcros ni los Derechos Humanos bajo las bayonetas. No queremos parafernalias filantrópicas ni hipocresía de propagandas “pacifistas”. No queremos recitales de plañideras. No queremos una Paz hueca, amorfa ni acomodaticia. Paz no significa inacción. No queremos treguas camaleónicas disfrazadas de Paz ni queremos Derechos Humanos individualistas, de pose, de moda o a espaldas de la realidad que margina, excluye, persigue, explota y humilla a la clase trabajadora en todo el mundo. No queremos Paz ni Derechos Humanos secuestrados por la palabrería de burócratas o de sus cómplices serviles al neoliberalismo.

En un mundo en el que el capitalismo financia sin control “películas de guerra”, series televisivas empapadas con sangre y crueldad, noticieros ideologizados por la lógica del miedo y el terrorismo de mercado.. en un mundo plagado con pantallas donde desfilan -sin control- asesinatos y humillaciones contra los seres humanos… la Paz no tiene lugar verdadero si no se lo gana como producto de las luchas sociales que emergen de los pueblos y van hacia los pueblos. No queremos “medios de comunicación” tributarios del estereotipo ideológico que tienen como proyecto de masas imponernos, sin salidas, la idea de una realidad ensangrentada por siempre. No se olvida Hiroshima o Nagasaki, no se olvida Vietnam, no se olvida el “Plan Cóndor”, no se olvida el Apartheid, no se olvidan “Las Torres Gemelas”, no se olvidan las crisis humanitarias producto de hambrunas, plagas y genocidios. No se olvida, no debe olvidarse.

Tiene razón Ana Jaramillo en insistir siempre sobre la necesidad de trabajar en el significado, en el contenido de los conceptos de Paz y Derechos Humanos. Tiene razón porque en su nombre se han cometido las peores canalladas y porque en nombre de la Humanidad y de la Paz, proliferan horrores antihumanos y apocalípticos. Han ensayado silogismos de todo tipo los “tratadistas” sobre la Paz y los Derechos Humanos pero los resultados, lo concreto, la praxis… están muy lejos de haber resuelto el problema. Visto lo visto, el primer paso hacia la Paz debería ser desarmar todo lo que ataca a los pueblos con todo tipo de armas, es decir, las armas convencionales, las no convencionales… y las armas de guerra ideológica: universidades mercantilizadas, monopolios mass media, iglesias alienantes y antivalores oligarcas.

Debería madurar, globalmente, una corriente Ética para la comunicación emancipadora, capaz de convertir en agenda prioritaria lucha de los pueblos por la Paz y por los Derechos Humanos. Definir y construir la Paz sin entelequias y sin cursilerías. No toda lucha anti-guerra es sinónimo de Paz. Si la Paz implica desarmar a los pueblos (sin tocar los arsenales de la oligarquía) o negarles su derecho a “la crítica de las armas”; estamos condenándonos a repetir errores terribles. Lo que necesitamos es una lucha verdadera contra la industria de la guerra. La Paz por la Paz misma es un callejón sin salidas en el que los pueblos avanzan hacia un encierro ideológico con consecuencias objetivas monstruosas.

Deberíamos consolidar una movilización comunicacional -teórico-práctica- contra el negocio de la guerra (sea del tipo que sea) entender su naturaleza, sus características, sus ofensivas objetivas y subjetivas. Las guerras son el comercio por otros medios. Deberíamos consolidar una corriente crítica y científica para frenar el agobio, con todo género de violencias, que se despliegan en contra de los seres humanos. Es fundamental la acción comunicacional desplegada con un programa ético de nuevo género por esa Paz que sólo tiene sentido si aporta tiempo, espacio y condiciones concretas para protegernos de los juegos de palabras y los espejismos. Nada debe distraernos una agenda ética hacia la Paz verdadera sin el gran circo del sentimentalismo pacifista que la burguesía despliega en sus escenarios mediáticos. Deberíamos luchar contra lo que silencia a los pueblos y anestesia su capacidad crítica.

Nos urge una corriente comunicacional ética y científica para conquistar la Paz que la humanidad anhela y ese anhelo de Paz debe ser realizado por los pueblos y no por sus enemigos. Corriente ética para integrarnos a toda iniciativa de Paz, ir a todo movimiento de masas a favor de la Paz para defender y apoyar el camino con acciones revolucionarias. Porque el problema no es la Paz, el problema sigue siendo la industria de la guerra desplegada para seguir adueñándose de los recursos naturales, la mano de obra y la conciencia de los pueblos. El colmo es que el burocratismo, aliado con la burguesía, trata de engañar a los pueblos trabajadores haciendo pasar como “programa de social pacifismo” sus “acuerdos” de negocios. La defensa de la paz en abstracto es siempre una manera de engañar a la clase trabajadora.

No se trata sólo de ideas. Un programa por la Paz debe ser dictado por el curso de la historia y de la lucha de clases; debe reflejar y expresar las necesidades históricas de la Humanidad. Debe proporcionar respuestas vivas y concretas. La Paz no es oponerse, únicamente, a la guerra, no se limita a luchar contra los ataques burgueses y todas las locuras depredadoras de sus ofensivas mercantiles. Reconocer la disputa por el significado concreto de la Paz y de los Derechos Humanos nos obliga a impulsar a una Revolución Semántica también en esos campos. Hasta no triunfar no estaremos en Paz.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216379

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Colombia: Santos pide un «cónclave» en La Habana para lograr un nuevo acuerdo «rápido y eficaz» con las FARC

Colombia/07 de Noviembre de 2016/Te Interesa.es

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha anunciado este sábado la convocatoria de un «cónclave» en La Habana para cerrar con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) un nuevo acuerdo. Los negociadores abordarán 57 ejes temáticos que deberán resolverse «de manera rápida y eficaz».

Santos ha realizado el anuncio tras una reunión con el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y otros miembros del equipo que le presentaron un informe sobre las reuniones de trabajo desarrolladas con los sectores del ‘No’ para concretar propuestas que permitan la construcción de nuevo acuerdo de paz, informa el diario colombiano ‘El Tiempo’.

Tras esta tarea de revisión y trabajo conjunto con los sectores del ‘No’, el Gobierno logró consolidar más de 500 propuestas que fueron reunidas en 57 ejes temáticos. «Para abordar los 57 temas de manera rápida y eficaz, con atención y cuidado, he dado instrucciones para que el equipo negociador del Gobierno trabaje en modo cónclave, en grupos temáticos simultáneos, sin levantarse de la mesa hasta alcanzar un acuerdo», ha apuntado Santos.

El Presidente le ha pedido a De la Calle viajar inmediatamente a La Habana para unirse a los negociadores que se desplazaron desde este viernes a la capital cubana para iniciar una nueva ronda de negociaciones con las FARC.

En La Habana ya se encuentran el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y el senador Roy Barreras. A ellos se unirá este domingo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

Santos ha destacado que, «durante el tiempo que dure este proceso, mantendremos abiertos los canales de comunicación con los diferentes sectores que participaron en el diálogo nacional».

Fuente: http://www.teinteresa.es/mundo/Santos-conclave-Habana-acuerdo-FARC_0_1681632107.html

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Seminario Infancias y juventudes: violencias, memorias, conflictos y procesos de construcción de Paz

Cátedra: Infancia y Juventud (INJU)
Coordinación: Prof. Sara Victoria Alvarado y Prof. María Camila Ospina (Universidad de Manizales, Colombia)
Inicio: 19/09/2016 | Inscripción: 16/06/2016 al 13/09/2016

 Equipo docente: Sara Victoria Alvarado Salgado (Manizales – Colombia), María Camila Ospina-Alvarado (Bogotá – Colombia), Daniel Llanos Erazo (Quito – Ecuador), Marisa Feffermann (Brasil), Valeria Llobet (Buenos Aires – Argentina), Jaime Pineda (Manizales – Colombia), Miriam Abramovay (Río de Janeiro – Brasil), Gabriela Zamora Carmona (Monterrey – México), Oscar Useche (Bogotá – Colombia), Jaime Alberto Carmona Parra (Manizales, Colombia), Julian Andrés Loaiza de la Pava (Manizales-Colombia), Adriana Arroyo Ortega (Medellín – Colombia), Alejandra Barcala (Buenos Aires-Argentina), Juan Carlos Amador (Bogotá-Colombia) y Ana Beatriz Cárdenas (Bogotá-Colombia).
Carga horaria: (12 semanas) 48 horas de trabajo con profesor y 120 horas de dedicación total

Presentación del curso

El seminario virtual surge como parte del GT Clacso Juventudes e Infancias: Prácticas Políticas y Culturales, Memorias y Desigualdades en el Escenario Contemporáneo. Este grupo con una trayectoria de 9 años convoca hoy la participación de 90 investigadores e investigadoras de 14 países. El grupo hoy organiza su desarrollo en cuatro líneas de trabajo, una de ellas es la que corresponde a las reflexiones en torno a las Violencias, memorias, conflictos y procesos de construcción de paz, a la base de este seminario.
El seminario busca aportar desde múltiples miradas construidas en la investigación social en diversos países latinoamericanos, a la comprensión de la constitución de los niños, niñas y jóvenes en contextos de violencias. Tanto desde elementos macro que involucran la historia y las dinámicas de nación, como desde procesos relacionales en los cuales la violencia se naturaliza como parte de la vida social. Interesa comprender no sólo la afectación frente a la violencia, sino principalmente los modos en los que los niños, niñas y jóvenes emergen como sujetos políticos capaces de aportar a la construcción de paz
La comprensión de estos fenómenos y dinámicas ayuda a identificar experiencias y caminos posibles en procesos de socialización política y formación ciudadana de niños, niñas y jóvenes que ayuden a instaurar nuevas formas de participación y nuevas maneras de distribución del poder más cercanas a la democracia en nuestro continente. Comprender estas dinámicas ayuda a orientar la política pública en torno a la formación ciudadana en las escuelas y en torno a los procesos de inclusión y participación de niños, niñas y jóvenes en la dinámica de nuestras sociedades.
Procesos de Socialización Política y construcción de subjetividades: aportes para la construcción de paz
– La violencia infanto-juvenil: Un problema emergente en contextos rurbanos
– La persistencia de Mnemosine y la ilusión de Eirene
– Juventudes no contexto da vigência do Estado Penal nos países da América Latina: novas formas de sociabilidades contemporânea: as gangues, as maras e os jovens trabalhadores do tráfico de drogas
– Juventude e Violência ou juventudes e muitas violências: A situação dos jovens no Brasil
– La participación de la primera infancia, niñez y juventud en la creación de mundos nuevos como forma de resistir, de manera noviolenta, a la guerra
– Infancia y migración. Emigración de menores mexicanos y centroamericanos a Estados Unidos
– Infancia y dictadura: Perspectivas desde el cono sur
– Infancias y juventudes: violencias, memorias y comunicación
– Construcción de paz en contextos de violencia y conflictos: de la victimización a las narrativas generativas de niños, niñas, jóvenes y sus agentes relacionale

 

Fuente: https://www.clacso.org.ar/red_de_posgrados/seminarios_virtuales.php?s=4&idioma=

Imagen: https://img.youtube.com/vi/nOmKWX_3UGM/0.jpg

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Ética de la Paz y de los Derechos Humanos

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Los Medios de Comunicación deben ser garantes de la Paz y de los Derechos Humanos.

Nada debería ser más importante en la agenda de la comunicación emancipadora, que el conjunto de las luchas sociales que se despliega por el mundo a estas horas. Eso incluye la lucha por los significados y la lucha por enraizar las praxis más avanzadas como nuevas fuentes culturales y transformadoras. En un mundo donde reina la industria de la guerra, las industrias el espectáculo y el crimen organizado… la Paz y los Derechos Humanos no pueden ser paraísos de anfibologías, ambigüedades ni dobles raseros. “Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza” decía Bolívar.

No queremos la Paz de los sepulcros ni los Derechos Humanos bajo las bayonetas. No queremos parafernalias filantrópicas ni hipocresía de propagandas “pacifistas”. No queremos recitales de plañideras. No queremos una Paz hueca, amorfa ni acomodaticia. Paz no significa inacción. No queremos treguas camaleónicas disfrazadas de Paz ni queremos Derechos Humanos individualistas, de pose, de moda o a espaldas de la realidad que margina, excluye, persigue, explota y humilla a la clase trabajadora en todo el mundo. No queremos Paz ni Derechos Humanos secuestrados por la palabrería de burócratas o de sus cómplices serviles al neoliberalismo.

En un mundo en el que el capitalismo financia sin control “películas de guerra”, series televisivas empapadas con sangre y crueldad, noticieros ideologizados por la lógica del miedo y el terrorismo de mercado.. en un mundo plagado con pantallas donde desfilan -sin control- asesinatos y humillaciones contra los seres humanos… la Paz no tiene lugar verdadero si no se lo gana como producto de las luchas sociales que emergen de los pueblos y van hacia los pueblos. No queremos “medios de comunicación” tributarios del estereotipo ideológico que tienen como proyecto de masas imponernos, sin salidas, la idea de una realidad ensangrentada por siempre. No se olvida Hiroshima o Nagasaki, no se olvida Vietnam, no se olvida el “Plan Cóndor”, no se olvida el Apartheid, no se olvidan “Las Torres Gemelas”, no se olvidan las crisis humanitarias producto de hambrunas, plagas y genocidios. No se olvida, no debe olvidarse.

Tiene razón Ana Jaramillo en insistir siempre sobre la necesidad de trabajar en el significado, en el contenido de los conceptos de Paz y Derechos Humanos. Tiene razón porque en su nombre se han cometido las peores canalladas y porque en nombre de la Humanidad y de la Paz, proliferan horrores antihumanos y apocalípticos. Han ensayado silogismos de todo tipo los “tratadistas” sobre la Paz y los Derechos Humanos pero los resultados, lo concreto, la praxis… están muy lejos de haber resuelto el problema. Visto lo visto, el primer paso hacia la Paz debería ser desarmar todo lo que ataca a los pueblos con todo tipo de armas, es decir, las armas convencionales, las no convencionales… y las armas de guerra ideológica: universidades mercantilizadas, monopolios mass media, iglesias alienantes y antivalores oligarcas.

Debería madurar, globalmente, una corriente Ética para la comunicación emancipadora, capaz de convertir en agenda prioritaria lucha de los pueblos por la Paz y por los Derechos Humanos. Definir y construir la Paz sin entelequias y sin cursilerías. No toda lucha anti-guerra es sinónimo de Paz. Si la Paz implica desarmar a los pueblos (sin tocar los arsenales de la oligarquía) o negarles su derecho a “la crítica de las armas”; estamos condenándonos a repetir errores terribles. Lo que necesitamos es una lucha verdadera contra la industria de la guerra. La Paz por la Paz misma es un callejón sin salidas en el que los pueblos avanzan hacia un encierro ideológico con consecuencias objetivas monstruosas.

Deberíamos consolidar una movilización comunicacional -teórico-práctica- contra el negocio de la guerra (sea del tipo que sea) entender su naturaleza, sus características, sus ofensivas objetivas y subjetivas. Las guerras son el comercio por otros medios. Deberíamos consolidar una corriente crítica y científica para frenar el agobio, con todo género de violencias, que se despliegan en contra de los seres humanos. Es fundamental la acción comunicacional desplegada con un programa ético de nuevo género por esa Paz que sólo tiene sentido si aporta tiempo, espacio y condiciones concretas para protegernos de los juegos de palabras y los espejismos. Nada debe distraernos una agenda ética hacia la Paz verdadera sin el gran circo del sentimentalismo pacifista que la burguesía despliega en sus escenarios mediáticos. Deberíamos luchar contra lo que silencia a los pueblos y anestesia su capacidad crítica.

Nos urge una corriente comunicacional ética y científica para conquistar la Paz que la humanidad anhela y ese anhelo de Paz debe ser realizado por los pueblos y no por sus enemigos. Corriente ética para integrarnos a toda iniciativa de Paz, ir a todo movimiento de masas a favor de la Paz para defender y apoyar el camino con acciones revolucionarias. Porque el problema no es la Paz, el problema sigue siendo la industria de la guerra desplegada para seguir adueñándose de los recursos naturales, la mano de obra y la conciencia de los pueblos. El colmo es que el burocratismo, aliado con la burguesía, trata de engañar a los pueblos trabajadores haciendo pasar como “programa de social pacifismo” sus “acuerdos” de negocios. La defensa de la paz en abstracto es siempre una manera de engañar a la clase trabajadora.

No se trata sólo de ideas. Un programa por la Paz debe ser dictado por el curso de la historia y de la lucha de clases; debe reflejar y expresar las necesidades históricas de la Humanidad. Debe proporcionar respuestas vivas y concretas. La Paz no es oponerse, únicamente, a la guerra, no se limita a luchar contra los ataques burgueses y todas las locuras depredadoras de sus ofensivas mercantiles. Reconocer la disputa por el significado concreto de la Paz y de los Derechos Humanos nos obliga a impulsar a una Revolución Semántica también en esos campos. Hasta no triunfar no estaremos en Paz.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216379

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Movilización ciudadana pide nunca más volver a la guerra

Por. Oto Higuita

De la incertidumbre y parálisis en que quedó Colombia tras el pírrico triunfo del No el pasado 2 de octubre, ilegitimado inmediatamente por uno de sus voceros cuando declaró a la prensa que manipularon y mintieron; se pasó a un estado de movilización y acciones directas permanentes de la ciudadanía a lo ancho y largo del país que han trasformado el ambiente político nuevamente.

Supporters of the peace deal signed between the government and the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) rebels gather at Bolivar Square during a march for peace in Bogota, Colombia, October 20, 2016.

Entre el 2 y el 7 de octubre el No ganó el plebiscito; se convocó a grandes movilizaciones ciudadanas en las capitales, encabezadas por estudiantes, jóvenes, víctimas y ciudadanía en general; el país conoció por confesión del jefe de campaña del No cómo se manipuló y engaño; y le fue concedido el premio nobel de Paz a Juan Manuel Santos; hechos que vistos en su conjunto permitieron pasar de un estado general de pesimismo a uno de creación y esperanza, confirmando que las crisis sociales traen consigo el embrión de lo nuevo.

No es para menos, una sociedad politizada por la fuerza de los acontecimientos políticos, independientemente que más del 60% de la población apta para votar no lo haya hecho, confirma una variable que se repite a lo largo de la historia de las luchas de los pueblos: son grupos pequeños en su origen, los que dotados de conciencia, objetivos y agenda, transforman no solo la política, sino la vida social misma de las sociedades incluyendo  la de aquellos que nunca alcanzan a asumirse como sujetos políticos del cambio.

Vivimos un momento histórico de gran creatividad, de miles de iniciativas y acciones donde el debate político sobre los Acuerdos, su importancia e implementación, trasciende los mismos y a sus protagonistas, el gobierno de Juan Manuel Santos y Las FACR-EP; porque los han asumido millones de colombianos que han entendido que este es el momento para un cambio que se sabe comenzó pero no cómo va terminar. Luchan ideas del cambio contra lo estático e inamovible en la sociedad. Lucha la esperanza democratizadora contra la tradición conservadora.

Ideas de cambio y transformación que cuentan con la gente que está en las plazas públicas, los parques, las acampadas, las movilizaciones, los foros y todo tipo de acto que reafirma la condición de actores centrales a los constituyentes primarios y soberanos que hoy participan directamente en las decisiones sobre el rumbo del país. Incluidos los cabildos abiertos y los procesos constituyentes, que sean capaces de convertirse en una potencia suficientemente creadora para convocar una Asamblea Nacional Constituyente que sirva a los intereses de los excluidos, de los sectores populares, de las víctimas y las grupos significativos de ciudadanos que reivindican sus derechos y el cambio de modelo económico que aliena, consume y destruye la vida.

La sociedad colombiana está dividida, negarlo sería inútil, por eso es momento de ganar el mayor consenso político posible entorno a los Acuerdos y el potencial de cambio que ellos encierran para que no nos hagan conejo como con el plebiscito del año 57, que fue excluyente y frentenacionalista, que pacificó el país, recuperó el orden social e impuso un pacto de clase entre liberales y conservadores para seguir gobernando a su antojo. Esta vez no va a pasar, si el constituyente primario y soberano asume su rol e impone desde las calles y la movilización un acuerdo que incluya a la ciudadanía participativa, única garantía de impedir un pacto nacional por arriba entre las dos facciones de la oligarquía que encabeza el santismo y el uribsimo.

No es como algunos han creído que los diálogos por sí mismos nos llevarían a la apertura democrática y al cambio del modelo económico y social, aboliendo la pobreza y expulsando las trasnacionales como puntos incluidos, eso es una ilusión de algunos que se atrincheran desde cómodas críticas y posiciones. De antemano cualquiera con un sentido básico de qué es la política y el poder, sabe que ninguna de las insurgencias, ni siquiera si se aliaran las tres, podrían imponerle hoy a la oligarquía y quienes los patrocinan unas condiciones que no se ganaron en la guerra. Es un asunto de factores reales de poder, correlación de fuerza. Esa es una elemental lección que deberíamos saber.

Por supuesto la alianza del santismo, la mal llamada Unidad Nacional, disputa la hegemonía del poder político en Colombia con otra fuerza que creó una alianza con los terratenientes que pretenden legalizar el despojo de tierras, con la corriente conservadora restauradora, algunas iglesias evangélicas y cristianas que manipulan desvergonzadamente la mente de millones de creyentes incautos y analfabetas políticos, con grandes empresarios y algunos peleles reaccionarios de la extrema derecha mundial.

Fuerzas noeconservadoras y restauradoras cuya agenda política parte de unas premisas que de imponerse, sería negar la posibilidad a la solución política del largo conflicto armado. ¿Qué buscan? La defensa a ultranza de un modelo de sociedad y régimen político que ha demostrado ser un fracaso en los últimos 60 años, y solo es posible sostener militarmente. Atravesarse en los acuerdos y arruinarlos. Impedir la democracia directa. Anular la participación política de los actores políticos armados, las guerrillas. Por eso quiere sacar de los acuerdos la Justicia Transicional o Justicia Especial para la paz. Y la rendición de las guerrillas, llevando a su comandancia a la cárcel.

Esa posición intransigente de la extrema derecha, añora el humo que brota del cañón del fusil. La nueva generación y la ciudadanía que está movilizándose en las calles y plazas públicas, desea ver brotar la primavera en Colombia. Son dos visiones muy distintas las que se enfrentan hoy en el país. No hay que hacerse ilusiones, mantener en alto la bandera por el cambio.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Movilizacion-ciudadana-pide-nunca-mas-volver-a-la-guerra-20161021-0002.html

Imagen: www.las2orillas.co/wp-content/uploads/2016/08/paz-colombia1.jpg

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Maestro refugiado y voluntario da un paso para llenar los vacíos en la educación del campamento

Por: ACNUR

Alnur Burtel puede ser un hombre mayor ahora, pero aún recuerda cómo lo inspiraron sus profesores de la universidad a vivir una buena vida y estudiar mucho para tener un futuro mejor.

Ahora, en el campamento de refugiados en Etiopía, en el que vive desde 2011, el hombre de 71 años busca ser una guía similar para los jóvenes sudaneses que también están allí. Es un lugar donde la inspiración y la motivación pueden ser un bien escaso.

“La educación es un instrumento para la vida y el desarrollo”, dice Burtel, desde su Centro de Lenguaje en el campamento en Sherkole, Etiopía. Él construyó el pequeño centro educativo de una habitación, y enseña inglés y cívica a refugiados adolescentes y adultos jóvenes que no han tenido educación o capacitación vocal apropiadas.

“La educación es un instrumento para la vida y el desarrollo”.

“Los refugiados jóvenes están desperdiciando sus vidas, sin hacer nada”, añadió. “Es momento de terminar con este problema. Estas personas jóvenes con el futuro de nuestros países”.

En Sudán, Burtel enseñaba inglés en una secundaria local y en la Universidad de Omdurman. “Pensé, alimentemos sus mentes. Si tengo éxito cambiando la vida de solo una persona, eso ya hará una diferencia”.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ayuda con la administración del campamento Sherkole, donde vive Burtel junto con más de 11.200 personas, en su mayoría refugiados de Sudán, hace su mejor esfuerzo para brindar tanta educación como le es posible, pero los recursos escasean. El llamamiento del ACNUR para Etiopía solo ha recibido 35% de los fondos, con un faltante de $181 millones de dólares, significando que la educación queda atrás de prioridades como brindarle a los refugiados albergue, alimento, y atención médica.

Alnur Burtel frente a la clase donde enseña a jóvenes refugiados. © ACNUR/Diana Diaz

Es aquí donde voluntarios comprometidos como Burtel son cruciales para llenar estos vacíos. Él y otros dos refugiados voluntarios enseñan inglés y cívica, transparencia, ley y lo que a Burdel le gusta llamar “coexistencia pacífica” a 130 estudiantes. El ACNUR y la agencia del Gobierno de Etiopía para los refugiados, les han dado dos pizarras y tizas.

Burtel es de Kauda, una ciudad en las montañas Nuba en la región Kordofan en Sudán, donde el conflicto se volvió a desencadenar entre los rebeldes y fuerzas gubernamentales en 2011. El día que él y su esposa huyeron, en junio de 2011, fue “el día que las personas de Nuban fueron asesinadas en masa”, recuerda, con lágrimas en sus ojos. Sus dos tíos fueron asesinados y su hogar fue destruido.

 “Dejé todo atrás, excepto mi conocimiento”, dice Burtel. “Tengo el sueño de desarrollar servicios educativos para jóvenes. Los aliento a que aprendan los unos de los otros. Eso les ayuda a aumentar su autoestima. Tengo muchos estudiantes brillantes que solo necesitan un poco de confianza”.

“Tengo muchos estudiantes brillantes que solo necesitan un poco de confianza”.

El Centro de Aprendizaje tan solo ha estado abierto desde enero de 2016, pero los estudiantes de Burtel ya reconocen el impacto de sus lecciones y se sienten comprometidos para aprender más.

“Antes no entendía completamente la importancia del estudio”, dice Emoel Yakub, refugiado sudanés de 27 años. “Con Alnur no solo estoy aprendiendo a hablar inglés, ahora entiendo por qué tenemos que respetarnos. Estamos mejorando y somos más responsables para poder tener oportunidades de un mejor futuro”.

Yakub y otros graduados del Centro de Estudio Light ahora usan lo que Burtel les enseñó, y ellos mismos están enseñando inglés a niños refugiados en el campamento.

Sirak Sileshi, asociado de protección en Sherkole, elogia a Burtel por añadir estas valiosas lecciones al curriculum básico de idioma.

Alnur Burtel enseña en una clase de bambú, la que él llamó «Centre de idioma Luz, donde los jóvenes refugiados tienen acceso a aprendizaje de idiomas y educación cívia. © ACNUR/Diana Diaz

“Alnur inspira a los refugiados a perseguir sus sueños a través de la educación, mientras que les devuelve el sentido de normalidad a sus vidas”, dice Sileshi. “Debido a las limitantes de presupuesto, el ACNUR y nuestros socios no siempre pueden ofrecer educación secundaria o de idioma para los refugiados. Nosotros dependemos de voluntarios como Alnur para que los jóvenes puedan desarrollar al máximo su potencial, para recuperar sus esperanzas en la vida y preparase para soluciones duraderas en la búsqueda de vidas productivas”.

Los cinco hijos adultos de Burtel, de edades entre los 21 y los 35 años, estudiaron en Kenia gracias a programas de becas. Ellos están preparados para desarrollarse en carreras como enseñanza, enfermería y trabajo para el desarrollo.

Los jóvenes refugiados representan cerca de un 15% de la población en Sherkole y a menudo están en riesgo de violencia y de involucrarse en mecanismos de sobrevivencia peligrosos. Alnur espera poder alentar a una generación completa de jóvenes en el campamento a desarrollar las habilidades para encontrar trabajos cuando vuelvan a sus hogares.

“Espero que los jóvenes puedan transmitir los mensajes de tolerancia para que la paz acoja nuestros turbulentos países”, dice. “La educación no es solo una solución, pero es el inicio de la juventud para contribuir con sus comunidades”.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/maestro-refugiado-y-voluntario-da-un-paso-para-llenar-los-vacios-en-la-educacion-del-campamento/

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