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Siento, luego existo: educación de calidad en la primera infancia

Siento, luego existo: educación de calidad en la primera infancia

Nota del editor: Octavio Pescador es profesor de la Universidad de California en Los Ángeles. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

(CNN Español) — Vivimos en la era dorada de los datos cuantitativos. El imperio de la evaluación y las estadísticas en la toma de decisiones ha permeado todos los ámbitos de la acción gubernamental. A partir del último cuarto del siglo XX, la tecnocracia ganó la lucha por el control de los presupuestos públicos en la mayor parte del orbe. El orden económico y sociopolítico establecido por el occidente después de la Segunda Guerra Mundial (dolarización-nuclearización-derechos humanos-bi/multilateralidad) afianzó el poder de quienes producen y sistematizan datos/evidencia para planear, medir e invertir en el desarrollo nacional e internacional. Como argumentamos en este espacio previamente, varios economistas se han hecho acreedores al premio Nobel por sus modelos de medición, que permiten utilizar los recursos públicos eficaz y eficientemente. Los “datos duros” siempre ganan. Incluso, las instituciones privadas y las organizaciones sin fines de lucro utilizan información etnográfica o cualitativa en contadas ocasiones para definir partidas presupuestales.

El que paga (y pega más fuerte), manda. Y, en el mundo, las naciones se alinean con el que tiene más dólares, más bombas, y más peso en los organismos multilaterales. No obstante el poder de los números en las instituciones públicas que regulan nuestra existencia, el ser humano percibe e interpreta la realidad de forma racional y emocional.

En los albores del siglo XXI, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, OCDE, entidad que genera y sistematiza datos para fomentar y ordenar el desarrollo en los países de alto (y algunos de mediano) ingreso, instauró la medición sistemática de la educación y la enseñanza vía PISA y TALIS cada tres y cinco años, respectivamente. Dichos instrumentos permiten conocer y comparar la condición y progreso de la labor educativa entre los países miembros. El primero mide el desempeño educativo de los jóvenes de 15 años en diversas disciplinas y el segundo estudia las percepciones de los maestros y administradores sobre el aprendizaje de los educandos.

La OCDE, con base en dicho diagnóstico, formula recomendaciones para el mejor desempeño de la función pública en el sector educativo de los socios. Analizaremos en mayor detalle la naturaleza de dichas evaluaciones en otra ocasión. Por ahora, basta señalar que la OCDE ha jugado un papel importante en el énfasis global en la medición y el direccionamiento de los sistemas educativos para favorecer el desarrollo de conocimiento/habilidades orientadas a la generación de “empleo, prosperidad económica y equidad”. Esto asume como tácita la función cívica, cultural y humanista de la educación.

La preponderancia de las evaluaciones estandarizadas se institucionaliza en Estados Unidos a partir de las necesidades del aparato militar para designar mandos. El examen para determinar la admisión a instituciones de educación superior en EE.UU., o SAT, tiene sus orígenes en la evaluación del coeficiente intelectual desarrollada por Robert Yerkes para facilitar la selección de talentos en la fuerzas armadas. De la milicia, la medición de inteligencia se asienta en las universidades privadas de élite para seleccionar becarios y, posteriormente, generalizarse como el filtro de admisión para la gran mayoría de instituciones de educación superior, vía una organización sin fines de lucro, que vende servicios y establece contratos con la mayoría de las universidades del país.

En EE.UU., la cultura de la evaluación educativa permea todos los niveles. En el caso de la educación y el cuidado de los bebés y niños menores de tres años, las evaluaciones consisten principalmente en exámenes fisiológicos y de desarrollo cognitivo realizados por médicos pediatras. Sin embargo, se han desarrollado instrumentos para medir el contexto en el que se cuida y educa a los niños y, más importante aún, la interacción entre los adultos y los niños. Al igual que en el sistema de educación básica, durante las últimas décadas el gobierno estadounidense ha vinculado los resultados de dichas evaluaciones a la asignación de recursos e incentivos a los sistemas educativos de los estados. En América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha impulsado la institucionalización de dichos instrumentos para conocer el estado de los sistemas de atención a la primera infancia y promover/financiar políticas públicas en la región que abonen a la mejoría de dichos sistemas. Detallaremos el trabajo del BID en este espacio en otra oportunidad.

Como vimos con anterioridad, los estudios sobre educación inicial del economista y premio Nobel James Heckman sugieren que la clave de la calidad radica en que los adultos estén genuinamente interesados en el bienestar y aprendizaje de los niños. Y, entre los cero y los tres años, el bienestar y aprendizaje se maximizan respetando al bebé, anunciándole cada acción e invitándole a participar, y dejándole que juegue libremente en un espacio seguro. En esa etapa, los datos que cuentan son los abrazos, la ternura, la atención plena. Se pueden contar las veces que el bebé se mueve, las horas que duerme, sus horarios de alimentación, pero lo más importante es que el bebé perciba/sienta una conexión segura con quien le cuida. Para la inmensa mayoría de las madres, el vínculo con su bebé es fisiológico y temperamentalmente perfecto, absoluto. No hay mejor lecho que los brazos de mamá. Pero hay bebés que no tienen a su madre de tiempo completo y otros que no tienen mamá. Peor aún, hay infantes que sufren experiencias traumáticas que normalmente conllevan consecuencias de por vida y, para ellos, la calidad del cuidado es crucial.

La pediatra húngara Emmi Pikler (1902-1984) desarrolló prácticas de cuidado infantil y una escuela de pensamiento centradas en el respeto, anticipación-participación y juego libre. Ese enfoque permitió a niños criados en orfanatos crecer normalmente y sin los problemas comunes (deserción escolar, adicciones, relaciones familiares inestables, etc.) de quienes han vivido en esas instituciones. Pikler decía que al bebé se le debe tratar como una persona y no un objeto—se le habla como a un adulto y se le avisa antes de tocarle o moverle. Se le invita a colaborar—a su paso, con paciencia y gentileza—en la actividades cotidianas como bañarse y vestirse. De igual forma, Pikler decía que los niños tienen movimientos naturales y no se les debe forzar a comportarse como adultos como, por ejemplo, obligarlos a sentarse cuando su cuerpo todavía no está en condiciones de hacerlo autónomamente. Así mismo, Pikler indica que el bebé no requiere de sobreestimulación y juguetes electrónicos para un desarrollo cerebral óptimo. El trabajo de Pikler fue estudiado sistemáticamente por la Organización Mundial de la Salud y los datos duros sobre su eficacia, publicados desde 1978. La pedagogía pikleriana ha influenciado modelos de cuidado y educación para infantes en varios países. Por ejemplo, el programa de certificación para ofrecer servicios de educación y cuidado a niños entre 0 y 3 años de California, PITC por sus siglas en inglés, está fundado en los mismos principios piklerianos.

Para explicar la diferencia entre los datos cuantitativos y cualitativos a mis estudiantes, utilizo la frase siguiente: “levante la mano si su mamá es fea”. Es una frase desafortunada en muchos sentidos, pero útil para demostrar que al pensar, sentimos. A pesar de lo que pudiese responder Descartes a esta frase, la gran mayoría de nosotros no levantaríamos la mano ya sea por amor, por ego, o los dos. Al escuchar la frase y decodificar el significado, sentimos el peso de la idea y la naturalidad de nuestra respuesta. Y, ante los ojos de un evaluador externo, por ejemplo, un editor de una revista de modas, nuestra concepción estética/respuesta puede ser muy disímil a la del arquetipo dominante de belleza, es decir, la apreciación del individuo (o conjunto de individuos) que paga y pega mas fuerte (decidiendo si deberíamos levantar la mano o no). Por ello, hay que aprender a educar conforme a lo que se piensa y se siente. Los números no lo explican todo–sobre todo cuando se trata de los niños más pequeños. Es crucial conocer los antecedentes socioculturales del educando, sus padres, y sus vecinos.

Son “duros”, “durísimos” los datos sobre bebés huérfanos y refugiados en Siria, los que han sido separados de sus familias en la frontera, o los que están hacinados en tierra de nadie esperando asilo. Ellos son quienes más se beneficiarían de un cuidado de alta calidad. Y quienes toman las decisiones del gasto público en el orden de gobierno que sea, no necesitan renunciar a su vocación tecnocrática y criterios cuantitativos para decidir dedicarle tiempo y dinero a los niños más necesitados. Simplemente tienen que atender las recomendaciones de los premios Nobel en economía y gastar en lo bueno, bonito y barato: alta calidad en la primera infancia hoy, para disfrutar beneficios y altos rendimientos mañana.

Fuente de la Información: https://www.google.co.ve/amp/s/cnnespanol.cnn.com/2020/01/02/siento-luego-existo-educacion-de-calidad-en-la-primera-infancia/amp/

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Alejandro Cussiánovich: La Pedagogía de la Ternura

Por: Victoria Avila Tramarria.

 

La  pedagogía de la ternura nace en un contexto de Conflicto Armado Interno en nuestro país; este fue un periodo que trajo consigo mucha muerte y dolor para los peruanos.  Es en este contexto que nace el “Ensayo sobre Pedagogía de la ternura” , el cual nos invita a reflexionar, actuar y a formar al ser humano en una nueva ética y en una nueva comprensión de la política como ética pública.

Alejandro Cussiánovich mencionó en un discurso que la pedagogía de la ternura está siendo tomada como un título lindo y dulzón pero que el sentido de la palabra ternura va más allá de eso, ya que tiene de fondo un contexto social y político. Lo que este ensayo busca, es hacer un ejercicio de reflexión a partir de nuestras prácticas y experiencias. El capítulo tercero de este ensayo intenta acercarnos a aquellas experiencias de amor que ha tenido y tiene todo ser humano a lo largo de su vida, y a la ternura como expresión difusa y paradójica. En primer lugar, menciona que el amor es parte de la condición humana; y como dice la cita de Maturana que “la emoción fundamental, que  hace posible la historia de hominización, es el amor” (p.89). El término desarrollo está bastante desgastado, ya que su uso ha hecho que se tengan distintos significados, pero algo que no se debe desligar de este término es que el desarrollo es crecer como seres humanos. Para lograr este desarrollo es necesario el haber experimentado el amor, siendo uno de los lugares privilegiados para recibirlo dentro del seno familiar, sin ignorar que es ahí también donde se cometen las peores aberraciones. Al respecto, señala que solo aquellos que han experimentado y recibido de distintas fuentes ese “sentirse querido(a)” tendrá la posibilidad de construir una mejor autoestima, una identidad, mayor capacidad para relacionarse, y podrá encontrarle sentido a la propia vida. Plantea una interrogante que me parece importante mencionar “¿acaso, no se transforma la vida de uno, cuando siente que se le dice o se le comunica que alguien lo quiere?” (p.90). Definitivamente esta experiencia enriquece y enaltece, ya que da la posibilidad de sentirse persona, es por ello que esta pedagogía de la ternura tendría que motivar a que se exprese con la mayor energía y espontaneidad esa admiración por el otro.

En segundo lugar, nos habla sobre la paz y la justicia, como expresiones necesarias e insuficientes de una sociedad, mientras que la solidaridad es la expresión de la valoración y reconocimiento del otro, por eso hace énfasis en que solo si tenemos impregnada y desarrollada esta competencia podemos hablar de “desarrollo” en el término amplio de su significado. El concepto que le da Cussiánovich a la solidaridad va desde la mirada de que pertenecemos a una misma y única especie, de que somos el uno para el otro, no algo exterior; es el otro el que me da la oportunidad de ser… Bajo esta mirada considera que la ternura es un factor de protección y resiliencia. Sin embargo, para que así sea, es importante tener en cuenta la alteridad,  la relacionalidad y el hecho de que hay culturas de infancia que no han sido formuladas. En nuestros días hay acciones que van siendo vistas como normales, por ejemplo las sociedades modernas van dejando fuera a la infancia, siendo estos prescindibles sólo como objeto de consumo, esto es algo que todos ven, y que no les sorprende. El adulto al parecer no requiere de los niños y de las niñas para aportar y repensar la vida. Aquí el autor plantea la siguiente interrogante: “¿Cómo podemos hablar en ese contexto de cariño, de afecto, de una sociedad amorosa, de una escuela acogedora, de una familia abierta a la sensibilidad, al afecto y la amorosidad?” (p.93)

Por ello cita el planteamiento que hace Erich Fromm de que “El amor es un poder que produce amor”. Solo si se acoge al otro, a los otros, valorando sus diferencias e individualidades, si aprendemos a amar a esos otros por el sencillo hecho de que son seres humanos como nosotros, seremos productores de la mejor fórmula de crear sociedad.

En tercer lugar, la ética como horizonte del discurso de la pedagogía de la ternura nos habla de cómo la ética tiene un fundamento emocional que trasciende lo racional o cognitivo es decir lo ético abarca la capacidad de analizar y cuestionar nuestros proyectos de relaciones humanas, los cuales son una expresión de racionalidad, pero fundamentalmente de sentimientos y afecto. Según Cussianovich este paradigma ético nos hace conscientes, ya que va descubriendo nuestro actuar, este que expresamos en los distintos entornos donde nos desenvolvemos (familia, escuela, barrio, parroquia, comunidad, país), y mirar a través de ella si estamos siendo productores de fraternidad o estamos quebrando con aquellas relaciones que nos permiten mirarnos a los ojos como hermanos y hermanas que somos. La ética está centrada en el valor o implicancia que tiene la persona para el todo que abarca tanto a la comunidad como al individuo es en este sentido que se diferencia del paradigma moralista que se estructura basándose en normas o criterios dualistas, pero decir que la ética no está basada en la norma no significa que no posea una estructura en sí, ya que  su estructura está en la esencia del ser humano y su condición. Es así como nos va dando un centro lógico y afectivo en las relaciones humanas, que promueve el uso de nuestra consciencia y sensibilidad. Esta ética que promueve Cussianovich tiene dos finalidades la primera, es que ser humano se ame a sí mismo para que pueda amar a otros; y la segunda, es impulsar movimientos sociales que defienden la dignidad frente la injusticia y la valorización de la condición humana. También tenemos la convicción en la educabilidad de cada ser humano. Un educador no puede abandonar o menguar en sus esfuerzos ante los obstáculos y cuitas que presenta el hacer realidad los arquetipos del bien social.

Finalmente, la ternura como discurso se va expresando y presentando como ambiguo, difuso y paradójico. Por medio de la pedagogía de la ternura se busca exigir a la sociedad el cumplimiento del derecho a la ternura, que es planteado por el psiquiatra colombiano Luis Carlo Restrepo en 1994. Ya que hoy en día su aplicación se ve limitada debido que hay una estigmatización de su concepto. Con esto me referiero que en la actualidad mayormente los portadores de actos con ternura son las mujeres y los niños. Generando una exclusión a las personas que no pertenecen a esas categorías. Por eso es importante que la humanidad se involucre a conocer cómo y qué es la ternura, para que tenga en claro que con ternura se hace referencia a un sentimiento que todos deberíamos experimentar y aplicar.  Está claro que el contexto que rodea nuestra sociedad aún hay rezagos de violencia y competencia que fueron promovidos por dictaduras pasadas. Pero no hay que desvalorizar que en la actualidad hay un mayor interés el respetar los derechos humanos Estamos en una época en la que existen cambios de paradigmas que van a influir en nuestra forma de pensamiento y en nuestras prácticas sociales.

El amor debe revestirse de ternura, de cercanía, de firmeza y fidelidad si quiere simultáneamente expresar su fuerza política y su significación transformadora.

Bibliografía

Cussiánovich, A. (2007). Capítulo Tercero: Vida cotidiana, sentidos comunes, modo de vida y pedagogía de la ternura. En Aprender la condición humana: Ensayo sobre Pedagogía de la ternura (p. 89-102) Lima: Ifejant.

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Libro: Aprender la Condición Humana Ensayo sobre pedagogía de la ternura de Alejandro Cussiánovich V

Autor (es): Cussiánovich V., Alejandro
Tipo:Libro

Editor:Instituto de Formación de Educadores de Jóvenes, Adolescentes y Niños Trabajadores de América Latina y el Caribe

Fecha:2010

Idioma:spa

Resumen:Desde la aparición, hace tres años, de la primera edición de «Aprender la Condición Humana, ensayo de pedagogía de la ternura», ha surgido una serie de preguntas, de confrontaciones, de señalamiento de lagunas y ambigüedades que bien merece seguir reflexionando sobre un acercamiento a la cuestión de la llamada pedagogía de la ternura y hacerlo desde una doble preocupación. En primer lugar, desde una mayor exigencia pluridisciplinar crítica y, en segundo lugar, desde las implicaciones prácticas del discurso de la pedagogía de la ternura. La lectura del libro suscitó la pregunta: ¿y cómo se pone en marcha esta pedagogía de la ternura con niños, con adultos, con jóvenes privados de libertad o en el mundo de la familia, de las relaciones vecinales, o en el terreno de la política, de la economía.
Materia (s):Pedagogía de la Ternura; Pedagogía; Transformación Educativa; Educación Liberadora; Pedagogía del Amor, el Ejemplo y la Curiosidad.

Descargar aqui

Fuente: http://bibliotecadigital.cenamec.gob.ve/index.php/aprender-la-condicion-humana/

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Perú rumbo al Mundial de la Educación: Encuentro de Comunidades de Aprendizaje 2018

América del sur/Perú/31 Mayo 2018/Fuente: Diario correo

Más de 500 docentes acuerdan compromiso para lograr una educación de calidad

Perú rumbo al mundial de la educación”, es el nombre de la campaña impulsada por Comunidades de Aprendizaje y que identificó a más de 500 docentes reunidos durante el I Encuentro de Comunidades de Aprendizaje 2018, en el que se comprometieron lograr una educación de talla mundial en Perú, partiendo de la infancia.

Los educadores provenientes principalmente de los distritos de Breña, Cercado, Jesús María, La Victoria, Lince, Magdalena, Pueblo Libre, San Isidro y San Miguel, se congregaron en el auditorio de la institución educativa Melitón Carvajal.

El encuentro organizado por UGEL 3 con motivo del 87 Aniversario de la Educación Inicial buscó aprender nuevas estrategias y herramientas que permitan mejorar los aprendizajes de los niños a través de las tertulias literarias dialógicas y las actuaciones educativas de éxito, que buscan integrar los aprendizajes de los niños con los docentes, padres de familia y comunidad de una manera más interactiva, lúdica y efectiva.

«Los jugadores de la selección peruana de fútbol son grandes inspiradores de nuestros niños, pues han demostrado que con sueños y disciplina y cultivando la pasión del aprendizaje en todo terreno, sumado al apoyo de la gente, se pueden lograr grandes cambios sociales. Por eso Comunidades de Aprendizaje ha lanzado esta campaña que busca sumarse a este ejemplo de esfuerzo, promoviendo que el Perú alcance una educación de talla mundial a través de las tertulias dialógicas literarias y actuaciones educativas de éxito, que son métodos innovadores que están transformando la vida de los estudiantes y el entorno de las escuelas», destacó Roberto Barrientos, docente y coordinador del proyecto Comunidades de Aprendizaje en el Perú.

El evento contó con la presencia de destacados ponentes nacionales e internacionales que trataron temas como: “La pedagogía de la ternura”, a cargo de Alejandro Cussianovich; “Aplicación didáctica del método Montessori» desarrollado por Amanda Gyer, Education Consultant (USA); “La formación docente y su vinculación con la atención a la primera infancia: Una comunidad indisoluble”, expuesto por José Maguiña, director del Instituto de Educación Superior Pedagógico Público Emilia Barcia Boniffatti, y “Comunidades de Aprendizaje en el Nivel Inicial: un sueño posible de realizar”, a cargo de Roberto Barrientos.

La capacitación se realizó previa al partido amistoso de Perú con Escocia y aquí los educadores vestidos con sus camisetas, aprovecharon para brindar su apoyo a la selección de Perú que viajará a Rusia.

Los docentes corearon a viva voz: “Porque yo creo en ti, vamos vamos Perú” y afirmaron que así como la selección peruana de fútbol logró un cupo en el Mundial, «también se puede lograr que la educación del Perú ocupe un lugar destacado en el ranking mundialista».

Fuente: https://diariocorreo.pe/peru/peru-rumbo-al-mundial-de-la-educacion-encuentro-de-comunidades-de-aprendizaje-2018-821896/

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Entrevista a la educadora Lidia Turner: Pedagogía de la ternura, la que enseña a los niños a confiar en sí mismos

Lidia Turner Martí es una pedagoga cubana con tantos títulos y trayectoria académica en su haber que demandaría varias líneas presentarla. Sin embargo, tiene una habilidad que la diferencia de inmediato de otros pensadores de la educación: logra decir de la manera más simple y emotiva las reflexiones más profundas. Habla así de escuchar a los niños y jóvenes, de dar lugar a la creatividad en las aulas y de algo más hermoso todavía: de la pedagogía de la ternura.

Doctora en ciencias pedagógicas, profesora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona (Cuba) y autora de numerosos libros y publicaciones, Lidia Turner Martí pasó por Rosario en la semana en que la ciudad le rindió un homenaje al Che en el 85º aniversario de su nacimiento, con una serie de actividades organizadas por el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara (Celche).

La entrevista se da luego de una larga jornada para esta educadora —que pisa los 80— de encuentros, presentaciones de libros y charlas con jóvenes y maestros. Nada le impide ser generosa con el tiempo y hablar de qué se trata eso de unir educación y ternura en un libro, del momento fantástico que vive Latinoamérica para que los educadores se encuentren en un gran movimiento, y de paso de compartir alguna anécdota de su oficio docente.

—Además de un libro de su autoría, ¿a qué más llama «pedagogía de la ternura»?

—Hemos llamado así a la base de la pedagogía martiana. Es decir, desde hace años estamos investigando, analizando, todas las obras de José Martí (escritor y patriota cubano) para extraer de ahí su teoría. El escribió pero no publicó un libro sobre teoría pedagógica. Las ideas fundamentales de su pensamiento están en cómo trabajar con un ser humano al que estamos educando, para que pueda sacar lo mejor de sí en su proceso de formación. Esa es la síntesis. Estamos probando su obra en la práctica, con niños, en las clases, con maestros o en actividades entre escolares de América latina. La respuesta es la que nos dice si es correcta, si realmente es la que nos da su fruto.

—¿Qué encontraron en común esas pruebas y ensayos sobre la pedagogía de la ternura?

—Lo común es que los niños, los adolescentes y jóvenes tienen tantas potencialidades que pueden desarrollar y que muchas veces pasan por la escuela y no las desarrollan. En este último libro que estamos editando sobre «Educación y ternura», destinado a los docentes y padres, decimos que hay una obra importante que hacer y es la de trabajar bien con los niños todas sus posibilidades. Otra cosa que es común aquí es que los dejemos hacer. Es decir, que si piensan algo, que lo escriban; si quieren decir algo, que lo digan. Es la única manera de ayudar a su desarrollo pleno. Y algo muy importante que es acostumbrar a los niños a que confíen en sus posibilidades. Pensemos en esta clasificación, que a veces hacemos, de aventajados o no aventajados, del que sabe o no sabe. Por el contrario, esta pedagogía va dirigida a la confianza del ser humano en sí mismo, desde las primeras edades; eso le da una gran fortaleza para avanzar en la vida. Hemos tomado también el pensamiento de avanzada de Latinoamérica, donde tenemos tantos grandes pedagogos.

—¿De alguna manera propone recuperar el pensamiento latinoamericano en materia de pedagogía?

—Claro, en una charla reciente mencioné a uno muy importante: Simón Rodríguez. Hay que conocerlo, pero también tenemos que unirles otros tantos como Gabriela Mistral o el mismo Maestro Iglesias. En Cuba, estamos investigando y analizando sus aportes a la educación, porque es con ellos con quienes se enriquece. Y ese es el movimiento que debemos desarrollar: tomar nuestra visión pedagógica progresista y enriquecerla con la actual.

—Y de los maestros actuales, ¿qué rescata?

—El espíritu de innovación. Martí decía que en los maestros «crear» era la palabra de los jóvenes, igual que buscar cosas nuevas, nuevas formas y siempre innovar. Pero también eso lo dijo Simón Rodríguez con su «inventamos o erramos». Es decir, esa idea debe darse con la creatividad, el niño y el maestro. Simón Rodríguez afirmaba que hay que enseñar a los niños a ser preguntones porque si no lo son se pueden convertir en estúpidos, en charlatanes que repiten lo que les dicen. Eso hoy tiene una vigencia tremenda. Creo que la pedagogía actual está en tomar al niño, al adolescente no como objeto, sino como un sujeto que actúa, que aprende y al que hay que escuchar. La demanda de la educación actual pasa porque aprendan por sí mismos, que no aprendan sólo porque les enseñan sino que puedan apropiarse de formas para aprender.

—Latinoamérica está viviendo un momento muy interesante de cambios políticos, con Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay y la Argentina, entre otros países. ¿Cómo formar un movimiento pedagógico que los aproveche?

—Este momento es muy importante para la unidad de los educadores. Existe una organización que se creó en «Pedagogía 90» (congreso internacional) a solicitud de varios países y que es la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe (Aelac), que ahora debe cobrar mucha más vida porque tenemos las condiciones para eso. Hay que dialogar, discutir, pasarnos experiencias de un país a otro. Esas son las primeras cosas que nos debemos los educadores. Es un momento ideal para ganar en intercambio.

—¿Qué la unió a la educación?

—Cuando estudiaba yo no pensaba en ser maestra. Llegué a dar clases por una necesidad. En esa época si no trabajaba no podía estudiar (antes de la Revolución). Por ahí llegué a la docencia, trabajando en una escuela con niños de primero y segundo grados. Pero después que se ha trabajado con niños ya no los puedes dejar. Soy de las que piensa que la vocación no nace con la gente, sino que se hace con la práctica. Ya hace 40 años que enseño en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de La Habana y no lo dejaría por nada. Uno siente el gusto de compartir, de influir sobre todo en los jóvenes.

—Si tuviera que elegir una anécdota que la haya unido a la educación, ¿con cuál se quedaría?

—Tengo un montón. Pero si tuviera que elegir, diría que una de las grandes emociones de mi vida fue y es que cada vez que estoy en lugares diferentes, en la propia Cuba o en el extranjero, y que puedo tener alguna dificultad o problema que resolver, el que me ha salvado en ese momento es un antiguo alumno. Es verdad que llevo como 60 años dando clases, pero hay momentos que estoy en un lugar, que no sé que hacer y es ahí cuando alguien me dice: «Profesora, ¿le pasa algo?» o surge esa pregunta: «Profesora, ¿usted se acuerda de mí?». También me ha ocurrido estar en un aeropuerto y que alguien se me acerque y me diga: «Yo fui su alumno». Cuando eso ocurre, a un maestro le reafirma lo grande que es su labor. Volvería a ser docente, maestra si tuviera que escogerlo. Porque es con el vínculo con el ser humano y con la comunicación con lo que uno puede ayudar. Me parece que esa es la alegría que sienten los educadores.

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Dignidad emancipatoria y pensamiento critico según Alejandro Cussianovich

Cristiano Morsolin / Rebelión

 

Los aportes que Alejandro Cussiánovich ha realizado respecto al mundo de la infancia quedan hoy registrados en la academia, la ciencia, y la acción social. La Teoría de la valoración crítica del trabajo realizado por niños y adolescentes, la Colaboración desde los movimientos sociales de niños y adolescentes trabajadores, los Paradigmas culturales sobre infancia, y la Pedagogía de la ternura, se pueden contar entre sus principales contribuciones.

Sin embargo, a mi entender, el aporte más significativo respecta al “Protagonismo de la infancia”. La sabiduría que porta Alejandro Cussiánovich sobre el Protagonismo de la Infancia equivale a la doctrina socialmente útil a la infancia, la misma que circula en el ámbito de América Latina como escuela de pensamiento.

El protagonismo de la infancia esbozado por Alejandro Cussiánovich en la década de los años sesenta trasciende en el tiempo, se anticipa a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de fines de la década del ochenta y sobrepasa su vigencia en el devenir del presente siglo. De esta manera se llena el vacío jurídico y laguna política que aún capea en la aplicación de la normativa jurídica sobre niñez.

El pensamiento crítico de Alejandro Cussianovich, abre la perspectiva de la “dignidad emancipadora” al protagonismo político de sectores populares históricamente excluidos como las empleadas domésticas, niños y niñas en situación de calle y trabajadores, jóvenes trabajadores organizados, los pueblos indígenas.

Doctor Honoris Causa para Alejandro Cussiánovich

Por su destacada trayectoria profesional en beneficio de la pedagogía educativa y su constante labor en defensa de los derechos de la infancia y adolescencia trabajadora ante el Estado y la sociedad, promoviendo un rol protagónico de los menores en diversas organizaciones y movimientos sociales, el educador y sacerdote Alejandro Cussiánovich Villarán fue condecorado el pasado martes 3 de mayo de 2016, por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) con el alto grado de Doctor Honoris Causa, en ceremonia protocolar presidida por la Rectora (i), Dra. Antonia Castro Rodríguez.

El homenajeado impulsó la creación y elaboración del diseño curricular de la maestría en Política Social con mención en Promoción de la Infancia, que desde hace 15 años se dicta en la Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Decana de América.

“Este reconocimiento es para los millones de niños y adolescentes del mundo popular, quienes no deben ser considerados una preocupación o un gasto para la sociedad, sino parte de la solución y coproductores de lo que requiere nuestra patria para ser digna y fraterna”, manifestó el Dr. Cussiánovich Villarán, en el acto protocolar realizado el 3 de mayo, en el Salón General del Centro Cultural de San Marcos (CCSM), como parte de las actividades por el 465° aniversario de la UNMSM.

En su conferencia Magistral manifestó “… el Reconocimiento a tantas otras personas que a lo largo de estos últimos 60 años han trabajado por las misma generaciones en este país. Quisiera también en esa esa perspectiva recordar el sentido profundo para el cual se aceptó esta DISTINCION como una forma de galardonar a tantos miles y centenares de miles de niños y niñas de nuestro pueblo que tienen la frente levantada, quieren desean afirmar su propia DIGNIDAD y que no han bajado los brazos frente al infortunio de la injusticia…”.

El educador habló sobre la pedagogía de la ternura, la cual consiste en darle a los niños el cariño y respeto que merecen sea cual sea su condición socio-económica, cultural, racial o de cualquier otra índole, lo cual los ayudará a ser buenas personas en el futuro.

En otra parte de su discurso tuvo fuertes críticas hacia las instituciones financieras mundiales, las cuales considera que ven a los niños trabajadores como un problema, del cual no se quieren ocupar, sino más bien hacer de cuenta que no existen.

“Quieren erradicar lo que consideran un ´mal ejemplo´, un ‘flagelo de la sociedad’, así les llaman en el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo. Para ellos son basura, esas son sus palabras. Debemos cambiar esa forma de pensar que solo ve a los seres humanos en función de cuánto producen a una sociedad capitalista. Hay que cortar ese patrón hegemónico”, refirió Cussianovich a la Agencia de Noticias de la Infancia (ANI).

Expresó también su deseo por tener una sociedad más inclusiva, que no rechace o discrimine a los niños, y que respete su dignidad, algo que según su punto de vista no ocurre.

Asimismo, agradeció la responsabilidad social de la Decana de América, a través de la Facultad de Ciencias Sociales, por ser la primera en incorporar la maestría en Política Social con mención en Promoción de la Infancia dentro de su oferta académica de estudios de posgrado. “Siguiendo el camino abierto por San Marcos se ha extendido maestrías y diplomados similares en diversas casas de estudios nacionales e internacionales, como la Red Latinoamericana de Maestría de la Infancia”, destacó.

Su discurso también fue propicio para resaltar los años de acción de diversas organizaciones que han promovido el reconocimiento de los derechos de los niños y adolescentes trabajadores de la calle en el Perú. Entre ellos, los 40 años del Movimiento de Adolescentes y Niños Trabajadores de Obreros Cristianos (Manthoc), así como los 25 del Programa Colibrí, hoy llamado ATO-Colibrí. Además, recordó a la organización Generación, que fue fundada en 1988, y a los 20 años de incansable labor del Movimiento Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores Organizados del Perú (MNNATSOP).

“Esta es una ocasión para hacer reflexión sobre el futuro. Ciertamente que la infancia trabajadora no podrá gozar de un estatuto significativo para el cambio y la justicia social en el país si no hay una evaluación crítica de los niveles reales alcanzados en los movimientos sociales y populares”, recomendó el Dr. Cussiánovich Villarán.

En otro momento, la ceremonia tuvo un espacio de profunda emotividad y agradecimiento por parte de niños y adolescentes, representantes de las organizaciones en las que el Dr. Cussiánovich Villarán viene colaborando.

“Muchas veces cuando la sociedad ve a un niño trabajando lo insultan o son llamados popularmente ‘pirañas’, pero lo único que nosotros pedimos es que no nos quiten nuestro modo de salir adelante. El trabajo nos hace dignos y nos ayuda a superarnos en la vida”, manifestó el menor cuyo nombre tenía las iniciales A. R., delegado nacional de MNNATSOP e integrante del grupo Generación, quien agradeció al homenajeado por el tiempo y el apoyo que les dedica.

El acto protocolar también contó con la presencia del secretario general de la UNMSM, Ing. Raúl Pizarro Cabrera, la presidenta de la Comisión de Celebraciones Conmemorativas del 465º Aniversario de la UNMSM, Dra. Sonia Calle Espinoza, así como decanos, docentes y estudiantes sanmarquinos.

Paradigma del protagonismo y pedagogía de la ternura

A su turno, el pastdecano de la Facultad de Ciencias Sociales, Dr. César Germaná Cavero, quien ofreció el discurso de orden, sostuvo que el Dr. Alejandro Cussiánovich sobresale por ser un ejemplo de vida dedicada a la niñez y adolescencia trabajadora, quien, además, ocupa un lugar prominente en el campo de los estudios sobre la infancia y la defensa de sus derechos; razón por la que desarrolló la innovador y prometedora obra Paradigma del Protagonismo.

“Su obra es conocida por todos quienes compartimos la esperanza de una nueva infancia. Y tiene su punto de partida en la reflexión del término protagonismo, muchas veces distorsionado de una forma negativa. Este proyecto tiene como meta lograr la autonomía individual y colectiva, otorgando a cada niño y adolescente la capacidad de tener sus propias normas y leyes que consideren las más adecuados para su propio desarrollo”, explicó el Dr. Germaná Cavero.

Así también, comentó sobre la pedagogía de la ternura, centrada en la tarea de recuperar la fuerza y el amor en las relaciones sociales, de manera que reivindica el referido sentimiento, alejándolo de las atribuciones que lo consideran propio de quienes tienen un carácter débil. “Abarca más allá de una pedagogía centrada en la escuela, pues se busca sacar la ternura del ámbito privado y afirmar su carácter público. Es una virtud necesaria para lograr una política social”, refirió.

De esta manera, el Dr. Germaná Cavero también aprovechó para reconocer los aportes del Dr. Cussiánovich en la formación del referido programa de maestría ofrecida por la Facultad de Ciencias Sociales. “El programa se ha convertido en un espacio privilegiado de reflexión, investigación, capacitación y de propuestas políticas sociales sobre los problemas de la infancia trabajadora del Perú”, acotó Cussianovich (1).

Un referente reconocido a nivel mundial

Alejandro Cussiánovich, nacido en 1935, es ordenado sacerdote en 1965 por la Orden Salesiana. Se gradúa como profesor de Educación Primaria, estudia tres años de Filosofía y luego cuatro años de Teología, en la House for Theolgycal Studies en Inglaterra y en L`Êcole Supériuere de Théologie en Lyon, Francia.

Trabaja con las mujeres migrantes y trabajadoras domésticas extranjeras en Francia y acompaña a las jóvenes obreras de los años 60 de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), lo que constituye una matriz social definitiva en su orientación profesional y pastoral.

Promueve la creación de la primera organización autónoma en manos de los propios niños, niñas y adolescentes trabajadores, germen de un proceso de organización latinoamericano e internacional de niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Alejandro Cussiánovich forma parte de lo que en Perú se conoció como el Movimiento Sacerdotal Onis, entre cuyos miembros fundadores estaba el teólogo Gustavo Gutiérrez, Jorge Álvarez Calderón, Ricardo Antoncich, Romeo Luna Victoria, Julián Salvador, Wenceslao Calderón, entre otros.

Es parte de quienes en el país fueron aportando a la elaboración de Teología de la Liberación. Escribe, en 1975, el libro “Desde los Pobres de la Tierra, una teología de la liberación de la vida religiosa”, declarado herético por la autoridad religiosa y que acarrearía en 1980 su suspensión ad divinis y posterior expulsión de la Congregación Salesiana.

El doctor Cussiánovich fue miembro de la Asociación Internacional de Teólogos de la Liberación (2).

Igualmente, ha sido miembro fundador del Instituto de Pedagogía Popular – IPP, del Instituto Peruano de Educación en Derechos Humanos y la Paz – IPEDEHP, y de la Organización Foro Educativo. En el año 2000, formó parte del equipo docente de la Maestría de Política Social con mención en Promoción de la Infancia de la UNMSM, y, en el 2001, fue miembro del Comité directivo del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF).

En el año 2010, fue docente del Diplomado de Justicia Juvenil Restaurativa, en la Universidad Antonio Ruíz de Montoya, y de la maestría de Psicología con mención en Psicología Educativa de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Psicología de la Decana de América.

Es autor de números libros y artículos, entre los que destacan Desde los pobres de la tierra. Perspectiva de vida religiosa (1975), Historia del pensamiento social sobre infancia (2002), Aprender la condición humana. Ensayo sobre pedagogía de la ternura (2010) y Ciudadanía y participación de las infancias del paradigma del protagonismo (2012). Asimismo, ha impartido conferencias en diversos encuentros internacionales en el Perú y el extranjero.

Para definir Alejandro Cussianovich voy a mencionar las palabras de Ronald Álex Gamarra Herrera, (catedrático de la facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM): “Hay un hombre que a lo largo de las muchas décadas de su vida, ha permanecido leal a sus convicciones y a una profunda vocación de servicio a los que nada tienen, con la idea de contribuir a una sociedad mejor. Un utópico, se diría en el mundo pragmático y oportunista de hoy. Ese hombre cargado de años ha conservado el espíritu “joven para siempre”, como quería Bob Dylan en una canción memorable. No lo han abandonado la ilusión ni el optimismo, ni el ímpetu, ni la tenacidad. A una edad en la que uno espera merecer deferencia y elogios por el camino recorrido, él sigue buscando desafíos, proyectos, tareas. En su caso, la madurez tiene el impulso de un eterno adolescente. Le ha dedicado su vida especialmente a la niñez y la juventud. A esa niñez en abandono, a los niños que trabajan, a los niños sin familia, a los niños de la calle. Ha defendido los derechos y la dignidad de esos niños, pero sobre todo ha querido hacer de ellos los protagonistas de su propia lucha y destino en la vida. Es un maestro que no educa para amaestrar sino para liberar capacidades. Su recorrido vital va de la mano con una intensa reflexión religiosa que lo llevó tempranamente al sacerdocio. A un sacerdocio que él quiso no ritual ni decorativo, sino comprometido. Impulsor originario de la Teología de la Liberación junto a Gustavo Gutiérrez, ha sufrido censura, sanciones y marginación al igual que otros miembros de esta corriente de reflexión teológica que intentó renovar una Iglesia anquilosada.

( …) Discreto, modesto, no le gusta hacerse notar. Pero es de aquellos que han luchado toda la vida, los indispensables, según la frase atribuida a Brecht. Alguna vez le preguntaron qué ha ganado con tanta lucha y respondió: “Uno no se mete a pelear porque va a ganar, sino por dignidad”. Le dicen Chito, como a cualquier chiquillo, tal vez porque conserva el alma primaveral, y se llama Alejandro Cussianovich” (3).

Comentarios

Tania E. Pariona, acaba de ser elegida Congresista de la Republica de Perú en las elecciones presidenciales del pasado 11 de abril (4) y comenta al Observatorio sobre Latinoamerica SELVAS:

Acompañamos a nuestro Amauta «chito», Alejandro Cussianovich, en la Ceremonia de Distinción Doctor Honoris Causa, reconocimiento que le fue otorgado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Los miles de NATs que hemos tenido la grandiosa oportunidad de conocer a chito, no sólo hemos crecido nutriéndonos de su gran capacidad de análisis, también de su vocación de educador, colaborador, construyendo militancia desde la práctica. Entre tantas cosas valiosas que chito ha aportado en nuestras vidas, al Movimiento de NATs, a la academia y la sociedad mundial, es sobre el protagonismo infantil, la valoración crítica al trabajo infantil, la pedagogía de la ternura, sobre la libertad de agencia y empoderamiento que los niños y niñas trabajadores desarrollamos.

Gracias chito, por hacer de nosotr@s ciudadanos de bien, íntegros, con ética y nunca bajar la cabeza ante nadie y dignificar nuestras raíces, nuestra historia y perseverar por nuestros sueños y aspiraciones”.

Alfredo Quispe, educador del MANTHOC de Ayacucho, agradece a Cussianovich “por tus enseñanzas en el nivel teórico, pragmático y metodológico. El aporte que brindas a la academia y en la construcción de una sociedad más justa y humana nos satisface y orienta a seguir apostando en esta nueva etapa. Mis congratulaciones por este reconocimiento de Doctor Honoris Causa, nos llena de alegría a todos en especial a quienes te conocemos de cerca. Sigue con ese aporte incansable a la academia y en la vida practica en la construcción de un nuevo contrato Social entre la Infancia, Adolescencia y el mundo adulto. Es evidente el cambio de paradigmas y cambios mentales. Inviertes tu tiempo en lo que más quieres y aportas en todos los niveles en la Infancia. Como diría Amartya Sen » Invertir en la Infancia, aporta a romper el ciclo de la pobreza».

Marta Martínez Muñoz, asesora en políticas de infancia del partido Podemos de España, comenta desde Madrid que es “Muy orgullosa de este nuevo reconocimiento a quien es uno de los grandes maestros y referentes éticos y de vida para muchas de nosotras: Alejandro Cussiánovich. ¡Qué tu inquebrantable compromiso y la dignidad de los NATs resuene y remueva los muros de la Facultad decana de América¡ ¡Qué la Academia se llene de nuevo de la mejor chavalería¡ ¡Qué se hagan escuchar!”.

Silvia Oleas, actual Secretaria del Consejo Cantonal de Protección de Derechos de Cuenca- Ecuador (5), escuchó a Alejandro Cussianovich en 2010 durante un curso de la Maestría sobre políticas de infancia, organizado por la Universidad Politécnica Salesiana UPS del Ecuador.

Su aprendizaje lo ha traducido en políticas públicas incluyentes porque Cuenca (tercera ciudad del Ecuador) siempre se ha caracterizado por ser la pionera en la implementación de políticas y estrategias en el tema de derechos de la infancia y adolescencia. Por ejemplo la Alcaldía de Cuenca siempre ha dialogado y apoyado la Fundación PACES y la Universidad Politécnica Salesiana UPS donde se destaca el compromiso del Rector p. Javier Herrán (6) en favor de la defensa de los derechos de la infancia y adolescencia trabajadora.

Silvia Oleas comenta al Observatorio SELVAS: “Ser reconocido “Por la causa de honor” sin duda revela que usted ha dado cabal cumplimiento a sus deberes, académicos y humanos a lo largo de su vida, donde ha puesto en evidencia que el saber y el ser pueden conjugarse de manera simultánea.

Su trayectoria académica y profesional es una referencia para los profesionales del ámbito social, porque en su trabajo diario se manifiesta, a más de la solvencia profesional y rigor académico, el invalorable compromiso social, especialmente con la población de niñez y adolescencia a quienes ha dedicado el mejor de sus esfuerzos.

Sin duda, Cussianovich es un visionario, aquel que ve más allá, pues ha sobrepasado los horizontes limitados del conocimiento teórico para hacerlos vida y realidad en la práctica.

Es un alto honor para las personas que le conocemos sumarnos al testimonio social, reconociendo su valioso aporte a la sociedad.

Hacemos votos porque su trabajo académico, que se ha desarrollado de manera paralela a su actividad profesional, comprometida con la sociedad, siga rindiendo frutos que procuren la reducción de la brecha de las inequidades”, concluye Silvia Oleas.

Conclusión

Yo he acompañado al maestro Alejandro Cussianovich en sus conferencias magistrales en prestigiosas universidades como la Un. Politécnica Salesiana de Quito, Un. San Marcos de Lima, U. Externado de Colombia, en la Universidad Statale de Milán (Italia). En Italia hay que recordar que el pensamiento de Cussianovich viene estudiado en las facultades de educación de la Universidad de Bologna y de la Universidad de Reggio Emilia, gracias al compromiso de las docentes María Teresa Tagliaventi y Rita Bertozzi, que han trabajado directamente con Cussianovich.

Durante este último año, yo he podido colaborar con Alejandro en la elaboración de dos libros colectivos que tienen el objetivo de visibilizar el trabajo y la visión global de Alejandro Cussianovich. El paper “El aporte de Alejandro Cussianovich a la teología y a la pedagogía de Latinoamérica” se refiere al comentario de importantes académicos y activistas latinoamericanos y europeos con relación a la trayectoria de los 50 años de sacerdocio de Cussianovich; es difundido por el Instituto IFEJANT de Lima (6).

El segundo paper, “Incidenza politica in Europa e Movimenti dei bambini/e e adolescenti lavoratori NATS – COMPARAZIONE TRA LE BUONE PRATICHE DELLA SOCIETA’ CIVILE IN ITALIA E IN GERMANIA (2002-2006) – Interventi esclusivi di Alejandro Cussianovich, Nandana Reddy, Mandred Liebel, Teresa Tagliaventi” es publicado por CIPSI, coordinacion nacional de 30 ONGs italianas (7).

Soy feliz que el mismo Alejandro Cussianovich haya escrito el prólogo a este libro de mi autoría, donde señala que “He leído con atención el texto del libro de Cristiano. Creo que es una memoria necesaria de los eventos internacionales en el periodo preciso que va hasta el 2006. Tengo la impresión que será muy útil en cuanto no solo al recuento histórico, sino para que alguien quiera hacer un análisis del recorrido de lucha y de elaboración del pensamiento que se ha ido dando a este nivel internacional.

Si bien figura Nandana Reddy (CWC-India), creo importante subrayar la participación de África MAEJT.

Bueno, felicitaciones por el trabajo de recopilación y sistematización.

No nos queda sino agradecer el esfuerzo del autor, Cristiano Morsolin, por entregarnos estas páginas, fruto de su paciente como acuciosa labor periodística”.

Notas:

  1. http://www.unmsm.edu.pe/noticias/ver/doctor-honoris-causa-para-alejandro-cussianovich
  2. http://noticias.universia.edu.pe/en-portada/noticia/2008/06/19/732977/u-villarreal-distingue-propulsores-teologia-liberacion.html
  3. http://archivo.larepublica.pe/columnistas/causa-justa/chito-30-09-2012
  4. http://www.alainet.org/es/articulo/176754
  5. http://www.concejoninezcuenca.gob.ec/publicaciones.html
  6. http://www.ifejant.org.pe/documentos%20portada/pedag.pdf
  7. http://cipsi.it/wp-content/uploads/2016/03/DEF_Incidenza-politica-in-Europa_Febbraio-2016.pdf

Cristiano Morsolin, investigador italiano radicado en Latinoamérica desde 2001. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS (Milán), autor de varios libros, investiga la relación entre derechos humanos, movimientos sociales y políticas emancipatorias.

Tomado de: http://rebelion.org/noticia.php?id=211989

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El aporte de Alejandro Cussianovich a la teología y a la pedagogía de Latinoamérica

Por Cristiano Morsolin

Con la canonización, el sábado 30 de mayo de 2015, del obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, se llega al punto más alto del concepto de “tender puentes y derribar muros” que se respira en la Santa Sede, al que se agregan el anuncio de beatificación a Monseñor Enrique Angelelli y a Dom Helder Cámara, la presencia en el Vaticano del fundador de la Teología de la Liberación Gustavo Gutiérrez y los históricos encuentros de Francisco con los Presidentes palestino Mahmud Abbas y con el cubano Raúl Castro.

“Sí. Ha caído un muro”, afirmó el sacerdote peruano co-fundador de la Teología de la Liberación, Gustavo Gutiérrez, en pleno Vaticano el día 12 de mayo de 2015.

En esta perspectiva de cambio, varias organizaciones sociales peruanas y latinoamericanas han solicitado el reconocimiento eclesial de Alejandro Cussianovich por su aporte a la pedagogía y a la teología en ocasión de sus 50 años de sacerdocio.

Un referente reconocido a nivel mundial

Alejandro Cussianovich es ordenado sacerdote en 1965 por la Orden Salesiana. Se gradúa como profesor de Educación Primaria, estudia tres años de Filosofía y luego cuatro años de Teología, en la House for Theological Studies en Inglaterra y en l’École Supérieure de Théologie en Lyon, Francia.

Trabaja con las mujeres migrantes y trabajadoras domésticas extranjeras en Francia y acompaña a las jóvenes obreras de los años 60 de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), lo que constituye una matriz social definitiva en su orientación profesional y pastoral.

Promueve la creación de la primera organización autónoma en manos de los propios niños, niñas y adolescentes trabajadores, germen de un proceso de organización latinoamericano e internacional de niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Alejandro Cussianovich forma parte de lo que en Perú se conoció como el Movimiento Sacerdotal Onis, entre cuyos miembros fundadores estaba el teólogo Gustavo Gutiérrez, Jorge Álvarez Calderón, Ricardo Antoncich, Romeo Luna Victoria, Julián Salvador, Wenceslao Calderón, entre otros.

Es parte de quienes en el país fueron aportando a la elaboración de Teología de la Liberación. Escribe, en 1975, el libro “Desde los Pobres de la Tierra, una teología de la liberación de la vida religiosa”, declarado herético por la autoridad religiosa y que acarrearía en 1980 su suspensión ad divinis y posterior expulsión de la Congregación Salesiana.

El doctor Cussianovich fue miembro de la Asociación Internacional de Teólogos de la Liberación (1).

Para definir Alejandro Cussianovich, voy a mencionar las palabras de Ronald Álex Gamarra Herrera, (catedrático de la facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM): “Hay un hombre que a lo largo de las muchas décadas de su vida, ha permanecido leal a sus convicciones y a una profunda vocación de servicio a los que nada tienen, con la idea de contribuir a una sociedad mejor. Un utópico, se diría en el mundo pragmático y oportunista de hoy. Ese hombre cargado de años ha conservado el espíritu “joven para siempre”, como quería Bob Dylan en una canción memorable. No lo han abandonado la ilusión ni el optimismo, ni el ímpetu, ni la tenacidad. A una edad en la que uno espera merecer deferencia y elogios por el camino recorrido, él sigue buscando desafíos, proyectos, tareas. En su caso, la madurez tiene el impulso de un eterno adolescente. Le ha dedicado su vida especialmente a la niñez y la juventud. A esa niñez en abandono, a los niños que trabajan, a los niños sin familia, a los niños de la calle. Ha defendido los derechos y la dignidad de esos niños, pero sobre todo ha querido hacer de ellos los protagonistas de su propia lucha y destino en la vida. Es un maestro que no educa para amaestrar sino para liberar capacidades. Su recorrido vital va de la mano con una intensa reflexión religiosa que lo llevó tempranamente al sacerdocio. A un sacerdocio que él quiso no ritual ni decorativo, sino comprometido. Impulsor originario de la Teología de la Liberación junto a Gustavo Gutiérrez, ha sufrido censura, sanciones y marginación al igual que otros miembros de esta corriente de reflexión teológica que intentó renovar una Iglesia anquilosada.

 

“( …) Discreto, modesto, no le gusta hacerse notar. Pero es de aquellos que han luchado toda la vida, los indispensables, según la frase atribuida a Brecht. Alguna vez le preguntaron qué ha ganado con tanta lucha y respondió: “Uno no se mete a pelear porque va a ganar, sino por dignidad”. Le dicen Chito, como a cualquier chiquillo, tal vez porque conserva el alma primaveral, y se llama Alejandro Cussianovich” (2).

Hoy Alejandro es profesor de la Maestría de Políticas Sociales y Promoción de la Infancia y en la de Psicología Educativa en la UNMSM – Universidad San Marcos de Lima y coordinador del Instituto de formación IFEJANT de Lima.

Ha publicado diversos libros entre los cuales destacamos: “Historia del pensamiento social sobre la infancia”, “Ensayo sobre Infancia. Sujeto de derechos y protagonista I y II”, “Niños trabajadores y protagonismo de la infancia” y “Jóvenes y niños trabajadores: sujetos sociales, ser protagonistas”, Aprender la Condición Humana. Ensayo sobre pedagogía de la ternura (2010).

La pedagogía de la ternura

Alejandro CussianovichAlejandro Cussianovich es un maestro referente a nivel mundial sobre el tema del protagonismo político de la infancia y adolescencia: «Hablar de pedagogía de la ternura corre el riesgo, como todo en la vida, de devenir una banalidad, un eslogan, una tarjeta de presentación aceptable. Tanto más buscada cuanto que puede funcionar como un mecanismo de compensación a la cultura de la modernidad heredada y que en nombre de la razón terminó relegando la subjetividad y en su combate contra el romanticismo, instaurando cierto neoestoicismo, o como señaló en 1919 el II Congreso Panamericano del Niño, el ideal de niño es que sea “robusto, sano y viril”. Sin embargo, la ternura para nada es apenas un refugio ante sociedades de la violencia institucionalizada; la ternura, en particular en el ámbito familiar, está llamada a convocarnos en torno a otros paradigmas de las relaciones sociales, de la vida interpersonal. Pero muy en especial, la ternura debe ser entendida como una virtud política, como un componente insoslayable de nuestra práctica educativa familiar, profesional sea cual fuere ésta. Ciertamente que de ello dependerá que con menos desgarramientos logremos que la vida familiar, escolar, comunitaria exprese el eros pedagógico y el agape convivial, necesarios para construir sin pausa identidad, responsabilidad social y solidaridad. La solidaridad es la ternura de los pueblos dijo con razón Tomás Borges y añadiríamos, de las parejas, de las familias, de las colectividades societales» (3).

Alejandro Cussianovich es un ejemplo de una vida dedicada a la infancia y adolescencia trabajadora y en particular su enfoque innovador de la “pedagogía de la ternura” que profundiza el proyecto educativo de Don Bosco en la historia moderna del pensamiento sobre la infancia y adolescencia, representa un tema “profético” que Cussianovich ha logrado presentar en destacadas Universidades de todo el mundo (de Latinoamérica, de Europa y África), en el Consejo Mundial de Iglesias de Ginebra, en la campaña del BICE en Bruselas que ha contado con el respaldo del Papa Benedicto XVI, entre otros.

Yo he trabajado directamente con Cussianovich en diferentes roles: en 2001 fui el co-fundador del Boletín para Educadores de toda Latinoamérica junto a Alejandro – proceso que hoy todavía sigue con el liderazgo de IFEJANT; en 2003- 2004 ha sido el formador y asesor del proyecto de cooperación internacional que yo he coordinado en Lima con la ONG católica ASPEM sobre el tema de la explotación laboral de los niños, niñas y adolescentes trabajadores en el mercado Mayorista “La Parada”; en la última década yo he acompañado a Alejandro en las Universidades de Quito (Ecuador), Bologna y Milán (Italia) y otros encuentros internacionales como experto del Observatorio sobre Latinoamérica Selvas. Soy testigo de las multi-facetas de Alejandro, filósofo, sacerdote, militante, maestro.

He realizado un dossier que reúne algunos análisis de expertos internacionales –Nelly Torres (Bruxell), Enrique Jaramillo (Lima), Padre Humberto Boulange Allegre (Lima), Juan Enrique Bazan (Lima), Reinel Garcia (Bogotá), Adolfo Lacuesta (España), Alessandro Magoga (Belgica), Fabio Cattaneo (Italia), Reginaldo Veloso (Brasil)– y tiene el objetivo de visibilizar y reconocer el aporte de Alejandro Cussianovich a la teología y a la pedagogía de Latinoamérica, para celebrar sus 50 años de sacerdocio.

Es una manera concreta para agradecer el Dios de la Vida que dona y sigue animando la profecía de Alejandro Cussianovich, que ha abierto nuevos caminos a nivel mundial, en la esperanza de abrir un dialogo también con el Papa Francisco.

Por ejemplo , el Proyecto Centralidad de la Niñez PCN empezado en 2014 – un esfuerzo interinstitucional entre el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Visión Mundial, (VM) y la Pastoral da Criança de Brasil (PdC), que tiene como objetivo la promoción, en equidad, de la centralidad de la niñez junto a las Conferencias Episcopales y Pastorales de la Niñez del CELAM y Oficinas Nacionales de Visión Mundial de la Región Latino Americana y Caribeña, considera que “La ternura es un mediador histórico en Latinoamérica desde la década de los 70s. Por ejemplo, Alejandro Cussianovich – Pedagogía de la ternura – Educación de niños y niñas trabajadores” (4).

Comentario de Nelly Torres

Nelly Torres, hoy miembro de BelgicaNats (Bruselas), originaria de Lima donde hace más de 35 años trabajaba con Alejandro Cussianovich en el acompañamiento a la infancia trabajadora organizada en el MANTHOC.

“Yo tenía 15 años, fue en los cursos de catequesis de verano del año 1975, en los Marista de San Juan de Miraflores que te escuche por primera vez. Hasta ahí, solo te veía como uno de los tantos sacerdotes «hippies» del momento. Aunque tu discurso dinámico, serio me llamo la atención y despertó en mí, el interés por ampliar la mirada a lo que estaba pasando con los trabajadores en el país. Yo ya trabajaba como obrera.

A finales de 1976, nos conocimos en la coordinación de Comunidades Cristianas del Cono sur de Lima, Ciudad de Dios. Llegaste como Asesor de la JOC y nos impresionaste, enseñándonos a los jóvenes que representábamos a las comunidades del todo el sector, la necesidad de ser educadores de nuestro pueblo sufrido en ese momento, con la represión de la dictadura militar.

1977, nos invitaste a formar parte de las filas de la JOC. Nos preguntas que hacemos con los niños que acompañábamos en ese momento en nuestros barrios. Fueron años creativos, de incansables acciones y reflexiones educativas, permanentes para terminar siendo colaboradores en la educación y promoción de las nuevas generaciones, desde ellos, los jóvenes trabajadores! con el método más sencillo del Pueblo, de los Trabajadores: Ver, Juzgar, Actuar, tan vigente hoy en día que no tiene nada que envidiar a las metodologías pedagógicas modernas…

En esta nueva experiencia contigo, descubro a un Educador a la Vida, a la fe profunda en «Jesús Trabajador», despertaste en nosotros el valor sagrado de nuestra identidad, nos invitaste a integrar a la producción de un «Cristo Pobre», nuestro boletín que gracias a nuestro compañero Ignacio Guisado, se vendían ahí donde nos encontramos trabajando o estudiando, en las Escuelas vespertinas y hasta venderlos en los micros, ómnibus sin tener ninguna vergüenza, al contrario.

Tengo que decirte que desde la JOC y la creación del MANTHOC, llegaste a nuestras vidas, de niños, niñas. adolescentes y jóvenes para entrar en «las venas abiertas» de la clase trabajadora, maltratada e ignorada socialmente en ese momento…

Aunque posiblemente te hicimos sufrir con muchas de nuestras historias, no perdiste la paciencia, ni dejaste de promovernos como luchadores sociales para a nuestro turno seguir promoviendo a otros pero sobre todo, siendo educadores, creyentes en el Reino de justicia, así como creyentes en la utopía, o sueño posible del reconocimiento social y político de los JANTs.

Y hoy Querido Alejandro, el GRAN SEMBRADOR, ha llegado para ti el día de la gran cosecha de estos 50 años, de incansable labor sacerdotal. Seguro que habrán infinitos Contenedores para recoger con los testimonios de compañeros, compañeras y amigos, los frutos de tu entrega…

Personalmente, expresarte con hondo agradecimiento que me hayas soportado trabajar contigo muy de cerca por casi 30 años, igualmente agradecer tu acompañamiento a la experiencia internacional, pasar horas, días meses, años ofrecidos a la causa de la dignidad y reconocimiento del Niño, Niña, Adolescente Trabajador, no solo en Perú, sino también en América Latina, África, Europa…

Que hoy viviendo en la tierra de Cardijn (Bélgica) la experiencia es mucho mayor para seguir ofreciéndola a la causa de la dignidad y reconocimiento de la infancia, de la humanidad, gracias compañero, amigo por haberte encontrado en mi camino por haber colaborado en mi formación como educadora a la vida de los NATs y de la promoción de las nuevas generaciones”.

Comentario de Adolfo Locuesta

Adolfo Locuesta, Director de la ONG “Proyecto Solidario” (España) comenta que:

“Con mucho agrado accedo a la petición formulada sobre mi querido y admirado Alejandro Cussianovich. En primer lugar, mi sintonía especial con Alejandro desde la docencia y el magisterio que ambos compartimos con humildad, pero con un enfoque de compromiso vital.

Conocí a Alejandro hace veinte años, en el marco del movimiento de niños y adolescentes trabajadores liderado por Manthoc. Desde el primer momento fui consciente del reto educativo cercano que se había tomado hacia todos estos Nats que estaban abocados a trabajar desde muy temprana edad. Y desde una genuina perspectiva de participación y protagonismo infantil.

Alejandro, el amigo y maestro compartiendo las inquietudes y esperanzas de tantos niños y niñas de los sectores marginales de Lima. Una imagen inolvidable y un modelo para quienes luchamos por los derechos de los niños.

Posteriormente apareció el Ifejant, encargado de formar y preparar a jóvenes educadores que se implicaban en la hermosa y difícil tarea que nuestro singular Alejandro había diseñado, junto a otros recordados e históricos del Manthoc, a quien tuve la suerte y el honor de conocer.

Me correspondió organizar dos magníficos Encuentros Internacionales sobre Trabajo Infantil en Madrid (España) en los años 2000 y 2001; invitando a Alejando como orador de excepción para explicar la realidad de los movimientos organizados de Nats en América Latina. Y con una presencia significativa de niños y niñas trabajadores peruanos que pudieron exponer su realidad.

Alejandro ha sido mi mentor a la distancia, para conocer mejor e involucrarme en el protagonismo de los niños y niñas trabajadores, con sus anhelos y reivindicaciones.

Para terminar, una mención al trabajo de Alejandro sobre la Pedagogía de la Ternura, que comparto esencialmente y que marcara de manera muy significativa el resto de mi labor como educador activista y comprometido.

Gracias Alejandro, por tantas enseñanzas compartidas desde la sencillez y el rigor intelectual, por el ejemplo de maestro comprometido con las grandes causas de nuestros niños y niñas.

A mis sesenta años, me siento muy feliz de continuar teniendo maestros y referentes, y tú eres uno de ellos. Y puedo asegurarte que tus orientaciones y reflexiones me han convertido en un alumno aventajado en toda la temática del Trabajo Infantil”.

Comentario de Juan Enrique Bazán

Juan Enrique Bazán, promotor y coordinador de la Red de Maestrías sobre políticas de infancia y adolescencia en Latinoamérica con la leadership de Save the Children – destaca desde Lima que:

“Los aportes que Alejandro Cussianovich ha realizado respecto al mundo de la infancia quedan hoy registrados en la academia, la ciencia, y la acción social.

La Teoría de la valoración crítica del trabajo realizado por niños y adolescentes, la Colaboración desde los movimientos sociales de niños y adolescentes trabajadores, los Paradigmas culturales sobre infancia, y la Pedagogía de la ternura, se pueden contar entre sus principales contribuciones. Sin embargo, a nuestro entender, el aporte más significativo respecta al “Protagonismo de la infancia”. La sabiduría que porta Alejandro Cussianovich sobre el Protagonismo de la Infancia equivale a la doctrina socialmente útil a la infancia, la misma que circula en el ámbito de América Latina como escuela de pensamiento.

El protagonismo de la infancia esbozado por Alejandro Cussianovich en la década de los años sesenta trasciende en el tiempo, se anticipa a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de fines de la década del ochenta y sobrepasa su vigencia en el devenir del presente siglo. De esta manera se llena el vacío jurídico y laguna política que aún capea en la aplicación de la normativa jurídica sobre niñez.

En este lapso, Alejandro Cussianovich, colabora paciente y metódicamente en la construcción del movimiento social de niños y adolescentes trabajadores del Perú, de América Latina y otras regiones del mundo. Simultáneamente perfila un corpus teórico de valoración crítica del trabajo de la niñez con mirada alta en la prospectiva del protagonismo de la infancia, sin perder tonicidad en la pedagogía de la ternura. En esta perspectiva, la práctica social y la teoría sobre protagonismo confluyen en la centralidad de la niñez como sujeto social y político dándole sentido de identidad histórica liberadora alineada con la dignidad y justicia social. El Protagonismo de la infancia es el punto de quiebre del status quo del sometimiento y es el espacio en que la esperanza adquiere sentido y significado. El niño, luego de entender el protagonismo, reemplaza su comportamiento como resultados planeados por otros, por una actuación en la que él se plantea ser parte de la creación de las reglas.

En esa dirección, el Protagonismo de la infancia, es un impulso histórico, que en adelante deberá ser tomada en cuenta al menos en tres campos fundamentales de orden público: en el campo legislativo, en el campo programático de políticas públicas y en el campo de la administración judicial especializada en niñez y adolescencia.

En el campo legislativo, en adelante, el debate parlamentario y debate sobre la democracia en el Perú y América Latina, la infancia ocupará centralidad en la razón de Estado y la neo estatalidad estará por hacerse a la hechura de la infancia. En el campo del diseño y evaluación de las políticas públicas el protagonismo de la infancia quedará simultáneamente colocado tanto en la prospectiva como en la estructura de objetivos. En el campo de la administración judicial especializada la doctrina sobre el protagonismo de la niñez deberá ser incorporada en la dogmática jurídica.

El Protagonismo de la infancia implica ser partícipe en la creación de su propio mundo, un modo de re-apropiarse de la realidad y construir alternativas de desarrollo. El Protagonismo es un modo de vivir del niño, un modo de vivir del otro, un modo de vivir de nosotros. En el que el niño trabajador, el niño que vive en la calle –niño desocupado- resulte legítimo al otro. El Protagonismo del niño trabajador, el Protagonismo del niño que vive en la calle, coloca al otro en relación a uno y el carácter de esa relación tiene que ver con la dignidad de ambos. El Protagonismo es sustantivo en la identidad del niño, le es inherente, y a la vez, le toca irse haciendo protagónico permanentemente.

Desde la doctrina del protagonismo de la infancia Alejandro Cussianovich genera la oportunidad de repensar la niñez, crea las condiciones para re-interpretarla y proyectarla en la sociedad. De ese modo los niños y adolescentes trabajadores, los niños y adolescentes que viven en la calle, tienen una narrativa liberadora y hoy en este acto honorable de Doctorado se incorpora al mundo de la academia, las ciencias y la doctrina el <Protagonismo de la niñez>”, concluye Bazan.

Notas

(1)     http://noticias.universia.edu.pe/en-portada/noticia/2008/06/19/732977/u-…

(2)     http://archivo.larepublica.pe/columnistas/causa-justa/chito-30-09-2012

(3)     http://www.informandoperu.com/2015/02/ensayo-sobre-la-pedagogia-de-la-te…

(4)     http://www.celam.org/noticelam/detalle.php?id=ODMz

(5)     http://centralidaddelaninez.celam.org/images/red-ronda-de-amor/V_Encuent…

Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica desde 2001, con experiencias en Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil. Autor de varios libros, ha colaborado con la Universidad del Externado de Colombia, Universidad del Rosario de Bogotá, Universidad Politécnica Salesiana de Quito. Co-fundador del Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS (Milán).  Blog: https://diversidadenmovimiento.wordpress.com/

Fuente: http://www.alainet.org/es/autores/cristiano-morsolin

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