Los siglos de las mujeres

Por: Elena Simón

Tras un siglo XX, «siglo de las mujeres», todavía quedan cosas pendientes para la igualdad: parar la socialización sexista, la violencia específica y superar el déficit de respeto y representación.+

El convulso e impredecible siglo XXI, del que aún no tenemos suficiente perspectiva histórica para calificar, nos permite introducir, desde nuestro pensamiento feminista y creativo, algunas hipótesis en forma de dudas o preguntas. No tenemos certeza de la dinámica que tomarán los acontecimientos sociales, culturales, políticos o económicos. Podemos inferir algunas consecuencias, avistar algunos itinerarios, deducir algunos hechos que se vayan a producir, derivados de otros que ya se producen. Pero, sin duda, no tenemos la bola de cristal para avistar lo que aún no ha ocurrido.

En el asunto de las mujeres y nuestros derechos ocurre esto exactamente: del acceso de las mujeres a derechos civiles, políticos y sociales se dedujo, en su momento, el fin de las desigualdades institucionales, jurídicas e, incluso, cotidianas. De la consideración de las mujeres como ciudadanas equiparables a los varones se esperaba el fin de la división sexual del trabajo y un trato igual para trabajo igual, el reparto de tareas domésticas y de cuidados y la consiguiente variación de los proyectos de vida en los jóvenes varones y mujeres. Del acceso de las mujeres a todo tipo de conocimientos, incluidos los más difíciles y especializados, se infería que ellas iban a tener una representación equilibrada en todos los ámbitos del saber y del poder. Se pensó que sólo sería cuestión de tiempo.

Transcurrió todo el siglo XX, al que podríamos llamar por derecho propio “el siglo de las mujeres” porque supuso un antes y un después en los derechos y oportunidades de las mujeres de buena parte del mundo (aunque no en todo el planeta) y también se hallaba bajo la influencia de las ideas de progreso lineal, continuo y ascendente.

El siglo XX iba arrastrando consigo una cierta ruptura de la división sexual del trabajo y de los espacios de reconocimiento y también una esperanza de que cada individuo, hombre o mujer, podría realizar proyectos de vida cada vez más elegidos y singulares, respecto a sus estudios, ocupaciones profesionales, formación de pareja y/o familia, dedicación a actividades y aficiones diversas en el tiempo libre, movilidad geográfica, disfrute de bienes culturales, etc…

Todo ello estaba significando pasos de gigante y, en el caso de las niñas, las jóvenes y las mujeres adultas de todas las edades, mucho más, pues salíamos de prohibiciones y prescripciones rígidas e innegociables que acarreaban castigos de marginación y apartamiento. Las mujeres nos fuimos apropiando de la parte sustraída y negada de lo humano, que también nos correspondía como humanas: espacios, tiempos, tareas, habilidades, rangos, títulaciones, etc…

Por eso podríamos decir que el siglo XX fue el siglo de las mujeres. Lentamente y de forma imparable íbamos saliendo de las madrigueras, de la hibernación y lográbamos cambiar progresivamente esa vieja piel dentro de la cual se nos había relegado a un solo espacio y oficio: el hogar y la condición de madresposas. Esta apertura de puertas, que habían perdido candados y llaves, invitaba a empujar y a ampliar el mundo. Se podía descubrir algo distinto y atractivo del otro lado, no sólo conocer dentro de los límites de la prudencia, decencia y oportunidad. Muchas mujeres empezamos a salir sin compañía masculina e, incluso, solas, a viajar, a trabajar, a acudir a distintos tipos de espectáculos o lugares de ocio y esparcimiento.

Se había producido una revolución silenciosa pero muy visible en las costumbres y modos de vida, acompañada de unos profundos cambios legislativos, tecnológicos e ideológicos, que permitían pensar y desear que las mujeres fueran seres humanos completos, con derechos, oportunidades y deberes equivalentes a los hombres.
Acabó el siglo XX y de todos estos cambios copernicanos, impensables para generaciones anteriores, que habían soportado prescripciones de género insoslayables y estáticas, no se derivó un proceso allanado y muchas secuelas se quedaron ahí para dificultar el fin del larguísimo período de las vindicaciones feministas en pro de la libertad, dignidad, presencia, representación, reconocimiento, voz e igualdad para las mujeres todas. Simplemente se fueron logrando parcelas de la igualdad formal.

Las secuelas que la enfermedad del sexismo va dejando se refieren tanto a aspectos materiales como simbólicos e ideológicos y son las que deberían constituir la agenda feminista del siglo XXI.

Tendremos que recordar, para terminar, la mayoría de cuestiones que tendrán que completar el ciclo de acceso de las mujeres a derechos y oportunidades, trato y condiciones, sin valores restados, sin conceptos y tratos denigrantes, sin carencias constatables en la representación, sin discusión ante las evidencias de desigualdad y aprobar las asignaturas pendientes, como son:

  • La persistencia de la educación y socialización sexista.
  • La violencia específica ejercida sobre las niñas, las jóvenes y las mujeres.
  • El déficit de respeto y representación.

Y, seguramente, mucho más que irá surgiendo a lo largo del presente siglo, aunque este valdría como un buen programa de mínimos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/02/21/los-siglos-de-las-mujeres/

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España: Vuelve la Escuela de Pensamiento Feminista, siete años después de su desaparición

España/14 diciembre 2017/Fuente: El Diario

  • Pretende ser un espacio para la reflexión y el debate de lo que aporta el feminismo a la sociedad. En su primera sesión se ha analizado la prostitución, la trata y el machismo.
  • La directora del Instituto de la Mujer, Araceli Martínez, señaló la importancia de generar referentes en la sociedad para conseguir un enfoque de género «plenamente aceptado».

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha recuperado la Escuela de Pensamiento Feminista, que llevaba siete años sin celebrarse. Se trata, apuntó la directora del Instituto de la Mujer, Araceli Martínez, de parte de una convicción del Gobierno regional para conseguir la igualdad entre mujeres y hombres. La IV edición de la Escuela, ‘La legitimación del patriarcado’, se celebró en la Universidad de Castilla-La Mancha y contó con la presencia de Mabel Lozano, Miguel Lorente, Laura Freixas y Rosa Cobo, entre otros.

Araceli Martínez, que ha estado acompañada por el portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando, ha destacado la importancia de generar referentes en la sociedad, tanto mujeres como hombres, «para lograr una sociedad más igualitaria y conseguir que el enfoque de género sea plenamente aceptado e integrado en todas las decisiones». Esto, explicó, debe implicar tanto las decisiones públicas como privadas, para llegar donde el machismo «se sostiene y está fuertemente arraigado».

La Escuela de Pensamiento Feminista pretende crear un espacio para la reflexión y el debate sobre las aportaciones del feminismo a la sociedad. En ella, se han analizado las causas que sustentan las desigualdades mediante los contenidos desarrollados en dos bloques: el machismo como hecho cultural y la prostitución y trata.

Miguel Lorente ha agradecido al Gobierno castellano-manchego su apuesta por conseguir la plena igualdad entre mujeres y hombres y ha señalado como ejemplo el anteproyecto de Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género en la que trabaja el Ejecutivo autonómico. Por último, la vicerrectora de Estudiantes y Responsabilidad Social, Ana Carretero, ha reconocido al Gobierno regional que cuenten con la Universidad de Castilla-La Mancha en la organización de este tipo de jornadas.

Fuente: http://www.eldiario.es/clm/Vuelve-Escuela-Pensamiento-Feminista-desaparicion_0_718129081.html

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Argentina: Se desarrollará una cátedra sobre educación popular en cárceles de mujeres

Argentina/04 de Septiembre de 2017/Sin Mordaza

Macarena Prestigiovanni, de la Comisión de Mujeres por la Libertad, se manifestó sobre un panel que se realizará en la Facultad de Humanidades y Ciencias sobre la educación popular en cárceles de mujeres.

“se dió en la Facultad de Humanidades la primera cátedra libre de pensamiento feminista; la Comisión de Mujeres por la Libertad fue invitada para llevar adelante un panel testigo de lo que es la experiencia de educación popular en cárceles de mujeres” comentó Prestigiovanni al aire en Sin Mordaza.

“Desde la Comisión estamos trabajando en la unidad penal número cuatro. Es un grupo independiente que se organiza con la necesidad de poder acompañar la construcción de espacio de políticas feministas, a partir delo que es el gobierno macrista represivo, regresivo, que recae en las mujeres pobres y sin trabajo y las que sufren violencia extrema que son las mujeres privadas de la libertad” manifestó la entrevistada.

“Llevamos adelante dentro de esta unidad un proyecto de cine, género y derechos humanos que es un proyecto de educación en cárceles, de la mano de un proyecto de cooperativa textil con las compañeras que ya están saliendo libres o en prisión domiciliaria” explicó.

“La cátedra está organizada por Insurgencia Feminista, que es una organización dentro de la facultad, y va a hacer estas jornadas a lo largo de todo el año. Es mañana a las 18 horas en el aula cuatro de la Facultad de Humanidades. El jueves que viene vamos a estar a las 16 horas en la Facultad de Derecho”.

Al respecto, Alejandra o ‘Pini’, quien ya recuperó su libertad, se manifestó sobre estas experiencias desde el interior de la cárcel. “Los casos de las chicas federales que se encuentran en Santa Fe, casi todas están con el abogado defensor de la federal, es el que le designan y nunca resuelven nada. Cuando deciden trasladar a estas chicas las mueven a cualquier punto del país, no importa si tienen hijos o no”.

“Al no tener un abogado pago dependemos de los abogados del Estado. No hay compromisos del Estado ante esta situación”.

Al ser consultada sobre si se participa en estas experiencias, Alejandra afirmó que “se participa, yo participaba de todos los talleres, una trata de reinsertarse lo más posible. Yo terminé el secundario y estaba estudiando en la UNL, hasta que me trasladaron a La Pampa sin motivo alguno. La situación en La Pampa era mucho peor”.

Fuente: http://www.sinmordaza.com/noticia/437983-se-desarrollara-una-catedra-sobre-educacion-popular-en-carceles-de-mujeres.html

 

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