Argentina: El reclamo de las 62 Organizaciones Peronistas: Por la unidad del movimiento obrero

Las 62 Organizaciones Peronistas reclamaron la necesaria búsqueda de la «unidad» de todos los sectores que componen a los representantes de los trabajadores y se comprometieron para que las conducciones “sean menos individualistas y más colectivas” a la hora de la toma de decisiones. El anuncio se realizó durante un encuentro que las 62 realizaron con el titular del gremio de Suterh, Víctor Santa María, con motivo de las fiestas de fin de año.

El titular de la Federación Nacional de Conductores de Taxis, José Ibarra remarcó que las 62 Organizaciones quieren «participar en todas discusiones que hay que dar en políticas de trabajo, en políticas de salud y en la política, para defender los derechos y los intereses de los trabajadores desde cargos ejecutivos o legislativos de relevancia», dijo y agregó que “ya hemos visto el daño que le hizo Macri a todo el movimiento obrero y a la Argentina y no podemos permitirlo quedándonos de brazos cruzados».

A su turno, Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria, exigió “transitar el camino de la unidad en todo el movimiento obrero, mirando hacia atrás y haciendo una autocrítica; necesitamos un movimiento obrero fuerte, unido y representativo y federal” sentenció.

Por último, cerró el encuentro Víctor Santa María con una frase de Perón: “Trabajadores, únanse” y aseguró que «la unidad del movimiento obrero tiene que ser nuestro Norte y es esencial para la patria y para el país que esto suceda”. Pidió que ser «amplios y generosos” y que “aunque tengamos miradas distintas, el proyecto debe ser un proyecto en común”; “debemos alejarnos de aquellos que intentan dividirnos para debilitarnos” subrayó. Por último recordó que el peronismo hizo “una revolución cultural y tenemos el deber de mantener esa llama encendida y recuperar su mística”. “Llevamos una brújula bien clara con las tres banderas que siempre alzó el peronismo: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política… la cuarta bandera es la Unidad” sentenció.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/313647-por-la-unidad-del-movimiento-obrero

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Argentina: Pobreza en aumento en la Argentina y como superarla

Pobreza en aumento en la Argentina y como superarla
Julio C. Gambina
La información a fines de junio 2019 indica que en la Argentina existen 16 millones de pobres para una población de menos de 45 millones de habitantes; entre ellos, unos 3,4 millones de indigentes. Dice el INDEC que el 35,4% de las personas son pobres y los indigentes llegan al 7,7% de las personas. Son datos alarmantes y en ascenso, ya que luego de estas mediciones se produjo la devaluación monetaria en agosto, la que llevó la moneda de 45 a 60 pesos por dólar. Con ello podemos afirmar que el año 2019 terminará con un guarismo mucho más elevado.Entre los menores de 14 años la pobreza alcanza al 52,6%, hipotecando el futuro de esa parte de la población y afectando el desarrollo posible del conjunto de la sociedad. En el ámbito geográfico también se observa el desigual impacto de la pobreza, ya que en el noreste del país (Corrientes, Formosa, Gran Resistencia y Posadas), aparece como territorio de mayor empobrecimiento de todo el país. Según la Encuesta Permanente de Hogares, esa zona tiene un registro del 42,4% de pobreza, y dentro de ello, el Gran Resistencia alcanza al 46,9%.

Vale mencionar que el máximo registro histórico corresponde al 2002 con el 57% de la población bajo la pobreza, reducido al 29% en el 2015, según la propia estadística oficial. La pobreza por ingreso se ha transformado en un fenómeno estructural y se acarrea como tal desde los profundos cambios operados desde la dictadura genocida en 1976, desde donde se vienen afectando las relaciones sociales con algunos periodos de intento de freno al proceso de regresión generalizada que involucra a la expansión de la indigencia y la pobreza.

El objetivo de “pobreza cero” solo fue una consigna electoral para acceder al gobierno en 2015, y las políticas aplicadas contribuyeron al empobrecimiento de la mayoría de la sociedad, retomando los procesos de la dictadura y la década del 90 del siglo pasado. La contracara es la concentración del ingreso y la riqueza en una parte menor de la población, aquellos que están asociados a la lógica dominante de la acumulación de ganancias, capitales y poder. Entre estos, grandes productores y exportadores del agro negocio, la mega minería, los hidrocarburos, la gran industria asociada al mercado mundial y la especulación, la banca, seguros y otros sectores vinculados a la circulación de capitales, incluido la cuantiosa fuga.

Son datos relativos a la pobreza por ingresos, que consolida el fenómeno de la pobreza en términos de necesidades básicas insatisfechas (NBI), medidas oportunamente en las consultas censales.

Disputa por el excedente

Muchos observadores externos se sorprenden sobre los alcances de la pobreza en un país que se presume ser rico en potencialidad, sin asumir la realidad de una desigual estructura económica y social que arrastra una antigua disputa del poder por la apropiación del excedente económico.

En efecto, las disputas remiten al fin de la dominación del bloque en el poder construido en tiempos de la inserción internacional subordinada entre 1870/80 y 1930. Con el golpe de Estado de 1930 se intentó continuar el poder oligárquico asociado al capital externo, principalmente de origen británico, que había surgido en la constitución de la Argentina según la conocemos en la actualidad: integración territorial y capitalización de la Ciudad de Buenos Aires hacia 1880. El Golpe del 30 fue un movimiento preventivo que se sostuvo reiterada y continuamente con golpes protagonizados por las Fuerzas Armadas, siempre con apoyo y trastienda civil, entre ese momento fundacional y el golpe de 1976. La realidad es que no pudieron lograr su objetivo, que apuntaba a una lógica política de dominación coincidente con el poder económico asociado de la burguesía con origen en el monopolio de la propiedad territorial y el capital externo.

¿Cuál fue el problema? La emergencia de una burguesía local, con asiento en la producción industrial por sustitución de importaciones, la que disputó su propio lugar en el bloque en el poder, al tiempo que favoreció un proceso de distribución del ingreso y acceso a diversos derechos económicos sociales de la clase trabajadora. Hubo desarrollo del mercado interno y habilitó el objetivo por un “capitalismo nacional” nunca efectivizado por la ausencia e imposibilidad histórica del sujeto burgués nacional en condiciones de liderar un proyecto de liberación del capital hegemónico, como señalamos, asentado en el poder territorial y el capital externo. Quien sostuvo el proyecto de disputa del excedente fue el “Estado Nacional”. Hay que recordar en ese sentido el papel del Estado capitalista en la Argentina con el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio, IAPI, un mecanismo de trasferencia vía política de Estado, para transferir renta agraria para la construcción de la política industrial en la década entre 1946 y 1955. Pero también la construcción del Banco Central en 1935 y luego las nacionalizaciones de los depósitos en los años 1946 y 1973, mecanismos de orientación del crédito vía redescuentos estatales para una estrategia de desarrollo. Aludimos al Estado como espacio de disputa del poder, por ende, del excedente económico.

Un dato socio político remite a la expansión de la clase trabajadora, su lucha y su organización en ese tiempo, poniendo límites al bloque de clases en el poder, incluso animando procesos de lucha más allá del capitalismo. Se destaca en ese sentido la fuerte acumulación de poder popular, anticapitalista y antiimperialista entre 1969 y 1975, lo que motiva la reacción de 1975/6 con terrorismo para militar y para-policial, y luego el golpe genocida en 1976.

Por eso, los golpes de Estado intentaron ser mecanismos de restauración del orden tradicional previamente existente a la emergencia de la burguesía local surgida a principios del Siglo XX.

Desde un enfoque estructural, con el gobierno Macri (2015-2019) se intentó recuperar un proceso de dominación de ese bloque en el poder de viejo cuño, antes de los cambios políticos que supuso el ascenso al gobierno del radicalismo (1916) y más aún, luego del peronismo (1945). El Partido Militar tuvo como función histórica restaurar el tradicional “orden normal”, y por eso con Macri se generalizó que el problema de la Argentina remite a los últimos 70 años, es decir, el tiempo que media entre el primer peronismo (1945) y el acceso al gobierno del PRO-Cambiemos (2015). Por primera vez se restauraba el orden con consenso social electoral. Vale mencionar que la resistencia popular en estos años generó las condiciones de la acumulación política para el masivo voto de rechazo el 11/08/2019 en las PASO al gobierno macrista.

El experimento de restauración del orden liberal histórico por vía electoral fracasó, pero deja un saldo lamentable en las condiciones socio económicas de la mayoría de la población. La inflación y la recesión empujan a más personas a la pobreza, al desempleo y a peores condiciones de vida. Si se quiere buscar el objetivo buscado, la respuesta está en la pretensión de subordinar y disciplinar al movimiento obrero y popular. Se trata de un objetivo que buscaron los golpes de Estado y que ahora pretendieron por vía electoral, como en los años 90 del siglo pasado. La organización y lucha del pueblo argentino, aun con debilidades y fragmentaciones resulta un escollo infranqueable para las clases dominantes en el poder. Lo que se sostiene es la disputa del excedente y renovadas búsquedas políticas de entronización en el gobierno del poder económico, un proceso que habilita una nueva etapa desde diciembre próximo.

El problema es el capitalismo

Se trata de un problema irresoluble en el marco del capitalismo. Mientras el objetivo siga siendo la búsqueda del imposible aliento al “capitalismo nacional”, la disputa por el excedente tendrá por un lado a los restauradores del “orden tradicional”, que ya no acuden a los tradicionales golpes, sino a mecanismos de manipulación de la conciencia social, medios de comunicación y redes sociales como instrumentos privilegiados, pero sobre todo a una cultura neoliberal sustentada en el individualismo y el consumismo. Lo que existe es una disputa en el poder, entre quienes disputan la dominación del bloque en el poder, tarea mediatizada en la política por los instrumentos que otorguen estabilidad al régimen económico y político. En estos tiempos, sin viabilidad del Partido Militar, lo que se disputa es cual partido se transforma en el instrumento adecuado del orden capitalista, que coloque en coincidencia al poder económico con el político y por eso, recrean el discurso del ajuste y las reformas estructurales contenidas en el acuerdo con el FMI.

Resulta imprescindible para el bloque socio político popular disputar el orden del capital y transitar con otra perspectiva, como señalan en Bolivia: “un tránsito desde el capitalismo a la sociedad del vivir bien”, o como intentan en Cuba hacia el socialismo, incluso con sus formulaciones especificas desde Venezuela por el “socialismo del Siglo XXI” y que la dominación capitalista desde Washington intenta ahogar con bloqueos muy agresivos y genocidas contra ambos procesos.

La pobreza argentina solo podrá ser superada si el rumbo económico, social, político y cultural trasciende la crítica al neoliberalismo explícito del macrismo y sus acuerdos con el FMI y se propone ir más allá y en contra del capitalismo. De lo contrario asistiremos a políticas compensatorias, tal como viene ocurriendo desde el Plan Jefes y Jefas de Hogar desde 2002, siempre en expansión, sin resolver la cuestión de fondo, al tiempo que intentan contener la conflictividad.

El gobierno no logra la reelección porque las protestas sociales generaron la masa social suficiente para la derrota electoral, lograda sobre la base de una recomposición de la hegemonía lograda desde la unidad del peronismo en una alianza más amplia, que ahora intenta trasladarse a unidades orgánicas del movimiento de trabajadores, entre quienes protagonizaron la unidad de acción contra las políticas de ajuste y el sindicalismo tradicional. No resulta mecánico que la unidad política para vencer electoralmente a Macri resulte ejemplo de unidad sindical o social detrás de la CGT, que fue desafiada desde los comienzos de los 90 por la experiencia de la CTA, que más allá de sus divisiones en el presente, sus postulados por un nuevo sindicalismo siguen en pie. Se sustenta la propuesta junto a una dinámica política de pacto social, luego de años de retroceso relativo entre los ingresos de las trabajadoras y los trabajadores con relación a los ingresos del capital concentrado. El punto de partida consolida las diferencias acumuladas en este periodo de transferencias regresivas desde la mayoría de la población a una minoría altamente concentrada y extranjerizada.

Sin afectar intereses de la dominación estructural del funcionamiento del capitalismo en la Argentina no hay solución en la coyuntura al tema de la pobreza, ni se resuelven las contradicciones históricamente acumuladas en el capitalismo local y que se manifiestan en la disputa del excedente. La inflación, además de otros fenómenos, como el monetario, es una manifestación de la disputa del poder económico entre los pocos en capacidad de establecer precios, mediados por el Estado y su política, claro está; y entre ellos y el conjunto de la sociedad. Las soluciones no ocurrirán mientras el límite sea la gobernabilidad del orden del capital y resulta imprescindible apuntar a una unidad popular que pueda disputar el excedente y el poder, en contra y más allá del capitalismo.

Autor: Julio C. Gambina

 

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Argentina: A 50 años del Cordobazo, un ejemplo vivo

Argentina / 2 de junio de 2019 / Autor:  Lucía Abbattista / Fuente: Universidad Nacional de Quilmes

Jueves 29 de mayo de 1969: a media mañana, columnas de manifestantes parten desde diferentes puntos de Córdoba hacia el centro de la capital provincial. Son trabajadores y estudiantes, que paralizan sus actividades para gritar basta al “tiempo económico” de la Revolución Argentina, a sus consecuencias sociales, a la falta de libertades y a los crímenes cometidos por el gobierno del General Onganía para afirmar sus políticas autoritarias.
Agustín Tosco –del sindicato de Luz y Fuerza cordobés–, Elpidio Torres –de SMATA– y Atilio López –de la Unión Tranviario Automotor– se destacan entre los convocantes de aquel paro provincial de 37 horas que ampliaba los términos del paro nacional anunciado para el viernes 30. Pero no están solos, son decenas los y las que han discutido la preparación de esas jornadas coordinadas entre la CGT de los Argentinos, la CGT legalista, la Federación Universitaria de Córdoba y diversas fuerzas políticas. Cerca de 50 mil manifestantes salen a las calles. Muchas mujeres están al frente de la columna principal, aunque los relatos posteriores las invisibilicen. A poco de comenzar la marcha, en distintos puntos se desata la represión policial. Y también la resistencia.
Reporteros gráficos y fotógrafos amateurs lograron captar algunos aspectos claves de aquel acontecimiento bisagra: jóvenes que avanzan corriendo, la caballería que retrocede, cientos de ojos y manos calculando las trayectorias de piedras, tuercas y bombas incendiarias artesanales. Ramas de árboles, carteles de publicidad, escritorios y autos en llamas: improvisadas barricadas que escriben en las calles un nuevo manifiesto cordobés. Pocas imágenes ilustran con tanta claridad el clima social de una época. En este caso, la época es la que este Cordobazo inaugura, habitualmente nombrada como “los setenta”.
Aquel jueves, la ciudad de Córdoba fue tomada por los manifestantes y el interventor provincial solicitó el despliegue del Ejército. Desde algunos barrios se repelió a las tropas por la noche y durante todo el día viernes, especialmente en el Barrio Clínicas. Recién el sábado dejaron de observarse focos de protesta. En aquella ciudad sitiada nunca terminaron de contabilizarse los muertos, aunque en general se afirma que fueron cerca de 30 y que hubo cientos de heridos y detenidos. Los sindicatos fueron allanados y muchos dirigentes, llevados ante la justicia militar.
El mito, cual llamarada, recién comenzaba a encenderse. Ese “nuevo mayo argentino” –como lo nombraron numerosos contemporáneos evocando no solo los hechos de Francia un año antes sino también la gesta de 1810– fue interpretado de múltiples formas a lo largo del tiempo: demostración masiva y espontánea de disconformidad, expresión local del movimiento estudiantil internacional, puntapié de un nuevo ciclo de protesta social, protesta obrera, rebelión popular y/o insurrección urbana organizada. Cada lectura implicó e implica aun hoy un programa diferente de acción. Independientemente de su interpretación, los hechos marcaron un antes y un después.
El peronismo estaba proscripto desde 1955 y crecía en la resistencia. Con la dictadura iniciada el 28 de junio de 1966, las universidades nacionales habían sido intervenidas y el ministro de economía –Adalbert Krieger Vasena– había puesto en marcha un plan de corte liberal que tuvo fuertes impactos en las economías regionales y en los salarios. Los términos del “sábado inglés”, los aumentos de los tickets de los comedores universitarios en Rosario y Corrientes, así como también las muertes de los jóvenes Juan José Cabral y Adolfo Bello solo fueron las chispas que encendieron “un polvorín excesivamente apto para el estallido”, como escribió Gregorio Selser en julio de 1969 en su introducción a un Cuaderno de Marcha, que abordaba lo ocurrido en mayo.
Los “azos” en distintas provincias sacudieron la agenda política y evidenciaron la fuerza con la que contaban los sectores que se oponían a la dictadura. Pero también cuántos eran los que estaban decididos a ir un poco más allá, a desarrollar experiencias clasistas y combativas en el ámbito sindical, a involucrarse en organizaciones revolucionarias, a construir una universidad atenta a las necesidades del pueblo, a pensar una prensa, un cine y un arte para la liberación… Una generación que había vibrado ante el ejemplo de la Revolución Cubana y lamentó la muerte del Che como el fin de un ciclo tuvo en el “Cordobazo” una señal de que ya había llegado el tiempo de la revolución en el país.
Hoy, frente al neoliberalismo que pretende reafirmarse en Argentina, es clave recuperar las memorias de aquel Cordobazo como un antídoto contra la indiferencia y la desmovilización. Y como ejemplo vivo: de la lucha en unidad y de la construcción de alternativas que permitan superar la situación de resistencia frente a los proyectos autoritarios y excluyentes.
Fuente de la Noticia:
http://www.unq.edu.ar/noticias/3992-a-50-a%C3%B1os-del-cordobazo-un-ejemplo-vivo.php?fbclid=IwAR3fIwRbgGkTgIMTbZzf5syJXCaJMLzfdYV9F8XZ_zrIu92XrtATijOy_oY
ove/mahv
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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 2 de junio de 2019: hora tras hora (24×24)

Domingo 2 de junio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 2 de junio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – 6 Innovaciones educativas que revolucionan las aulas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311019

01:00:00 – Las técnicas que compartieron Einstein, Richard Feynman y Elon Musk para aprender más rápido

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311016

02:00:00 – España: Un canal de YouTube para educar en valores a los niños

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311029

03:00:00 – La potente iniciativa de un colegio colombiano que busca democratizar sus prácticas de enseñanza

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311254

04:00:00 – Latinoamérica, en manos de sus estudiantes

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311156

05:00:00 – América Latina: Debates sobre la educación popular y los desafíos de la educación hoy (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311375

06:00:00 – Revista RELIEVE (Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa) Vol. 25, No.1 (PDF’s)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311208

07:00:00 – Tres tiempos de la educación mexicana (I)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311022

08:00:00 – Libro: Modelos Pedagógicos y Teorías del Aprendizaje (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311372

09:00:00 – Aprendizaje Basado en Competencias – Lo que Tienes que Saber | Infografía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311244

10:00:00 – Africanía: Relaciones entre familia y sistema escolar en África: Representaciones y prácticas escolares en África (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311379

11:00:00 – La educación tiene que cambiar, pero ¿cómo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311258

12:00:00 – El éxito de la educación en Finlandia tras suprimir los colegios privados

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311205

13:00:00 – Cursos de introducción a las TIC para docentes

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311152

14:00:00 – Trabajo y aprendizaje: cómo preparanos para la Cuarta Revolución Industrial

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311211

15:00:00 – Reforma educativa sin pasador

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311251

16:00:00 – Argentina: A 50 años del Cordobazo, un ejemplo vivo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311217

17:00:00 – El Mexe, una escuela en disputa – A Contracorriente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311141

18:00:00 – España: Save the Children pide al Gobierno que aplique la Declaración de Escuelas Seguras para proteger a la infancia y a la educación en los conflictos armados

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311159

19:00:00 – Lecturas sobre la Carta de AMLO a la CNTE

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311147

20:00:00 – Se presentó oficialmente el III Encuentro Regional Virtual Educa Bolivia 2019

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311214

21:00:00 – Teorías del Aprendizaje – Línea de Tiempo de las Principales Corrientes y Representantes | Infografía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311248

22:00:00 – Argentina: exposición “Desafíos para América Latina en el Siglo XXI” – Foro Universidad y Soberanía

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23:00:00 – Noticias con Futuro: Hacia dónde va la educación universitaria en el Perú

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/311382

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Constantino en la Roma Americana

Por: Atilio Borón

Entre el 7 y 8 de Julio próximos tendrá lugar en Hamburgo una nueva cumbre de jefes y jefas de estado y del G-20, entre los cuales se encuentra la Argentina. El cónclave será presidido por Angela Merkel, y muchos participantes seguramente recordarán que en numerosas cumbres previas Cristina Fernández de Kirchner advertía sobre el rumbo equivocado de la economía mundial, los estragos del neoliberalismo, las trampas del libre cambio y los malhadados tratados de libre comercio. Cuando decía esas cosas los plumíferos de la derecha, dentro y fuera de la Argentina –en realidad, una impresentable colección de relacionadores públicos de las grandes transnacionales disfrazados de “economistas serios” o de “periodistas independientes”- se burlaban de lo atrasado de sus concepciones económicas, la acusaban estúpidamente de “setentista” y no cejaban de reprocharle por el “anacronismo” de sus críticas al orden económico internacional, responsable de que la Argentina se encontrase “aislada del mundo.” Quisiera ver qué dirán en ese momento los secuaces de Washington y sus paniaguados en los medios cuando escuchen a Trump pronunciar un discurso muy semejante al de Cristina, porque los desastres que el Consenso de Washington hizo en todo el mundo no exceptuaron a Estados Unidos. ¿Qué van a decir? Trump, para nada santo de mi devoción (como cualquier otro presidente de los Estados Unidos) comprendió que para reconstruir a su país tenía que arrojar por la borda las ideas que habían presidido las políticas económicas de la Casa Blanca desde comienzos de los ochentas. En su iconoclástico discurso inaugural proclamó el regreso al proteccionismo de los padres fundadores de la sociedad norteamericana (Alexander Hamilton, primer Secretario del Tesoro fue un contumaz proteccionista), denunció a la clase política tradicional –apañada y financiada por los agentes empresariales del neoliberalismo- de enriquecerse mientras la gran mayoría del país se empobrecía y las empresas y los empleos emigraban a otras latitudes y el “Sueño Americano” se convertía en una intolerable pesadilla. Trump pretende dispararle el tiro de gracia al neoliberalismo porque su virus –para usar la expresión de Samir Amin- contagió a la potencia integradora del sistema imperialista y sus efectos son letales. Habrá que ver si lo que en una nota anterior llamábamos “estado profundo”, o el “gobierno invisible” de EEUU le permite concretar su propósito. En todo caso, el discurso de Washington giró ciento ochenta grados y lo que antes era virtud ahora es un vicio a combatir sin cuartel. Ante este giro casi todos los gobiernos de América Latina, comenzando por el de Argentina, se quedaron pedaleando en el aire.

Al hablar de EEUU José Martí solía usar la expresión “Roma Americana.” Siguiendo con esa sugerente analogía podría decirse que el viraje antineoliberal de Trump guarda semejanza con lo ocurrido cuando el emperador Constantino, acosado por rebeliones que conmovían la inmensidad del imperio romano y en las cuales los cristianos eran la punta de lanza, dio a conocer, en el año 313, el Edicto de Milán que convertía al cristianismo en la religión oficial del imperio y declaraba heréticas las demás religiones. No hay que exagerar demasiado esta analogía pero, como se dice en italiano, “se non é vero é ben trovato”. Va de suyo que este giro hacia el “populismo económico” no lo hace Trump por simpatías con el socialismo del siglo veintiuno o las luchas emancipatorias de los países de la periferia. Menos todavía, como piensan algunos, para ensayar un “peronismo a la americana” porque al magnate neoyorquino ni remotamente se le pasa por la cabeza nacionalizar el comercio exterior, los depósitos bancarios, la Reserva Federal (un ente privado) o los medios de transporte, como hiciera Perón en la Argentina de la posguerra. Lo hace porque cayó en la cuenta de que el neoliberalismo está silenciosamente destruyendo a Estados Unidos. Como sea, los que antes, en el G20 apostrofaban a Cristina, ahora escucharán un discurso casi idéntico de labios del nuevo Constantino. Seguramente antes de lo que ella hubiera pensado la ex presidenta experimentará el íntimo regocijo de la reivindicación de sus justas críticas al (des)orden económico internacional. ¡Y nada menos que de labios del nuevo emperador!

Fuente: http://www.atilioboron.com.ar/

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