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El PIN parental: un ataque a la escuela pública, al pluralismo democrático y a los derechos de la infancia

El profesorado, y la comunidad educativa en su conjunto, han de estar muy alerta para desentrañar todas las maniobras de quienes en nombre de la libertad quieren cargársela imponiendo sus particulares puntos de vista; o de quienes apelando a la democracia resucitan viejos y nuevos autoritarismos.

Vox -el partido donde se funde el franquismo histórico con los postulados de la nueva extrema derecha- cabalga a galope en la educación. Su primera iniciativa es la del Pin parental, mecanismo que permite a las familias vetar actividades y contenidos que se opongan a sus creencias morales e ideológicas. Esta iniciativa trata de arrastrar a los otros partidos de la derecha -Partido Popular y Ciudadanos- que gobiernan en las comunidades autónomas de Madrid, Andalucía y Murcia. El Ministerio de Educación ha ha enviado una interpelación para que no se aplique al entender que vulnera la legalidad democrática y los derechos de la infancia. Los contenidos que se cuestionan por parte de Vox son, de momento, los relacionados con la diversidad afectivo-sexual y la igualdad de género. Por eso también se han pronunciado en su contra diversos colectivos educativos y sociales, entre ellos los feministas y LGTBI.

Lo del veto parental no puede leerse como una propuesta aislada sino que forma parte de una ofensiva que las fuerzas conservadoras y reaccionarias van fraguando desde hace tiempo y que, a buen seguro, con el nuevo gobierno de izquierdas, emergerán con más virulencia al menos en tres direcciones y contextos.

La primera ofensiva, es la de la privatización, concretada en la libre elección de centro, un proceso que poco tiene que ver con la libertad educativa real, con un derecho democrático y mucho menos con la igualdad de oportunidades, pues genera un alto grado de segregación y marginación (véase artículo de Julio Rogero). Su discurso es claro: primero elegimos el centro que más nos conviene por nuestra posición social y luego hacemos un uso extensivo y abusivo de la libertad para imponer lo que nuestros hijos deben aprender en función de nuestros intereses particulares, de nuestras convicciones ideológicas y de nuestras creencias religiosas.

La segunda ofensiva, expresada de forma encubierta, trata de deteriorar la imagen de la escuela pública, atribuyéndole, mediante una burda manipulación, la falta de libertad y el adoctrinamiento ideológico. Para lograr tal propósito no es necesario demostrar nada con datos y evidencias. Basta con generar ruido mediático, confusión entre las familias, miedo entre el profesorado y dudas e incertidumbres sobre el funcionamiento presente y futuro de la escuela pública, en un momento en que este modelo escolar goza de tanta o más calidad que la escuela concertada. El futuro sí les preocupa y mucho: porque la pugna por la captación de más alumnado -clientes, les llaman- se acrecienta en un momento de progresivo descenso demográfico. Una batalla de enorme calado por la hegemonía educativa y cultural.

La tercera ofensiva se sitúa en el ámbito internacional y es compartida por todos aquellos países gobernados o con una influencia poderosa de la extrema derecha, y alentada por grupos evangélicos extremistas o ultracatólicos. La lista es larga y viene de lejos. Basta recordar, a modo de ejemplo, las negativas de bastantes centros estadounidenses a enseñar la teoría darwinista de la evolución o, más recientemente, las tentativas del activismo de los derechos de los hombres blancos -que no humanos- que “se sienten discriminados”; la caza de brujas emprendida contra la presencia de Paulo Freire en las aulas por parte del gobierno brasileño de Bolsonaro, o las presiones de padres y madres para que no se pasen ciertos vídeos sobre cuestiones consideradas controvertidas y que han terminado con expulsiones docentes; y en distintas comunidades autónomas del Estado español ya se han dado casos de denuncias familiares que han terminado en el juzgado por defender en las aulas el legítimo derecho de huelga, por comentar conflictos sociales y políticos, por cuestiones relativas a la diferencia sexual o por la enseñanza de otras lenguas cooficiales junto al castellano. Y mañana, el foco de la denuncia y la censura puede trasladarse a la inmigración, las personas refugiadas, el cambio climático o la memoria histórica. Tampoco ayuda demasiado el hecho de que el cordón sanitario que se mantenía en Italia contra el fascismo o en Alemania contra el nazismo se haya relajado y hasta desactivado en algunos aspectos.

La iniciativa del veto parental u otras de carácter similar atentan contra derechos básicos, el pluralismo en una sociedad democrática y contra la función de una escuela abierta a la realidad. Vayamos por partes.

En primer lugar, el veto parental contradice algunos artículos básicos de la Constitución, el espíritu y la letra la LOMCE -la actual ley educativa- que reconoce la educación integral, así como a la normativa que desarrolla el currículo en las comunidades autónomas, donde se incluyen contenidos y actividades como los que se pretenden impugnar. También contradice los diversos tratados internacionales como los Derechos Humanos y la Convención de los Derechos de la Infancia que reconoce que esta es sujeto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, entre los cuales cabe mencionar el respeto a la diversidad de género, sexual y racial; el de la libertad de expresión, pensamiento, conciencia y religión; y el derecho a la información y a no ser objeto de intromisiones. El Estado y los poderes públicos, al igual que cuida de la protección física y psíquica de la infancia, también ha de velar por la protección de sus derechos éticos y democráticos. Estos están por encima de las creencias de las familias. La libertad no se impone sino que se ejercita de forma autónoma. Nadie puede atribuirse su monopolio.

En segundo lugar, la escuela pública en una sociedad democrática garantiza el pluralismo, con la inclusión, el intercambio y el aprendizaje de las diversas ideas, visiones y valores. Asimismo, protege el más escrupuloso respeto hacia las distintas maneras de ser, definirse y relacionarse de los seres humanos, en razón de su sexo, cultura u otras, siempre y cuando no atenten a los derechos anteriormente señalados; pero el respeto a la diversidad no puede desligarse de la igualdad, porque los seres humanos somos o deberíamos ser más iguales -en derechos- que diferentes. La escuela democrática no adoctrina, no impone una determinada manera de pensar -el qué pensar- sino que abre caminos al pensamiento y a la reflexión: al cómo pensar, una distinción que no es baladí. Por eso destierra adoctrinamientos, dogmatismos, sectarismos y fundamentalismos. Por otro lado, no hay democracia sin participación ni control. De ahí que en la actualidad se contemplen diversos mecanismos de participación y control democrático de los diversos actores educativos y, entre ellos, la familia: asociaciones de padres y padres, consejos escolares, representantes de clases, etc. Y si es necesario se crean otros con tal de mejorar la fluidez informativa y comunicativa. Y es en este contexto que, a principios de curso y cuando haga falta, se explican los proyectos educativos de centro, los contenidos del currículo y la programación de las diversas actividades. Y, obviamente, en el ámbito familiar, hay un amplio campo para desarrollar libremente otro tipo de intervenciones educativas que pueden superar mucho o poco con las contempladas en el currículo. Pero las reglas que regulan el espacio privado son distintas de las que conforman el ámbito público.

Y en tercer lugar, existen razones pedagógicas de peso. ¿Quién puede negar a estas alturas que la escuela ha de abrirse a la realidad y a la vida o que, al propio tiempo, la riqueza de la vida cotidiana no entre en las aulas? ¿Acaso una de las funciones de la escuela no es la de mostrar el mundo y el de comprenderlo a tenor de los cambios acaecidos en el campo tecnológico, económico, social y cultural? ¿Qué movimientos de innovación o renovación pedagógica, desde la más amplia pluralidad, no han tratado de responder afirmativamente a estos interrogantes? La educación escolar educa para la formación de un pensamiento libre y para la adquisición de un criterio propio. Para ello cabe ensanchar la mirada y no cerrarla, así como aprender a leer una realidad cada vez más compleja y cambiante con todos sus colores y no reduciendo la paleta al blanco y negro. Hannah Arendt lo dice muy bien: “Cuantos más puntos de vista tengamos presentes cuando estemos valorando un asunto determinado, y como mejor me pueda imaginar cómo sentiría y pensaría si estuviera en el lugar de otros, más fuerte será mi capacidad de pensamiento representativo y más válidas serán mis conclusiones, mi opinión”.

El profesorado, y la comunidad educativa en su conjunto, han de estar muy alerta para desentrañar todas las maniobras de quienes en nombre de la libertad quieren cargársela imponiendo sus particulares puntos de vista; o de quienes apelando a la democracia resucitan viejos y nuevos autoritarismos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2020/01/21/el-pin-parental-un-ataque-a-la-escuela-publica-al-pluralismo-democratico-y-a-los-derechos-de-la-infancia/

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Pamela Palenciano, sobre el veto parental: “No es justo educar con miedo”

Entrevista/23 Enero 2020/Autora: Pilar Álvarez/elpais.com

La activista, que representa en institutos su monólogo sobre violencia machista, denuncia una campaña de acoso en redes

Durante hora y media, Pamela Palenciano (Andújar, Jaen, 1982) se sube al escenario, en institutos y teatros, y representa 10 personajes. Es ella misma pero de adolescente. Es también Antonio, su novio de entonces, cuando se pone cariñoso y cuando pierde los nervios. Es su mejor amiga, Maite, la única a la que le ha cambiado el nombre, y el resto de colegas que fueron testigos de un caso de violencia machista que no supieron ver casi hasta el final, cuando Antonio intentó matarla. Y que empezó a entender años después, cuando su psicóloga Mari Carmen le dijo: «No solo duelen los golpes». Ese es justo el título de su actuación, en la que empezó a trabajar hace 16 años y con la que lleva más de 7.000 representaciones sobre todo delante de alumnos de secundaria, algunas de ellas en Murcia antes de la polémica del veto parental. Es siempre un texto incómodo, pero ahora, además, es objeto de ataques por alumnos —»criaturas de Vox», los llama ella— y blanco de críticas furibundas en las redes sociales. Cuentas oficiales de Vox suben extractos cortados del monólogo, que el partido de ultraderecha define como «chorradas». La han convertido en un ejemplo de lo que se podrá censurar con el veto que aplica la Región de Murcia: «Nunca más los progres camparán a sus anchas por las aulas. Nunca más podrán adoctrinar a nuestros hijos en chorradas como esta». Palenciano asegura que la han denunciado dos veces por «maltrato a menores», ambas archivadas, y que no hay día que no tenga un mensaje «amenazante» de Vox o de «sus simpatizantes». Ha contratado a una abogada.

Pregunta. ¿De qué habla en su monólogo?

Respuesta. El monólogo No solo duelen los golpes parte de la necesidad de contar mi historia con la violencia machista, un pretexto para analizar el sistema de desigualdad no solo entre hombres y mujeres sino en el mundo, enfocado para prevenir la violencia en general y sobre todo entre los jóvenes. Llevo 16 años con el proyecto. Empezó como una exposición de fotos, un taller y ahora la representación. Cuento la relación con Antonio, con el que empecé a los 12 años.

P. ¿Desde cuándo la cita Vox en las redes?

R. Llevo un año entero en el que todos los días recibo en redes mensajes de simpatizantes de Vox en forma de amenazas y palabras soeces. Estoy en todas sus redes. En las aulas me cruzo todos los días con criaturas de Vox que ven el monólogo y lo retan. Los chicos se revuelven más que las chicas. Se ponen a moverse, a hablar entre ellos, a poner caras raras. Me llaman feminazi, podemita, adoctrinadora. Me dicen cosas como: “Mi tío me ha contado que vendría una tía a adoctrinarnos”. Cuando pido preguntas, replican que el monólogo está cargado de ideología, que sea más neutral. Todo tiene ideología. Yo soy feminista y me enfoco en los derechos humanos. En Teruel un chaval me dijo que mi actuación era una ideología de lo que pasaba en Venezuela.

Pamela Palenciano, durante una actuación el pasado lunes en el instituto Los Rosales de Móstoles.
Pamela Palenciano, durante una actuación el pasado lunes en el instituto Los Rosales de Móstoles. VÍCTOR SAINZ

P. ¿Estas reacciones en los institutos son nuevas?

R. Es supernuevo. Siempre está el chico que se incomoda con el machismo, que siente que estoy hablando de lo que es. Ahora eso tiene discurso. Empezó fuerte desde hace un año y medio, desde que Vox entró en el Parlamento de Andalucía. Lo noté de un día para otro cuando llegaron a las instituciones. Antes era más contenido, ahora más normalizado. Algunos me enseñan pulseras de Vox y de España y me sacan el dedo [le hacen la peineta].

P. ¿Cómo acoge el resto del alumnado su monólogo?

R. Es una maravilla. A las chavalas se les cae la venda. Algunas reaccionan en plan: “Lo que está contando me está pasando a mí, lo he pasado y ahora le puedo poner nombre”. Los chicos se sienten incómodos al principio, pero luego ven que la crítica es a la masculinidad hegemónica, no a los hombres. Y van aflojando. Su respuesta mayoritaria es: “Yo no quiero ser el del monólogo”. Pero aunque haya 5 o 10 de Vox, aunque sean poquitos, revientan el espacio. Hacen tanto ruido que tengo que parar la obra para decirles que se callen. A partir de estos últimos episodios, les diré que si no quieren estar que se salgan. No quiero que asistan obligados si no quieren. Lo mío no es una doctrina. También sufro boicot de algunos profesores que van a quejarse al director después del monólogo. Algunos se sientan con los malotes y no les regañan, no les dicen nada si sueltan malas palabras. También hay profesores de Vox dando clases.

P. ¿Influyen los comentarios que hacen desde este partido en las redes sobre usted en su trabajo?

R. Influyen todo el día. Tengo picos de ansiedad por tener que ir a trabajar con miedo a ver qué puede pasar, a si va a haber un escrache, a si no voy a poder actuar porque se quejan los padres. En Rivas Vaciamadrid hubo una queja a la dirección y vino la inspectora educativa a revisar quién era yo. Al final hice el monólogo, pero la inspectora estuvo allí porque había una queja de padres y madres. Cuando vio que era una actividad educativa y artística para prevenir la violencia, dijo que no podía cancelar la actividad.

Tuit de Vox sobre la obra de Pamela Palenciano.
Tuit de Vox sobre la obra de Pamela Palenciano.

P. ¿Dice que va a los institutos con miedo?

R. Sí, y no es justo educar con miedo. Mi historia ya es bastante terrorífica, recordarla una y otra vez. Lo sigo haciendo porque me lo he tomado como una misión de vida. Pero no quiero hacerlo con miedo. No estoy haciendo nada malo, hablo de lo que me pasó y hago un análisis de la desigualdad. Lo que me ocurrió no es aislado. Vivimos en un país libre y con democracia. Me vine de El Salvador huyendo de situaciones de riesgo de violencia, buscando la libertad, y mira cómo me encuentro ahora. Una amiga mía decía estos días en redes: «Si a Pamela Palenciano le pasa algo responsabilizamos a Vox». Mi abogada me tranquiliza.

P. ¿Tiene abogada por este asunto?

R. Nos conocimos el año pasado. Se llama Laia Serra y es experta en acoso y violencia hacia las activistas feministas. Buscaba a alguien que me apoye por ser activista de los derechos humanos y feminista. Me siento muy segura con ella. Tengo otras asesoras que me ayudan. Y voy a buscar una abogada de actores, para ver cómo defenderme de un partido político que me censura por actuar como actriz, para tener una estrategia y que no me pillen desprevenida.

P. ¿Se ha planteado dejar de hacer el monólogo?

R. Alguna vez me lo he planteado, sí. Veo que es necesario por la gente joven que me escribe todos los días para seguir, y por gente de alrededor que me apoya mucho. Tengo bajones por el cansancio de tener que enfrentarme a estas cosas. El monólogo ya es duro porque es autobiográfico. Querría no tener que lidiar con todo esto, que me supera. Quiero ir a trabajar sin miedo y hacer mi trabajo lo mejor posible, como todo el mundo. Seguiré por mí y por el resto de compañeras que también están en el punto de mira del pin parental.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/sociedad/2020/01/21/actualidad/1579606369_062777.html

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España: El veto parental se convierte en el centro de la discusión educativa

Europa/España/23 Enero 2020/eldiariolaeducacion.com

El llamado PIN parental pretende conferir a las familias potestad sobre los contenidos que deben recibir niños y niñas a pesar de que estén contemplados tanto en la LOMCE como en sus desarrollos autonómicos.

Las posturas son irreconciliables. La izquierda adoctrina a menores en la escuela mientras que la derecha cree que los únicos valores que deben enseñarse en los centros educativos son los suyos. Como ya pasara en otros momentos con las clases de religión en el sistema educativo.

Durante todo el fin de semana hemos asistido a un «debate» irreal sobre si el veto que desde VOX se quiere imponer en diferentes comunidades autónomas. La polémica última saltó con el anuncio desde el Ministerio de Educación y FP del recurso a la justicia si la Región de Murcia seguía adelante con la imposición de dicho veto en su sistema educativo.

Desde el mes de septiembre la Consejería de Educación murciana impuso unas instrucciones de inicio de curso en las que ya contemplaba la implantación del llamado PIN parental. La semana pasada, en el marco de la negociación de los presupuestos de la Comunidad, se llegó al acuerdo entre PP, C’s y VOX, de cambiar los decretos de contenidos para primaria y secundaria para que tuviera encaje el veto.

Hay que recordar que las actividades complementarias sobre las que se quiere imponer están recogidas en la legislación estatal y autonómica como parte del contenido de la educación obligatoria. El Ministerio envió un requerimiento a Murcia como primer paso. El siguiente será acudir a los tribunales.

A partir de ahí, se desatan unas horas en las que el partido Ciudadanos en Murcia primero se apoya la decisión del veto (palanca que utiliza VOX para aprobar los presupuestos en la Región) para después echarse atrás. En otras autonomías como Madrid o Andalucía parecen también haberse desmarcado de esta imposición del partido de extrema derecha.

Mientras tanto Pablo Casado, lider del PP, aprovecha la polémica para apoyar el veto sobre leyes que su propio partido ha aprobado, tanto desde el Gobierno central en su día (la propia LOMCE) como desde gobiernos como el de Madrid.

Y en esta confusión, las redes sociales se incendian durante días con posturas encontradas e irreconciliables sobre el tema. Y con mensajes que inducen a error como uno en el que VOX denuncia una charla sobre sexualidad para niñas y niños de seis años aunque se trate, en realidad, de una intervención con familias.

VOX 🇪🇸

@vox_es

Así adoctrinan a menores de 6 años en sexología en las escuelas de La Rioja.

✅ Por esto es fundamental el que propone VOX.

Para que los padres puedan negarse a que sus hijos asistan a estas charlas y talleres que suponen una perturbación de la inocencia infantil.

Video insertado

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Desde el extremo opuesto se acusa a quienes defienden este veto de hacer caso omiso de compromisos relativos con los Derechos Humanos.

Agustin Moreno@MorenoG_Agustin

A ver si somos capaces de que quede claro de una vez: el llamado que las diferentes ultraderechas quieren implantar en Murcia, Madrid y Andalucía, es un que va contra los DDHH, la Constitución y la libertad. Y ampara el machismo y la homofobia.

699 personas están hablando de esto

Por otra parte, como era de esperar, lo que empieza siendo un enfrentamiento relativo a contenidos sobre igualdad de género o relaciones afectivo-sexuales, ha pasado a otros temas que parecen chocar con las creencias de las familias. El medio digital Nius informaba de cómo ocho alumnos no acudían a una charla sobre reciclaje tras utilizar el veto educativo impuesto por la extrema derecha y el Gobierno de PP y C’s.

La polémica parece solo haber empezado, entre otras cosas, alimentada por la batalla de los partidos de la derecha, sobre todo el PP de Pablo Casado, contra el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. De nuevo, la educación se convierte en un campo de batalla ideológico, aunque en este caso, sobre un elemento que podría pasar por no cumplir la legalidad vigente. Una vez más, VOX consigue imponer la agenda.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/01/20/el-veto-parental-se-convierte-en-el-centro-de-la-discusion-educativa/

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España: Irene Montero rechaza el ‘pin parental’ y reivindica que la educación en valores es «un derecho» de los niños

Redacción: La Vanguardia

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha expresado su rechazo al ‘pin parental’ defendido por Vox, que supone una autorización previa de las familias para que sus hijos asistan a clases con contenidos de diversidad afectivo-sexual en horario lectivo. A su juicio, esto «resta» a los niños y niñas su «derecho» a una educación en valores y derechos humanos.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha expresado su rechazo al ‘pin parental’ defendido por Vox, que supone una autorización previa de las familias para que sus hijos asistan a clases con contenidos de diversidad afectivo-sexual en horario lectivo. A su juicio, esto «resta» a los niños y niñas su «derecho» a una educación en valores y derechos humanos.

En una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press, Montero ha defendido el «derecho» de todos los niños y niñas a «tener una educación inclusiva, en valores y derechos humanos». «No es un derecho de los padres, es un derecho de los niños asegurado en la Convención de los derechos del niño de la ONU», ha apuntado.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20200116/472922337795/irene-montero-rechaza-el-pin-parental-y-reivindica-que-la-educacion-en-valores-es-un-derecho-de-los-ninos.html

 

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Guía de actuación contra el «PIN parental»

USTEA ha detectado que se están recibiendo en los centros docentes públicos de Andalucía preocupantes escritos impulsados por organizaciones de ideología abiertamente machista y xenófoba perteneciente a un sector minoritario de familias, auspiciadas
por grupos de extrema derecha, que fomentan los discursos de odio y abominan de la igualdad y el respeto a la diversidad, que desoyen la emergencia climática o niegan y pervierten episodios de nuestra Historia, reclamando el supuesto derecho que les asiste a cercenar la formación de los y las menores mediante el registro de autorizaciones expresas o peticiones de preferencias de exclusión de parte del alumnado en las actividades programadas por el centro educativo (Pin parental).

Ante esta situación y tras un análisis de la realidad normativa educativa tanto autonómica, como nacional, desde USTEA queremos aclarar los derechos que asisten tanto a equipos directivos, como a docentes y a menores. Para ello hemos elaborado esta guía, esperando que pueda ser de utilidad para los centros y el profesorado. Además, pedimos su máxima difusión para que pueda llegar al máximo de centros de Andalucía.

Puedes descargar la guía en formato PDF en el botón de descarga que encontrarás debajo del visor de documentos

Fuente: http://ustea.es/new/ustea-pone-a-disposicion-de-los-centro-y-los-docentes-una-guia-de-actuacion-contra-el-pin-parental/?fbclid=IwAR1keMG-Te0zPc86Uoz2EJOM6So3K_9N_C7fYVvXMFIGG6lv9oNgvZnKD4o
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PIN parental, no gracias

Por: Jaume Martínez Bonafé

Un partido político de extrema derecha viene impulsando una campaña llamada “pin parental”. El temor de estos herederos de las esencias de Don Pelayo es que el hijo o la hija “puedan ser adoctrinados en la ideología de genero”.

Un partido político de extrema derecha viene impulsando una campaña llamada “pin parental” en la que reclama a los directores de los colegios “solicitud de información previa y autorización expresa”, para poder desarrollar contenidos curriculares sobre “cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad…”. El temor de estos herederos de las esencias de Don Pelayo es que el hijo o la hija “puedan ser adoctrinados en la ideología de genero”.

No dedicaré una sola línea a argumentar sobre la enorme impregnación ideológica de los curricula escolares. Los análisis sobre los contenidos en los libros de texto vienen mostrando que el arquetipo viril, la mirada eurocéntrica, los modelos sociales consumistas, las economías desarrollistas, insostenibles y antiecológicas, el clericalismo, o una interpretación restrictiva de la sexualidad, entre muchos otros vectores ideológicos motrices del patriarcado y el capitalismo, están presentes en los textos escolares. Presencias sobre las que el partido que lideran unos señores que van a caballo ni se ocupa ni se preocupa.

Sin embargo, la inquietante propuesta de este partido conservador me ha provocado el recuerdo de un emblemático proyecto curricular en el Reino Unido durante los años 60: el Humanities Curriculum Project. Precisamente aquella propuesta curricular que lideraba Lawrence Stenhouse, en contra de lo que se propone ahora por la extrema derecha, asumía que la escuela debe tomar en sus manos el estudio, la discusión y el análisis de las cuestiones humanas controvertidas. La idea central de este proyecto curricular era que los temas controvertidos deben ser tratados en clase desde el diálogo reflexivo y el uso de documentación, fuentes primarias y secundarias, que nos ayuden a comprender la divergencia, protegiendo los diferentes puntos de vista de la alumnado.

Mi estudio del HCP y de la obra de Stenhouse me ayudó a preguntarme sobre el sentido del conocimiento seleccionado en el curriculum, sobre las políticas de esa selección y sobre las posibilidades que abre o cierra en un sentido emancipatorio. Siempre he cuestionado la parcelación curricular y una forma prediseñada y empaquetada del curriculum que alejaba al sujeto aprendiz –pero también al sujeto docente– de su experiencia particular, de las problemáticas vividas en el cotidiano, y que hacían más difícil el análisis, la comprensión integral y la lectura crítica de la experiencia vivida. La propuesta de Stenhose, basada en centrarnos en los asuntos humanos que preocupan en cada momento, ayudaba precisamente a que siendo preocupantes y de actualidad, pudiéramos dotarnos de competencias para su comprensión, democratizando la institución escolar con el cultivo de un conocimiento crítico que ayude a mejorar la sociedad.

En nuestro contexto, el Humanities Curriculum Project fue conocido a mediados de los años 80 durante las diferentes políticas de reforma curricular que se intentaron. Le acompañaba la idea de que el profesor debía convertirse en un investigador del currículum y problematizador de su propia práctica. A aquello no se le hizo mucho caso y continuó hegemonizando el currículum la fragmentación disciplinar y el libro de texto. Sin embargo, hay profesoras y profesores que siguen impulsando el debate, el diálogo constructivo, facilitando que el aula pueda convertirse en un laboratorio de ciudadanía democrática. No lo tenían fácil antes de que llegaran estos señores a caballo. Pero ahora, con estas ocurrencias del “pin parental” tendrán que generar nuevas estrategias para continuar trabajando con el alumnado el pensamiento reflexivo y crítico. Al fin y al cabo, entrenamiento en encontrar alternativas a la burocracia autoritaria tenemos de sobra.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/19/pin-parental-no-gracias/

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España: La Plataforma en Defensa de la Educación Pública presenta este jueves una campaña contra la «amenaza» del PIN parental

Europa/España/Lavanguardia.com

La Plataforma en Defensa de la Educación Pública, integrada por sindicatos docentes, organizaciones de padres y madres y también de estudiantes, presenta este jueves una campaña contra la «amenaza» del PIN parental, una medida que defiende el partido Vox y ha promovido la plataforma HazteOir pero que la Plataforma considera que trata de «intimidar a centros y profesores».

La campaña pretende contrarrestar el envío masivo que en septiembre realizó HaszteOir a 23.000 colegios públicos y concertados de toda España ejemplares de un formulario para que los padres soliciten información previa y consentimiento expreso para la asistencia de sus hijos a clases en las que se imparta contenido afectivo-sexual dentro del horario escolar.

Además, el partido Vox se presenta a las elecciones generales del 10 de noviembre señalando como una medida «urgente» la instauración del PIN Parental y la «autorización expresa» para «que se necesite consentimiento expreso de los padres para cualquier actividad con contenidos de valores éticos, sociales, cívicos morales o sexuales».

Según han explicado representantes de la Plataforma a Europa Press, la campaña contempla una serie de iniciativas que incluyen una ronda de encuentros con distintas formaciones políticas y con la ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, Isabel Celaá, para evitar que los centros educativos y equipos directivos «estén amenazados» a la hora de hacer «actividades curriculares» en las aulas.

Para la Plataforma en Defensa de la Educación Pública, el PIN parental «atenta contra el derecho a la educación integral del alumnado y responden a intereses particulares», y la campaña de HazteOir ha comenzado a surtir efecto en algunos centros educativos donde padres y madres lo están intentando registrar.

La Plataforma presentará la campaña este jueves 6 de noviembre con una rueda de prensa en la sede de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) en Madrid a las 10.30 horas donde participarán representantes de la propia CEAPA, de las organizaciones Estudiantes en Movimiento y Frente de Estudiantes, y de los sindicatos STEs, UGT o Comisiones Obreras. DENUNCIA ANTE LA FISCALÍA

El secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Francisco García, señaló entonces que la campaña de HazteOir está fuera de «la legalidad, de la sensibilidad social mayoritaria y del tiempo», por lo que solicitaba a la Fiscalía a que impidiera su reparto en centros escolares.

«Es como si unos padres que creyeran en el creacionismo pidieran el ‘PIN parental’ cuando se va a explicar a Darwin en Ciencias Naturales, o que los que creen que la tierra es plana pidieran al profesor de Geografía», expuso García asegurando que la ley educativa vigente «permite e incentiva» que se impartan contenidos de diversidad afectivo sexual tanto en los currículos escolares, es decir, en horario lectivo, como en actividades extraescolares.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20191107/471438146913/la-plataforma-en-defensa-de-la-educacion-publica-presenta-este-jueves-una-campana-contra-la-amenaza-del-pin-parental.html

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