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“Es responsabilidad del gobierno formar y empoderar a los profesores” Entrevista a ex ministro de educación de Estonia

América del sur/Colombia/05 Agosto 2017/Autor y Fuente: Editorial Semana 

Semana Educación entrevistó a Jaak Aaviksoo, exministro de Educación de Estonia, para conocer cómo es el sistema educativo de este país que en las pruebas Pisa ocupó el tercer lugar a nivel mundial y fue el mejor de Europa.

Hablar de educación se ha convertido en una premisa necesaria para Colombia, sobre todo en este momento en el que el país atraviesa una etapa crucial en su historia: el del posacuerdo. Es ahora cuando el acceso a la formación de calidad se presenta como la herramienta fundamental para garantizar, por un lado, una paz sostenible y duradera que asegure la no repetición y, por otro, asegurar un proyecto de vida digno para todos los colombianos.

Estas son razones de peso suficientes para celebrar la Cumbre Líderes por la Educación 2017, el evento más importante del sector educativo en el país y organizado por Semana Educación, que en esta cuarta edición girará entorno a un gran eje temático: ¿Qué ciudadano queremos formar?.

La Cumbre, que tendrá lugar los días 20 y 21 de septiembre en el Cubo de Colsubsidio, en Bogotá, contará con la participación de expertos nacionales e internacionales que debatirán sobre el estado de la educación en el país y en el resto del mundo.

Uno de ellos será Jaak Aaviksoo, actual rector de la Universidad Tecnológica de Tallin, en Estonia, y exministro de Educación de ese país durante 1995 y 1996, y nuevamente desde el año 2011 a 2014. La importancia de este país a nivel educativo es trascendental, pues en los últimos años ha experimentado un repunte vertiginoso en las pruebas Pisa. De hecho, en la última evaluación obtuvo el tercer lugar a nivel mundial y el primero frente al resto de países en el Viejo Continente.

Semana Educación lo entrevistó para conocer más sobre el sistema educativo estonio.

Semana Educación (S.E.): ¿En qué puntos centró su política educativa en los años en los que ejerció como ministro?

Jaak Aaviksoo (J.A.): En los 90, después de que Estonia fuera reconocida como una república independiente de la Unión Soviética, diseñamos un currículo nacional basado en el pensamiento crítico y que fuera independiente a la ideología que se manejaba en los tiempos de la URSS. También lanzamos un programa para digitalizar y traer tecnología a todas las escuelas. Después, entre 2011 y 2014 impulsamos una política para subir el sueldo de los maestros en todo el territorio y otra para brindar mayor autonomía a los colegios. Lo que buscamos constantemente fue subir nuestros estándares de calidad y apoyar la educación vocacional.

S.E.: ¿Cómo ha logrado Estonia avanzar tanto en educación en los últimos años?

J.A.: El país tiene una gran tradición educativa. Los índices de alfabetización han estado por encima del 90 % desde hace más de 120 años. Pero creo que la principal razón es que la población le da mucha importancia a la educación. Fue a través de la educación que los estonios lograron ser independientes y exitosos en su vida personal, teniendo en cuenta que el país estuvo durante muchos años bajo el control alemán y soviético. Creemos firmemente en el acceso universal a una educación de calidad y en invertir en la formación de nuestros profesores y en su continua capacitación.

S.E.: ¿En qué aspectos se centra el sistema educativo estonio?

J.A.: Somos muy críticos con nuestro sistema educativo, aunque los indicadores internacionales nos muestran que vamos por buen camino. Nuestro principal reto es alentar a las personas talentosas y motivadas para que elijan la labor docente como profesión. También nos enfocamos en la protección y formación de la primera infancia porque somos conscientes que es en esa etapa donde los niños empiezan a desarrollar sus capacidades. Los errores en el aprendizaje son muy difíciles de corregir en los últimos niveles académicos, así que tratamos de adelantarnos a los acontecimientos.

 S.E.: Usted habla de habilidades, ¿cómo forman a sus jóvenes en capacidades socioemocionales?

J.A.: Nosotros vemos que las competencias socioemocionales juegan un papel cada vez más importante, sino el más importante, en el desarrollo de las personas. Creemos que los colegios deben contemplar su aprendizaje y crear espacios favorables en los que se puedan poner en práctica. Tiene mucho que ver con el trabajo que realizan los profesores en el aula de clase, así como en la experiencia social y positiva que los niños viven al seno de su familia.

S.E.: ¿Qué rol juegan los profesores en el sistema educativo de Estonia?

J.A.: Los docentes son la clave del sistema educativo en nuestro país y es responsabilidad del gobierno formarlos, confiar en ellos y empoderarlos. Desde hace 25 exigimos a cualquier persona que quiera ejercer la docencia tener un título de maestría. También exigimos una formación de alta calidad a los profesores de preescolar. En la actualidad, el salario promedio de los docentes está por encima del salario promedio del resto de trabajadores.Estamos tratando de impulsar ahora que el salario mínimo de los primeros sea igual al salario promedio nacional de los segundos y el salario promedio de los docentes sea un 120 % más alto que el promedio nacional del resto de trabajadores. No creemos en un sistema rígido en el que haya que controlar todo lo que hace un profesor en el aula, sino en brindarle capacitación y acompañamiento para que construya un espacio favorable, sano y motivador para sus estudiantes. La responsabilidad es suya.

S.E.: En relación con el tema de las brechas de capital humano, ¿cómo es el sistema de formación técnica en el país y cómo lo impulsan?

J.A.: Los estudiantes estonios pueden elegir a los 16 años si quieren recibir una educación secundaria general o una formación técnica. Tres de cada cuatro jóvenes eligen la academia, pero creemos que debería ser una relación de 50/50 porque muchos de ellos abandonan sus estudios en esta etapa de su vida sin un título y no se vuelven a vincular jamás con el sistema educativo. Estamos trabajando junto con el sector productivo para hacer de la formación técnica una educación más práctica. El problema es que las empresas en el país son muy pequeñas y no tienen la capacidad para aceptar tantos estudiantes en prácticas.

S.E.: ¿Qué cree que puede aprender Colombia de Estonia en términos educativos?

J.A.: Los estonios creemos que la educación es el cimiento del futuro de nuestro país. Esto significa que debemos proporcionar a cada niño acceso a educación de calidad, al margen de su condición socioeconómica y procedencia. Creemos en la igualdad de oportunidades y en la  importancia de contar con profesores de calidad en los que confiamos.

Imagen: https://www.ttu.ee/public/.thumbnails/_MG_5538ss_520x781.jpg

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-a-jaak-aaviksoo-exministro-de-educacion-de-estonia-sobre-el-sistema-educativo-de-estonia/533994

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México: Investigadora de CONACYT propone probar nuevo modelos para mejorar la calidad educativa

México/25 de julio de 2017/ Fuente: https://almomento.mx

México se ubica en el último lugar de desempeño educativo entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo a datos de la prueba Pisa 2015, el informe educacional más reconocido a nivel mundial, los estudiantes mexicanos tienen un nivel por debajo del promedio; en ciencias obtuvieron 416, en matemáticas 408 y en lectura 426 cuando la media internacional es de 500.

Con el propósito de elevar el rendimiento educativo, Marta Cristina Azaola Calderón, profesora investigadora de la Universidad de Southampton, en Inglaterra, propone la implementación de un modelo de colaboración entre escuelas, ejercicio que ha tenido efectos positivos en países como China, Suecia, Finlandia, Nueva Zelanda e Inglaterra.

El modelo, dice a la Agencia Informativa Conacyt , se enfoca en el mejoramiento de las prácticas docentes a partir de experiencias exitosas entre escuelas sobresalientes que apoyan a otras con sus deficiencias.

La investigadora, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, detalla que el modelo se establece entre dos escuelas de zonas geográficas cercanas, una de menor y otra de mayor aprovechamiento, que estén interesadas en el proyecto.

A partir de ello se establecen los objetivos y necesidades de la escuela de menor rendimiento, lo que permite a la otra optimizar sus prácticas docentes.

La colaboración se lleva a cabo durante ocho semanas en diferentes áreas propuestas por ellos mismos; al formar pares de trabajo que llevan a cabo observaciones de sus prácticas educativas, se planean conjuntamente aquellas que se implementarán en aulas.

La investigadora Martha Cristina Azaola, se encuentra interesada en realizar un plan piloto en México a pequeña y mediana escuela, por lo que hace un llamado a las escuelas interesadas, así como a los gobiernos a nivel estatal o federal.

Fuente de la Noticia:

Investigadora de CONACYT propone probar nuevo modelos para mejorar la calidad educativa

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Educación, ¿Solo para el empleo?

Por: María Antonia Casanova. Revista Innovamos. 21/07/2017

El documento La educación importa, aportado por el sector empresarial para contribuir a la mejora de nuestro sistema educativo, reabre la cuestión, casi permanente, tanto de la finalidad de la educación (al menos la de la básica y obligatoria), como de los desfases que se dan entre las necesidades de las empresas y la formación de los estudiantes que finalizan sus carreras.

Es importante conocer los diferentes enfoques que ofrecen los diversos sectores sociales acerca del planteamiento más adecuado del sistema, ya que incorporan visiones distintas, y esperemos que complementarias, para conseguir ese pacto que nos lleve a disponer de un sistema estable, compartido por la mayoría y que permita avanzar sin cortes traumáticos para el alumnado a lo largo de su proceso educativo, así como tampoco para el profesorado que, al final, no sabe a qué atenerse a la vista de las normas contradictorias que van apareciendo.

Es un texto amplio y bien documentado en determinados aspectos, por lo que mi comentario será parcial (solo abordaré algunas cuestiones) y, evidentemente, personal, si bien esta propia opinión estará compensada por los años de profesión educativa (toda una vida) que, desde diferentes puestos, he desempeñado. Intentaré complementar lo que creo habría que reforzar en esta propuesta, ya que su planteamiento resulta, a mi entender, sesgado desde un único enfoque quizá demasiado pragmático para la educación obligatoria: el de preparar para el empleo.

La educación importa se centra, de forma evidente, en un sistema dirigido a que la población logre el dominio de las competencias STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas), abandonando en buena parte el resto de competencias que toda persona que aspire a una formación integral debe poseer. Aunque aparecen entre sus propuestas la necesidad de trabajar la creatividad, el pensamiento crítico, la colaboración, la comunicación…, además del carácter (empatía, resiliencia, confianza, autoestima…) y el meta-aprendizaje (aprender a aprender), e incluso pretender que se cumpla el apartado 2 de la estrategia ET 2020 (educación inclusiva generalizada), no se sabe cómo se conseguirá si se deja al margen la educación musical, plástica, literaria, histórica, geográfica…, durante los niveles de educación obligatoria, decidiendo, además, que en la Universidad sobran carreras de Arte, Educación y Humanidades. Este planteamiento deja fuera de la sociedad a buen número de la población, que aporta su mirada diversa para la resolución de múltiples situaciones y que, además, apoyando el espíritu empresarial, conforman gran cantidad de negocios y empresas de todo tipo, creando muchísimos puestos de trabajo.

Por otra parte, hay que afirmar, de acuerdo con los recientes y permanentes estudios en neurociencia, que las habilidades musicales, por ejemplo, amplían ciertas partes del cerebro y generan nuevas conexiones neuronales, lo cual incide de forma significativa en la capacidad de aprender del alumnado. De aprender ciencia, matemática, tecnología…, todo eso que se quiere favorecer y que es bueno que así sea para las personas que deseen especializarse en esos ámbitos, siempre que no se olvide ni se postergue el resto de la formación y de las posibles elecciones.

Citar la equidad supone, igualmente, conseguir que la calidad educativa alcance a todas las personas que se educan. A todas. Por lo cual, las actuaciones que se lleven a cabo deben considerar atentamente que, por implantar unas materias, no quede segregado un buen número de estudiantes escolarizados en centros diferenciados. Me refiero a la enseñanza en centros bilingües, por ejemplo, que está conduciendo a que en los que no lo son acaban escolarizándose los alumnos y alumnas que presentan cualquier tipo de dificultad personal o problema de aprendizaje, o el alumnado recién llegado a España y que no conoce la lengua vehicular del sistema. Habrá que tomar medidas y buscar caminos metodológicos para equilibrar ambos objetivos: una buena enseñanza de idiomas que no derive en segregación y falta de equidad en el sistema. Apoyándonos en los resultados de PISA (referencia permanente del documento que comentamos), España ha perdido varios puestos en la clasificación en lo que se refiere a equidad: es una información que también debe preocupar a la hora de debatir y concebir un nuevo sistema educativo.

Los datos relacionados con PISA, que presenta el Ministerio de Educación, afirman que los centros bilingües obtienen mejores resultados que los que no lo son. Claro. Si dejan fuera a todo el alumnado que pueda presentar cualquier problema, aunque sea circunstancial, estarán en condiciones ventajosas para alcanzar ese rendimiento.

Presento solo unas reflexiones a partir del documento citado, muy breves y reducidas solo a pensar en la finalidad de la educación obligatoria y el modo de conseguirla. No me parece el camino adecuado el de reducir la formación a determinadas disciplinas, abandonando otras muchas tan importantes, o más, que las seleccionadas, por mucho que se afirme que esas son las que conducen a un puesto laboral. ¿Solo se trabajará en esos campos? ¿Solo se debe enfocar la educación hacia el empleo? ¿Solo son importantes las competencias STEM? ¿O es que se pretende que los futuros trabajadores deban competir con los robots?

Hay un buen camino por delante para llegar a soluciones más razonables y más equitativas. Seguiremos buscando.

*Fuente: www.revistainnovamos.com

Fotografía: Revista Innovamos

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La UE pide a España que reduzca el abandono escolar en todas las comunidades por igual

Europa/España/08 Julio 2017/Fuente: La información  

El comisario Europeo de Educación, Cultura, juventud y Deporte, Tibor Navracsics, instó este miércoles a España a garantizar la igualdad territorial en la reducción del abandono escolar temprano, pues los últimos datos revelan “grandes disparidades entre comunidades y entre chicos y chicas”.

En su comparecencia ante la subcomisión del Congreso para el pacto de Estado Social y Político por la Educación, Navracsics señaló que España tiene la tasa de abandono escolar más alta de la UE (solo por detrás de Malta), pero reconoció que se han producido grandes avances en los últimos años.Este índice se ha reducido 20 puntos porcentuales durante los últimos 10 años, y 10 puntos en los últimos cuatro”, recalcó. Por eso, “no tengo ninguna duda de que España conseguirá su objetivo” fijado para 2020, afirmó.

Con todo, alabó la descentralización educativa de España, que da lugar a “una gran diversidad” y que, según el comisario, “es fruto de su historia y de su gran conplejidad”.

La diputada de Ciudadanos Marta Martín le preguntó qué se podría hacer para acabar con tanta desigualdad territorial, a lo que el comisario repuso que la UE no puede intervenir en la estructura de los sistemas educativos de los Estados.Del mismo modo, insistió en que no existe un sistema educativo ideal, aunque se suela citar el de Finlandia, pues cada reforma educativa debe ajustarse «a las características» del país. Sí destacó el caso de Portugal, que desde que PISA lo evalúa, su sistema educativo “ha mejorado año a año”.En su opinión, ello se debe al gran consenso político que respalda el modelo.

Se refirió, por último, a la necesidad de invertir en educación, a la falta de inclusión en la UE y a la concepción de la educación como transmisor de valores, motivos estos últimos sobre los que dirigirá una recomendación a los Estados miembro el próximo año. “Europa es más desigual ahora”, y “los sistemas educativos han de garantizar la cohesión y la movilidad social a través de la escuela”, concluyó.

Fuente: http://www.lainformacion.com/educacion/ESPANA-REDUZCA-ABANDONO-ESCOLAR-COMUNIDADES_0_1041796722.html

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Degradación de la esperanza.

Por: Francisco J. Lopez Rodriguez.

La Secretaría General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico acaba de publicar dos nuevos informes en los que resume la situación de la enseñanza en nuestro país respecto al resto de 34 países de la OCDE y propone soluciones. El fracaso escolar unido al abandono de los estudios es muy alto. Las conclusiones son, como cabía esperar, negativas. Hay un alto índice de fracaso escolar, como el hecho administrativo de no lograr el título académico mínimo o como no alcanzar cierto nivel mínimo de conocimientos, tal y como se definen en los estudios de PISA.

Con la primera definición, España es un país con un nivel de fracaso muy superior a la media de la OCDE. Todas las estadísticas nos sitúan en los últimos puestos en materia educativa. Nos puede producir un complejo en el que podemos caer en el vagón de cola en rendimiento académico. En el medio de todo esto están los protagonistas que son los profesores al que se les está acusando de las calamidades del sistema educativo español. La realidad es todo lo contrario. Hoy los profesores son los que están soportando y sufriendo los avatares de la legislación educativa. Salvo la LODE, todas las leyes posteriores no se pudieron poner en práctica porque los gobiernos pretendieron hacer una Ley educativa a su medida. En el momento que se pretendía poner en vigor y aplicarla, un nuevo Gobierno la derogaba y así llegamos a la Ley actual LOMCE que está en el limbo que si se deroga, que si se modifica, que si no se aplica, que se retrasa etc. Se acaba de publicar en el BOE las condiciones para la obtención de los títulos de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria: «Los alumnos y alumnas que hayan obtenido una evaluación, bien positiva en todas las materias, o bien negativa en un máximo de dos, siempre que estas no sean de forma simultánea Lengua Castellana y Literatura, y Matemáticas, obtendrán el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria». Esto fue el engendro y el parto de los que se sientan en el Congreso de los Diputados y este Gobierno, como se suele decir, se bajó los pantalones porque hay que seguir en el camastro.

No sé qué podrá opinar todo el profesorado de Educación Secundaria. Si sé lo que opinan todos los profesores que, por cualquier circunstancia, han pasado a las clases pasivas. No sé qué opinarán todos los profesionales que en sí pasaron por los Centros de FP, Bachillerato y, por supuesto, la Universidad. No sé qué opinaran aquellos que se quedaron en el camino porque suspendieron alguna asignatura y no pudieron obtener la titulación correspondiente y que le privó el acceso a un empleo público o a un trabajo en la empresa privada e inclusive el progreso profesional. Lo que sí se sabe a lo largo de la Historia que las leyes educativas no las proyectan los profesores, es decir, quienes son protagonistas de le educación se les margina y, desde una mesa, se habla de educación, se habla de cambio, se habla de pacto, se habla de derogar las leyes. Unos señores y señoras que dicen ser representantes del pueblo están capacitados para proponer y hablar de todo. A saber, son los sabios del templo que sin haber trabajado nunca, sin haber dado un palo al agua, sin haber pisado un aula o bien, si la pisaron, huyeron porque la enseñanza es muy dura y quien soporta a los niños y jóvenes de hoy. Esto me recuerda un jefe de ventas que se enfurecía con los vendedores porque no conseguían clientes y el susodicho jefe nunca había vendido nada.

La educación en este país no tiene solución, ni la va a tener en muchos años. Porque la misma está en manos de políticos de muchas tendencias ideológicas y la educación es un resorte de catequización y de inclinar a los niños hacia determinados intereses políticos. Lo tenemos en ciertas Comunidades autónomas. Un ejemplo claro es Cataluña. A los niños catalanes se les inculca el odio a España, se les educa en una falsa Historia de España. España subyugó a Cataluña, le quitó sus privilegios y convertimos todo en el dicho» España nos roba». Los votantes y partidarios de la independencia en Cataluña son esos niños que nacieron en el año 1979 cuando se promulgó el Estatuto de Cataluña y su aplicación posterior concediendo competencias exclusivas, entre otras, la educación. Aquí comienzan los males y los problemas. Una educación torticera que está generando monstruos con aversión a todo lo español. Pues bien, esto es un ejemplo de lo que quieren modificar los políticos.

Por otra parte, eliminar la enseñanza privada concertada, convertir España en un estado laico, desapareciendo la religión de las aulas y recluyéndola al ámbito privado. Y ¿dónde está la libertad de enseñanza? Los padres por Ley tienen derecho a elegir el Centro escolar que crea oportuno para sus hijos. (Esto se soluciona con el cheque escolar) ¿por qué no lo aprueban… ¿Dónde está la calidad de la enseñanza? ¿Queremos un país competitivo? ¿Queremos que nuestros jóvenes tengan una preparación para afrontar el reto del desarrollo y adaptarse a las necesidades de las empresas? ¿Para qué está cualificado, en general, un universitario cuando termina su carrera o estudios? A base de master, cursos, aprendizaje de idiomas y un largo camino de sufrimiento empezará a labrar un currículo que le permitirá llamar a las puertas de las empresas.

Con estas decisiones de los políticos filibusteros vamos a llegar a la Universidad y los estudiantes, los más rezagados y los que fueron a pasear los libros hasta las facultades o escuelas técnicas, iniciarán protestas y propondrán que se apruebe una carrera con suspensos ya que haciendo la media de todas las materias igual apruebo. Los que en otras épocas teníamos que superar las reválidas de cuarto, las de sexto, el Preu para acceso a la Universidad e inclusive las pruebas de ingreso en un Instituto con 12 años, no podemos por medio que clamar contra estos despropósitos.

Esa educación y cultura transferida por los profesores en las aulas, esas ganas de saber y de ser algo, hoy son entelequias y distorsiones mentales. Estamos degradando la enseñanza, la cultura, no afrontamos la competitividad, no nos prepararemos para un trabajo y seguiremos en el vagón de cola. Hoy la educación en España mientras esté en manos de políticos no tiene solución.

Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/degradacion-de-esperanza_1169981.html

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/_ypj3BsdujKA/TIMpq8yiZ5I/AAAAAAAAABA/f3B9bk_h5lk/s320/ense%C3%B1anza.jpg

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Pisa o las cestas de piedras.

Las conocidas pruebas estandarizadas son un fin en sí mismas y no un medio para mejores aprendizajes.

Por: Miguel Angel Santos Guerra.

Se acaban de hacer públicos los resultados de la sexta edición de las pruebas Pisa (Programme for International Student Assessment). Todo el mundo sabe que Pisa es una prueba estandarizada que se aplica de forma trienal a estudiantes de 15 años. La primera aplicación tuvo lugar en el año 2000. Se trata de un proyecto de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que se ha convertido en un magnífico cesto de piedras para atizar a todo el que se ponga a tiro. Luego vuelvo a esta idea.

Pisa evalúa los resultados (no los procesos) obtenidos por los alumnos y las alumnas en tres áreas de conocimiento: ciencias, matemáticas y lectura. No aborda otras áreas del curriculum como el arte, la música o la educación física y, por supuesto, nada relacionado con la esfera de las actitudes y los valores.

¿Para qué sirve Pisa? Poco se puede deducir de dichas pruebas para la mejora del sistema educativo. Julio Carabaña, catedrático de sociología de la Universidad Complutense, ha publicado recientemente en la Editorial Catarata un libro titulado «La inutilidad de Pisa para las escuelas«. A él me remito.

Nos recuerda el autor que, desde su primera edición, Pisa advierte de que lo que miden sus pruebas depende de la experiencia acumulada en toda la vida de los alumnos, desde su nacimiento. «Si un país puntúa más que otro no se puede inferir que sus escuelas son más efectivas, pues el aprendizaje comienza antes de la escuela y tiene lugar en una diversidad de contextos institucionales y extraescolares. Sin embargo, si un país puntúa mejor, puede concluirse que el impacto acumulativo de todas las experiencias de aprendizaje, desde la primera niñez hasta los catorce años, en la escuela y fuera de la escuela, ha producido resultados más deseables en ese país» (Ocde, 2001a: 26). Este texto se recoge idéntico en el apéndice sobre la muestra que hay en todos los informes Pisa, y la misma advertencia se expresa repetidamente en otros lugares.

Por tanto, para comparar sistemas educativos hay que diferenciar lo aportado a las puntuaciones Pisa en cada país por la escuela de lo aportado por los demás factores, tanto naturales como sociales. Solo una vez aisladas estas aportaciones cabría compararlas entre sí y relacionar las diferencias entre las contribuciones con las instituciones y las políticas. Esto es muy difícil de hacer por dos razones. La primera es que no hay un método para aislar la influencia de la escuela; la segunda es que el número de países es siempre pequeño para los análisis estadísticos.

Pero estos informes se han convertido en la Biblia para que, de manera dogmática, cada uno sitúe a las escuelas, a los legisladores, a los maestros o al sistema educativo, donde quiera ponerlo. Casi siempre en mal lugar. Para muchos ciudadanos no hay otro criterio de valoración. No podemos olvidar que se está comparando lo incomparable. No podemos olvidar que se hacen atribuciones completamente gratuitas dada la naturaleza de las pruebas, el número incontrolable de variables que intervienen en los resultados y las advertencias que nos hacen, como hemos visto, los autores de las mismas.

Pisa se ha convertido, decía más arriba, en un cesto de piedras para arrojar a quien se desee. Se tiran piedras de arriba hacia abajo sobre quienes están en puestos inferiores, se arrojan piedras de abajo hacia arriba culpando a los gobiernos de todos los males educativos, se lanzan piedras en horizontal contra el profesorado por parte de muchos padres, contra los padres por parte de los profesores, contra el alumnado por parte de quienes los consideran poco esforzados y capaces. Muchas piedras y poco compromiso de todos y cada uno para mejorar el sistema educativo. Ese es, a mi juicio, el problema de Pisa.

Cuatro razones

Porque Pisa se ha convertido en un fin, no en un medio como debería ser. Tiene como finalidad, en último extremo, enseñar a tener mejores resultados en las pruebas Pisa. Una pura tautología He firmado un manifiesto demandando la anulación de los contratos que los diversos gobiernos han suscrito con la Ocde. El manifiesto se apoya en cuatro razones. Respeto la redacción del texto.

Político-educativa: los Ministerios de Educación tienen un limitado control de esta evaluación, teniendo como efecto una intensificación de la estandarización de procesos y mediciones. Progresivamente, organismos internacionales como la Ocde han impuesto transformaciones en las políticas educativas en el mundo, alineando los procesos educativos a una concepción limitada de progreso. Esta estandarización incluye la instalación o adaptación de las pruebas nacionales a un parámetro global a través de la presión ejercida por los rankings. Por otra parte, la estandarización ha impulsado la fuerte entrada de empresas privadas que han desplazado a los Ministerios de Educación, a las y los docentes, a sindicatos y escuelas de la conducción y perfeccionamiento docente han sido alineados a las evaluaciones estandarizadas. En definitiva, esta lógica reduce los procesos de enseñanza-aprendizaje que apuntan a un desarrollo integral y holístico, enraizado en una consciencia histórico-social crítica.

Técnica: Pisa promueve rankings de países en virtud de los resultados. Esta práctica busca neutralizar las enormes diferencias culturales, cosmovisiones y características lingüísticas propias de cada contexto nacional. Este factor implica que esta prueba no cumple con los más mínimos criterios de validez y confiabilidad.

Pedagógica: el régimen de pruebas estandarizadas de alto impacto y los procesos que desencadenan han implicado una transformación radical del quehacer de nuestras escuelas. El estrechamiento curricular ha significado la eliminación de asignaturas como artes, música, filosofía e historia. El tiempo escolar se ha reestructurado para dar cabida al entrenamiento para tener éxito en estas pruebas. Cabe señalar que estas mediciones no son sometidas al arbitrio social ni pedagógico. Estas medidas no toman en cuenta los contextos sociales, ni la diversidad de valores y prácticas pedagógicas.

Social y psicológica: la medición Pisa y sus variantes nacionales discriminan, presionan, y estigmatizan a regiones, países y pueblos en sus comparaciones. El control y la presión por obtener buenos puntajes recae finalmente en las comunidades de maestros y estudiantes, instalando un régimen de alto estrés que está destruyendo el clima escolar y estabilidad emocional de nuestras escuelas. La medición ha profundizado prácticas de exclusión y segregación en nuestras escuelas, despojando de su sentido el derecho a la educación.

Los sistemas de evaluación deben estar enraizados en las comunidades, deben atender la complejidad, y deben promover una educación respetuosa de los derechos humanos y sociales. Solo de esta manera formamos ciudadanos y ciudadanas en plenitud.

No hacen falta este tipo de pruebas para saber que es preciso mejorar la selección y formación de docentes y directivos, aminorar la ratio profesor-alumno, incrementar el presupuesto destinado a la educación, intensificar y enriquecer la participación de la familia…

Pisa aporta, eso sí, un pequeño beneficio: durante unos días todos y todas hablamos de educación. Con algunos chichones en la cabeza debidos a las pedradas, pero pensamos en la educación.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/educacion/pisa-o-las-cestas-piedras-n1304234.html

Imagen: http://static.lacapital.com.ar/adjuntos/203/imagenes/019/154/0019154531.jpg

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Los demasiados currículos

Guadalupe Jover

Es necesario adelgazar el currículo, pero sin olvidar la importancia de una ciudadanía con memoria histórica y ética

Los neoliberales, sin duda, están ganando la partida.

En el diagnóstico estamos todos de acuerdo. Diez o doce asignaturas por curso, casi un centenar de epígrafes en cada una de ellas, infinitos estándares de evaluación… Todo es un solemne disparate. Los inabarcables currículos son causa última de una sobredosis de información que produce ignorancia, de unos ritmos frenéticos que impiden la lentitud necesaria para el aprendizaje, de unas jornadas maratonianas que aún reclaman la prórroga de los deberes en casa e, incluso, la ampliación de la jornada lectiva a la que la propia ley abre la puerta.

Sobre el papel todos coincidimos en la necesidad de adelgazar los currículos y favorecer miradas interdisciplinares, de primar el diseño de itinerarios sobre el afán de agotar el recorrido compulsivo por cada uno de los rincones del mapa. Pero hagámoslo con cuidado. En el deseo de racionalizar los programas escolares, de alentar el trabajo por proyectos y los aprendizajes globalizados no podemos proceder a la voladura de la historia del saber, del mapa de la cultura, de ciertos conocimientos especializados.

Durante muchos años, y en la estela de Paulo Freire, muchos educadores hemos reclamado para la escuela unos aprendizajes que ligaran la lectura de la palabra y la lectura del mundo, una enseñanza que no abriera fosos -o levantara muros- entre lo que se enseña en la escuela y lo que precisamos para tomar las riendas de nuestra vida tanto individual como colectiva. Cuestionábamos por tanto una corriente hegemónica y conservadora que hacía de la reproducción de unas esencias homogeneizadoras -una lengua, una cultura, una religión, una patria- uno de los objetivos esenciales del sistema educativo y desterraba cuanto no encajara en ellas.

La escuela fue haciéndose más y más diversa -por la sucesiva extensión del sistema educativo hasta los 14, hasta los 16 años; por los imparables flujos migratorios y la creciente multiculturalidad de nuestros pueblos y ciudades; por la incorporación de personas con algún tipo de discapacidad- sin que nuestro sistema educativo cambiara de raíz sus estructuras. Como tantas veces ha denunciado Francesco Tonucci, estábamos ofreciendo la escuela de unos pocos… a todos. Reclamábamos, por ejemplo, la apertura del canon literario nacional a un canon universal que nos permitiera reconocernos en nuestras identidades múltiples o una enseñanza de la lengua orientada al fin a la reflexión acerca de lo que las personas hacemos con las palabras. Pero la escuela ha sido secularmente inmune a estas demandas. Lo han sido las sucesivas leyes educativas y lo han sido también -y no en menor medida- las rutinas docentes y la percepción social de lo que significa aprender, tantas veces identificado con la ingesta de contenidos -fueran los que fueren, que eso no se discutía- y el autocompletado de ejercicios y problemas.

Hasta ahora. En los últimos años, y de la mano de los dictados de la OCDE y las pruebas PISA, algunas cosas se están moviendo. Ya no parece importar tanto cuanto tiene que ver con la cultura heredada (la Historia, la Filosofía, las Artes) sino un mercado de trabajo que demanda determinados perfiles profesionales y ciudadanos. A la OCDE -una organización supranacional de carácter económico- lo que le preocupa son exclusivamente aquellos aprendizajes que encajan con sus intereses, esto es, aquellos que permiten a chicas y chicos integrarse con facilidad en el mercado de trabajo al término de su escolarización obligatoria: ciertas destrezas lectoras, ciertas destrezas matemáticas y científicas e incluso, en aquellos países donde se está desmantelando el Estado de Bienestar, algo de competencia financiera para estar en condiciones de hacer frente al pago de la propia cobertura sanitaria, la educación de los hijos, las pensiones del mañana.

De esta manera, viejas demandas progresistas han pasado a colarse en la agenda educativa de los gobiernos… desprovistas del que había sido su sentido. Aprendizaje cooperativo, aprendizaje por proyectos, aprendizaje interdisciplinar pueden ponerse al servicio de muy diferentes objetivos: ¿para cuestionar el modelo económico -un modelo fuente de enormes desigualdades y causante de la depredación del planeta- o para reproducirlo? Los nuevos enfoques, ¿contribuyen a formar ciudadanos cultos y críticos o más bien sumisos y eficaces? Depende, claro, del marco y del horizonte. Pero no olvidemos que no basta con cambiar de medio de locomoción si no nos pertrechamos de una brújula que nos ayude a no perder el norte.

Urge adelgazar los currículos, claro que sí. Pero estar contra el enciclopedismo no significa que renunciemos a formar ciudadanos cultos conocedores de la historia y el saber heredado y capaces de interpelar críticamente al ayer para construir un presente y un futuro más humanos. Quizá uno de los mayores desafíos que tiene hoy planteados la escuela es el desarrollo de aquellos aprendizajes que nos permiten tejer vínculos: vínculos entre unas esferas y otras del saber, por supuesto, pero vínculos también entre el ayer y el hoy, entre “nosotros” y “los otros” (y preguntarnos de paso qué referente asociamos a cada pronombre y quiénes y en función de qué criterios así lo determinan), entre cada gesto cotidiano -la compra en el supermercado, sin ir más lejos- y las condiciones de vida de nuestros compañeros de viaje, hombres y mujeres de todos los rincones de este maltratado planeta.

Contra el enciclopedismo, sí, pero a favor de la memoria histórica y la conciencia ética.

Fuente del articulo: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/08/los-demasiados-curriculos/

Fuente de la imagen: http://pitupitu.es/pitublog/wp-content/uploads/2014/12/school-and-education-03.jpg

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