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Cómo se crea el poder popular

Por: Margarita Labarca Goddard

En el siglo XX se debatieron diferentes concepciones sobre las formas de lucha, pero todas de una u otra manera se sintetizaban en “la toma del poder”. Se toma por  la vía pacífica o por la vía armada, esa era la gran discusión.

En general, la toma del poder era la toma del poder Ejecutivo, llegar a la Presidencia de la República en primer lugar. También estaban el poder Legislativo y el Judicial, pero en la mayoría de los países el Ejecutivo era el más importante, a no ser que hubiera un sistema parlamentario.

Entonces, ¿tomar el poder es tomarse La Moneda, la Casa Rosada, el Despacho Oval o el Kremlin? Sí, pero eso sería tomarse solamente el poder Ejecutivo. Ya se ha comprobado que el verdadero dominio de un país no está allí.

Y va surgiendo entonces con más fuerza la pregunta ¿Dónde está verdaderamente el  poder?

Volviendo a Chile, es fácil entender que tomarse el poder no es sólo tomarse el Poder Ejecutivo, tomarse La Moneda, como una especie de toma de la Bastilla por medio de elecciones (aunque la Bastilla no era la sede del gobierno sino una cárcel). El poder está un poco en La Moneda, otro poco en el Congreso y en los Tribunales; bastante más en las Fuerzas Armadas y muchísimo más en quienes son dueños de los medios de producción, tierras, fábricas, minas y otros y que lo manejan todo. Y también está en la prensa y en los medios de comunicación masiva de derecha, casi los únicos que subsisten.

Pero tomarse todas estas formas del poder político es casi imposible por cualquier vía. Incluso las revoluciones armadas triunfantes, a menudo han retrocedido o han sido derrotadas posteriormente. Hay muchos ejemplos bien conocidos.

En 1970 el pueblo de Chile creyó que se había tomado el poder porque había logrado el control del poder Ejecutivo, había llevado al compañero Salvador Allende a La Moneda. Él mismo también lo creyó, aunque con bastantes límitaciones. Pero no le echemos la culpa enteramente a Allende porque casi todos caímos en ese error.

Ahora, a este capitalismo en crisis pero por lo mismo muy agresivo, hay que reemplazarlo por un sistema diferente. Un gobierno y un sistema democrático, participativo, sin grandes desigualdades, con dignidad para todos, respetuoso de los derechos humanos, de los de la naturaleza, con un pueblo educado, empoderado y consciente. Un país en que no haya exclusiones ni discriminaciones por ningún motivo. La igualdad absoluta es difícil de alcanzar, pero todos serenos “bastante” iguales: no habrá barrios privilegiados ni colegios diferenciados, ni trabajos bien pagados y trabajos mal pagados. Cualquier trabajo debe alcanzar para vivir decente y dignamente,

Pero lo que va a hacer el pueblo en el poder es la siguiente etapa. La primera es ver cómo se llega al poder.

Como en Chile actualmente no hay grandes partidos revolucionarios y el pueblo todavía está muy desmovilizado y despolitizado, el método de tomar  el cielo por asalto parece que no funcionaría, al menos por ahora

Pues bien, todas las dificultades y obligaciones señaladas nos van indicando el camino: el poder no hay que tomarlo, hay que construirlo, hay que crearlo.

¿Y cómo se toma el poder desde abajo, cómo se crea poder popular?

Ese poder alternativo ya está en germen en pequeñas luchas, a veces aisladas, organizaciones y acciones separadas, pero que van tejiendo una red y después confluyen en un solo cauce. Así el pueblo se va empoderando. Pero ¡ojo! No sólo hay que considerar las batallas que se dan en Chile, hay que mirar hacia los países vecinos e incluso hacia los lejanos, porque si hay algo cierto es que esta pelea no se va a dar en un solo país sino en un conjunto de países.

Las batallas que se dan en el barrio, en la fábrica, en la escuela, en las provincias, en las poblaciones; los combates por la educación, por la salud, por la tierra, por el trabajo, van creando un torrente imparable, forman ríos y desembocan en la totalidad.

Y además hay una cosa importante que se debe considerar: en Chile hubo muchas experiencias de autogestión y de control de fábricas y fundos por parte de los trabajadores. Las fábricas expropiadas o intervenidas por el gobierno popular eran manejadas democrática y eficientemente por los obreros. Los campesinos de predios expropiados o intervenidos echaron a andar fundos desmantelados por los terratenientes. Y lo hicieron con eficiencia y en forma democrática y colectiva, sin contar con elementos de trabajo, sin dinero, casi con las uñas porque lo necesitaban para comer. Fue un período en que el pueblo se empoderó y aprendió. Esas experiencias están enterradas pero no olvidadas, se conservan en el fondo de la memoria colectiva.

Una de las experiencias más importantes en esta materia fue la de los cordones industriales. Se ha escrito mucho sobre ellos, pero aquí lo voy a tratar de explicar rápidamente, pues de otro modo habría que escribir un libro al respecto.

En primer lugar, hay que tener claro que los cordones industriales, creados en tiempos de la Unidad Popular, o sea en el gobierno de Salvador Allende, fueron un invento chileno. ¿Ven que acá hay antecedentes y capacidades para crear el poder popular?

¿Y qué eran, en síntesis, estos cordones? Eran agrupaciones de empresas o fábricas que funcionaban en la misma zona geográfica, y que habían sido intervenidas o expropiadas por el gobierno o tomados por los trabajadores. Los primeros y los principales estuvieron en Santiago, pero también los hubo en provincias. Los obreros estaban en contacto permanente y se coordinaban para apoyarse en sus reivindicaciones y en sus luchas. Pero como ellos manejaban directamente la empresa, se preocupaban también de que esta funcionara perfectamente e intercambiaban materias prima, transporte y todo lo que se necesitara. Esto implicaba un apoyo al gobierno y al bienestar del país.

Entre estos cordones industriales, se pude mencionar al Cordón Cerrillos, que fue un ejemplo por su forma de organización, y entre los  más importantes de Santiago, el Cordón San Joaquín; el de Vicuña Mackenna; el Estación Central, el de O’Higgins, el Cordón Macul, Cordón Recoleta, Cordón Mapocho, etc.

Su organización y forma de trabajo se fue haciendo  bastante común, puesto que ellos se comunicaban entre sí. La manera de realizar las asambleas, la elección de dirigentes y otras. Aquí también se ve el germen de lo que puede ser la creación de poder popular.

Esta concepción chilena fue uno de los primeros objetivos que se planteó la dictadura en su accionar contra el pueblo: bombardearon las fábricas, detuvieron y asesinaron a los dirigentes o los desaparecieron. Pero los cordones industriales fueron una experiencia admirable, ejemplo para otros países, que debe constituir uno de los  pilares para la creación del poder popular.

En el campo, en los predios agrícolas también hubo avances muy significativos. Les diré algo sobre el  Complejo Forestal y Maderero Panguipulli. Su dirigente, el trabajado forestal José Bravo Aguilera –felizmente sobreviviente – escribió un libro al respecto, titulado “De Caranco a Carrán”, por los nombres de algunos de los predios que constituían el complejo. Este libro fue prologado por el compañero Franck Gaudichaud, en los siguientes términos:

“Los trabajadores de la madera se transformaron y autoconstruyeron en una fuerza de clase tan potente, tan “disruptiva”, que desestabilizaron y terminaron por literalmente desplazar la descomunal hegemonía acumulada por unas pocas familias latifundistas sobre un conjunto de varios miles de obreros forestales, un territorio que representaba más de 350 mil hectáreas, incluyendo una reserva de bosque nativo excepcional y tierras ancestrales del pueblo nación-mapuche.” (Extracto del prólogo de Franck Gaudichaud).

¿Y cómo va a abordar el poder popular los  problemas nacionales, los grandes asuntos del país, por ejemplo, los impuestos, la recuperación de nuestras materias primas y tantos  otros que son propios de un poder centralizado?

Es claro que estos asuntos no se pueden plantear, analizar ni decidir en una asamblea de fábrica, en una reunión de Consejo de campesinos ni en un cordón industrial. Por lo tanto siempre deberán delegar estas funciones en un poder ejecutivo centralizado, un poder legislativo y un poder judicial. Podría haber otras formas de organización del Estado, pero esta me parece la más práctica.

¿Y cómo se va a garantizar que estos dirigentes no flaqueen, no se vendan, no traicionen? Pues porque todas estas personas serán elegidas por el pueblo, incluso los jueces, según sus antecedentes y programas. Y los que no cumplan, se den vuelta la chaqueta o resulten ineptos, serán revocados de conformidad con procedimientos adecuados que se fijarán en la Constitución que habrá que elaborar.

Y así, a medida que se va constituyendo desde la base el poder popular, va creándose a la vez una nueva cultura que incluye la solidaridad, el respeto por la comunidad y por el otro, el afán de una vida más simple y respetuosa de la naturaleza. No porque los seres humanos sean siempre buenos, generosos y creativos, sino porque será la única forma de sobrevivir en ese mundo nuevo que habrá que construir.

Fuente de la información e imagen:  https://www.pressenza.com

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Libro Venezuela desde adentro: ocho investigaciones para un debate necesario

Descripción

En los últimos 20 años, desde las coordenadas de las izquierdas, la experiencia venezolana ha estado en el centro del debate político regional, en tanto modelo de transformación, organización popular, redistribución y justicia social, y también como expresión de extractivismo, de las tensiones en los populismos y de rentismo. Actualmente, este modelo, sus prácticas, contradicciones y disputas parecieran estar tocando sus límites como experiencia posible de transformación desde el Estado. Vista a través del prisma de los medios de comunicación masivos internacionales, de la polarización existente en la región y en el mundo, y ante el avance del capitalismo y de las experiencias de derecha, Venezuela se ha erigido como el símbolo de la crisis, de la amenaza “castro-chavista”, del caos de las opciones populares o de izquierda en el poder. En el caso de los medios de comunicación alemanes, se reduce el discurso a un chavismo = socialismo, al que se culpa como modelo fracasado, sin preocuparse por entender las múltiples aristas de la realidad política, económica, social y cultural en Venezuela, y mucho menos entrar en el debate sobre la existencia o no de un modelo socialista venezolano.

Fuente: https://www.ecopoliticavenezuela.org/biblioteca/libros/venezuela-desde-adentro_12/

Descargar: http://ecopoliticavenezuela.org/biblioteca/textos/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf

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Sobre el sujeto histórico de la Revolución Bolivariana de Venezuela

Sobre el sujeto histórico de la Revolución Bolivariana de Venezuela

Limber Salazar

Docente de la UBV

Adscrito al Centro de Estudios Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica (CEPEC)

Se inicia la Revolución Bolivariana de Venezuela con el intento fallido del golpe de Estado del 04 de febrero 1992, liderado por Hugo Chávez. Indultado el 26 de marzo de 1994, convierte su Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR – 200) en Movimiento V República (MVR), partido político con el cual gana las elecciones presidenciales de 1998.

A partir de 1999, desde la presidencia de la República impulsa una serie de cambios profundos en la política nacional, comenzando por la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, cuya finalidad fue la de redactar una nueva Constitución Nacional. Sometida ésta a consulta popular, fue aprobada por más del 85% del electorado el 15 de diciembre de ese mismo año.

Se conformó así una nueva mayoría política en el país y prácticamente la desaparición orgánica de los partidos social demócratas tradicionales (AD, COPEI, URD y otros grupos a ellos asociados) Es decir: se constituye un gobierno comandado por Hugo Chávez con el respaldo del Polo Patriótico, cuya columna vertebral fue el MVR (partido cívico-militar), secundado por La Causa R, el PCV, el MAS, el MEP y otros grupos minoritarios de convicciones revolucionarias de varias tendencias (Marxistas, Guevaristas, Maoístas, cristianos y otras)

Toda esta historia es bien conocida en el país tanto, como el reconocimiento del liderazgo carismático e indiscutible del Comandante Chávez. Pero ¿Cuál es la fuerza social que sustenta a la Revolución? ¿Qué ocurrió en Venezuela en cuanto a la conformación de sus clases sociales? ¿Qué cambió en las estructuras económicas y del Estado con el desarrollo de esta Revolución?

Hay que puntualizar algunas cosas, aunque también son de dominio público. Por ejemplo: no hubo cambios esenciales en la estructura económica del país, así como tampoco en la del Estado, aunque desde el Gobierno sí hubo muchos cambios de nombres de las instituciones públicas.     Ahora bien, antes de la Revolución, los ingentes ingresos de divisas al Fisco Nacional por concepto de la venta del petróleo enmascaró la situación de pobreza en la mayoría de la población venezolana, se acallaron los conflictos de clases sociales y se ocultó el racismo y la exclusión de las etnias afro descendientes e indígenas. La política de inclusión social de la Revolución intenta saldar esta “deuda social” como se le calificó en el discurso revolucionario.

Gustavo Pereira (1) citando los datos de FUNDACREDESA (Fundación estatal para el Crecimiento y Desarrollo de la población) afirma que para 1988, más del 70% de la población venezolana se hallaba ubicada en los estratos de pobreza, y a la llegada de Chávez al poder (1999) las cifras eran las siguientes: dos millones novecientas mil familias en situación de pobreza, cuarenta mil niños en situación de prostitución, 16% de desempleo, ochenta de cada cien familias al margen de los servicios básicos, seiscientas mil familias sin acceso al agua potable y 41% de la población viviendo en ranchos.

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Jesús María Herrera Salas en su artículo La economía política del racismo en Venezuela (2) coincide en que para ese año 1999, el 70% de la población nacional estaba en situación de pobreza.

Ahora bien, todo ese contingente humano invisibilizado y excluido se identificó y aglutinó entorno a Chávez constituyendo el Chavismo, como la gran fuerza social de la Revolución. Su debilidad estratégica era la poca presencia organizada de la clase obrera (petrolera, de las Industrias Básicas de Guayana y del resto de las industrias del país) aunque sus trabajadores se incorporaran de manera espontánea, como la mayoría del pueblo, al respaldo del Comandante.

Los partidos y agrupaciones económicas y gremiales de las clases dominantes desplazadas del poder político del Estado por Chávez en 1999 (AD, COPEI y otros partidos, FEDECÁMARAS, CTV, Alta Gerencia de PDVSA, Alto Mando Militar, Conferencia Episcopal Venezolana y otros) bajo la dirección de Washington, organizaron el sabotaje económico, político y militar en gran escala para luego dar el golpe de Estado de 2002 (derrotado) y la huelga petrolera y general de fines de 2002 a 2003 (también derrotada) le permitieron al gobierno reforzar algunas de sus debilidades y mejorar el control de factores claves del poder, como por ejemplo: reestructuración de PDVSA, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con la incorporación del Cuerpo de la Milicia y la formulación de una estrategia de defensa cívico-militar, la conformación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) con millones de militantes y la organización del llamado poder popular (Consejos comunales, CLAP, comunas y otros colectivos) en las 1146 parroquias que forman los 335 municipios del país.

Hasta el presente, todos los intentos hechos por diferentes vías por la oposición venezolana para derrocar al gobierno, incluida la peligrosa invasión militar con mercenarios por Macuto y Chuao el 03/05/20, han fracasado. El respaldo masivo y decisivo al gobierno sigue siendo el de la población antes excluida y ya mencionada. ¿Puede ser ésta calificada como una clase social, o alianza de clases, siguiendo la definición de Marx? ¿Dónde quedó el rol protagónico de la clase obrera, o mejor, de su alianza estratégica obrero-campesina (Rusia)  o de los campesinos (China, Vietnam, Cuba y otras) en la revolución socialista?

El caso Venezuela plantea evidentemente una situación muy particular, aunque no totalmente inédita. Por lo tanto, es bien importante definir con mucha aproximación cuál es el sujeto histórico de esta revolución, si se pretende derrotar la estrategia del “rollback” puesta en práctica por  el Pentágono durante el período de La Guerra Fría, y actualizada como la “Obama’s Rollback Strategy” para derrocar a Manuel Zelaya en Honduras y revertir el avance de la Revolución Bolivariana en América Latina y el Caribe.

La rollback strategy según James Petras (3) es sencillamente “hacer retroceder, revertir o volver a una situación previa para recuperar espacios políticos perdidos” haciendo uso de todas las opciones. István Mészáros (4) se lo achaca a la carga del tiempo histórico, lo que equivaldría a decir a la fuerza de la costumbre, o según su propia metáfora “a esa ancla que jala al barco de nuevo a la rada”

Son evidentes las dos estrategias contrapuestas: la de la unión en favor de la autodeterminación de las naciones y la de la desintegración de América Latina y el Caribe en pro de la hegemonía yanqui.

Ahora bien, ¿Cuáles son las fuerzas que propician la unión y cuáles la frenan y obstaculizan? El tema es de cardinal importancia y guarda estrecha relación con el sujeto histórico de la revolución social en cada país, porque de él dependerá en última instancia la reversibilidad o no del proceso, la construcción o no de una sociedad sin retorno al modelo anterior. Es esta fuerza la que deberá tomar en sus manos todo el poder.

En la Rusia de 1917 los revolucionarios plantearon la unión de obreros, campesinos pobres y soldados como el sujeto de la revolución. A esa alianza la llamaron Soviet (Consejo) Pues bien, la consigna clave de su triunfo fue: Todo el Poder al Soviet. Al definirse ese sujeto histórico del cambio, automáticamente se está definiendo quién o quiénes asumirán el poder político del Estado.     Según el Art. 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (primera parte) lo ejercerá el pueblo directamente y de manera intransferible. Pero no el pueblo abstracto a cuyo nombre se enseñorean y mandan otros (segunda parte del mismo Artículo) donde se le da la vuelta: “e indirectamente (…) por los órganos que ejercen el Poder Público”

Hasta el presente ha comandado la segunda parte del Artículo citado. ¿Cuándo “estará preparado” el pueblo concreto para ejercer su soberanía popular como lo consagra la primera parte del 5 Constitucional? ¿Cuándo el barrio o la parroquia (en las ciudades), pero también el caserío y el pueblo del interior, con sus nombres propios, su historia, sus costumbres y tradiciones tomará en sus manos las riendas de su caballo?

Ese pueblo que hasta ahora ha defendido con sus vidas al que lo va a defender (¿De quién?) o a proteger, es quien deberá trazar la ruta y establecer las metas de su propio destino dentro de una estrategia nacional de liberación. Es decir: a través de un plan de desarrollo económico, político y social que partiendo de lo local vaya copando todo el territorio nacional.

Aparentemente no hay contradicción con lo planteado por el gobierno al proponerse éste la construcción del poder popular, sólo que esta estructura ha sido hasta ahora un apéndice útil al estatus quo. Ya el “ancla” no necesita tirar al barco de regreso a la rada. La crítica, siguiendo a Marx, deberá destruir las apariencias para poder ver con claridad la esencia de las cosas, si es que de veras se pretende cambiar la realidad de manera irreversible.

En diciembre de 2012 – ante lo avanzado de su enfermedad y probable muerte, como efectivamente ocurrió el 05/03/13 – Chávez llamó al pueblo para que eligieran como su sucesor al obrero Nicolás Maduro. Adicional a las cualidades políticas de este dirigente, probablemente Chávez pretendió dar una señal clara sobre la necesidad de incorporar a la clase obrera como pilar de la Revolución, debilidad que aún era (¿o es?) manifiesta. Después de ocho años de gobierno, se impone hacer un análisis sobre el carácter y el rumbo de la Revolución, cuestión ésta que escapa al alcance de este ensayo. Sin embargo, aquí se toca una de las aristas neurálgicas para dicho análisis y es justamente definir quién establece el rumbo estratégico de los cambios, quién dirige las luchas y en favor de quiénes se hace la revolución, lo que se ha venido denotando como el sujeto histórico de los cambios. Las cifras que a continuación se dan pretenden aportar elementos de juicios al respecto.

Jesús M. Herrera Salas (Ibídem) citando información de más de catorce fuentes concluye que “la política social y étnicamente incluyente de la Revolución Bolivariana del Siglo XXI ha provocado una reacción tan racista y clasista (…) en sectores importantes de las clases altas y media alta de la Venezuela actual, como aquellas que provocaron entre la oligarquía mantuana la Real Cédula de Gracias al Sacar, el levantamiento de José Leonardo Chirinos y la Revolución de Gual y España durante el Siglo XVIII”

¿Y quiénes respaldan hoy a la Revolución? Vale decir: ¿Qué sensibilidades sociales hacen suyas estas banderas? Es evidente que el cuadro social presentado por FUNDACRESA a la llegada de Chávez (ya citados) debe haberse movido en función de las políticas públicas aplicadas por el gobierno. Justamente los beneficiados, más los que aún no hubieran sido favorecidos pero que aún continúan con sus esperanzas, lo cual constituye “más del 70% de la población venezolana”, calificado como pueblo, conforman ese nervio sensitivo de la Revolución.

Y este contingente ¿Quiénes son, desde el punto de vista de la sociología política? ¿Clases sociales? ¿Estratos o Sectores D, E, etc., como los clasifica eufemísticamente el Instituto Nacional de Estadísticas? ¿Esta es la multitud, según Michael Hardt y Antonio Negri criticado por Atilio Boron(5) quien así tipifica al sujeto de la revolución antiimperial en nuestros tiempos? ¿El pueblo en abstracto? como prácticamente se asume en el Art. 5 de la CRBV ya comentado, aunque sean muy concretas las etnias indígenas, afro descendientes, desempleados, niños abandonados, población indigente etc. ¿Es este el sujeto de la Revolución Bolivariana, también identificada como Socialismo del Siglo XXI? ¿Quién es aquí el proletariado, o asume su rol de vanguardia? (La única clase revolucionaria, según Marx) ¿Quién traza el rumbo y mantiene firme el timón? ¿Fue en respuesta a estas inquietudes que Chávez planteó el 20 de octubre de 2012 la necesidad de dar cambio de timón? ¿Sigue vigente ese estratégico y urgente llamado?

Actualmente Venezuela vive el momento más dramático y complejo de su historia: el cerco económico, político y militar por parte de Estados Unidos y sus aliados, cuya última y peligrosa arremetida se consumó en la invasión con mercenarios por Macuto y Chuao (ya comentada); el azote del coronavirus, pandemia que ha requerido de ingentes recursos del Estado, lo cual ha devastado la ya maltrecha economía nacional, producto esto a su vez del férreo cerco económico, del bloqueo de las cuentas bancarias del gobierno y del descarado pillaje de los activos de la nación por parte del gobierno de los Estados Unidos; caída (literal) de los precios del petróleo; escasez casi total de gasolina, gasoil y lubricantes, lo cual a su vez incide negativamente sobre todas las actividades económicas y sociales en todo el país, principalmente en la producción de alimentos, medicinas y otros bienes y servicios de urgente necesidad; y todo esto en medio de una cuarentena radical y necesaria, debido a que en los países vecinos se mantiene una curva exponencial de infectados y muertos causados por el Covid 19. De hecho, más del 75% de los casos reportados en el país provienen de los vecinos más inmediatos (Brasil, Colombia, Perú y Ecuador)

Es en este contexto de severa crisis como cobra vigencia, pertinencia y necesidad preguntarse, no sólo como asunto de interés teórico ¿quién es el sujeto de esta revolución? Porque es precisamente ese sujeto social quien emprenderá las medidas salvadoras, si es que las hubiera. A pesar de lo destartalado de la economía popular (entendida ésta como la de la población rural, periurbana y urbana pobre) que el modelo capitalista venezolano ha implantado, la respuesta que ese sector ha dado ante esta crisis ha sido mucho más alentadora que la observada en los estratos medios de la población.

Tímida respuesta, es cierto, pero por ahí está llegando una clara señal. A pesar de la precariedad en la cual se encuentran las comunidades, de la escasez de gasolina que prácticamente las paraliza, de la especulación dolarizada con los bienes y servicios esenciales, están resistiendo con lo poco que pueden producir en sus predios y pequeños fundos familiares, más el subsidio directo que el gobierno les aporta a través de los bonos y de la caja de alimentos CLAP. ¿Qué faltaría para organizar una resistencia a largo plazo y a prueba del bloqueo externo y aún de la pandemia?

Que en cada comunidad surgiera la verdadera organización social y productiva, con su mercado comunitario y su dinámica particular, pero además, con sus propios líderes naturales, independientemente que sean o no del gobierno, de la oposición o mixtos, pero con una clara conciencia de sí mismos, de sus propias fuerzas creadoras de soluciones y de su razón de ser como pueblo. La necesidad los unirá. Sólo este poder organizado y con una dirección colectiva puede dar una respuesta adecuada a la actual crisis del Siglo. Sólo entonces se puede hablar con objetividad del sujeto social del cambio de este modelo cultural que hasta ahora nos arropa. Es una necesidad perentoria des lastrarse de toda ideología, entendiendo como tal, todo aquello que enmascara la realidad, que oculta lo esencial y propicia la manipulación de la gente.

Referencias:

  1. Pereira, Gustavo (2013): La poesía es un caballo luminoso, Fondo Editorial El Perro y la Rana, p. 46, Caracas, Venezuela.
  2. Herrera Salas, Jesús María: Revista Poliética, 2009, Año 2, N° 9, (pp 14 – 20) Fondo Editorial Mihail Bajtin, Caracas, Venezuela.
  3. Petras, James: La estrategia de recuperación imperial de Obama, Poliética, 2009 – Año 2 – N° 9 (p 40 – 51) Fondo Editorial Mihail Bajtin, Caracas, Venezuela.
  4. Mészáros, István. El desafío y la carga del tiempo histórico, El Socialismo en el Siglo XXI, Vadel Hermanos Editores, Caracas 2009, p.249.

Borón, Atilio (2004) El Perro y la Rana, 7ª edición, Caracas, 2015: Imperio & Imperialismo una lectura crítica de Michael Hardt y Antonio Negri. También disponible en Internet:  http:/tienda.elviejotopo.com/teoríapolítica/1077-imperio-imperialismo-una lectura-crítica-de-michael-hardt-y-antonio-negri-97884957 (Consultado: 21/06/18)

 

Autor: Limber Salazar

Fuente de la Información: OVE

 

 

 

 

 

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El Poder Popular, las Políticas Públicas y los Derechos Sociales

El Poder Popular, las Políticas Públicas y los Derechos Sociales

Heriberto Rivera

Desde los comienzos del gobierno de la revolución Bolivariana el término poder popular se ha convertido en un referente político de gran relevancia, pues alude a otro poder que venia siendo desconocido y que enfrenta al poder constituido.

Necesario es debido, a la discusión que se viene haciendo en la teoría política, establecer el concepto de poder popular; sobre el particular muchos autores han reflexionado sobre éste, así como de los elementos que lo componen.

En ese contexto, según Rauber (2012), “el termino popular remite al sujeto en acción, en una perspectiva que lo concibe como plural, no definido a priori sino que se conforma en la acción política y social; el sujeto (social, político, histórico) del cambio es plural, se expresa como actor colectivo se auto constituye como tal en el proceso mismo de la resistencia, luchas y transformaciones sociales” (pág. 129).

En ese contexto, el sujeto popular no puede ser concebido a priori, sino que es un colectivo que se  constituye y define por un conjunto de acciones y valores guiados por la eliminación de una o mas relaciones sociales de desigualdad y opresión.

Continuando con esa idea, que ayuda a comprender la definición de lo popular,  Chaguaceda (2008) refiere que “lo popular resulta una categoría que, en nuestro contexto regional identifica a sujetos que sufren asimetrías sociales y que al movilizarse son susceptibles de devenir en movimientos liberadores; en ese sentido la noción de sujeto popular engloba aun conjunto de sectores y clases sociales susceptibles de ser integradas socialmente a un proyecto de cambio anticapitalista, en relación con lo comunitario, tomando en cuenta una identificación esto con niveles mínimo de organización y autonomía frente al mercado y el estado: sindicato, asociaciones vecinales, organizaciones femeninas o juveniles, clubes culturales con presencia publica”(pag.26).

Efectivamente, si lo popular envuelve a un sujeto que por necesidades de integración debe superar las relaciones sociales impuestas de desigualdad, opresión, invisibilizacion, entonces hay que referirse al concepto de poder popular.

Consecuentemente, el concepto de poder popular implica en primer lugar la noción de poder, pero no la noción clásica del poder. En ese sentido la noción de poder popular desarrollada por Mazeo  citado por Teruggi (2012), lo concibe como una “relación social y no un objeto, una sustancia o una propiedad. Se trata de una noción inscripta a fuego en el marxismo (la dialéctica piensa la relación, no la sustancia) (….). Toda relación de poder vincula dominadores y dominantes” (pag.50).

En efecto, el poder entendido estima Rauber (2012) como “una determinada interrelación de fuerzas (políticas, económicas, culturales, morales, sociales) en lo que una (o el conjunto de ellas se constituye en hegemónica-dominante entre un conjunto de relaciones sociales, culturales, económicas, políticas. Se trata de una interrelación dinámica, en movimiento y regulación constante” (pág. 123).

De tal manera que el poder popular, que si bien toma elementos fundados en las contradicciones sociales producto de las relaciones de exclusión social, el poder popular se trata de la construcción de un poder de las clases subalternas, pudiéndose afirmar que es “un poder propio que de modo pedagógico  llamamos aquí  poder popular, nace y se desarrolla desde abajo; se produce, reproduce y expresa en el modo de la vida cotidiana individual, comunitaria y social.

El poder popular como expresión político social, también se expresa y manifiesta en las organizaciones sociales y políticas, en sus formas orgánicas de funcionamiento y relacionamiento interno, así como en sus construcciones concretas que llevan a establecer nuevas formas de empoderamiento local, territoriales, bases de la creación y creciente acumulación de un nuevo tipo de poder participativo-consciente-no enajenado-desde abajo, de desarrollo de consciencia, de culturas sumergidas, oprimidas y excluidas, en múltiples y entrelazadas formas y modalidades encaminadas a la transformación global de la sociedad. Pensar el poder popular es entonces situarlo en un contexto particular.

En la Republica Bolivariana de Venezuela, a diferencia de otras latitudes, el poder popular viene emergiendo desde abajo en el sentido geográfico de la palabra, pero a la vez también se construye desde arriba, desde las instancias del Estado.

En ese sentido es notorio y comunicacional, que según el articulo 2 de la Ley Orgánica del Poder Popular del año 2010 “el ejercicio pleno de la soberanía por parte del pueblo, en lo político, económico, social, cultural, ambiental, internacional y en todo ámbito del desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad, a través de sus diversas y disimiles formas de organización”.

En consecuencia y ciertamente desde el Estado aparece la declarada la intención de que el poder popular adquiera un protagonismo, que en términos  del presidente Chávez (2007),  esto significa  que “desde el poder constituido debemos ir transfiriendo poder social, económico y administrativo al poder comunal”, refiriéndose a través del “poder comunal” principalmente a la organización de los Consejos Comunales.

De tal manera que el poder popular es una creación de la Revolución Bolivariana que tiene como objetivo lograr la reivindicación del  pueblo y se define en su articulo 1 que “ la presente Ley tiene por objeto desarrollar y consolidar el poder popular, generando condiciones objetivas a través de los diversos medios de participación y organización establecidos en la constitución de la república, en los que surjan de la iniciativa popular, para que los ciudadanos y ciudadanas ejerzan el pleno derecho a la soberanía, la democracia participativa, protagónica corresponsable, así como la constitución de formas de autogobierno comunitarias y comunales, para el ejercicio directo del poder”.

De esta manera el poder popular  se expresa en la construcción de una nueva institucionalidad pero que también puede observarse “en posiciones consolidadas en el marco de instituciones públicas”.

De lo cual se deriva que estas posiciones de poder popular a través de una practica constituyente, puedan contribuir a una profunda transformación de esas instituciones, a su radical democratización por la vía de la creación de condiciones para el nacimiento de otra ciudadanía social del siglo XXI que sea consciente de sus derechos y logros estableciendo los verdaderos alcances y total disfrute de las políticas publicas y ejercer a plenitud sus derechos sociales.

En cuanto a la participación del poder popular en las políticas publicas, la ley citada, prevé en su articulado que las organizaciones  y expresiones organizativas del poder popular, tiene como fines entre otra ejercer la contraloría social  (Articulo 11 numeral 1) y en su numeral 1 establece que como fines “ consolidar la democracia participativa y protagónica, en función de la insurgencia del Poder popular como hecho histórico para la construcción de la sociedad socialista, democrática de hecho y de justicia”.

De igual manera y en correspondencia con la participación en las políticas públicas, en el capitulo III, Ámbitos del Poder Popular, referido a  la planificación de políticas públicas, el artículo 17 dice textualmente:

” La planificación de políticas publicas en los términos establecidos en la ley que regula la materia, es un ámbito de actuación del Poder Popular que asegura, mediante la acción de gobierno compartida entre la institucionalidad publica y las instancias del poder popular, el cumplimiento de los lineamientos estratégicos del Plan de desarrollo económico y Social de la nación, para el empleo de los recursos públicos en la consecución, coordinación y armonización de los planes, programas y proyectos a través de los cuales se logre la transformación del país, el desarrollo territorial equilibrado y la justa distribución de la riqueza”.

No obstante lo expuesto y establecido el Ley Orgánica del Poder Popular, en la realidad y en las vivencias cotidianas del Poder Popular surgen elementos que podrían verse como elementos y distractores que impiden el alcance de la  totalidad de lo alcances claros y definitivos de las  políticas publicas.

A tal efecto puede afirmarse que para pensar el caso venezolano y estudiar las posibles vinculaciones entre el Poder Popular y el Estado y poder referirnos a la relación entre los espacios de organización y participación popular con las instituciones del Estado (poder constituido), donde a menudo surgen contradicciones del poder, de lo que en vías de construcción, es necesario caracterizar, que Venezuela y la Revolución Bolivariana atraviesa un periodo de transición y según  Mazeo , citado por Teruggi (2012) “ la Revolución Bolivariana nos convoca  a pensar-actuar en términos de transición (…) el pasaje de la necesidad a la libertad no se puede concebir como un acto único, abrupto y unidireccional. Existen mediaciones, y existen porque el proceso de construcción del socialismo no se desarrolla en el vacío, sino en el marco de una realidad histórica”.

Es de esperar entonces, que en esa transición que caracteriza al actual periodo donde hay un doble movimiento  donde el poder popular puja con su órgano de control no estatales y una creciente autogestión que permite ir asumiendo su protagonismo en el manejo de las áreas de actividad social y por otro, lado mientras que se produce “un cambio consciente en los órganos del estado mismo”.

Por lo tanto, “un Estado que en vez de sustituir a la sociedad en la solución de los problemas que tiene, la convoque, la vuelva participe de ellos. Un estado que pueda servir para expandir el cambio social y para continuar construyendo Poder Popular” (Rodríguez, 2007).

El poder popular estimulado por el mismo Estado, esta en plena efervescencia, puja por consolidarse, dentro de un mar de contradicciones que es propio de los cambios planteados. Es así como el presidente Maduro el día 14 de enero de esta año 2020, en una de las siete líneas estratégicas establece en avanzar en la expansión  de las Misiones, Grandes Misiones y el Poder Popular son consideradas en el accionar del gobierno Bolivariano, siendo una de los objetivos claves es profundizar los mecanismos de participación del Poder Popular.-

Fuentes:

Chaguaceda, A. Participación Ciudadana y Espacio  Asociativo: Desafíos en el contexto cubano, FLACSO, Cuadernos de Ciencias Sociales, 2008.

Rauber, I. Revolución desde abajo, gobiernos populares y cambio social en Latinoamérica. Continente, Buenos Aires, 2012.

Rodríguez, E. Reflexiones sobre el poder popular. El Colectivo, Buenos Aires, 2007.

Teruggi, M.A (2012). Los Consejos Comunales En Venezuela: Análisis de una experiencia de organización y participación impulsada por el Estado, desde la perspectiva del Poder Popular. En Memoria Académica, disponible en http://www.memoria.fahce.unpl.edu.ar/tesis/.

heristo50@gmail.com

Autor: Heriberto Rivera

 

 

 

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Venezuela celebra 119 años del natalicio de Mariano Picón Salas

Por: vicepresidencia.gob.ve.

El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró los 119 años del natalicio de Mariano Picón Salas, considerado como uno de los mejores ensayistas y narradores universales del país, dejando excelentes aportes a la historia de la Patria.

Celebramos junto al pueblo merideño 119 años del natalicio de uno de sus hijos predilectos, Mariano Picón Salas. Recordado por el pueblo como el ensayista y narrador universal que dejó invaluables aportes a la historia de nuestra Patria. ¡Mariano es Orgullo Venezolano!

Mariano Federico Picón Salas, nació el 26 de enero de 1901 en Caracas. Fue un escritor, diplomático y académico venezolano. En su obra destacan los ensayos históricos, de crítica literaria y la historia cultural de América Latina, los cuales lo convierten en uno de los intelectuales venezolanos más universales

Además de su obra como escritor y ensayista, Picón Salas destacó por su labor docente y política. Fue el fundador de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela y su primer decano.

También, ejerció como Director de Cultura y Bellas Artes del Ministerio del Poder Popular para la Educación (1938-1940), Embajador de Venezuela ante Colombia (1947-1949), Embajador de Venezuela ante Brasil (1958-1959), Embajador de Venezuela en la UNESCO (1959-1963) y Secretario de la Presidencia durante el último año del periodo constitucional de Rómulo Betancourt (1963-1964).

Fuente de la reseña: http://www.vicepresidencia.gob.ve/venezuela-celebra-119-anos-del-natalicio-de-mariano-picon-salas/

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Alerta Educativa #249 – Educación Libertaria en el altiplano Entrevista con Marcelo Maldonado (Audio)

Chile – Bolivia / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Alerta Educativa / Fuente: Youtube

Publicado el 29 oct. 2018

Conversamos con el politólogo e historiador Boliviano Marcelo Maldonado, autor del libro «Pedagogías libertarias en el altiplano». Editado recientemente por la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación aborda la experiencia del movimiento indígena y anarcosindicalista en Bolivia previa ala Revolución de 1952. El nos relata nos ilustra acerca de su organización, demandas y como la educación era un elemento importante para expandir su organización. Conversamos sobre como se organizaba la escuela, la autogestión de las mismas y sobre figuras como el rebelde Marcelino Llanqui, quien retrata en su propia biografía el proceso organizativo y educativo del movimiento indígena anarquista boliviano. En la conducción Marcelo Pérez y en el panel estable. Juan González.

 

 

 

Fuente: https://youtu.be/-h9pVtLQ9gg

ove/mahv

 

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Cuba: Dan a conocer programa por la sede del día del educador (+Audio)

Cuba / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Juan M. Olivares Chávez / Fuente: Radio Rebelde

Con un matutino especial en los más de 640 centros educacionales de la ciudad y el campo iniciaran los tuneros el lunes 13 de noviembre el programa de actividades por la sede de las actividades centrales nacionales por el 22 de diciembre, Día del Educador.

En conferencia de prensa, la miembro del Secretariado del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte Dulce María Zayas Rodríguez, El Director Provincial de Educación Nilser Piñeda Cruz y el Subdirector General el Doctor Juan Miguel Barrio, coincidieron en estar abalados por los mejores resultados integrales.

La asistencia escolar superó el 99%, una retención del 98, la promoción del 98,6%, los resultados de los exámenes de ingreso a la educación superior, los concursos, el sobrecumplimiento del plan de mantenimiento, reparación e inversiones y la educación de adultos que durante cinco años alcanza los mejores resultados a nivel de país.

La jornada que coincide con la del triunfo de la Revolución cubana, tributará honores a los héroes y mártires de la patria, a los alfabetizadores, a los mejores maestros del siglo XX, los Colaboradores internacionalistas, al centenar de universitarios de la tarea impacto y a la familia.

La presidenta de la Sociedad de Pedagogos en Las Tunas, Xiomara Pavón, enumeró el Aniversario 56 de la campaña de alfabetización que para los tuneros resultó el 16 de diciembre, la visita a lugares históricos, a los jubilados y el homenaje a los que ya no están físicamente.

El Director Provincial de Educación en Las Tunas Nilser Piñeda Cruz subrayó que siete centros educacionales están inmersos en el tercer perfeccionamiento educacional y distinguió que más de 120 maestros y profesores son delegados a las asambleas municipales del Poder Popular y que de las Elecciones generales Por Cuba, los nominados por el pueblo superan esa cifra.

El acto nacional por el Día del Educador se efectuará el 22 de Diciembre en Las Tunas.

Amplíe detalles en audio

 

 

Fuente de la Noticia:

http://www.radiorebelde.cu/noticia/dan-conocer-programa-por-sede-dia-educador-20171101/

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