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Estancamiento e inflación

Los datos de la economía argentina son preocupantes y combinan el estancamiento con la elevación de los precios, un combo destructivo para la mayoría de la población con ingresos fijos y bajos.

Con el estancamiento derivado del enfriamiento deliberado de la actividad económica, producido por el Gobierno Macri, la consecuencia directa es pérdida de empleos, y por ende suspensiones y despidos, o chantaje empresario para bajar sueldos a cambios de empleo.

La respuesta empresaria, de los que pueden establecer precios, apunta a cambiar volumen de ventas por precios, asegurando rentabilidad. No importa que el gobierno les solicite mesura, y mientras pueden, aumentan precios en resguardo de su tasa de ganancia.

Queda claro que los perjudicados son la mayoría de la población argentina, con bajos ingresos y evolucionando por debajo de la inflación. En una estimación reciente realizada con informes del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, la inflación del último año transcurrido, a abril del 2016, supera el 40%. Las proyecciones para todo el 2016 apuntan en ese sentido.

La política económica de Macri empuja el enfriamiento económico para bajar la tendencia inflacionaria. Es lo que sugiere en Ministro de Energía cuando dice que si el combustible es caro, los consumidores deben abstenerse de comprar. Pura lógica ortodoxa del monetarismo tradicional, que acompaña el Presidente del Banco Central con su aspiradora de fondos y tasas del 37,5% para captar inversiones de compañías de seguro, Fondos de Inversiones, Bancos y especuladores de todo tipo.

Aranguren y Sturzenegger son las caras visibles de la ortodoxia monetarista que impera en el gobierno Macri. No les importa las consecuencias sociales si al final logran bajar a cualquier costo la inflación. Sin éxito por ahora, aunque auguran una merma inflacionario desde Julio, a costa, claro está, del nivel de consumo.

Unidad de acción contra la lógica de la ganancia

Las respuestas no se hacen esperar y con la movilización masiva del 29/4, de la unidad de acción, se hacen visibles y estimulan muchas otras protestas, ocultadas por la prensa en general. No solo contra los despidos y la carestía, sino contra la impunidad de los re-marcadores de precios, tal como se sustenta en la campaña “super vacíos”, en la segunda versión del 10/5.

Es interesante la multiplicación de protestas en unidad de acción, algo que no muchos entienden, pero que la realidad impone. Resulta interesante como se buscan lógicas para la protesta, cuando estas se imponen por la fuerza de la movilización y la organización popular.

Algunos sostienen que la ley anti despidos es ineficaz para asegurar el fin de los despidos. Quizá tengan razón, pero en la agenda de discusión política se impuso un consenso contrario a los despidos y eso es lo que importa.

Vale recordar que las centrales sindicales fueron convocadas al Parlamento a discutir por el impuesto a las ganancias y desde la CTA Autónoma se orientó el debate y la demanda hacia la “emergencia ocupacional”.

La primera batalla es por las ideas, más allá del éxito de una legislación, que igual no quieren los empresarios y el gobierno. Por algo será, aunque la impunidad les permita desoír el mandato legal, la sola existencia del instrumento y el consenso social y político a no despedir los desarma en la disputa de consenso para el poder.

También es cierto que algunos critican las visitas a un Parlamento poco amigable con las organizaciones populares, y otros agregan el carácter de impresentables de los dirigentes de algunas de las centrales sindicales. Todo eso es verdad, sin embargo, el accionar conjunto de las centrales y la presencia en el Parlamento expandió la voz de los afectados por los despidos, sean los que sean según las distintas fuentes de información.

El enunciado de razones de principios que sustentan algunos, en el marco de la crisis política vigente afecta la capacidad de movilización y organización popular, por lo que el desafío pasa por más iniciativa política popular para disputar el consenso masivo para construir una subjetividad consciente para un orden que afecte la lógica capitalista de ordenamiento social.

La lógica capitalista es por la maximización de la ganancia. La lógica de política económica es por bajar la inflación a costa de la mayoría de la sociedad. La realidad es que el capitalismo para funcionar necesita de la inversión, esquiva en estos momentos de crisis mundial del capitalismo.

El anticapitalismo como respuesta

En todo caso, el gobierno, mientras espera el ilusorio arribo de inversores o prestamistas externos, apurará la inversión pública a costa de contradecirse y emitir moneda, toda una sinrazón que agrava las respuestas contractivas del Banco Central con tasas de estímulo a la especulación financiera y negadora de cualquier reactivación del crédito productivo.

Seamos claros, el inversor capitalista busca la valorización de su inversión, es decir, no se invierte si no es atractivo para asegurar la ganancia. Por ello, el problema no es la falta de inversión, sino el capitalismo. No es sencillo confrontar al capitalismo y menos transformarlo, pero es ilusorio imaginar respuestas favorables a los pueblos diagnosticando la falta de inversión. Incluso, pensando en el inversor público, vale mencionar que se trata del Estado capitalista y por ende, actúa en beneficio de recuperar la lógica capitalista.

Lo dicho no quiere decir que nada puede hacerse hasta no terminar con el orden capitalista, claro, pero al mismo tiempo resulta imprescindible la crítica y la denuncia al capitalismo real para no abrigar expectativas en apuestas al capitalismo nacional, serio o normal, o a una burguesía nacional, incluida la sustitución con el papel del Estado.

Con estas lógicas neo-desarrollistas o neo-keynesianas se alimentan ilusiones de soluciones en el marco del capitalismo, con reformas paliativas que auguran posibilidades de cambios profundos más adelante. La realidad en América Latina en estas horas es que la demora en mutaciones económicas profundas, que desarmen la lógica capitalista, aborta experiencias de cambios políticos y abren las puertas a respuestas más acordes con las corrientes principales, hegemónicas del orden capitalista mundial.

La realidad exige aumentar la iniciativa política en unidad de acción para confrontar con políticas antipopulares sustentadas por el gobierno Macri y construir amplia subjetividad consciente por una sociedad no capitalista, que construya en simultáneo a la protesta un programa alternativo de otro modelo productivo sustentado en la soberanía alimentaria, energética, financiera, popular, en articulación con procesos similares en la región y en el mundo.

Buenos Aires, 9 de mayo de 2016

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¡Pasa la capucha, hermana!

¡Pasa la capucha hermana! Trasciende la rabia y únete a esta marea negra, para juntas hacer tambalear el heteropatriarcado.

Siguiendo el camino recorrido por muchos otros colectivos feministas, compartiendo y llevando a cabo formas de lucha nada nuevas, y desde la necesidad de dar una respuesta contundente a la violencia machista, nace el colectivo FARRUKAS en el año 2014.

Independientemente de quiénes seamos, lo importante y por lo que nosotras apostamos es por tejer redes de solidaridad entre compañeras y colectivos feministas, alianzas como forma y estrategia de lucha. El contagio de capuchas puede estallar en cualquier punto, en cualquier momento; se está expandiendo, contagiado, colectivizando, sin directrices ni lideresas. Y en este sentido, volvemos a recordar, que aunque nuestra apuesta sea el negro, la peluca de colores, el tanga o el pasamontañas, todo suma y nada resta, para tejer esas alianzas tan necesarias en la lucha contra las violencias machistas.

Nuestra apuesta, desde el primer momento, es salir juntas a la calle a denunciar y responder la violencia machista, siendo y haciendo aquello que nos es negado: ir encapuchadas, vestidas de negro, con antorchas, haciendo ruido, expresando rabia, con fuerza…Transgredimos la imagen de mujer víctima, sumisa, pasiva y nos mostramos activas y combativas, siendo conscientes de nuestro poder y de nuestra fuerza. Nos ponemos la capucha porque crea una identidad colectiva como estrategia de lucha contra la individualización y el control heteropatriarcal. Cualquiera puede ser agredida, podemos ser todas. ¡Si tocan a una respondemos todas!

El objetivo de ir tapadas no es ocultarnos; no lo hacemos ni por miedo, ni por vergüenza. Muy al contrario, hemos tenido que encapucharnos para que se nos vea. La trascendencia y el impacto que ha tenido lo demuestran.

El miedo va a cambiar de bando es el lema que concienzudamente hemos elegido como estrategia política, sabiendo que es provocador y no conciliador, porque, precisamente, queremos generar debate. Si alguien se siente aludido, que se plantee y se responsabilice de lo que tiene que cambiar. Ahí van algunas ideas: silencio ante las múltiples violencias machistas, colaboración, legitimación, apoyo, pasividad y, directamente, el ejercicio de la violencia. No queremos generar temor al género masculino, pero sí al agresor: queremos que tenga suficiente miedo para que no nos agreda. Es lícito provocar el miedo suficiente para que no se repita. El terror que el sistema genera a las socializadas como mujeres es violencia, y nosotras lo que hacemos es responderla. Y, sí, amigos, la pérdida de poder y privilegios da miedo, y he aquí, el aporte pedagógico de la frase. Por cierto: ante la feminización del miedo nadie se inmuta.

¿Cuándo se van a responsabilizar los hombres? ¿Cuándo los agresores? ¿Cuándo la sociedad en su conjunto? ¿Cuándo van a empezar los socializados hombres a cuestionar su masculinidad y a deponer sus privilegios?

A nosotras se nos inculca el miedo y, encima, se nos niega la agresividad.Nos reapropiamos de ella, porque es una herramienta muy útil para responder, para poner límites, para decir que no, para hacernos respetar. Queremos y apostamos por transformar ese miedo en respuesta activa, afirmativa y combativa.

¿Violentas? Nosotras lo que hacemos es responder a la violencia que el sistema ejerce contra las mujeres y otras corporalidades no hegemónicas. ¿Violentas? La violencia machista está asesinando a mujeres y no pasa nada. ¿Y se nos cuestiona por salir a denunciarlo y decir que vamos a responder? ¿Qué estamos debatiendo: si nos ponemos las capuchas o sobre los asesinatos machistas?

¿Qué nos pasa cuando se juntan las palabras mujer y violencia? Por un lado, los roles de feminidad impuestos nos niegan la posibilidad de utilizar la agresividad y la autodefensa. Y, por otro, por cualquier cosa que hagamos se nos tacha de violentas, se nos castiga y criminaliza porque, precisamente, estamos rompiendo con esa posición de sumisión obligatoria asignada a las mujeres. ¡Si respondemos mal y si no también!

Es falaz e hipócrita el discurso que equipara la violencia que ejerce el sistema heteropatriarcal con la autodefensa feminista, porque la primera se ejecuta desde una posición de poder hegemónica y la segunda es una respuesta desde un lugar de opresión.

No nos callamos, ni nos callaremos, cuando vemos cómo la violencia golpea, invisibiliza, oprime, niega, excluye y acalla nuestras vidas. Y mientras esto siga sucediendo, seguiremos entonando el grito de guerra. Continuaremos subvirtiendo los roles de feminidad impuestos y respondiendo unidas, enmarañadas, todas a una, porque como el pasado 9 de abril quedó bien claro en Gasteiz, todas las respuestas son válidas, legítimas y necesarias.

Una marea negra que se expresa con rabia y contundencia, sí, una rabia estridente que revienta los tímpanos de aquellos que nos quieren calladas, pasivas y sumisas. Pero nosotras vamos a seguir bailando y celebrando, a la par que luchando y peleando. Porque la fuerza explosiva revolucionaria del movimiento feminista está más viva que nunca. Porque somos más que cuando empezamos, y lo seguiremos siendo.

11/05/2016

GORA BORROKA FEMINISTA!!

FARRUKAS (Feministas Autónomas Revolucionarias y Ruidosas Unidas Kontra las Agresiones Sexistas)

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Dilma, inquebrantable 

Ilka Coronado

14 de mayo de 2016

Debimos haberla matado, se habrán repetido cientos de veces sus torturadores cuando la vieron convertirse en la primera mujer presidenta de Brasil.  O hubieran querido que también como a Evita, el cáncer la desapareciera (momentáneamente, porque es inmortal) del escenario político. Hay un antes y un después de Dilma en Brasil y en América Latina.  Una mujer presidente venciendo al patriarcado. A la inequidad de género. Una mujer que desde el gobierno ha creado políticas de inclusión de género. Políticas sociales que han beneficiado a millones de parias que la oligarquía solo puede ver como peones y a los que ha explotado durante siglos y quiere seguir explotando.

La vida de las mujeres  siempre ha sido cuesta arriba, seguimos luchando contra el peor de los enemigos: el patriarcado, de donde se deriva la misoginia y el machismo que tanto daño nos hace como sociedad y género.  Mucho más difícil aún es para las mujeres que se atreven a desafiar los límites y las normas impuestas y participan activamente en política. Ser mujer, tener arrestos y la dignidad y  la capacidad de dirigir una nación se paga caro en América Latina, si lo sabrán Cristina y Dilma.

Ambas mancilladas. Muchos de los análisis post golpe a Dilma, escritos por intelectuales y analistas políticos internacionales  la condenan y la culpan por ser mujer.

Análisis hechos desde el patriarcado, subjetivos, con un alto nivel de misoginia y estereotipos. Con todo tipo de insultos, menosprecio y falacias.

A Dilma este golpe fraudulento se le ha dado desde la traición, el odio, el celo, desde el sentimiento de inferioridad por esa razón ha sido con saña. Un ataque contra el progresismo y la democracia que se gestó desde que Lula llegó a la presidencia y que aumentó la dosis de odio cuando fue Dilma la que tomó la batuta: demasiadas mujeres en el gobierno, demasiados afro descendientes, algo que no soportó el clasismo y la oligarquía y mucho menos el patriarcado.

Demasiados beneficios para los más golpeados del sistema, olvidados y  explotados.  Demasiada plusvalía para los parias, demasiada vida para las favelas.  Demasiada visibilidad para las mujeres y demasiados derechos para la comunidad LGBTI.  Desde ningún punto de las ideologías, del clasismo, de la opresión, de la visión neoliberal o de la democracia se puede negar el avance que ha tenido Brasil con Dilma como presidenta.

Su gestión  ha sido respaldada por 54 millones de brasileños y, golpeada por 50 votos a traición de peones del capitalismo. Una de las nuevas modalidades del Plan Cóndor: golpes a dedazo con el apoyo de medios de comunicación que manipulan y juegan el papel de entes políticos.

No existe una sola prueba que la implique y, que busquen hasta por debajo de las piedras si quieren. Su pecado capital ha sido gobernar para los mancillados y crear políticas de inclusión, desarrollo e  igualdad social.  Buscar hacer valer la justicia en materia de Derechos Humanos.  Dar voz a los invisibles y sueños a los nadies;  eso no hay oligarquía, neoliberalismo y clasismo que lo perdone y lo permita.

Cortando la cabeza de Dilma llegan al corazón de los parias, por esa razón el ataque feroz desde la traición. Porque de frente perdieron en las urnas.

No pudieron con quien ha dado techo y ha puesto un plato de comida en las mesas de millones de marginados. Quien ha creado fuentes de trabajo, invertido en educación, salud e infraestructura.  Con quién ha llenado de utopías las periferias antes oprimidas.  Quien le apostó a los BRICS antes que al capital estadounidense y oligárquico de la región.

Quien no ha vendido el petróleo a manos azadonas. Con quien tiene una visión futurista de integración regional. Quien quiere  para la infancia brasileña un desarrollo integral en su propio país para que no se vea obligada a migrar como en  países de corte neoliberal, hacia la explotación estadounidense.

Quien quiere y pelea por los  derechos para las mujeres  para que dejen de ser vistas como seres humanos de tercera categoría.

Los 54 millones de brasileños tienen la obligación política y humana de tomar las calles y manifestarse pacíficamente defendiendo sus derechos, Dilma no lo puede hacer sola, Dilma los ha defendido durante su mandato,  con su vida desde su adolescencia: ¡que no se  olvide nunca que fue torturada por los mismos que ahora la quieren destituir!

Ahora les toca hacer valer ese voto y hacer escuchar sus voces. Nadie  puede defender los derechos de los parias, más que los parias mismos. Por Dilma, por Brasil, por las favelas. Por el derecho a vivir en un país que se merece florecer. Por le memoria histórica, la dignidad,  la identidad, por los Derechos Humanos y laborales. Por la plusvalía. Por la justicia, por la integridad y por el amor.  Por los que estuvieron, por los que están y por los que estarán.

Dilma es inquebrantable, con ella no podrán. Pero no van por ella, van por los logros del gobierno progresista, van por los sueños de los parias. Van por la belleza inaudita de un Brasil floreciente. Ningún capital, ningún  opresor, ningún poderío traidor ha podido nunca con la fuerza descomunal de un pueblo herido y honrado. Brasil, tiene que demostrar de qué está hecho. Es ahora. La lucha es hoy.

Hoy y siempre, mi amor  y mi respaldo a mi presidenta Dilma y  a mi patria Brasil.

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado  contacto@cronicasdeunainquilina.com

Blog de  la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/05/14/dilma-inquebrantable/

Fuente de la imagen: https://i.ytimg.com/vi/0XESOb_bjfg/maxresdefault.jpg

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“Nuit debout puede ser portadora de una transformación social de gran amplitud”

TRIBUNA COLECTIVA

Las crisis abren el campo a nuevas posibilidades y ésta que comenzó en 2007 con el hundimiento del mercado de las subprimes no es una excepción. Las fuerzas políticas que sostenían el viejo mundo están en vías de descomposición empezando por la socialdemocracia que ha franqueado desde 2012 una etapa suplementaria en su largo proceso de acomodación al orden existente. Frente a ellas, el Frente Nacional desvía en provecho propio una parte de la cólera social jugando un papel pretendidamente antisistema, aunque no pone nada en cuestión y desde luego, no las leyes del mercado.

En este contexto nace Nuit debout que celebra estos días su primer mes de existencia. Desde la caída del Muro de Berlín, la contestación al neoliberalismo ha tomado diversas formas: gobiernos bolivarianos en América Latina en los años 2000, primaveras árabes, Occupy Wall Street, indignados españoles, Syriza en Grecia, campañas de Jeremy Corbyn y Bernie Sanders en Gran Bretaña y Reino Unido… Los historiadores futuros que se interesen por nuestra época sin duda dirán que fue especialmente rica en movimientos políticos y sociales.

Francia no se queda a la zaga. Desde las grandes huelgas en noviembre y diciembre de 1995 hasta las movilizaciones actuales contra la ley El Khomri, pasando por los movimientos antiglobalización – especialmente la creación de Attac en 1998- la oposición al CPE (Contrato del Primer Empleo. (ndt) en 2006 y a la contrarreforma de las pensiones en 2010, las ocasiones de contestar a esta “nueva razón del mundo” han sido numerosas. No han sido definitivas porque la crisis no ha sido el golpe de gracia a las políticas neoliberales, implantadas hoy a escala planetaria con más agresividad que nunca.

Desafíos estratégicos

A pesar de las dificultades, incluso a veces de los fracasos, la creación de organizaciones que aspiran a encarnar esta izquierda antiliberal y anticapitalista, cada vez ha ofrecido ocasiones para coaligarse, acumular experiencias e inteligencia colectivas.

Nuit debout es un movimiento sui generis dotado de características propias. Pero también es heredero de esta secuencia de los balances -positivos y negativos- extraídos por las redes militantes de esas experiencias anteriores. La historia avanza por conjeturas y refutaciones.

Un movimiento tan joven como Nuit debout es entusiasta, aunque, necesariamente, a veces sea confuso. De cualquier forma, lo que impresiona en su caso, es la seriedad con la que se discuten los desafíos estratégicos a los se enfrenta. Con uno de sus ejes “contra la ley El Khomri y su mundo” logra articular una exigencia esencial, la retirada de una ley portadora de una grave regresión social y la crítica radical a todo el sistema. Una de las perspectivas que lo atraviesa y en la que trabaja, la huelga general, parece decisiva para operar la unión entre la ocupación de las plazas y la movilización en los lugares de trabajo y lograr un victoria fundamental.

Los críticos del movimiento no han evitado reprocharle su composición social, la sobrerrepresentación en su seno -real o supuesta, nadie sabe nada en esta fase- de personas de mucho “capital cultural”. Estos mismos críticos han destacado la ausencia de habitantes de los barrios populares y especialmente de migrantes poscoloniales.

Cualquiera que haya pasado, aunque sólo haya sido una hora, en la Plaza de la República o en las otras plazas ocupadas sabe que una parte importante de los debates actuales trata precisamente sobre los límites del movimiento y sobre la manera de superarlos. ¿Cómo unirse mejor a los sindicatos y a la clase obrera? ¿Por qué medios impulsar la movilización de las víctimas de la segregación socioespacial y del racismo? ¿De qué perspectiva política debe dotarse el movimiento si es que debe dotarse de alguna? Tanto en la asamblea general como en las comisiones temáticas estas cuestiones están omnipresentes.

Transformación social

Sin duda, las respuestas son vacilantes, a veces burdas y alrededor de ellas cristalizan los desacuerdos. Pero los desacuerdos son sobre los desafíos reales. Nuit debout es un movimiento exigente consigo mismo, que no subestima la amplitud de los futuros desafíos. Si el potencial emancipador de una movilización depende de la conciencia que ella tiene de sus propios límites y de su voluntad de trascenderlos constantemente, entonces nos está permitido esperar que Nuit debout dé lugar en los próximos meses o años a una transformación social de gran amplitud.

Si se lleva a cabo la articulación con los sectores del movimiento obrero y de las redes asociativas salidas de los barrios, nada podrá parar este movimiento.

Como decía Gramsci, todos somos intelectuales pero no todos ejercemos la “función” de intelectual. El capitalismo creó para su provecho una clase de individuos que hacen la función de leer y escribir. Como universitarios, pertenecemos a esa clase, incluso si somos militantes. Con la superación del capitalismo, esta clase desaparecerá y la elaboración intelectual dejará entonces de ser un privilegio social.

Nuit debout no tiene ninguna necesidad de intelectuales para reflexionar. La producción de ideas es inmanente al movimiento, cada uno de cuyos miembros es un intelectual y el conjunto un intelectual “colectivo”.

Quienes ejercemos profesionalmente la “función” de intelectuales, queremos expresarle nuestra admiración a este movimiento. Nuestra admiración ante su valentía: hay que resistir a las constantes intimidaciones de los detentadores del orden existente. Nuestra admiración ante su capacidad en identificar los retos estratégicos del momento e intentar aportar repuestas innovadoras.

Las crisis abren el campo de las posibilidades pero es grande el riesgo de que se vuelva a cerrar, inmediatamente, bajo la presión de las fuerzas reaccionarias. Nuit debout contribuye a ampliar el campo permitiendo así converger a las fuerzas revolucionarias. Llamamos a todas las personas y organizaciones que no están conformes en cómo anda el mundo, a que venga a reunirse en las plazas y a tomar parte desde ahora en la construcción de otro mundo.

Firmantes: Tariq Ali, escritor; Ludivine Bantigny, historiador; Cédric Durand, economista; Elsa Dorlin, filósofa; Annie Ernaux, escritora; Bernard Friot, sociólogo; Razmig Keucheyan, sociólogo; Stathis Kouvelakis, filósofo; Frédéric Lordon, filósofo; Leo Panitch, sociólogo; Wolfgang Streeck, sociólogo

 

Tribuna publicada en lemonde.fr

http://www.lemonde.fr/societe/artic…

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ODS Objetivo 4 / Meta 8: Construir y adecuar instalaciones educativas que consideren a las personas en situación de discapacidad y las diferencias de género

Fuente OREALC UNESCO/ 14 de Mayo de 2016

Estrategias para lograrlo:

  • Proteger a las y los educandos, maestros y al personal en escuelas libres de violencia, y en zonas de conflicto armado.
  • Instituir políticas integrales, multifacéticas y cohesivas que consideren las cuestiones de género y de discapacidad
  • Distribuir equitativamente los recursos entre escuelas aventajadas y desaventajadas
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A propósito de la última propuesta de libro blanco educativo

La fecundidad del señor José Antonio Marina para realizar libros blancos sobre la educación en una determinada orientación política, primero uno sobre el profesorado y ahora otro sobre el pacto educativo, no deja lugar a dudas de que contamos con todo un gurú para guiarnos en la solución de los problemas de la educación.

¿Cómo es posible arrogarse la representación de la sociedad civilpara elaborar un libro blanco sobre el pacto educativo, cuando su legitimidad para hacerlo procede sólo de la consideración que él mismo hace y sin representar a un colectivo, movimientos ciudadano, grupo de profesionales o sector de las comunidades educativas o de la sociedad…? Nadie le ha otorgado legitimidad para tan valiosa tarea; a no ser la privada Universidad Nebrija y él mismo.

El miedo o la desazón generada por la crisis y los discursos sobre el deterioro del sistema educativo de nuestro país, que no produce trabajadores cualificados (sic), lleva a vincular el desarrollo de los sistemas educativos al crecimiento económico. Es en esta estrategia de crisis y desastre en la que se colocó el Gobierno del Partido Popular y ahora el mediático Marina, cuya finalidad poco tiene que ver con la educación, sino cada vez más con la economía capitalista, orientada por las líneas establecidas por la OCDE.

Esta es la orientación de las últimas leyes que ha emprendido el PP buscando, como ellos mismos declaran, mejorar los rendimientos para mejorar la economía nacional y la adecuación de las escuelas a entornos competitivos para producir trabajadores adaptados a las sociedades capitalistas.

Como planteaba Milton Friedman, líder intelectual del capitalismo de libre mercado, en The Wall Street Journal la crisis es una tragedia, pero «también es una oportunidad para emprender una reforma radical del sistema educativo«. Friedman afirmaba que la Administración tiene que actuar con rapidez para imponer los cambios de forma irreversible antes de que la sociedad afectada por la crisis vuelva a instalarse en lo que él denominaba la «tiranía del status quo». Lo importante era generar un estado de shock en la población que facilitara el «tratamiento de choque» de los programas de ajuste. Aprovechar momentos de trauma colectivo para dar el pistoletazo de salida a reformas económicas y sociales de corte radical. Se tiende a aceptar esos «tratamientos de choque» –decía– creyendo en la promesa de que salvarán de mayores desastres.
Por eso el PP está aprovechando la actual situación de crisis para introducir reformas que vinculen el desarrollo de los sistemas educativos al crecimiento económico y donde la educación deje de ser un valor en sí mismo. Desde cualquier enfoque educativo, con un mínimo de rigor, la educación no debe estar al servicio prioritario de las demandas del mercado, como se pretende. No es nuestro punto de vista. La educación no tiene como finalidad única conseguir personas «técnicamente competentes» (los mejores técnicos diseñaron las cámaras de gas de Auschwitz), sino formar a las futuras generaciones para que sean capaces de desarrollar y expandir sus mentes y su compromiso ciudadano por construir un mundo más justo y mejor. Esto es lo que posteriormente repercutirá en el desarrollo científico y tecnológico y en el desarrollo socioeconómico respetuoso con nuestro mundo, pero no puede ser su único objetivo. La educación debe considerarse un valor en sí misma.

Solo hay dos modelos de educación: o considerarla un bien público promovida por los Estados para el ascenso de la población en equidad (educación pública gratuita); o un servicio, una mercancía más, como la consideran las políticas de globalización y algunos organismos internacionales y que por, lo tanto, debe ser liberalizada para competir en el mercado educacional mundial.

Para estas políticas las instituciones públicas son por definición ineficientes y por ello introducen mecanismos de mercado. Entre ellos se encuentran la desregulación, la competencia, la privatización y la libre elección de servicios. Para sus promotores la provisión pública no responde a las demandas de los consumidores y no cuenta con los incentivos necesarios para la mejora educativa, como justifica Marina en su libro blanco del profesorado.

Hace treinta años Chile fue uno de los primeros laboratorios donde se experimentaron estas políticas competitivas. Le siguieron EE UU e Inglaterra. Para conseguirlas es necesaria, además de la desregulación y liberalización del sistema educativo, una financiación competitiva pública según demanda de las escuelas, evaluaciones externas con informaciones públicas para la creación de ránquines y la elección de centro. El libro de ruta que se incluyó en la Lomce.

Mejora educativa

Sin embargo, los resultados ya evaluados desdicen la prometida mejora educativa. Algunas de las consecuencias de este tipo de políticas son el aumento de centros privados financiados con dinero público (en Chile se triplicaron); la distribución de las personas por su nivel socioeconómico; la mejora de los centros sólo en aspectos formales para atraer a estudiantes buenos; la estimulación del pensamiento único y estandarizado y la sustitución del liderazgo educativo por la gestión financiera y las relaciones públicas.

Marina –que afirma en los comentarios de su blog a la propuesta del Foro de Sevilla que no es importante la financiación, ni la formación del profesorado y sus condiciones laborales, y que entrar en «eso» sería ideología y empañaría el «carácter científico» y el pacto– nos da la solución mágica. Y lo hace en poco tiempo, apenas los dos meses que le dan para hacer el encargo. Por otro lado, algo lógico ya que en realidad no inventa nada, sino que recoge las propuestas de las políticas educativas neoliberales de las dos últimas décadas que vinculan las reformas de los sistemas educativos al crecimiento económico y a la competitividad.

Consideramos arroganteafirmar que sobre la base de una serie de informes aportados por determinados organizaciones se puede definir el territorio en el que se moverá un pacto educativo que terminarán por concretar los políticos. Por cierto, para ello faltarían muchos más documentos… como la Carta por la Educación Pública, el Modelo de Educación Infantil para niños y niñas de 0 a 6 años, o la Carta por la Educación que queremos. Todos estos textos han surgido de la sociedad civil y han generado un fuerte debate entre los movimientos sociales.

Es también irresponsable afirmar que a través de «su web» como cuaderno de campo, la bitácora, el diario de la investigación· va a conseguir conectar con la sensibilidad de la ciudadanía y poder afirmar que sus sugerencias –interpretadas por el mismo y su equipo– recogerán perfecta y participativamente las demandas reales y necesarias de la sociedad civil. Por ello el profesor Marina no entiende la propuesta del Foro de Sevilla, asociaciones, movimientos y partidos políticos que han participado en la elaboración del Documento de bases para una nueva ley de educación. Acuerdo social y político educativo.

Si el señor Marina se considera un experto, que escriba como tal, pero que no se arrogue la representación de la ciudadanía. Desde esta posición es evidente que no necesita la colaboración de propuestas ciudadanas. Él se define interesadamente como experto en educación y por ello considera su gestión científica y no ideológica. Sólo necesita tiempo para redactarlo y eso lo hace bien. Felicidades por ser el adalid de las políticas de derecha en nuestro país.

 
Firman: Carmen Rodríguez, Enrique Díez, Rodrigo J. García, Francisco Imbernón y José Luis Pazos. Pertenecen al Foro de Sevilla, conformado por profesionales de la educación.

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ODS Objetivo 4 / Meta 7 – Asegurar la adquisición de teorías y prácticas que promuevan el desarrollo sostenible y la ciudadanía global

Fuente OREALC UNESCO / 14 de Mayo de 2016

Estrategias para lograrlo:

  • Promover un enfoque interdisciplinario y multilateral que promueva una cultura de paz y no violencia.
  • Asegurar el reconocimiento de los factores culturales en la EDS.
  • Promover programas participativos de EDS con las comunidades, con educandos y docentes.
  • Entregar herramientas para formar ciudadanos/as globales y sociedades pacíficas, sanas y sostenibles.
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