España: Empieza un ambicioso plan educativo por la igualdad

Europa/España/04 Noviembre 2017/Fuente: La voz de Almería

Alumnos de colegios e institutos aprenderán sobre estereotipos sexistas y violencia de género

El Ayuntamiento de Huércal-Overa ha puesto en marcha el programa ‘Educar para la Igualdad’ que tiene como objetivo superar estereotipos sexistas desde la educación, entre otras finalidades. Así, mediante la iniciativa impulsada por  las Áreas de Igualdad y Educación se propiciará que toda la comunidad educativa trabaje y se relacione desde una perspectiva coeducativa para superar estereotipos sexistas, potenciar unas relaciones igualitarias y prevenir la violencia de género.

Además, este programa pretende ser una herramienta de  apoyo para todos esos profesionales que día a día desempeñan la labor docente e intentan incorporar esta perspectiva en su enseñanza. Se trata por lo tanto de una herramienta de apoyo para los diferentes centros escolares del municipio de Huércal-Overa que ya están trabajando en esta materia.

Sensibilización 
La concejal de Igualdad y Educación, Belén Martínez, se ha reunido con los representes de los distintos centros educativos de la localidad que ya trabajan en esta ámbito para trasladarles los objetivos del programa.
Belén Martínez ha destacado que con esta medida se pretende “sensibilizar a las comunidades educativas sobre la importancia de la coeducación y la prevención de la violencia de género, elaborar y divulgar materiales coeducativos que faciliten la labor del profesorado en la construcción de la igualdad en todos los ámbitos de su práctica docente”.

Del mismo modo, la edil de la localidad ha insistido en que con este programa se logrará “visibilizar las experiencias coeducativos implementadas en el ámbito escolar y fomentar la colaboración con otras instituciones y entre los diferentes programas para facilitar la incorporación de las perspectiva de género en todas las actuaciones”. Así, entre las medidas que se llevarán a cabo se encuentran los cuentos para la igualdad en la etapa de infantil mientras que para los alumnos de Primaria se ahondará en el uso de las redes sociales y la prevención de la violencia en las nuevas tecnologías. Ya en la etapa de ESO se trabajará en la resolución de conflictos, igualdad de oportunidades y no tener miedo, por último en Bachiller y ciclos formativos se tratarán las otras caras del amor y sin ti no soy nada. A la vez que se atenderán las distintas peticiones de los centros educativos.

La edil de Igualdad matizó que desde el Ayuntamiento “somos conscientes de la importancia de educar en la Igualdad desde las etapas más tempranas y hacerlo no cada uno por su lado sino entre todos de manera que vayamos todos de la mano”. Por ello, Martínez subraya que “impulsamos este programa contando con todos los centros y seguimos trabajando en distintas actividades dirigidas a niños y jóvenes y también a las familias”.

Fuente: http://www.lavozdealmeria.es/Noticias/140818/3/Empieza-un-ambicioso-plan-educativo-por-la-igualdad

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Promueven derechos de la mujer a través de murales en Brasil

Brasil/Marzo de 2017/Autora: Yesica Fish/Fuente: La Hora

Antes de salir de su casa para dictar clases de arte a los niños, Mariluce María de Souza debe tomar en cuenta el tiempo que pierde esquivando tiroteos y otros estallidos de violencia que ocurren a diario en Alemao, una de las favelas más grandes de Río de Janeiro.

Esta mujer de 35 años, con un hijo, a veces debe suspender las clases de pintura porque el trayecto a la escuela es demasiado peligroso. A partir del proyecto llamado Arte de las Favelas, esta artista autodidacta exige a sus alumnos que asistan a las clases y estudien mucho.

De Souza es un ejemplo de lo que son capaces de hacer las niñas y las mujeres de la favela, que a menudo enfrentan violencia doméstica y discriminación en sus trabajos.

“A veces las madres, que son madre y padre a la vez, no tienen tiempo de darle la atención que se merecen cinco, seis o siete hijos”, dijo de Souza.

Igual que muchos otros países de América Latina, abunda la violencia de género en Brasil. La agrupación sin fines de lucro Mapa da Violencia dice que casi cinco de cada 100 mil mujeres son asesinadas todos los años, lo que representa una de las tasas de homicidios de mujeres más altas del mundo.

Las cosas son peores todavía para las mujeres de raza negra, muchas de las cuales viven en las favelas. Entre el 2003 y el 2013, la cantidad anual de homicidios de mujeres negras subió un 54%, según Mapa da Violencia.

“Usamos grafitis para exigir el fin de la violencia contra las mujeres”, expresó Maiara Viana Rodriguez, de 25 años, quien dijo que de adolescente fue violada por un hombre en su barrio.

Miembro de Afrograffitteiras, una agrupación que promueve los derechos de las mujeres negras, Rodriguez pintó recientemente en un muro un grafiti que dice “¡Viva! Tú, mujer”.

Además de rechazar la violencia física, las mujeres artistas dicen que quieren destacar el abuso psicológico, el desigual acceso a la educación y la atención médica y la menor paga que los hombres por hacer los mismos trabajos.

Lya Alves, quien recientemente pintó un mural de una mujer negra en una pared del puerto recién renovado de Río, dice que el feminismo perdió fuerza desde los años 70, en que las mujeres lucharon por no ser consideradas objetos sexuales.

“Hoy la prensa promueve” a la mujer como objeto sexual, sostuvo. “¿Eso ayuda a conseguir mejor educación, mejores sueldos?”.

Fuente: https://lahora.gt/promueven-derechos-la-mujer-traves-murales-brasil/

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Hace lo que le da la gana

Por: Gloria Hurtado

Pero existe otra violencia, sutil, “suavecita”, tranquila (¡), cómoda, que no produce escandalera. A veces ni se siente, porque se disfraza de “cuidado”, protección, “quiero lo mejor para ti” y fluctúa entre agresiones y luego compensaciones enormes para eliminar lo anterior. “El que reza y peca, empata”. Viajes, regalos, comidas, seducción, todo puede incluirse como borradores de las actitudes violentas.  Esta agresión queda condensada en una expresión lapidaria cuando el hombre se queja de que ella “hace lo que le da la gana”. Con la sensación implícita de que cuando la mujer tiene pareja, debe obedecer. Es decir debe someterse y “pedir permiso” para vivir. Como si la relación de pareja fuera un cambio de dueño,  donde ahora no obedece al papá-mama biológico sino al papá marido. Mujeres “normales”, corrientes hasta profesionales, exitosas, deben “pedir permiso” para múltiples actuaciones en su vida cotidiana. Soy consciente de que una cosa es informar (lógico en una relación de pareja o familia) y otra pedir permiso como si “a nombre del amor” entregáramos el manejo de nuestra vida.

Entonces, hoy que se celebra el día de la Mujer y antes de las consabidas flores o panegíricos dulzones para exaltar “lo mas lindo de la vida” revise qué tanto le ordena (y obliga) a su compañera a seguir sus instructivos. Aquí también existe una violencia tenaz porque es psicológica y está envuelta en la trampa de cuidado y protección. Cuando una mujer expresa que anhela un hombre “para que la cuide” inmediatamente  pregunto “¿cuántos años tienes? Cuidado y protección son condiciones que se dan cuando hay superiores e inferiores, fuertes y débiles, vulnerables y seguros. La mujer no es un ser desvalido que requiere cuidado. No significa que le pueden poner zancadilla pero ella misma, como ser humano, es capaz de caminar sola, acompañada de alguien. No fusionada y mucho menos “complementada”.

¿Por qué tiene que pedir permiso? ¿Por qué no puede hacer lo que le da la gana? ¿Acaso es la hija “mayor” de su cónyuge? Eso no significa que viva a espaldas de su compañero. Pero de allí a pedir autorización para vestirse, gastar su dinero, asistir a una convención, cortarse el pelo, pintarse las uñas, visitar a sus amigas, estudiar lo que desee, chatear o reírse a carcajadas, existe un abismo. Si usted, mujer, todavía pide permiso, aun cuando no esté en la cifra de las estadísticas, hay alguien ejerciendo violencia sobre usted, usted no maneja su vida, usted tiene dueño. Usted es objeto y alguien la manipula. ¡Piénselo!

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

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Desigualdad de género sostiene violencia contra mujeres en Paraguay, dice ONU

Paraguay/Enero de 2017/Fuente: Terra

La violencia contra las mujeres es la consecuencia de un sistema de desigualdad entre ambos sexos en Paraguay, donde en 2016 se registraron 39 feminicidios, afirmó hoy a Efe Marcela Zub Centeno, experta de ONU Mujeres.

Zub elaboró un informe sobre los avances y desafíos en la atención y protección de las mujeres contra la violencia machista, que fue presentado este miércoles en la sede de la ONU en Asunción, con la presencia de la ministra de la Mujer, Ana María Baiardi, y la representante de ONU Mujeres en Paraguay, Carolina Taborga.

«La violencia está instalada históricamente, basada en un sistema desigual de poder, que se ve reforzado y sustentado desde la infancia, a través de los textos educativos, los medios de comunicación, los servicios de atención médica…», afirmó la experta.

Agregó que esa desigualdad no solo se expresa en la violencia contra las mujeres, sino en el hecho de que ellas ganen menos que los hombres por el mismo trabajo, o de que su participación política quede reducida a apenas un 16 % de mujeres en el Parlamento.

Las mujeres presentan además mayores índices de pobreza, analfabetismo y abandono escolar, y muchas de las que se dedican al trabajo doméstico padecen discriminación laboral, afirmó.

Zub advirtió de que, mientras no se llegue a alcanzar una igualdad de derechos real entre hombres y mujeres, la violencia contra las mujeres continuará siendo estructural.

Para lograr erradicar esta violencia y la cultura machista que la sustenta, insistió en los programas de prevención, que tienen que tenerse en cuenta desde la instituciones educativas, «para que los hombres y las mujeres sean vistos como iguales».

Además, pidió ampliar el presupuesto asignado al Ministerio de la Mujer y descentralizar a nivel municipal los servicios de atención a mujeres víctimas de violencia machista.

Además de la violencia en la pareja, el informe de ONU Mujeres refiere otros tipos de violencia, como el abuso sexual, con un promedio de entre 2 y 3 niños y niñas que sufren agresiones sexuales cada día en el país, y el embarazo adolescente, con unas 700 menores de 10 a 14 años que dan a luz cada año.

También citan al criadazgo, un tipo de explotación laboral infantil que afecta a casi 47.000 menores en Paraguay, así como los casos de abusos, violencia y trata contra mujeres indígenas, y los asesinatos contra mujeres transexuales, travestis y transgénero.

En 2016, Paraguay registró un total de 39 casos de feminicidio, uno cada 9 días y medio, mientras que en lo que va de 2017 ya son al menos 6 los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, en un promedio de uno cada cuatro días, según cifras oficiales.

Fuente: https://noticias.terra.com/mundo/latinoamerica/desigualdad-de-genero-sostiene-violencia-contra-mujeres-en-paraguay-dice-onu,53205ff907f9cf0c6c4852e587d65352ux6mqq5b.html

Imagen de archivo

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La coeducación en las escuelas o cuando realmente garantizamos la prevención de las violencias de género

Por: Lídia Casanova

Cuando hablamos de hacerlo diferente y conseguir vivir en una sociedad equitativa hablamos de educar con mirada feminista. Porque sin justicia de género, no hay justicia social.

“Hoy, me gustaría pedir que empezamos a soñar un plan para construir un mundo mejor. Un mundo más justo. Y esta es la manera de empezar: debemos educar a nuestras hijas de una manera diferente. Y también tenemos que educar a nuestros hijos de una manera diferente”. La novelista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie advierte con estas palabras que conseguir vivir en un mundo más igualitario pide hacer las cosas diferentes. ¿Y por qué apostar por iniciar la transformación por las aulas? Hacerlo diferente es una oportunidad de generar cambios con efecto multiplicador en la vida social. Hoy, 25 de noviembre, es día de seguir reivindicando la educación como herramienta para transformar y deconstruir la cultura de la violencia machista.

Cuando hablamos de hacerlo diferente y conseguir vivir en una sociedad equitativa hablamos de educar con mirada feminista. Porque sin justicia de género, no hay justicia social. Conscientes de las reticencias que aún provoca el término feminista en algunos ámbitos, solemos hablar de educar con perspectiva de género. Expresado de una u otra manera, no significa otra cosa que educar de manera no sexista ni androcéntrica. El primer paso para transformarlo: asumir qué parte de nosotros es y sigue siendo machista (o inconscientemente machista).

Se suele ver a las escuelas como instituciones donde, por definición, hay respeto y son equitativas. A menudo escucho que por el simple hecho de haber conseguido una escuela mixta y, así, tener niñas y niños bajo un mismo techo estudiando los mismos contenidos académicos es motivo de igualdad. Por eso me atrevo a afirmar que uno de los fracasos actuales de la educación es mantener la cosmovisión de que, en las escuelas, como conviven niños y niñas, se vive con igualdad. Sabemos que no es así: cuando la escuela no dispone de un proyecto coeducativo de centro y una voluntad para trabajar desde esta óptica, reproduce las desigualdades sociales que observamos fuera de las aulas. La verdadera innovación en las aulas sería la de no reproducir el modelo patriarcal; si la innovación no es coeducadora no es innovación para todos.

Sabemos que sin una conciencia de género presente en los claustros, lo que pasa fuera de las aulas se reproduce.

En la escuela mixta todavía impera la tendencia a pensar que las niñas son frágiles, sensibles y delicadas por naturaleza, los niños más aventureros, mejores en matemáticas y ciencias o más hábiles para los deportes o la competición, por nombrar algunos de los ejemplos que seguimos encontrando.

Las escuelas no se desarrollan impermeables a la sociedad, y la sociedad sigue siendo machista. A menudo, los discursos políticamente correctos en relación a la igualdad ha provocado el hecho de que nadie se quiera reconocer la parte machista. Mi invitación es que realmente miramos el machismo de cara, que dialogamos y que provocamos cambios reales en el acompañamiento a los niños.

Convertirse, con la práctica del día a día, en agentes efectivamente transformadores del escenario de violencias machistas vigente, es una asignatura pendiente para una gran cantidad de centros educativos.

Por suerte (o por voluntad política impregnada del trabajo que venimos aprendiendo de los feminismos) cada vez hay más centros y más municipios que quieren dar el paso de escuelas mixtas en escuelas coeducativas, escuelas que rompen con los estereotipos y expectativas de género y debilitan así la base de las violencias. El motor de estos cambios, en ocasiones, son municipios que incorporan la coeducación como pieza de la estrategia local contra la violencia de género pero, muchas veces, son las familias o el profesorado comprometidos con que su escuela produzca cambios sociales. Es apasionante trabajar a su lado.

Pese a que a menudo pensamos que actuamos de manera justa y equitativa, tal como algunas profesoras nos dicen cuando nos encontramos y compartimos formaciones sobre el tema, hay un acompañamiento para tomar conciencia de que las expectativas del profesorado hacia el alumnado siguen siendo desiguales. Expectativas desiguales y proyecciones desiguales, por ejemplo, en el momento de evaluar o, más adelante, en el momento de orientar sus carreras universitarias y profesionales, y también mucho más atrás.

No puedo dejar de pensar en una profesora embarazada de cinco meses que me cuenta el choque y la dificultad de recibir las críticas del entorno: “¿Por qué demonios no nos puedes decir el sexo del bebé que tienes en la barriga?”. Y le espetan que estas madres que van de modernas “se pasan con todo esto de la igualdad”. El entorno necesita(rá) saber qué demonios es el bebé para poder empezar toda la serie de proyecciones, desde que está en la barriga, y así empezar a pensar en el color de los zapatos que le regalaré, en sí lo llevaré a jugar al fútbol o le regalaré cochecitos o si la dejaré salir y tendré que preocuparme para que vuelva sola en casa, y un largo etcétera. Y seguir construyendo una identidad regida por estereotipos, limitada por creencias que subordinan los atributos considerados propios de la feminidad a los de la masculinidad.

A menudo esta subordinación queda patente en el curriculum escolar. Las emociones, el cuidado de una misma y de las otras, la educación afectivo-sexual, resultan “temario” básico para la calidad de vida de las personas pero, sin embargo, no tienen ningún valor para las autoridades educativas, (porque no lo tiene para los mercados). Así, las cosas atribuidas al mundo tradicionalmente como femenino aún quedan pendientes de revalorizar y equilibrar frente a otras que sí que son valoradas.

La coeducación es la mirada y el sistema en la escuela que ayuda a prevenir de raíz las violencias. Violencias como son las actitudes hostiles y de no reconocimiento a quien no se quiere clasificar en un sistema sexo-género demasiado rígido que sanciona a quien se sale de la norma. La coeducación cuestiona el encontrar normal que en los patios se relegue a las niñas alos laterales. La coeducación se encarga de hacer visibles a las mujeres históricas en las clases de tecnología y de ciencias, para que las niñas se puedan mirar e imaginarse en un futuro. Coeducar es educar en la cultura de los límites y del decir NO. Coeducar es que en las lecturas de la clase de lengua rompan con las representaciones tradicionales que muestran las mujeres como naturalmente responsables del trabajo de cuidados. Coeducar es encontrar importante cuestionar los comentarios y actitudes sexistas que salen en el día a día de las aulas ya sea en forma de bromitas y también insultos.

Coeducar es trascender y superar que los niños sean educados en el aprendizaje de la agresividad y la rudeza y las niñas en la docilidad y la actitud de someterse o ceder a las demandas de los demás. Sin coeducación será imposible asumir actitudes y comportamientos que conduzcan a establecer parejas (cuando hablamos de parejas heterosexuales) y relaciones sociales, entre hombres y mujeres en cualquier ámbito, ya sea en la calle, familiar o al mundo laboral) que no estén atravesada por la desigualdad , el abuso y la violencia.

Como dice Chimamanda Ngozi Adichie y muchas personas de las que estamos en la lucha apasionante y necesaria en la educación para la igualdad y la no discriminación: “Hacerlo diferente es el paso que necesitamos. Solo depende de querer hacerlo diferente”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/25/la-coeducacion-en-las-escuelas-o-cuando-realmente-garantizamos-la-prevencion-de-las-violencias-de-genero/

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