Alicia Dickenstein: «Las personas somos más instintivas que lo racionales que nos creemos»

La doctora en Ciencias Matemáticas  y ganadora del premio «L’Oréal-Unesco Por las Mujeres en la Ciencia», compartió con Télam una extensa charla en la que recorrió su historia y sus ideas.

Defensora de la premisa que plantea que «hacer matemática básica es una capacidad inherente al ser humano, como hablar», la argentina Alicia Dickenstein, ganadora del premio «L’Oréal-Unesco Por las Mujeres en la Ciencia», aseguró que «las personas somos más instintivas que lo racionales que nos creemos» y señaló que, frente a eso, «el entrenamiento matemático» permite desarrollar un pensamiento crítico.

Doctora en Ciencias Matemáticas, investigadora superior del Conicet, especialista en geometría algebraica y profesora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, Dickenstein es la novena argentina en recibir este premio y la primera matemática del país.

Reconocida durante su trayectoria en numerosos premios y distinciones – entre los que se destaca su cargo de vicepresidenta de la Unión Matemática Internacional (IMU) hasta 2018-, la científica también se dedicó a la elaboración de libros para transmitir la disciplina a niñas y niños luego de comprender que, «muchas veces, el problema por el que no se comprende la matemática está en el lenguaje».

Apasionada por su hacer, feliz por este reconocimiento y preocupada por que «la matemática la pueda disfrutar cualquiera», Dickenstein compartió con Télam una extensa charla en la que recorrió su historia y sus ideas.

-Télam: ¿Por qué elegiste ser matemática?

-Alicia Dickenstein: La matemática me resultó fácil desde chica y me divertía. Pero nunca pensé que había una carrera de matemática. Me enteré de esto gracias a una psicóloga con la que hice un test vocacional y me sugirió que siguiera esta carrera porque tenía mucha ‘inteligencia abstracta’. Por eso es tan importante que se haga público y que las personas jóvenes, en particular las chicas, sepan que se puede vivir muy contenta y muy apasionada siendo matemática, aunque sé que no es el imaginario que se tiene.

«Hay dos problemas sociales: por un lado, las tareas de cuidado que siguen estando más a cargo de las mujeres; y por el otro, en el caso de la matemática, hay una autocensura y un estereotipo social de lo que debe ser ‘un matemático»

T: ¿Cómo era en aquellos años estudiar matemática siendo mujer?

A.D: Creo que cuando ingresé éramos más mujeres que lo que hubo después. En 1974 echaron a muchas y muchos jóvenes de la carrera. Entonces, cuando yo y mis compañeras llegamos a concursar por cargos, no teníamos tanta competencia y, siendo jóvenes, ya éramos de las más viejas. Con los años comenzó a haber más competencia y se puso más difícil para las mujeres.

T: ¿Cómo ves hoy la realidad de las mujeres en la ciencia?

A.D: Hace unos cinco años observé que, en general, las mujeres tardan mucho más tiempo en ascender de categoría que los varones, lo mismo en el cargo de profesora. En la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA -que es donde yo conozco- es muy difícil para las jóvenes acceder a los primeros cargos porque se evalúan los últimos cinco años y coincide con la edad en la que en general se tiene hijos, teniendo en cuenta que las mujeres tenemos un margen de tiempo limitado si queremos ser madres. Los varones también son padres en esta época, pero no les afecta del mismo modo su rendimiento profesional.

T: ¿Por qué pensás que se da esto?

A.D: Hay dos problemas sociales: por un lado, las tareas de cuidado que siguen estando más a cargo de las mujeres; y por el otro, en el caso de la matemática, hay una autocensura y un estereotipo social de lo que debe ser ‘un matemático’.

En las olimpiadas matemáticas de Brasil me contaban que hasta los 10 u 11 años hay paridad de género pero después empieza a haber menos chicas, y parte de esto también tiene que ver con que no está socialmente bien visto que las chicas sean «nerd».

En Chile estudiaron que a las jóvenes, sobre todo de los hogares más humildes, les va muy bien en las pruebas de sus escuelas pero cuando son interescolares les va peor y lo que vieron era que la expectativa de la familia era que le fuera peor y que eso incidía sobre su rendimiento.

Es decir, que hay algunos prejuicios que están muy metidos en la sociedad, que son muy sutiles y que nos va a llevar tiempo desarmarlos, aunque creo que se está intentando.

En este sentido, tuve suerte porque nunca pensé que las mujeres podíamos hacer menos que los hombres; tal vez por eso pude hacer todo lo que hice (risas).

La científica premiada es la novena argentina en recibir este premio y la primera matemática del país.

La científica premiada es la novena argentina en recibir este premio y la primera matemática del país.

T: En una entrevista decías que las matemáticas pueden dar placer, ¿por qué pensás que eso no pasa en general?

A.D: Cuando uno logra entender algo da mucho placer. El tema es que la disciplina tiene un lenguaje y muchas veces la obstrucción está en la comunicación. Yo me di cuenta de esto a partir de una situación en la que una sobrina que me estaba escuchando hablar con una colega me preguntó: «Tía, ¿en qué idioma estás hablando?».

A raíz de esto, escribí un libro de matemáticas para chicos (Matemax), que se acaba de reeditar en una edición bilingüe, y coordiné tres libros de la entonces editorial Estrada.

Al escribir estos libros me di cuenta de que pensábamos la matemática más o menos fácilmente, pero después el trabajo que llevaba escribir los problemas era enorme. Esto pasa porque, cuando uno cuando piensa, tiene construidos atajos en su cerebro pero, a la hora de explicar, uno tiene que tener en cuenta que el otro o la otra no tiene esos atajos.

La maravilla del lenguaje matemático es que, cuando uno lo logra traspasarlo, lleva al pensamiento.

«Tuve suerte porque nunca pensé que las mujeres podíamos hacer menos que los hombres; tal vez por eso pude hacer todo lo que hice»

T: También has hecho hincapié en que cualquiera puede entender las matemáticas…

A.D: Por supuesto, así como los seres humanos tenemos la capacidad de hablar tenemos la capacidad de hacer matemática básica en el cerebro.

T: Y esa capacidad de pensar en términos matemáticos ¿puede desarrollar un pensamiento crítico en otros ámbitos?

A.D: Seguro, porque lo que hace un matemático es entender la estructura, sacar lo accesorio y entender lo fundamental de las relaciones porque así vamos a poder prever lo que sucede después dentro de la estructura matemática.

Hace unos años estaba en un instituto en Río de Janeiro y un colega hablaba de surf con una persona que le decía que había una playa que no era peligrosa porque el porcentaje de accidentes era bajo. Mi colega le respondió que su razonamiento era equivocado porque a esa playa iban surfers con mucha experiencia, entonces en la hipótesis de que «no era peligrosa porque tenía pocos accidentes» había una variable que faltaba que era que ese porcentaje se daba entre muy buenos surfistas, no en un público general.

Esa pregunta frente a un porcentaje, pensar cuál es la hipótesis, saber que la relación causa-efecto no siempre es a la inversa, son razonamientos que parten del entrenamiento matemático; los seres humanos creemos que somos muy racionales, pero la mayor parte de las veces somos más instintivos que racionales. La matemática nos entrena para estar más atentos.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202102/544254-alicia-dickenstein-entrevista-loreal-unesco-las-mujeres-ciencia.html
Comparte este contenido:

En las entrañas del normalismo: la reforma de la 4T

Por: Abelardo Carro Navas

Desde mi perspectiva, uno de los mayores errores que pudo haber cometido el presidente Miguel de la Madrid Hurtado, en materia educativa, fue haber logrado y publicado el Acuerdo 23/03/1984 por el que se estableció que la educación normal en su nivel inicial, y en cualquiera de sus especialidades, tuviera el grado académico de licenciatura, sin considerar en dicho planteamiento, algunos otros aspectos jurídicos que propiciaran que la incorporación de las escuelas normales, como Instituciones de Educación Superior (IES), fuera acorde a sus propias necesidades de desarrollo. Claro, se dijo, el cambio era en “pro” de la modernidad y del progreso, y porque la formación de docentes tendría que tener un carácter profesionalizante para que sus egresados, contaran con los elementos que la misma profesión, la sociedad y el mundo exigía en ese momento.

Derivado de tal Acuerdo, y de las complejidades que trajo consigo ciertas políticas descentralizadoras de la década de los 90, entre ellas el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), las escuelas normales quedaron a la deriva o, mejor dicho, en un “limbo” administrativo y jurídico que, para acabar pronto, aún en muchos estados de la República Mexicana, las ubica, insisto, administrativa y jurídicamente, en diferentes niveles educativos, ya sea en los departamentos educación básica, en educación media superior o, en alguna Subsecretaría de Educación Superior. Asunto nada menor este éste puesto que, al no sufrir una reforma constitucional que les otorgara autonomía como a las Universidades y que las ubicara en el lugar que como IES deberían ocupar, la dependencia total, en todos los sentidos, del Estado, ha complicado su desarrollo, en estos casi 35 años en los que, al menos en el papel, son IES.

¿Qué hubiese pasado si se les hubieran otorgado las condiciones mínimas necesarias para que, progresivamente, se consolidaran como IES? Digo, hablar de las tres áreas sustantivas (docencia, investigación y difusión) que deben desarrollar parece ser algo sencillo; sin embargo, las normales, por excelencia, han puesto su atención en esa área que, por su importancia pedagógica y didáctica, ocupa un lugar preponderante en su quehacer educativo: la docencia. Esto significa, ¿que no se hayan dado avances considerables en la investigación y la difusión?; tal como la conciben las universidades, no lo creo, lo que si tengo presente, porque me consta, es que tienen esquemas muy particulares de extender sus servicios, así como también, muchos progresos en lo que se refiere a investigación e investigación educativo. Espero en algún otro momento, hablar de ello.

Ahora, si bien es cierto que a partir del 2005 el Subsistema de Educación Normal del país, se le confirió a la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), puesto que antes de ese año se ubicaba en la Subsecretaría de Educación Básica y Normal, también es cierto, que lo descrito en párrafos anteriores, con esta medida, no se resolvió. Las escuelas normales en nuestros días, siguen estando ubicadas en niveles educativos que poco favorecen su desarrollo y consolidación como verdaderas IES. Insisto, el limbo jurídico y administrativo en el que viven y se mantienen, poco ha favorecido su pleno desarrollo; por ejemplo, ¿pueden las normales diseñar, aplicar y evaluar sus propios planes y programas de estudio? La respuesta es contundente: no. Entonces, ¿cómo se espera que logren ser una IES si por mandato constitucional y reglamentario, siguen dependiendo de las disposiciones oficiales que establece el Estado en esta materia?

Aunado a esta situación, un tema que es parte de este análisis, es el relacionado con lo que acontece, precisamente, en el orden local, puesto que mientras la federación establece sus propias políticas para que las normales trabajen en la formación de docentes, en el ámbito estatal, las cosas suelen ser muy complicadas. Por ejemplo, hoy día existe el Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa (derivación de lo que en su momento se conoció como PROMIN, PEFEN y PROFEN); programa mediante el cual, las normales pueden acceder a recursos (etiquetados) de la federación para, por ejemplo, fortalecer su capacidad académica; sin embargo, en varias entidades del país, las oficinas, departamentos o áreas a las que se encuentran adscritas, establecen los “proveedores” que habrán de impartir cursos, talleres, conferencias, etcétera, obtenidos a través de la elaboración de los proyectos de las propias normales. ¿Por qué estas escuelas no pueden contratar a sus propios proveedores para el logro de este propósito?, ¿hasta cuándo se va a depositar la confianza en dichas instituciones?, ¿por qué se les sigue considerando como “infantes” a las que se les debe de dar el trato que corresponde a esa etapa de la vida del ser humano?

El meollo del asunto es muy sencillo, y del cual he dado cuenta en múltiples ocasiones en este y otros espacios, al igual que muchos reconocidos colegas y especialistas en la materia, como Ángel Díaz Barriga, Patricia Ducoing, entre otros: la autonomía.

Desde mi perspectiva, mientras no se toque el tema de la autonomía de las escuelas normales, el problema jurídico y administrativo, y los que de ello se desprende, seguirá latente.

Hace unos días, escuchaba y leía con atención, lo que el actual Subsecretario de Educación Superior, Francisco Concheiro, explicaba sobre el papel de las escuelas normales en el país. Por sus declaraciones, puedo vislumbrar que se aproxima una nueva reforma al modelo educativo que, hace unos meses (agosto de 2018), se implementó en la educación normal en el país; esto, derivado de la implementación del Modelo Educativo 2017 que impuso Peña Nieto y compañía. Caray, apenas han pasado algunos meses desde que se implementó la “malla curricular 2018” en las normales, y ya se piensa en realizar algunos ajustes a sus planes de estudios (que por cierto siguen sin estar terminados) o implementar un nuevo modelo educativo. Lo anterior, considerando la disputa y división que generó esta “reforma” al interior del normalismo mexicano entre sus defensores y detractores.

Me parece interesante que cada gobierno intenté mejorar lo que, desde su perspectiva, puede mejorar. Es sensato el que se tenga la intención de llevar a cabo diversas acciones para lograr una mejora en la educación, especialmente, en la educación normal de México. No obstante, ahora que se viene la probable aprobación de la reforma educativa que propondrá el gobierno de López Obrador en próximos días, ¿no valdría la pena que se analizara la pertinencia de la autonomía de las escuelas normales escuchando las voces de sus principales actores: los normalisitas?, ¿no valdría la pena considerar un congreso nacional para este propósito? Un tema tan importante como lo es éste, no debería limitarse a una encuesta vía internet. Urge el espacio de diálogo, pertinente y profundo, muy profundo, sobre ello.

En este sentido, se habla de que algunas instituciones participarán en el diagnóstico que habrá de realizarse sobre el normalismo mexicano; esto, con la intención de que se obtenga un panorama general de las normales y se elabore una propuesta acorde a las necesidades y demandas de estas escuelas formadoras de docentes.

Estudios se han realizado al respecto, por ejemplo, el que hace años realizó Justa Ezpeleta, sobre el impacto del PROMIN en las normales; el de Verónica Medrano que, si bien no aborda las complejidades del normalismo desde lo cualitativo, si ofrece datos que permitirían contar con una mirada sobre el fenómeno que estoy comentado; o bien, los propios estudios que en este ámbito también ha realizado Graciela Cordero y otros; en fin, trabajos hay para dilucidar las entrañas del normalimo mexicano. ¿Cuándo se le dará la oportunidad a los normalistas para que expongan sus propios argumentos y estudios?

Con negritas:

Me parece que una propuesta, acertada, que hace tres años implementó la DGESPE para que los normalistas expusieran los estados que guardan sus investigaciones, fue el Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal (CONISEN); un espacio que, sigo pensando, es importante para la difusión del conocimiento; no obstante, considero que su formato podría permitir el diálogo abierto y plural en el más amplio sentido de la palabra. Como sabemos, es imperativo que, en materia de investigación, aceptemos la crítica, pero lo más importante, es que fomentemos la autocrítica puesto que ello, nos permitirá avanzar en el camino correcto en cuanto al ámbito institucional, profesional y, porque no, personal se refiere.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/en-las-entranas-del-normalismo-la-reforma-de-la-4t/

Comparte este contenido:

España: La historiadora Rosa Chinea abogó por la Formación como piedra angular de la construcción de un futuro en igualdad

09 de Marzo 2018/Fuente:gomeraactualidad /Autor:Redacción

Durante la charla-coloquio celebrada en el Benedicto Negrín, Chinea destacó el papel de unas mujeres que fundaron una Asociación Feminista en la localidad un 30 de diciembre de un lejano 1933.

El Auditorio Benedicto Negrín, de la localidad norteña de Agulo, acogió en la tarde de hoy la celebración de una charla –coloquio en la que participaron, en igualdad, la regidora local Rosa Chinea  que prefirió hacerlo como historiadora y numerosos vecinos, con motivo de los Actos programados en el Día Internacional de la Mujer.

La charla comenzó con la proyección de un video en el que se reflejaba las dificultades que encuentra la Mujer para conciliar la vida familiar y laboral y en el que se expuso que dichos retos pueden darse tanto por la falta de apoyo de la pareja como por parte de la Empresa en la que incluso, y como en el caso del video visionado, el jefe sea también mujer y no empatice con el problema de su subordinada.

Tras la visualización del video, dio comienzo una animada charla en la que varios vecinos hicieron uso de la palabra y expusieron su visión acerca de lo conseguido, y lo que aún resta por lograr para una plena igualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad.
Varias mujeres de la localidad, entre ellas profesoras que tuvieron que luchar en desigualdad para lograr obtener una carrera universitaria, manifestaron que esa independencia que concede el poder ejercer una profesión y contar con un salario, ofrece la posibilidad de ser verdaderamente libres e iguales y evita las “dependencias”.

En este sentido, Rosa Chinea también se expresó en idénticas conclusiones y afirmó que, la pieza clave de una sociedad igualitaria es la de la formación y el conocimiento.” El saber es el único instrumento que hace a una sociedad verdaderamente libre”.-dijo la alcaldesa e historiadora.

También habló de un fenómeno que calificó de “involución” en el devenir de nuestra sociedad, aludiendo a la valentía y capacidad de unas mujeres de la localidad de principios del siglo pasado, fueron capaces de crear una Asociación Feminista capaces de luchar por la igualdad de la Mujer. “Hoy día y con tanto camino recorrido, es increíble que se haya involucionado tanto  que sea casi un imposible reunirnos para crear una simple comisión de fiestas”.-señaló Chinea.

Es triste, que se continúe hablando de igualdad después de tantos años y tanto esfuerzo realizado, manifestó Chinea y agregó que, siempre que tiene ocasión de departir con los jóvenes les aconseja que, para construir un mundo en igualdad, los únicos materiales que necesitan es los que otorga la formación y el desarrollo del conocimiento.

Fuente de la noticia: http://www.gomeraactualidad.com/articulo/la-gomera/historiadora-rosa-chinea-abogo-formacion-piedra-angular-construccion-futuro-igualdad/20180308224639021993.html

Fuente de la imagen: http://www.gomeraactualidad.com/media/gomeraactualidad/images/2018/03/

Comparte este contenido:

Malestar docente

13 de diciembre de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Por: Luz Amparo Martínez

Estrés, profesores internados en clínicas de reposo, síndrome de de “Burn- Out”  ¿sensacionalismo o realidad?.

Investigaciones recientes sostienen que la docencia hoy en día debe ser asumida como una profesión de riesgo en tanto se constituye en uno de los colectivos profesionales más afectados por la depresión, el estrés y el  síndrome denominado “burn-out” (estar quemado). Un tema que en la prensa nacional con mayor frecuencia lo encabezan titulares como: “La salud mental de los maestros”, “Profesores internados en clínicas de reposo”, o “Los maestros se están enloqueciendo”.

Esta última afirmación, llevó a la Universidad de Los Andes a adelantar un estudio sobre los maestros de Bogotá con el propósito de analizar factores que afectan su bienestar psicosocial y su desempeño laboral. En este trabajo se identificaron diferencias entre la salud física, emocional y psicológica de los docentes; sin embargo, no se encontraron niveles de perturbación significativos y, por el contrario, se identificó una tendencia hacia el bienestar y un alto uso de estrategias para enfrentar dificultades de forma exitosa.

¿Se trata de prensa sensacionalista? ¿Un asunto sobredimensionado por los grupos sindicales? Lo cierto es que el tema está tan extendido dentro del magisterio que los mismos docentes lo consideran normal, como algo propio de la actividad que desarrollan.

Emilio Tenti,  reconocido sociólogo experto en temas de política educativa y condición docente presenta un indicador que podríamos asociar al malestar docente: solo el 35% de los docentes mexicanos, el 45% de los argentinos y el 53% de los brasileros, aspiran a seguir trabajando como docentes en el aula.

El tema que desde luego requiere prudencia en los análisis dado que sus causas admiten un sin número de explicaciones que van desde la sociología, pasando por la psicología, hasta la política educativa, y cuyo peso específico cambia según los contextos, se asocia principalmente a las condiciones de trabajo del sector docente en las que existe una distancia enorme entre el ideal y la realidad de su práctica, a menudo decepcionante, dado el estado de algunas instituciones educativas, la falta de recursos pedagógicos, la exigencia de atender a muchos estudiantes por curso, el desinterés de aprender de los alumnos y las condiciones de pobreza de los jóvenes y sus familias. A esto se suma que sobre ellos recae la culpa por los malos resultados de los estudiantes.

Sin embargo, desde hace algunos años se ha venido consolidando una tendencia a superar la visión de sobrevalorar el peso de los resultados de los alumnos en pruebas estandarizadas, dando importancia a trabajar sobre otros asuntos como la actitud de los docentes respecto a las nuevas generaciones, el impacto de los cambios tecnológicos sobre la autoridad de los docentes para trasmitir conocimientos, el déficit de sentido de la transmisión de contenidos intergeneracionales, el lugar subalterno de la escuela para trasmitir conocimientos socialmente significativos. Todo esto expresa que el modelo educativo tradicional está agotado y por ende las estrategias para evitar el fracaso escolar requieren ser renovadas de manera conjunta con los maestros.

En Colombia claramente damos un paso atrás de ésta tendencia e ingresamos al círculo de países que paga por resultados; el Ministerio de Educación Nacional decreta en febrero de 2015, el Día de la Excelencia cuyo propósito es que cada colegio responda por la resultados académicos de sus alumnos medido en las Pruebas Saber, y otros indicadores de progreso, eficiencia y ambiente escolar. Si el colegio mejora recibirá un premio: “Desde el vigilante hasta el rector tendrán un salario adicional”. Maestros, sindicatos y líderes de opinión han manifestado su voz de protesta sobre las implicaciones de poner en marcha un decreto sin consultarlo con los maestros, y el riesgo de continuar reproduciendo desigualdades pues es probable que los mejores mejoren y sean ellos quienes reciban los incentivos.

Otro fenómeno asociado a la figura del docente, documentado por el PNUD se refiere a los actores sociales más influyentes en la definición de expectativas de futuro de los jóvenes. Los profesores se encuentran en los lugares más bajos de la escala en comparación con la familia, los amigos y la experiencia de vida.

En síntesis, la situación actual de los docentes parece ser muy distinta a la de décadas anteriores, los jóvenes ya no los reconocen como “modelo”, proyectan su vida a partir de otros patrones sociales, los gobiernos orientan sus políticas a contracorriente de las nuevas tendencias y sin consultar a la comunidad educativa; estas nuevas condiciones  generan malestar, crisis de autoridad pero al mismo tiempo la posibilidad de entender el nuevo sentido de la acción docente.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/malestar-docente

Comparte este contenido:

Kenia: Who says engineering is an exclusive boys’ club?

Kenia / 12 de abril de 2017 / Por: ELVIS ONDIEKI / Fuente: http://www.nation.co.ke/

You cannot make this stuff up. Neither can you engineer it. Going through the list of registered engineers in Kenya, you will be forgiven to think it is an exclusive boys’ club with a few female names sprinkled to break the monotony.

You will count 355 men but only eight women in the list of registered consulting engineers, according to data from the Engineers Board of Kenya.

And when you go to the roll of registered professional engineers, the list tells you that if you throw a stone at 100 of them, the probability of hitting a woman is one out of 20 because there are only 86 women in a crowd of 1,597 men.

In the list of registered graduate engineers, you will equally be left in need of a magnifying glass. For every 100 heads of the registered graduates, only eight are women’s because men are 8,639 while women are just 757.

Ms Jane Mutulili Wanjiru is one of the only eight women with a government licence to operate as engineering consultants. Having been a civil engineer since 1990, she has interacted with a number of people in the field and when she spoke to Lifestyle on Thursday afternoon, she flashed back to a conversation she had had with a young engineer earlier that day.

“She called, crying. She said, ‘You know [name withheld] is really harassing me, I’m going to leave this job’. I told her ‘It’s okay, I’ll deal with it’,” said Ms Wanjiru

“She’s an assistant resident engineer. And you know, when you’re a resident engineer, you actually check the quality of work by the contractor. So, when the contractor tries to take shortcuts and you want to report, they really start harassing you so that you don’t go to the site,” she said.

Harassment from various quarters is but one of the many challenges that women in engineering face every day, and they have been organising meetings to compare notes on how best to cope.

They have also been plotting how to inspire and attract more women into the profession.

Their latest meeting was held on April 1 in Nairobi’s Silver Springs Hotel — themed around positioning women engineers for leadership — where the guest speaker was Gender Cabinet Secretary Sicily Kariuki. Mrs Kariuki did not attend but was represented by Mrs Zeinab Hussein, one of her Principal Secretaries.

From Mrs Kariuki’s speech, it emerged that even for the few women engineers who have been hired by various government agencies, just a small percentage has been given leadership roles.

“Less than one per cent of the senior engineering management positions are held by women in the infrastructure sector bodies. There are only three women professional engineers who are board members in the public sector,” Mrs Kariuki’s speech read in part.

FEW AMONG MANY

She added: “This is a situation my ministry would like changed within our mandate of gender mainstreaming and I am happy you have made the first significant step in this respect by forming yourself into an association and organising this conference.”

As she officially closed the gathering, Mrs Kariuki challenged the women to be “clear about what you want”.

Following last Saturday’s meeting, which was organised by the Women Engineers Chapter of the Institute of Engineers of Kenya, Lifestyle interviewed five women engineers to share their experiences in the male-dominated profession.

Besides Ms Wanjiru, we spoke to Mrs Margaret Ogai, Ms Grace Apiyo, Ms Emily Kilogi and Ms Lucy Wanjiku.

Mrs Ogai is the senior manager in charge of contracts at Kenya Roads Board. An alumnus of Limuru Girls’ High School, she has risen in the civil engineering field since graduating from the University of Nairobi in 1990.  She worked in three consultancy firms before joining the Kenya Roads Board in 2002.

“For the first 12 years when I worked in Kenya Roads Board, I was the only woman engineer. But now we’ve been fortunate. We have employed three others,” said the mother of two teenagers.

Ms Apiyo is currently the project manager in charge of technical vocational programmes at ArcSkills, a training institution in Nairobi that is part of a global network.

She was in the class of 1997 at Pangani Girls’ Secondary School, and she obtained her engineering degree in electrical and electronics from the University of Northumbria in Newcastle, England.

“My career started at the Ministry of Public Works. And for a while, I was the only female engineer in that department with more than 70 men. And because when I first joined I was very small (in physique), I was easily intimidated,” said the mother of a six-month-old girl.

Ms Kilongi is the technical manager at Athi Water Services Board, the institution overseeing water and sewerage provision in Nairobi and Kiambu counties.

She owes her education to Pangani Girls, where she left in 1998, and the Jomo Kenyatta University of Agriculture and Technology where she obtained her Bachelor of Science in civil engineering in 2005.

“In my civil engineering class, we were five women against 20 men. And at that time, our class was the biggest that the university had seen in terms of the population of women. Previously there used to be one or two. There is even a year which had no lady at all,” said Ms Kilongi, a mother of three.

Ms Wanjiku is the founder and director of EcoCycle, a company that installs systems that enable organisations recycle their waste water — even sewage.

She was a shining star at Muthetheni Girls High School in Machakos County in 1997, after which she was admitted to Moi University and majored in production engineering. She graduated in 2004.

“In my mechanical engineering class, we were three women in a class of 40. If I look at the chemical engineering class, I think it had two women out of 40. So, it was something of 3 out of 40, 1 out of 30 — that range,” she said.

Ms Wanjiru is the founder and director of La Femme Engineering, a Nairobi-based consultancy firm. She is the second vice president of the Institution of Engineers of Kenya (IEK) and the vice chair of the IEK Women Engineers Chapter.

She is an alumnus of Githumu High School in Murang’a County, from where she sat her “A” level examinations in 1986. She studied civil engineering at the University of Nairobi from 1986 to 1990. Afterwards she worked with City Hall up to 2000 then in 2004 started her consultancy firm.

The women were candid about the pitfalls they have been facing in the field, some of which they attributed to negative perceptions towards women.

“In terms of attitude, we do still have challenges. This is not at the official level but when you work with certain colleagues, there is an expectation that you’ll behave in a certain way, maybe they’d want to be served tea. You know, there are some little things which are a challenge because you really have to tell them “I’m here as a professional,” said Mrs Ogai.

She added: “You find somebody challenging you that you should be gentler.  Some people are used to a submissive woman which I feel I am not.”

Ms Apiyo believes that female engineers are not given proper nurturing in the industry.

UNIVERSAL CHALLENGES

“A lot of women join and they find it too hard and they eventually drop out,” she said.

For Ms Kilongi, her biggest headache is not about earning respect but it concerns reserving time to attend to her family.

“The challenge is finding the work-life balance; finding the balance of where you stop with work, where you begin with your social and family life. That is the only thing I would say I have to grapple with,” she said.

In her speech, the Gender Cabinet Secretary said some of the challenges faced by women engineers are not having flexible working hours for women with young children, lack of family support because their work involves frequent travel, inadequate women role models and mentors, negative stereotyping among others.

But she dropped a cliché: “These challenges are not specific to your field but are commonly faced by women across all the sectors, a situation which is of great concern to the government and specifically to my ministry.”

The need to address the challenges, said Ms Wanjiru, is the reason the Women Chapter of the engineers’ institute was founded in 2014.

“What we’ve been trying to do is bring the young ones to develop interest in engineering and the young ones who are engineers to make them stay,” she said.

Ms Wanjiru noted that the resilience exhibited by women engineers is exemplary.

“ I think we get hardened along the way. When you’re harassed by somebody, you either yield or you grow. For a lot of us, you can’t leave the field. There’s nothing else you know how to do. You decide you’re staying and you’re staying on your terms, not theirs,” she said.

The Women Chapter has visited schools previously to agitate for a change of attitude which can ensure more females try their hand in engineering.

“Engineering requires you to be very strong in Mathematics and most girls are, one, not confident about it; two, we were socialised to do Arts, History and the languages. So, you’ll find most of the women, especially in my age set — because I’m approaching 50 — most of them having done the arts. They went and did Bachelor of Arts; some went and studied Law. But very few did the technical courses. We need to go back to the schools and encourage girls,” said Mrs Ogai.

She added: “Recently we had a very successful mentorship at one of the girls’ schools here in Nairobi  and that is one area we want to actually grow because the problem is at the supply end. We do not have the women coming through to do engineering. So, we are going to try and have a much bigger outreach mentorship programme targeting most schools and should be more regular.”

During the April 1 gathering, the women spent a considerable amount of time discussing how they can capture positions of influence.

“Before this event I actually called a few of the water boards. Except Petronillah, we don’t have any other CEO in a water board. But we don’t even have others in the third, fourth positions. That is not right,” said Ms Wanjiru, the vice chair of the Women Engineers’ Chapter.

She was referring to Petronillah Ogut, the Chief Executive Officer at Lake Victoria South Water Service Board.

The reason why there are few senior women engineers, she explained, could be because of the women themselves.

BRIGHT FUTURE

“Some say we are probably not aggressive enough. But it’s not that we’re not aggressive. There’s a point where you get aggressive and you become abrasive. So, we don’t want to be abrasive. But we also want to be recognised. We want to be given the position that is ours,” Ms Wanjiru said.

Ms Apiyo concurred with her: “Women are afraid. They’re afraid to take up challenges especially when it comes to technical jobs and technical roles. So, you’ll find a lady who studied engineering ends up working in a bank or ends up in a different field altogether; just because they feel intimidated by the males. You know, it’s a male-dominated world.”

Following the April 1 event, Ms Kilongi is optimistic that there can be more women engineers if they act on their discussions.

“If we sustain the kind of ideas that we have, the fact that we have a forum as women where we can purpose to carry out activities that will encourage movement within the profession, I see in the future, the numbers are going to increase,” she said.

Ms Wanjiku, who brought the water recycling project to Kenya after observations she made while in Germany on a one-year training, said in fact women can use their rarity in the industry to their advantage.

“To be honest, I have never felt like my gender has disadvantaged me anywhere. If anything, I feel like when I approach customers as a lady and then I display and portray high-level expertise, it’s like you win trust faster, especially after I tell them what I can do and then I take them to a place where we have executed it and it looks so perfectly done and it’s working well. I feel like I sort of win and convince the trust of customers very fast,” she said.

It remains to be seen whether the initiatives by the IEK Women’s Chapter can cause an increase in the number of women, but Mrs Ogai believes the education system needs to be changed.

“I believe there are many women who are strong in Mathematics but did not come into engineering because they could not see any way forward, partly because of our education system. Actually what was being emphasised when we were in Form One and Two, is that you do cookery whereas the men were doing technical drawing. I came to university never having seen, or even known, a thing called technical drawing. I’d never seen a T-square, for instance,” she said.

Fuente noticia: http://www.nation.co.ke/lifestyle/lifestyle/Who-says-engineering-is-an-exclusive-boys-club/1214-3882742-xxcqv4/index.html

Comparte este contenido:

Y, para ti… ¿qué es ser Maestro?

22 de marzo de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

Por: Tania Pasarín Lavín

Hace unas semanas podíamos encontrar en las redes sociales una imagen en la que se leía “Ser maestro es…” y la cual nos invitaba a la reflexión. Me pareció una bonita y creativa manera de abrir mentes y presentar un trabajo lleno de amor, vocación y aprendizaje. Se trataba de Raúl Bermejo, maestro de Educación Infantil que posteriormente sorprendió a sus seguidores con su experiencia en el libro Ser Maestro, el cual da la posibilidad a muchos docentes de aportar su granito de arena si no sabe como hacerlo.

Esto me llevó a pensar que actualmente vivimos en una sociedad en la que en la educación encontramos, por desgracia, desigualdad, elitismo, dificultades. Vivimos en un mundo en el que ser médico, abogado o ingeniero está más valorado que ser maestro, a pesar de saber que sin un maestro no hubiésemos llegado a ser nada de lo anterior. Es obvio que se trata de una carrera en la cual no exigen una nota alta y por tanto mucha gente accede por el mero hecho de tener un estudio superior, pero, ¿por qué no valoramos esta profesión? ¿Por qué cuando se nos dan bien otras ramas nuestros profesores nos recomiendan estudiar para trabajar en otra profesión “menos demandada”? ¿Por qué no empezamos los propios profesionales a valorarnos más y aportamos nuestro granito de arena para cambiar esto?

Ya en el s.XIX pedagogos como Friedrich Fröbel se habían dado cuenta de la importancia de una educación temprana en la que la familia es muy relevante para favorecer un buen desarrollo. ¿Por qué entonces en el s.XXI no conseguimos esta unión familia-escuela? Son muchos los docentes que están dedicando su tiempo y esfuerzo a intentar cambiar la perspectiva actual de la educación, perspectiva que infravalora esta labor y en la que todavía existe distancia entre familia y escuela.

Estos docentes están demostrando que la educación tiene que cambiar y dejar a un lado esta lucha sociedad-escuela, para abogar por una enseñanza adaptada al momento en que vivimos y alejada de la enseñanza tradicional, en la que el protagonista solo era el docente.

Nos encontramos con docentes muy conocidos por sus charlas o libros publicados, pero también están aquellos que prácticamente son invisibles porque no muestran lo que realizan en sus aulas al resto del mundo, y no por ello menos importantes. Pero también están aquellos como Raúl, que buscan las herramientas, y ha encontrado en las redes sociales (a través de @thinksforkids) la posibilidad de aportar al resto de compañeros, futuros maestros, alumnos y familias una forma nueva de enseñar, en la que los niños y niñas son los verdaderos protagonistas.

Nos encontramos también con jóvenes que inician carreras que abandonan al segundo año de estudios, personas que comienzan estudios de magisterio y no los terminan, o personas que empiezan otros estudios y al final acaban siendo maestros o profesores. Es el claro ejemplo de alumnos desmotivados que no concluyen sus estudios por querer dedicarse a aquello que les gusta… y, al fin y al cabo, lo importante es acabar donde quieres estar.

Este ejemplo nos sirve para demostrar que debemos dejar ser a los niños lo que quieran ser, si una niña quiere ser bombero no le quitemos la ilusión y si un niño quiere ser bailarín ¿por qué no? Dejemos los estereotipos a un lado y crezcamos con ellos, desarrollemos su creatividad y veamos hasta donde pueden llegar. Tal y como aporta Vygotsky, en su libro La mente absorbente, el niño es una impresión fotográfica que lo capta todo, por ello tenemos que ser un modelo a seguir e intentar ayudar a nuestros alumnos a encontrar su sitio en la sociedad.

Ser maestro significa eso, tener en cuenta lo que necesita el alumno para adquirir aprendizajes útiles para la vida, una profesión en la que recibes lo que das y en la que tienes que comprometerte con la sociedad para crear a los mejores profesionales del futuro. Ser maestro es vocación, y solamente aquellos que la sienten serán capaces de transmitir conocimientos verdaderamente importantes a los alumnos que los reciben. Ser maestro es sentir orgullo cuando oyes a un alumno decir “esa fue mi maestra en el colegio”.

Animo a todos mis compañeros docentes a vernos como un equipo en el que el engranaje falla si abusamos de la competitividad; un equipo en el que, si aportamos nuestro granito de arena, podemos hacer una montaña tan grande que cambie el sistema; un equipo que se siente orgulloso de ser maestro; un equipo que enseñará al mundo que, si los niños aprenden a aceptar la diversidad, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia.

Como manifestó Jean Piaget: “El principal logro de la educación en los colegios debe ser crear hombres y mujeres capaces de crear cosas nuevas. No simplemente repetir lo que las generaciones anteriores han hecho”.

Y, para ti, ¿qué es ser Maestro?

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/y-para-ti-que-es-ser-maestro/

Comparte este contenido: