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Realidad Chilena de la Educación Superior

Chile/ 25 de Septiembre de 2017/

Estas duras realidades no hacen otra cosa que poner en duda la relevancia de los énfasis e incentivos que se han puesto en el proyecto de reforma a la educación superior.

 Según el último ranking Times Higher Education World University publicado recientemente, las tres universidades chilenas que hacen más investigación, se ubicaron entre el top 501 y 600, y algunas otras después del puesto 600 o del lugar 800. Refleja el estado de desarrollo que nuestra educación superior tiene en comparación con quienes lo lideran a nivel mundial, Estados Unidos y Reino Unido.

Visto así, parece incoherente que el actual proyecto de ley, que se está tramitando en el Senado, impulse a que todas las universidades sean “complejas”, porque nuestras reales posibilidades de estar en las “grandes ligas” mundiales no llega a más de dos o tres instituciones.

Además, sería altamente costoso. Un cálculo que considera el gasto fiscal adicional que significaría “mover” a que todas las universidades sean de la complejidad de la Pontificia Universidad Católica, revela que es equivalente al doble del gasto presupuestado en 2017 en ayudas estudiantiles por Gratuidad, Becas y CAE, para todo tipo de instituciones (UES/IP/CFT).

Por otro lado, y también con resultados frescos, la OCDE nos golpea con otra realidad. Según el OECD Skills Outlook 2017, los trabajadores chilenos son los que presentan los más bajos niveles de aritmética y alfabetismo de todos los países que componen esta organización, lo que es un enorme obstáculo para su desarrollo laboral. Esto último también era esperable, toda vez que solo el 20% de la fuerza de trabajo existente tiene educación media completa o más.

Estas duras realidades no hacen otra cosa que poner en duda la relevancia de los énfasis e incentivos que se han puesto en el proyecto de reforma a la educación superior. Esa información hace deseable que los esfuerzos estén más orientados a mejorar el acceso a estudiantes vulnerables, desarrollar programas de acompañamiento y nivelación y tener un completo sistema de becas y créditos.

También que exista mayor inversión y coordinación en investigación acorde con los recursos humanos y financieros disponibles, conectando las universidades con el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Por lo mismo, no debería estar el foco puesto en el avance de la gratuidad universal, ni en intentar que todas las universidades sean complejas; tampoco parece conveniente para el futuro del país crear instituciones con exceso de regulaciones, que ahogan la diversidad e inhiben la innovación y creatividad, indispensables para el progreso universitario.

Fuente: http://www.eldinamo.cl/blog/realidad-chilena-de-la-educacion-superior/
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Aprueban proyecto de ley para transformar la educación técnica en Panamá

Centro América/Panamá/15 Septiembre 2017/Fuente: panamaon/Autor:panamaon

El Consejo de Gabinete autorizó al ministro de la Presidencia, Álvaro Alemán, a presentar ante la Asamblea Nacional el proyecto de Ley N°042-17 que crea y organiza el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE) como un paso histórico en la educación técnica superior en Panamá

Este proyecto de ley reconoce la personería jurídica al ITSE, y tendrá autonomía académica, administrativa, económica y financiera, patrimonio propio y derecho de administrarlo.

“Con el ITSE no solo creamos una nueva generación de oportunidades educativas, sino que atendemos la creciente demanda del sector privado por carreras técnicas y especializadas en las áreas de turismo, logística, finanzas, industria, construcción y aeronavegación”, señaló el presidente Juan Carlos Varela.

A través del ITSE se brindará una oferta educativa complementaria y atractiva, en la cual los estudiantes de diversos estratos sociales puedan encontrar una verdadera oportunidad de realización personal.

Estará organizado en 3 escuelas con sus 8 departamentos y ofrecerá 18 programas de Educación Técnica Superior: Construcción, industria, aeroespacial, finanzas, logística, lenguas, hospitalidad y turismo.

El Consejo Directivo del Instituto Técnico Superior Especializado estará integrado por nueve directores, de la siguiente manera:

  • Un representante del Ministerio de la Presidencia
  • Un representante de la Universidad Tecnológica de Panamá
  • Un representante del Ministerio de Educación
  • Un representante del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral
  • Un representante del Ministerio de Economía y Finanzas
  • Cuatro representantes de los sectores productivos vinculados a los Programas del Instituto Técnico Superior Especializado; uno por el sector de la construcción, uno por el sector industrial y aeroespacial, uno por el sector de logística y negocios y uno por el sector de hotelería y turismo.

El ITSE, ubicado en Tocumen, se construye con una inversión de aproximadamente 200 millones de balboas para beneficiar en su etapa inicial a 5 mil estudiantes.

Actualmente el ITSE cuenta con un avance superior al 20%.

Fuente de la noticia: http://www.panamaon.com/noticias/educacion/31257-aprueban-proyecto-de-ley-para-transformar-la-educacion-tecnica-en-panama.html

Fuente de la imagen: http://www.panamaon.com/m/p/770×410/media/files/29169-media.jpg

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República Dominicana: Someten proyecto de ley que contempla educación sexual y legalización del aborto en las tres causales

Centro América/República Dominicana/02 Septiembre 2017/Fuente: Proceso

El diputado por la provincia San Cristóbal Manuel Orlando Espinosa Medina, depositó un proyecto de Ley en la Cámara de Diputados que busca la implementación de la educación sexual en las escuelas públicas y privadas en el país.

El Proyecto de ley de Educación Sexual y Salud Reproductiva tiene como objetivo, “poder orientar a los jóvenes para que conozcan mejor su cuerpo y también enseñarles los métodos anticonceptivos para evitar los embarazos en las adolescentes”.

Esta ley también contempla la reducción de los abortos y legaliza la interrupción de un embarazo cuando peligra la vida de la madre o la del bebe y “como ambas vidas no pueden convivir juntas hay que tomar la decisión”.

Además establece el derecho a los padres a decidir qué hacer, cuando ocurra un incesto o violación, dando un plazo prudente “que no llegue a los tres meses para que decidan si toman la decisión de suspender el embarazo”.

El legislador señala que el proyecto contempla que de acceder a realizar el aborto la pieza contempla que sea en un lugar que lleve todos los requisitos de un centro médico moderno.

Orlando Espinosa, espera que este proyecto de Ley sea aprobado en las próximas sesiones lo que obligaría al Ministerio de Educación implementar como materia básica la educación sexual.

Fuente: http://proceso.com.do/noticias/2017/08/31/someten-proyecto-de-ley-que-contempla-educaci%C3%B3n-sexual-y-legalizaci%C3%B3n-del-aborto-en-las-tres-causales/

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Más allá de la defensa: a reconstruir y expandir la educación pública

Por:  José Migue Sanhueza y Fernando Carvallo

Hace algunos días se ha dado finalmente a conocer el Proyecto de Ley de Universidades del Estado. La iniciativa se encontraba pendiente luego de haber sido separada de la propuesta original de Ley de Educación Superior, con el fin de “agilizar” la tramitación de esta última. Esto ha provocado gran expectación e incertidumbre entre estudiantes, académicos y trabajadores respecto al contenido que tendría este proyecto, que en teoría debería responder a la preocupación por el rol de la educación pública en la reforma al sistema de educación superior.

Lamentablemente, como desarrollaremos a continuación (y con mayor detalle en un reciente Documento de Trabajo), este Proyecto resulta insuficiente, y en varios aspectos derechamente regresivo, para la posibilidad de una nueva educación superior que esté basada en la educación pública y la tenga como eje rector y mayoritario del sistema. Más bien, lo que hace es ratificar las orientaciones centrales de una reforma que termina consolidando la organización de mercado del sistema: regulando algunos de sus excesos e imperfecciones, y proponiendo un mecanismo para pagar la cuenta de dicho mercado.

Universidades para un Estado Subsidiario

La modernización neoliberal en la educación superior chilena sentó las bases de un sistema con escasos símiles a nivel mundial. Este sistema se instaló como respuesta al inconcluso proceso de “Reforma Universitaria” de los años 60 y 70. Mientras que en esta primera gran masificación de la educación superior la educación pública fue la centralidad, el proceso posterior puso como eje central la provisión privada de educación, donde instituciones que persiguen fines lucrativos (legal o fácticamente) recibirían recursos públicos para operar y competir de igual a igual con las instituciones públicas.

Las señales que entrega el Proyecto de Ley de Universidades del Estado resultan preocupantes para las perspectivas de una genuina desmercantilización del sistema. Si hasta ahora la Ley de Educación Superior se ha concentrado esencialmente en cómo controlar los excesos del mercado y en cuán rápido el Estado pagará la cuenta de éste, aquello es complementado con un proyecto de Ley de Universidades Estatales que construye un modelo de organización y de financiamiento de estas instituciones a la medida de un sistema de mercado.

Para hacer esto posible, la modernización neoliberal tuvo dos aspectos cruciales. Por un lado, la promoción de la entrada masiva de actores privados, eliminando barreras de entrada y creando mecanismos de financiamiento que incentivaran la competencia entre instituciones. Y por otro, la atomización de las instituciones públicas previamente existentes, convirtiéndolas en entidades de menor escala que pudieran y debieran competir por estudiantes y proyectos con los nuevos planteles privados. Aquello por cierto no significaba un Estado ausente, sino uno presente con un rol distinto, un rol “subsidiario”: financiar fundamentalmente a los estudiantes (o competitivamente a las instituciones) y establecer regulaciones generales al conjunto del sistema.

Los fundamentos de la modernización neoliberal, en lo esencial, no se han visto alterados tras el “retorno a la democracia”. Los gobiernos concertacionistas -en general- asumieron como propia la crítica neoliberal al viejo sistema universitario y la necesidad de proyectar los componentes modernizantes de la reforma dictatorial. Así, concibieron un rol del Estado enmarcado estrictamente dentro de la concepción subsidiaria: financiar, regular, certificar y orientar la acción de los privados. “Guiar al mercado”, en palabras de José Joaquín Brunner.

En virtud de lo anterior, para poder evaluar desde las fuerzas de cambio este Proyecto de Ley sobre Universidades Estatales se debe tomar como criterio fundamental si se mantiene la profundización del mercado por medio de un Estado Subsidiario, ajustandolo y perfeccionándolo; o si, por el contrario, se adopta una dirección distinta. Lamentablemente este proyecto, así como su articulación con la Ley de Educación Superior actualmente en discusión, perfilan la primera de ambas situaciones, lo que se ve expresada tanto en el perfil de la institución estatal que se busca construir, como en razón de la orientación general del sistema que se da por sentada sin mayor cuestionamiento.

Matrícula y financiamiento: Ambigüedad y ausencia de horizonte

Como fue señalado, las reformas dictatoriales, su continuidad y profundizaciones posteriores, han traído como resultado una educación superior hegemónicamente privada, cara, segregada, lucrativa y de baja calidad, donde la matrícula pública bordea el 16%, a diferencia del 60% que promediaban los países de la OCDE al año 2015. El actual proyecto ya desde su diagnóstico está lejos de plantear un horizonte distinto. Si bien se habla de recuperar y explicitar el rol del Estado por medio del fomento a la excelencia de sus Universidades, no se desarrolla, y menos aún se conflictúa, el estado actual de estas instituciones, ni la disminución progresiva en su participación en la matrícula, al mismo tiempo que se les obliga a negociar y competir por recursos.

Asimismo, el proyecto adolece de una visión global de qué se entiende por “educación pública”, concepto que incluso está ausente de todo el mensaje y articulado. Expresión clara de esta carencia es la reducción del Proyecto sólo a las actuales Universidades del Estado, excluyendo así de la “Red Pública” tanto a los Centros de Formación Técnica que el propio Gobierno ha buscado implementar, como a las actuales instituciones laicas del Consejo de Rectores (U. de Concepción, U. Austral de Chile, U. Técnica Federico Santa María), cuyo origen mismo responde a inquietudes locales de la época ante un Estado cuyo rol en la educación superior aún era muy incipiente, y cuyo quehacer siempre se ha entendido sometido a la deliberación democrática de la sociedad y en colaboración con la función pública.

Estas ausencias en el diagnóstico se ven reflejadas en el articulado. En lo referente a la matrícula, el Proyecto establece que las Universidades del Estado podrán crecer equilibradamente conforme a su Proyecto de Desarrollo Institucional, y faculta al MINEDUC a solicitar planes de ampliación de matrícula. Cabe reconocer como una conquista el que se abra explícitamente como posibilidad el crecimiento de la matrícula pública. Sin embargo, es un avance que aún se queda muy corto, al no establecer la opción de que sean las instituciones, coordinadamente, las que propongan estrategias de crecimiento, aspecto que sí estaba presente en minutas anteriores del proyecto. Esta limitante revela que no existe una decisión deliberada de revertir el carácter privado del sistema, sobre la base de la colaboración y articulación efectiva de las instituciones de educación superior pública.

Mucho más claro resulta lo anterior en lo que respecta al financiamiento. El proyecto establece como fuente de recursos permanentes el denominado “Convenio Marco” hoy existente, cuyo monto es definido en la Ley de Presupuestos de cada año. Esto abre un escenario de inestabilidad al sujetar los recursos de las instituciones a la negociación parlamentaria de cada año, primando las capacidades de lobby y las correlaciones de fuerza por sobre los intereses y las necesidades universitarias.

A su vez, se contempla un “Plan de Fortalecimiento” de 150 mil millones de pesos a 10 años. La cifra aparenta ser muy elevada, pero en promedio representa poco más de 830 millones anuales por institución: cerca del 0,1% del presupuesto de la U. de Chile, 1% de la U. de Tarapacá y 3% de la U. de Magallanes, por dar algunos ejemplos. Este Plan sería financiado a través de un crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo y orientado a proyectos de mejoramiento focalizados, en la línea de lo que ha sido el Programa MECESUP.

De este modo, la lógica predominante del financiamiento a las Universidades Estatales no experimentará cambios significativos con este proyecto respecto a cómo ha funcionado durante las últimas décadas. El financiamiento a las instituciones sigue siendo un componente minoritario de los recursos fiscales que se desembolsan en educación superior, y, más aún, éste es asignado con mecanismos que obligan a las instituciones a competir en vez de colaborar.

Gobierno y condiciones laborales: Universidades para competir en el mercado

Si bien cabe destacar algunos aspectos en materia de desburocratización de la gestión de las universidades, en los hechos se configura un modelo de universidad estatal organizada para competir en el mercado. Esto se observa tanto en su sistema de Gobierno como en la relación que tienen con sus trabajadores.

En cuanto al gobierno de las instituciones, el proyecto establece como órgano rector una Junta Directiva (“Consejo Superior”) compuesta en forma mayoritaria por actores externos, junto a un Consejo Universitario de carácter consultivo, con una composición que puede ser triestamental, pero también puede no serlo, pues depende de cada institución. En los hechos, con esto se construye un modelo de gestión basado en la desconfianza a las comunidades, que atenta contra la indispensable autonomía para la docencia, la investigación, la creación artística y la vinculación con el medio, que es donde más se expresa la contribución de las universidades estatales al país. Más aún, este modelo de gobierno borra con el codo lo escrito a pulso por varias instituciones cuyas comunidades han emprendido significativos (y sin duda aún inacabados) esfuerzos por superar las formas de organización impuestas por los estatutos de la Dictadura.

Además, se establece una forma empresarial de relacionarse con los trabajadores de las universidades estatales. Si bien formalmente reconoce a sus funcionarios como empleados públicos, el proyecto legítima e incentiva la muy recurrente práctica de contratar funcionarios que desempeñan labores permanentes en calidad de “contrata”, empleo que por definición legal es transitorio, a través de la eliminación de los límites que establecen leyes generales para esta modalidad. A su vez, el articulado abre explícitamente la puerta a profundizar la proliferación de contrataciones bajo las normas del Código del Trabajo o derechamente a honorarios, bajo el pretexto de la “contratación de servicios específicos” que, en la práctica, frecuentemente terminan encubriendo funciones esenciales y/o permanentes de las instituciones.

La urgencia de reconstruir la Educación Superior Pública

En síntesis, las señales que entrega el Proyecto de Ley de Universidades del Estado resultan preocupantes para las perspectivas de una genuina desmercantilización del sistema. Si hasta ahora la Ley de Educación Superior se ha concentrado esencialmente en cómo controlar los excesos del mercado y en cuán rápido el Estado pagará la cuenta de éste, aquello es complementado con un proyecto de Ley de Universidades Estatales que construye un modelo de organización y de financiamiento de estas instituciones a la medida de un sistema de mercado.

Nos enfrentamos así a la posibilidad cierta de volver como país a replicar el mismo error cometido en educación escolar con la llamada “Ley de Inclusión”, construyendo una reforma incompleta, con efectos sistémicos contradictorios, y que, al no fortalecer de manera decidida la educación pública, termina finalmente favoreciendo la profundización de la hegemonía privada en la matrícula. Tanto si se aprueban ambos Proyectos tal como están, como también si es que se aprobase sólo el de Educación Superior y ninguna iniciativa sobre el sistema estatal, lo que se verá relegado una vez más será la educación pública y su futuro, en contraposición al sello que acompañó lo mejor de nuestra historia como país y que hizo posible el desarrollo del mundo moderno: una educación mixta con centralidad y mayoría de educación pública y laica.

Frente a esta realidad, existe hoy una profunda responsabilidad histórica de las comunidades de las instituciones estatales y de las fuerzas de cambio en general que va mucho más allá de la “defensa” de estas instituciones frente a los aspectos regresivos de las reformas propuestas. Por cierto que la defensa de la autonomía de las Universidades estatales y la demanda por un compromiso efectivo del Estado con ellas resulta fundamental. Sin embargo, y lamentablemente, mientras la educación superior pública eduque a menos del 20% de los estudiantes, su sola defensa siempre resultará una reivindicación insuficiente a la hora de apelar al conjunto de la sociedad chilena. A lo largo de toda nuestra historia reciente, el sólo “defender” a una educación pública cada vez más minoritaria en un contexto de creciente hegemonía privada, ha demostrado reiteradamente ser pan para hoy y hambre para mañana.

El gran desafío hoy es articularnos no solamente para defender a las Universidades del Estado, sino para ponerlas al servicio de una transformación profunda de nuestra educación superior, que recupere para la democracia y la soberanía de la sociedad un sistema que hoy está profundamente colonizado por el mercado. Todo ello mediante la construcción y expansión de una Red de Educación Superior Pública, que recoja en su seno lo mejor de nuestra tradición republicana, y se plantee como la alternativa masiva, democrática y de calidad que oriente al sistema de educación superior chileno en su conjunto. Hoy más que nunca, la mejor defensa de la educación pública es convertirla en la alternativa de las mayorías de los jóvenes chilenos.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/06/28/mas-alla-de-la-defensa-a-reconstruir-y-expandir-la-educacion-publica/

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Canada: Nunavut education minister makes last ditch effort to save Bill 37

Quassa says committee’s rejection of proposed languages legislation «not consensus government»

América del Norte/Canada/cbc.ca

Resumen:  El Ministro de educación Paul Quassa hizo una última súplica a Nunavut OM el miércoles para abrir el proyecto de ley de educación y debatir las leyes de protección de lengua Inuit. Quassa dio un discurso de 50 minutos sobre el trabajo de su departamento, cómo el proyecto 37 llegó a ser y dió una explicación paso a paso de los cambios propuestos. El proyecto de ley 37 era un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa de Nunavut que habría cambiado las leyes de lenguaje y educación del territorio, y ampliaría la enseñanza completa del idioma Inuit en las escuelas de Nunavut. En este momento, la instrucción 100% Inuktitut sólo está garantizada para el Kindergarten hasta el Grado 4. La ley 37 habría propuesto como objetivo  la instrucción 100% Inuktitut a 2030. «Sr. Speaker, me refiero a Nunavummiut hoy a actualizarlos en iniciativas de educación, pero también para hablar con los miembros de esta cámara, en un espíritu de compromiso,» dijo Quassa. El proyecto de ley está en peligro de morir con este gobierno, dado que el mes pasado, la Comisión Permanente de legislación dijo que recomendaría no seguir el proyecto de ley. El proyecto de ley sólo puede avanzar si la Asamblea recibe el informe de la Comisión permanente o 120 días han pasado desde que el proyecto de ley de segunda lectura. Los 120 días es hasta el 7 de julio. Pero no hay mucho tiempo. Después del jueves, hay sólo una sesión antes de elecciones territoriales de octubre.

Education Minister Paul Quassa made a last ditch plea to Nunavut MLAs Wednesday to open proposed legislation to change the Education and Inuit Language Protection Acts to debate.

Quassa gave a 50 minute speech outlining the work of his department, how Bill 37 came to be and giving a step-by-step explanation of the proposed changes.

Pat Angnakak

Standing committee on legislation co-chair Pat Angnakak says the next government will have to re-visit amendments to the Education Act. (Vincent Desrosiers/CBC)

«Mr. Speaker, I am speaking to Nunavummiut today to update them on education initiatives, but also to speak to the members of this house, in a spirit of compromise,» Quassa said.

The bill is in danger of dying with this government.  Last month, the Standing Committee on Legislation said it would recommend the bill not proceed.

The bill can only move forward if the assembly receives the report from the standing committee or 120 calendar days have passed since the bill’s second reading. The 120 days is up July 7. But there is not much time left. After Thursday, there is only one sitting before October’s territorial election.

«I would appreciate the opportunity, through the usual letter writing process and ministerial appearance at committee, to explain all aspects of the Bill and to respond to the questions of the members and the issues raised by stakeholders in their submissions,» Quassa said.

The standing committee tabled 40 submissions it received on the bill from Inuit organizations, district education authorities, parents and university professors. Most are against the bill.

Its main objection to the bill is that it would push the deadline for offering bilingual (Inuktitut-English) education to 2029 for Grades 4 to 9, and postponing the deadline for Grades 10 to 12 indefinitely. Currently the deadline for billingual education is 2019.

«Nunavummiut have to hear the other side of the story. Nunavummiut have the right to hear a debate especially when we’re talking about new legislation,» Quassa told CBC News.

«To me – it’s not consensus [government]. If one side is going to decide and make that decision, it’s not consensus,» he said, referring to the standing committee not moving the bill forward.

«I’ve been saying all along that I’m very open to discussing it because it’s draft legislation. So therefore we can change anything to address any concerns.»

Quassa told CBC he hoped Wednesday’s speech had an impact on MLAs. But that remains to be seen.

«I think we still need to listen to what our constituents are saying. Constituents have told us as MLAs that they are not happy with the proposed amendments,» said standing committee co-chair Pat Angnakak.

«I know the government will have to go back to the drawing board when the next government comes in,» she said.

 Fuente: http://www.cbc.ca/news/canada/north/quassa-bill-37-speech-1.4150981
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South Africa’s public-private school plans require healthy scepticism

África/Liberia/ Uganda / Kenia.Mayo del  2017/Noticias/https://theconversation.com/

 

Public school systems across Africa are struggling. Some people believe that public-private partnerships are the solution to fixing ailing government education systems.

Public-private partnerships (PPPs) first took root in the form of charter schools in the US, and academies in the UK, arrangements where private entities take over the management of public schools, sometimes for profit, sometimes not. Such schools have now also sprung up in Liberia, Uganda and Kenya. Now officials in the Western Cape province are working to explore the model in South Africa: in 2015, five fee-free schools were set up as pilot “Collaboration Schools”.

The Western Cape Education Department hosted an information session in February 2017 to extol the virtues of PPPs to potential operating partners and philanthropic funders, with a view to expanding the project to 50 schools in the next few years.

Despite the project being designated a pilot, there’s already draft legislation that proposes giving the provincial education minister powers to reclassify any school as a Collaboration school.

It’s irrefutable that there are huge challenges in South Africa’s public schools. The question is whether using PPPs is the correct way to address them. A great deal of research evidence suggests that this approach should be treated with caution.

An internationally contentious system

The model that’s being proposed in the Western Cape is based on US charter schools and UK academies. Ark, one of the major organisations backing academies in the UK, and also a partner of the controversial Bridge schools, is acting as an advisor to guide the Western Cape’s arrangements.

But Bridge schools in Uganda have been ordered by the country’s courts to shut down because of poor infrastructural conditions and under-qualified teachers. In April 2017 several groups protested against the World Bank’s decision to advocate for Bridge Schools in Africa.

PPP schooling arrangements are controversial and give rise to several concerns.

The first is whether public schooling, should be directed and influenced so heavily by private parties. These parties have no public mandate that governs their actions. We know, too, that private provision of what used to be public services often exacerbates inequality – be it in the health care space or basic utilities. There’s no reason to believe the education space will be different.

Secondly, many (but not all) Charter operators enter the schooling arena because they perceive education as a new market for profit generation. Some scholars have questioned whether profit should be made in sectors such as health and education. These areas are critical to social development and directly related to basic fundamental human rights.

The argument closer to home

The proponents of PPPs offer three main arguments in support of the model being deployed in fee-free schools.

Firstly, they say schools are given more flexibility to govern and administrate according to pupils’ specific needs. They also say this model offers greater “accountability” by schools to government and parents, based primarily on something they term “Outcomes Based Assessment”. And finally, these schools, which may not legally charge fees and struggle to raise alternative funds, benefit from much needed extra resources supplied by the collaboration or philanthropic partner.

All these changes are alleged to offer improved teaching and learning – and to do so more efficiently than is currently the case.

Research evidence has contradicted these claims. A recent large-scale study compared state district, non-profit charter and for-profit charter schools across multiple states in the US. They showed learning outcomes vary broadly, with no conclusive evidence of charters of either type performing better than their public counterparts.

Trends identified in the same study showed that collaboration arrangements in school management resulted on average in a) more money per pupil being paid for administrative and management costs and b) less money per pupil being paid on instructional costs – that is, teaching and learning.

The researchers also found that, as a general trend, both for- and non-profit charters kept teacher salaries low by relying on younger, less experienced staff. They also experienced high staff turnover. Separate research has found that rapid teaching staff turnover correlates negatively and significantly with lower learning outcomes.

Such findings directly contradict the premise of efficiency that’s used to justify public-private partnerships as being superior to purely public schools.

If, in fact, instructional costs go down and management costs concomitantly go up, such arrangements could be viewed instead as a mechanism whereby private “managers” infiltrate struggling public schools and inadvertently redirect teaching salary funds towards themselves. This might not be the explicit intention, but it’s the overall net effect.

In the South Africa case, the PPP arrangement has tried to distance itself from the charter school model by insisting that PPP schools remain absolutely public. But there’s a real long-term risk of a similar shift in salary allocation like the US case, with substantial sums at play. The largest part of South Africa’s education budget, divided through equitable shares to the country’s nine provinces, goes to salaries. This is around 80% of more than R200 billion.

As has been the case in charter schools and academies, teachers in PPP schools will most likely experience decreased job security under the auspices of “accountability” as measured by standardised test performance. Such pressures to pin student test scores on teachers ignore the fact that many of the factors which determine a child’s school performance originate in the home, not the classroom.

While some PPP arrangements justify decreased job security with the claim they pay more at comparative experience levels than their public counterparts, this obfuscates the youthful staffing that automatically decreases overall salary costs. The “churn and burn” effect ensures teachers rarely stay at the school long enough to command a senior salary.

Caution needed

There’s a growing consensus that South Africa’s poorest performing schools are still under-funded. So it seems pragmatic to source extra resources from NGOs, philanthropists and private operators, especially in light of a lean and over-stretched public fiscus.

But South Africa should carefully heed the lessons learnt from charter arrangements in the US and the current Bridge debacle in Uganda. Healthy scepticism is a good idea. While the project’s individual proponents may be well-intentioned, there’s a real risk of such models laying the country’s public education coffers vulnerable to capture by private interests.

 

Fuente:

https://theconversation.com/south-africas-public-private-school-plans-require-healthy-scepticism-77335

 

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/hQTMjCkcLWAZt1SozxV9DbUFYa9PehOsBH5DPNdBXzFJ1nITHJXOpH-AQkVu60w7EJ21=s85

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Brasil: ONU alerta para impactos do projeto Escola sem Partido na educação brasileira

América del Sur/Brasil/16 Abril 2017/Fuente:jb /Autor: Agencia Brasil

Resumen: En un comunicado publicado este jueves 13 de abril, el Alto Comisariado de los Derechos Humanos de la ONU recomendaron al gobierno brasilero tomar las acciones necesarias para la revisión de los proyectos de ley relacionados con la Escuela Sin Partido

Em comunicado publicado nesta quinta-feira (13), relatorias especiais do Alto Comissariado de Direitos Humanos da Organização das Nações Unidas (ONU) recomendam que o governo brasileiro tome atitudes necessárias para conduzir uma revisão dos projetos de lei (PLs) que tratam do Escola Sem Partido.

Segundo as relatorias, as autoridades brasileiras devem assegurar a conformidade desses projetos com a base dos direitos humanos internacionais e a Constituição Federal de 1988. A legislação protege o direito à opinião, sem interferências, e o direito a buscar, receber e partilhar informações e ideias de todos tipos, independentemente de fronteiras ou meios, o que, segundo o documento, não está claro nos PLs. Os relatores pedem um posicionamento do Brasil em 60 dias, mas a resposta não é obrigatória.

De acordo com o comunicado, por não definir o que é doutrinação política e ideológica, propaganda político-partidária e educação moral, a proposição permite «alegar que um professor está violando as regras pelo fato de autoridades ou pais subjetivamente considerarem a prática como propaganda político-partidária». Além disso, o Escola Sem Partido poderá retirar das salas de aula, «discussões de tópicos considerados controversos ou sensíveis, como discussões de diversidade e direitos da minorias».

O documento é assinado por Koumbou Boly Barry, relatora especial para o direito humano à educação; David Kaye, relator especial para promoção e proteção do direito à liberdade de opinião e expressão; e Ahmed Shaheed, relatora especial para liberdade de religião e de crença.

Polêmica

O Escola Sem Partido é um movimento que alega que as salas de aula no Brasil são usadas como ambiente de doutrinação, onde professores se aproveitam do ofício para repassar aos alunos suas ideias políticas e morais. Para os defensores do projeto, essa prática deve deve ser combatida por meio de legislações específicas. Já existem propostas com esse teor em tramitação no Congresso Nacional e outras já aprovadas em assembleias estaduais.

Por sua vez, aqueles que se posicionam de forma contrária argumentam que já há na legislação vigente mecanismos para evitar abusos. Para eles, uma lei como a proposta pelo Escola Sem Partido servirá para ameaçar e criar um ambiente de insegurança em sala de aula, onde qualquer assunto relacionado aos direitos humanos ou mesmo conteúdos históricos poderão ser classificados como doutrinação.

O posicionamento das relatorias especiais da ONU destaca também o impacto de ideias conservadoras defendidas no Escola Sem Partido na definição da Base Nacional Comum Curricular (BNCC), documento que define as competências e os objetivos de aprendizagem dos estudantes a cada etapa da vida escolar O Ministério da Educação retirou do texto final da BNCC o termo «orientação sexual». Normas internacionais ratificadas pelo Brasil recomendam esforços para combater a discriminação nos ambientes escolares, inclusive por orientação sexual.

O posicionamento foi publicado após a entrega de documentos que tratam do tema pela Campanha Nacional pelo Direito à Educação e pelo Instituto de Desenvolvimento e Direitos Humanos (IDDH). A relatora especial para o direito à educação, Koumbou Boly Barry, esteve em evento promovido pela Campanha Nacional pelo Direito à Educação e pela Ação Educativa em abril, recebendo informações sobre o contexto da educação brasileira por meio de movimentos e ativistas da área.

Escola sem partido

O movimento Escola sem Partido foi fundado em 2004 pelo advogado Miguel Nagib. Em 2014, ganhou força quando se transformou em um projeto de lei apresentado na Assembleia Legislativa Estadual do Rio de Janeiro (Alerj). O movimento disponibilizou, então, dois modelos de projetos de lei, estadual e municipal. Em âmbito nacional, projetos semelhantes tramitam tanto na Câmara dos Deputados, quanto no Senado.

O texto estabelece, entre outras questões, que seja afixado na parede das salas de aula de todas as escolas do país um cartaz com os deveres do professor, entre eles o de não se aproveitar da audiência cativa dos alunos para promover os seus próprios interesses, opiniões, concepções ou preferências ideológicas, religiosas, morais, políticas e partidárias.

Fuente de la noticia: http://www.jb.com.br/pais/noticias/2017/04/13/onu-alerta-para-impactos-do-projeto-escola-sem-partido-na-educacao-brasileira/

Fuente de la imagen:

http://jcrs.uol.com.br/_midias/jpg/2017/04/14/frp_fernando_holiday_foto_fabio_rodrigues_pozzebom_060920162_850x567-1519705.jp

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