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Universidades estatales privilegiadas

José Joaquín Brunner

“Estamos frente a un proyecto estratégicamente mal planteado, el cual aparece desprovisto de un marco general y que, en materia de contenidos, es abiertamente contradictorio…”

Un nuevo giro dentro de su errática estrategia para reformar la educación superior (ES) representa el proyecto de ley sobre universidades del Estado enviado por el Gobierno al Congreso. A continuación proporcionamos siete claves para su análisis e interpretación.

Primero, fundamentación . El mensaje del proyecto carece de una visión de conjunto del sistema y no justifica el hecho de legislar separadamente para un grupo de universidades. Tampoco resulta razonable discutir sobre un subsector de la ES mientras el marco general -esto es, la ley de ES que el Gobierno impulsa en paralelo- apenas comienza a tramitarse. Al desvincular una parte del todo, se empobrece este mientras aquella se distorsiona. Además, debatir ambas materias por carriles separados dificulta alcanzar acuerdos y confirma que el Gobierno no posee una estrategia coherente e improvisa.

Segundo, objetivo . El propósito declarado por la normativa propuesta es organizar a las universidades del Estado de acuerdo a una “visión sistémica”. Esta afirmación contradice, sin embargo, la lógica; precisamente, el proyecto ha sido desgajado de esa “visión sistémica” y por tanto deberá discutirse fuera del conjunto, según la exclusiva especificidad estatal de un grupo de universidades.

Tercero, especificidad estatal. ¿En qué consiste esa especificidad? El proyecto responde de manera perfectamente tautológica; consistiría en la calidad de ser una institución del Estado, parte de la administración pública, creada por ley y dotada de autonomía para contribuir al desarrollo de la sociedad. Lo decisivo, en consecuencia, es la forma jurídico-administrativa; las universidades del Estado son “sus” universidades. Pobrísima explicación para una de las más antiguas instituciones de Occidente.

Cuarto, responsabilidad del Estado . El proyecto la limita al cuidado, fomento y los privilegios concedidos a “sus” universidades; una concepción anacrónica e incompatible con un régimen mixto de provisión como existe en Chile. Al contrario, la responsabilidad estatal es el bien general del sistema, su bien común. Debe reconocer la autonomía de todas y cada una de las universidades y sujetarlas a todas, por igual, a un régimen de exigencias públicas. Tiene que financiar por igual a los alumnos con iguales necesidades, sin discriminar entre ellos, y financiar competitivamente la investigación, sin favoritismo. El proyecto de ley se halla de espalda a estos principios, valores y orientaciones.

Quinto, privilegios . El proyecto crea diversas clases de privilegios que el Estado otorgaría a “sus” universidades, como si la ley debiese promover intereses corporativos y no el bien común. Ilustro el punto con dos casos.

Por un lado, confiere a estas instituciones privilegios de acceso al poder, de manera que a través de una instancia legal de coordinación ellas recibirían netas ventajas de interlocución y negociación con las autoridades gubernamentales y las agencias públicas del sector. Justo lo contrario de lo que cabría esperar: que dichas autoridades y agencias actúen de manera imparcial y equilibrada frente a todas las universidades. Adicionalmente, esta nueva instancia pondría fin al CRUCh en la práctica, y aumentaría el riesgo de captura de las políticas y los recursos públicos.

Por otro lado, y en línea con lo anterior, el Estado otorgaría privilegios financieros a “sus” universidades mediante un fondo de mejoramiento durante los próximos 10 años, a través de convenios marco que garantizan un financiamiento permanente adicional para este grupo de universidades. Además, estas mantendrían todos los restantes aportes directos, concursables y de otro tipo que perciben en la actualidad.

Sexto, gobernanza . Respecto de esta materia, el proyecto adopta un concepto más a tono con las nuevas concepciones universitarias. Radica el gobierno estratégico de las instituciones en un consejo superior, con mayoría de miembros externos y presidido por uno de ellos. El rector pasa a ser un agente ejecutivo que responde ante dicho órgano. Se completa el cuadro directivo con un consejo universitario expresivo de los académicos -de naturaleza consultiva y propositiva-, en el cual participan, además, representantes de los otros estamentos. El proyecto no incluye pues la idea de gobierno triestamental. Al contrario, refuerza la gestión ejecutiva del rector bajo una autoridad superior que representa a las partes interesadas externas e internas a la organización.

Séptimo, gestión empresarial . En consonancia con una gobernanza renovada se consagra asimismo una gestión institucional más flexible, junto con otorgar a las universidades estatales las facultades necesarias para administrar un modelo de negocios y comercialización de conocimiento que les permita generar excedentes, rasgo distintivo de las organizaciones emprendedoras. Esto debería facilitar una administración más competitiva de las universidades del Estado, volviendo innecesario e inconsistente el otorgamiento de ventajas y privilegios especiales.

En conclusión, estamos frente a un proyecto estratégicamente mal planteado, el cual aparece desprovisto de un marco general y que, en materia de contenidos, es abiertamente contradictorio.

Por una parte, define a las universidades estatales como un servicio de la administración pública, pero, en vez de organizarlas como una moderna burocracia, les otorga privilegios corporativos anacrónicos, injustificados e incompatibles con un régimen mixto de provisión.

Por otra parte, moderniza su gobierno y gestión dotándolos de una organización, facultades e instrumentos propios de un modelo emprendedor de universidad, caracterizado justamente por la competencia, la generación de excedentes y la continua innovación. Sin embargo, este modelo es luego negado en la práctica al instituirse privilegios corporativos excluyentes.

Puede anticiparse que este contradictorio planteamiento dará lugar a intensas discusiones. Volverá a hacer presente, una vez más, que el Gobierno no ha logrado plasmar hasta ahora, cuando se acerca ya el fin de su período, una visión sistémica de nuestra educación superior.

 

Fuente del articulo: http://www.brunner.cl/?p=16034

Fuente de la imagen: https://www.cepchile.cl/cep/site/artic/20170612/imag/foto_0000001320170612155731.jgp

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Niña de 13 años, crea dispositivo de energía renovable

23 de noviembre de 2016/ Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/

Maanasa Mendu es el nombre de la joven de 13 años, originaria de Ohio que  ganó el primer premio del Discovery Education 3M Young Scientist Challenge, gracias a  su dispositivo de reproducción de energía limpia.

La joven de ascendencia india, inventó un aparato que transforma la energía eólica y solar en una fuente de energía lumínica. Para este prototipo solo gastó 5 dólares, y además del galardón, se llevó 25.000 dólares.

La idea -afirmó Mendu- surgió tras un viaje a la India, donde reside parte de su familia. Allí se percató de los problemas de luz y agua que tenía la nación, y comenzó a desarrollar en su mente, alguna alternativa para cambiar esta situación y que además fuera asequible para todos.

“Para mí, personalmente, eso significa no tener acceso (temporalmente) al aire acondicionado o a la electricidad. Pero para más de un quinto de la población mundial la oscuridad es una realidad permanente”, aseguró.

Para diseñar este dispositivo se basó en la estructura de las plantas, fijándose en cómo las hojas captan la energía de las precipitaciones, el viento y la luz. Todo esto representado en paneles solares y un material piezoeléctrico que recibe esas vibraciones y las convierte en energía renovable.

Harvest, como así lo llamó Mendu, por los momentos es una idea, diseñada  y construida a base de elementos que la adolescente tenía a la mano. Pero espera en algún momento, crear un prototipo, realizar más pruebas y que ese mecanismo se pueda reproducir a gran escala.

“El dispositivo captura energía que está constantemente disponible en nuestro entorno”, explicó.

Aunque la idea inicial era solo utilizar el poder del viento, Margaux Mitera, mentora de Maanasa en este proyecto, le sugirió que podría aprovechar también otras fuentes de energía.

Competición

El director ejecutivo de Discovery Education, Bill Goodwyn, apuntó que cada año, el concurso recuerda lo inspirador que resulta cuando se capacita a generaciones más jóvenes para aplicar la ciencia, el pensamiento crítico y la creatividad para resolver problemas del mundo real.

Entre los otros proyectos  finalistas del concurso, se encontraban bacterias que generan energía, un sensor para ayudar a personas con discapacidades físicas, un simulador de reanimación cardiopulmonar y un aparato para controlar la polución.

Fuente artículo: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/2649

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La didáctica debe ser la llave para transmitir la ciencia a la sociedad.

Europa/España/Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/

Por: Ana Moas.

Lidera un proyecto educativo sobre el cambio climático apoyado por la Unión Europea.

Tras años de trabajo, el IES Virxe do Mar de Noia se erige como epicentro didáctico a nivel internacional de la mano de un proyecto liderado por el profesor Francisco Sóñora.

-¿Cómo surge la iniciativa?

-En el año 2006, la Xunta lanzó una prueba con la que demandaban un profesor de biología y geología dispuesto a desarrollar un proyecto sobre el medio ambiente. Fui seleccionado para desarrollarlo y probarlo. Resultó muy bien y, después de seis años funcionando en la Xunta de Galicia, lleva otros cuatro haciéndolo internacionalmente.

-¿El IES Virxe do Mar de Noia lleva todo este tiempo implicado?

-Lleva diez años trabajando en ello. Al principio era un apoyo fundamental, pero desde que formo parte del profesorado del centro, este ha pasado a convertirse en el epicentro del mismo, aunque hay muchos más participantes que no forman parte de él.

-¿De qué manera acceden los alumnos del instituto?

-Se trata de un sistema muy selectivo que busca impulsar proyectos de innovación educativa, por lo que los alumnos optan en función al curso académico y mediante propuestas que realizan y que posteriormente son elegidas. En nuestro caso contamos con chavales que llegan a mantenerse desde sexto de primaria y que continúan una vez están en la universidad. Aunque los que más solicitan su participación vienen de cuarto de ESO y primero de bachiller.

-¿Usted ha sido siempre el encargado de dirigir la iniciativa?

-Sí. Llevo dirigiéndola desde el 2006 y puedo decir que soy tutor de un equipo que se ha mantenido durante este tiempo, si bien ha habido nuevas incorporaciones.

-¿De qué manera se implican cada integrante del equipo?

-Nos dividimos en cinco grupos dependiendo de las funciones. Un conjunto de profesionales encargados de generar una serie de contextos, situaciones e iniciativas, que está formado por profesores de distintas especialidades, científicos de investigación punta en cambio climático, gente relacionada con las tecnologías de la información y un grupo encargado de la comunicación y diseño gráfico. La idea es desarrollar productos didácticos destinados a los alumnos que serán los encargados de probarlos y divulgarlos.

-¿De qué trata esta propuesta?

-Tratamos de abordar todos los problemas ambientales conducidos por el cambio climático y buscamos respuestas a las mismas con la ayuda de los alumnos.

-Han recibido numerosos reconocimientos.

-Contamos con el apoyo de fundaciones como Barrié, la Española de Ciencia y Tecnología o Paideia. El reconocimiento del marco de las Naciones Unidas por el cambio climático y muy poco nada hemos conseguido ganar el Erasmus +, un proyecto financiado por la Unión Europea con 238.000 euros.

-¿Cuál es el objetivo de esto?

-Los nuevos conocimientos de la ciencia se conforman rápidamente y deberían llegar a los centros educativos de forma inmediata y la didáctica ha de ser la llave para transmitir la ciencia a la sociedad.

-¿Qué valoración tiene acerca de lo acontecido como profesor?

-Mi orgullo particular es ver con qué calidad e intensidad crecen los alumnos implicados.

-¿Cuál es el próximo reto?

-Darle forma al consorcio creado, que aportará investigaciones sobre los efectos del cambio climático en el Atlántico norte y sur y en el Báltico, así como desarrollar a partir de ello, productos didácticos y contenidos web. Lo siguiente será relacionar la biodiversidad y el cambio climático. Por el momento, solo espero que el IES Virxe do Mar continúe siendo el epicentro didáctico.

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/2016/08/06/biologo-geologo-didactica-debe-llave-transmitir-ciencia-sociedad-diversos-reconocimientos/0003_201608B6C8991.htm

Imagen: http://www.lavozdegalicia.es/sc/x/default/2016/08/06/0012_201608BG6C8F1jpg/Foto/BG6C8F1.jpg

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Propuesta para resolver el abandono adolescente en la escuela secundaria

Por Cristián Parodi*

Wilfredo Pareto (1848-1923) fue un economista, matemático y filósofo italiano que describió la existencia de dos grandes grupos que explican hechos sociales y económicos de manera práctica. Esos grupos se definen en “los pocos de mucho” y los “muchos de poco”. Este principio – que se conoce como la Ley de Pareto o la Ley del 20/80 – dice, muy resumidamente, que el 20% de “A” se explica por el 80% de “B” (y viceversa). Por ejemplo, el 20% de un territorio concentra el 80% de la población; el 80% de las personas compra el 20% de los libros que se publican; el 20% de los proyectos requieren el 80% de los recursos.

¿Qué tiene que ver Pareto con la educación? En este post me gustaría explicar cómo podemos utilizar este concepto para mejorar el desempeño escolar de los alumnos y de las escuelas en general, proponiéndonos una meta concreta: que haya menos repitencia y abandono, y que más adolescentes terminen sus estudios con título (y con los conocimientos que necesitarán para continuar su vida post secundario).

¿Por qué es importante que nos fijemos esos objetivos? Porque en nuestro país el abandono escolar del secundario es una de las crisis sociales más graves y silenciosas que avanza sostenidamente. Se estima que alrededor de 500.000 adolescentes dejan sus estudios cada año. No hay manera de  proyectar futuro en una sociedad que tiene en su núcleo la imposibilidad de construir caminos para el desarrollo de sus jóvenes. El sistema educativo no cuenta con la agilidad necesaria para solucionar este problema rápidamente. Necesita que nosotros, la comunidad, despleguemos nuestra inteligencia, apoyos y recursos para que los adolescentes permanezcan en las escuelas adquiriendo conocimientos y desarrollando su potencial.

El abandono empieza por darnos señales claras: jóvenes que se llevan varias materias y que a partir de segundo año – o tercero – la sumatoria de las previas provoca su abrupta salida del sistema. El desafío consiste en abordar el problema antes que esas señales surjan. Si podemos monitorear el desempeño de los alumnos desde el primer día de clase, podremos desplegar a tiempo los apoyos que esos jóvenes necesitarán para aprobar y continuar con sus estudios.

¿Cómo podríamos activar ese seguimiento?. Retomemos a Pareto. Aplicando su principio podemos decir que el 20% de las materias que se dictan en un curso generarán el 80% de los aplazos. Esta hipótesis, que se puede validar con las estadísticas que registra la escuela y que deberían ser difundidas por cada institución, es un punto de partida muy importante para poder concentrar y orientar a tiempo – es decir antes que finalicen los trimestres – los acompañamientos y apoyos que necesitará un amplio grupo de alumnos para aprobar las materias más difíciles.

Las redes de apoyo de la escuela

Nuestros esfuerzos y recursos se tienen que concentrar en ese 20% de materias críticas. El siguiente paso consistirá en diseñar cómo instrumentaremos los  acompañamientos que nos ayudarán a aumentar la cantidad de aprobados.

Una idea válida es acudir a las “redes de apoyo” de la escuela. ¿Qué son esas redes? Son grupos de afinidad interesados en sumar su tiempo, recursos e inteligencia para complementar los esfuerzos que la escuela necesita. Esas redes pueden ser de ex alumnos, ex docentes y la comunidad de padres, que están dispuestos a asistir y apoyar a los grupos más vulnerables. La participación del docente en este proceso será esencial, a partir de su diagnostico y recomendaciones para reforzar el desempeño de esos grupos. Será quien informará las calificaciones cuando sucedan, requisito fundamental para desplegar los acompañamientos.

Implementando la idea

Como todo proyecto colaborativo, esta iniciativa se puede poner en marcha por el impulso de algunas de las partes que lo conforman.

Si los docentes ven que esta idea es potable, que será un apoyo esencial para el dictado de sus clases y para mejorar el desempeño de su sus alumnos, serán ellos los que presentarán la iniciativa al equipo directivo de la escuela.

Si los padres, que sí están interesados en que sus hijos aprendan y terminen sus estudios, que viven la etapa del secundario con mucha preocupación y temores respecto del futuro de sus hijos,  tuvieran la oportunidad concreta de sumar sus esfuerzos para ayudarlos – y a sus compañeros – a entender lo que les resulta más difícil, también llevarán esa iniciativa a la escuela.

Si los ex alumnos y ex docentes, que tienen un fuerte sentido de pertenencia con la institución que los formó, o en la que estuvieron trabajando durante años, vieran que esta propuesta es un aporte concreto para que haya más egresados y menos abandono, comenzarán a compartirla con ex colegas y ex compañeros para que tome impulso y se pueda poner en marcha.

No esperamos que todos los miembros de esos grupos sumen sus apoyos, bastará con que el 20% se involucre genuinamente para conseguir un aumento del 80% en el desempeño escolar de los alumnos. En otras palabras, que más estudiantes aprueben las materias difíciles, y que menos adolescentes abandones sus estudios. Así iremos impulsando este proyecto curso por curso, año tras año, provocando mejoras sustanciales en los procesos de aprendizaje de los adolescentes.

El drama del abandono escolar dejó de ser únicamente un desafío de la educación pública. Es un problema de nuestra sociedad que tiene la responsabilidad de desplegar el potencial de sus jóvenes en la etapa más importante de sus vidas: la escuela secundaria.

Nota: Escuelas interesadas en poner en marcha esta iniciativa les ofrecemos nuestra colaboración para concretarla. Invitamos a escribirnos por email a porlaeducacionhoy@gmail.com o por mensaje interno en Hagamos algo por la educación

Publicado originalmente en: https://laescuelacolaborativa.com/2016/03/22/propuesta-para-resolver-el-abandono-adolescente-en-la-escuela-secundaria/

Imagen: http://www.monografias.com/trabajos99/desercion-educativa/image001.jpg

 

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España:Adiós a las asignaturas. El trabajo por proyectos convence cada vez a más escuelas

Europa/España/Abril 2016/Fuente y Autor:Plataforma Reinvidicativa

Institutos como el de Sils optan por facilitar el aprendizaje de sus alumnos a partir de los proyectos, un planteamiento que ofrece más ventajas educativas que las asignaturas: les motiva y les ayuda a conectar conocimientos.

¿Qué prefieres, escuchar toda la mitología griega pegado al pupitre, o descubrir el mundo de los héroes y los mitos a partir de su investigación en la música, la literatura y el arte contemporáneos? No contestes todavía. ¿Qué te gustaría más, volver del patio y que te expliquen en dos sesiones de una hora la evolución de los primeros habitantes de la tierra, o que tú y tus compañeros os lancéis a defender -con argumentación científica- el yacimiento que hay en el pueblo del al lado, que parece ser que amenazado por un pelotazo inmobiliario?

«Hombre, preferimos trabajar con los proyectos, que nos ayudan a aprender cosas que nos servirán para la vida real, y que nos motivan. Son retos», apunta uno de los alumnos de Cuarto de ESO del instituto público de Sils (Girona). Él es de los que está recabando información con sus compañeros para armar una defensa justificada del yacimiento -realmente existente, y anteriormente amenazado- del Camp dels Ninots, cerca de Girona.

El trabajo por proyectos ha relegado las asignaturas a un tercio del horario en este centro educativo gerundense, y cada vez gana más terreno, según los expertos, a la clásica organización compartimentada de las materias. «El conocimiento no es algo separado que se baste a sí mismo, sino que está inmerso en un proceso por el cual la vida se sostiene», proclamaba hace décadas el pedagogo americano John Dewey, una frase que adapta al siglo XXI Iolanda Arboleas, directora el instituto: «Queremos futuros ciudadanos que sepan relacionar aprendizajes, que sean capaces de trabajar en equipo, de innovar, de adaptarse a los cambios y comunicar bien».

Además de algunos centros educativos públicos, que como en Sils hace años que apuestan por esta metodología, en las últimas semanas ha trascendido el atrevimiento de las escuelas de los Jesuitas de Catalunya, una institución centenaria que en su profunda renovación también ha decidido cambiar las asignaturas por los proyectos. O el siempre envidiado sistema educativo finlandés, que recientemente también ha visto en las asignaturas un signo caduco de tiempos educativos pasados.

Y es que los proyectos son sólo la palanca que permite a muchos docentes transformar los aprendizajes de sus alumnos en una actividad más motivadora -los gusta el reto-, cooperativa -suelen trabajar en grupo- y significativa -las propuestas suelen ser vinculadas al entorno del centro. «Los alumnos siempre te preguntan: ‘¿pero eso para qué me servirá a mí?’ Pues bien, los proyectos sí, dan sentido a su aprendizaje. Está comprobado que les motivan», expone Neus Sanmartí, durante años directora del Instituto de Ciencias de la Educación de la UAB y coautora del libro ¿Trabajamos por proyectos? «Los currículos de todo el mundo van hacia los proyectos, porque permiten un trabajo interdisiplinar: los conocimientos deben relacionarse porque en la vida los problemas reales son complejos».

Pero, ¿cómo lo hacen en Sils?
En el instituto de Sils tuvieron la suerte de empezar de cero. El centro abrió sus puertas en 2008 y lo hizo con un equipo de profesores con inquietudes pedagógicas y ganas de cambiar las cosas. «Sabíamos que queríamos acabar con los cuatro jinetes del apocalipsis de la Secundaria, en nuestra opinión orígenes de todos los males», recalca Arboleas, «que son la exigencia de unos niveles mínimos para todos los alumnos, la segregación por niveles, la obsesión del docente por su materia -muy propio de la ESO-, y la concepción del alumno como receptor de conocimientos», expone la directora.

En su cruzada contra los jinetes, en Sils encontraron un claro aliado en el trabajo por proyectos. Actualmente dividen el horario lectivo en tres franjas -que no asignaturas-, «que van de menos a más autonomía para el alumno». Las tres tienen el mismo peso horario. La primera es la de la llamada clase magistral. En el instituto consideran que también debe haber espacio para la transmisión de conocimientos. La segunda es la franja de los procedimientos. «Aquí metemos las mates y las lenguas, sobre todo la enseñanza procedimental. La ortografía y las ecuaciones, por ejemplo, se han de aprender a partir de la repetición», constata Arboleas. Y la tercera es la de los proyectos.
Hacen uno cada mes. «Al principio dejábamos que los alumnos decidieran libremente sus proyectos, pero nos encontramos que no salíamos de las tribus urbanas… Y ahora les damos orientaciones», detalla la directora. Esto les ha permitido repartir los temas con algo más de equilibrio en función de las materias, aunque el objetivo es que cualquier proyecto incorpore contenidos de cualquiera de las materias.
¿Cualquiera? Responde uno de los profesores del instituto, durante el recreto: «Sí, a ver, por ejemplo un proyecto sobre aislamientos -él es profe de tecnología-: incorpora tecnología, matemáticas porque tienes que tomar las medidas de la casa, ciencias naturales para estudiar los materiales con que lo puedes hacer, historia de la vivienda y los materiales de construcción del entorno, y lengua porque en todos los casos hacemos exposición oral al final…».
Para integrar todas las disciplinas los profesores tuvieron que despojar los currículos de cada área, con la intención de obtener aquellos conceptos imprescindibles «para que luego los alumnos construyan sus propios conocimientos». En este proceso, apunta Arboleas, no hay libro de texto que valga, pero sí los infinitos recursos de internet.

Las evaluaciones y el papel del profesor
Renunciar a las asignaturas, como han hecho en Sils, es tumbar una pieza de dominó. Automáticamente se tambalean muchas otras piezas, como los exámenes o el papel del maestro dominador del aula.
Quitar peso a los exámenes, tal como han hecho en Sils o en las escuelas Jesuitas, permite centrar la mirada más en la evolución de cada alumno. «Es la evaluación continuada que siempre hemos reivindicado pero que nunca se aplicaba», expone Arboleas. Los alumnos de Sils, simplificando el proceso, obtienen más de la mitad de su nota en función de su trabajo en el proyecto. «Se les valora que se esfuercen, que ayuden a los compañeros, que muestren interés, que mejoren», valora la directora.
De una manera similar se expresa Josep Menéndez, director adjunto de Jesuitas Educación, que pone el foco en las competencias: «Lo que reciben las familias en casa al final de trimestre es la evolución de sus hijos en competencias como la comunicación, la matemática, la ciudadana, la digital… Y luego eso nosotros lo convertimos, mediante un algoritmo, en las notas normativas, por cuestiones administrativas», concluye.
Este planteamiento -valorar los alumnos en función de su progreso y no de unos mínimos previamente marcados- permite además, como ocurre en Sils, que todos los estudiantes puedan seguir en una misma clase, tengan más o menos dificultades. «Aquí aprueban los que se esfuerzan», sentencia Arboleas, convencida de que así se refuerza la atención a la diversidad.

¿Pero como se mide el esfuerzo? ¿Y la colaboración? «Con observación», coinciden ambos. Como el maestro ya no tiene que pasar las horas impartiendo clase, se puede pasear por el aula analizando el trabajo los alumnos.
«El maestro se convierte en un estimulador de aprendizajes y un diseñador de situaciones didácticas». Esta es la definición de Arboleas del nuevo papel del docente. Menéndez tiene también la suya: «El maestro cede el centro de atención al alumno y pasa a plantear retos y acompañar; observar y evaluar», sentencia.

El impacto de los proyectos en el sistema
El impacto de la transformación de los Jesuitas ha suscitado un amplio debate en la comunidad educativa. El sociólogo Xavier Martínez-Celorrio aprovechaba para resaltar el conservadurismo de algunos institutos públicos a la hora de innovar, a lo que varios docentes han respondido que las instituciones privadas parten con ventaja de recursos, y que sí hay algunos centros públicos pioneros en este campo.
En el aspecto concreto del trabajo por proyectos, Sanmartí hace su diagnóstico: «Hasta ahora había algunos centros que trabajaban así, pero a contracorriente, y ahora quizás comenzará a pasar al revés. Sin embargo, dudo que el cambio sea generalizado. En general, el cambio se genera más en centros nuevos y en los que tienen alumnado difícil; los que ya tienen buenos resultados no se plantean estas transformaciones», expone.
En cuanto a la Administración catalana, que ya en 2007 incluyó en la ley que había que hacer un proyecto al año en Primaria, Sanmartí opina que «no ha habido ningún otro incentivo en esta línea». Así, ante la aparente apatía de la Generalitat, algunos centros como el de Sils han hecho su camino. «A nosotros nos han apoyado, y estamos contentos con el papel de la Administración: no nos ha dado grandes edificios ni muchos profesionales, pero nos ha dejado hacer y ha confiado en nuestra propuesta, que ya es bastante importante», valora Arboleas.
A veces no sólo hay que convencer a la Administración, sino también las familias. «Al principio se nos quejaban porque los niños no llevaban deberes a casa», recuerda la directora, que cree que las familias tienden a ser muy conservadoras al inicio.
Y es que decir adiós a un pilar del sistema educativo como han sido las asignaturas no es sencillo. Pero Arboleas matiza: «No es decir adiós, porque compartimentar el conocimiento también es práctico a veces, pero lo que no puede ser es que, como hasta ahora, vertebren todo un proyecto educativo o un centro. No tiene sentido», concluye.

Fuente de la noticia:http://www.laeducacioncuantica.org/educacioncuantica/SEducacionCuantica?PN=16&PE=2&WEBLANG=1&NOTICIA=618

Fuente de la imagen: http://www.laeducacioncuantica.org/educacioncuantica/pages/images/uploads/931.jpg

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