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Haití y la raza: tensiones y contradicciones para el feminismo antirracista y plurinacional (I)

Mujeres Haitianas
Haití y la raza: tensiones y contradicciones para el feminismo antirracista y plurinacional (I)

Diana Carolina Alfonso

Tanto la historia como el presente del pueblo haitiano pueden servir de vidriera para la historia del continente. El rol de las mujeres haitianas presiente revanchismo colonial y revolución social.
En el relato oficial de los años ‘90, las aperturas neoliberales se predisponían a diseñar al brazo del capitalismo internacional un porvenir marcado por el fin de la historia. Es decir, el fin de las ideologías y procesos de masas de carácter universalista, como el comunismo, el anarquismo, e incluso el mismo liberalismo filosófico republicano. El fin de la historia, como premisa destructiva de las históricas utopías emancipadoras mundiales, condensaba además un proceso de largo aliento, cuyo quiebre estratégico tendría que ver con el desgaste de los Estados de bienestar.
A este discurso nordocéntrico (situado en las realidades del norte de poder internacional: EE.UU. y los países céntricos de Europa) debemos sumar los procesos de descolonización en África y Asia. Lo que el neoliberalismo lee como fin de la historia, las periferias mundiales lo vivimos como el deterioro de la dominación eurocéntrica, con sus formas de dominación directa colonial. Como lo atestigua Frantz Fanon en los Condenados de la tierra, los procesos de descolonización, aunque tuvieron por objetivo la destrucción del sistema colonial europeo y estadounidense, fueron fuertemente torpedeados por el colonialismo interno y la cooptación estratégica de los mandos altos y medios de poder.
Las burguesías nacionales habían sido educadas durante décadas en el corazón imperial europeo. En la actualidad, aunque formalmente las periferias del mundo gocemos de aparatos autónomos devenidos de luchas cruentas contra la dominación extranjera, como Constituciones, Sistemas Educativos e Instituciones Financieras Nacionales, en la realidad estamos lejos de gozar de autonomía política, financiera o cultural.
La colonialidad persistente es un grave lastre de las dependencias colonialistas. El resultado es el reforzamiento de discursos y prácticas basados en el odio racial, clasista y machista.  En el caso haitiano, el racismo sexo-genérico está relacionado con una impronta de clase.
Las viejas élites mulatas de Pétionville (Ciudad de Petión, en nombre del prócer revolucionario mulato, letrado y propietario) coordinaron la vida política y económica del país durante años, dejando a fuera a la totalidad de la población. En la actualidad el cuerpo jurídico está en francés y los Liceos prohíben el creol al 99% del pueblo que habla la lengua local.
En una operación historiográfica desastrosa Jean-Jacques Dessalines, referente máximo de la revolución anti esclavista, por negro e iletrado, es degradado y puesto linealmente, codo a codo con Petión. Otra de las operaciones historiográficas de la colonialidad del saber, fue borrar el papel prominente de las mujeres en la revolución. Cécile Fatiman, la responsable de convocar la rebelión dedal de la revolución en Bois Caimán, ha sido totalmente olvidada. Olvido premeditado, dicho sea de paso, por las lógicas del poder epistemológico patriarcal y colonial.
En el libro más leído sobre revoluciones al interior de nuestras academias, El Siglo de las Revoluciones de Eric Hobsbawm, la revolución haitiana -primera revolución independentista de la modernidad, primera gesta anti esclavista de la historia universal moderna- solamente aparece en dos menciones: un renglón sobre esclavitud y un pie de página.
En Haití, la colonialidad racista y misógina es un lastre del revanchismo que tuvo que pagar la Nación por atreverse a reventar las cadenas de la esclavitud y gritar, por vez primera en el continente “Libète ou lanmò”, libertad o muerte en palabras del gran Dessalines.  Tras el terremoto del 2010, Haití viene sufriendo un total desguace de sus recursos.
El negocio de la lástima campea. Según el sociólogo Lautaro Rivara, de la Brigada Dessalines, el negocio de la ayuda internacional, vehiculizado por cientos de ONGs de los centros de poder, ha provocado un desdoble total de la economía.
El capital que circula a través de la llamada ayuda internacional ronda buena parte del Producto Interno Bruto del país. Sin embargo, el injerencismo internacional no puede pensarse sin la ocupación del territorio y de la humanidad que en él habita.  Tras el terremoto, más de un millón y medio de personas fueron evacuadas a las periferias de Puerto Príncipe y otras urbes en campamentos totalmente desprovistos de acondicionamiento digno para la vida. En esos días se registraron 250 casos de violación, cifra nimia si se tiene en cuenta la globalidad del proceso destructivo que se ha perpetrado desde entonces.
En los últimos dos años el pueblo haitiano se ha rebelado contra el imperialismo que les empuja a la muerte, la explotación o la prostitución. En mayo de este año, las organizaciones de izquierda, movimientos políticos, y organizaciones juveniles, tomaron las calles para reclamar contra la violencia sexual devenida tras la ocupación del país por organismos como la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) donde la bota militar de los países participantes franquearon toda ética, violando, abusando laboralmente y explotando sexualmente a mujeres, niños y niñas.
La movilización se llevó a cabo en las inmediaciones de la Universidad de Quisqueya en la capital, Puerto Príncipe. Bajo el hashtag #PaFèSilans (“No te calles”, en creol haitiano) surgió el primer movimiento masivo de mujeres que esboza definiciones programáticas de carácter feminista, urgentes para la democratización de la vida nacional.  Uno de los requerimientos fue la creación de un cuerpo jurídico que tipifique la violencia contra las mujeres y las infancias.
Ya en el 2015 había sido llevado a cabo un proyecto que no pudo adelantarse por el cierre del Parlamento. Otra de las medidas que exigen las mujeres tiene que ver con la capacitación efectiva en problemas de violencia sexo-genéricas. Al día hay una total escasez de capacitación en el tema, como de políticas de asistencia y acompañamiento a víctimas. En síntesis, Haití expresa la inagotable fuerza del revanchismo colonial. Al agravio del hambre se suma la total desregulación del mercado de trabajo.
El peso de las maquilas textiles agudizan las pésimas condiciones de vida de las mujeres que mal viven para trabajar en los talleres. La miseria de las maquilas es la esclavitud del presente y tiene cuerpo de mujer.  Ver a Haití es ver un futuro posible. Tanto si nos movilizamos para cambiar la historia, a pesar de los límites de la imaginación, como si nos quedamos viviendo y parasitando al rededor de la lástima como cualquier ONG.

(*)La Autora es Integrante de la Cátedra de feminismos populares y latinoamericanos “Martina Chapanay”

Autor: Diana Carolina Alfonso
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Haití y la raza: tensiones y contradicciones para el feminismo antirracista y plurinacional (I)

Por: Diana Carolina Alfonso

Tanto la historia como el presente del pueblo haitiano pueden servir de vidriera para la historia del continente. El rol de las mujeres haitianas presiente revanchismo colonial y revolución social.

En el relato oficial de los años ‘90, las aperturas neoliberales se predisponían a diseñar al brazo del capitalismo internacional un porvenir marcado por el fin de la historia. Es decir, el fin de las ideologías y procesos de masas de carácter universalista, como el comunismo, el anarquismo, e incluso el mismo liberalismo filosófico republicano. El fin de la historia, como premisa destructiva de las históricas utopías emancipadoras mundiales, condensaba además un proceso de largo aliento, cuyo quiebre estratégico tendría que ver con el desgaste de los Estados de bienestar.
A este discurso nordocéntrico (situado en las realidades del norte de poder internacional: EE.UU. y los países céntricos de Europa) debemos sumar los procesos de descolonización en África y Asia. Lo que el neoliberalismo lee como fin de la historia, las periferias mundiales lo vivimos como el deterioro de la dominación eurocéntrica, con sus formas de dominación directa colonial. Como lo atestigua Frantz Fanon en los Condenados de la tierra, los procesos de descolonización, aunque tuvieron por objetivo la destrucción del sistema colonial europeo y estadounidense, fueron fuertemente torpedeados por el colonialismo interno y la cooptación estratégica de los mandos altos y medios de poder.
Las burguesías nacionales habían sido educadas durante décadas en el corazón imperial europeo. En la actualidad, aunque formalmente las periferias del mundo gocemos de aparatos autónomos devenidos de luchas cruentas contra la dominación extranjera, como Constituciones, Sistemas Educativos e Instituciones Financieras Nacionales, en la realidad estamos lejos de gozar de autonomía política, financiera o cultural.
La colonialidad persistente es un grave lastre de las dependencias colonialistas. El resultado es el reforzamiento de discursos y prácticas basados en el odio racial, clasista y machista.  En el caso haitiano, el racismo sexo-genérico está relacionado con una impronta de clase.
Las viejas élites mulatas de Pétionville (Ciudad de Petión, en nombre del prócer revolucionario mulato, letrado y propietario) coordinaron la vida política y económica del país durante años, dejando a fuera a la totalidad de la población. En la actualidad el cuerpo jurídico está en francés y los Liceos prohíben el creol al 99% del pueblo que habla la lengua local.
En una operación historiográfica desastrosa Jean-Jacques Dessalines, referente máximo de la revolución anti esclavista, por negro e iletrado, es degradado y puesto linealmente, codo a codo con Petión. Otra de las operaciones historiográficas de la colonialidad del saber, fue borrar el papel prominente de las mujeres en la revolución. Cécile Fatiman, la responsable de convocar la rebelión dedal de la revolución en Bois Caimán, ha sido totalmente olvidada. Olvido premeditado, dicho sea de paso, por las lógicas del poder epistemológico patriarcal y colonial.
En el libro más leído sobre revoluciones al interior de nuestras academias, El Siglo de las Revoluciones de Eric Hobsbawm, la revolución haitiana -primera revolución independentista de la modernidad, primera gesta anti esclavista de la historia universal moderna- solamente aparece en dos menciones: un renglón sobre esclavitud y un pie de página.
En Haití, la colonialidad racista y misógina es un lastre del revanchismo que tuvo que pagar la Nación por atreverse a reventar las cadenas de la esclavitud y gritar, por vez primera en el continente “Libète ou lanmò”, libertad o muerte en palabras del gran Dessalines.  Tras el terremoto del 2010, Haití viene sufriendo un total desguace de sus recursos.
El negocio de la lástima campea. Según el sociólogo Lautaro Rivara, de la Brigada Dessalines, el negocio de la ayuda internacional, vehiculizado por cientos de ONGs de los centros de poder, ha provocado un desdoble total de la economía.
El capital que circula a través de la llamada ayuda internacional ronda buena parte del Producto Interno Bruto del país. Sin embargo, el injerencismo internacional no puede pensarse sin la ocupación del territorio y de la humanidad que en él habita.  Tras el terremoto, más de un millón y medio de personas fueron evacuadas a las periferias de Puerto Príncipe y otras urbes en campamentos totalmente desprovistos de acondicionamiento digno para la vida. En esos días se registraron 250 casos de violación, cifra nimia si se tiene en cuenta la globalidad del proceso destructivo que se ha perpetrado desde entonces.
En los últimos dos años el pueblo haitiano se ha rebelado contra el imperialismo que les empuja a la muerte, la explotación o la prostitución. En mayo de este año, las organizaciones de izquierda, movimientos políticos, y organizaciones juveniles, tomaron las calles para reclamar contra la violencia sexual devenida tras la ocupación del país por organismos como la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) donde la bota militar de los países participantes franquearon toda ética, violando, abusando laboralmente y explotando sexualmente a mujeres, niños y niñas.
La movilización se llevó a cabo en las inmediaciones de la Universidad de Quisqueya en la capital, Puerto Príncipe. Bajo el hashtag #PaFèSilans (“No te calles”, en creol haitiano) surgió el primer movimiento masivo de mujeres que esboza definiciones programáticas de carácter feminista, urgentes para la democratización de la vida nacional.  Uno de los requerimientos fue la creación de un cuerpo jurídico que tipifique la violencia contra las mujeres y las infancias.
Ya en el 2015 había sido llevado a cabo un proyecto que no pudo adelantarse por el cierre del Parlamento. Otra de las medidas que exigen las mujeres tiene que ver con la capacitación efectiva en problemas de violencia sexo-genéricas. Al día hay una total escasez de capacitación en el tema, como de políticas de asistencia y acompañamiento a víctimas. En síntesis, Haití expresa la inagotable fuerza del revanchismo colonial. Al agravio del hambre se suma la total desregulación del mercado de trabajo.
El peso de las maquilas textiles agudizan las pésimas condiciones de vida de las mujeres que mal viven para trabajar en los talleres. La miseria de las maquilas es la esclavitud del presente y tiene cuerpo de mujer.  Ver a Haití es ver un futuro posible. Tanto si nos movilizamos para cambiar la historia, a pesar de los límites de la imaginación, como si nos quedamos viviendo y parasitando al rededor de la lástima como cualquier ONG.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=263139
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Laurentino Gomes: “La esclavitud africana dio origen al racismo y fue a escala industrial”

Por: Najara Galarraga Gortázar.

La esclavitud ha existido desde los albores de la historia, pero solo alcanzó escala industrial cuando los europeos trajeron por la fuerza a 12,5 millones de africanos a América. El desarrollo del continente habría sido imposible sin la explotación de los supervivientes. Escravidão (Esclavitud), del escritor y periodista Laurentino Gomes (Maringá, 63 años), es uno de los libros del momento en Brasil, un fascinante reportaje sobre un episodio histórico cuyo legado está presente en la desigualdad en el último país americano que abolió la esclavitud. El autor sostiene, en una entrevista en São Paulo con motivo del Día de la Conciencia Negra (el 20 de noviembre), que los países implicados deberían pedir perdón.

Pregunta. ¿Aprendió más con su trilogía sobre la fundación de Brasil o ahora con la esclavitud?

Respuesta. La anterior me ayudó a comprender cómo fue la construcción del Estado brasileño en el siglo XIX tras romper lazos con Portugal. Pero si quieres entender Brasil en una dimensión más profunda, debes estudiar la esclavitud, el tema más importante de nuestra historia. Todo lo que fuimos, somos y lo que nos gustaría ser tiene que ver con la esclavitud. Con casi cinco millones de cautivos africanos, fue el mayor territorio esclavo de América y el último en poner fin a la trata, en 1850, y a la esclavitud, en 1888. El país fue construido por esclavos en todos los sectores económicos, azúcar, oro, diamantes, café. Los abolicionistas del siglo XIX argumentaron que Brasil necesitaba hacer dos aboliciones: dejar de comerciar con personas e incorporar a los antiguos esclavos a la sociedad como ciudadanos, dándoles tierra, empleo y educación. Brasil nunca ha hecho esto.

P. ¿Por qué?

R. Brasil se convirtió en un paria internacional como Sudáfrica durante el apartheid. La Ley áurea (que ilegaliza la esclavitud) busca librarle de esta mancha, pero nunca hizo ningún esfuerzo por incorporar a los afrodescendientes porque significaba la renuncia de privilegios y riquezas. Por eso somos uno de los países más segregados del mundo, aunque no tuviéramos leyes de segregación racial como las de EE UU. Si mides Brasil con cualquier criterio, ingresos, empleo, seguridad pública, existe un abismo entre las oportunidades para la población blanca y la negra. Aunque desarrollamos el mito de que éramos una gran democracia racial, las manifestaciones de racismo son explícitas en las redes sociales y en el discurso del presidente de la República.

P. ¿Cuál es la traducción práctica de la segunda abolición en Brasil?

R. Si la riqueza de las naciones ya no son los recursos naturales sino el capital humano, Brasil nunca será un país decente mientras la gran mayoría de la población (negra) carezca de educación, salud y trabajo decentes. Afrontar la desigualdad social en Brasil es sinónimo de segunda abolición, porque la mayoría de los pobres son negros. Por eso digo que no es solo una reparación histórica, sino una inversión en el futuro. Esta es la principal agenda política en el futuro, incluso si tenemos un Gobierno hostil. Este es un tema atrapado en el siglo XIX. Cualquier Gobierno, partido político o campaña electoral enfrentará este legado.

P. ¿Cuál es la mayor diferencia entre la esclavitud de América y el cautiverio en el mundo?

R. Existió en el antiguo Egipto, Babilonia, la antigua Grecia y en África antes de la llegada de los europeos. La primera novedad es la escala industrial, con 12,5 millones de personas embarcadas en unos 35.000 viajes al Nuevo Mundo. La segunda, el nacimiento del racismo: es la primera vez en la historia que se asocia la esclavitud a la piel negra. Existe toda una ideología para decir que los africanos eran salvajes y que lo mejor que podía pasarles era ser esclavizados para incorporarlos a la supuesta civilización europea instalada en los trópicos.

P. La Iglesia católica distinguía entre indios y africanos.

R. Hubo una discusión filosófica y teológica sobre si esclavizar o no a los indios, pero la realidad es que fueron masacrados. Portugueses y españoles no pudieron llevar a cabo su proyecto inicial de esclavizar a los indios. Si hubieran tenido éxito, podríamos no haber tenido esclavitud africana.

P. Cuenta en su libro que algunos grandes pensadores de los siglos XVIII y XIX defendían la libertad y la esclavitud.

R. Sí, David Hume (filósofo y escritor británico) era accionista de una empresa de comercio de esclavos. Thomas Jefferson, que escribió la Declaración de Independencia de EE UU y defendía que todo ser humano nacía con los mismos derechos, poseía un gran lote de esclavos.

P. ¿Deben los países pedir perdón? Usted cuenta que el expresidente Lula da Silva lo hizo, pero el portugués Marcelo Rebelo de Souza, no.

R. Creo que sí. Es una cuestión de honestidad, algo simbólico, porque fue una masacre. Ahora, dudo si sería posible pagar esta deuda. En África existe ahora una élite heredera de aquellos aliados con los europeos que se beneficiaron de la trata. El rey Ashanti en Ghana suministraba cautivos a ingleses y holandeses. ¿Quién indemniza a quién? Es difícil. Pero una actitud política de pedir perdón es importante. El papa Juan Pablo II lo hizo en Senegal, no por toda la Iglesia, sino por los católicos implicados. También apoyó medidas prácticas, como las cuotas en escuelas y en la Administración, para personas de ascendencia africana. Existe una deuda histórica que debe abordarse con palabras y gestos concretos.

P. Cuenta que hubo un tiempo en que por cada cien habitantes de Brasil, 86 eran esclavos. ¿Por qué no se rebelaron?

R. Había manuales que aconsejaban a los agricultores que no mantuvieran grupos del mismo origen, cultura, idioma o región. Esto les impidió organizarse. Y había un sistema de recompensa y castigo. El rebelde era azotado; el cooperativo ganaba tiempo libre semanal, el derecho a cultivar un huerto, ir a misa y ganar su propia manumisión (su libertad). La principal forma de resistencia era tratar de ocupar los espacios que la sociedad le daba al esclavo para acercarse al universo de los blancos, como las hermandades religiosas. Hubo un blanqueamiento cultural: cuanto más rápido se alejara de la cultura africana, más ventajoso sería.

P. ¿Ha consultado testimonios de esclavos?

R. Poco. Desafortunadamente la historia de la esclavitud es contada por los blancos. Hay algunos testimonios y biografías relativamente raros. Otra fuente preciosa para escuchar a los esclavos son las preguntas de la policía cuando fueron acusados de delitos. Todo lo que se sabe de Palmares, el principal quilombo (asentamiento creado por esclavos huidos en Brasil) son expediciones militares.

Fuente de la entrevista: https://elpais.com/internacional/2019/11/19/actualidad/1574201523_512609.html

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Entrevista a Peter McLaren: «La pedagogía crítica no es una metodología, es una filosofía de vida y una manera de vivir”

El Doctor en Pedagogía Crítica y Educación Popular, Fernando David García Culebro, comparte para Otras Voces en Educación una entrevista que le hizo al Doctor Peter McLaren.

Por: Fernando David García Culebro

«La pedagogía crítica no es una metodología, es una filosofía de vida y una manera de vivir».

El profesor, filósofo y escritor Peter McLaren es considerado como uno de los principales propulsores de la pedagogía crítica. Sus obras poseen un potencial crítico hacia el capitalismo en todas sus expresiones. Los aportes teóricos de McLaren han trascendido las fronteras norteamericanas llevando su pensamiento a diversas regiones alrededor del mundo. Sus aportes permiten el descubrimiento de nuevas formas de abordar el proceso educativo. McLaren, es autor y co-autor de varios libros y monografías, su libro “La vida en las escuelas” ha sido nombrado como uno de los 12 escritos más significativos a nivel mundial en el campo de la Teoría Educativa, la Política y la Práctica, por un panel de expertos reunidos por la Escuela de Ciencias Económicas y Sociales de Moscú. Dialogamos con él, en el marco del conversatorio internacional del Instituto McLaren de Pedagogía Crítica, en la ciudad de Ensenada, Baja California, México.

En la charla nos contó acerca de lo que para él significó el encuentro con  su mentor Paulo Freire, el Dr. Peter, considera que actualmente existen muchas interpretaciones del trabajo del pensador brasileño, y nos dio algunos ejemplos:

 “Unos enfatizan la crítica que Freire hace al capitalismo,  otros en la cuestión de identidad, cuestionando quién es el oprimido y quién es el más oprimido, preguntándose si la liberación es lo que realmente nos lleva a dar con nuestra identidad; sin embargo, muchos profesores parece ser que prefieren la postura liberadora de Freire en un círculo, discutiendo eventos cotidianos de liberación, de libertad, un tiempo para compartir historias”. Todo ello es algo bueno, pero Peter piensa que “la parte fundamental de la pedagogía crítica se ha perdido” y en las lecturas que él hizo de Freire y otros pensadores críticos, observó la lucha de clases de la sociedad socialista.

En ese sentido, cuando le preguntamos ¿por qué replanteo  la pedagogía crítica y propuso una pedagogía crítica revolucionaria?,  nos respondió: – “En el año  1995, mis colegas estaban escribiendo sobre posmodernidad y en ese año reconocí que tenía que enfocar mi énfasis en un análisis marxista de las clases sociales y una comprensión profunda del racismo y la lucha contra el racismo, porque el capitalismo estuvo fundamentado y construido en el racismo”.

Acerca de ello, agregó: “Frantz Fanon, es el autor  que mejor explica la relación que existe en la construcción del capitalismo y el racismo”. Dicha respuesta nos da un hito del legado de Karl Marx y Freire en el pensamiento de McLaren, porque además agregó que “todo ello influyó a que su trabajo  se centrara en los antiguos y primeros fundamentos de la lucha marxista, para comprender los fenómenos que ocurren en la actualidad y, al estar haciendo ese análisis constructivo descubrió que se sentía mejor llamándole no solo pedagogía crítica, sino pedagogía crítica revolucionaria”. Además, en ese tiempo fue invitado por el gobierno de Venezuela, donde conoció a Hugo Chávez y Luis Bonilla-Molina y, dice Peter: “quedé impresionado en la revolución bolivariana, por lo que decidí participar en ella”. Para ese entonces, ya  lo acompañaban las enseñanzas de su mentor Paulo Freire (como él lo llama) y, comenta que siempre recuerda las palabras de su maestro: “Peter, tú no puedes trasplantar mis ideas en otra cultura y en otro país”.

Aunque Freire se refería en esos momentos a Estados Unidos y Canadá, Peter, lo recuerda en todas partes, junto a otro comentario del pensador brasileño: “reinvéntame en un contexto donde las especificaciones históricas sean las luchas de clases las que tomen lugar”.  Por lo tanto, todo ese legado del gran educador popular está presente en la vida del doctor McLaren, y durante su llegada a Venezuela comenta que “llegué ahí como un aprendiz más que como un enseñante,  a compartir y aprender, con la idea de Paulo Freire y Simón Rodríguez el maestro de Simón Bolívar”.

Durante la conversación, también nos compartió la difícil situación que él vive en los Estados Unidos a raíz de la elección del presidente Donald Trump y al respecto nos dijo: “Considero que soy identificado en ese país como un marxista, socialista, comunista y he tenido represalias en contra de mi persona, ataques de la supremacía blanca porque mi esposa es China y, entonces, el país se ha vuelto cada vez más polarizado, por lo tanto, la pedagogía crítica la han tipificado  como para odiar a los Estados Unidos y, yo les digo que no, que no se vayan con la finta, esa es una forma crítica de patriotismo, tenemos que entender y comprender las consecuencias políticas extranjeras de los Estados Unidos, especialmente después de la segunda guerra mundial, después de la depresión.  Además, es muy chistoso cómo ahorita el tema principal en los Estados Unidos es la intromisión de los Rusos para la manipulación de las elecciones, la pregunta aquí es ¿cómo es posible que los Estados Unidos van a ser tan vulnerables  para que otros países los manipulen?, si los que han hecho intromisiones han sido ellos, en Chile y Venezuela y, no olvidemos el apoyo al régimen de Somoza en Nicaragua. Entonces,  la gente requiere que se le recuerden todos esos factores, todos esos hechos. A mí me gustaría, un Museo de las Victimas del imperialismo norteamericano, con Vietnam y Corea, pero no para que los odien más, sino para hacer un país mejor; lo que más me está frustrando es ver la actitud en cuanto se ha comenzado a criticar  en los Estados Unidos, porque quien lo hace, es acusado de antiamericano”.

En tono amigable, el Dr. Peter, nos contó además, sobre su afinidad por la teología de la liberación, y agregó lo siguiente: «Paulo Freire era católico, era un hombre espiritual y yo me volví un hombre católico, muy crítico de la iglesia, encontré un refugio en la teología de la liberación, que con el aporte marxista están muy cercanos. Hay un brillante mexicano, teólogo, José Porfirio Miranda, él escribió muy importantes libros: “Marx y la biblia”, “comunismo en la biblia” y, a muchos de  sus trabajos los considero muy trascendentales».

En ese sentido, el Dr. McLaren, nos compartió que ha estado escribiendo acerca de las enseñanzas de Jesús, muy comparativas con las enseñanzas de Marx, un capítulo que denominó “Camarada Jesús” y nos explicó sobre ello: “la razón por la que hice eso, es porque el evangelismo cristiano de Estados Unidos lo han llevado para hacerse ricos y, los evangélicos, tienen muchas interpretaciones de la biblia y tienen una agenda política muy conservadora, muy apoyados por Donald Trump y acorde a su agenda política, en contra de todo feminismo, en contra de las construcciones políticas que le quieran proponer, están en contra del multiculturalismo y, entonces, hay un grupo muy fuerte en crecimiento y ante ello, quiero desafiar a esa teología con la teología de la liberación, porque en el Salvador el cura Oscar Romero fue asesinado al igual que un número de Jesuitas en la Universidad Central  y, quienes les dieron alojamiento e incluso la hija del que les rentaba la casa, también fue asesinada. Estos intelectuales Jesuitas de la teología de la liberación, estaban a favor de los pobres. El gobierno los vio como que estaban apoyando al comunismo y con la cooperación de los Estados Unidos fueron asesinados, fue preparado todo. La teología de la liberación  tiene dos fuertes oponentes: el presidente Donald Reagan y Juan Pablo Segundo. Éste último, porque fue muy anticomunista,  muy en contra de la teología de la liberación, incluía a todos aquellos que leían a Marx. Por su parte Ronald Reagan, muy en contra de la teología de la liberación por el marxismo, entonces básicamente ellos se infiltraron, mandaron gente y apoyaron a programas televisivos en América Latina con pastores predicando sobre la prosperidad, alabanzas de la prosperidad, querían imponer entonces, más la visión conservadora que la cristiana”.

Del mismo modo, acerca de su nuevo libro “Pedagogía de la Insurrección”, Peter McLaren nos compartió lo sucesivo: “he escrito capítulos dedicados a Hugo Chávez,  Paulo Freire y a mi camarada Jesús, además de reflexiones sobre el primer ministro de Canadá y Fidel, porque cuando el primer ministro  falleció, tenía 6 cargadores de su féretro, uno era Jimmy Carter y el otro era Fidel y, es muy difícil encontrar fotografías de ese escenario, pero el más interesante capítulo de ese libro es el último, porque trata del rasgo de la pedagogía crítica, lo recio de la pedagogía crítica, su bravura. Este capítulo final es para ser desarrollado, ejecutado y,  junto a mi editora estamos creando un escenario para ello. Esto es algo que todavía puede pasar, pero básicamente en él,  arremeto mi enojo esencialmente en Estados Unidos y en las dificultades, en el dolor y el sufrimiento, para que de alguna manera, Estados Unidos tenga la oportunidad de redimirse a sí mismo, la redención no puede venir sin el reconocimiento de los crímenes hechos a la humanidad”. Con estas palabras el Dr. McLaren, nos transmite su indignación contra las injusticias del imperialismo, pero también la posibilidad que la pedagogía crítica ofrece  para reconsiderar el camino por el bien del mundo.

Del mismo modo, a la pregunta ¿cómo debe ser el pedagogo crítico con los retos actuales?, el doctor Peter respondió amablemente lo siguiente:   «Actualmente hay muchos desafíos  y, no obstante,  hay muchos libros publicados sobre pedagogía crítica, incluso podemos asistir a clases a la universidad y puede que siendo suertudos llevemos unas tres lecturas de pedagogía crítica durante todo el curso de universitario, pero no lo vemos sistemáticamente, no hay una introducción sistematizada, presentada con la intención que sea realmente comprendida, si realmente queremos comprenderla tenemos que asumir los desafíos y las consecuencias de lo que ello significa, los desafíos por ejemplo de las privatizaciones de las escuelas. Nuestro secretario de educación quiere privatizar toda la educación y, dicha privatización, excluye todos los sindicatos, por ejemplo, solo el 12 por ciento de los maestros contratados en Estados Unidos son sindicalizados y, claro, son estudiantes conservadores, muchos de ellos blancos,  quienes objetan a la pedagogía crítica, porque habla de los privilegios de los blancos y no los hace sentir a gusto. Por ejemplo cuando tenemos los noticieros de los FOX, que es el noticiero que tiene más números de audiencias en Estados Unidos, lo que hay en ellos es corrupción política, entonces ellos en pocas palabras, apoyan la postura de la etnia blanca y los estudiantes asumen una postura muy resistente ante  la pedagogía crítica. Lo paradójico, es que los estudiantes blancos son los más deprimidos de los estudiantes en Estados Unidos. Muchos de mis amigos latinoamericanos, africanos y asiáticos, siempre me están contando historias donde los norteamericanos les dicen a ellos que se regresen a su país y ellos dicen: “pero si yo fui nacido aquí o yo vine cuando tenía 5 años, no tengo culpa de estar aquí, yo soy un ciudadano norteamericano” y, ellos les contestan, “pues entonces pruébalo”». En ese sentido, el Dr. Peter, plantea un desafío mayor para la pedagogía crítica “en las entrañas de la bestia” (como él nombra a los Estados Unidos), pero a su vez, hace notar la necesidad de ella en un contexto tan excluyente.

Acerca del mismo tema, el doctor Peter, agregó: “incluso en China, donde trabajé, al noreste del país y donde además, tengo un maestro becado y han traducido mis libros al mandarín,  los comerciantes más poderosos todavía tienen temores contra mis libros, entonces pienso, que esto de la pedagogía crítica puede ser muy riesgosa para quienes pretenden usarla”. 

Posteriormente, el doctor McLaren envió el siguiente mensaje a los compañeros y compañeras que luchan, resisten y construyen las alternativas educativas en el mundo:

«Si bien es cierto, que la mayoría de los jóvenes apoyan al socialismo y ven al capitalismo de manera crítica, el problema está que el lenguaje del socialismo es mucho más difícil de articular, es más difícil hablar el lenguaje del socialismo que el del capitalismo y una de las razones es porque no hay país que haya sido creado realmente en sus relaciones como un estado socialista. En la Unión Soviética, centralizaron todo cuando la economía estaba controlada por el gobierno, ellos entonces imitaron el modo del capitalismo y eso básicamente ha sido la historia. El caso China, muestra la peor manera de cómo se forma el capitalismo, (tal cual,  en los términos hegelianos-marxistas) la producción de todos los agricultores y ganaderos fue recabada por el estado, fue la primera negación, es decir, a la negación de la negación y cuestionar la idea del patrimonio, la idea de propiedad, esa es la única manera de negar, la negación de la negación, para crear algo opuesto a ello, Spinoza dijo que “toda determinación es una negación”, tú tienes lo positivo en lo negativo, lo cual ocurre cuando tú niegas la negación. Entonces lo que necesitamos preguntarnos aquí es lo siguiente ¿por qué muchos revolucionarios se han vuelto sus opositores?, ¿tenemos diferentes opiniones?, ¿no tenemos la idea correcta?, ¿el liderazgo correcto? y, entonces se abre el debate; Pero fíjense, que para la gente joven, hoy día, lo importante es empezar por ver y crear una idea sobre lo que pasa una vez que tomamos el poder del estado, ¿qué pasaría después de la revolución? Preguntarnos eso antes de que pase. Muchos revolucionarios tienen unas cuestiones complejas para comprender pero nunca han escapado de la lógica del capitalismo planteada por Marx y,  Marx no nos ofreció ningún programa, ninguna metodología, ni un seguimiento, ni una ruta,  sin embargo, nos dio las ideas para sacar hebra, pero el marxismo no es algo para aplicar en una situación, sino una forma de leer la realidad. De igual modo entonces, la pedagogía crítica no es una metodología, es una filosofía de vida y una manera de vivir».

Para finalizar y considerando los comentarios del Dr. McLaren, en la construcción de los Proyectos de Educación Alternativa no existen programas que puedan ser replicados tal cual en lugares y momentos distintos, al contrario, dicha construcción debe partir desde lo propio, reinventándose  en cada contexto, cultura, sociedad y tiempo histórico. Por lo tanto, la Pedagogía Crítica Revolucionaria, en el sentido de manera de vivir, nos ayuda a la lectura entre líneas y tras las líneas de las realidades que se nos presentan, imponen y normalizamos en nuestra cotidianidad, con el hito de construir entre todos y todas alternativas educativas que nos lleven al proceso de conciencia y transformación para un mundo mejor, más justo, más humano y humanizante.

Colaboración: Luis Miguel Alvarado Dorry

Imagen: http://fundacionmclaren.com/fundacionmclaren/peter-mclaren/303/

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Día de la Conciencia Negra: camino hacia una política de equidad

Redacción: TeleSUR

El 20 de noviembre fue escogido por ser la fecha de la muerte del líder afrobrasileño, Zumbi dos Palmares, y recuerda la conquista de los movimientos sociales negros que a lo largo de la historia han luchado por la valorización de su cultura.

El Día de la Conciencia Negra en América Latina es celebrado desde la segunda mitad de los años 1970 en rechazo al genocidio, la desigualdad y el racismo que sufren las poblaciones afrodescendientes de la región, situación que no culminó con la definitiva abolición de la esclavitud en el continente.

El 20 de noviembre fue escogido por ser la fecha de la muerte del líder afrobrasileño, Zumbi dos Palmares, y recuerda la conquista de los movimientos sociales negros que a lo largo de la historia han luchado por la valorización de su cultura, sobre todo en Brasil por ser el país con la mayor representación de la raza negra luego de África.

Pero mucho antes de los 70 existieron movimientos étnicos–raciales en América Latina que fueron impulsos para  declarar de forma oficial un día para legitimar las luchas de los afrodescendientes. Ejemplos que se destacan son el Partido Independiente de Color en Cuba, fundado en 1908, y el Frente Negra Brasileira, que surgió a comienzos de la década de 1930.

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Representación de la comunidad negra en la política de América Latina

No obstante, fueron las décadas de 1970 y 1980 donde comenzó a visibilizarse la fecunda participación política afrolatinoamericana. Durante este período sobresalieron los tres Congresos de la Cultura Negra de las Américas que se iniciaron en Cali, Colombia, en 1977, seguido por Brasil, en 1982, y Panamá, en 1987.

Dichas reuniones dieron como resultado que se consolidaran organizaciones y redes nacionales en muchos de los países latinoamericanos, como es el caso del nacimiento de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas y Afrocaribeñas en una conferencia en la República Dominicana.

Por otra parte, la Constitución brasileña de 1988 aprobó la Ley de Derechos de las Comunidades Quilombolas que reconocía derechos de titulación colectiva de la tierra a comunidades con claras conexiones históricas con los asentamientos de antiguos esclavos.

La Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora http://goo.gl/ve40gX

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Mientras, en Colombia la ley 70 de 1993 reconoció y promovió derechos colectivos de propiedad de la tierra, representación cultural y política, junto con la necesidad de reformas educativas para la inclusión de las historias y culturas de los pueblos negros afrocolombianos.

Igualmente, el mito de la ausencia de afrodescendientes en Argentina, donde la Asociación Caboverdiana había sido organizada desde 1867, fue roto por el liderato de la agrupación uruguaya Mundo Afro que, junto con las redes afrobrasileñas y afrocolombianas, llevaron la voz cantante de organización del movimiento afrodescendiente.

Camino a Durban: la mejor tradición del panafricanismo radical

Ya para 1993 surgían redes regionales de movimientos negros en América Latina tales como la conferencia Afroamérica XXI y la Organización Negra Centroamericana (ONECA) que nació un año más tarde.

Asimismo, de acuerdo al investigador Agustín Laó – Montes, dos referente claves en la última década del siglo XX en la política afrolatinoamericana fueron la Campaña continental de quinientos años de resistencia indígena, negra y popular, y los procesos que llevaron a la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, organizada por la Organización de Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica, en 2001.

➡️El 31 de agosto de 2001, se inicia en Durban, la Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y demás formas de intolerancia.

➡️Durban, constituye el hito político que dio paso a un nuevo impulso de medidas para el combate

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En la conferencia realizada en Santiago de Chile en el 2000, se redactó el Documento de Santiago, que articuló un programa crítico para combatir el racismo junto a otras formas de discriminación; además, se consolidó la Alianza Estratégica Afrodescendiente de América Latina y el Caribe.

“La lucidez política y el carácter profundamente democrático de la Declaración de Santiago ubicó a los movimientos afrodescendientes al frente de las propuestas de transformación histórica en la región, proveyó un proyecto de alianza estratégica con el movimiento indígena, y sirvió de base para el carácter descolonial de la Declaración de Durban”, subrayó Laó – Montes en su artículo Cartografías del campo político afrodescendiente en América Latina y el Caribe.

La Declaración y Plan de Acción de Durban promovió las afroreparaciones, al calificar la esclavitud como crimen de lesa humanidad, y reconoció al sionismo como una forma de racismo, razón por loa cual Estados Unidos (EE.UU.) abandonaron la conferencia y luego boicotearon la agenda.

Latinoamérica y sus nuevas políticas de cambio

Actualmente, varias naciones latinoamericanas tienen legislaciones especiales para los afrodescendientes, medidas contra el racismo, y políticas públicas específicas destinadas a las poblaciones negras.

@SEPPIR: Ministério celebra Semana da Consciência Negra com atividades de valorização da cultura afrodescendente https://bit.ly/2NZsGcG

Ministério celebra Semana da Consciência Negra com atividades de valorização da cultura afrodesce…

mdh.gov.br

En Colombia, el Observatorio sobre la Discriminación Racial, un esfuerzo conjunto entre la Universidad de los Andes y el Proceso de Comunidades Negras(PCN), ha promovido la legislación contra el racismo y ha aportado jurisprudencia para facilitar litigios en casos de discriminación racial en establecimientos públicos.

Pero, es en el gigante sudamericano donde se han obtenido mayores logros, puesto que es el único país que instauró una Secretaría para la Equidad Racial (SEPPIR), que estuvo en vigencia desde su fundación en el 2003, con el primer gobierno del presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva, hasta el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, en 2016.

También, la necesidad de tener una representación política formal sirvió de base para la organización de un Parlamento Negro regional, conformado por aquellos congresistas de raza negra electos en forma en sus respectivas naciones entre los que han sobresalido la primera vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, la exsenadora de Colombia, Piedad Córdoba, y la politíca ecuatoriana Alexandra Ocles.

Sin embargo, hoy día el racismo continúa como un problema estructural en toda América Latina, que se evidencia en las severas desigualdades sociales y la falta de representación política en los altos escenarios de decisión.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/dia-conciencia-negra-america-latina-20191119-0027.html

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Declaración de la sociedad bolivariana de Guinea Ecuatorial sobre el golpe de estado en Bolivia

África/Guinea Ecuatorial/17-11-2019/Autor(a) y Fuente: Sociedad Bolivariana de Guinea Ecuatorial

Por: Sociedad Bolivariana de Guinea Ecuatorial

La Sociedad Bolivariana de Guinea Ecuatorial, ha seguido con detenimiento el golpe de Estado perpetrado contra el Gobierno Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia, liderado por su Líder Indígena el Presidente Evo Morales, y advierte sobre la gravedad de lo ocurrido, donde se han cometidos delitos de lesa humanidad. Es por ello que en nuestro compromiso con las causas de los oprimidos del mundo, queremos hacer público un análisis de los acontecimientos y develar el carácter autoritario, fascista, racista y dictatorial, que nos lleva a las peores épocas de las dictaduras en América Latina, así como los Holocaustos y Genocidios cometidos en la historia de la humanidad.

En nombre de la Libertad, la Democracia y la Defensa de los Derechos Humanos, han perpetrado un golpe de Estado, con Biblia en mano, en nombre de dios, han torturado, asesinado, reprimido y eliminado los principales derechos de la sociedad boliviana que se ha manifestado pacíficamente para exigir que se retome el hilo constitucional y la paz en Bolivia.

El Presidente Evo Morales, asumió las exigencias de los sectores de la Extrema Derecha, convocando a conformar un nuevo Tribunal Supremo Electoral y nuevas elecciones, luego que estos sectores fascistas habían vejado mujeres, amenazado familias de líderes políticos y sociales, así como miembros del Gobierno, quemando sus viviendas y exponiéndolos a la humillación pública, tal como hicieron con Patricia Arce, alcaldesa de Pinto, ante el silencio cómplice de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. ¿Será que la defensa por la equidad de género tan enarbolada por estos organismos internacionales no son otra cosa más que una fachada para la obtención de recursos que mantengan una burocracia internacional indolente ante tales atropellos?, el silencio devela sus principales intenciones, puesto que, cuando se trata de gobiernos que defienden los intereses del pueblo, como Venezuela o Nicaragua, tienen la osadía de advertir con anterioridad hechos que no han ocurrido con una velocidad impresionante.

Para hacer un llamado a la pacificación del país, el Presidente Evo Morales, presentó su renuncia a la Presidencia, a cambio de retomar la tranquilidad y convocar a la convivencia democrática, luego de la sugerencia del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas para que dejara su cargo, con lo que se evidencia el carácter militar del golpe de Estado. El resultado, ha sido un llamado a la persecución política, que devela las verdaderas intenciones de la extrema derecha boliviana, con aniquilar el movimiento progresista que le había devuelto la esperanza y había sacado de la miseria al pueblo boliviano, especialmente en los sectores indígenas y la clase trabajadora.

La Constitución de Bolivia es muy clara, una vez presentada la renuncia por parte del Presidente de la República, la misma debe ser analizada por la Asamblea Plurinacional y decidir si la misma es aceptada o rechazada, y aunque el MAS, fuerza política que lidera Evo Morales ocupa dos tercios de la Cámara de Diputados y la Cámara del Senado, la oposición mediante el uso de la violencia y la intimidación, con una pírrica minoría en el órgano legislativo autoproclamó a Jeanine Añez como Presidenta de Facto, desconociendo así toda legitimidad y orden democrático del pueblo Boliviano, avalado por las Fuerzas Armadas, quienes son los que finalmente le han colocado la banda presidencial, un detalle que poco puede pasar desapercibido. Denunciamos en consecuencia la inconstitucionalidad de la Sra. Jeanine Añez como Presidenta de Bolivia, y solicitamos a los organismos internacionales de las Naciones Unidas, exigir el retorno al orden democrático y constitucional en ese país. Se trata de un golpe al parlamento y a las instituciones también.

Consideramos que vale la pena preguntarse ¿cuáles son las causas que originaron esta ruptura del hilo constitucional? ¿cuáles son los intereses ocultos detrás del golpe de Estado?, ¿quiénes han sido los principales conspiradores para el derrocamiento violento del Gobierno del Presidente Evo Morales?, estas respuestas seguramente ayudarán a comprender por qué se ha desarrollado este ataque sistemático, grotesco y violento por parte de los golpistas en Bolivia.

En principio es necesario considerar que estamos frente a un conflicto de los sectores más poderosos de la oligarquía contra la clase indígena boliviana, quienes a lo largo de la historia habían sido execrados, excluidos y empobrecidos por las clases dominantes. Ante la llegada de Evo Morales, primer Presidente Indígena, que le da carácter Plurinacional al Estado, rompe con el concepto de distribución de la riqueza, anteriormente concentrada en una sola élite. Además, Evo Morales fue exitoso en su gestión al contrastar los indicadores de reducción de la pobreza y la desigualdad, a la par que mejoraba los ingresos de la población y mantuvo un crecimiento económico sostenido, aún en períodos de bajos precios de los hidrocarburos y crisis económicas mundiales. Por esta razón, denunciamos que el Golpe de Estado que se consuma en Bolivia, atenta contra las conquistas sociales alcanzada por el pueblo.

Bolivia significa geopolíticamente para el capital monopólico trasnacional, la joya de la corona, sus reservas de Litio, son parte principal del motor de la Cuarta Revolución Industrial, y el Gobierno de los Estados Unidos, no está dispuesto a perder control sobre este mineral; ya han perdido una batalla con China en el 5G, así que ahora van por los recursos materiales. Tal como se ha comprobado días recientes con audios, reuniones públicas y secretas del Gobierno norteamericano con líderes y dirigentes de la extrema derecha y miembros de las Fuerzas Armadas en este país suramericano. Es por ello, que denunciamos la injerencia extranjera por parte de los Estados Unidos, en el Golpe de Estado perpetrado en Bolivia. Algún día tendrán que responder por los muertos, por la violencia generada y la masacre que se enfila contra nuestros hermanos bolivianos.

Debemos también destacar el triste papel de la Organización de Estados Americanos (OEA), y su Secretario General Luis Almagro, quien ha actuado como operador político del Gobierno Norteamericano, ha manipulado un informe sobre la auditoría electoral en Bolivia, que no concluye evidencias sobre un fraude, y que además ha sido fuertemente contrariado por otros informes de importantes agencias internacionales como la Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) y el Center For Economic And Policy Research (CEPR). El Secretario General ha dejado descaradamente su imparcialidad y ha rechazado la existencia de un golpe de Estado, ha sido cómplice de las masacres que se viven actualmente y ha reconocido un Gobierno de Facto, un precedente más que seguirá cavando la tumba de esta organización, que se ha manchado una vez más con sangre sus manos. Denunciamos el papel golpista de la OEA en Bolivia y por ser parte de la violación sistemática de los Derechos Humanos.

El movimiento golpista en Bolivia, es en toda su dimensión fascista:

  • Es fascista porque se ha instalado un Gobierno de Facto en Bolivia, con la bendición de la iglesia y el respaldo de las fuerzas opresoras y militares, que reprimen, torturan y asesinan al pueblo.
  • Es Fascista porque la autoproclamada Presidenta de Facto, emitió un decreto que le da licencia para matar a las autoridades policiales y militares.
  • Es Fascista porque ha asesinado a balazos a 24 personas, a quienes reclaman pacíficamente el retorno a la democracia, 542 heridos y más de 624 detenidos, todas estas muertes documentadas mediante una cantidad innumerable de registros audiovisuales que lo demuestran.
  • Es Fascista porque ha mostrado públicamente como torturan y amenazan a los indígenas y a las clases más humildes. Las autoridades policiales y militares se han atrevido a proliferar consignas como “los vamos a acribillar perros”, a los manifestantes, tal como lo muestran las imágenes en los videos de las redes sociales, a la par que lanzan disparos con armas letales.
  • Es Fascista porque en contravía a lo estipulado por la legislación internacional, ha usado armas de fuego letales contra manifestantes, las cuales se encuentran debidamente documentadas.
  • Es Fascista porque censura, amenaza y agrede la prensa, tal como hemos visto el uso de gases lacrimógenos y gas pimienta directamente a la cara de periodistas, o mediante las amenazas públicas emitidas por la Ministra de Comunicación de Facto quien amenazó a los periodistas acusándolos de sedición.
  • Es Fascista porque persigue, tortura, quema y amenaza sin contemplación a quienes piensan diferente y denuncian el golpe de Estado. Tal como lo ha hecho públicamente el Ministro de Gobierno de Facto, quién ha dicho que “irán a la cacería” de los dirigentes sociales y políticos que se oponen al golpe. Mientras se escriben estas líneas el mismo personaje ha anunciado un “aparato especial de la fiscalía” para detener a los diputados del MAS.
  • Es Fascista porque en contravía de lo que dicta la normativa internacional, amenazó al personal diplomático venezolano y atacó su sede. Así mismo, inició una persecución sin precedentes contra los médicos cubanos que sólo habían llevado salud al pueblo boliviano.
  • Es Fascista porque han creado estructuras paramilitares para masacrar al pueblo boliviano, tal como se ha mostrado en videos actuando junto a fuerzas policiales y militares. Incluso se ha podido observar extranjeros con armas al lado de líderes políticos de la extrema derecha.

La Asamblea de Derechos Humanos, repleta de blancos que nada tienen que ver con la comunidad indígena, se ha pronunciado, y ha dicho que hay darle tiempo a las instituciones para que reacciones porque todo toma su tiempo. ¡Vaya cinismo!, es el mismo silencio cómplice de Michelle Bachelet, del Consejo de Derechos Humanos, y la tibia por decir casi nula declaración de la CIDH.

Denunciamos la doble moral de estos llamados “defensores de derechos humanos”, que, con hipocresía, arremeten en contra de algunos países, pero que pasan desapercibida la fuerte represión en otros como Chile, donde el aparato del Estado ha asesinado, torturado y herido, la invisbilización del conflicto en Haití, o el asesinato mediante bombardeos del Estado Colombiano que ha causado la muerte de niños y niñas, y ahora le sumamos la masacre de nuestros pueblos indígenas en Bolivia.

Jomo Kenyatta, líder independentista y padre fundador de Kenia, nos decía “Cuando llegaron los blancos, nosotros teníamos las tierras y ellos trajeron la Biblia, nos enseñaron a rezar con los ojos cerrados, cuando abrimos los ojos ellos tenían las tierras y nosotros la biblia”. Parece que la ola fascista y asesina que se desata en Bolivia contra nuestros hermanos de los pueblos originarios pretenden concretar la obra inconclusa de los conquistadores para terminar de exterminarlos. Dijeron que la Biblia entró de nuevo al Palacio de Gobierno, lo que no dijeron es que en la otra mano tenían la pistola, ya el gobierno absolvió de responsabilidad a los asesinos, no nos extrañaría que la iglesia los eximiera por decreto de sus pecados. En esta oportunidad no les han pedido cerrar sus ojos, se los han cerrado con las balas. Denunciamos el carácter racista del Gobierno ilegítimo, golpista, dictatorial y fascista de Bolivia por atentar con nuestras etnias ancestrales, y denunciamos el carácter clasista del mismo por atentar contra la vida de nuestros compañeros de clase; el proletariado.

Le exigimos a la comunidad internacional, que se pronuncie y abogue porque se restituya el Estado de derecho, la democracia, el orden constitucional, y sean condenados estos hechos como lo que son; crímenes de lesa humanidad, y sus responsables sean juzgados con todo el peso de la ley. A los militares a los que el Gobierno del Presidente Evo Morales les devolvió su integridad y que hizo la inversión más grande de su historia para dignificarlos, les exigimos que dejen de asesinar a nuestros hermanos y permitan restituir la democracia.

Pese a todo esto, el pueblo boliviano sigue en la calle, en defensa de su libertad, en defensa de su democracia, en defensa de las conquistas sociales alcanzadas, en defensa de su Estado Plurinacional, que hoy pretende ser humillado y execrado al olvido con la quema de la hermosa bandera Wiphala. Fuerza hermanos que los pueblos del mundo están con ustedes.

A la Bolivia Combativa, la Hija Predilecta del Libertador Simón Bolívar, les decimos no desmayen, la victoria les pertenece.

Descarga: Declaracion SBGE – Golpe de Estado Bolivia – Analisis

Fuente e Imagen: Sociedad Bolivariana de Guinea Ecuatorial

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Los ponchos rojos bolivianos

Por: Enrique Dussel
El 10 de noviembre de 2019 vi en mi celular, leyendo redes sociales, la presencia centenaria de Ponchos Rojos que corrían armados por las calles de El Alto (región del antiplano boliviano desde que se desciende a la capital, La Paz), que se desplazaban velozmente cantando en formación de guerra. Recordé entonces hechos del pasado, de 1995, que me trasladaron a esa región montañosa del llamado Alto Perú.

En 1995 dicté durante una semana un curso en el aula magna de la antigua, pública y centenaria Universidad de San Andrés, ante unos 700 entusiastas estudiantes sobre las Cuatro redacciones de El capital, de Karl Marx. Al tercer día de las conferencias, el rector y el Consejo Universitario me otorgaron el doctorado honoris causa de la Universidad.

Además, los estudiantes me informaron que estaba encarcelado un joven revolucionario, pareja de una compañera mexicana, que fui a visitar por solidaridad. Años después el encarcelado me agradecía en un acto público mi acto de solidaridad, y el tal joven revolucionario, sin saberlo yo, era nada menos que el vicepresidente Álvaro García Linera, gran intelectual y político.

Pero en tercer lugar, gracias al doctor Juan José Bautista, colega boliviano, me invitaron a dar unas exposiciones sobre Política de la Liberación a un grupo de indígenas aymaras en El Alto de La Paz. Recuerdo la acogida y el diálogo con aquellos aguerridos compañeros. Al final de los actos, y ante lo inesperado de la oferta, me indicaron que habían decidido invitarme, atendiendo al contenido de mis exposiciones, a ser parte de la comunidad de los Ponchos Rojos. En ese momento advertí que todos tenían puestos dichos ponchos, prenda propia de los Andes de milenaria costumbre con que los pueblos originarios y los gauchos se defienden del frío. Fui entonces investido de esa alta dignidad. Fue para mí un gran honor, y recuerdo que expresé: Este poncho es más importante que un doctorado en Harvard (y lo repito aun hoy pensando que en octubre de 2019 recibí en el aula máxima de Harvard el ser miembro de la American Academy of Arts and Sciences fundada en 1780).

Lo cierto que estos Ponchos Rojos se han puesto en movimiento. Este es uno de los primeros signos de un levantamiento del pueblo boliviano ante la violencia minoritaria que intenta tapar el sol con un dedo, violentamente racista, y evangélicos fundamentalistas (como lo eran los católicos de derecha en Chile con A. Pinochet) que blanden crucifijos (como hemos visto en la primera plana de La Jornada del 11 de noviembre) ante miembros de los pueblos originarios. Esa escena nos recuerda la obra de Franz Hinkelammert, Las armas ideológicas de la muerte, cuyo tema es el uso de una ideología, en este último católica de derecha en Chile, con la que se masacró al pueblo chileno. ¿Cómo puede enarbolarse la biblia o el crucifijo para derramar la sangre de los pueblos originarios, gritando: Sacaremos de los lugares públicos a la Pacha Mama y la remplazaremos por la Biblia? Ahora son fundamentalistas proestadunidenses, antes fueron fundamentalistas católicos eurocéntricos. Ambos han deformado e invertido el cristianismo de los primeros siglos, de un mesías que declaraba bienaventurados los pobres, y que fue juzgado por el imperio del momento (el romano) como opuesto a la ley levantando al pueblo contra el orden, por lo que valía como castigo el suplicio de la cruz (la silla eléctrica de aquel tiempo). La Cruz (que empuña el policía de la foto de La Jornada) es el signo de la muerte de aquel maestro (rabí) que se jugó por los pobres ante la opresión romana. En la cruz está crucificado el pueblo pobre boliviano que el liderazgo de gobiernos como el de Evo Morales ha mejorado sus condiciones de vida, es decir, no son ya tan pobres como antes. Pero la derecha (que invierte el sentido del cristianismo) toma a ese mesías (Cristós) que fue crucificado por el Imperio por movilizar a los pobres, como arma para matar a los pobres, la víctimas, los aymara, las cholas (mujeres) humillándolas machistamente. Empieza así a caminar el cristianismo con la cabeza, invirtiendo la sabiduría de los pueblos en nombre de una ideología fascista de derecha, y de un cristianismo fundamentalista en América Latina (como hay igualmente fundamentalismos islámicos o judíos).

Una teoría de la liberación latinoamericana invierte la inversión y pone de pie al compromiso en primer lugar en favor de los pobres. Pero es considerada subversiva en Bolivia.

No puedo sino alegrarme que mis compañeros Ponchos Rojos se han puesto en acción, como vanguardia del despertar del milenario pueblo aymara, quechua y amazónico boliviano; habrá que seguir los acontecimientos con cuidado, ya que a finales del siglo XX movieron desde sus raíces a la historia y pareciera que volverán a hacerlo ante minorías racistas, machistas, formados por escuelas norteamericanas (tanto religiosas como militares) que dan la espalda al sufrimiento del pueblo y están decididas a volver a dominarlo.

Y, mientras tanto, Evo Morales es acogido por la voluntad generosa y valiente del pueblo mexicano que está comenzado a ejercer un nuevo liderazgo entre las naciones latinoamericanas en vista de su Segunda Emancipación, a la que se encamina la Cuarta Transformación, ahora no ya de España o Portugal, sino de Estados Unidos, como nos sugirieron José Martí y José Carlos Mariátegui.

(1) Fui investido de Poncho Rojo en La Paz, Bolivia, en 1995.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/11/15/opinion/018a1pol

Imagen: Eduardo Silva en Pixabay

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