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Cultura y lenguaje escolar

05 de enero de 2018 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Por: Javier Pombo

La educación debe ser el foro principal para realizar la función de renegociar la cultura con la participación activa de sus integrantes.

Se dice que la educación debe estar a tono con los cambios sociales y culturales, pero lo anterior parece no ser suficiente, ya que la escuela no sólo debe afrontar los cambios, si no que debe contribuir a transformar la cultura, lo que implica preparar a los estudiantes de una manera distinta a la simple adquisición de conocimientos.

Una manera de hacerlo es cambiando el lenguaje de la educación, como lo señala Jerome Bruner. Para él, el lenguaje de la educación está en crisis porque no permite a los estudiantes comprender los cambios sociales que ocurren de manera rápida en el mundo y cuya configuración futura no podemos prever. Su pronóstico es que las nuevas generaciones no se prepararán adecuadamente si no modificamos el lenguaje de la educación.

De acuerdo con lo anterior, debemos preguntarnos ¿cómo hacerlo? Al respecto Bruner nos da una pauta y afirma que el lenguaje nunca puede ser neutral, sino que por el contrario debe servir para imponer un punto de vista sobre el mundo al cual se refiere. La realidad social es casi siempre producto del uso lingüístico representado en el habla y por ello la escuela tiene que ayudar a crear esa realidad social cambiando su lenguaje.

Realidad social no es más que aquello sobre lo cual podemos ponernos de acuerdo o no, por ejemplo: la democracia o la igualdad, y la escuela debe permitir el acto de discutir y negociar sobre el significado de estos conceptos.

Lo que entiende Bruner por realidad social no es más que aquello sobre lo cual podemos ponernos de acuerdo o no. Por ejemplo: la democracia o la igualdad, y la escuela debe permitir el acto de discutir y negociar sobre el significado de estos conceptos, ya que para él toda cultura sé está recreando constantemente al ser interpretada y renegociada por sus integrantes, por eso la educación debe ser el foro principal para realizar la función de renegociar la cultura con la participación activa de sus miembros.

Para Bruner la función del lenguaje es crear la cultura, que en últimas es el objeto de la enseñanza. No se puede enseñar sin transmitir una actitud hacia la naturaleza y hacia el uso de la mente, por eso nos recomienda construir el self (yo mismo), el cual definen Clifford Geetz, Michelle Rosaldo y Bruner, como el texto acerca de cómo estamos situados respecto a los demás y hacia el mundo.

Otros como Kohlberg, van más lejos y establecen que no solamente se debe modificar el lenguaje de la educación si no que además se debe incidir en los valores morales del estudiante. Herbart, por ejemplo, parte de la base que los estudiantes tienen una inclinación hacia el mal y la educación puede conducirlos a la moralidad, que en últimas es el fin de aquella.

Como vemos, parece ser que al cambiar el lenguaje de la educación e incidir en los valores morales de los estudiantes, podemos transformar toda una sociedad y por ende su cultura, para que en un futuro esa nueva generación pueda vivir en una sociedad más justa.

Se dice que el niño empieza a conocer la cultura a través de la educación y para prepararlo para la vida debe participar de la negociación y la recreación de los significados. Es por esto que las tradiciones pedagógicas basadas en la autoridad o donde sólo se transmiten conocimientos ya no sirven. Por fortuna, las últimas teorías pedagógicas se han centrado en el niño y sus necesidades como educando autónomo.

Libros de referencia:

  • Idep, (1999), Biblioteca Pedagógica de Bolsillo, Tomo 2, Alcaldía Mayor de Bogotá.
  • Luzuriaga, Lorenzo (1951), Historia de la educación y pedagogía, Editorial Losada, Buenos Aires, Argentina.
  • Artículo de Jerome Bruner. Realidad mental y mundos posibles. Los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia. “El lenguaje de la educación”. Páginas 127 – 137.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/articulos-informativos/cultura-y-lenguaje-escolar

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España: La inclusión educativa empiezan pasando «de la protesta a la propuesta social»

España/30 de Septiembre de 2017/Diario del Alto Aragon

La Plataforma de la Escuela Pública de Huesca ha organizado hoy una jornada sobre «Escolarización pública. Escolarización Inclusiva»

La segregación escolar sigue siendo una realidad de muchos centros educativos, una situación que, destacaron los distintos participantes, debería pasar a estar en la agenda política para abordarse desde la misma escolarización.

La escuela inclusiva empieza redifiéndose el mismo concepto de inclusión, ampliándolo a toda la realidad social y poniendo en la agenda política el debate sobre segregación escolar, abordándose desde los mismos procesos de escolarización, con políticas de equidad, practicando la pedagogía social y fomentando proyectos educativos y planes específicos inclusivos. Hay que volver a “Hacer política por el bien común” y “pasar de la protesta social a la propuesta social”. Éstas fueros algunas de las propuestas que han salido de la jornada “Escolarización pública.Escolarización inclusiva” organizada hoy en el CIFE Ana Abarca de Bolea por la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública de Huesca para reflexionar sobre las condiciones para que la inclusión sea efectiva en las escuelas.

Para contextualizar el debate, el docente Xavier Lulch, miembro de la AsociaciónEstatal de Enseñantes con Gitanos, ha mostrado esta ma ñana cómo se están produciendo procesos crecientes de segregación escolar en distintas regiones, acompañado de un discurso político e ideológico que “legitima este proceso” y “lo hace natural”. La respuesta  de la administración educativa considera que debería partir de una “socialización global que busque el bien común” y dejar de ser utilizar la educación como un “instrumento al servicio de la demanda de los diferentes grupos sociales”.

Posteriormente, se han abordado en dos mesas los pasos que se han dado par la inclusión de alumnado con necesidad de apoyo específico y para abordar la realidad de género y diversidad sexual. Aunque el 80 por ciento de los alumnos con discapacidad están en centros ordinarios, siguen existiendo alumnos que acuden a centros especiales o lo hacen en aulas especiales en centros ordinarios o a través de escolarización combinada, que no refleja la inclusión que recoge la Convención Internacional de Derechos de Personas con Discapacidad. Ésta, ha señalad o Elías Vived, de la AsociaciónDown Huesca debería guiar tanto las políticas como las prácticas inclusivas.

A nivel de atención del alumnado con dislexia, José Luis Lacruz, presidente de la Asociación Aragonesa de Dislexia, ha apuntado que existe cierto “desconocimiento” y “retraimiento” para hacer las diferencias necesarias “para que sean tratados como iguales”.

Natalia Aventín, presidente de la AsociaciónEstatal de Familias de menores Transexuales, ha repasado cómo se están abordando desde los centros la educación sexual y todo el tema biológico y ha insistido, sobre todo, en la implicación del profesorado y la comunidad educativa.

Antes la realidad del colectivo LGTB, Lorenzo González, de Somos LGTB Aragón, ha abordado los pasos que se han dado en los centros en cuanto a formación docentes, recursos y los propios espacios y algunos posibles recursos con los que tanto los centros, como docentes o las asociaciones de padres pueden contar antes distintas realidades a la espera de que un referente legislativo a nivel de protocolos y recursos.

Por la tarde, representantes de la plataforma creada en Madrid para lograr una escolarización inclusiva han explicado el proceso seguido hasta la presentación de una Iniciativa legislativa Popular en una comunidad autónoma donde “hay una situación muy alarmante de segregación”, h a destacado José Miguel Martín. Tras analizar la situación de la escolarización han comprobado “como las escuelas públicas no bilingües se están convirtiendo en guetos, alejando al alumnado con más dificultades”, ha apuntado Beatriz del Pozo.

La jornada ha finalizado con una mesa redonda con la intervención de Félix Rubio, ex miembro del ConsejoEscolar de Aragón, Noelia Ferrer, de la amypa del Pío XII y Flor de Miguel, presidenta de Fapar Aragón. Un debate del que también surgieron propuestas como el aumento significativo en la inversión en educación, con una mayor dotación de recursos y bajada de las ratios, la formación y reconocimiento del profesorado, la necesidad de abordar la inclusión real en los mismos centros educativos, a través de un cambio cultural y el cambio de las adscripciones de los institutos para que se haga en función de criterios de equidad.

Fuente: http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=1087051

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Series: La educación en el ojo del huracán

Por: Juan Pablo Russo

Entre la diversidad temática que rige los contenidos del cine y las series se encuentran las “High School” o de colegios, género que nació a mediados de la década del 50 y cuyo abordaje fue mutando a lo largo del tiempo. Los éxitos televisivos más recientes de este género corresponden sin duda a la edulcorada comedia musical Glee, que reunía en un coro a todos los losers de un secundario de Ohio, y 13 Reason Why, centrada a partir del suicidio de una adolescente víctima de bullying y cuyos padres responsabilizan a las autoridades del colegio que asistía.

Para el escritor y crítico literario español Jorge Carrión, autor del libro Teleshakespeare (Interzona), “desde que The Wire retratara con gran realismo los problemas de la educación pública de Baltimore, no hemos dejado de ver en las series esas instituciones, emblemáticas de los Estados Unidos, más de sus sombras que de sus luces, y por tanto interesantes para las series (que quieren retratar los EEUU y que siempre con más sombrías que luminosas)”. Pero para Carrión la educación pública es tan representativa como la privada. “Recordemos, entre los ejemplos recientes, la última temporada de The Killing, la segunda temporada deAmerican Crime y The OA que si no me equivoco, también es privado”, sostiene.

Pero más allá de la hegemonía estadounidense, series de diferentes latitudes supieron captar el interés masivo de la audiencia, La comedia negra danesa Rita, la española Merlí y el drama policial australiano The Principal (todas disponibles en Netflix) son tres ejemplos de cómo la educación pública supo meterse en la TV y darle una vuelta de tuerca al género.

Rita da un giro total a lo visto en las “High School” exponiendo los diferentes problemas que enfrenta en la actualidad la educación pública danesa, que aunque trabajada en un tono de comedia en ocasiones transita por numerosas situaciones dramáticas hiperrealistas.

Mientas Rita representa el alejado, pulcro, aunque también contradictorio, modelo de los países nórdicos, The Principal se sumerge en el suroeste de Sydney, para mostrar situaciones un poco más cercanas a la educación tercermundista. La serie, de cuatro episodios, narra la historia de un director de escuela obsesionado en cambiar la vida de sus alumnos, todos varones, habitantes de un barrio multiétnico dominado por pandillas de narcotraficantes de poca monta.

Pero es el dramaturgo Héctor Lozano quien propone en Merlí una acida mirada sobre la relación entre alumnos y profesores pero sin que los tópicos -que los hay- sean el motor de las tramas y de los personajes. Lo atractivo de Merlí es, por un lado, su protagonista Merlí Bergeron, un profesor de filosofía que basa sus clases en situaciones reales que transitan los alumnos; pero por otro, la óptica desde la que se mira a los adolescentes. Mostrándolos como seres pensantes, capaces de resolver conflictos y alejados de toda estigmatización.

Las tres propuestas, además de construir “héroes”, se mueven en la búsqueda de un proceso educativo más justo, que incluya a pesar de las circunstancias y la realidad social de cada individuo. La educación es un derecho y los tres protagonistas harán lo imposible para que se cumpla.

En Argentina hubo algunas experiencias en este sentido como Entre horas, de la cineasta Daniela Goggirealizada para la TDA, pero es el género documental el que más retrató la educación pública a partir de series como Motivados por la historia (TV Pública), un docu-reality en el que un profesor de historia y cuatro jóvenes se proponen revivir el mítico cruce de la epopeya libertadora del General José de San Martín en 1817, o Queremos saber (Encuentro), que indaga en los cambios que ocurren durante la adolescencia. Ambas series se forjan a través de contenidos educativos y no sobre las problemáticas.

Ante la ausencia de series es el cine nacional quien se ha propuesto incursionar sobre estos vínculos como la reciente El corral (2017), de Sebastián Caulier, que se inmiscuye en el interior de un colegio de Formosa en pleno años 90 para desarrollar una historia de acoso y sus consecuencias.

Para Caulier este es un universo rico tanto para series como para el cine porque en los colegios públicos siempre hubo una diversidad de clases sociales, con todo lo que eso conlleva. “Por los pasillos de los principales colegios públicos se cruzaban hijos de empresarios o políticos poderosos con hijos de familias muy humildes. Es muy común que en los recreos convivieran, por ejemplo, el hijo de un conocido dueño de supermercados con el hijo de un repositor que trabajaba para uno de los locales del padre de aquél. En esos cruces de relaciones de poder en el mismo colegio se fundía el germen que da vida a una historia”.

Fuente: http://www.escribiendocine.com/articulo/0014005-series-la-educacion-en-el-ojo-del-huracan/

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Libro: Entre el mundo y yo

Reseña: Del ensayista  Ta-Nehisi Coates . El libro aborda la concepción sobre la raza que se tiene en EE.UU. A través de una serie de cartas, Coates explica a su hijo adolescente la evolución de su pensamiento, resalta la importancia del movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”) que trabaja con campañas en contra de la violencia a la comunidad afroamericana desde 2013 y lo ilustra sobre las consecuencias del racismo con los ejemplos de Trayvon Martin y la tragedia de Ferguson.

Link de descarga: http://librosendescarga.com/2016/09/18/entre-el-mundo-y-yo-de-ta-nehisi-coates/

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La piedra de SÍSIFO

Adolfo del Ángel Rodríguez

En el famoso Mito de Sísifo, relatado por Camus, el protagonista de la historia rueda infinitamente una roca sobre una colina, la cual se le vuelve, pero debe rodarla nuevamente como castigo por su desprecio a los dioses y su pasión por la vida, pues en las faltas que se la atribuye haber cometido está el haber revelado secretos de los dioses a cambio de agua para la ciudad de Corinto, irreverencia que le costó el castigo eterno en el infierno.

Haciendo apología del mito en cuestión, la historia mexicana, en muchos aspectos (social, educativo, económico) está condenada a repetirse infinitamente, haciendo rodar la piedra cada vez, afianzados a la esperanza de que las cosas pueden cambiar, pero en realidad parece ser una de las condiciones para que el mundo sea aceptado como es, como parte de la existencia misma, siendo la esperanza un mal necesario para el hombre, puesto que se traza metas emergentes para comprender su entorno.

Abel Quezada, en su libro El mejor de los mundos imposibles, muestra una viñeta acerca de la historia de Latinoamérica, en donde claramente se aprecia la lucha del pueblo en contra de las dictaduras que se han establecido a lo largo de la historia, sin embargo, dichos líderes populares han terminado convertidos en los nuevos dictadores y la lucha vuelve a comenzar, a la manera de la condena de Sísifo; al respecto, dice Camus en su texto, la felicidad consiste en seguir la corriente, en dejarse llevar y que el conflicto se presenta cuando se hace consciente del peso de la piedra, de tener la esperanza de algo diferente, de ya no cargarla, de lo angustiante de su peso, de llevarla a la cima de la colina.

El dejarse llevar conlleva a aceptar la realidad, en confiar en que el peso de la piedra es normal, que ruede de nuevo cuesta abajo es normal, lo que se puede comparar con la pérdida de la conciencia histórica, de lo que se hacen cargo los diferentes aparatos sociales que identificó Gramsci, la religión, la escuela y, ahora, la televisión y el internet; el primero ofreciendo otro tipo de esperanza, basado en la consecución de una meta a largo plazo basada en “buenos comportamientos”, la segunda en la formación de “ciudadanos útiles”, la tercera ofreciendo una realidad alterna, basada en la felicidad de poseer, aunque sea sin sentido y la última creando confusión con el exceso de información obligando a estar detrás de un dispositivo, fragmentando la sociedad en individuos inconscientes de su realidad, individuos que se declaran revolucionarios, pero solo virtuales, quedándose en una realidad alterna que no impacta a la real.

Al parecer hacerse conscientes es, hoy en día, una tarea muy difícil, donde la felicidad es ofrecida como sinónimo de posesión, de distracción, de eliminar al otro, de concebir al otro diferente, de la pérdida de identidad; y lo aceptamos, rodamos la piedra sin chistar, sin cuestionar, sin concebir que la realidad es el conflicto constante, como lo decía Camus y los existencialistas, pues es a partir de ahí, de concebirse un ser histórico que puede transformarse la situación: dejar de rodar la piedra y buscar segundas opciones. Esa debería ser la tarea formadora de nuevos ciudadanos.

Fuente del articulo:http://insurgenciamagisterial.com/la-piedra-de-sisifo/

Fuente de la imagen:http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2017/02/acracia.jpg

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La universidad frente a la crisis social

Por: Juan Carlos Yáñez Velazco

Los problemas de la sociedad interpelan a las universidades. Que las universidades se sientan aludidas es cosa distinta.

En las décadas recientes, la mayor resonancia de ese imperativo quizá brotó de París en 1989, durante la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. El artículo 6 de la Declaración emitida el 9 de octubre es un mandato inapelable; transcribo casi completos los cuatro incisos que lo componen, por su urgencia en una sociedad convulsionada por los lacerantes problemas de violencia, inseguridad, fragilidad económica e impunidad.

  1. a) La pertinencia de la educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere normas éticas, imparcialidad política, capacidad crítica y, al mismo tiempo, una mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades societales, comprendidos el respeto de las culturas y la protección del medio ambiente.
  2. b) La educación superior debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad, y más concretamente sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades, principalmente mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario.
  3. c) La educación superior debe aumentar su contribución al desarrollo del conjunto del sistema educativo, sobre todo mejorando la formación del personal docente, la elaboración de planes de estudio e investigación educativa.
  4. d) La educación superior debería apuntar a la creación de una nueva sociedad no violenta y de la que esté excluida la explotación, formada por personas cultas, motivadas e integradas, movidas por el amor hacia la humanidad y guiadas por la sabiduría.

Además de la necesaria revisión de prioridades, políticas y actuaciones, las universidades públicas, cada una y en su conjunto, deben examinar con rigor cada peso ejercido en sus instalaciones y programas, sea para investigación, docencia, difusión de la cultura o la administración. El tema de fondo es muy relevante, por eso complejo; en Estados Unidos, según ilustra Philip G. Altbach, forma parte de un debate álgido: ¿cuál es la mezcla adecuada entre autonomía académica y responsabilidad social?

Nunca hubo tiempo ni dinero que perder en las universidades; jamás se justificó una universidad de espaldas a la realidad social, pero hoy, menos que nunca. Y como nunca, se vuelve un grito potente lo declarado por el rector honorario de la Universidad de Lisboa, António Nóvoa: es impensable la universidad sin el ejercicio del pensamiento crítico. Y ese ejercicio solo puede realizarse con autoridad moral desde la coherencia, conjugada con rigor y transparencia.

Las universidades públicas no son negocios privados o de grupos, y su trascendencia en países como el nuestro es máxima cuando la sociedad enfrenta niveles mayores de turbación. Es de las universidades de donde cabe esperar siempre las luces de la inteligencia y la cultura, aunque la historia no siempre les dé la razón, ni respalda esa ilusión.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-universidad-frente-a-la-crisis-social/

Imagen:www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/04/alumnos_universidad-e1440082428209.jpg

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Mover los índices

Por: ENRIQUE DEL VAL BLANCO

En realidad, dentro del eslogan gubernamental de Mover a México, lo que se está buscando es mover los índices para mejorar en el papel la situación real de los mexicanos, ya que en la actualidad, a través del esquema tradicional y la restricción de recursos, es imposible cumplir con lo que establece la Constitución.

Continúa la controversia en torno a la decisión del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de modificar la forma con la cual elaboró y aplicó la encuesta que serviría de base al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) para su medición de la pobreza y que, supuestamente, en el transcurso de la semana pasada debió haberse publicado.

El secretario ejecutivo del Consejo ya declaró que no lo harán, hasta que se hayan puesto de acuerdo con el Inegi y tengan información clara sobre dichas modificaciones, lo cual provocará varios problemas.

Una de las cosas a aclarar, frente a comentarios al respecto, es la afirmación de que a muchos de los críticos “nos gustaría que siguiera habiendo muchos pobres”. No se trata de eso. De lo que se trata es de que los datos recabados reflejen la realidad y, sobre todo, que puedan ser comparables, por ejemplo en el tiempo, cosa que por lo visto ya no será posible. Una de las grandes dudas es quién dio la orden a los entrevistadores de regresar a preguntar y de orientar las respuestas.

Ahora, a partir de este mes, la Sedesol está distribuyendo la que ha denominado como “la cartilla social”, un documento más que, de acuerdo con la información proporcionada a los medios de comunicación, contendrá lo que reciben los beneficiarios de los diversos programas sociales. Se busca, dicen, que los receptores puedan “monetizar” el apoyo de distintos esquemas y, de esta manera, obtener una “focalización” más precisa de la política social y la “mejor captación” del ingreso, ya que han encontrado que hay personas que no declaran lo que obtienen a través de los diversos programas. Por cierto, la Real Academia de la Lengua proporciona dos acepciones de la palabra “monetizar”. La primera es “dar curso legal como moneda a billetes de banco” y la segunda, “hacer moneda”. No sabemos a cuál se refieran.

Por otro lado, nos hemos enterado que se pretende que el último año de permanencia de los pequeños en los Centros de Desarrollo Infantil, conocidos como Cendis, sea considerado como primer año de educación preescolar. Como si la educación preescolar pudiera ser impartida por cualquier persona. Esta decisión es bastante grave ya que, según los expertos internacionales y nacionales, esta etapa del desarrollo infantil es básica en su formación y desarrollo.

En la propuesta curricular para la educación obligatoria 2016, presentada esta semana por la SEP, se menciona que en la educación preescolar se deberá atender lenguaje y comunicación, inglés, pensamiento matemático, etc. ¿Dónde están los maestros capacitados para dar estas lecciones en los Cendis? La propuesta es buena, pero la realidad es otra.

Asimismo, para abatir el inmenso rezago educativo que existe en el país y que, según las fuentes oficiales, alcanza a más de 30 millones de mexicanos, se realizará un examen y con que la persona haya tomado cualquier curso, ya sea, por ejemplo, de plomería o carpintería, se le otorgaría el certificado de primaria o secundaria

Es decir, en realidad, dentro del eslogan gubernamental de Mover a México, lo que se está buscando es mover los índices para mejorar en el papel la situación real de los mexicanos, ya que en la actualidad, a través del esquema tradicional y la restricción de recursos, es imposible cumplir con lo que establece la Constitución, por ejemplo, sobre la obligatoriedad de la educación preescolar desde hace ya más de 10 años y la solución que han encontrado para cumplir es la comentada líneas arriba. Una solución heterodoxa y ¡el índice mejorará irremediablemente!

Es una lástima y, sobre todo, es muy peligroso que se instrumenten estas opciones para destacar y presumir que la pobreza, la desigualdad y la educación obligatoria han mejorado sensiblemente. No hay país que con las condiciones económico-sociales como las que hoy tenemos aquí lo haya logrado. Por eso, la original solución mexicana es la mejor: cambiemos y movamos los índices.

Tomado de: http://www.excelsior.com.mx/opinion/enrique-del-val-blanco/2016/07/30/1107980
Imagen: https://www.google.com/search?q=Mover+los+%C3%ADndices&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjL9ZbfzqXOAhVHXh4KHYtDAxwQ_AUICCgB&biw=1366&bih=623#tbm=isch&q=evaluaci%C3%B3n+en+mexico&imgrc=AAyNDOD_YA4M8M%3A

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