Brasil/15 diciembre 2016/Fuente: El Deber
El Gobierno de Michel Temer empezó a aplicar los duros ajustes económicos con el objetivo de reducir la inflación y reactivar la economía. El mandatario puede pagar un alto costo político.
El Congreso brasileño aprobó ayer de forma definitiva la enmienda constitucional que congela los gastos públicos durante 20 años a partir de 2017, la primera de las impopulares medidas de austeridad del presidente Michel Temer. La medida significa que el dinero que el Gobierno invierte en educación, salud, infraestructura y todos los gastos del Estado brasileño no crecerá en los próximos años y estará en función de la inflación.
“La izquierda protesta por el impacto que tendrá la medida en salud y educación. Un relator de la ONU también indicó que afectará, principalmente, a la población más pobre y vulnerable. El resultado no se verá durante este Gobierno, sino en tres años”, calculó el analista político Luis Tejero, en contacto telefónico con EL DEBER. La norma indica que la determinación tendrá una duración de 20 años, pero Tejero considera que la medida no durará ese periodo, porque el presidente “Temer dijo que es una medida que puede ser revertida, los 20 años es el plazo máximo y, como suele ocurrir en la política brasileña, una semana después ya no vale, con lo cual esta congelación de gastos en un par de años puede ser modificada”.
En criterio del analista, la medida obedece más a una desesperación de Temer de salvar su gestión ante la crisis económica y la alta inflación.
Choques con la Policía
Horas después de conocerse la aprobación de la congelación del gasto público, un grupo de manifestantes se enfrentó a la Policía en la Explanada de los Ministerios, la avenida de Brasilia en la que están ubicadas las principales edificaciones gubernamentales de Brasil.
Los violentos choques se prolongaron por cerca de dos horas y dejaron al menos dos policías y un manifestante heridos, según la dirección de la Policía Militarizada de Brasilia.
Es solo el comienzo
La enmienda del «techo de gastos» es apenas la primera del plan de ajustes de Temer. La siguiente -la reforma del sistema de jubilaciones- pretende establecer una edad mínima uniforme de 65 años para el retiro de hombres y mujeres y un periodo de contribuciones de 49 años para gozar del 100% del beneficio. Temer, que asumió el cargo tras la salida de Rousseff, celebró el avance de una iniciativa que, afirmó, «apunta a sacar al país de la recesión»
Fuente: http://www.eldeber.com.bo/mundo/protestas-brasil-congelacion-del-gasto.html