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Internet libre para la educación

El Economista

Estos dos elementos se consideran fundamentales para el desarrollo y la generación de nuevos conocimiento.

Esther Wojcicki, miembro del consejo de Creative Commons, quiere ayudar a transformar la educación en todo el mundo y que todos los estudiantes tengan acceso a herramientas de conocimiento a través del Internet libre.

La organización sin fines de lucro creada por el abogado de Harvard, Lawrence Lessig, en el 2000 fue uno de los impulsores del intercambio abierto de conocimiento y del uso de licencias libres para promover la educación y el arte.

El proyecto de Creative 
Commons “es tener acceso a todas estas cosas que le pertenecen a la humanidad y deberíamos de poder compartirlas”, dijo en Wojcicki en entrevista con El Economista.

La académica estadounidense se ha vuelto una promotora de la educación digital y aboga porque todos los jóvenes reciban esta formación y, por más de 34 años, ha estado ayudando a empoderar a sus estudiantes con las herramientas del conocimiento.

“hoy en día no tenemos esa educación en las escuelas, en la mayoría de los distritos escolares (en Estados Unidos) los teléfonos móviles están prohibidos y los dispositivos electrónicos son controlados por los maestros. Los estudiantes deben de aprender a utilizar estos dispositivos y controlarlos y es algo que podemos lograr, sólo es cuestión de permitirlo”.

Wojcicki cree que si todo el mundo pudiera tener acceso a esta educación digital podríamos ayudar a combatir la violencia que hay en Internet. Esta tarea de desarrollo quiere, además de promover los valores cívicos de cómo comportarse en Internet, que los jóvenes sean capaces no sólo de consumir sino también capaces de crear.

“Nos dirigimos hacia un mundo más rico con mayor intercambio, hay tantas ideas allá afuera y tantos jóvenes con grandes ideas. El mundo tiene todas estas semillas, pero hay algunas partes de la tierra que obtienen más agua, necesitamos que todas las semillas florezcan y el Internet es la manera en la que todas estas semillas podrán florecer”, dice la académica.

Uno de los retos que deben combatirse son los ataques contra la neutralidad en la red y el acceso libre. Ella considera que debe de haber un retroceso con las compañías que quieren restringir el acceso a Internet.

“La red es para todos. Los que la inventaron eran físicos del CERN en Génova y ellos pudieron haberlo monetizado, pero tuvieron una visión más amplia para que todo el mundo pudiera usar lo que llamamos la World Wide Web y así debería de seguir”.

Uno de los temas que esta organización ha puesto a debate es la manera en cómo podemos usar los recursos que hay en Internet.
“Respeto los derechos de autor, yo también soy autora y creo que hay mucho en el espacio abierto. Si la gente sabe que hay un pozo libre y un pozo de los derechos de autor, van a respetarlos, pero necesitamos tener una mayor educación al respecto y mayores oportunidades para que la gente pueda licenciar su trabajo”.

“Cada minuto se suben 400 horas a YouTube, ¿te imaginas qué haríamos si no tuviéramos acceso a eso? Si eso no fuera una fuente abierta, sería un mundo de locos”.

Iniciativas como Creative Commons han sido fundamentales para hablar sobre el Internet libre y el potencial que estos medios nos pueden ofrecer. “Desde que iniciamos en el 2000 hemos cambiado mucho. Ahora tenemos miles de millones de objetos con licencias, tenemos recursos educativos abiertos al público, que son auspiciados por la Unesco.

Cualquier persona en cualquier parte del mundo puede obtener un libro de matemáticas o ciencias de manera gratuita. Creo que sin Creative Commons no habría habido el mismo impulso que hay por esta apertura digital”.

Wojcicki cree que los artistas han sido una pieza fundamental para iniciar la conversación y nuestra apertura sobre el potencial que ofrece este modelo abierto.

En marzo del 2008, la banda estadounidense Nine Inch Nails puso a disposición del público su álbum Ghosts I-IV sin ninguna restricción de derechos de autor para que los usuarios pudieran usar libremente ese material en sus propias creaciones.

“Lo que pasó con Nine Inch Nails fue que su música se hizo viral y la razón fue porque no tenía copyright. Si un artista quiere dar a conocer su obra, sólo ponla ahí afuera con una licencia de Creative Commons y pide una donación. Él (Trent Reznor) hizo mucho más dinero de lo que jamas podría haber vendido de otra manera. La gente tiene que ver eso. El humano promedio es muy generoso y ellos lo compartirán si saben que hay una oportunidad”.

La académica estadounidense considera que debe de haber más iniciativas como Campus Party, que es un semillero de intercambio del conocimiento. “Esto es lo que debería de estar pasando en las escuelas y hay estudios que han demostrado que 80% del aprendizaje ocurre fuera del salón de clases”.

Además, co nsidera que estas herramientas deben de estar disponibles para todos los estudiantes alrededor del mundo.

antonio.becerril@eleconomista.mx

 

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Redes intoxicadas

Por: Carlos Miguélez Monroy

Un grupo de adolescentes golpea a otros jóvenes en lugares públicos de forma aleatoria, por pura diversión. Ocurre en México pero se conoce en el mundo entero por las redes sociales y algunos medios de comunicación, que multiplican los videos que difundieron las autoridades de seguridad para identificar a Los Centinelas, que graban sus propios golpes, empujones, insultos y otras formas de humillar a jóvenes en inferioridad numérica o que van con sus novias.

Los videos han cumplido su función: muchos de los jóvenes han sido identificados debido a denuncias anónimas de víctimas y de sus familiares. Pero parece que las autoridades se pasaron de frenada al delegar en una ciudadanía hastiada de la violencia, de la corrupción y de tantos problemas que les aquejan la responsabilidad de identificar a estos miembros de grupos violentos. Olvidaron un principio fundamental de la comunicación en la época de las redes sociales: no se pueden controlar las consecuencias de fotos y de videos una vez que se publican en las redes sociales.

Ahora hay quienes piden represalias violentas contra unos jóvenes desadaptados. En semejante ambiente de violencia, estos jóvenes corren el riesgo de convertirse en víctimas de otros con el mismo desequilibrio. La justicia por la propia mano.

“Qué mal está la juventud”, dicen algunos adultos, como si en su época no hubieran existido “pandillas” que buscaban a homosexuales para golpearlos o grupos que iban a macro-fiestas para pegarse. Por los comentarios en redes sociales y la cobertura que han hecho la mayor parte de los medios de comunicación, parece como si se hubiera producido una descomposición social repentina entre “niños bien” de escuelas privadas. Con una anécdota preocupante, muchos medios de comunicación han convertido a la juventud en un nido de bullies que dedican su tiempo libre a amedrentar y a golpear a otros por diversión.

La publicación de estos videos en las versiones digitales atraen visitas y esto atrae publicidad. Dinero. Lo mercantil queda por encima de la responsabilidad de informar con un contexto adecuado, de preguntarse por las causas, de generar un debate informado y sosegado, de identificar la antigüedad de problemas que vienen de muy atrás. Los problemas se magnifican y deforman por el efecto multiplicador de unas redes sociales inundadas por escenas de maltrato animal, de golpes, de humillaciones y de violencia sin filtro ni contexto. Nuestra visión del mundo se nubla.

Este ambiente de negatividad puede desembocar en cierto irremedismo: como todo está tan mal, no hay nada que hacer. Al final, esto beneficia a quienes ejercen la violencia o a quienes pretenden aprovechar las circunstancias para justificar atropellos y abusos. El autoritarismo se alimenta de cierta percepción del caos y de la negatividad.

La responsabilidad del debate generado recae también en las personas, que cuentan con libertad y responsabilidad para decidir lo que publican y lo que comentan en sus perfiles de redes sociales. Antes de compartir con sus contactos un video con secuencias de violencia o de maltrato animal pueden preguntarse para qué. “Para darle visibilidad a un problema”, decimos muchas veces a modo de autoengaño, pues ya sabemos, como los demás, que existen el maltrato animal y la violencia. Pero también sabemos que cada mañana nos levantamos para ir a trabajar, para ir a estudiar, que gente que nos rodea hace cosas buenas, ayuda, hace deporte, cuida de su pareja, de su familia.

Con una mayor reflexión sobre el uso de las redes sociales se puede evitar el rechazo y el efecto boomerang que producen ciertas publicaciones, o el desgaste de la sensibilidad ante la violencia y el sufrimiento de los seres vivos. A veces provocamos falta de sensibilidad cuando buscamos justo lo contrario.

Tanta negatividad genera una necesidad de contrapeso que llega en forma de una inundación de recetas de cocina, como si fuéramos a tener tiempo en nuestra vida de seguir todas las recetas de Bien Tasty. Abundan los recetarios para la salud y para la felicidad: el brócoli y la coliflor, el yoga, el mindfulness y el coaching, citas bonitas pero mal atribuidas. Tendremos que preguntarnos si no estamos convirtiendo las redes sociales en un batiburrillo contra nuestro aburrimiento y nuestra soledad.

Ecoportal.net

CCS

http://ccs.org.es/

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Kenya: How Social Media Post On Exam Leakage Landed Teacher in Court

Kenya/03 de Julio de 2017/Allafrica

Reseña: Un maestro de escuela primaria se encontró detrás de las rejas por presumir en las redes sociales que filtró el año pasado  Certificado de los exámenes de la educación primaria.

A primary school teacher found himself behind bars for bragging on social media that he leaked last year’s Kenya Certificate of Primary Education examination papers.

A witness told a Wundanyi court that Jackson Sais Mganga later claimed that his posting was a joke and he did not mean it.

«Upon interrogation, the suspect owned up that he posted the message and said he was joking but I did not believe him,» Investigating Officer Gresom Katola said in his testimony.

The accused is said to be the administrator of Teachers Notice Board Kenya, where he posted that he had prior knowledge of the examination papers and had revised them with his pupils.

MATIANG’I

In the alleged posting the suspect wrote, «The leaked papers which I revised with my pupils yesterday are the true papers, my pupils are going to pass with flying colours, very happy indeed!!»

In yet another message, the accused is alleged to have bragged and laughed off Education Cabinet Secretary Fred Matiang’i, saying his efforts to curb exam cheating had flopped.

«Somebody tell Matiang’i this is Kenya!!» he wrote in another post.
 The investigating officer told the court the message attracted the attention of Kenya National Examination Council (Knec) officials, who investigated and arrested Mr Mganga.

«Through his Safaricom mobile numbers on his Facebook page, we were able to trace and arrest the suspect, Mr Katola said.

FORENSIC ANALYSIS

He said two mobile phones seized from the suspect were subjected to forensic analysis and helped in linking the accused to the posts.

The suspect had denied committing the offence on November 1 last year at Mwatango Hills in Taita Taveta County.

Mr Mganga is accused of unauthorised possession of examination papers, materials or information contrary to section 27(1) of Knec Act 2012.

The charge indicates that the suspect had information on his Facebook page purportedly related to the contents of the 2016 KCPE examination papers without lawful excuse.

The suspect is out on a Sh600,000 bond.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201706301058.html

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Alemania: Aprueban en ley contra el odio en redes sociales

Europa/Alemania/02 Julio 2017/Fuente:dw/Autor: EFE

Empresas como Twitter y Facebook se verán obligadas a borrar mensajes reportados como ofensivos por los usuarios. Si incumplen reiteradamente, podrían verse obligadas a pagar hasta 50 millones de euros.

El Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán, aprobó hoy con los votos de conservadores y socialdemócratas, socios de coalición, una controvertida ley contra los delitos de odio en internet que obliga a las redes sociales a eliminar determinados contenidos para evitar ser sancionadas.

La ley, que no contó con el respaldo de La Izquierda y de un diputado conservador y en cuya votación se abstuvieron los verdes, obliga a redes sociales como Facebook y Twitter y plataformas como YouTube a eliminar «contenidos manifiestamente delictivos» en un plazo de 24 horas una vez denunciados.

En casos considerados menos flagrantes, el margen para borrarlos se amplía a hasta siete días.

Las empresas que incumplan sistemáticamente esta obligación podrán ser multadas con hasta 50 millones de euros, señala la ley, cuyo borrador fue presentado en marzo pasado por el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas.

Los contenidos eliminados deben ser, al mismo tiempo conservados a modo de prueba de su contenido delictivo, subraya la ley, que además obliga a las empresas a informar trimestralmente sobre su gestión de las denuncias de los usuarios.

En este sentido, la ley -dirigida contra contenidos que incurran en injurias, amenazas, incitación a la violencia y delitos de odio- establece que los administradores de las plataformas cuenten con un procedimiento eficaz y transparente en materia de gestión de denuncias, identificable, de fácil acceso y siempre disponible para el usuario.

El ministro de Justicia subrayó que con la ley -que los socios de coalición lograron consensuar hace una semana tras meses de debate-, se acaba con la «ley verbal del más fuerte» en la red y agregó que, lejos de atentar contra la libertad de opinión, constituye una de las condiciones para poder ejercerla.

Activistas pro derechos humanos, defensores de la libertad en la red y las grandes empresas tecnológicas de Sillicon Valley se habían pronunciado en contra del proyecto de ley presentado por Maas.

Criticaron que la ley delega en las empresas la responsabilidad de decidir qué contenidos son legales y cuáles no y ven, por ello, el peligro de que se restrinja la libertad de expresión.

Según los detractores de esta ley, las redes sociales, por miedo a ser multadas, podrían optar por eliminar contenidos que se encuentran en el límite lo legal, sin analizar en detalle si en realidad no son constitutivos de delitos y por lo tanto podrían seguir colgados en la red.

Fuente de la noticia: http://www.dw.com/es/aprueban-en-alemania-ley-contra-el-odio-en-redes-sociales/a-39488938?maca=es-Facebook-sharing

Fuente de la imagen: http://www.dw.com/image/37131950_303.jg

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La telaraña de las redes

Por: Gloria Hurtado

Sí, caí. Tan estricta que he sido en nunca repetir una mala noticia, o una información alarmante (va a suceder, atracaron, advertencias de peligro), me llegó un whatsapp de una fuente fidedigna con una imagen de atraco a un “supuesto” líder sindical que me pareció tan pero tan atropellador, que lo repiqué. Pero mas que la imagen fue la fuente la que me hizo confiar. “Imposible “ que esta fuente estuviera equivocada, imposible. Solicitaba alertar para prevenir que se le hiciera mas daño. Inmediatamente otra fuente periodística, también confiable, aclaró: “no es verdad, es una imagen de Venezuela, de la Guardia Nacional”. Empecé a “bombardear” a mi primera fuente pidiéndole una aclaración y su respuesta fue aplastante. “Estoy buscando al remitente, pensé que al retwitear iba. Sigo buscando y si lo consigo te lo mando”. Minutos después  “Perdón por la confusión”.

Sí, sentir vergüenza y pedir excusas, qué mas queda. A los mismos que se retwiteó, mandar la “aclaración”. Sin embargo la lección es muy clara. ¡Y enredada! ¿Cómo hay que manejar las redes? ¿Cómo no caer en la telaraña de ellas? Es necesario “vivir conectado” pero ¿en quién creer? Ni siquiera fuentes confiables, aseguran la verdad de la información. En montajes, plagios de whatsapp, memes, hackers, hoy está la “realidad”. La era de la post verdad, de las falsas noticias, del poder de la información pero tergiversada a mas no poder. Las redes son como un monstruo, una telaraña que atrapa, hay que vivir “en ella” pero conservando la  libertad de la credibilidad. ¿Cómo hacerlo? No es fácil.

Pero el que no sea fácil no significa claudicar. No significa renunciar a un elemento actual que hay que saber manejar y enfrentar. Lo mas importante (y peligroso) la inmediatez. En la actualidad lo instantáneo precipita a errores que con paciencia se habrían podido manejar diferente. Tener un mínimo de prudencia y hasta donde se pueda, evaluar, analizar, sopesar antes de retwitear la información recibida. Las exageraciones casi siempre son mentiras. Los “absurdos” que impactan y lastiman por lo general tienen dosis de veneno y maldad. Las “rarezas” pueden terminar siendo montajes de los cuales hay que tener distancia y mesura. Qué tan valiosa es la prudencia en estos casos. Si se puede, una confirmación telefónica, salirse de la multitud para recuperar la individualidad de un contacto, puede ser una medida prudente. Asegurar de viva voz la verdad del remitente es tranquilizador. Pero suena paradójico porque también la inmediatez puede ayudar a solucionar la dificultad.

Lo que si es claro que imágenes de heridos o muertos o desastres (Mocoa o la mujer herida en la bomba del Andino) no aportan absolutamente nada a la información. Lo que buscan es impactar y azuzar el morbo y allí estamos “cargando” de malestar y perturbación a quienes están conectados. ¿Con qué fin? Energéticamente resonar en ondas pesadas y densas, nada aporta y por el contrario contribuye a enredar el ambiente. Lo dicen todos los estudios de Psicología modernos: cargarse de negativo lo único que aporta es negatividad. Buscar equilibrio, prudencia, serenidad, conceptos cada vez mas escasos en el mundo actual, pareciera que son los blindajes necesarios para enfrentar y navegar en las redes. Hay que saber hacerlo y…sobrevivir.

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

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Entrevista: La maestra de pueblo que logró un ‘pacto educativo’ en Twitter

Por: MARINA ALÍAS

¿En qué centro dices que trabajas?

-No, yo es que doy charlas y eso.

Este diálogo es el ‘tuit fijado’ de manera permanente por Maestra de Pueblo, la misteriosa docente que está facilitando un pacto que parecía imposible: el de la comunidad educativa. A través de sus cuentas en FacebookTwitter -donde cuenta con más de 70.00020.000 seguidores, respectivamente-, esta divertida maestra de Primaria dedica su tiempo libre a hacer reír a sus colegas de profesión con ingeniosos mensajes sobre temas relacionados con la Educación que, además de humorísticos, invitan a reflexionar.

Mis compañeros se sorprenderían si supiesen quién está detrás de la cuenta. Hay veces que comparten mis chistes en el grupo de WhatsApp y me debato entre la gracia y la vergüenza

Las faltas de ortografía, el spinner,el calor en las aulas, las evaluaciones, los grupos de WhatsApp formados por padres y madres de alumnos, la elaboración de una memoria, las oposiciones… Cualquier tema es susceptible de sus comentarios y GIFs animados, provocando un sinfín de reacciones entre los usuarios de las redes sociales. Sin embargo, salvo que trabaja en un colegio de pueblo, poco se sabe de ella. Según revela a altavoz, solo renunciaría al anonimato si se realizaran una serie de mejoras en el sistema educativo como, por ejemplo, la consecución de una «estabilidad legislativa«.

¿Qué estabas haciendo el día que se te ocurrió crear la cuenta @maestradepueblo?

Fue hace año y medio aproximadamente. Estaba buscando un regalo en una librería y me topé con un libro de Enfermera Saturada (@EnfrmraSaturada) y pensé… ¿No habrá ningún perfil en Twitter que hable de Educación en tono de humor? Y aquí estoy.

¿Qué tiene una maestra de pueblo que no tienen en la ciudad?

Una peor conexión a Internet y si tienes suerte y trabajas en un pueblo pequeño, menos alumnos.

¿Qué tienen los alumnos de pueblo que no tienen los de ciudad y viceversa?

Las ciudades te ofrecen una oferta cultural que difícilmente encuentras en los pueblos, pero los alumnos de pueblo tienen un contacto directo con la naturaleza y aún mantienen un poco de la inocencia y la curiosidad que a veces se pierde en las grandes ciudades.

¿Saben que su maestra es una ‘influencer’?

Todos los maestros tenemos algo de influencers. Cuando yo iba al colegio mi maestra era todo un referente para mí y aún todavía recuerdo sus clases. Ojalá sea yo también una influencer para mis alumnos.

¿Te ha pillado ya el director/a de tu colegio? ¿Saben en tu centro quién se esconde detrás de la cuenta?

Creo que mis compañeros se sorprenderían bastante si supiesen que yo estoy detrás de la cuenta. Hay veces que comparten chistes míos en el grupo de WhatsApp de profes y me debato entre la gracia y la vergüenza. Sobre el director de mi colegio… ¡Dudo que sepa cómo funciona Twitter!

¿Por qué prefieres mantenerte en el anonimato?

Yo no pensaba que la cuenta iba a tener tanta repercusión, ha crecido mucho en poco tiempo. El anonimato me da más tranquilidad y la libertad de decir lo que me pasa en el cole y lo que pienso sin cortarme demasiado.

Cuando te encuentras a una madre de tu clase en el Mercadona

¿Cómo es tu día a día?

Doy clase, corrijo cuadernos, cuido recreos, atiendo a las familias, programo por las tardes, me formo en mi tiempo libre… Vamos, lo que hacen todos los maestros.

¿Cuáles son las mayores «burradas» qué has tenido que corregir en clase?

Más que burradas se dan muchas situaciones graciosas en el aula. Un día pregunté en clase de los pequeños si sabían el nombre del presidente del gobierno, un niño me dijo que era «Cristiano Rajoy». Me pareció un buen candidato de consenso.

¿Por qué cambios en el sistema educativo serías capaz de salir de ese anonimato?

Si bajasen las ratios, sustituyesen las bajas sin esperar quince días, hubiese una formación de calidad en magisterio, una estabilidad legislativa o un pacto educativo teniendo en cuenta a los docentes… ¡A lo mejor me lo pensaba!

¿Cuando sueles tuitear? ¿Cuál es el objetivo de tus mensajes?

No suelo tuitear en el colegio, normalmente lo hago por la tarde-noche, cuando termino de corregir o programar el día siguiente. El objetivo es principalmente desahogarme, contar mi punto de vista sobre diversos temas de Educación y, sobre todo, divertirme. Si además mis tontunas sirven para que la gente reflexione sobre Educación, ya es la pera limonera.

La cuenta @maestradepueblo arrancó en enero de 2016
La cuenta @maestradepueblo arrancó en enero de 2016 Twitter

¿Crees que hace falta más humor en la comunidad educativa?

Creo que nos hace falta humor, reírnos de nosotros mismos, ver las cosas desde otra perspectiva. Ya estamos bastante agobiados entre cambios legislativos y papeleo como para vivir amargados.

De todas las críticas a los docentes, ¿cuáles son las que menos te gustan?

De política, de fútbol y de educación todo el mundo entiende ¡y claro!… Pero hace tiempo que dejaron de darme rabia ciertos comentarios, me lo tomo con humor y vivo más tranquila.

Un día pregunté en clase de los pequeños si sabían el nombre del presidente del gobierno, un niño me dijo que era ‘Cristiano Rajoy'»

¿Qué les dirías a todos aquellos que no ven bien la cantidad de vacaciones de los maestros?

Que los dos primeros meses están bien, el tercero ya cansa un poco.

¿Qué piensas de los padres de los alumnos? ¿Tienes esperanza en que algún día comprendan al profesorado?

Parece que las familias son el enemigo del docente por antonomasia y es una cosa que me da un poco de pena. Hay muchas familias preocupadas por la educación de sus hijos que también están al día de los cambios que se producen en la educación y que quieren lo mejor para ellos. Nuestro reto es integrarles y hacerles partícipes de la enseñanza de sus hijos. Si los padres saben lo que se hace en el aula, pueden colaborar y se sienten parte del proceso seguro que todo funciona mejor.

¿Te escriben otros maestros para desahogarse?

Me escribe mucha gente que se siente identificada con mis publicaciones. Al final todos los docentes, de pueblo o de ciudad, tenemos los mismos problemas y las mismas preocupaciones.

 Fuente de la Entrevista:
http://www.vozpopuli.com/educacion/maestra-pueblo-meastradepueblo-educacion-twitter-facebook-alumnos-profesores-colegios_0_1039096557.html
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Lo que todavía tienen que aprender los nativos digitales

Por:Elpais.com/Isabel Valdés/ 23-06-2017

Los niños saben desbloquear un iPad o subir una foto a Facebook, pero aún no tienen una educación en valores que les enseñe las implicaciones de esos usos

Paula se levanta y camina descalza hasta el salón, trepa hasta el sofá, presiona el botón de inicio de un iPad, pulsa los cuatro números de la contraseña y se conecta a YouTube. Todavía no ha aprendido a leer y solo atina a garabatear su nombre y algunas letras, pero sabe que el icono con la carpeta la lleva hasta los vídeos que ha visto recientemente; allí encuentra decenas de extractos de capítulos deLa patrulla canina y hace scroll hasta encontrar su favorito. Puede desbloquear todos los móviles que hay a su alrededor, enviar mensajes de voz por WhatsApp, entrar en las cuentas de Facebook de sus padres para ver fotografías y acceder a las cuentas de Instagram de sus hermanas.

Lo que Paula no sabe es que si sube una foto de sus pies o de sus juguetes a la cuenta de su padre, habrá 259 personas que podrán verla, compartirla y comentarla. No sabe que puede quedar flotando en la red, porque el contenido que subimos a la red social es público, y pasa a estar disponible para su uso y distribución. Tampoco sabe que, si su padre tiene activa la geolocalización, cualquiera podrá saber dónde está. A Paula, por el momento, no le hace falta tener conciencia de todo eso porque sus padres están vigilando el traqueteo que da a sus móviles y tabletas. Ella está a punto de cumplir cinco años. A su alrededor, mientras, crecen varias generaciones que, habiendo cumplido los nueve, los 13, los 18 o los 25, tampoco tienen conciencia ni conocimiento sobre la tela de araña que supone la red.

El talento, enfocado más que nunca al avance de la tecnología, carece todavía de una base educativa en valores que cada vez más los expertos instan a establecer.Borja Adsuara es profesor, abogado, consultor, experto en derecho y estrategia digital, autor de uno de los capítulos (Derechos y deberes de los adolescentes en la era digital) deLos nativos digitales no existen (Planeta, 2017) y, sobre todo, padre de tres hijos que se supone que son eso, nativos digitales, —aquellos que han nacido a partir de mediados de los noventa y que saben usar la tecnología, simplemente, porque han nacido con ella—. El término no le parece correcto. «En mi época, los hijos poníamos el VHS a los padres. Cuando eres pequeño tocas todo sin miedo a romperlo. Eso es parte de ese aprendizaje intuitivo, los niños tienen más facilidad para hacer prueba-error y aprender a manejar cualquier aparato».

Saber manipular un dispositivo, conocer de memoria qué pestaña activa cada función o qué entresijos esconde no es lo mismo que saber cómo usarlo, qué implicaciones tiene lo que se hace con él o qué consecuencias. «Es como la diferencia entre saber cómo funciona un coche, dónde tiene las marchas, los intermitentes… y conducir, conocer las señales, las recomendaciones, circular. No es lo mismo». Para el experto, que bromea con la alusión a aquel eslógan publicitario que habla de lo poco que sirve la potencia sin control, el esfuerzo constante enfocado al desarrollo de la tecnología debería ir acompañado de un conocimiento temprano de lo que implica su utilización.

Acompañamiento educativo en el proyecto Mi Colegio Promete, de la Fundación Promete.
Acompañamiento educativo en el proyecto Mi Colegio Promete, de la Fundación Promete.
 Pasaporte hacia el otro lado (de la pantalla)

«¿No tienen que hacer los niños la catequesis para hacer la comunión? Para eso sí, pero para tener un móvil con nueve años no hace falta nada». Apunta Adsuara que el mayor problema de Internet no son los contenidos inadecuados, sino la falta de educación para enfrentarse a ellos. Como en cualquier jungla, también en la urbana y también en la virtual, siempre habrá imágenes, vídeos o discursos más o menos peligrosos. «El WhatsApp, las redes sociales… A según qué edades los niños no están preparados para socializar a través de esos canales. Doy muchas charlas a padres y  madres preocupados porque sus hijos sean víctimas en casos de ciberacoso, pero nunca se preguntan si sus hijos pueden ser capaces de ser el acosador».

El buen uso no es un denso manual de instrucciones, sino la capacidad de ponerse en el lugar del otro: «La empatía, la mediación entre afines. Esa es una de las mejores dinámicas que ya se están promoviendo en Europa, y en algunos lugares de España. Puede parecer muy poco tecnológico, pero es imprescindible para todo lo demás». Arguye Adsuara que, mientras que antes se aprendía a base de (metafóricas o a veces literales) tortas en el patio del colegio, y ahí se quedaban, ahora una imprudencia o un error te pueden marcar de por vida, y esa exposición dura 24 horas, la red no cierra. «Niñas de diez u once años que, por quererse integrar en el grupo, comienzan a hacer mana«. Fotos inapropiadas, comentarios inapropiados, vídeos inapropiados. «Ese es el hecho diferencial», asegura Adsuara, «educar en valores como la veracidad o el respeto a los demás, enseñar que lo que para ellos es grabar un audio o grabar un vídeo puede ser un delito contra el honor o la libertad sexual».

Niños en clase de tecnología manejando herramientas y piezas mecánicas en el colegio privado Brains María Lombillo, en Arturo Soria, Madrid.
Niños en clase de tecnología manejando herramientas y piezas mecánicas en el colegio privado Brains María Lombillo, en Arturo Soria, Madrid. JAIME VILLANUEVA

Dándole vueltas a ese elemento ausente en la explosión tecnológica que vivimos, Anna Flotats y Mònica Roca decidieron crear, en 2015, Pasaporte Digital, una iniciativa para educar en competencias digitales y alfabetización multimedia a alumnos de ESO; para poner esa primera piedra que, en la mayoría de ocasiones, nunca llega a colocarse, y que deja cojo el desarrollo digital de los más pequeños. «Ambas teníamos trabajo, llevábamos ya más de ocho años de experiencia en periodismo, ambas en el ámbito educativo y nos fuimos dando cuenta de que había cambiado la forma de aprender y la de enseñar», explica Flotats. Se pusieron a investigar sobre nuevas tecnologías y soporte digital en la educación. «Había un vacío, sobre todo en Educación Secundaria. Los niños saben usar móviles y tabletas y ordenadores, tienen en casa y en la calle, pero llegan al colegio y hay una vuelta a hace décadas».

Cuenta Flotats que, cuando llegan a una clase con información sobre los alumnos, se asombran mucho: «Que sepamos de qué equipo de fútbol son, dónde estuvieron el fin de semana o si han ido al cine… No son conscientes de que todo lo que cuelgan acaba en la red, accesible para cualquiera». Su experiencia desde que empezaron con estas charlas es que los alumnos de secundaria, en general, hacen un uso de la tecnología instintivo y casi automático: «Hacen cultura del exhibicionismo, no saben acotar búsquedas ni lo que es el big data, no distinguen una fuente fiable de un blog sin actualizar desde hace años, no se imaginan que cada día llenan Internet con datos personales, ni conocen cómo gestionar su privacidad». Dividido en 10 temas, Flotats y Rocaarmaron un temario para llevar hasta las aulas de secundaria las herramientas para hacer un uso crítico, responsable y activo de Internet y todo lo que engloba. «La escuela, que es ese lugar en el que recoges la llave para moverte por el mundo, también debería ser ese donde recoger el pasaporte para vivir en ese otro mundo, el digital», sentencia Flotats.

Dentro y fuera del sistema

Entrar con la suya para salir con la nuestra. Es una máxima jesuita a la que Borja Adsuara recurre para recordar que para llevar esta extensión educativa a ese otro mundo digital también hace falta captar la atención de los alumnos, tengan la edad que tengan. «Yo uso bastante el humor como recurso pedagógico. Si les cuentas algo anecdótico ellos se quedan con el concepto principal a través de ese ejemplo. Memes, vídeos de YouTube… La cuestión es saber escoger el material y tener en cuenta que, según qué contenido sea, puede ser mejor o peor darlo con las nuevas tecnologías o con las tradicionales».

No solo es en las instituciones educativas donde se nota esa carencia. También en la calle. Antonio Vargas, mánager de políticas públicas de Google, apunta al momento de cambio disruptivo que vivimos: «Parece que nos pilla siempre con el pie cambiado por aquello de la velocidad con la que todo evoluciona». El responsable de la multinacional comenta que los colegios, los institutos y las universidades cada vez usan más dispositivos electrónicos, Internet y sus propias redes internas y las nuevas tecnologías y se apoyan en la interconectividad que proporcionan todos esos elementos. «En Google, por ejemplo, tenemos Classroom, una plataforma para que un profesor cree un entorno virtual en el que se pueda conectar toda la clase. Para hacer trabajos en equipo, o incluso para hacer una excursión virtual a un museo».

Dos alumnas del colegio Santa Maria de Valencia, en 2016.
Dos alumnas del colegio Santa Maria de Valencia, en 2016. MÓNICA TORRES

Vargas también apunta a la ingente cantidad de oportunidades que pone la tecnología sobre la mesa y que la educación reglada tiene que ir desarrollando y aprovechando, y enumera a algunos de los proyectos que son espejo de este nuevo camino: «Creamos Genios, una iniciativa junto a Ayuda en Acción para formar a 5.000 estudiantes españoles en informática y programación; con OCUtenemos Vive un Internet más seguro, para un uso más responsable y seguro de las nuevas tecnologías, con una parte específica para niños, padres y centros educativos; también en este sentido, con la Policía Nacional pusimos en marchaEmbajadores de Internet responsable, en el que se formó a 360 escolares que hiciesen ese conocimiento extensivo al resto de sus compañeros; y constantemente trabajamos en campañas de concienciación para el uso de las tecnologías, sobre todo en las generaciones más jóvenes».

También necesitan educación digital aquellos que ya tienen colgado de su pared un título de grado, de posgrado, o que llevan años trabajando. Los cambios constantes, según el responsable de Google, provocan que el mercado descubra una serie de competencias que no encuentra en su población, «así que la población empieza a aprender de manera paralela a lo reglado». En Google pusieron en marcha Actívate, que ya tiene más de 800.000 registros en España, un programa para aprender aquellas competencias sobre big data, computación en la nube, comercio electrónico o márketing digital. «Son habilidades que necesitan las empresas para desarrollar labores que no están incluidas en la formación más habitual».

«No teníamos ni idea de cómo usaban Internet los jóvenes»

Otras grandes compañías tambien vislumbraron hace tiempo aquella ausencia. Algunas pusieron en marcha sus recursos para poner al servicio de la educación el software necesario en el aula, como Microsoft y su hincapié constante en los servicios en la nube como Skype o OneDrive como herramientas para otra forma de impartir clase.

Otras, como Telefónica, empezaron a investigar el uso específico de la red por parte de los jóvenes en 2008. Paula Valle cambió en 2013 la dirección de responsabilidad social corporativa de esa misma empresa para ocuparse de la estrategia del protección al menor en Internet. «Tuve proyectos como Familia Digital, y ahora, desde la Dirección de Sostenibilidad y Negocio Responsable, pongo en marcha iniciativas relacionadas con el uso responsable de la tecnología».

Y lidera Dialogando. La evolución de aquella plataforma, Familia Digital, que fomentaba ese uso consciente entre niños y jóvenes, hacia un contenido más global, también como adultos, en cómo aprendemos y gestionamos todo lo que tiene que ver con la tecnología. «Para ayudar a cualquiera, también padres y educadores, cuando surgen preguntas o dudas sobre el manejo de la red o los dispositivos».

Valle recuerda que el primero de aquellos proyectos en este sentido fue en 2008, a través de una organización con la que comenzaron a investigar en España y América Latina sobre cómo usaban los jóvenes Internet: «Por aquel entonces no teníamos ni idea, no había estudios, no había nada». Desde aquello ha pasado casi una década, y siguen viendo necesario promover ideas y programas relacionados no solo con protección al menor, también bloqueo de contenidos, colaboraciones con sus proveedores directos para que ciertos productos ya incorporen, desde la fábrica, esa preocupación por el menor (como controles parentales de serie en determinados terminales), campañas de sensibilización, paneles de expertos… «Todo para trabajar en esa mentira de lo que se ha llamado nativos digitales. Han nacido con ello, sí, pero no significa que sepan usarlo». Criterio tecnológico y sentido común para vivir online como viven offline.

*Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/06/20/talento_digital/1497941513_689371.html

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