Pertinacia del gobierno en reforma a la educación superior

Diario La Tercera

Es irresponsable que el Ejecutivo intente a toda costa dejar aprobado un proyecto que ha sido objeto de transversales cuestionamientos.

Tras un año y medio de discusión, el proyecto de ley sobre educación superior entró en su fase decisiva en el Senado. Presentadas alrededor de 700 indicaciones -que buscan modificar diversas partes del cuerpo legal-, y a tres semanas del receso legislativo, aprobar el proyecto tras un estudio responsable de cada una de las propuestas de modificación enviadas por el mismo gobierno y los parlamentarios parece difícil.

Definido desde el comienzo por la actual administración como una de sus iniciativas emblemáticas, cuesta entender que la urgencia no haya existido a la hora de elaborar el proyecto -que ingresó cuando ya habían transcurrido más de dos años desde su instalación- o durante el año y medio que lleva en el Congreso.

Si bien el gobierno se ha allanado a ciertas mejoras solicitadas por los distintos actores, por ejemplo, en áreas como la posibilidad que existan contratos entre entes relacionados -tal como se aprobó en el ámbito escolar- y las indicaciones pretenden mejorar ciertos aspectos del sistema de acreditación, de todas formas dista de ser un marco regulatorio moderno, respetuoso de la autonomía de las instituciones y que potencia la diversidad de proyectos educativos.

Asimismo, mantiene los aspectos más polémicos como la gratuidad universal, el sistema único de acceso y elementos que se desprenden de dichas políticas: la fijación estatal de precios tanto para alumnos que son beneficiarios de la gratuidad como para el resto de los estudiantes y del número de vacantes, lo que en último término significa que el Estado tiene un control total sobre cada una de las instituciones de educación superior. O la idea de ampliar el Consejo de Rectores de Chile (Cruch) -en lugar de eliminar los privilegios arbitrarios de los que gozan ciertas instituciones, avanzando hacia una relación meritocrática entre todas las instituciones sin importar su calidad jurídica, año de fundación o adhesión a políticas voluntarias como la gratuidad. Todos estos son planteamientos equivocados y que tendrán profundos y negativos impactos en el sistema de educación superior.

Con todo, el gobierno, al tener mayoría en ambas cámaras puede utilizarla para aprobar, contra el tiempo, una reforma que sigue siendo objeto de cuestionamientos transversales. Si persistiese en esa idea, no debiera descartarse la posibilidad de aprobar separadamente aspectos puntuales de la ley en donde existan coincidencias con la administración entrante. Por ejemplo, en una Superintendencia para el sector, proyecto que presentó en su momento el gobierno de Sebastián Piñera, dejando de lado aspectos más discutidos.

En caso de que el gobierno renuncie a buscar consensos, y apruebe íntegramente el proyecto tal cual está, se producirá el sinsentido de que la nueva administración tenga la obligación de implementar políticas que van en directa contradicción con su programa de gobierno o bien de rectificar leyes recientemente aprobadas. Evidentemente un escenario como el descrito no ayuda en nada a consolidar un sistema de educación superior que dé mayores oportunidades a los alumnos y a la generación de bienes públicos.

Fuente del articulo: http://www.latercera.com/noticia/pertinacia-del-gobierno-reforma-la-educacion-superior/

Fuente de la imagen: https://www.google.co.ve/imgres?imgurl=http%3A%2F%2Fservicios.universia.cl%2Fco

Comparte este contenido:

El fin de una reforma equivocada

“La política oficial de gratuidad universal se reemplazó por una gratuidad focalizada vía glosa presupuestaria que generó daños colaterales…” 

Por: José Joaquín Brunner

Errores de diagnóstico, concepción político-intelectual y diseño de la reforma de educación superior, junto con su inepta gestión, han conducido a su desmoronamiento. Una muerte anunciada. El propio Gobierno aceptó finalmente que su idea e intenciones originales lo empujaron a un callejón sin salida. Y abandonó, por tanto, su propuesta inicial, aquella de un cambio paradigmático de política y una transformación a fondo de nuestro sistema de enseñanza terciaria.

Ahora se dispone, tardíamente, a ensayar un nuevo y más modesto rumbo. ¿En qué consiste? ¿Y qué deja tras de sí al dar este giro?

Partamos por la última pregunta. Transcurridas tres cuartas partes de su período, la administración Bachelet exhibe un balance negativo en este sector. No hubo una política coherente. El Ministerio de Educación careció de carta de navegación y se dejó zarandear por las presiones y demandas de su entorno.

El eje de la política oficial -la gratuidad universal- fue gradualmente desvaneciéndose por inviable y por los estropicios que causaba. En su reemplazo se instaló una gratuidad focalizada vía glosa presupuestaria, cuya torpe aplicación desencadenó efectos imprevistos y generó daños colaterales.

¿Cuál es el nuevo rumbo anunciado?

En lo básico, una minuta oficial con carácter reservado anuncia que una indicación sustituirá al proyecto inicial, al que da por fracasado, recortándolo en alrededor de un 40% de su articulado. En paralelo, introducirá un nuevo proyecto de ley sobre universidades del Estado.

Esto significa que el Gobierno ha renunciado a legislar para el conjunto de nuestro sistema de provisión mixta, cuya protección, regulación, fomento y mejora es un deber fundamental del Estado. En concreto, deja a un lado al sector institucional de gestión privada que agrupa a la mayoría de las instituciones, la matrícula, las publicaciones académicas y los recursos dedicados a la formación de capacidades humanas altamente calificadas. Sin duda, un serio retroceso.

Así, la suerte del sistema queda entregada a una indicación sustitutiva que seguramente no alcanzará a discutirse (en serio) durante lo que resta de la actual administración. En caso de abordarse, necesitaría ser repensada en su integridad. Pues carece de una visión de futuro; esquiva el tema de la naturaleza, funciones y clasificación de las instituciones; no crea una adecuada gobernanza para un sistema mixto; mantiene controles incompatibles con la autonomía de las organizaciones académicas; deja en el aire aspectos fundamentales del aseguramiento de la calidad y la fiscalización, y no ordena el financiamiento de las instituciones y los estudiantes.

En suma, en vez de corregir y mejorar la propuesta oficial, se le metió tijera, creando nuevas inconsistencias y ensanchando la incertidumbre.

Por lo que toca al proyecto sobre universidades estatales, su propósito carece de sentido. Busca, según la minuta reservada, que las universidades del Estado “se conviertan en un referente de calidad y excelencia del sistema”, como si esto pudiera determinarse por ley. Es una concepción equivocada.

En el campo académico, los prestigios y las reputaciones institucionales dependen de desempeños intelectuales, de la calidad de los enseñantes, del esfuerzo de sus estudiantes, la productividad de los investigadores, el clima cultural de las organizaciones, el eficiente uso de los recursos, la buena gestión y un gobierno eficaz dotado de legitimidad. No fue la ley que convirtió en referentes mundiales a las universidades de Harvard, Oxford o Heidelberg. Tampoco nuestras mejores instituciones universitarias y técnico-profesionales se forjaron de esta manera.

Además, la ley deberá permitir a las universidades estatales contribuir “de forma relevante en el desarrollo social, cultural, artístico, científico, tecnológico y económico del país”, como si este no fuera el mandato común de toda institución de educación superior -estatal o privada- en cumplimiento de su misión pública. Transformar este deber ético en el privilegio de una categoría de organizaciones resulta insensato.

La realidad, como revela la minuta oficial, es que las universidades estatales se distinguen de las demás instituciones públicas de gestión privada, en última instancia, nada más que por su estatuto burocrático-legal de servicio público autónomo, estatuto que el gobierno desea morigerar disminuyendo el control ejercido por la Contraloría General de la República.

En lo demás, el proyecto no introduce cambio significativo alguno. Es bien conservador y anacrónico, sobre todo en comparación con la evolución que desde hace un par de décadas experimentan la definición jurídica, el gobierno, la organización y el desempeño de las universidades del Estado en Europa, Asia y los EE.UU.

Lo único que agrega, además de la retórica de un nuevo trato del Estado con “sus” universidades, es garantizarles, por ley, el acceso a subsidios fiscales adicionales, otorgándoles de esta manera una ventaja independiente de su mérito, desempeño y resultados.

En suma, el gobierno abandona su idea original de una reforma paradigmática. En reemplazo levanta un proyecto de ley general tijereteado que probablemente no llegue a tramitarse. E introduce un proyecto para las universidades estatales que mezcla distinción simbólica con favoritismo fiscal.

Al acercarse el fin del gobierno, cabía esperar de él una iniciativa más innovadora, coherente y alineada con el interés general.

En suma, en vez de corregir y mejorar la propuesta oficial, se le metió tijera, creando nuevas inconsistencias y ensanchando la incertidumbre.

*Fuente: http://www.brunner.cl/?p=15844

Comparte este contenido:

Chile: Reforma Educación Superior; Vicepresidente del Cruch sostiene que “el proyecto que se presentó tiene una ineptitud mayor”

Chile / www.elciudadano.cl / 8 de Marzo de 2017

«Es indispensable que se rectifique sustantivamente el proyecto, no basta con reducirlo o dividirlo, lo que se necesita es que cambie la orientación» sostiene el rector Valle.

El rector de la Universidad de Valparaíso (UV) y vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle, en entrevista con El Mercurio de Valparaíso, criticó la forma en que se está implementando el proyecto de reforma de Educación Superior y lo calificó como un “fracaso”.

“Lo que ha quedado claro, sin duda, es que el proyecto de reforma de la educación superior que se presentó tiene una ineptitud mayor y eso ha dado lugar a que después de varios meses no haya avanzado en el Congreso”, sostuvo Valle.

La máxima autoridad de la Universidad de Valparaíso recalcó que “es indispensable que se rectifique sustantivamente el proyecto, no basta con reducirlo o dividirlo, lo que se necesita es que cambie la orientación de este proyecto de reforma de educación superior”, y, sobre la base de esto, “todos debemos contribuir y apoyar para dar con los mejores caminos y fórmulas y, así, avanzar en la reforma”.

Asimismo, el rector señaló que de haber más recursos para potenciar el carácter público más que otros aspectos universitarios, se debe “garantizar” que éstos estén destinados a tener un impacto “decisivo en la calidad del sistema de educación superior, en la responsabilidad y el carácter de función pública que se compromete cuando se autoriza, por ejemplo, una universidad”.

En ese sentido, “es evidente lo que está pasando hoy con la Universidad Arcis, lo que ocurrió con la Universidad del Mar. Aquí hay una desregulación absoluta”, sostuvo.

Fuente: http://www.elciudadano.cl/2017/03/05/363962/reforma-educacion-superior-vicepresidente-del-cruch-sostiene-que-el-proyecto-que-se-presento-tiene-una-ineptitud-mayor/

Comparte este contenido:

Entrevista a Luis Riveros: «La reforma a la educación superior no habla nada de calidad»

17 Julio 2016/Fuente: EntornoInteligente/Autor: La Nacion

El Gran Maestro de la masonería y ex rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros , sigue con detalle la agenda noticiosa y uno de los temas que atrapa su atención por estos días es el proyecto a la reforma de educación superior que hace una semana ingresó al Congreso. La iniciativa ha provocado polémica entre los rectores del G9 que acusan que la iniciativa no tiene ninguna letra a las universidades públicas no estatales.

El día de la entrevista había llovido y a través del ventanal  de su oficina, en el piso 22 de la Escuela de Economía y Negocios de la Casa de Bello, se filtraba una imagen prístina de la urbe. Haciendo un alto en sus actividades académicas, en conversación con La Nación , desmenuzó la iniciativa que es la última comprometida por el Gobierno en el marco de reforma educacional.

– Usted ha señalado que el proyecto de reforma a la educación superior ha sido improvisado. ¿Sigue pensando lo mismo?

– El proyecto tiene dos grandes defectos: el primero, de origen, es que no se dialogó suficientemente. Se pueden hacer leyes sin consultarle a nadie, pero el tema de la educación superior es delicado y se ha pospuesto mucho. El sistema viene desordenado desde de la década de los 80, y la Concertación nunca lo abordó directamente, solo con algunos parches, algunos saludables y otros no, como el Crédito con Aval del Estado (CAE) , el mejoramiento del Crédito Solidario y la Ley de Acreditación. Se necesitaba una iniciativa mayor y ello requería más discusión con los rectores y académicos. El segundo problema es que se trata de un proyecto que está mal diseñado, porque contiene demasiadas materias.

En el caso de la Subsecretaría de Educación Superior y de la Superintendencia de Educación Superior se requería un cuerpo legal, sostiene. «El segundo gran tema se relaciona con regulaciones y financiamiento que debió ser abordado antes de sacar estas cosas (gratuidad) con glosa. La tercera materia es la acreditación donde no solo cambia la estructura del Consejo Nacional de Acreditación sino que deja varios espacios abiertos como que este nuevo cuerpo ahora ( lo integrarán)  académicos, no representantes de, lo que está muy bien, pero uno se pregunta si será estable. Una de las grandes críticas a la CNA es que estas personas no tienen dedicación, entonces se les paga por reunión (…) y eso no está bien definido. Menos lo está el cómo es la acreditación. Se propone una acreditación integrada, eso no existe en ninguna parte del mundo (…) hay instituciones, como la propia Universidad de Chile que está acreditada por siete años, pero hay varias carreras que lo están por mucho menos».

Y agrega que «el financiamiento institucional requiere otro capítulo, porque debe integrarse el gasto en investigación en ciencia y tecnología del cual las universidades son las principales protagonistas; y eso ni siquiera se menciona. La otra materia delicadísima es de las universidades estatales. Les encuentro toda la razón a los rectores de que ahí hay más de lo mismo. Se menciona que son universidades del Estado, que tendrán tratamiento preferencial, pero no es tan explícito lo que causa otro problema que requiere discusión: no son equivalentes las universidades privadas del Consejo a los planteles estatales. Entonces este proyecto ha sido un paragüas inmenso que integra todo y conlleva a una discusión bastante larga».

– ¿Debieron ingresarse proyectos separados? Sergio Bitar, ex ministro e integrante del consejo asesor para la reforma, planteó en su momento que lo más recomendable era dividir la reforma en varios proyectos de ley.

– Yo habría ingresado cinco proyectos de ley, pero que se discutieran separadamente, porque son temas muy distintos que se relacionan todos por supuesto; no se puede pretender legislar pasando una tabla rasa por todos estos problemas, algunos de los cuales vienen arrastrándose por años y que son delicados, porque se trata de instituciones que tienen larga vida. Las universidades privadas ya llevan 30 años entre nosotros. Y algunas son muy grandes como la Central, Diego portales, Andrés bello, Autonóma por lo que requieren criterios distintos para legislar.

«PÉSIMA SEÑAL» Para Riveros lo más grave de este proyecto de ley «es que no habla nada de calidad».

«Debió hacerse un esfuerzo para establecer qué buscamos, que és lo que definimos por calidad en términos de política pública; eso queda como un discurso muy generalista. Es un tema complejo por sí mismo, no se muestra con pruebas palpables, directas», pone el acento.

En este sentido, el ex rector de la Casa de Bello señala que la iniciativa «lo ha dejado muy insatisfecho. Estoy consciente de que un proyecto de ley no puede dejar contento a todo el mundo. Yo creo que este, como lo dijo el rector de la Universidad de Concepción (Sergio Lavanchy),  ha logrado dejar desconforme a todo el mundo y esto es una pésima señal».

–  La gratuidad entre 2018 y 2010 llegará a los estudiantes del sexto decil y para ello se requiere que los ingresos estructurales como el porcentaje del PIB tendencial llegue al 23%. Para llegar a la gratuidad universal la recaudación fiscal debe llegar al 29,5% del PIB. ¿Será necesario una reforma tributaria?, ¿se logrará sacar la reforma en esta administración?

– Yo creo que no. Esto se puso aquí ahora (el proyecto) para cumplir con la promesa que se había presentado, pero con esto no va a pasar nada.  Y el Congreso tiene historia en esto. Hubo una ley de universidades estatales que causó tal controversia y discusión que finalmente se ocultó bajo la mesa y nunca más se supo (…) rápidamente entramos al interés político de corto plazo.

– Hay insatisfacción porque el proyecto no prohíbe los contratos entre las sociedades relacionadas sino que las regula.

– Si el lucro ve una ganancia indebida, entonces tenemos que establecer de qué rango estamos hablando, pero yo habría preferido que se concentraran en la calidad, porque eso  es lo que le concierne a los estudiantes y a sus familias. Se ha empleado demasiado esfuerzo en combatir, como dicen los gringos, «este hombre de paja» que es el lucro.  Si lo hacemos desaparecer vamos a estar todos bien y la realidad de las cosas es que está demostrado que no hay una relación entre lucro y calidad.

MASONERÍA CON ROL ACTIVO EN PROCESO CONSTITUCIONAL – Usted ha señalado que la masonería quería tener un rol relevante en la discusión por el proceso constitucional. ¿Cómo ha sido hasta ahora?

– Hemos participado en estas instancias que se han convocado con la pregunta de  a dónde vamos a llegar con todo esto. Hemos sostenido oficialmente, así se lo informamos al Gobierno, que estábamos dispuestos a colaborar no obstante nos parecía que algunos de los proceso había que definirlos y procesarlos en términos de los objetivos finales y cómo se llevarían a cabo.

En este marco -agrega- «a lo largo del país no solo hemos participado en las distintas instancias sino que además hemos encabezado encuentros para aportar en esta primera fase en los principios de diseño de la nueva Constitución. Y le hemos hecho saber al Gobierno nuestra disposición para colaborar en esto con los constitucionalistas que pertenecen a la masonería».

Fuente de la entrevista: http://entornointeligente.com/articulo/8682658/Riveros-sobre-reforma-a-educacion-superior-No-habla-nada-de-calidad-12072016

Fuente de la imagen:  http://www.elclarin.cl/web/images/stories/2012/diciembre/riveros_lu600.jpg

Comparte este contenido:

Chile: Confech y Reforma a la Educación Superior: “Al Mineduc se le acaba el tiempo”

RadioUChile/01 de julio de 2016/Por: Raúl Martínez

Este jueves 30 de junio vence el plazo comprometido por el Gobierno para ingresar el proyecto al Parlamento. Y aunque desde el Ministerio de Educación afirman que se cumplirán con los plazos, desde la Confech critican que aún no se decida si se penalizará el lucro en las instituciones de educación superior.

 

En estado de alerta está el movimiento estudiantil ante el inminente envío del proyecto de Reforma a la Educación Superior comprometido por el Gobierno, que puso como plazo máximo para ingresar la iniciativa al Parlamento este 30 de junio.

Los dirigentes de la Confech reiteraron sus críticas a una iniciativa que, subrayaron, no fue discutida con los estudiantes donde aún se desconocen los contenidos de fondo, por ejemplo en materia de lucro, como comentó el vocero de la entidad y dirigente de los estudiantes de la Universidad Central, Gabriel Iturra.

“Tenemos menos de 48 horas que es el mismo plazo que se ha dado el Gobierno para poder presentar un proyecto de ley que hasta el momento el Confech ha rechazado de forma y de fondo. Un proyecto de ley o más bien un esbozo de proyecto de ley que lamentablemente no acaba con el lucro en las instituciones de educación superior, que no viene a establecer democracia en los planteles educativos, que profundiza justamente las lógicas de mercado y que no termina con el financiamiento que permite el endeudamiento de las familias. Es por eso que le decimos a la ministra que se le acaba el tiempo. Quedan 48 horas para que cumpla con el movimiento estudiantil. De lo contrario nos veremos en las calles con una movilización en todo Chile”, puntualizó Iturra.

Y aunque en el Gobierno afirman que aún se estudia la posibilidad de penalizar el lucro en las instituciones de educación superior, para los estudiantes resulta llamativo que el tema no sea definido de manera concreta por las autoridades del Mineduc.

Al respecto, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Camila Rojas, sostuvo que se deben incluir en la reforma las demandas planteadas largamente por el movimiento estudiantil.

“Nos parece fundamental y que de una vez por todas, este ingreso considere lo que hemos venido diciendo los actores sociales. Hoy día es necesario reconstruir la educación pública, hoy día es necesario que se dé respuesta a miles de estudiantes que están en la educación privada sin regulación alguna. Por lo tanto, por eso seguimos en las calles y por eso nos interesa también convocar a todas y todos los chilenos a unirse a nuestra manifestación”, convocó la dirigenta.

En el Ejecutivo la ministra de Educación, Adriana Delpiano, sostuvo que se cumplirán los plazos y adelantó que la próxima semana se ingresará el texto del proyecto a la comisión de Educación de la Cámara de Diputados.

Una de las integrantes de la instancia parlamentaria, la diputada comunista Camila Vallejo indicó que esperan iniciar un debate que incluya la mirada de todos los sectores, es decir estudiantes, trabajadores de la educación y rectores de las universidades e instituciones de educación superior.

Mientras, la Confech convocó a una nueva marcha el próximo 5 de julio, además de una jornada familiar por la educación para el 10 del mismo mes, fecha en que se espera conocer el contenido de la postergada reforma a la educación superior.

Tomado de: http://radio.uchile.cl/2016/06/29/confech-y-reforma-a-la-educacion-superior-al-mineduc-se-le-acaba-el-tiempo

Comparte este contenido: