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LA PEDAGOGÍA CONTAMINADA (1)

  1. Introducción: comienzo a escribir una serie de relatos en personal para hacerme una imagen lo más amplia, profunda, completa, diversa y espero que oscura para quienes nos puedan leer, con el único propósito, de que cada lector se anime afrontar su propia historia pedagógica formal, escolar, sistemática, oficial con sus modalidades pública o privada; laica o religiosa, de cualquier creencia o sincrética.
  2. Sin puentes se pasa el río en canoa o nadando o nunca lo pasas.Es casi universal y a través de todos los tiempos, la experiencia de shock que se experimenta en la transición de una educación natural, informal, del mundo familiar, social, cultural, político y religiosa,con referencia a la educación formal, cuando no se utiliza algún puente de conexión o proceso de inducción, para que los maestros, educadores, docentes o profesores tengan dominio sobre lo que podrían ser, saber, hacer y vivir en relación a un grupo de alumnos, estudiantes, discentes y con cada uno en particular; así como lo mismo para su contraparte, el estudiante. He manejado desde niño la superación de esta abismal realidad desde mi propia experiencia escolar.

El comienzo en la escuela, se presentó como una experiencia estúpida, tonta, ridícula y altamente tóxica. El primer día en la escuela disfruté de una especie de teatro mágico, de mundos paralelos y  se prolongó dentro de un espacio personal, familiar, social, cultural, político y religioso en muchas formas manejable positivamente. Quizás tuve  a mi favor la experiencia mágica del ser llanero en donde los espantos de las sabanas, las historias de aparecidos, el silbón, la llorona y el ánima sola, representaban lo que había sido la radio, la televisión, el cine, los videos y la Web en otros lugares y diferentes  tiempos. Motivo y tema de tertulias familiares diarias como lo ha sido el rezo del rosario para otros pueblos.

Era muy rica, diversa  y feliz la vida familiar, social, cultural, política, religiosa y hasta económica; ello impidió que lo vivido en la escuela no alcanzara el estímulo umbral para producir una herida psicopedagógica y con ella un trauma que me destruyera mi posterior vida escolar.

El ámbito de la escuela era un mundo de tinieblas, de oscuridad, de violencia, de temores, especialmente dentro del aula y frente a la maestra que casi nunca iba al baño o se ausentaba del salón. Si lo hacía dejaba a alguien encargado del orden y la disciplina con el mismo poder y autoridad que ella; el “sapeo” era más terrible que la Operación Cóndor o la Seguridad Nacional de Pérez Jiménez, según los mayores; lo afirmaban de manera especial los  adecos. La relación  impersonal se vivía de una forma distinta  ante los condiscípulos; a quienes podía diariamente casi “fotografiar” sus cabelleras, sus trenzas, colas de caballos o moños, si eran niñas y la variedad de cortes de pelo, muchos de tipo militar, de policías o guardias nacionales y algunos coco pelaos, a quienes seguro que le hizo ese corte la mamá, una hermana, un hermano o un vecino y muchas veces trasquilados. No habían llegado la moda de las largas cabelleras de los hippies y los afros de los líderes negros de los Estados Unidos.

Los podíamos ver por algunos momentos de frente cuando estaban respondiendo a la maestra alguna operación o lección de escritura o de matemáticas. Los infelices daban expresión de miedo, terror, vergüenza y muchas veces provocaban risas que no podía expresar con libertad ni siquiera suavecito, porque eso se consideraba provocar desórdenes, ruidos, movimientos, bochinche o simplemente falta de respeto a la maestra.

Aprendí a reír hacia adentro; con una especie de silenciador que creaba una respiración abdominal que se escondía detrás de la mesa del pupitre grande, ancho y pesado con una gaveta en la cual se podía guardar el libro y el cuaderno. Quizás ese modo de respirar me dilató desde temprano los músculos abdominales por cuanto me pusieron en la escuela el apodo de barriguita y hacían chiste durante el último año de interno, en donde en el internado tuvimos por primera vez hombres como maestros y nos aplicaban un régimen militar y  cuando me pedían que sacara pecho, sacaba la barriga. Un reflejo condicionado aprendido desde ese primer año para que no se escucharan la risa y menos los pensamientos de todo lo que vivía en la escuela.

La maestra no hacía la pregunta: ¿Quién quiere pasar a la pizarra? Ella, con una mirada penetrante que asustaba al más valiente, que  se anticipaba a su orden de mando, decía, con expresión de policía, enfermera, médico o cualquier jefe de gobierno o cura de pueblo a quien iba a fusilar, castigar y hacer sentir generalmente, de que era bruto, bobo, flojo, indisciplinado o simplemente indigno de  valoración con una nota muy cerca del 0 (cero).

Al más asustado, distraído o indisciplinado era el elegido que pasaba a la pizarra o desde el pupitre siempre parado, para someterse  a la prueba de la verdad: decir lo que la maestra había dicho sobre cualquier tema. El dictado nunca faltaba, la plana tampoco y escribir cien o más veces una palabra o una oración como corrección de una falta ortográfica o por castigo era el pan de la educación de casi todos los días para muchos y por supuesto yo no fui víctima de esas torturas por lo que expondremos a continuación.

Lo primero que nos colocó la maestra, en la pizarra de color negro, oscuro, tenebroso como las noches sin lunas, sin estrellas y sin la luz de las lámparas de kerosene que se encendía hasta temprano de la noche antes de ir a dormir con sueño o sin sueño, fue las siguientes letras:  a-e-i-o-u. Con unas letras gorditas y muy lindas; parecían como sacadas de Mi Libro Primero o Abajo Cadenas.

Comenzó por los y las primeras alumnas, según la letra de sus apellidos y darle nombre a cada letra que iba indicando con gran tino con una regla de madera larga y gruesa.

Algunas veces durante el año supimos muchas cosas para las cuales servía aquella regla: para medir, para hacer líneas rectas, cuadrados, triángulos y también para hacer alguna marca en nuestra piel,  como si fuéramos becerros,  en los brazos, piernas, espaldas  o a donde podía golpear,  cuando se ponía brava porque no se le hacía caso, se hacía algún ruido o se sentaba uno mal. A veces por un golpecito o pellizco a un compañero o también por jalarle una trenza o cola de caballo a una niña.

Esa primera lección y su correspondiente evaluación para mi es inolvidable. Todos los niños aprendieron al decir correctamente  a, e, i, o, u y por supuesto que fueron tenidos por inteligentes por la profesora. Ella tuvo que sentirse la maestra más competente de toda la escuela y feliz. Todos sus alumnos aprendieron la primera lección que llamó VOCALES; todos menos yo.

A cada letra que ella me decía que leyera, no se sí dejaba salir un ligero silbido, ronquido o soplido. La veía a sus ojos, a su cara, a todo su cuerpo y ante mi negativa a decir el nombre de cada una de las vocales, ella se ponía más brava y gritaba las letras y por supuesto mi respuesta fue siempre cerrar y apretar los labios. Por dentro me reía y quizás esa expresión ella la veía en mis ojos en mi rostro.

Cuando ella comenzó a decir a, e, i, o, u  yo en un monólogo llevado a lo profundo de mi mente, le decía: “EL BURRO SABE MÁS QUE TÚ”. Eso mismo le decía y lo gozaba con todos los compañeros y compañeras. Nadie supo de mi experiencia. Viví una especie de disociación, de desdoblamiento astral o como un sueño despierto. Se me venían a la memoria las experiencias, los juegos, las risas con quienes respondían a la pregunta ¿Si no eres bruto o burro dime cuales son las vocales? Respondían quienes no conocían que era una “pega” o broma: a, e, i, o, u y recibían con carcajada que parecía la explosión de un disparo de chopo o escopeta de fabricación artesanal: “EL BURRO SABE MÁS QUE TÚ.”.

Si esto se hubiera presentado en la primera clase y luego tenido un regular, bueno o excelente desempeño, con las posteriores lecciones y hubiera aprendido algo de la maestra, del aula, de las lecciones, de los libros o de la propia familia o un compañerito; podría ser recordada como una anécdota que algunos niños o niñas tuvieron el primer día de clase.

Resultó que todos los días del año escolar 1.958-59 en la Escuela “Diego Eugenio Chacón”, de El Amparo, Distrito Páez, Estado Apure, Venezuela; cuando  niño de seis años no respondí jamás una pregunta ni di una lección bajo la guía, dirección, exigencia o mando de la maestra.

Las notas se hicieron completamente predecibles: 01 desde el primer día hasta el examen final. Me gradué de bruto, de analfabeta, de sordo, mudo, tonto, burro y fui puesto en el selecto grupo que monopolizaba un niño grandote de cuerpo, quien se llamaba Basilio y lo llamaban en la escuela y el pueblo Torolilo, por cuanto tenía dificultad para hablar. Había repetido tres o más años el primer grado y durante un año fui llamado Torolilito; una especie de hermano menor de Torolilo.

En tres oportunidades pude dar la lección aplicando una ley matemática, aplicada a la suma o adición, la cual reza: «El orden de los factores no altera el producto». Pero que lo supe después no aplica cuando se aprende a leer o escribir desde las vocales, el alfabeto y luego por el método de sílabas. Yo he recreado esas dos lecciones muchas veces en mis momentos de ocios que ahora son las 24 horas del día que la maestra de mi primer grado por primera vez se dijo: “Mejor que este niño nunca hable; porque va a provocar muchos desórdenes y problemas durante toda su vida.”. Por no haber aprendido a leer, no leí el cuento de Pedro Emilio Coll (no Colt), El Diente Roto. Leerlo en:

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/coll/el_diente_roto.htm; estoy seguro que si lo hubiera hecho, me habrían elegido como Presidente en la IV República y habría permanecido en el poder durante todo el siglo xx y jamás habría dicho nada en la Asamblea General de la ONU sobre un Diablo Suelto ni que allí “huele a azufre”. Tendríamos Embajada Gringa con Embajador incluido y también Embajada Venezolana con Embajador que hablara y pensara en inglés para que nunca se presentara ningún desacuerdo con el país que ha producido su mayor sinsentido en Política Exterior en su Historia como Nación ( El decreto Obama con prórroga por un año más o por todo el Siglo XXI, hasta que llegue alguien como el personaje del Diente Roto y se dé cuenta que ha sido un gravísimo error y que no sirvió para tumbar al Presidente (Chófer de autobuses) Nicolás Maduro.

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Chicago Teachers to Strike for Public Schools and Services

LABORNOTES/  Just in time for the 2016 Labor Notes Conference, the Chicago Teachers Union is planning a one-day strike and citywide day of action April 1. The union’s governing body, the House of Delegates, gave its stamp of approval to the action last night.

The teachers’ contract fight intensified after the district announced cuts and layoffs it claims are necessary to pay off a $480 million budget shortfall.

The union doesn’t dispute there’s a deficit. But the teachers argue that the district has brought the problem on itself by refusing to look for additional tax revenue to fund schools. Or as union leaders put it, the Chicago Public Schools are “broke on purpose.”

April 1 was chosen because it’s the day teachers were slated to see a cut in their paychecks, as the district slashed the 7 percent “pension pickup” it’s been paying since the 1980s.

Chicago teachers don’t get Social Security; instead, those contributions are diverted into the district’s pension system. “The only thing we have to retire is our pension,” said bargaining team member Tammy Vinson, a special ed teacher, last year.

Hoping teachers would call off the strike, the district has since backed off its immediate plan to impose the cut—but it wouldn’t take the demand off the table entirely.

“There are teacher’s aides that only make $29,000 a year,” said teacher Sarah Chambers. “Imagine a 7 percent pay cut.”

“We are hoping this April 1 action is a show of force,” said union Financial Secretary Kristine Mayle. “It’s not just about this contract fight. It’s about education and fair funding and the rich not paying their taxes.”

The union has been highlighting the city’s refusal to get tough with banks. It points to Bank of America and other financial institutions where high borrowing rates or “toxic swaps” have cost the city over a billion dollars.

“The whole system is screwed up,” Mayle said.


Labor Notes’ book How to Jump-Start Your Union shows how activists transformed the CTU and organized the 2012 strike.Available for $15 from our store.

ALL FEELING THE PINCH

Teachers—the largest union in the city—are asking other unions to mobilize too, and to gather for a mass rally for better funding for schools and public services.

“We are going to be joined by health care workers, fast food workers, and others facing the pinch,” Mayle said.

She pointed to clear allies: SEIU Healthcare Illinois, the Fight for $15 campaign, and students and faculty at Chicago State University, a South Side school that’s in crisis after harsh budget cuts.

Community groups representing a cross-section of the district’s parents and students have endorsed the day of action: Kenwood Oakland Community Organization, Black Youth Project 100, Grassroots Collaborative, and the worker center ARISE.

“These social services all affect our students and their families,” Chambers said. “We are demanding progressive revenue that will fund the contract, that will fund social services, that will fund Chicago State University.”

Public sector workers in Transit (ATU), AFSCME, and SEIU could be potential allies, too, since they’re also facing city and state budget cuts and layoffs.

Members have authorized an open-ended strike, but they have legal requirements to meet before they can give official strike notice, as they did in 2012. They’re in the legally mandated fact-finding phase of negotiations.

Still, the union’s officers and executive board recommended the April 1 work stoppage. Five hundred members discussed it at a March 12 summit, and the union’s governing body, the House of Delegates, voted last night to authorize it.

‘A JUST CHICAGO’

The teachers have been without a contract since last June. The union kicked off its campaign last spring, issuing a series of proposals under the umbrella of “A Just Chicago.”

Members want smaller classes, more teachers and support staff, more resources for students, and workload relief.

The union has pointed to ways the district could bring in new revenue for schools—including renegotiating the “toxic swaps” and repurposing tax increment financing (TIF) money that’s currently being used to subsidize real estate development.

Over the summer, the two sides worked on a one-year contract extension that would have generally maintained the status quo—but in August, new Chicago Public Schools CEO Forrest Claypool tanked it. Instead he demanded that teachers take a pay cut by giving up the district’s pension contribution.

In December, 88 percent of Chicago teachers voted to authorize a strike.

NOT GOOD ENOUGH

In January, the appointed board made a settlement offer, which had some promising elements on the surface. The district was offering a moratorium on new charter schools and layoffs—if enough members (both teachers and paraprofessionals) took an early retirement buyout. The 7 percent pension pickup would be phased out.

But the union’s big bargaining team rejected the offer—and not only because of the pay cut.

“The things that they gave us were not enforceable,” Mayle said, pointing out that the state also has the power to authorize charters. And there was no guarantee that the district would fill the jobs of the 2,000 veteran teachers it would be pushing into retirement—so the plan risked worsening already barebones staffing levels.

The district wouldn’t take no for an answer. Claypool announced the plan to impose the pension pickup, along with layoffs that mostly affect the district’s central office and school employees represented by other unions. The district later announced three furlough days for teachers and school employees.

Union workers now have just over a week to prepare their co-workers for the action and bring in more allies across the city.

“I think this is really going to scare them,” Chambers said. “This has never happened before.”

 

Samantha Winslow is a staff writer and organizer with Labor Notes.samantha@labornotes.org

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La Red YESPeace de la UNESCO aprovecha la capacidad de los jóvenes del mundo para cambiar el futuro

UNESCO/Marzo 2016

“Tenemos que reincorporar a los jóvenes en la sociedad y lo que ellos necesitan es identidad y sentido”, dijo el Dr. Anantha Kumar Duraiappah, Director del Instituto Mahatma Gandhi de Educación para la Paz y el Desarrollo Sostenible (MGIEP por sus siglas en inglés) en Nueva Delhi (India).

“Tenemos que reincorporar a los jóvenes en la sociedad y lo que ellos necesitan es identidad y sentido”, dijo el Dr. Anantha Kumar Duraiappah, Director del Instituto Mahatma Gandhi de Educación para la Paz y el Desarrollo Sostenible (MGIEP por sus siglas en inglés) en Nueva Delhi (India).

El MGIEP es el instituto de la UNESCO especializado en educación para la paz y el desarrollo sostenible y lleva su nombre en tributo a los principios de no violencia y vida sostenible de Mahatma Gandhi.

Entrevistado tras participar en una consulta de expertos de la UNESCO sobre la prevención del extremismo violento mediante la educación, el Dr. Duraiappah afirmó que la Red YESPeace es parte de la respuesta del instituto a estos desafíos.

Unir a los jóvenes en torno a la paz y el desarrollo sostenible

“Los jóvenes quieren que se les escuche y quieren dignidad”, dijo el Dr. Duraiappah. “Viven en un mundo interconectado que es cada vez más pequeño y están inmersos en las conversaciones de las redes sociales. Queremos elaborar una plataforma que los una en torno a nuestro mandato de paz, desarrollo sostenible y ciudadanía mundial”.

La red es un elemento del programa para jóvenes del Instituto, que se ha propuesto empoderar a la juventud mediante la educación para construir un futuro pacífico y sostenible. La red congrega a los jóvenes para que se centren en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y en particular en la Meta 4.7 de los ODS, relativa a la educación para el desarrollo sostenible (EDS), que el MGIEP ha hecho suya.

“Hablamos con los jóvenes acerca de esa meta y nos dijeron que era borrosa y que no significaba gran cosa para ellos, mientras que las cuestiones concretas, tales como la pobreza, el agua potable, el acceso equitativo a la educación y la salud, sí eran significativas, de modo que incorporamos esa idea”, dijo el Dr. Duraiappah.

En respuesta a la cuestión, el MGIEP elabora actualmente un banco de datos con aportes de jóvenes que han dado seguimiento a la Meta 4.7 y que comprende una aplicación de telefonía móvil para que puedan cargar directamente ejemplos de cambios de conducta de la comunidad en la vida real, en lo tocante a la EDS.

“Queremos que los jóvenes lleven la iniciativa en la aplicación y el seguimiento de los ODS”, afirmó.

No existe una solución única para todos los problemas

El Dr. Duraiappah asegura que los jóvenes tratan de hallar algo en que creer y, como resultado de esa búsqueda, algunos caen bajo la influencia de los extremistas, pero advierte que no existe una sola solución para todos los casos.

“Debemos recordar que las motivaciones de un joven en Siria o Afganistán son muy diferentes de las de otro en Canadá o en cualquier otro país”, señaló.

“Queremos enseñarles a los jóvenes de qué manera pueden llegar a ser ciudadanos del mundo, que pueden asumir identidades múltiples dentro de cada sociedad y que dudar de uno mismo no es un síntoma de debilidad, sino de fortaleza”.

Una campaña sobre ciudadanía mundial coordinada por los jóvenes

Además de la Red YESPeace, el MGIEP dirige el Programa Embajadores de la Universidad, que promueve el diálogo intercultural, y elabora actualmente el Programa Agentes del Cambio, que se centra en la capacitación y el liderazgo, sobre la base de los valores del humanismo y la compasión.

Cada año, el Instituto celebra el evento Talking Across Generations [Diálogo intergeneracional], que en 2016 estuvo dedicado al extremismo violento y la educación, y que contó, como primicia, con un concierto mixto de la banda pakistaní Junoon y la banda india Indian Ocean. En la actualidad se está programando una segunda actuación conjunta de ambas formaciones musicales, que tendrá lugar el 2 de octubre, Día Internacional de la No Violencia y aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi.

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Brasil: en defensa de la democracia y del estado democrático de derecho

Declaración del Comité Directivo y de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO

El país que superó la larga dictadura militar y aprobó la Constitución Ciudadana de 1988, no puede sufrir un atentado tan grave a su estado democrático de derecho. Debemos preservar las libertades individuales y colectivas, garantizando una democracia efectiva para todos.

América Latina tiene una larga historia de dictaduras militares que acentuaron la represión política y la violación a los derechos humanos, la concentración de la propiedad de la tierra y la desigualdad social, generando siempre el aumento del poder económico de las élites.

El combate a la corrupción constituye un deber de las instituciones públicas y privadas, pero no justifica el uso de actos mediáticos que ofenden y atacan la normalidad del estado de derecho. Toda acción de combate a la corrupción debe ser realizada dentro de los límites legales y como parte del proceso de perfeccionamiento de las instituciones democráticas, no de su mayor deterioro. Hoy, en Brasil, los principios que deben guiar el ejercicio de la justicia en una democracia republicana han sido maculados por recursos arbitrarios y selectivos producto de discrecionales actos de la autoridad judicial, los que se expresan en filtraciones periodísticas y operaciones policiales divulgadas por algunos medios de comunicación como despreciable recurso de linchamiento mediático, creando factoides políticos dirigidos exclusivamente al Partido de los Trabajadores y al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

Por otro lado, la presidenta de la república ha sido atacada con acciones judiciales arbitrarias y acuerdos políticos revanchistas, que sólo buscan, por los medios y las formas que sean posibles, impedir que Dilma Rousseff concluya el mandato que le fuera investido por el pueblo brasileño.

Exigimos que se garanticen los procedimientos democráticos básicos, la presunción de inocencia, la igualdad ante la ley, el derecho a una amplia defensa, sin ceder a la voluntad de un sector del Ministerio Público o de un Poder Judicial que carece de control social. Es urgente que el Consejo Nacional de Justicia asuma sus responsabilidades, preservando el orden jurídico.

Nuestras democracias, duramente conquistadas gracias a la movilización y las luchas populares, no pueden subordinarse a intereses autoritarios que surgen y se perpetran a la sombra de un creciente fascismo social. El riesgo de ruptura de la legalidad y la institucionalidad democrática por una asociación entre políticos derrotados en las últimas elecciones, sectores del Poder Judicial y los grupos monopólicos que controlan la prensa nacional, no pueden comprometer el futuro de Brasil.

Hacemos aquí un llamado a la solidaridad y al apoyo de la comunidad latinoamericana para garantizar en Brasil la democracia y el estado democrático de derecho, conquistados en las últimas décadas. El pueblo brasileño desea y busca construir un modelo de desarrollo sustentable; una democracia fuerte con inclusión y justicia social; busca y lucha por el reconocimiento de sus derechos y libertades fundamentales. Es esa soberanía del pueblo brasileño la que debe ser preservada de las arbitrariedades, autoritarismos y oportunismos políticos que hoy se están apoderando de Brasil.

 

Buenos Aires, 28 de marzo de 2016

 

Comité Directivo
Secretaría Ejecutiva
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – CLACSO

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El corazón de Luis Antonio Bigott

Decía Unamuno que hay seres sin cuya presencia en este mundo “la humanidad quedaría incompleta”. Luis Bigott es uno de esos seres. Dedicó su vida a hacer el bien. Era un hombre sensible ante las penurias de los otros. Vivió una infancia pobre y muy rica en experiencias. Desde niño comprendió que como dijera Ignacio Martín Baró “hay verdades que sólo desde el sufrimiento o desde la atalaya crítica de las situaciones es posible descubrir”. Siempre insistía en que somos seres “sentipensantes”, personas que como decía Fals- Borda “combinamos en todo lo que hacemos razón y pasión, cuerpo y corazón”.

Por esos motivos, su primer trabajo como maestro lo quiso desempeñar en una escuela del interior del país, en el Mácaro estado Aragua. Daba clases a niños muy pobres. Eran 17 en total, de los cuales cinco iban descalzos. Y como él venía del mundo de la pobreza se identificaba con la pobreza de ellos. Siguiendo las enseñanzas de Simón Rodríguez decidió “convertir el mal ajeno en propio”. Se planteó ayudarlos. Pero todo conspiraba contra sus esfuerzos: la desnutrición, la falta de libros, la manipulación de los partidos, la indolencia del gobierno, la sordidez de la calle, la abulia de los funcionarios, la televisión enajenante.

De este modo fue comprendiendo que el principal causante de la pobreza era el capitalismo neocolonial y que la solución era la acción política, académica y cultural ejercida por el pueblo y sus poderes creadores contra un sistema de ignominia en el cual el educador en vez de ser agente de transformación se había convertido en marioneta de la neocolonización, en reproductor del discurso de la  antipatria. Frente a esta situación solía repetir las palabras de Martí: “Quien tenga Patria, que la honre y quien no tenga Patria, que la conquiste”. Esa y no otra, agregaba, es la función del educador en esta hora de América.

Así ejerció Bigott la pedagogía: desde la sensibilidad y la pasión. Hoy y siempre te recordaremos, maestro. Y «recordar» es la palabra indicada porque sus raíces son «re» que significa «otra vez”, y «cordar» que viene de «cordio», que significa «corazón». Entonces recordarte es acercarte otra vez a nuestros corazones. Así nunca olvidaremos que como lo decías “solo el amor engendra maravillas”.

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IIPE-UNESCO Buenos Aires convoca: Curso Regional sobre Formulación y Planificación de Políticas Educativas 2016

Desde sus inicios el IIPE-UNESCO Buenos Aires organiza anualmente el Curso Regional sobre Formulación y Planificación de Políticas Educativas, al cual asisten funcionarios y profesionales de diferentes niveles de gobierno, provenientes de diversos países de América Latina y el Caribe y de países africanos de habla española y portuguesa.

 Hasta el año 2015 participaron en el curso más de 420 profesionales y funcionarios de Angola, Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela. 

Destinatarios

• FUNCIONARIOS que realicen actividades de generación de información, análisis, formulación, planificación y evaluación de políticas y programas educativos.

• PROFESIONALES que desempeñen tareas en las áreas de investigación, estadística, planeamiento,  administración, recursos humanos, evaluación, currículum y desarrollo profesional docente.

• LÍDERES sociales, sindicales y políticos interesados en la temática educativa.

 

Estructura

Fase a distancia (6 de junio – 19 de agosto de 2016)

Esta fase se desarrolla en el lugar de residencia. Durante 11 semanas, los participantes cursan dos módulos de formación a través de la plataforma del IIPE Virtual.

 

Fase presencial (29 de agosto – 28 de octubre de 2016)

La fase presencial se desarrolla en la Sede del IIPE-UNESCO Buenos Aires y tiene una duración de dos meses. En la misma, se cursan tres módulos de formación, se realiza una visita de estudios de una semana de duración y se elabora y se discute un proyecto final que deberá ser aprobado.

Para interiorizarse más en el detalle del Curso Regional sobre Formulación y Planificación de políticas educativas 2016, siga los siguientes enlaces.

 

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Analfabetismo en México: ¿quién se hace cargo?

México está entre las quince economías más prósperas del mundo, cuenta con un sistema educativo que atiende a más de 35 millones de alumnos en todos sus niveles, tiene desde hace 90 años una secretaría dedicada a la educación pública y tiene, desde hace más de tres décadas, un instituto dedicado a la educación de adultos. Aún más, la obra educativa nacional constituye uno de los mayores motivos de orgullo de los sucesivos gobiernos de la posrevolución. Sin embargo, en nuestro país el analfabetismo y la marginación educativa siguen manifestando una inequívoca señal de desigualdad e injusticia social.

De acuerdo con los datos censales del 2010, las personas al margen de las letras en México suman cerca de 5.4 millones –cifra superior a la población de países como Finlandia, Noruega, Costa Rica o Uruguay– las cuales ratifican, entre otros temas, la inobservancia del derecho a la educación establecido por la Constitución Política de 1917. En breve, en materia educativa el país está en falta desde hace un siglo. ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo explicar el grave déficit educativo en nuestro país? ¿Cómo decir “usted disculpe” a millones de mujeres y hombres en condición de exclusión educativa y social? ¿Quién se hace cargo del problema del analfabetismo en México?

Sin el ánimo de responder de manera puntual a todas estas interrogantes conviene establecer como punto de partida que el problema aquí abordado no se circunscribe a los individuos excluidos de la educación. Se trata de un problema social y humano que se extiende más allá de cada persona y que involucra a todos y cada uno de los mexicanos. Si, a todos. En tanto ciudadanos que compartimos suelo, cultura y nación, que nos regimos por las mismas leyes y que juntos aspiramos a un país mejor, las asimetrías educativas –y especialmente las condiciones que excluyen a millones de personas– ilustran una innegable condición de desigualdad y de falta de oportunidades para todos.

Es necesario recordar que en la sociedad mexicana caben, lo mismo algunas de las fortunas personales más grandes del mundo, que enormes franjas de pobreza y marginación social. Y ello no significa pluralidad o variedad social, representa un agravio para los más pobres y expresa los límites de un Estado que, hasta ahora, no ha logrado generar condiciones de equidad educativa ni construir un piso parejo para toda la sociedad. Sin el ánimo de profundizar en la situación de rezago educativo de la población de 15 años y más, baste recordar que, de acuerdo con los datos censales del 2010, el porcentaje de analfabetismo en la población mayor de 15 años representaba al 6.9 y el número de personas sin estudios concluidos de primaria y secundaria se acercaba a los 32 millones. Con base en tales cifras, es posible afirmar que al menos una cuarta parte de la población mexicana se encuentra en condiciones de precariedad educativa.

Rezago de la población de 15 años o más. Educación Básica en México (2010) Población de 15 años y más Analfabetas % Sin Primaria Terminada % Sin Secundaria Terminada % Rezago Total % 78,423,336 5,393,665 6.9 10,082,386 12.9 16,424,106 20.9 31,900,157 40.7 Fuente: INEA. Rezago educativo. Censo 2010. (Disponible en http://www.inea.gob.mx/transparencia/pdf/rezago_censo2010_nd.pdf)

Aunque es posible reconocer que el tema del analfabetismo ha estado presente en prácticamente todos los gobiernos de la posrevolución, lo cierto es que las políticas en esa materia han resultado francamente desalentadoras. Así, mientras algunas campañas y estrategias planteadas a lo largo del siglo XX alcanzaron un mayor logro e impacto social, otras se limitaron a la simple exaltación demagógica de la educación. Entre las primeras han de incluirse las campañas de José Vasconcelos entre 1920-1922; de Lázaro Cárdenas en 1934; de Jaime Torres Bodet en 1946 y 1958; e incluso de José López Portillo quien en 1981 impulsó la creación del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos. Y aunque no vale la pena detenerse a referir los planteamientos meramente demagógicos sobre el analfabetismo, resulta imposible dejar de señalar que, a lo largo de las tres décadas recientes se privilegió una política mayormente restrictiva en términos sociales y educativos.

El analfabetismo hoy

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la alfabetización, como parte de la educación, constituye un derecho humano. Se trata de un bien público que proporciona a las personas las herramientas básicas para incorporarse a la vida social, a la vida ciudadana, a la vida laboral, a la vida cultural, a la vida en su sentido más amplio. La condición del analfabetismo, por el contrario, expresa y genera marginación y, en la llamada sociedad del conocimiento, supone un déficit individual y social aún más grave que en el pasado.

Hoy el analfabetismo se concentra en los espacios sociales más vulnerables: personas en condiciones de pobreza, personas pertenecientes al medio rural, indígenas, mujeres. Y cuando se combinan algunas de estas condiciones, la vulnerabilidad y los riesgos sociales se profundizan. Así, a la dificultad para acercarse a la literatura, a la poesía o al conocimiento científico, se suma la imposibilidad de acceder de manera autónoma al complejo marco de las leyes o a los textos que definen la convivencia social. La condición de analfabetismo implica también la incapacidad de las personas para interpretar una receta, un prospecto médico o simplemente para identificar el nombre de una calle. No puede obviarse en esta apretada reflexión, el analfabetismo cuantitativo el cual refiere la ausencia de destrezas en materia de cálculo numérico y que constituye un profundo déficit para la vida y el trabajo.

Todas esas limitaciones son transmitidas como una infausta herencia a los hijos quienes, al carecer del apoyo familiar, ven mermadas sus posibilidades de trascendencia escolar y social. Al respecto, una de las voces más autorizadas en el tema de la alfabetización, Emilia Ferreiro, sostiene : “…ya lo sabemos y ha sido dicho mil veces: analfabetismo y pobreza van juntos, no son fenómenos independientes; analfabetismo y marginación social van juntos, no son fenómenos independientes. El analfabetismo de los padres está relacionado con el fracaso escolar de sus hijos” (Alfabetización. Teoría y práctica, México, Siglo XXI, 1997, p. 176).

Hoy las asimetrías de todo tipo –sociales, nacionales e internacionales– siguen presentes en la distribución del analfabetismo. Así, las cifras nacionales de la primera década del siglo XXI muestran un limitado esfuerzo en materia de alfabetización y una suerte de administración de la precariedad educativa pues el número de personas al margen de las letras apenas ha variado.

Población analfabeta en México, 2000-2010 Población de más de 15 años en condición de analfabetismo 2000a 2005a 2010b 2000-2010 Analfabeta % Analfabeta % Analfabeta % Absolutos % 5, 942, 091 9.45 5, 747, 813 8.35 5,393,665 6.87 -548, 426 -2.57 a Fuente: Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicano 2010, INEGI, 2011, Capítulo 4, Cuadro 4.1. b Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010: Tabulados del cuestionario básico. (Disponible en http://www3.inegi.org.mx/sistemas/TabuladosBasicos/Default.aspx?c=27302&s=est.)

Es importante destacar que en términos nacionales se viven también serias condiciones de desigualdad pues, mientras el Distrito Federal ostenta indicadores comparables con los de naciones avanzadas (por debajo del 3 por ciento de analfabetismo) otros estados de la República viven una situación que los equipara a las naciones más pobres. Por ejemplo, las entidades federativas con mayores porcentajes de analfabetismo son Chiapas, con 18.41; Guerrero, 17.53; Oaxaca, 16.92, y Veracruz, 12.02. Además, mientras el porcentaje nacional de analfabetismo es de 6.31 para los hombres, y 8.89 para las mujeres, en los estados señalados la proporción de mujeres analfabetas crece de manera notable.

El problema del analfabetismo es mundial y expresa la enorme polaridad entre las naciones. Así, de acuerdo con la UNESCO, al menos 793 millones de personas en el planeta no saben leer ni escribir y en once países más de la mitad de su población está en condiciones de analfabetismo. La proporción de población analfabeta se concentra en el sur y el oeste de Asia (51.8%); en África subsahariana (21.4%); en Asia Oriental y el Pacífico (12.8%); en los Estados Árabes (7.6%); y en América Latina y el Caribe (4.6%). Otras regiones como América del Norte y Europa concentran cifras muy menores de analfabetismo (2%). Como es posible observar, las asimetrías económicas internacionales, también se expresan de manera inequívoca en los indicadores de analfabetismo.

A manera de cierre

¿Y quién se hace cargo? El problema del analfabetismo, como ya se ha dicho, es un tema que trasciende a los individuos y que compete a la sociedad toda. Hoy más que nunca resulta esencial reconocer la magnitud del rezago educativo en México y, tal como señalaba Stéphane Hessel (¡Indignaos!, Barcelona, Destino, 2011), es necesario manifestar la más profunda indignación ante la brecha que divide al país entre quienes lo tienen todo y quienes carecen de todo. Que separa a quienes tienen acceso franco a la educación, de quienes están excluidos aun del escalón más elemental de ella.

El Estado por su parte está llamado a atender de una manera clara y definitiva su responsabilidad en la conducción política de los asuntos que conciernen al todo social, así como a promover políticas basadas en la igualdad y la justicia. El rezago educativo y de manera especial la alfabetización, están en dicho supuesto y su solución definitiva –si, definitiva– constituyen una responsabilidad inaplazable para el Estado. ¿No son acaso suficientes cien años para cerrar en forma definitiva una brecha claramente ofensiva para toda la sociedad mexicana?

Datos de:

INEGI. Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicano 2010, México, 2011. Capítulo 4, Cuadro 4.1.

INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010: Tabulados del cuestionario básico. Disponible en http://www3.inegi.org.mx/sistemas/TabuladosBasicos/Default.aspx?c=27302&s=est.)

INEA. Rezago educativo. Censo 2010. Disponible en: http://www.inea.gob.mx/transparencia/pdf/rezago_censo2010_nd.pdf) UNESCO. “793 personas no saben leer ni escribir”. Portal. Disponible en http://portal.unesco.org/geography/es/ev.phpURL_ID=14589&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html UNESCO. Adult and Youth Literacy. UIS FACT SHEET. Disponible en http://www.uis.unesco.org/literacy/Documents/fs26-2013-literacy-en.pdf

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