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Eduy 21 propone «blindar el cambio educativo» con presupuesto adicional de 1% del PBI

Uruguay / 13 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Noticias UY

Junto al sociólogo Fernando Filgueira, Alejandra Erramuspe y Javier de Haedo, Renato Opertti, es uno de los referentes académicos de la organización Eduy 21, que trabaja en procura de lograr cambios en la educación.

Los especialistas entienden que una modalidad de tiempo completo, con una propuesta educativa integral para niños y adolescentes de los sectores más vulnerables, progresivamente a partir de 2020, es el camino.

La educación necesita un cambio profundo, según afirman, para dar respuesta a uno de los problemas que tiene actualmente el país: la marginalidad social y cultural.

Desde Eduy 21, entienden que se debe aumentar el presupuesto educativo en 1% del Producto Bruto Interno (PBI) para “blindar el cambio educativo” y salir de la rencilla electoral.

Fuente de la Noticia:

http://www.noticiasuy.com/Noticia/Portada/20190102/636820267114436399/Eduy_21_propone_blindar_el_cambio_educativo_con_presupuesto_adicional_

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 13 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

13 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de diciembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Argentina: El cierre de las 14 escuelas ya es un hecho

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297863

01:00:00 – Clara Cordero: “Móviles en el aula, sí “

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297871

02:00:00 – México: Universidades, con deudas de 19,209 mdp

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297868

03:00:00 – Conoce a los 7 profesores latinoamericanos que podrían llegar a ganar el “Nobel de la enseñanza”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297877

04:00:00 – Educación implementará nuevo método para enseñar Matemáticas, ¿en qué consiste?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297985

05:00:00 – Libro: Pedagogía y Formación Docente (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298063

06:00:00 – Colombia: Líderes universitarios dicen que paro estudiantil continúa y llaman a marchar nuevamente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297994

07:00:00 – Neurociencia, ¿una aliada para mejorar la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297976

08:00:00 – Trenzar. Revista de Educación Popular, Pedagogía Crítica e Investigación Militante N°1 (octubre 2018 -marzo 2019) – PDF

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298066

09:00:00 – Educación humanizadora y deshumanizadora

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298069

10:00:00 – Libro: Pedagogía del aburrido (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298079

11:00:00 – El ir y venir de las modas educativas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297991

12:00:00 – Calendario docente 2019 (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298083

13:00:00 – Bajo rendimiento escolar: 10 Pautas para evitar el fracaso escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297874

14:00:00 – Bolsonaro acusa al marxismo de causar bajo nivel educativo en Brasil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298088

15:00:00 – De la piel a la pedagogía: las 10 «p» de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297982

16:00:00 – 10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298091

17:00:00 – Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal*

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298072

18:00:00 – Paraguay: Critican sistema de evaluación PISA-D

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298097

19:00:00 – La crisis del Reformismo Educativo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297988

20:00:00 – Eduy 21 propone «blindar el cambio educativo» con presupuesto adicional de 1% del PBI

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298094

21:00:00 – Henry Giroux: ¿Por qué es hoy necesaria la Educación Crítica? (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298100

22:00:00 – ¿Por qué el modelo educativo japonés es uno de los mejores del mundo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298076

23:00:00 – Aulas violentas: el acoso y la agresión en la escuela (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298103

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Sobre una educación glo-local

Uruguay / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

La educación debe combinar los aspectos propios sin dejar de lado los que están a nivel mundial

En el “Libro Abierto: Propuestas para apoyar el acuerdo educativo” (www.eduy21.org), EDUY21 posiciona el cambio educativo en el marco de una cara tradición del país, que es la de proponer y avanzar en diversos planos del quehacer nacional aprendiendo del mundo. No se trata de un intento burdo o si se quiere ingenuo, de modelización o de replicación, sino de buscar múltiples referencias para fortalecernos con ideas, estrategias y evidencias sobre propuestas de avanzada social y educativa. Ciertamente nuestro país ha evidenciado, a lo largo de su historia, numerosos ejemplos de capacidad de anticiparse a los tiempos sustentado en una visión futurística, transformacional y de progreso individual y colectivo. La construcción del estado de protección social o bienestar es un buen ejemplo.
Las propuestas educativas reflejan miradas más o menos abiertas a lo global y lo local que de alguna manera son indicativas de la identidad de un país. Sin abstraernos de las historias, de sus contextos y circunstancias, lo que sí parecería ser claro es que las propuestas educativas más potentes son aquellas en que se buscan establecer sinergias entre expectativas, caminos y realidades globales y locales. Crecientemente la educación se asume como un fenómeno glo-local superando los falsos dilemas entre propuestas globalizantes y localistas. La educación es pues congeniar una mirada global, plural y propositiva, abierta al mundo, con aterrizajes locales que conecten con las expectativas y necesidades de diversos colectivos (Amadio, Opertti & Tedesco, 2015). Identificamos cuatro características fundamentales de una educación glo-local. La primera de ellas radica en asumir la disrupción planetaria como una formidable ventana de oportunidades para atreverse a forjar un nuevo ciclo de políticas sociales y educativas que puedan recrear la confianza y sostener una sociedad de oportunidades. A grandes rasgos, la disrupción implica una severa interpelación a nuestras maneras tradicionales de tomar decisiones individual y colectivamente en tanto personas, ciudadanos, emprendedores, trabajadores y miembros de la comunidad. Nadie y nada queda sin ser impactado por la disrupción. En particular, en educación, la disrupción cuestiona una visión de sistema educativo con espíritu insular, auto-referenciado, que ve el mundo con sospecha y amenaza, y hace alarde que “ya lo sabemos o lo hicimos”. La consecuencia nefasta es que nada o poco aprendemos de los otros.
Se trata de entender otras culturas y sensibilidades para ensanchar la mirada del mundo
Los sistemas educativos que se aferran a posicionamientos endógenos y se quedan en las zonas de confort del conformismo intelectual, de la intelectualidad orgánica y de lo políticamente correcto, empobrecen el debate intelectual y propositivo, y terminan por dañar las oportunidades de aprendizajes de los alumnos. Inversamente, los sistemas educativos que se atreven y son capaces de reinventarse a partir de miradas abiertas al mundo, sin por eso renegar de sus identidades y/o olvidando sus historias y progresos, logran mejorar las oportunidades para que todos los alumnos puedan aprender. Los ejemplos de varios países asiáticos son por lo demás ilustrativos de no dejar nunca de aprender desprendiéndose de prejuicios. Una segunda característica consiste en rearmar y fortalecer valores universales
que cruzan, enmarcan y protegen a diversidad de sociedades, afiliaciones y tradiciones. Frente a los embates populistas, xenófobos y de nacionalismos exacerbados, importa sobre manera que la educación abrigue una visión cosmopolita que resalte la libertad en su amplio sentido, y que promueva que las personas puedan expresarse sin restricciones o temores a represalias. Asimismo, el cosmopolitismo nos da elementos de referencia para entender mejor a los otros y a los diversos, superando etnocentrismos que se reflejan en los pensamientos, las ideas y los estilos de vida. Nuestro credo civilizatorio occidental se fortalece cuando se intersecta con otros credos compartiendo valores universales que no debieran ser objeto de transacciones o de filtros excesivamente mediados por las culturas nacionales. Como señala Steven Punker (2018), el compromiso con la razón y el cosmopolitismo son rasgos esenciales de las identidades de las personas y de las comunidades.
Una tercera característica pone en el tapete formar en un conjunto de conocimientos y competencias –esto es, responder a desafíos de diverso orden– que no reconocen fronteras y que son necesarios para desempeñarse proactiva y competentemente en la sociedad. Más allá de ideologías y de enfoques educativos, la alfabetización incluyendo lengua materna y extranjeras, matemáticas, programación, así como educación ciudadana, ambiental, financiera y recreativa, es la base para que el alumno pueda progresar cualquiera sea el contexto en que viva. Asimismo, una educación glo-local forma en maneras de pensar, actuar y trabajar que nos permite responder ante desafíos crecientemente inciertos y complejos, y que requieren altas capacidades cognitivas.
Más allá de ideologías y de enfoques educativos, la alfabetización incluyendo lengua materna y extranjeras, matemáticas, programación, así como educación ciudadana, ambiental, financiera y recreativa, es la base para que el alumno pueda progresar cualquiera sea el contexto en que viva.
Si las máquinas de aprendizaje pueden crecientemente descifrar nuestras emociones y aprender habilidades cognitivas que ya no son rutinarias o repetitivas, los seres humanos tenemos que profundizar en nuestras capacidades cognitivas, sostenidas por valores y emociones, para orientar, ordenar y complementarse con las máquinas. Una educación irrelevante a estos propósitos, es un seguro de vida a la pobreza y la marginalidad, y a ser duramente dominado por los algoritmos.
Una cuarta característica de una educación glo-local requiere repensar los contenidos educativos, así como las maneras de enseñar, aprender y evaluar, para que el alumno pueda asumir con determinación y capacidad de incidencia, su condición de ciudadano glo-local. Por un lado, se trata de entender otras culturas y sensibilidades para ensanchar la mirada del mundo desde su propia localización y entorno, así como para preparase para trabajar en ocupaciones y tareas hoy no existentes, y en empatía con otros residiendo a miles de kilómetros. Quizás las respuestas que en el futuro una niña o un niño puedan buscar a nivel local para responder a problemas, yace en dialogar con colegas que han tenido similares
desafíos en otros contextos.
EDUY21 afirma que una de las claves del cambio educativo radica en aprender de la diversidad de experiencias locales que lideran centros educativos, con el objetivo que los sectores más vulnerables de la población tengan posibilidades en la vida más allá de las restricciones de sus contextos. Dichos centros, públicos y privados, no ajustan las propuestas en función de un cúmulo de condicionamientos y de prejuicios sobre los “umbrales de aprendizaje” que podrían lograr determinados “perfiles
de alumnos” sino asumen con determinación y aterrizan localmente enfoques y estrategias que la experiencia mundial, incluyendo la local, señala como efectivas. Por ejemplo, una enseñanza basada en proyectos que motiva a docentes y alumnos a establecer conexiones entre temas y a responder a desafíos con ingenio y creatividad, puede ser encontrada en numerosos centros educativos a lo largo y ancho del
país. Claro, ésta no forma parte del cerno del sistema educativo nacional ya que el mimo no está orientado sustancialmente hacia esos fines.
En suma, una educación glo-local debe tener respuestas, únicas y propias, frente a la disrupción planetaria. Intentarse evadirse de esta situación, sería cometer un acto de suicidio colectivo como país. Como señala Yuval Noah Harari (2018), la gente necesita formarse para “combinar muchos bits de información en una imagen general del mundo”.
Fuente del Artículo:
https://www.elobservador.com.uy/nota/sobre-una-educacion-glo-local-2018921181640
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Uruguay: Seis herramientas para la transformación educativa

Uruguay / 20 de mayo de 2018 / Autor: Patricia Gamio / Fuente: Subrayado

Tras más de un año y medio de trabajo, el colectivo que se reunió preocupado por el futuro de la educación publicó su documento con propuestas

Después de más de un año y medio de trabajo, el colectivo Eduy21presenta este miércoles su Libro Abierto (propuestas para apoyar el acuerdo educativo), que pretende trascender el diagnóstico para arribar al plano de propuestas concretas y estrategias para llevar a cabo una reforma educativa que implique mejoras en un área claramente en problemas.

Eduy21 es una iniciativa ciudadana para la transformación del sistema educativo, integrada por expertos independientes o vinculados a diferentes partidos políticos, académicos y profesionales.

Entre sus referentes se encuentran los sociólogos Renato Opertti y Fernando Filgueiras, ambos de destacada trayectoria vinculados a la educación. Opertti respondió a Subrayado algunas preguntas sobre el Libro Abierto y -entre otras consideraciones- afirmó que la implementación de los proyectos va a implicar una discusión de asignación suplementaria de recursos.

En el Libro Abierto se plantean algunas ideas o ejes para el cambio educativo. Entre ellas se destacan:

1) Organización de la educación. Eduy21 impulsa una propuesta de educación “unitaria y progresiva” para una población estudiantil desde los 3 a los 18 años. Serían dos modalidades: educación básica (de 3 a 14 años), y media superior (de 15 a 18 años).

2) Diseño institucional. Propone centralizar y cohesionar los órganos encargados de la toma de decisiones en política educativa. Fortalecer potestades del Ministerio de Educación, colocar a los directores de los consejos desconcentrados como integrantes del Codicen y no exigir como requisito que esos cargos sean ocupados por docentes. Además, cada centro de educación tendrá la potestad y la responsabilidad de implementar con la debida autonomía su “vestido a medida” de proyecto curricular y pedagógico.

3) Aprendizajes. Propone que el marco curricular de 3 a 18 años se estructure en torno a un conjunto de competencias que formen en valores, determinación personal, conocimientos y capacidades y actitudes.

4) Formación de estudiante. Eduy21 propone que la educación básica y media superior forme cuatro bloques de competencias en un continuo de 3 a 18 años, incrementando la relación vinculante y sinérgica entre los niveles

5) Espacios educativos de formación. En el Libro Abierto se plantea que los alumnos se formen bajo métodos combinados en base a tiempos presenciales y tiempos en línea.

6) Modelo de formación docente. Ofrecer a los docentes de educación básica y de media superior un enfoque integrado de lo disciplinar y pedagógico.

7) Condiciones laborales. Eduy21 reconoce las importantes mejoras salariales registradas en los últimos años, pero señala que la mejora sustantiva y continua de las condiciones laborales debe ser de “alta prioridad”, a través de: mejoras salariales, beneficios sociales, incentivo a la estabilidad y permanencia en centros educativos, oportunidades de desarrollo profesional, etcétera.

Para comprender la dimensión y las características de la propuesta, Subrayado formuló algunas preguntas al sociólogo y magíster en investigación educativa, Renato Opertti. A continuación, la entrevista.

¿Cuáles son los cambios a nivel de estructura del sistema educativo mas importantes que se proponen en el Libro Abierto? ¿Y en cuanto al contenido de la currícula ?

Esencialmente los cambios de estructura del sistema educativo se resumen en cuatro:

(1) Dotar de iniciativa y responsabilidad política al Ministerio de Educación en la conducción de la educación como política pública

(2) Fortalecer al CODICEN como responsable de la implementación de la política educativa en su conjunto

(3)Conformar dos Consejos, de Educación Básica de 3 a 14 y de Media Superior de 15 a 18, como los brazos ejecutores del CODICEN en la implementación de la política

(4)Dotar al centro educativo de autonomía con contrapartidas, espacios y apoyos para que lidere la propuesta educativa en los niveles locales.

En cuanto al contenido de la currícula, se promoverá una educación unitaria y progresiva de 3 a 18, con dos tramos (Básica de 4 a 14, y Media Superior de 15 a 18), que propenda a desarrollar cuatro bloques de competencias y conocimientos para apoyar la vida individual y en sociedad, el ejercicio de la ciudadanía. el trabajo y la integración a la comunidad. Estos bloques son: (i) las alfabetizaciones fundamentales que son la base de todo aprendizaje; (ii) maneras de pensar, actuar y trabajar frente a desafíos complejos y cambiantes; (iii) autocuidado, autonomía y responsabilidad para desarrollar estilos de vida sostenibles, saludables y solidarios; (iv) ciudadanía global y local asumiendo que vivimos en un mundo de interdependencias.

¿De qué manera debe trabajarse en esta reforma para contar con el apoyo de actores fundamentales como docentes y estudiantes?

Se debe trabajar en clave de entender, dialogar e incorporar la diversidad de perspectivas y expectativas que abrigan docentes y estudiantes. Asimismo, compartirles claramente que todo lo que propone que haga el sistema educativo tiene como fin último apoyar al docente como el educador que guía y anima los aprendizajes, y al alumno como su protagonista y responsable.

¿Qué marcos de referencia -en sistemas educativos internacionales- tomaron para desarrollar este nuevo modelo?

Se estudiaron experiencias nacionales de variados orígenes así como a escala internacional de países de contextos diversos, de sociedades del sur y del norte que enfrentan los desafíos de democratizar las oportunidades, los procesos y los resultados de aprendizaje. No se intenta imitar otros modelos sino de aprender de los procesos de cambio de otro países.

Generalmente ocurre que estamos acostumbrados a escuchar diagnósticos y propuestas, pero no el «cómo» llevarlas a cabo.¿Qué plantea Eduy21 al respecto?

EDUY21 plantea concretamente seis instrumentos para implementar una propuesta de cambio sistémico, profundo y realizable. Estos son: (1) una nueva ley de educación; (2) un marco curricular de 3 a 18 años; (3) un nuevo estatuto docente; (4) la creación de un estatuto de centro educativo; (5) un sistema universitario de formación docente; y (6) un marco presupuestal alineado con la propuesta de cambio educativo.

El presupuesto actual de la educación ¿permite pensar en una reforma de estas dimensiones?

Estamos trabajando en la estimación de los costos que implicaría el cambio educativo propuesto. Entendemos que el mismo va implicar una discusión de asignación suplementaria así como de reasignación de recursos al interior de la educación y del Estado. Cantidad y calidad del gasto se alinean con el cambio educativo.

Descarga el Libro Abierto (Primera Versión) de EDUY 21 haciendo click en el siguiente enlace:

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Fuente de la Entrevista:

https://www.subrayado.com.uy/seis-herramientas-la-transformacion-educativa-n504175

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Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (9)

Uruguay / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

Aprendizajes potentes y progresivos de 3 a 18 años

En el artículo anterior señalábamos que el marco curricular es el instrumento por excelencia de la política educativa para implementar una propuesta de una educación de 3 a 18 años (3-18). Bajo el paraguas de un sistema educativo orientado a facilitar la progresión fluida y personalizada de los estudiantes y de sus aprendizajes, todos los centros que atienden respectivamente a poblaciones entre 3 y 14 años, y entre 15 y 18 años, podrán ser identificados como centros de educación básica y de jóvenes, y tener/guardar diversas denominaciones.
Todo centro educativo tendrá la posibilidad de inscribir su identidad histórica en nuevas formas de organizar la educación que responden a la necesidad de recrear las bases de sostenibilidad cultural, social y económica de nuestra sociedad. Se trata de entender y de apropiarse de la idea que el cambio que se propone no es un ajuste en los marginales del sistema educativo sino una ventana de oportunidades para que el país se prepare fehacientemente para un mundo en ebullición. El cambio anhelado tiene una proyección de similar envergadura a cuando por ejemplo el país, munido de pensamiento visionario, voluntad política y capacidad técnica, universalizó la educación primara o bien expandió los liceos al interior del país como canales de integración social y de democratización de oportunidades de aprendizaje.
La clave del cambio que propone Eduy21 radica en que la educación básica y de jóvenes, esto es, las nuevas formas de organizar la educación, compartirán espacios de formación comunes con el objetivo de asegurar unicidad, progresividad y concreción de los aprendizajes. Básicamente, se entiende por dichos espacios, denominados curriculares, la organización de los procesos de enseñanza y de aprendizaje que coadyuvan al logro del perfil de egreso para las edades de 3 a 18.
Los espacios curriculares cumplirán tres roles fundamentales: (i) contribuirán al desarrollo de los bloques de competencias mencionados en los artículos anteriores (ver cuadro); (ii) se inscribirán en los lineamientos de una educación personalizada que atiende al desarrollo integral del alumno en ambientes colectivos de aprendizajes ligados al mundo real y (iii) serán las palancas para la implementación de modos de aprendizaje donde el docente integra tiempos presenciales y en línea, en una propuesta unitaria de formación.
Las autoridades de la educación básica y de jóvenes elaborarán lineamientos curriculares de apoyo a los centros alineados con el marco curricular y su instrumentación. Los mismos sustituirán a los actuales planes de estudio vigentes estructurados por niveles – inicial, primaria, secundaria y técnico-profesional que esencialmente siguen un libreto propio de organización de los aprendizajes en base a contenidos fragmentados por áreas de aprendizaje y disciplinas.
Se propone que para cada uno de los cinco espacios curriculares se establezcan: (i) una serie de resultados e impactos esperados asociados al desarrollo de las competencias; (ii) la combinación de temas, áreas de aprendizajes, asignaturas y proyectos que permitan que el estudiante pueda participar de diversidad de experiencias de aprendizaje igualmente relevantes y necesarias para el desarrollo y la concreción de los conocimientos y de las competencias para la vida, la ciudadanía y el trabajo; (iii) los tiempos de instrucción, presenciales y en línea, no en relación a la valoración o tradición de la asignatura per se, sino a su contribución específica al desarrollo de conocimientos y competencias establecidos en el perfil de egreso 3-18; (iv) un rango amplio de estrategias de cómo enseñar y aprender que respondan a la singularidad de cada estudiante, a sus diversas capacidades y contextos; (v) banco de situaciones de aprendizaje y de la vida real que permitan al estudiante desarrollar y lograr un desempeño competente frente a desafíos que implican la movilización e integración de diversos saberes disciplinares; y (vi) criterios e instrumentos de evaluación que aseguren coherencia, equidad y justeza en las maneras de evaluar a los estudiantes.
En definitiva, la nueva forma de concebir la educación por grupos de edades se plasma en una organización de los aprendizajes, potentes y progresivos, que busca responder a la multiplicidad de desafíos y oportunidades de un mundo en ebullición. Prepararnos pues para ser protagonistas de nuestro presente y futuro como sociedad es lo que propone Eduy21.
Fuente del Artículo:
https://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-9-n1137808
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Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (8)

Uruguay / 15 de octubre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

Los cuatro bloques de competencias mencionados en el artículo anterior –esto es, alfabetizaciones fundamentales como base imprescindible de todo aprendizaje, herramientas metodológicas para responder a desafíos de situaciones de vida, cualidades de carácter de la persona para actuar en contextos de cambio exponencial y bases para un ejercicio global y local de la ciudadanía– son la brújula del marco curricular propuesto para la educación de 3 a 18.

Esencialmente, el marco curricular es un instrumento de la política educativa que responde en los conceptos y en las prácticas a la pregunta qué educación y qué tipo de sistema educativo, para qué sociedad, ciudadanía, persona y comunidad. A escala mundial, dichos marcos son crecientemente utilizados por países con grados diferentes de desarrollo, para articular e implementar propuestas de transformación educativa, y en particular para asegurar que el centro educativo, el currículo y la pedagogía estén al servicio de la singularidad y la progresión de los aprendizajes de cada alumna/no evitando las rupturas entre niveles. La OIE-Unesco ha identificado más de un centenar de documentos curriculares de unos 80 países que van en esta dirección (Unesco-IBE & GEMR, 2016; Opertti, 2016).

El marco curricular 3-18 que comprende a la educación básica 3-14 y de jóvenes 15-18 reviste seis características principales (Eduy21, 2017).

En primer lugar, se promueve la participación activa y plural de actores e instituciones de dentro y fuera del sistema educativo en la definición de las orientaciones medulares del marco curricular con el objetivo de generar una propuesta anclada en el crisol de visiones, afiliaciones, identidades y sensibilidades de la sociedad. El marco curricular congenia una mirada transformacional del sistema educativo como tal, transversal a los niveles educativos, con capacidad de escucha y de diálogo plural e inclusivo, con actores de la política, la educación y la sociedad. No puede ni debe ser un proceso endógeno al sistema educativo.

En segundo lugar, el marco curricular abarca los aspectos medulares de la educación estableciendo las orientaciones para la gestión, las prácticas pedagógicas, los resultados de aprendizaje esperados en cada ciclo y la evaluación, asegurando que las trayectorias de cada alumno converjan hacia el perfil de egreso de 3 a 18 (Eduy21, 2017). Asimismo, incluye orientaciones para alinear la formación y el desarrollo profesional docente con las nuevas modalidades educativas, así como una serie de cuestiones relacionadas con infraestructuras, equipamientos y materiales educativos requeridos para su efectiva implementación (Unesco-OIE, 2013).

En tercer lugar, el marco curricular congenia principios y criterios universales de formación, sólidos, claros y escuetos, que son la norma garante de igualdad de oportunidades y resultados de aprendizaje para todos, con flexibilidad para que cada centro educativo tenga capacidad de forjar un currículum localizado en su contexto. Esto implica apelar a la autonomía y diversidad de las propuestas pedagógicas, munidas de la soltura necesaria para atender de manera personalizada las motivaciones, preferencias y fortalezas de cada alumno en un ambiente colectivo de aprendizaje abierto al mundo. Se asumen las oportunidades y también las tensiones entre la importancia de localizar el conocimiento, validándolo desde cada entorno particular, con la necesidad de un sistema educativo nacional que asegura equidad, certifica y valida los saberes generados en distintas partes de su territorio (Eduy21, 2017).

En cuarto lugar, el marco curricular se complementa con lineamientos curriculares específicos para la educación básica y de jóvenes que contribuirán a localizar la propuesta en el centro educativo (Eduy21, 2017). Un punto crítico radica en cómo las áreas de aprendizaje/asignaturas van a contribuir a los temas transversales de formación priorizados por el marco curricular –por ejemplo, si son, entre otros, los casos de educación para la ciudadanía y educación para estilos de vida sustentables– y de qué modo lo van a hacer– ya sea colaborando con otras asignaturas, formando parte de nuevas asignaturas y/o abordando temas a través de proyectos interdisciplinarios o espacios similares-.

Un ejemplo interesante a compartir es el nuevo currículo de Finlandia 2016 que introduce los módulos de aprendizaje interdisciplinarios. Según señala la experta curricular Irmeli Halinen, dichos módulos se desarrollan durante todo el año lectivo en la educación básica y tienen por objetivo orientar a los estudiantes en aplicar sus conocimientos y en generar experiencias de participación en la construcción comunitaria del conocimiento. Asimismo, les ayudan a percibir la relevancia de temas que se aprenden en los centros educativos, para su propia vida y comunidad, la sociedad y la humanidad (Unesco-OIE & UCU, 2016).

En quinto lugar, el marco curricular facilita espacios y oportunidades para que, desde el Estado, la sociedad civil y el sector privado, se articulen diversidad de propuestas alineadas con el perfil de egreso de 3 a 18 años y bajo diversas modalidades. No se trata de respuestas más o menos oficiales, hoy rotuladas –y muchas veces segmentadas como instituciones públicas, habilitadas y autorizadas–, sino diversidad de propuestas, igualmente legítimas, que se complementan y se diferencian a la vez sobre cómo implementan el marco curricular de 3 a 18 años que tendrá sí carácter vinculante para todas las ofertas y los ambientes de aprendizaje. El Estado en su rol de garante asegura que ese abanico de propuestas contribuya efectivamente a universalizar oportunidades educativas de calidad para todos y todas.

Por otra parte, el marco empodera a los centros educativos para que con los debidos apoyos de un sistema educativo pensado para apoyar a los alumnos/as, asuman plenamente la responsabilidad de seleccionar las estrategias pedagógicas más eficaces para igualar en los resultados (Eduy21, 2017).

En sexto lugar, los trazados programáticos fundamentales del marco curricular podrán estar refrendados por el Parlamento en una normativa que defina esencialmente el para qué y el qué de la educación. La experiencia internacional indica que los marcos curriculares son inscriptos en políticas educativas de largo aliento que superan largamente un periodo de gobierno y que requieren alta sostenibilidad política. El esfuerzo de preparación, desarrollo y aplicación inicial del marco curricular demanda más que un período de gobierno y sus impactos más duraderos podrán calibrarse adecuadamente en un plazo de por lo menos una década (Unesco-OIE, Stabback et.al., 2016).

En definitiva, el marco curricular es un instrumento que entendemos como esencial para concretizar una educación de 3 a 18 que personalice las trayectorias educativas y apele a diversidad de estrategias para igualar en oportunidades y resultados de aprendizaje.

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Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (7)

Uruguay / 15 de octubre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

En los dos artículos anteriores se argumentaba en torno a la propuesta EDUY21, de una educación de 3 a 18 años, que se basa en una serie de principios orientados a incentivar, formar y aprender sin umbrales. Se entiende a la educación 3-18 como un itinerario personalizado de aprendizajes que el alumno o la alumna emprende con la orientación del docente, a lo largo y ancho del sistema educativo, con el objetivo de desarrollar, lograr y evidenciar conocimientos y competencias requeridas para encarar diversos órdenes de desafíos, vinculados en su conjunto a la vida individual y en sociedad, a la ciudadanía y al trabajo. Este conjunto de competencias y conocimientos deben ser respuestas dialogadas con instituciones y actores de dentro y fuera del sistema educativo, a la luz de recrear las bases de un desarrollo sostenible de país y encarando proactivamente los desafíos emergentes de la cuarta revolución industrial. Su fuente de legitimidad es ciudadana, societal, política y educativa.

Una educación 3-18 no puede solo entenderse como una forma de aceitar la coordinación o la articulación entre niveles educativos para buscar fortalecer la continuidad de los aprendizajes, pero que los mantiene funcionando en unidades institucionales separadas con sus propios libretos. Las discontinuidades entre los niveles, principalmente entre primaria y media, que en ocasiones asumen la forma de rupturas en qué y cómo se enseña y evalúa, intentan ser superadas por una visión de la educación que pone la mirada en cómo el alumno puede progresar fluidamente en sus aprendizajes con apoyo de un sistema educativo orientado a tal fin y sin que imponga fronteras / vallas institucionales.

Como se ha señalado, se trata en efecto de una nueva forma de organizar la educación que de los 3 a los 18 años, busca promover y asegurar una educación unitaria, potente, progresiva y diversa en el para qué, qué, cómo, cuándo y dónde del educar y aprender que sea transversal a los niveles, ciclos y ofertas educativas. Se integra por dos modalidades – una educación básica de 3 a 14 años, y una de jóvenes de 15 a 18 – que responde a un enfoque etario que apoya el desarrollo integral y balanceado de los alumnos, integrando aspectos emocionales, cognitivos y sociales en la organización y secuencia de los aprendizajes.

EDUY21 propone que la educación 3-18 se articule en torno a cuatro grandes bloques de competencias que son la base de la definición del perfil de egreso del estudiante. Dicho perfil da cuenta de los tipos de competencias que los estudiantes deben haber logrado desarrollar y evidenciar a la edad de 18 años. Las competencias son el cimiento de desempeños competentes a escalas diversas de la sociedad, que implican la capacidad de responder a múltiples desafíos. La competencia no es solo la intencionalidad o la elaboración de una respuesta frente a un desafío sino su concreción en un actuar competente específico (World Economic Forum, 2015; Gray, 2016; Yorston, 2016; Leishman, 2017; EDUY21, 2017).

El primer bloque de competencias se refiere a lo que se denominan alfabetizaciones fundamentales que responden a una visión dinámica y evolutiva de la sociedad. Estas tienen que ver con habilidades universales requeridas por los estudiantes para el desarrollo de las tareas de la vida diaria y que constituyen la base imprescindible de todo aprendizaje con independencia de los contextos y de las situaciones en que se encuentren los mismos, así como de sus capacidades. Comprende la alfabetización en lengua materna, segundas lenguas, steam (por sus siglas en inglés, Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática), pensamiento computacional/ lenguaje de programación y comunicación, cultural, educación para la ciudadanía y financiera. Un estado garante debe efectivamente velar por su desarrollo y concreción como un piso mínimo de equidad y de igualación de oportunidades.

El segundo bloque tiene que ver con las herramientas metodológicas que ayudan a los estudiantes a responder a diversos órdenes de desafíos. El estudiante no enfrenta en la vida desafíos “empaquetados” por las disciplinas sino situaciones en que debe identificar, integrar y movilizar diversidad de saberes disciplinares para pensar y actuar ante múltiples realidades. Comprende la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración, la comunicación y negociación con los otros, la formación de opinión y toma de decisiones, la flexibilidad cognitiva –repertorio de estrategias requeridas para abordar condiciones inesperadas y nuevas– y aprender a aprender. Todo este bloque da cuenta de la necesidad que las personas se apropien de estructuras de pensamiento y de instrumentos que les permitan buscar respuestas frente a desafíos, y que lo hagan en equipo.

El tercer bloque da cuenta de las cualidades de carácter de la persona que están relacionadas a cómo los estudiantes entienden y actúan en diferentes ambientes que cambian a ritmos exponenciales y de maneras muchas veces no previsibles. Esto es, asumir la disrupción – el proceso por el cual se invalidan nuestras formas tradicionales de tomar decisiones individuales y colectivas (Stiegler, 2016) – como un hecho permanente que marca nuestras vidas. Comprende las competencias vinculadas a la inteligencia emocional, a cuidarse a sí mismo, a administrar la vida diaria, a la curiosidad, a desempeñarse en sociedad con sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, a adaptarse a los cambios, a ejercer el liderazgo y a una orientación de servicio. El bloque argumenta en torno a estilos de vida autónomos, solidarios, saludables y sostenibles, como una de las condiciones esenciales de la cualidad de carácter de una persona.

El cuarto bloque se refiere al compromiso global y local que permita al estudiante ser un ciudadano de la aldea global con sensibilidad y actuación local. Asumir la pertinencia, la incidencia y las implicancias de la ineludible interconexión y el carácter vinculante entre lo global y lo local. Por ejemplo, esto abarca la concientización y convergencia en valores y derechos humanos universales respetuosos de las diversidades de género, identidades y afiliaciones, poder apreciar las diferencias entre y al interior de las sociedades y estar preparado para interactuar con los diferentes. Asimismo, forjar la conciencia ambiental y/o compromiso en construir un futuro sostenible de su contexto local, de su país, de su región y de la humanidad. Ciudadanía implica proteger y protegernos con independencia de nuestra localización.

Los cuatro bloques de competencias son la brújula de la educación de 3 a 18 años. Las áreas de aprendizajes, asignaturas y temas – esto es, las herramientas para su concreción – cobran sentido y relevancia en un doble sentido: i) en la medida que contribuyen específicamente al desarrollo de las competencias; y ii) mantienen unicidad, progresividad y coherencia en qué enseñar, cómo hacerlo y evaluarlo a lo largo del itinerario personalizado que el alumno emprende por el sistema educativo. En definitiva, una educación 3-18 garantista del derecho de cada alumno de poder gozar de una educación pertinente a sus motivaciones y necesidades, y relevante al desarrollo de la sociedad.

Fuente del Artículo:

http://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-7-n1127900

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