Coronavirus en la Argentina: las provincias acuerdan que nadie repita en este año escolar

Sin repitencia, pero sin promoción automática. Así acordaron hoy los ministros de Educación de todo el país la aprobación de una resolución para «profundizar los lineamientos pedagógicos de la educación obligatoria», por la que se estableció la «articulación» de 2020 y de 2021, como si fuera un continuo de aprendizaje. Además, se decidió que «hasta que se disponga de una vacuna contra el Covid-19, convivirán tres formas de transitar la educación obligatoria: presencial, no presencial y combinada».

Aunque se habla de evaluación y de acreditación de saberes, en la resolución acordada en la 98° Asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE), que lideró el ministro nacional Nicolás Trotta, quedará a criterio de cada provincia cómo se realizará la confirmación del aprendizaje de cada estudiante, teniendo en cuenta que no todos tuvieron la posibilidad de acceder de manera remota y frecuente a clases virtuales.

Fuentes del Ministerio de Educación de la Nación no especificaron a LA NACIÓN cómo se realizaría ese sistema de «confirmación del aprendizaje de cada estudiante», y tampoco pudieron descartar que a fines del próximo ciclo lectivo, los alumnos que no puedan cumplir con los objetivos de estos dos años articulados puedan avanzar en sus estudios o queden en el último curso. Es decir, no pudieron confirmar ni rechazar la posibilidad de que la «repitencia» pueda aplicarse a fines de 2021.

Sistemas

Tanto lo que resta de este ciclo lectivo, como el del año próximo estarán signados por la situación epidemiológica de cada región, por lo que según las normas de seguridad sanitaria de la comunidad educativa se definirá si el esquema es de clases en el aula, clases remotas o combinadas.

Algunas pocas provincias volvieron a clases presenciales en algunas localidades, pero la posibilidad de normalizar la situación en el aula, parece lejana. De hecho, mañana se espera una definición sobre si el gobierno nacional aceptará la propuesta de la ciudad de Buenos Aires de reabrir aulas informáticas para que unos 6500 chicos que no tuvieron posibilidad de cursar de forma remota puedan acercarse a los conocimientos perdidos.

Según la resolución, aprobada por todas las provincias, «para la promoción se considerarán cada año/grado escolar y el subsiguiente de los ciclos lectivos 2020 y 2021 como una unidad pedagógica y curricular. Los contenidos y metas de aprendizaje previstos para los dos grados/años considerados como una unidad, serán reorganizados de manera que puedan ser abordados entre este año y el próximo».

Casos

Sobre el paso de un nivel educativo a otro, se resolvió que en el caso de la «sala de 5 años del nivel inicial promocionarán directamente al primer grado del nivel primario, y en el ciclo lectivo 2021 ambos niveles trabajarán en conjunto la planificación pedagógica». Para el último año del primario, «deberán acreditar los aprendizajes previstos en los diseños curriculares jurisdiccionales para acceder a la certificación del nivel». Para alcanzar ese objetivo, se estableció que «se reorganizarán, poniendo especial énfasis en la formación de las capacidades previstas como propósitos formativos del ciclo y necesarias para continuar adecuadamente sus trayectorias educativas en el nivel secundario. Las actividades de formación podrán extenderse hasta marzo de 2021 y la acreditación final de aprendizajes tendrá lugar en los meses de diciembre y marzo. Quienes no alcancen los niveles de logro establecidos para el mes de marzo, pasarán al nivel secundario bajo la figura de promoción acompañada y recibirán tiempos de enseñanza complementarios a lo largo del año».

Y para quienes cursan el último año del nivel secundario, se dispuso que «deberán acreditar los aprendizajes y capacidades previstas en el perfil de egreso del plan de estudios correspondiente». «En este caso, también cada jurisdicción reorganizará currícularmente los contenidos y asignaturas, procurando su integración en proyectos interdisciplinarios. Esta nueva organización curricular será el Trayecto Curricular de Finalización del Nivel Secundario 2020 de aprobación obligatoria para lo que se dispondrán instancias de acreditación en diciembre, marzo y abril. Se ofrecerán espacios de formación como mínimo durante el mes de febrero y hasta la finalización del año lectivo 2020 (marzo 2021). La acreditación final de aprendizajes y la correspondiente certificación del nivel podrá tener lugar en los meses de diciembre 2020, marzo y abril 2021.»

Además de establecer las pautas para afrontar las dificultades que se generaron a raíz de la suspensión de las clases presenciales en todos los niveles educativos, desde el 16 de marzo pasado, por la cuarentena social y obligatoria para intentar evitar la propagación del nuevo coronavirus, se aprobaron los lineamientos generales del «Programa Acompañar: Puentes de Igualdad», con el fin principal «de promover y facilitar la reanudación de trayectorias escolares y educativas, cuya interrupción ha sido potenciada por la pandemia y sus consecuentes desigualdades. Además, la iniciativa busca alentar y propiciar la continuidad en los estudios de todas las y los estudiantes, en todos los niveles del sistema».

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/coronavirus-argentina-provincias-acuerdan-no-haya-repitencia-nid2431262

Comparte este contenido:

Paraguay: Más de 25.700 jóvenes dejaron la escuela porque no quieren estudiar

Autor: Última Hora

La causa por la cual 25.730 jóvenes de 13 a 17 años no asisten a la escuela es que, literalmente, “no quieren estudiar”, de acuerdo con datos de la Encuesta Permanente de Hogares (2017), difundidos por la organización Investigación para el Desarrollo (ID). La cifra se desprende de un total de 106.596 jóvenes que están fuera del sistema educativo en todo el país.

La necesidad de trabajar y la situación económica de las familias en pobreza y pobreza extrema siguen siendo las causas principales. Pero por detrás de estas se ubica el desinterés que muestran los alumnos en la actualidad.

Para Rodolfo Elías, de ID, más que cargar con el peso de la culpa a los jóvenes, lo que debe hacerse es analizar el porqué pierden el interés en sus estudios los más de 25.000. Es más bien el sistema el que expulsa a los jóvenes, sostiene el investigador.

Del total que no tiene interés en continuar con sus estudios, 19.158 son hombres y 6.572, mujeres.

Rezago. Una de las posibles causas para el abandono por desinterés podría ser el atraso de años escolares que presentan los jóvenes. La repitencia o la sobreedad son los casos más comunes que destacan los expertos. “Son condiciones que la escuela produce, el rezago o factores como la indisciplina que le asignan al alumno”, considera Elías.

“Han sufrido los estudiantes un proceso de exclusión educativa que finalmente se traduce en el abandono de la escuela”, remarca.

Desde la dirección general de Protección de la Niñez y Adolescencia del Ministerio del Trabajo, indican que por cada grado que abandona el chico, tiene un 10% menos de oportunidades que el resto en un futuro cercano.

Por esta razón es que desde esta entidad estatal buscan fomentar el fin del trabajo infantil, que tiene a otros 12.735 chicos fuera de las aulas.

Alternativas. Tanto desde el MEC como de diversos sectores, la mejor manera de afrontar la exclusión escolar es analizando propuestas para dar diferentes opciones a los jóvenes.

El ministro de Educación, Raúl Aguilera, tiene entre sus ideas ofrecer mallas curriculares diferentes, dependiendo del contexto de cada comunidad. Actualmente, se plantea un currículum único en el sistema educativo.

En ese orden, Rodolfo Elías coincide. Explica que ya hay opciones como la educación agrícola, que puede ser una oferta para más estudiantes en el país.

Aguilera incluso plantea que la modalidad de Educación Media Abierta (EMA) se reproduzca también en la escolar básica. Este módulo permite que alumnos participen de la escuela a través de la educación a distancia.

Opiniones

“Debe tenerse en cuenta el contexto”
“Además de la cuestión meramente escolar, para estudiar las razones de la exclusión debe tenerse en cuenta el contexto de cada estudiante, de su comunidad. La situación socioeconómica de las familias es siempre fundamental en estos aspectos. En cuanto a lo escolar, deben definirse cuáles son las barreras internas que excluyen en la institución educativa”. Rodolfo Elías, investigador

“Tiene que ser una capacitación para la vida”
«La falta de visión de futuro de los jóvenes es un tema de alta relevancia pues afecta el estado anímico de los mismos, implica una disminución sustantiva de sus posibilidades de autonomía y su inserción en la sociedad… La formación no debe cerrarse en el academicismo, sino tiene que ser una capacitación para la vida, asumida como proyecto de superación constante”. Raúl Aguilera, ministro.

“No solo estudian; trabajan y se cansan”
«En mi comunidad, San Carlos de Caazapá, los secundarios no solo son estudiantes, también son trabajadores y mantienen a sus familias. Caminan kilómetros para llegar al colegio y muchos dejaron porque llegar al colegio es mucha batalla y ya salían del trabajo cansados. Cuando no pueden aprobar una materia, siempre es una opción dedicarse de lleno al trabajo“. María Silvero,estudiante

Cómo frenar el desinterés de los chicos
La falta de visión de muchos de los chicos, y de sus familias, pensando que la formación básica recibida en la escuela ya es suficiente para desenvolverse con herramientas muy elementales ante los procesos de empleabilidad sin mayores exigencias, podría ser uno de los factores del desinterés de los jóvenes hacia el estudio, a criterio del ministro de Educación, Raúl Aguilera.

“Otra causa podría ser su creencia de que no cuentan con suficientes fuerzas para enfrentar los desafíos del empeño y la disciplina requeridos en una formación en el contexto de la educación formal”. Considera que también es posible que la propuesta de formación no sea suficientemente atractiva para los jóvenes de la actualidad, o que no cuenten con locales cercanos para su formación, o, incluso, que los espacios de socialización entre sus pares no sean suficientes.

El especialista en Educación, encargado de dirigir actualmente la cartera, destaca que es necesario revisar la propuesta de formación ofrecida actualmente y analizar cómo se puede mejorar sustancialmente las posibilidades y oportunidades de empleo para ellos y, así, minimizar los efectos sicológicos, sociales, económicos y morales de la ausencia de formación. A nivel ministerial, sostiene que para frenar esta cifra de desinterés de los jóvenes hacia el estudio, se debe generar la demanda estudiantil hacia la educación formal.

“Por un lado, las expectativas juveniles a largo plazo deben ser potenciadas desde la formación básica, con un desarrollo integral de competencias lectoras, escritoras, de cálculo, de investigación, etc. Será necesario, también, involucrar a las familias en un proceso de forjar motivaciones cercanas y afectivas a los jóvenes para tener una visión más desafiante para sus vidas. Las instituciones educativas deben estar en condiciones”, observa Aguilera.

Revisión de la reforma educativa
Dirigentes sindicales, docentes agrícolas y profesores investigadores participaron en la última semana de un encuentro de la Red Estrado, conformada por líderes educadores de toda la región. En el encuentro se definieron algunas líneas de trabajo que pueden servir para la revisión de la reforma educativa, que ya anunció el Gobierno entrante. Además, plantean que la exclusión educativa puede tratarse en el contexto de este análisis.

“El debate sobre la reforma tiene que darse de manera amplia y con participación de todos los sectores posibles”, recomendaron los educadores durante el encuentro, que tuvo lugar en la CUT-A.

Fuente: https://www.ultimahora.com/mas-25700-jovenes-dejaron-la-escuela-porque-no-quieren-estudiar-n1300799.html

Comparte este contenido:

Argentina: Repetir el año no garantiza el aprendizaje

Argentina/28 de Abril de 2018/La Gaceta

Sólo el 18,6% de los estudiantes secundarios que han repetido el curso una vez lograron niveles satisfactorios en matemática. En cambio, entre los compañeros que no repitieron nunca, el porcentaje es casi el doble: 34,2%. Estos datos se desprenden de la pruebas Aprender 2017 y los toma el Observatorio Argentinos por la Educación para poner en duda la eficacia de la repitencia como aliada del aprendizaje.

El porcentaje es aún menor entre quienes repitieron dos o más veces, y estas diferencias también se verifican en los resultados de las pruebas de lengua.

Ineficacia

“Los datos sugieren la necesidad de revisar el mecanismo de repitencia como herramienta pedagógica, pensando alternativas que favorezcan que los estudiantes aprendan mientras avanzan en sus trayectorias escolares”, afirma Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo del Observatorio.

“La repitencia no contribuye a mejorar los aprendizajes. No se aprende por repetir al año siguiente lo que no se logró el anterior. Es necesario anticipar estrategias para ayudar a los estudiantes durante el proceso de aprendizaje. La evaluación formativa tiene una función relevante en el acompañamiento de la trayectoria de los estudiantes. La repitencia los deja afuera de su grupo de pertenencia, estigmatiza al repetidor y todo esto impacta en su autoestima”, sostiene Rebeca Anijovich, investigadora y profesora de Udesa, UBA y Flacso.

Silvina Gvirtz, investigadora del Conicet, profesora de Unsam y secretaria de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas de La Matanza, advierte: “la repitencia es una estrategia que no mejora los aprendizajes de los estudiantes con dificultades. Por el contrario, quienes repiten luego tienen más dificultades en su escolaridad”. Agrega que es importante garantizar que los chicos cuenten con el tiempo, con los libros y con los útiles necesarios para estudiar.

Otros datos

A nivel nacional, el año que más se repite es el segundo, que equivale al primero en las jurisdicciones que tienen siete años de primaria. En este año, el porcentaje de repitentes asciende al 14,2% en promedio. A medida que avanza la escolaridad, disminuye la cantidad de repitentes. De hecho, en cuarto o quinto año (o quinto y sexto), la cifra desciende al 6% en promedio.

Porcentajes

En Tucumán, el porcentaje de alumnos secundarios que repite el curso es de 8,6%, cifra que está por debajo de la media nacional, que se ubica en el 10,1%. Esto significa unos 400.000 alumnos por año que, habiendo empezado las clases en marzo, el año que viene deberán cambiar de división, tener compañeros más chicos que ellos y volver a estudiar exactamente las mismas materias y los mismos contenidos.

La provincia que menos repitencia tiene es La Rioja, con un 3,3%. En el otro extremo se ubica Santa Cruz, con un 18,9%.

Por debajo de la media están San Luis (7,2), Misiones (7,9), la Ciudad de Buenos Aires (8), Córdoba (8,4), Tierra del Fuego y Chaco (8,7), Catamarca (8,8), Corrientes (9,1) y Mendoza (9,6).

Por encima, Santiago del Estero (10,2), Provincia de Buenos Aires (10,3), Jujuy (10,7), Santa Fe (10,8), Salta (11), Formosa (11,6), La Pamba (12,1), Entre Ríos (12,4), Chubut (12,8), San Juan (13), Neuquén (13,3) y Río Negro (14,3).

Fuente: https://www.lagaceta.com.ar/nota/768903/actualidad/repetir-ano-no-garantiza-aprendizaje.html

Comparte este contenido:

Hijos de padres con deserción escolar usualmente repiten ese modelo

Por: El Siglo de Torreón

Un estudio de la Universidad del Valle de México (UVM) reveló que 76 por ciento de las familias en las que el padre tiene como grado máximo la secundaria enfrentan la deserción escolar de al menos un hijo.

En tanto, si el padre de familia cuenta con bachillerato o un grado más avanzado, el porcentaje de deserción de uno de los hijos baja a 24 por ciento, señalan los resultados de la investigación del Centro de Opinión Pública de esa casa de estudios.

El trabajo consistió en mil 002 encuestas en casa habitación, a nivel nacional, a 501 padres de familia y a uno de los hijos que estuviera cursando secundaria.

Los principales motivos que citan los padres para no haber terminado sus estudios son no haber contado con recursos económicos (53 por ciento), no les gustaba estudiar (13 por ciento), necesidad de trabajar (12 por ciento), dedicarse a apoyar labores del hogar (siete por ciento), no eran prioridad los estudios en su familia (seis por ciento) y mal desempeño académico (cinco por ciento).

El sondeo arrojó que 81 por ciento de los padres que sólo estudiaron la secundaria dicen que, de haber tenido la posibilidad, les habría gustado seguir con su formación escolar; 46 por ciento considera que la mayor ventaja de haber continuado habría sido un mejor empleo, 31 por ciento piensa que tendría más ingresos, y 10 prociento que habría adquirido más conocimientos.

Los padres que terminaron licenciatura y llegaron a posgrado, dijeron, 27 por ciento, que su principal motivación fue el deseo de superarse; 22 por ciento, tener una carrera; 16 por ciento, tener mejores oportunidades de ingresos; 16 por ciento, mejores oportunidades de empleo; ocho por ciento, poner el ejemplo a su familia, y seis por ciento, apoyar a su familia.

En el análisis dado a conocer por la UVM en un comunicado, en las familias en las que existen hijos que han desertado de la escuela es más probable que sus padres hayan tenido una formación deficiente en habilidades básicas como escritura, compresión de textos, incluso historia.

De 26 por ciento de los padres que dicen haber tenido poca o ninguna habilidad de escritura, tienen hijos que han desertado; 24 por ciento de los que dicen haber tenido poca o ninguna habilidad en lectura, reportan lo mismo, y 60 por ciento de los padres que dicen haber aprendido poco o nada de historia, tienen hijos desertores.

En general, los padres encuestados están de acuerdo en que su familia se involucraba en las actividades escolares: 64 por ciento está de acuerdo en que su familia los apoyaba con tareas de la escuela, mientras que 70 por ciento acepta que su familia los motivaba para continuar con sus estudios.

Para la mayoría de los padres de familia desertores la educación universitaria del país es de calidad regular, sin embargo, mientras los padres tienen escolaridad más alta, tienden a considerar que la educación universitaria es de muy buena calidad en México (44 por ciento).

Los padres de familia consideran que el aspecto más importante que debe favorecer una institución universitaria es ofrecer carreras que respondan a las necesidades del país (50 por ciento), mantener actualizados los programas de estudio (37 por ciento), y tener vinculación con las necesidades de la industria (13 por ciento).

De los encuestados, 74 por ciento cree que quienes tienen una carrera universitaria cuentan con más oportunidades para conseguir buen empleo, 41 por ciento admite no tener planificada la educación de su hijo, 27 por ciento dice haberla planificado parcialmente y sólo 32 por ciento dice haberla planificado.

La educación superior es vista como un vehículo para lograr movilidad social, sin embargo, el acceso de los hijos a ese nivel parece estar delimitado por los estudios con que sus padres cuentan.

Hijos de padres con deserción escolar usualmente repiten ese modelo

En general, los padres encuestados están de acuerdo en que su familia se involucraba en las actividades escolares: 64 por ciento está de acuerdo en que su familia los apoyaba con tareas de la escuela, mientras que 70 por ciento acepta que su familia los motivaba para continuar con sus estudios. (ARCHIVO)

Fuente: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1386771.hijos-de-padres-con-desercion-escolar-usualmente-repiten-ese-modelo.html

 

Comparte este contenido: