Brasil. Movimiento de los Sin Tierra: «Queremos existir, y por lo tanto seremos resistencia»

Por: Wafika Ibrahim

Entrevista a Ayala Ferreira, coordinadora nacional del Movimiento Sin Tierra (MST) e integrante del sector de derechos humanos de la organización. Para ella, la llegada al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro significa un periodo de retroceso en el escenario tanto de su país como a nivel regional

Uno de los movimientos sociales más importantes de Latinoamérica es el de los Sin Tierra en Brasil, nacido en la década de los ’80 del pasado siglo con el propósito de presionar a favor de una reforma agraria en un país donde ese recurso de la naturaleza ha estado históricamente concentrado en pocas manos.

Ayala Ferreira, es la coordinadora nacional del Movimiento Sin Tierra (MST) y forma parte del sector de derechos humanos de la organización. Vive en Pará, en el municipio de Marabá en una comunidad llamada Asentamiento del 26 de Marzo. Para ella, la llegada al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro significa un periodo de retroceso en el escenario local y regional, pero «seremos resistencia», afirma en diálogo exclusivo con Al Mayadeen.

«El gobierno de Bolsonaro completó poco más de un semestre en funciones (poco tiempo para un período de cuatro años) -comentó la activista-; sin embargo, estamos seguros de que la política adoptada es la de continuar el golpe institucional de 2016 que derrocó al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff  e instituyó un conjunto de medidas de carácter neoliberal y persecución de los movimientos populares».

¿Cuál es entonces la táctica del gobierno de Bolsonaro en Brasil?

La de un gobierno que asume una agenda neoliberal que se basa en la eliminación de los derechos fundamentales de los trabajadores (urbanos y rurales), de las reformas como la seguridad laboral y social y la mercantilización de los bienes de la naturaleza (tierra cultivable, agua, bosques y minerales).

También sostiene una política de combate a los «enemigos internos» en el país, quienes son todos los que cuestionan críticamente esas medidas y defienden un modelo de sociedad basado en el respeto y la tolerancia hacia las personas y las formas de organización de la existencia. En este sentido, el MST es perseguido por la política y las medidas adoptadas por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro.

La agenda móvil para nosotros es la democratización del acceso a la tierra pero la reforma agraria está completamente bloqueada, porque tenemos un presidente que se ha comprometido claramente con los latifundios y los agronegocios, que se fortalecen mediante incentivos y créditos, que favorecen la liberación de pesticidas, la relajación de la legislación ambiental y la autorización para avanzar e invadir áreas de conservación ambiental y pueblos tradicionales (como pueblos indígenas y quilombolas).

Finalmente, la agenda política en la que creemos y defendemos es la democracia y la participación de la sociedad en la vida pública actual, la cual es tratada con violencia por el gobierno y sus mecanismos de control social.


Ayala Ferreira, coordinadora nacional del Movimiento Sin Tierra (MST).

Ayala Ferreira, coordinadora nacional del Movimiento Sin Tierra (MST).

Un tema de actualidad noticiosa es de la Amazonia. Arde ese pulmón del planeta y Bolsonaro culpa al clima y a los indígenas con sus prácticas de todo el desastre. ¿Qué opinión le merece esto?

La deforestación se ha disparado desde que llegó Bolsonaro. Esa es la principal causa de la oleada de incendios que, como nunca antes, impactan a la Amazonia.

En lugar de selva, no es secreto que el poderoso sector agropecuario brasileño, que siente que tiene carta blanca con la llegada a la presidencia de Bolsonaro, busca grandes áreas de pastoreo o sembrado.

Medios de prensa han divulgado que la deforestación se incrementó en un 273 por ciento desde que lo tenemos a él como gobernante. Con Bolsonaro ha aumentado la ocupación ilegal de tierras de la selva y su deforestación permite especular y venderlas. Ese es el problema.

Por otra parte, creo que el gobierno tiene dificultades para comprender cuestiones como la soberanía nacional y la autodeterminación de los pueblos y ha adoptado un comportamiento poco claro sobre el papel de los extranjeros en nuestro país.

Por ejemplo, recientemente aprobó la liberación de la base de Alcántara (territorio brasileño ubicado en el estado de Maranhão que está estratégicamente ubicado para lanzamientos aeroespaciales) al gobierno de Estados Unidos. Bolsonaro ha ofrecido tierras de cultivo a personas y empresas transnacionales.

Mientras, el gobierno alimenta el discurso  de que el Amazonas es un asunto de los brasileños y que depende de nosotros decidir qué hacer allí, pero el único tema permitido es cómo proceder a su destrucción; y debatir la conservación de los bosques y el cuidado de la biodiversidad es un tema para los ambientalistas (enemigos del desarrollo y el progreso) y para la intervención e interferencia extranjera.

Creo que una posible retirada del gobierno de Bolsonaro en esta deforestación y destrucción de la agenda amazónica será a través de sanciones económicas y políticas por incumplimiento de los acuerdos y pactos internacionales de los que nuestro país es signatario.

Aliado a esto, continuar con los procesos de articulación y presiones populares como el que se está construyendo para realizarse del 23 al 30 de agosto en varios estados y países interesados y que conocen la importancia de la Amazonia para el equilibrio climático del planeta.

¿Por qué se acusa al capitalismo de esta tragedia ecológica?

No debemos tener dudas, la razón de la deforestación y destrucción de la Amazonia es la necesidad de subordinar este vasto territorio y toda su riqueza a los intereses del capital.

El capital en la etapa actual de desarrollo necesita extraer ganancias extraordinarias para controlar y explotar los recursos naturales que existen en el mundo, en la Amazonia se concentra la tierra en abundancia, bosques, agua potable y recursos minerales estratégicos para el desarrollo de las sociedades.

Para apropiarse de estos recursos es necesario derribar todas las barreras que impiden su control, como las leyes ambientales y la existencia de habitantes que viven en estos territorios y practican otras formas de vida que van más allá de la lógica destructiva del capital.

Y la principal herramienta adoptada por el capital es convencer a la sociedad de la peor manera posible, naturalizando el desarrollo, la modernización y el progreso y así destruir los activos de la naturaleza y excluir a las personas que practican otras formas de vida con respecto al medio ambiente. y con compromiso ético con las generaciones futuras.

¿Hay salvación?

Será un logro que solo aquellos que se pongan en movimiento podrán obtener. La salvación de la humanidad y los bienes de la naturaleza dependerán únicamente de la capacidad de construir un modelo social más allá del capital, basado en nuevos valores y prácticas de respeto por cada forma de vida en la tierra.

Un dato interesante que puede ilustrar todo el gran daño lo ofreció recientemente la agencia espacial de Brasil. Según el ente, la Amazonia padece una deforestación de cuatro mil 565 kilómetros cuadrados, lo que supone crecimiento en la desaparición de su superfície de un 15 por ciento respecto al año anterior. Lo que arrojan lass informaciones de los satélites es desalentador: Cada minuto desaparece una superficie de selva similar a un campo de fútbol.

En este escenario, ¿cuáles son los daños directos al MST?

Específicamente como movimiento campesino, el daño se sentirá de inmediato, pero a mediano y largo plazo. En primer lugar, debido a que muchas comunidades rurales han sido afectadas por incendios forestales.

Muchas han perdido cultivos y áreas de preservación; han perdido pastos que garantizan la alimentación de los animales (ahora estamos buscando comida para los pequeños criaderos que cada agricultor tiene en su comunidad).

Pero como mencioné, los efectos se sentirán a mediano y largo plazo y tiene que ver con el cambio climático que causará escasez o exceso de lluvia que a su vez comprometerán los cultivos que desarrollamos en nuestras comunidades y, para lidiar con estos cambios es posible que aparezca una tendencia al uso de insumos químicos y agrotóxicos con el objetivo de impulsar la productividad de los cultivos, llevando la tierra y todas las formas de vida en nuestra sociedad a límites de existencia insostenibles.

¿Cómo valora alianza Donald Trump-Jair Bolsonaro?

Bueno, parece risible, pero Bolsonaro siempre expresó su admiración por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Para nada le disgustaba que incluso lo compararan con él. No es de extrañar que aquel gobierno del republicano tenga mucha influencia sobre el que tenemos hoy en Brasil. El propio Trump expresó antes de la asunción de Bolsonaro que esperaba inaugurar una nueva alianza hemisférica.

Tanto Trump como Bolsonaro comparten el rechazo al gobierno constitucional de Nicolás Maduro en Venezuela. Son gobiernos con una sintonía total, expresados por la persecución y la falta de respeto por la autodeterminación de los pueblos, como ha sucedido con nuestro vecino, al cual los Estados Unidos casi lleva a la guerra.

Poseen similar postura respecto a China en el comercio internacional, y defienden la posesión y el portar armas de fuego en el caso de los civiles.

El presidente brasileño comenzó con discursos públicos donde expresaba que Brasil en su mandato se alinearía política y económicamente con los Estados Unidos.

Ahora esta relación se está estableciendo y la entrega de la base de Alcántara a los Estados Unidos es la expresión de la alianza.

¿Algún mensaje particular para los campesinos y pueblos árabes en general?

Sí. El MST se mantendrá firme en la construcción de resistencia activa, en la lucha por la democratización del acceso a la tierra, la reforma agraria y en la lucha por la democracia y la libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, así como de todos los defensores de la vida en nuestro Brasil. Queremos existir, ¡así que seremos RESISTENCIA!

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/opinion/entrevistas/2019/08/26/brasil-movimiento-de-los-sin-tierra-queremos-existir-y-por-lo-tanto-seremos-resistencia

 

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El movimiento estudiantil contra la Universidad SA

Por: Enric Llopis

En los centros superiores de enseñanza los estudiantes estaban viendo que no se les formaba como tales profesionales libres y creativos del futuro, con un concepto de servicio a todos (…) sino en razón de las demandas concretas de las empresas para sus necesidades concretas, para su beneficio económico o para la expansión del capitalismo”, escribía el periodista Eduardo Haro Tecglen en el libro “El 68: Las Revoluciones Imaginarias”. Tal vez se trate de la eterna aspiración. El pasado 24 de noviembre miles de estudiantes del estado español participaron en una huelga general y se manifestaron contra las “reválidas” previstas en la LOMCE o Ley “Wert”. Un mes antes se convocó otra huelga estudiantil y protestas en la calle contra estas pruebas de evaluación final para la obtención del título del graduado en ESO y bachiller. La nueva correlación de fuerzas parlamentaria obligó a Rajoy a suspender los efectos académicos de las reválidas el 27 de octubre.

Publicado en abril de 2015 por Caliu Espai Editorial, el libro “Universitat Perduda” recoge 220 páginas de reflexiones, pequeños ensayos, panfletos, comunicados, cómics y fotografías de las luchas del movimiento estudiantil en el País Valenciano durante los últimos años. Algunos de los protagonistas dan cuenta de las movilizaciones, las diferentes formas de organización y sus límites, las reivindicaciones principales y el modelo de universidad al que se enfrentaron. Sin intención de relato experto ni resumen prolijo, se trata de una herramienta para la discusión y el avance. La posición de los autores se explicita en un párrafo del prólogo, firmado por “Independència Total”: “Nuestra universidad no cabe en su universidad. No tiene cabida entre estos muros. Ahora ya lo sabemos y hemos salido a buscarla. Seguiremos construyéndola afuera”.

Se podría establecer un hilo conductor entre la batería de leyes, reformas y modelos que las instituciones pretenden implantar, pero también en la heterogeneidad del movimiento de oposición estudiantil. Encargado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), el Informe Universidad 2000 o “Informe Bricall” (por el apellido del autor, rector durante ocho años de la Universidad de Barcelona) ya fue rechazado por los estudiantes al plantear la mercantilización y servidumbre de la universidad ante las empresas o sugerir una subida de tasas. “Fue financiado por empresas privadas como El Corte Inglés y Telefónica”, recuerda Andrés González, exmilitante de la Coordinadora d’Estudiants dels Països Catalans (CEPC). Se marcaba, así, la pauta de las “reformas” subsiguientes. Un incipiente movimiento de base organizó dos huelgas estudiantiles. En 2001, el segundo gobierno de Aznar aprobó la Ley Orgánica de Universidades (LOU), que se inspiraba en principios muy similares. Entre las manifestaciones, ocupaciones y huelgas se podía trazar una divisoria. Por un lado, la izquierda más o menos afín al PSOE, que reclamaba la falta de financiación y por los ataques a la autonomía universitaria. Y quienes “trataban de ir un poco más lejos”, apunta Andrés González, al denunciar el proceso de mercantilización global de la educación.

En 2002, el ejecutivo de Aznar aprobó la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), que afectaba a la enseñanza secundaria y que también tuvo respuesta en la calle. En 2003 las asambleas, acampadas, huelgas y manifestaciones de estudiantes combatieron la guerra de Irak. De la conflagración y las dos leyes citadas, el exmilitante de la CEPC extrae la siguiente conclusión: “La lucha contra el PP se convirtió en el denominador común de todas las personas movilizadas, de manera que se le hizo el juego al principal partido de la oposición, el PSOE”. Con el cambio de mayoría en 2004, el ejecutivo de Rodríguez Zapatero realizó pocos cambios, pero mucha de la gente que había salido a la calle retornó a casa. Uno de los hitos en la batalla universitaria de los últimos años es la contestación en 2007-2008 al “Plan Bolonia”, cuyo objetivo, en los textos y discursos oficiales, era el establecimiento en 2010 de un “Espacio Europeo de Educación Superior”. Para ello, se utilizaban términos como “convergencia”, “comparabilidad”, “empleabilidad” o “movilidad”. Cada trimestre se convocaba una movilización estudiantil a escala europea. Seis asambleas de la Universidad de Valencia lanzaron un comunicado de ocho puntos contra el “Plan Bolonia”, que se resume en el primer parágrafo: “Las reformas se han orientado según las demandas del mercado”.

El libro “Universitat Perduda” recupera las huellas del conflicto. Como la carta hecha pública por los compañeros de Alexis Andreas Grigoropoulos, de 15 años, asesinado por la policía el seis de diciembre de 2008 en el barrio de Exarjia, en el centro de Atenas. La muerte del adolescente precipitó dos semanas de revueltas. “Recordad: una vez vosotros también fuisteis jóvenes; ahora perseguís el dinero, sólo os preocupa la fachada; habéis engordado, os habéis quedado calvos y os habéis olvidado”, decía la carta presentada el día del entierro, que asimismo pedía que no se lanzaran más gases lacrimógenos. “Nosotros lloramos por nuestra cuenta”. En el libro también se incluyen fragmentos de canciones, como “Tan sometido”, de La Polla Records: “El mercado laboral pronto va a necesitar/gente con preparación más competitividad/no pensar ni criticar, sumisión, adaptación/y llaman universidades a criaderos de mutantes”.

Recorren este ensayo las reflexiones de antiguos alumnos que señalan un viraje en las expectativas, al pasar de la aspiración a un título con “salida”, que supuestamente capacitaba al licenciado para el mercado laboral; frente lo que ocurre hoy, explica Lluïs Pascual, exmilitante del Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC): “Parece que te preparen para consumir uno o varios máster, de modo que se ha de acertar con el que dé acceso a uno de los pocos trabajos precarios que te ofrecen”. La batalla contra el Plan Bolonia se perdió, pero el activista recuerda que, a diferencia de lo que sucedió contra la LOU, sí cuajó una consigna por encima de organizaciones y programas: “Todo el poder para las asambleas”.

Las experiencias de Okupación en la Universitat de València apuntan a modos “alternativos” de autoorganizarse. El 12 de noviembre de 2012 (dos días antes de la huelga general del 14-N) la antigua Facultad de Agrónomos de Valencia se convirtió en un centro social autogestionado, “Ca la Vaga”, donde se podían leer las siguientes octavillas de primera hora: “Quan la injustícia es fa llei, la revolta és un deure”. Pero finalmente el reto devino superior a la fuerza de los activistas, según reconocen Flora Jakobson, Felip-El-Caliu y M.Tramoyeres en el libro “Universitat Perduda”. Se habían fijado unas expectativas muy altas, como apuntaba la consigna de la gran pancarta colgada en la fachada de la “Okupa”: “La llibertat no es demana, es pren”. Casi un año después los estudiantes okuparon otro espacio en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universitat de València, “Ca l’Estudiantat”. “Fue un espacio de comunidad dentro de la maquinaria”, coinciden. En mayo de 2015, el decano de la facultad comunicó que se debía producir el desalojo en el plazo de un mes, a lo que se respondió con movilizaciones en el Campus de la avenida Blasco Ibáñez. Pocos días después, unos individuos destrozaron el local de “Ca l’Estudiantat” y realizaron pintadas con simbología fascista.

Una de las iniciativas desarrolladas en “Ca l’Estudiantat” fue la “Universitat Negativa”. De este modo se designó a un proyecto de educación crítica forjado por el movimiento estudiantil de Trento, entre enero y abril de 1967. Además de ocupar instalaciones universitarias y denunciar la formación de estudiantes para el mercado, fomentaron los “contra-cursos” y “contra-lecciones”, con autores excluidos de las aulas como Marx, Lenin, Mao, el Tribunal Russell, Marcuse, Malcom X o el sociólogo Wright Mills. La crítica a la mercantilización de la universidad permea el texto. Un artículo de febrero-marzo de 2014 del colectivo “Independència Total” recuerda que las transacciones diarias en los mercados de divisas internacionales superaban los 1,8 billones de dólares diarios en 1998, es decir, 60 veces más que los intercambios de bienes y servicios. No se trata de mera estadística, ni de números ajenos a la universidad. La financiarización de la economía tiende a que, más allá de la formación en un “saber hacer” determinado, a los empleados se les exija una “infinita disponibilidad personal” en las empresas. Además, frente a la universidad mercantilizada no hay panaceas ni estrategias infalibles. Enrique Martín y Jordi García, de “Independència Total”, consideran un error prescindir de las estructuras. Un miembro de la Federación Estudiantil Libertaria advierte de uno de los grandes riesgos por resolver: “la tiranía de las estructuras”. Otras reflexiones se centran en la violencia, el peso de las asambleas, la informalidad, la autonomía y la relación entre movimientos, plataformas y organizaciones.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=220073

Foto de archivo

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Segunda vuelta: ¿Es posible desarrollar una pedagogía liberadora en la escuela actual?

Por Ana Belinco

A partir de notas como “¿Es posible desarrollar una pedagogía liberadora en la escuela actual?” de Hernán Cortiñas, continúa el debate sobre los límites y potencialidades de las prácticas educativas.

La pregunta en debate es un interrogante siempre presente para las y los trabajadores de la educación que buscan o se les impone, por diversas circunstancias, la problematización frente a su propia práctica. Fue y es cuestión debatida en extenso por distintos pedagogos y corrientes filosóficas educativas diversas.

Es ó no es posible: ¿es fructífero un análisis binario de la pregunta presentada?

Como respuesta a la cuestión, se han postulado desde planteos reformistas de superficie que hablan de cambio y transformación dentro del sistema educativo tal cual está dado dentro del capitalismo hasta planteos revolucionarios anulantes según los cuales nada puede hacerse desde el sistema educativo en el actual estado de situación dado que éste impone límites a la acción educativa infranqueables y constrictivos.

Se presenta así una lógica binaria de análisis e interpretación de la cuestión en debate según la cual el sistema educativo y, por tanto, las prácticas pedagógicas que en él se despliegan, o son salvadoras o son inermes frente a la transformación de la realidad. Cualquier análisis desde una perspectiva binaria cae en un reduccionismo como mínimo infructuoso y pesimistas al mismo tiempo que obtura la postulación de respuestas creativas que contemplen la posibilidad de análisis intermedios que tengan en cuenta el ¨mientras tanto¨.

Si pensamos la práctica educativa como pedagogía liberadora, salvadora e infalible, caemos en un reduccionismo que no contempla las condiciones situacionales limitantes como ser la propia condición de asalariados y explotados de los trabajadores de la educación, la falta de espacios de capacitación en servicio, las pésimas condiciones de infraestructura en la cual debe desarrollarse la labor, las imposiciones de tareas administrativas y asistenciales a las que los y las docentes nos enfrentamos día a día en nuestras escuelas públicas, entre muchas tantas otras. Este tipo de posturas le lavan la cara al capitalismo dándole atribuciones a la educación que ésta no tiene ni puede abordar.

Por otra parte, si pensamos la práctica educativa como inerme y limitada al punto de la anulación como herramienta transformadora caemos en un reduccionismo que no contempla el alcance que la educación tiene dentro de la lucha de clases. Tampoco se tiene en cuenta que es un espacio en donde la docencia puede cumplir un rol activo a nivel ideológico, aunque el sistema educativo tenga límites propios que no permitan transformarlo en profundidad como queda evidenciado en el sistema de evaluación, calificación y clasificación de los estudiantes que genera circuitos educativos diferenciados. La disputa política e ideológica que se puede dar dentro de la escuela, enmarcada dentro de una organización revolucionaria más amplia, queda así anulada.

En este punto se hace interesante retomar la tercera Tesis sobre Feuerbach de Marx en donde explica que “la teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de la educación, y de que, por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado”. Una lectura posible de este planteo sería interpretar que cuando Marx dice que el educador debe ser educado no lo hace para minimizar el alcance de la educación misma sino para remarcar la potencialidad del ámbito educativo. Comprender a la escuela como aparato ideológico del Estado es analizarla también en su posibilidad de subversión o transformación. Minimizar este aspecto, o anularlo, es una negación de los cambios reales que la escuela ha demostrado objetivamente alcanzar. En este sentido, cabe plantearse si es justo calificar los logros educativos de la docencia, aunque sean limitados e insuficientes, como partes de un anecdotario que llena de orgullo a docentes aislados.

¿Qué hace la docencia en el ¨mientras tanto¨?

Por lo expuesto anteriormente, es válido sostener que sería posible una pedagogía liberadora en el estado actual de situación sólo en tanto práctica de resistencia, como herramienta para profundizar contradicciones desde la literatura, el debate, la puesta en palabra y discusión de las miserias que golpean a toda la comunidad educativa dentro de los límites de este sistema político y económico en el que nos encontramos inmersos. Es decir que la respuesta a este problema no puede ser cerrada, no puede plantearse como si o como no, sino que no queda más que plantear un sólo si, un análisis de grises.

Pese a la precarización laboral, los y las docentes no tiramos la toalla. Si el hecho de estar precarizados y explotados nos quiebra o nos hace creer que la tarea realizada es infructuosa o imposibilitada de creación y recreación de realidades, lo lograron. Entender a la educación desde esta perspectiva nos habla de comprenderla en términos de pasos que se dan en el “mientras tanto” caminamos hacia los cambios profundos y sistémicos que soñamos, buscamos y construimos militantemente. Se delinea así un tercer planteo posible e intermedio a las dos polarizaciones reduccionistas antes desarrolladas que expresa una profunda confianza en la educación como herramienta de quiebre y ruptura que haga posible delinear, pensar y esbozar caminos de liberación real y efectiva.

La educación siempre es campo de batalla de la lucha de clases. En este sentido, el fenómeno educativo, debe ser analizado desde una perspectiva de clase. En el estado de situación actual el sistema educativo es herramienta en manos explotadoras para generar subjetividades adaptadas al sistema social, político y económico imperante. Esto no destruye la posibilidad de hacer mella haciendo uso de dicha herramienta en fogonazos que permitan exponer las contradicciones intestinas del capitalismo que genera hambreados y excluidos cuando las fuerzas productivas permitirían, bajo una planificación socialista y de los trabajadores, asistir a la existencia real del hambre cero a escala mundial.

En este punto cabe aclarar, una vez más, que ésta no es más que táctica defensiva y de resistencia hasta que se pueda subvertir y expropiar por completo el Estado y sus aparatos ideológicos pasando a constituirse como estado en manos de los trabajadores. Este es siempre el último y real objetivo de la lucha de clases, en la cual la educación y los sistemas pedagógicos cumplen un rol fundamental, aunque no sea ni el principal ni el más decisivo en la disputa. La educación por sí misma no puede transformar nuestra realidad social sino está ligada a una estrategia política que permita crear un partido revolucionario que presente una direccionalidad seria y efectiva para movilizar a las masas trabajadoras hacia la búsqueda y la lucha por su propia emancipación. Pese a lo antes dicho no se puede desconocer o negar que la educación es una herramienta fundamental en el ¨mientras tanto¨ más allá de sus limitaciones.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Segunda-vuelta-Es-posible-desarrollar-una-pedagogia-liberadora-en-la-escuela-actual

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Momo, una niña en resistencia

Por: Ana Belinco

¿Es posible desarrollar una pedagogía liberadora? A través de una prosa filosófica, Michel Ende nos sumerge en el mundo de Momo, una niña que resiste la dictadura de los hombres de gris.

Las ocasiones de lectura en las aulas son espacios fructíferos para generar espacios de reflexión, de debate, de intercambio intersubjetivo. Espacios donde los niños pueden imaginar, crear, recrear mundos imaginarios y posibles así como extender estas prácticas al mundo real que los circunda.

Impulsar el gusto y el amor por la lectura puede ser, por lo tanto, una manera de formar subjetividades críticas, reflexivas, creativas y transformadoras de la realidad. La literatura se presenta así como herramienta de quiebre, de resistencia.

A través de la prosa fluida, filosófica y fecunda de Michel Ende nos llega una excelente novela llamada Momo. Este escritor alemán del SXX, cuya novela más conocida es “La historia interminable”, desarrolló a lo largo de su actividad una serie de obras literarias dentro del género de la literatura fantástica y de ficción para niños, adolescentes y adultos.

En las afueras de una ciudad italiana, en un anfiteatro en ruinas, vive una niña llamada Momo. Ella no tiene un origen cierto. Ninguno de los habitantes de la ciudad sabe de dónde o cómo llegó allí pero todos conocen su extraordinaria habilidad de saber escuchar. Momo tiene amistad con todos y todos recurren a ella para ser escuchados, con tiempo, con pausa, atentamente.

Este clima amistoso y distendido termina con la llegada de los hombres grises. Estos extraños individuos representan al Banco de Tiempo. Como representantes de tal entidad promocionan la idea de ahorrar tiempo entre la población. El pack ofrecido implica que el tiempo puede ser depositado en el banco y devuelto al cliente posteriormente con intereses como corresponde a cualquier entidad bancaria seria y responsable que se precie de tal. El objetivo real de estos hombres es hacer que la gente lo olvide todo menos su obsesión por ahorrar todo el tiempo posible para su posterior uso. La ciudad, y sus habitantes, se ven fuertemente modificados ante el desembarco de semejante institución en ella. Se pierde el sentido en lo rutinario.

Actividades como el arte, la imaginación o dormir (y por lo tanto soñar), pasan a ser considerados como pérdidas de tiempo. Los prototipos de ciudadano, de moda, de gustos se estandarizan. Pero como todos imaginarán, cuanto más tiempo ahorra una persona, esta acción ahorrativa redunda en una real disminución de dicho bien tan preciado en su haber. Los hombres grises consumen lo ahorrado en forma de cigarros hechos de pétalos secos de las flores horarias que representan el tiempo. Estos oscuros personajes, cual parásitos, no pueden existir sin consumir esos cigarros, es decir, sin consumir el tiempo ajeno.

Con su flagrante falta de valoración del tiempo en los términos en el que éste es presentado por los hombres grises, Momo se convierte en una molestia punzante, en una piedra en el zapato del Banco de Tiempo. Los hombres grises buscan deshacerse de ella por todos los medios posibles. Momo, junto a Casiopea la tortuga, animalito que se comunica con ella a través de mensajes luminosos en su caparazón, se enfrentará a la dictadura de los hombres de gris. Para ello la niña deberá ir al manantial del tiempo, tras lo cual logrará rescatar a la ciudad de la opresión de esta entidad nefasta.

Momo en la escuela de hoy

El actual mundo capitalista globalizado, asiste una vez más, a un nuevo ciclo de crisis económica, política y social pauperizante de la humanidad. Basta mirar las noticias de E.E U.U corcoveando con discursos totalitarios y xenófobos a lo Trump tratando de capear su crisis económica y política; de Medio Oriente con sus guerras intestinas o impuestas por potencias imperialistas que generan miles de exiliados, refugiados y muertos; de la Europa de fronteras cerradas frente a la desesperación humana y sin ir tan lejos de la avanzada neoliberal en América latina, para confirmar lo anteriormente dicho. Estamos, por lo tanto, ante la necesidad de la transformación profunda, radical y revolucionaria de las estructuras de poder propias de un sistema que expone sus más grandes miserias, basado en la existencia de explotadores y explotados, de merecedores y excluidos, de comidos y hambreados.

Frente a este estado de situación se impone que la escuela y sus docentes analicemos críticamente cuál debe ser nuestra tarea. En Pedagogía del oprimido Paulo Freire sostiene que “Sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases dominadas percibir las injusticias sociales en forma crítica”. Los docentes debemos reconocernos como parte de la clase trabajadora desmarcándonos de la concepción de que como profesionales formamos parte de una pequeña burguesía superior a las clases populares, así como también de la tarea que se nos quiere imponer desde el SXIX según la cual debemos ser formadores de subjetividades acordes a las necesidades de los sistemas económicos y políticos imperantes.

La educación formal capitalista ha dado muestras de sobra de su poder de formación de subjetividades extrañadas. Se hace urgente, en este sentido, la tarea de buscar el quiebre, la grieta, la contradicción dentro del sistema educativo capitalista mismo y usarlo de modo contra hegemónico estimulando subjetividades críticas, no conformadas.

Expropiarle a las clases dominantes uno de sus aparatos ideológicos más efectivos, expropiación-apropiación por parte de y para los trabajadores. Prenderles fuego el rancho desde adentro hablando en criollo.

Momo es una novela, que nos ofrece a los docentes, la posibilidad de poner en debate de nuestros estudiantes cuestiones como el consumismo y la explotación. Permite pensar sobre las características del mundo actual, sobre el peligro de verse seducido por los intereses ocultos de empresas que cuentan con el suficiente poder como para influir en el estilo de vida de la gente, en sus deseos, en sus aspiraciones.

También permite elaborar una mirada crítica sobre el modelo racional de concebir el tiempo, un modelo economicista que busca reducir al mínimo o extinguir los momentos de ocio en búsqueda de un rendimiento eficiente del tiempo dentro de la valoración capitalista del mismo, tiempo que debe ser usado para producir aquello que luego va a ser expropiado a sus productores por parte de los dueños de los medios de producción.

Cualquier semejanza con la realidad no es pura coincidencia. Novela excelente para abonar una pedagogía liberadora de conciencias que den batalla, que revolucionen lo establecido por el sistema económico imperante en la actualidad desde una mirada antisistémica, humanista y solidaria.

Fuente: http://laizquierdadiario.com/Momo-una-nina-en-resistencia

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Resistencia con rostro de mujer

Por: Luis Hernández Navarro

A la maestra Angélica García Pérez le tocó estar al frente de la lucha de los profesores oaxaqueños en un momento muy difícil. El gobierno federal está empecinado en acabar con su organización sindical y no ha escatimado recursos para hacerlo. Ella ha sufrido este embate en carne propia.

Lejos de amilanarse, la profesora, que participa en las pláticas con la Secretaría de Gobernación como parte de la comisión negociadora nacional de la CNTE, saca fuerzas de la persecución gubernamental para resistir. Esa rabia, ese coraje ante el ensañamiento en contra nuestra es lo que nos ha mantenido firmes, dice.

Sindicalista de base desde 1995, activista hormiga, Angélica siempre ha estado muy comprometida con la vida de la sección 22. En 2006, fue delegada a la APPO, donde vivió un intenso proceso de formación política. Actualmente es la representante del sector Etla, uno de los más combativos y mejor organizados del estado. Hace un año fue elegida como integrante de la comisión política seccional.

Aunque la situación en que se encuentra como dirigente sindical es inédita, tener que remar a contracorriente no lo es. Nada le ha sido fácil en la vida. Siempre ha tenido que enfrentar grandes obstáculos. Una y otra vez los ha superado.

La profesora García Pérez nació en Teococuilco de Marcos Pérez, Ixtlán, Oaxaca, en 1975. Municipio mayoritariamente indígena, de apenas unos mil 100 habitantes y 300 viviendas, muchos de sus pobladores emigran a Estados Unidos para ganarse la vida.

Angélica es la sexta de nueve hermanos de una familia campesina. Durante largo tiempo su papá fue mojado. Cada dos años regresaba brevemente a su comunidad para convivir con su parentela. De hecho, ella casi no lo conoció hasta que cumplió ocho años.

En casa de la profesora se hablaba zapoteco y español. Ella comprende la lengua indígena, la habla, pero no la domina. Su padre, que tenía dificultades para comunicarse cuando iba a la ciudad, insistió en que sus hijos debían manejar perfectamente el español.

Cuando Angélica terminó la primaria, a los 11 años, se mudó a casa de una hermana en Etla para estudiar la secundaria. Su padre tenía la ilusión de que sus hijos fueran profesionistas. Fue una decisión dolorosa que la separó de su casa y de su mamá. “Para mí –narra la maestra– fue un impacto bastante grande. Tenía que salir, dejar el pueblo, todo, para construir algo diferente.”

Ella hizo entonces un compromiso con su papá: cuando terminara sus estudios, iba a apoyar económicamente a sus tres hermanos pequeños para que cursaran los suyos.

Al legar a Etla, debió hacer a un lado sus miedos y comenzar una vida nueva. Tímida, serrana, le era muy difícil hacer amistad con niñas que se conocían de siempre. Rompió esa situación cuando en la secundaria el maestro la puso a debatir sobre la Revolución Mexicana con un niño que tenía el mejor promedio de la escuela. Aunque ni siquiera sabía bien a bien qué era eso de debatir, se preparó con esmero para explicar lo que ella entendía del tema. Su desempeño fue sobresaliente. El profesor les puso 10 a ambos. El episodio fue un parteaguas en su vida. Desde ese momento se sintió con más confianza y se dijo: sí puedo.

Cursó el bachillerato técnico en contabilidad en Suchilquitongo. Aunque deseaba seguir estudiando, tuvo que trabajar para cumplir el compromiso que hizo con su padre.

A los 18 años consiguió su primer empleo en el Banco de Oriente, donde le pagaban un sueldo miserable por una jornada agotadora. No le importó. “Lo hacía con mucho amor –cuenta– porque me daba cuenta de que era útil para poder apoyar a mis hermanitos.”

Un año después tuvo la oportunidad de trabajar de administrativa en una secundaria técnica en Tamazulapam del Espíritu Santo. Comenzó así su vida en las filas del magisterio, pero debió abrir un paréntesis en sus sueños de estudiar más. En la Sierra Mixe no había universidad.

En esa escuela vivió su primera experiencia sindical: defender con genuina indignación a una compañera a la que el autoritario director de la escuela quería despedir injustamente.

Casi al finalizar el ciclo escolar le ofrecieron colaborar con un programa de crédito a la palabra organizado por la sección 22. Llena de dudas, aceptó. Su participación fue un éxito. Entre 1995 y 1998 triplicaron el fondo del programa. Al terminar su comisión laboró en cooperativas escolares de secundarias técnicas. Simultáneamente, estudiando los fines de semana, cursó la normal superior en la especialidad de inglés.

Su primera experiencia docente la realizó en San Pablo Etla como maestra de inglés, donde trabajó sin cobrar nueve horas a la semana, por seis años. Luego comenzó también a enseñar informática.

Angélica es sencilla. No le gustan los reflectores. Como dirigente es de una firmeza fuera de serie. No le gusta andarse por las ramas. Habla claro, directo y preciso. Frente a las autoridades es indoblegable.

Madre soltera de un hermoso hijo de ocho años, se da tiempo para sacar adelante todo lo que tiene que hacer con responsabilidad y eficacia. Su gran preocupación es no entregar cuentas negativas al movimiento. La motiva la lucha. Cree que la actual movilización magisterial está haciendo historia. Está convencida de que el pueblo de México puede transformar la realidad para tener mejores condiciones de vida.

En el centro de su compromiso con el movimiento está su vocación se servicio. “Tengo la claridad –asegura– de que servir a los demás engrandece. Esa es la mayor de las satisfacciones como ser humano.” Añade: “Esa concepción del servicio viene de mi cultura. Así nos educó mi papá. Es algo que traigo muy dentro, muy fijo, que me mueve, me identifica. Eso me ha motivado a poner un granito de arena para que las cosas cambien.

“Tengo claro –advierte– que no podemos fallar a los compañeros de base, a nuestros alumnos y al pueblo de Oaxaca. Defender la educación pública es defender el empleo, liberar a los presos políticos y hacer justicia al pueblo de Nochixtlán”.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/07/19/opinion/015a1pol

Fuente de la imagen: http://2.bp.blogspot.com/-hAzErOeO4pA/UZQRi5jUnAI/AAAAAAAAFWQ/aPGdyVKR6s4/s1600/juchitan.jpg

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Adriana Puiggrós dictará Conferencia Magistral en la UNAM-México: «América Latina, del liberalismo al neoliberalismo en educación (resistencias y alternativas)»

América del Norte/Ciudad de México/ APPeAL
13233049_1123660210990210_5903653747782801386_nLa Facultad de Filosofía y Letras en coordinación con el Posgrado en Pedagogía y el programa Alternativas Pedagógicas y Prospectiva Educativa en América Latina (APPeAL)/Proyecto «Políticas y reformas educativa en la historia reciente de México en el contexto latinoamericano: tensiones, formas de articulación y alternativas pedagógicas» (DGAPA-PAPIIT: IN400714), se complacen en invitarle a la Conferencia Magistral, que impartirá la Dra. Adriana Puiggrós (Investigadora de la Universidad de Buenos Aires) titulada América Latina. Del liberalismo al neoliberalismo en educación (resistencias y alternativas), como actividad inaugural del Encuentro de Investigación del Programa APPeAL.

El evento se llevará a cabo el martes 21 de junio de 2016 a las 12:00 hrs. en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ubicada en el Circuito Interior de Ciudad Universitaria a un costado de la Biblioteca Central.

Para conocer el programa de las actividades programadas, explorar el siguiente enlace: Programa

Datos de contacto: appealmexico@gmail.com

Información remitida por el Programa APPeAL-México a la redacción de OVE

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