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Evaluación del aprendizaje en tiempos del COVID-19

Por: Rubí Román Salgado

“El examen no es una intención, es un mecanismo. El examen sigue siendo una buena herramienta, pero no es la única. Los exámenes no van a desaparecer”. —Katherina Gallardo.

La evaluación del aprendizaje es un tema sensible que detona reflexiones sobre su ejercicio. Más ahora que las condiciones de trabajo que se tenían en el aula ya no existen en este tiempo de confinamiento. Ante esta situación, la educación en línea está cobrando relevancia para garantizar la continuidad académica en diferentes niveles educativos. Revisar los procesos de la evaluación en esta modalidad virtual se vuelve un proceso reflexivo y de acción indispensable, así lo explicó la Dra. Katherina Gallardo en nuestro webinar de junio.

En esta sesión nos acompañaron alrededor de 1200 asistentes en vivo. Si no tuviste oportunidad de asistir puedes consultar el video aquí en cualquier momento. Fueron 50 minutos de presentación y 35 minutos de la sesión de preguntas y respuestas de la audiencia. La Profesora Katherina compartió aspectos prácticos que te llevarán de manera sencilla y clara al abordaje de cómo proceder desde la planeación, la instrumentación y el ejercicio de los principios éticos de la evaluación en esta nueva realidad en los escenarios educativos.

“La modalidad virtual exige mucho más de los profesores, pero también nos permite ser más estratégicos al priorizar lo que aprenderán los alumnos, en el caso de la evaluación, son los procesos de aprendizaje que tendrán que ejercitar los estudiantes y los mecanismos adecuados para lograrlo”.

A continuación, te comparto un resumen de lo que se comentó en el webinar. Sin embargo, te invito a consultarlo para que no pierdas ningún detalle de esta interesante charla. De acuerdo con la Dra. Gallardo es importante abordar con docentes, directivos y personal educativo en general una apreciación holística de los aspectos de la evaluación que cambian en la educación remota o virtual, así como aquellos que se conservan en el marco de esta nueva modalidad.

Una aproximación holística a la evaluación

  • La evaluación del aprendizaje es un ‘arte’. Así lo considera la Dra. Gallardo ya que son diversas variables que se deben tomar en cuenta para la evaluación del aprendizaje. Por ejemplo, la materia que se imparte, la disciplina a la que pertenece, dónde se ubica la materia en el plan de estudios, las regulaciones institucionales, el modelo educativo de la escuela, las intenciones formativas, los mecanismos de evaluación y hasta las creencias personales del profesor sobre lo que es y para qué sirve la evaluación.

  • La evaluación tiene tres intenciones y no cambian en un formato virtual. Independientemente de la modalidad en que trabajemos, presencial o virtual, estas tres intenciones de la evaluación no cambian, se mantienen. Antes se les conocía como los ‘tipos de evaluación’:

    • Intención diagnóstica. Sirve para conocer los conocimientos previos de los estudiantes.

    • Intención formativa. Son los procesos que seguiremos durante el aprendizaje para que los alumnos alcancen de manera eficaz o eficiente los objetivos o competencias.

    • Intención sumativa. Es un panorama final con una visión holística de cómo finaliza el alumno al término del periodo escolar.

  • La planeación sí cambia en un formato remoto o en línea. No podremos repetir lo que hacíamos en la clase presencial tenemos que priorizar y pensar en otras alternativas.

  • La aplicación de la evaluación sí cambia en un formato remoto o en línea. No solo cambia de papel a un formato digital. Hay muchas herramientas con las que se puede facilitar o enriquecer el proceso de evaluación. No se trata de replicar lo que se hace de forma presencial a través de una cámara.

  • La retroalimentación no cambia en un formato remoto o virtual. La retroalimentación es un proceso que ha evolucionado desde la década de los 70 a la fecha. Sin embargo, se debe seguir dando puntualmente a los alumnos para mantenerlos informados con respecto al alcance de los objetivos esperados.

  • Lenguaje para dar una retroalimentación, momentos para dar una retroalimentación y medios. Está relacionado con las palabras y verbos que mejor comprenden los alumnos y que sí funcionan, así como aquellas que no debemos utilizar. Los momentos más adecuados para dar una retroalimentación dada la pandemia y los mejores canales o medios de información y los formatos disponibles.

  • Elabora una tabla de especificaciones. En el video podrás encontrar un ejemplo real para una clase de mecánica de noveno semestre de nivel licenciatura. La tabla de especificaciones describe lo que serán capaces de hacer los alumnos (objetivos específicos o elementos de la competencia), los temas que se cubrirán, el nivel taxonómico, la intención formativa y la intención sumativa.

  • Estándares de ética de la evaluación por parte de los profesores. Está relacionada con los principios éticos de la evaluación en esta nueva realidad en los escenarios educativos. Desde la planeación se debe de considerar la evaluación y no dejarse hasta el último momento.

De esta manera, se espera contribuir a que los docentes tomen mejores decisiones para evaluar el aprendizaje desde su planeación, ejecución y emisión de resultados para la mejora continua de la práctica educativa, considerando las condiciones actuales de confinamiento y estudio en casa.

Katherina Edith Gallardo Córdova es directora del programa de doctorado en innovación educativa de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec de Monterrey. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde el 2014. Su línea de investigación se enfoca en la evaluación del aprendizaje.

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Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/evaluacion-del-aprendizaje-en-tiempos-de-covid19

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El impacto de la retroalimentación docente en el florecimiento humano

Por: Samira Susana Suro Barbosa.

¿Qué creencias te han llevado a ser la persona que eres ahora? ¿Cómo te relacionas lingüísticamente con las personas que dependen de ti? ¿Cómo ha sido tu lenguaje? ¿En qué han apoyado tus palabras? ¿Estás consciente que tus palabras pueden construir, o en su defecto, destruir?

La influencia del discurso docente a través de la retroalimentación tiene un papel crucial en el desarrollo del talento humano. La forma en la que nos expresamos, el lenguaje que utilizamos, nuestras emociones y pensamientos influyen inconscientemente en el mensaje que enviamos. De ahí la importancia de cuidar nuestra comunicación con los alumnos, pues las palabras que utilizamos trascienden y son determinantes para enfrentar acontecimientos futuros que ocurran en sus vidas; así como en nuestra interacción cotidiana docente-alumno.

“Desde mi experiencia personal y profesional he sido testigo de la retroalimentación que damos a los alumnos, muchas veces carente de un reforzamiento positivo, real y constructivo; y por el contrario, focalizada en la crítica del castigo, del juicio y de la opinión desde una percepción individual”.

El docente es un modelo de actuación que impacta directamente la vida del alumno. Por ello, es recomendable que su discurso fomente en los estudiantes empoderamiento, bienestar y su florecimiento humano. Este último entendido como reconocer al ser humano como una persona con esplendor, dotada de dones y talentos que se descubren en espacios inspiradores como las aulas de clase.

Desde mi experiencia personal y profesional he sido testigo de la retroalimentación que damos a los alumnos, muchas veces carente de un reforzamiento positivo, real y constructivo; y por el contrario, focalizada en la crítica del castigo, del juicio y de la opinión desde una percepción individual. Con lo anterior no quiero decir que la crítica sea mala, sino la manera en la que se proporciona la crítica. Sucede en varios escenarios laborales, familiares, estudiantiles, etc., pero específicamente en el ámbito académico es delicado que esto ocurra, pues lo que buscamos es que el alumno crezca, que pueda tener el ánimo de hablar sobre lo que aprendió, descubrió, que exponga su cognición y desarrolle su pensamiento crítico, además de aprender de sus errores vistos desde el ojo positivo y no del negativo.

“Busquemos que los alumnos crezcan y que tengan el ánimo de hablar sobre lo que aprendieron, descubrieron, que exponga su cognición y desarrollen su pensamiento crítico, además de aprender de sus errores vistos desde el ojo positivo y no del negativo”.

Utilizar reforzadores positivos lingüísticos en nuestra comunicación es de lo más sencillo y a la vez de lo más significativo, pues aumentan la probabilidad de que ocurra una respuesta positiva como sugiere Skinner. La capacidad de influir por medio del lenguaje es una técnica psicológica capaz de producir efectos en nuestro prójimo.

La Programación Neurolingüística (PNL), considerada una pseudociencia, creada por Richard Bandler y John Grinder en California en los años setenta, sostiene que existe una conexión entre los procesos neurológicos, el lenguaje y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia, afirmando que estos se pueden cambiar para lograr objetivos específicos en la vida (Rodríguez, Rodríguez y Vico, 2018).

La mayoría de los seres humanos ocupamos “el” reforzador positivo lingüístico ante las situaciones que enfrentamos en el día a día. En el ámbito académico, por ejemplo, si tiene un alumno que no muestra interés en la academia, que su aprendizaje no es favorable, lo conveniente es motivar con el lenguaje, indagar, mostrar empatía, llevarlos a la reflexión y a la superación de sus hábitos o conductas que en estos momentos no les está favoreciendo, en lugar de volcarnos en el juicio sin sentido que solo traería más distancia.

Como adultos y profesionales, es oportuno llenar de sanidad estos “espacios mentales” que pudieran estar afectados por eventos anteriores y ajenos a nosotros. El docente puede ser parte fundamental en esa recuperación emocional académica en rescate de algo que le sucedió al alumno y que lo dejó lastimado. Lo importante aquí es que puede existir un tercero y ese tercero pudiera ser el docente.

Mi propuesta es adentrarse en el conocimiento y uso de la Programación Neurolingüística (PNL). Es una herramienta que podemos utilizar en el ámbito educativo para apoyar a los alumnos a lograr más cosas de las que ellos mismos podrían dudar eliminando creencias limitantes plasmadas en la mente de una persona desde la niñez.

Con herramientas de PNL se generan buenos hábitos de comunicación y de procesamiento mental que sirven para “ver” situaciones desde el área de la oportunidad.

“Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él”.

– Rafael Echeverría (2003) –

A continuación, comparto brevemente dos modelos sugeridos para proporcionar retroalimentación GROW y BEFORE:

  1. Modelo GROW difundido por el prestigioso coach Sir John Whitmore, aunque desarrollado por Graham Alexander, propone lo siguiente:

(G) Goal. Objetivos que se pretenden alcanzar. Algunas sugerencias de preguntas: cuéntame ¿Qué reto quieres trabajar? ¿Qué objetivo quieres alcanzar? ¿De qué se trata? ¿En qué consiste?

(R) Reality. Realidad de la que se parte. Tomando en cuenta fortalezas y recursos observando amenazas y oportunidades. Algunas sugerencias de preguntas: ¿En qué situación te encuentras ahora? ¿Cómo te sientes? ¿Cuál es tu mayor preocupación? ¿Con qué recursos cuentas para alcanzar el objetivo? ¿Qué te falta?

(O) Options/obstacles. Opciones/Obstáculos. Son las alternativas para conseguir el objetivo, las opciones de estrategia que podemos plantearnos como posibles, así como las acciones a implementar para alcanzar el objetivo desde la realidad. Se incluye el análisis de los posibles obstáculos, los cuales sirven para diseñar estrategias y planes alternativos. Algunas sugerencias de preguntas: ¿Qué obstáculos te puedes encontrar? ¿Qué alternativas de actuación tienes? ¿Qué haría tu mejor amigo en esta situación? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada una de las opciones?

(W) Will/Way forward. Voluntad/Acción. Por último, será necesario definir un plan de acción para alcanzar el objetivo, así como la voluntad y compromiso para realizarlo. Algunas sugerencias de preguntas: ¿Qué vas a hacer? ¿Qué acciones en concreto vas a emprender? ¿Cuándo vas a hacerlo? ¿Cuál será el primer paso? ¿Qué apoyo necesitarás? ¿Qué tan comprometido estás con ese plan? ¿Cómo lo celebrarás cuando hayas conseguido lo anterior?

2. Modelo BEFORE conocido también como Los seis pasos del feedback, fue desarrollado por Jane Rodríguez del Tronco, Rosa Rodríguez del Tronco y Noemí Vico García: Behavior (B), Enquiry (E), Feelings (F), Outcome (O), Request (R), Engagement (E).

(B) Behavior. Comportamiento. Dejando fuera juicios y opiniones, objetividad frente a subjetividades, nos centramos en la conducta, enfocando la retroalimentación al reconocimiento.

(E) Enquiry. Consulta. Después se recomienda preguntar al otro su punto de vista, que él mismo evalúe la situación. Esto permite contrastar la propia percepción con la del otro. Ser objetivo, centrado en hechos y dejando fuera inferencias u opiniones.

(F) Feelings. Sentimientos. En algunas ocasiones es conveniente mostrar al otro cómo nos sentimos con lo ocurrido, sin juzgar. Además, es necesario gestionar la emoción del interlocutor quien recibe la retroalimentación. Insistir en que se da la percepción sobre el hecho en sí y no sobre la persona.

(O) Outcome. Resultados. identificar las consecuencias de lo ocurrido para medir en cierta manera la repercusión de la conducta del otro es también clave.

(R) Request. Solicitud. Preguntarle al otro por alternativas de actuación para la próxima vez, llevarlo a reflexionar e identificar qué puede hacer, esto ayudará a empoderar. También puede pedirle de manera explícita, qué quiere que ocurra en el futuro.

(E) Engagement. Compromiso. Por último, es esencial que la persona acepte e integre el feedback o retroalimentación recibida y que se comprometa a modificar sus conductas. De lo contrario, difícilmente cambiará y mejorará en su desempeño.

Les invito a que seamos conscientes de los discursos que realizamos a nuestros alumnos. Aunque en ocasiones pareciera que están distraídos o que atienden otros asuntos además de estar en clases (multitask mode); están atentos a nuestras palabras y a nuestras expresiones no verbales. Las palabras están llenas de poder y nuestras expresiones no verbales también. Seamos conscientes en cómo las utilizamos.

Acerca de la autora

Samira Susana Suro Barbosa (sami.suro@tec.mx) es Licenciada en Psicología, con especialidad en Terapia Breve Sistémica. Es Maestra en Educación Superior y Administración de Instituciones Educativas. Tiene un Diplomado en Programación Neurolingüistica. Es practicante de mindfulness. Actualmente es consejera en PrepaTec Cumbres.

Referencias

De la Mora, L. (2003) Psicología del Aprendizaje. Teorías I. México: Editorial Progreso.

Echeverría, R. (2007). Actos de lenguaje. Volumen I La escucha. Buenos Aires: Garnica.

Echeverría, R. (2003). Ontología del Lenguaje. Buenos Aires: Garnica.

Rodríguez, J. Rodríguez, R. Vico, N. (2018). Smart Feedback. Conversaciones para el desarrollo del talento. Madrid: LID Editorial Empresarial.

Fuente del artículo: https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/el-impacto-de-la-retroalimentacion-docente-en-el-florecimiento-humano

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¿Hay que evaluar a los profesores?

Por: El país. 

 

¿Es miembro de la comunidad educativa? Participe y responda a la pregunta que esta semana plantea el Foro de Educación de EL PAÍS

España es uno de los países de la OCDE donde el profesorado es menos evaluado. Los partidarios de introducir un sistema de evaluación consideran que la rendición de cuentas mejoraría la calidad educativa. Un sector de los docentes advierte, por su parte, que ya soportan una gran carga burocrática, que un control de este tipo podría aumentar. Y de aplicarlo, ¿cómo debería hacerse? ¿Deben vincularse los resultados a un incentivo salarial? ¿Qué organismo debería encargarse de hacerla? ¿Deberían participar los alumnos en la evaluación?

¿Es miembro de la comunidad educativa? Participe en el Foro de Educación de EL PAÍS respondiendo a la pregunta de esta semana: ¿Hay que evaluar a los profesores? Publicaremos aquí una selección de las respuestas.

¿Estamos preparados?

Antes de responder a si hay que evaluar a los docentes, creemos que hay que dar un paso atrás y preguntarnos qué debemos evaluar, o lo que es lo mismo, qué características tiene un buen profesor. ¿Es aquel que es efectivo en sus clases y genera aprendizaje significativo en sus alumnos? ¿El que colabora con sus compañeros de claustro? ¿El que se implica en el centro y trabaja con las familias? ¿El que es capaz de movilizar todos los recursos a su alcance para proporcionar un apoyo integral a sus alumnos, trabajando y colaborando con la comunidad? En nuestra opinión, la respuesta a todas estas preguntas es que sí, pero… ¿está la comunidad educativa de acuerdo en esto? Y más importante todavía, ¿las estructuras del sistema educativo permitirían a los docentes acercarse a dicho modelo?

Pero, en caso de que tuviéramos claro el modelo profesional docente, ¿estaríamos preparados para evaluarlo? Seguimos anclados en la falsa creencia de que evaluación es lo mismo que calificación y perdemos de vista que la evaluación es una herramienta de aprendizaje. Por tanto, es fundamental que toda la comunidad educativa comparta que la evaluación es una herramienta que permite la reflexión sobre la propia práctica, potenciando el desarrollo profesional y, por ende, el aprendizaje de los alumnos, objetivo principal de todos los docentes.

Cambiar esta cultura no es tarea sencilla y no ocurrirá por ciencia infusa, pero sí mediante el pilotaje y divulgación de experiencias enriquecedoras de aprendizaje docente basadas en rutinas de evaluación que puedan escalarse a todo el sistema. Nuestra propia experiencia nos dice que sólo con este ejercicio estaremos logrando un cambio cultural en torno a la evaluación y avanzando hacia una educación de calidad que mejore el aprendizaje de todos los estudiantes.

«Me sorprende lo poco que las direcciones saben cómo enseñan sus profesores en España»

Soy inglesa, y he notado la gran diferencia entre Inglaterra y España en cuanto al tema de evaluación del profesorado. En Inglaterra los evaluamos demasiado, con mucho papeleo, y se evalúan las cosas que son fáciles de evaluar, y no las cosas más importantes. Sin embargo, en España me sorprende cómo los otros profesores y aun la dirección no saben cómo enseñan sus colegas, cuando con un poco de buena evaluación podrían saber cómo mejorar, y hacer unos pequeños cambios para enseñar mucho mejor. Con las plazas definitivas y ningún tipo de evaluación, hay profesores que ya no se esfuerzan, y no enseñan bien. Pero la evaluación debe diseñarse para ayudar a los colegas, no para pillarlos.

KIRA BROWNE | Auxiliar de conversación, Castellón.

La evaluación es clave para la mejora educativa

Si queremos ofrecer la mejor educación a los alumnos, la clave es tener buenos profesores: profesores que inspiran, despiertan sueños, abren caminos y hacen crecer… además de desempeñar toda la envergadura de tareas y responsabilidades que también asumen. Para desarrollar las competencias docentes que requiere el panorama educativo, es imprescindible no solo poner en práctica modelos de formación permanente basados en competencias, sino además complementarlos con un eficaz acompañamiento y evaluación de la práctica docente. Pero no de cualquier manera.

Entendemos que el proceso de evaluación del desempeño docente que se establezca, tanto de cada profesor como de los equipos de trabajo, ha de dejar claro: para qué se evalúa (como sistema que ayuda a la reflexión sobre la práctica educativa, no solo como control jerárquico, ni instrumento sancionador, o para establecer un ranking entre profesores); qué se evalúa (el desempeño docente para mejorar en clave de proceso, no solo de resultados, con indicadores y evidencias de cómo se trabaja el currículo, la gestión de aula, la evaluación de los alumnos, el clima emocional de las clases…); cómo se evalúa (con instrumentos objetivos y variados que incluyan protocolos de observación de clases, mentorización, coaching, porfolios, entrevistas, encuestas, hermanamientos…).

Las consecuencias del proceso en la carrera profesional de los docentes también han de estar definidas previamente, sobre todo si se considera incluir alicientes económicos y profesionales para los profesores evaluados positivamente. Animamos a los responsables políticos, sociales y sindicales, así como al conjunto de la comunidad educativa, a alcanzar un acuerdo sobre esta materia y así contribuir a mejorar la calidad de la educación, a consolidar el compromiso profesional de los docentes y a incrementar su reconocimiento social.

IRENE ARRIMADAS | Directora de Innovación Pedagógica en Escuelas Católicas

«Hay que evaluar respetando la diversidad del profesorado»

En mi opinión, por supuesto que hay que evaluar a los profesores. Respecto al cómo hacerlo, tengo dudas, pero hay algunos puntos que sí considero imprescindibles. Entre ellos que el organismo encargado de su diseño ha de ser la Inspección de Educación, y la elaboración ha de realizarse por los verdaderos expertos en el tema: los profesores, o en su caso, inspectores o miembros de la comunidad educativa con varios años de aula a sus espaldas. Por supuesto, abiertos a consideraciones y consejos de otros gremios como la Psicología, Pedagogía, etcétera, pero el timón del barco y la toma final de decisiones han de ser competencia de los expertos antes mencionados.

Y ha de tratarse al profesor con el respeto que merece su puesto. Es decir, igual que tanto se repite que hay que atender a la diversidad del alumnado (cosa con la que estoy de acuerdo), lo mismo debe ocurrir con la diversidad del profesorado. Por ejemplo, si un profesor «A» ofrece su mayor calidad de enseñanza utilizando la tecnología en el 80% de sus clases, ha de respetarse de la misma manera que al profesor «B», que demuestra que dicha calidad la alcanza si invierte ese 80% en la exposición oral y la pizarra.

Ha de focalizarse en la labor que pienso que es la que un profesor ha de desempeñar: la transmisión de conocimientos. La intervención de los alumnos en la evaluación, no la termino de ver. Una cosa es que el profesor les pase evaluaciones para que él mismo saque conclusiones sobre cómo puede mejorar el desempeño de su tarea. Eso es sano y recomendable. Pero para un adolescente, los criterios por los que un profesor es bueno o malo, son bastante personales y en muchos casos viscerales.

PEDRO JOSÉ MARTÍNEZ FAJARDO | Profesor de Secundaria, Murcia.

«¿Por qué no se habla constantemente de evaluar a los médicos, jueces y guardias?»

Somos profesionales como cualquier otro gremio. ¿Se habla constantemente de evaluar a los médicos, los guardias municipales o los jueces? Claro que cometemos errores, y hay malos profesores. Posiblemente, los malos obtendrían muy buena nota en la evaluación.

CATALINA ROIG TUR | Profesora de Secundaria, Ibiza.

«La calidad con la que el profesorado hace su labor no tiene consecuencias»

Es de las pocas áreas en que la labor del profesional no tiene consecuencias, sobre todo en la enseñanza pública. Motivo: el cliente (niño) no sabe ni es capaz de exigir. Hasta ahora, cuando los resultados son malos los alumnos son los culpables. Si algunas familias hablamos con la dirección del centro sobre como enseña algún profesor, se escudan en la libertad de cátedra. Otro problema es que Inspección educativa no inspecciona, sino que responden a sucesos que a través de denuncias han aflorado, pero no tiene iniciativa propia, es un órgano de despacho. De igual manera, los compañeros con gran dedicación y profesionalidad no ven reconocida su labor por la sociedad. Se les da el mismo valor que al resto, se valora en conjunto, mal. Así no se motiva, más bien se desmotiva al conjunto.

CELESTINO SALINAS DACAL | Padre, A Coruña.

«Hay que hacerlo; el problema es decidir qué está bien y mal en la docencia»

Creo que una evaluación puede ser positiva en todos los trabajos, no solo para los docentes, porque a veces nos acomodamos y no viene mal una llamada de atención, el punto de vista de otros compañeros o una crítica constructiva desde fuera. A nadie le gusta que le evalúen, tal y como está concebido. Las connotaciones de la palabra «evaluación» son muchas y todas negativas. Aunque sea un eufemismo, podría ser mejor hablar de observación entre docentes o de retroalimentación, por ejemplo. Proponer hablar de observación y de retroalimentación no implica una falta de sistematización. Aunque ahí radicaría el mayor de los problemas: ¿Qué es lo que está bien en la docencia y qué es lo que está mal? ¿Quién lo decide? ¿Qué hay que evaluar y cómo?

No hay recetas educativas milagrosas para todos los profesores ni para todos los estudiantes. Preparar una rúbrica o un cuestionario que pueda servir de apoyo al conjunto del cuerpo docente no es labor sencilla cuando no nos ponemos de acuerdo ni tan siquiera en cómo debe ser la educación, vilipendiándonos constantemente unos a otros en redes. Pero algo hay que hacer, todos tenemos la amarga experiencia de profesores que han hecho de sus aulas su cortijo particular en el que se creen amos y señores. Ahí es difícil que la buena onda de la observación y una suave retroalimentación puedan tener algún tipo de efecto.

INGRID MOSQUERA GENDE | Profesora de Didáctica. Universidad Internacional de La Rioja

«Evaluar al profesorado es otro paso hacia el pensamiento único»

¿Evaluar qué, exactamente? La «productividad», entendida como grado de satisfacción del «cliente» (padres) o como nivel alcanzado por el «producto» (alumnado). La lógica del pensamiento liberal-capitalista aplicada a la enseñanza se materializa, en los países del sur de Europa, en rankings que miden «resultados» (¿a quién le importa el proceso, ya?), en la doctrina de la «excelencia» empresarial aplicada a contextos educativos y en una burocratización llevada al paroxismo como norma general. Evaluar al profesorado es, sencillamente, otro paso más hacia la afirmación del pensamiento único.

SERGIO BARCELLONA | Docente

«Trabajo en el extranjero y soy evaluada dos veces al año»

Todos los profesores deben ser evaluados de manera permanente o caemos en la rutina, y la excelencia se pierde o diluye en el tiempo. Donde yo trabajo soy observada dos veces al año (una por mi director y otra por un colega). Además, en septiembre hemos de presentar una cosa nueva a añadir (no tiene que ser contenido, puede ser el método, a un grupo o varios —yo este año voy a incluir una clase de Tai-Chi—), que es revisable en febrero y en junio.

BEATRIZ MAGRO LUCAS | Profesora de español en el extranjero, Roma.

«Sí hace falta; parte de nuestros colegas no tiene las aptitudes necesarias para el trabajo»

La importancia de nuestra labor en la sociedad bien merece una evaluación de quien la desempeña. Todas y todos los que formamos parte de este colectivo sabemos muy bien que parte de nuestros y nuestras colegas están atendiendo al alumnado sin tener las aptitudes que se requieren para un trabajo de tamaña responsabilidad. Tal y como exigimos mejoras para nuestro colectivo y para nuestro alumnado, no podemos dejar de exigírnoslas a nosotros mismos. Recibiría con gusto esa evaluación, siempre hecha con sentido y con el apoyo que tendría que llegar después. Creo que saldrían a la luz muchas de las carencias de nuestro sistema educativo.

ESTEFANÍA LAMAS | Maestra, Santiago de Compostela.

«No; primero deberían formarnos mejor»

No. Primero deberían ofrecer cursos de formación gratuitos y dentro del horario lectivo de todo lo que se dice que debe saber hacer un profesor: Word, Excel, PowerPoint, Powtoon, Kubbu, Kahoot, detección de la dislexia, disgrafía y discalculia, mediación, evaluar por competencias, programar por competencias, gestión del aula con alumnos con necesidades especiales, gestión del aula con alumnos disruptivos, Google Classroom, Moodle, cómo gestionar la tutoría, actividades para hacer en la tutoría en cada curso… Yo hice el CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica) en el 98. Nadie me enseñó todo eso y nunca di informática durante la carrera ni en la escuela. ¿Cuándo debería haber aprendido a hacer todo eso? Lo he hecho, claro, gastando un montón de dinero e invirtiendo tiempo, mucho, mucho tiempo cuando ya ejercía. Y me queda mucho por aprender, la lista está incompleta.

NOEMI ARNAU | Profesora, Barcelona.

«La evaluación la deben hacer docentes con experiencia»

Se debe evaluar a los docentes. Debe existir una rúbrica clara. Lo deben hacer docentes con experiencia y con años de implicación en proyectos, en innovación y en re ovación educativa. Una evaluación debe ser vista como una oportunidad para mejorar, para guiar a los profesores nuevos y para conducir a los que no sean nuevos. Los evaluadores deben dejar clara su tarea. Nunca se debe ver como una amenaza. Pero si se desoye los consejos, entonces deberá hacerse un seguimiento más serio del profesor. Si se ve una trayectoria exitosa, se le debe recompensar de alguna forma.

VALENTÍN VELASCO GEMIO | Profesor de Secundaria, Badajoz

«Las buenas prácticas deberían premiarse con una subida salarial»

Los maestros y profesores sí deberían ser evaluados con el fin de mejorar la calidad educativa. Se podría incentivar a aquellos que trabajen bien mediante una subida salarial. Mientras, los que presenten una práctica profesional deficiente, deberían tener de nuevo un año de prácticas o mayor número de evaluaciones. Asimismo, creo que la evaluación debería ser llevada a cabo por personal externo a cada centro. No obstante, la evaluación debería realizarse como ayuda hacia el docente y, por lo tanto, los alumnos. El fin no debe ser la búsqueda de errores sin más.

SANDRA RUIZ TORRECILLAS | Maestra.

«La evaluación debe ser habitual y servir al profesor para mejorar»

Sí, hay que evaluar a los docentes con el principal objetivo de ayudarles a crecer y asegurar consistencia en las prácticas llevadas a cabo en el centro educativo a lo largo de todos los niveles. También es necesario analizar los datos obtenidos por cursos y a escala de toda la escuela para hallar las fortalezas del centro y las áreas de mejora. En ningún caso debería utilizarse para que los docentes se sientan amenazados por la presencia de un superior en las aulas, sino que debería ser una práctica habitual y algo que celebrar, porque ayuda a crecer al profesorado, al centro y a los estudiantes que, en definitiva, son los principales beneficiarios.

HÉCTOR VALENCIA | Maestro, Lexington, Kentucky (EE UU).

«La evaluación por parte de los alumnos puede ser un problema»

La evaluación al profesorado es una herramienta muy útil para mejorar la calidad de la enseñanza. El problema está en cómo se realiza, ya que la única herramienta que se utiliza es la calificación unilateral del alumnado. Este poder otorgado a los estudiantes no sólo no es suficiente para saber si un profesor es adecuado o no, sino que puede generar en el docente, sobre todo de la enseñanza privada al tener un puesto de trabajo del que puede ser cesado, temor a confrontar al alumno con sus deberes. Evaluación sí, pero con criterios objetivos.

JOSÉ MARIA URETA | Profesor, Madrid.

«¿Evaluación?, sí, pero también a la gestión de las escuelas»

Toda evaluación es buena cuando está bien planificada, es transparente y realista pues muchas veces, aunque la intención es buena, las evaluaciones no son bienvenidas a menos que impliquen un sustantivo reconocimiento de su desempeño por lo cual es motivador participar. No es una exageración cuando mencionamos que los maestros están infravalorados en la sociedad y son víctimas potenciales del burnout [síndrome del trabajador quemado] por la labor que realizan. Atender las causas de este peligro implica evaluar también el sistema y la gerencia de las escuelas que tienen la facultad de organizar y exigir con sabiduría mayor calidad. Para ello hay que dar mayor confianza a la labor del maestro, permitirle ejercer su creatividad y no abrumarlo con documentos burocráticos y no funcionales. Premiar la innovación, permitir el descanso en espacios apropiados, promover sus capacidades con cursos elegidos por los maestros según su necesidad y no imponer las que otros consideren apropiadas. Todo esto beneficiaria sobre todo al estudiante.

No solo una evaluación al docente es necesaria evaluemos las gestiones de las escuelas, evaluemos el mismo sistema educativo que cada año nos sorprende con novedades que parecen lo mismo pero con otros nombres. Examen, sí. Pero reglas claras, exigencias realistas, honestidad, gente profesional que las aplique, transparencia y premios más que castigos.

SUSANA TERRAZAS | Profesora, Lima.

«¿A qué tienen miedo?»

La evaluación es santísima. A nosotros nos evalúan los alumnos cada año como docentes. Como investigadores, estamos continuamente evaluados. Y esto te ayuda a mejorar. Lo que no se evalúa se devalúa. ¿A qué tienen miedo?

CARLOS MARCELO | Profesor de universidad, Sevilla.

«Nos quitaría tiempo para hacer nuestro trabajo»

«Nos obligaría a estar más dedicados a superar esas evaluaciones (sea lo que fuere lo que estás nos exigieran) que a nuestro trabajo: contenidos de diferentes materias y niveles, procedimientos, TIC, legislación, innovación, resultadismo… La evaluación distorsionaría todo. Si se quiere mejorar el sistema educativo es simple: más dinero, menos ratio, menos horas lectivas, más consideración a nuestro trabajo, más respeto, centros menos obsoletos y viejos, dotación de instalaciones deportivas e informáticas, menos cambios de leyes educativas, más confianza y más atención a todos aquellos profesores y profesoras que no están en condiciones de estar trabajando por salud mental u otras circunstancias (que se dan más de lo que nos pensamos).

MARÍA ÁNGELES SÁNCHEZ SUÁREZ | Profesora, Melilla.

«Es imprescindible para establecer un sistema retributivo basado en incentivos»

Si no se realizan evaluaciones, ¿cómo determinar el desempeño de los profesores? La evaluación es imprescindible para implementar mejoras y establecer un sistema retributivo basado en incentivos.

DIEGO FERREÑO | Profesor de universidad, Santander

Fuente del artículo: https://elpais.com/sociedad/2019/10/06/actualidad/1570387662_005104.html

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Trabajar la resiliencia en clase a través de la neurociencia

Por: Marta Moreno.

 

Desafortunadamente, nuestras aulas se han impregnado de la obsesión del economista estadounidense Frederick Winslow Taylor por el tiempo, el orden, la productividad, el control y la eficiencia. Taylor no sólo ha impuesto una organización escolar mecanicista, también ha incidido en nuestra manera de pensar: existe ‘la’ forma óptima y verificable de alcanzar las cosas. Para buscar una solución, trabajar la resiliencia a través de la neurociencia en clase puede ser una idea perfecta.

Además, la expansión de esta creencia ha supuesto un incremento de la homogenización educativa en detrimento de la riqueza de la diversidad. Por ello, propagamos en nuestros entornos educativos que existe la mejor manera de dar clases, el mejor tipo de comida (la macdonalización), el mejor idioma para comunicarnos planetariamente, la mejor manera de vivir o un cerebro, una inteligencia o un estudiante tipo.

Sin embargo, no existe una única inteligencia o un estudiante tipo y tampoco existe la mejor manera de hacer las cosas. Hay muchas formas excelsas de dar clases, formas diferentes de vivir o infinitas versiones únicas del cerebro.

En este sentido, para promover la resiliencia en el aula se puede personalizar el aprendizaje, abrir las mentes, promover y valorar la diversidad y focalizar las fortalezas y potencialidades de cada estudiante.

Resiliar consiste en llevar a cabo la práctica deliberada

Según el ensayista canadiense Malcolm Gladwell, las personas excelentes son aquellas que alcanzan el estatus más alto en una determinada disciplina mediante una combinación de capacidades y talento, oportunidades aprovechadas o ventajas ocultas, y el trabajo duro y arduo. Pero principalmente la excelencia es básicamente el resultado del talento y la preparación.

NIño feliz

La Teoría de las 10.000 horas o la regla de los 10 años (10.000 horas como práctica de 4 horas diarias a la semana durante los 10 años) nos dice que hay que dedicar ese número determinado de horas a una actividad, como mínimo, para llegar a dominarla. ¿Quiere llegar a ser un estudiante genial? Prepárese, prepárese y prepárese.

Para nosotros, no  es cierta del todo. Es verdad que la capacidad de esfuerzo es clave para obtener la excelencia. Pero hacerlo porque sí no lleva a ningún lado. La solución pasa por comprender que hay diferentes maneras de esforzarse: para que el esfuerzo sea efectivo necesita dirección y propósito. El esfuerzo con dirección y propósito tiene un nombre: la práctica deliberada. En definitiva, las personas podemos ser excelentes gracias a crear nuestro potencial y desarrollarlo mediante la práctica deliberada.

«Es necesario comprender que hay diferentes maneras de esforzarse»

Y esta práctica deliberada implica salir de la propia zona de confort e ir más allá de las habilidades actuales para intentar hacer algo que no éramos capaces de hacer antes; dedicar la plena atención a la actividad y desarrollar acciones conscientes; tener motivación que nos exija el esfuerzo máximo; definir bien y de manera concreta los objetivos; tener en cuenta el conocimiento y la habilidad previa; proporcionar adecuada retroalimentación (respuesta inmediata); y repetir la misma tarea o similar.

Trasladar esto al aula es bastante sencillo: basta con crear hábitos mediante la práctica repetitiva, valorar el esfuerzo y dotarlo de dirección y propósito. También es válido proporcionar retroalimentación positiva inmediata y aprender tanto contenidos como destrezas o ‘soft kills’.

Resiliar consiste en promover la mentalidad de crecimiento

Las investigaciones de la profesora Carol Dweck han sido la contribución más importante comprender la relación que existe entre las habilidades intelectuales y las cualidades humanas. Para ello, elaboró una teoría sencilla pero avasalladora: la ‘Teoría de las mentalidades’. La idea central es contundente: todo está en nuestra cabeza. Las creencias previas que las personas sostenemos sobre nuestras cualidades humanas, nuestro talento, nuestro destino, nuestras habilidades intelectuales o nuestras habilidades deportivas condiciona nuestra prosperidad y nuestra mejora. El tipo de mentalidad que asumimos guía lo que pensamos, lo que hacemos, e incluso, guía cómo vivimos.

Pies pintados

Según ella, la mentalidad sería un sistema o constelación de creencias articuladas y tejidas alrededor de una nuclear que da sentido al resto. Si cambiamos nuestra mentalidad podemos obtener resultados distintos. Según Dweck, son dos las mentalidades básicas: la fija articulada (las habilidades intelectuales están fijadas) y la mentalidad de crecimiento (las habilidades intelectuales se desarrollan). En definitiva, la mentalidad de crecimiento permite a la gente llegar a ser y elimina la palabra nunca, algo que facilita la práctica de la resiliencia.

Para poner esta mentalidad dentro del aula, lo más importante es instaurar la cultura del todavía-no: “todavía no sé leer, no soy bueno, aún…”. También es imprescindible valorar los errores y promoverlo, así como elogiar con sabiduría el hacer y no el ser.

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/trabajar-la-resiliencia-en-clase-a-traves-de-la-neurociencia/109639.html

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Los profesores son la clave

España / 17 de febrero de 2019 / Autor: Javier Tourón / Fuente: INED21

Los profesores son la clave,

¿quizá olvidada?, del sistema educativo

Celebramos hace unas fechas el día internacional de la #educación, aunque todos los días deberían ser de la educación, pues el sistema educativo es de vital importancia en el desarrollo de las sociedades. Con motivo de la efemérides, escribí un artículo sobre un aspecto del sistema educativo que me parece relevante. Apareció publicado el pasado 24 de enero en el diario de La Rioja en la página 22. Lo reproduzco a continuación por si es de vuestro interés.

«En un informe sobre los sistemas educativos que se hizo bastante popular en 20071, se afirmaba que: “ningún sistema educativo puede ser mejor que sus profesores” y se advertía cómo las reformas diversas llevadas a cabo en distintos lugares, o el incremento de las inversiones, no había producido mejoras significativas en el rendimiento de los estudiantes. Se llegaba a señalar que: “es un poco infantil pensar que la calidad de las clases mejorará porque cambiemos las estructuras”. Más aún, se hacía referencia a los datos de un estudio relevante llevado a cabo en Tennessee en el que se ponía de manifiesto que “si dos estudiantes promedio de ocho años eran asignados a dos profesores de alto y bajo rendimiento, su rendimiento (el de los estudiantes), tres años más tarde, se diferenciaría en 50 puntos percentiles”. Un resultado escalofriante sobre el efecto profesor en el aprendizaje de sus alumnos. Entre otras muchas conclusiones del análisis de sistemas educativos con grandes diferencias sociales, culturales, lingüísticas, económicas, de hemisferio geográfico incluso, se concluyó que sus altos rendimientos, pese a todas estas diferencias, se debían a una similitud: “la capacidad de estos sistemas para seleccionar a los mejores profesores y formarlos adecuadamente”».

Tres años después se publicó otro informe2 importante en el que se estudiaban las mejoras de los sistemas educativos de los países que habían apostado seriamente por cambiar su situación, fuera cual fuese el punto de partida. La conclusión es que es posible convertir en bueno un sistema educativo malo, y en excelente uno bueno

Y es que los sistemas educativos mejoran si lo hacen los profesores, también sus directores que deberían ser auténticos líderes de la instrucción, aunque algunos países (como el nuestro) se empeñen en fiar la mejora a los cambios legislativos, a la restricción de las libertades de los ciudadanos o a la exaltación de lo publico y la agonía de lo privado, en vez de poner el énfasis en la calidad del conjunto, de todo el sistema.

TALIS EN ESPAÑA

Cuando analizamos, por ejemplo, los resultados del informe TALIS en España, sobre el que realicé un estudio específico con otros colegas3 del grupo de investigación sobre el sistema educativo que dirijo en UNIR, nos encontramos con algunos resultados preocupantes.

Las dos principales conclusiones a las que pudimos llegar tras el análisis de los datos correspondientes a varios miles de profesores fueron que (sin entrar en detalles particulares):A

La inmensa mayoría de los profesores no reciben casi nunca orientación (feedback) sobre su trabajo por parte de nadie (ni colegas, ni directores).

B

Los que sí lo reciben, son los que parecen emplear en sus clases los modelos educativos más innovadores, pedagógica y tecnológicamente, más metodologías centradas en el estudiante, una mayor tendencia a la personalización del aprendizaje, etc.

Así las cosas, parece que el foco hay que centrarlo, muy principalmente, en la formación de profesores, aspecto en el que se está poniendo cada vez más énfasis. Nosotros mismos, acabamos de comenzar un programa formativo sobre metodologías activas, llevado a cabo por la Escuela de Formación de profesores en Tecnología Educativa, Competencias Digitales y Desarrollo del Talento, financiado por UNIR, para sesenta profesores de La Rioja, que completarán un itinerario formativo que culminará con la presentación de proyectos de innovación que podrán implantar en sus aulas. Los mejores de ellos serán galardonados para reconocer públicamente sus buenas prácticas y para que sirvan de estímulo y modelo para otros profesores.

Pero, junto con su capacitación, es imprescindible mejorar su imagen y consideración social, que vendrá de la mano del desarrollo se su propia carrera docente, de sus salarios y de su formación permanente. Hoy es un día oportuno para recordarlo.


1 How the world’s best-performing school systems come out on top. September 2007. Mc Kinsey & Company.

2 How the world’s most improved school systems keep getting better. November 2010Mc Kinsey & Company.

3 Tourón, J.; Lizasoain, L.; Sobrino A. (2014). Análisis del impacto del feedback en las prácticas docentes de los profesores españoles del estudio TALIS 2013. Informe español: TALIS 2013: Estudio internacional de la enseñanza y el aprendizaje. Análisis Secundario. Madrid: Instituto Nacional de Evaluación Educativa, pp. 229-246.

Fuente del Artículo:

LOS PROFESORES SON LA CLAVE

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 17 de febrero de 2019: hora tras hora (24×24)

17 de febrero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 17 de febrero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – Los profesores de Zimbabue suspenden la huelga indefinida

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300964

 

01:00:00 – La “trampa” de la excelencia educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300881

02:00:00 – Niños haitianos cruzan hacia la frontera de República Dominicana para estudiar (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300967

03:00:00 – La transformación educativa en Bolivia

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301151

 

04:00:00 – Cuba lanzará una versión digital de su reconocido método de alfabetización

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301155

 

05:00:00 – Educación neoliberal: Jurjo Torres en conferencia (Vídeo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300878

 

06:00:00 – Libro: La integración de las tecnologías digitales en las escuelas de América Latina y el Caribe: una mirada multidimensional (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301332

 

07:00:00 – Bienvenida la abrogación de la reforma educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301206

 

08:00:00 – Podcast: Radio OVE – Tercer Aniversario del Portal Otras Voces en Educación (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301430

 

09:00:00 – Colombia: 42° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa IV)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301196

 

10:00:00 – Libro: Universidad y sociedad en América Latina: un esquema de interpretación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301439

 

11:00:00 – Aprende a crear mapas geográficos interactivos para tus clases

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301305

 

12:00:00 – Los salarios de los maestros argentinos, entre los más bajos del mundo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301203

 

13:00:00 – Profe Ramón : “El mayor tesoro que tiene nuestra educación son los docentes”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301200

 

14:00:00 – Claves: Educación de Calidad ¿Objetivo del milenio o negocio del siglo? | Claves (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301326

 

15:00:00 – Los profesores son la clave

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301312

 

16:00:00 – Libro: Una pedagogía alternativa en defensa de la escuela pública (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301443

 

17:00:00 – El día que Piaget y Vigotsky se perdieron en las escuelas mexicanas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301319

 

18:00:00 – Ecuador: Manual reflexiona sobre cómo educar para la inclusión

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301446

 

19:00:00 – Corazón y razón en la educación actual

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301193

 

20:00:00 – Podcast: Radio OVE – Reporte Educativo – Enero 2019 (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301434

 

21:00:00 – Educación no formal: lo que debemos saber sobre esta variante educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301298

 

22:00:00 – Uruguay: Qué se está haciendo en Primaria y Secundaria para revertir déficit de docentes

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301449

 

23:00:00 – Nota PISA #15 Honduras: ¿Es posible mejorar el sistema educativo del país? (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301210

 

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

 

ove/mahv

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