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Fin de mes, fin de mundo

Por: Luis Bonilla-Molina

Durante más de cincuenta semanas, todos los sábados, miles de ciudadanos franceses con chalecos amarillos han salido a expresar su descontento contra el sistema. Una angustia los asedia cíclicamente cuando se agotan los días del calendario, haciendo del fin de mes una tortura ante la creciente precarización laboral, la pérdida de poder adquisitivo del salario real, los nuevos impuestos que convierte al salario en sal y agua.

Es un movimiento sui generis que no parte de los sindicatos ni de las izquierdas partidarias. Tampoco es exclusivo de la clase trabajadora, incluye a pequeños propietarios, trabajadores independientes, estudiantes. La represión del gobierno de Macron ha sido inclemente e incesante. Más de diez manifestantes han perdido un ojo, una mano o sufrido heridas severas.

Insisto en afirmar que son las primeras huelgas instintivas contra la invasión de lo tecnológico, la tercera revolución industrial y su impacto en el mundo del trabajo, así como los anuncios de millones de desempleos que traerá la cuarta revolución industrial. Las manifestaciones de finales de 2018 destruyeron prácticamente todos los “sensores de velocidad” que imponían multas a los conductores con exceso de velocidad, en unas ciudades en las cuales el acceso al tiempo fuera del trabajo es cada vez más escaso. A una velocidad mayor a la que eran repuestos estos sensores por el gobierno, los chalecos amarillos los destruían. La rabia es creciente por los elevados precios del combustible que apuntan a los dos dólares por litro.

Ya no hay casi sensores de velocidad y la rabia comienza a dirigirse a los centros comerciales urbanos, a las tiendas de lujo. Son esas vitrinas donde se muestra un ideal de consumo feliz inaccesible a la clase trabajadora y los pequeños propietarios. No es todavía un movimiento con conciencia de clase en los términos ortodoxos del marxismo, pero si se va politizando día a día.

Los militantes de izquierdas son una minoría en el movimiento, pero ya comienzan a mostrarse convocando a reuniones de coordinación los días miércoles. En algunos lugares ese proceso ya venía ocurriendo de manera autónoma por parte de los chalecos amarillos.


La derecha de Le Pen intento acercarse y coaptar el movimiento pero rápidamente debió emprender la retirada al comprobar el creciente sentimiento anti sistema del movimiento y la composición importante de inmigrantes que lo conforman. Las izquierdas intentan acompañar para aprender. Quizá lo que tendrían que hacer los marxistas franceses es dejar de pensar en clave de la segunda revolución industrial y comenzar a empalmar con las nuevas tácticas que demanda el proyecto revolucionario en el siglo XXI. Mientras tanto el grito rebelde sigue resonando, fin de mes, fin de mundo.

Imagen tomada de: https://luisbonillamolina.files.wordpress.com/2019/04/par.jpg

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/05/fin-de-mes-fin-de-mundo/

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¿Sabes por qué trabajas 8 horas? Los 44 días que cambiaron la historia de España

Redacción: Jordi Corominas I Julián / El Confidencial

Entre febrero y marzo de 1919 una huelga paralizó Barcelona y provocó la instauración estatal de las ocho horas de jornada laboral, medida pionera en todo el orbe terráqueo

No desprecien la importancia del callejero. Nadie recordará la anécdota, pero en la primavera de 2012 Barcelona se levantó con la noticia de un cambio sutil. El alcalde Trías lo había perpetrado con premeditación, nocturnidad y alevosía, saltándose la ley con demasiada alegría. De la noche a la mañana, el conocido ‘pasaje de la Canadiense’ homenajeaba a Frederick Stark Pearson, fundador el 12 de septiembre de 1911 del holding Barcelona Traction, Light and Power. Starrk Pearson se dedicaba a la producción y distribución de electricidad y a la explotación de tranvías y ferrocarriles eléctricos. Formaban parte del grupo las empresas Riegos y Fuerzas del Ebro, Barcelonesa de Electricidad, Energía Eléctrica de Cataluña, Tranvías de Barcelona y Ferrocarriles de Cataluña. Llegó a controlar el 90% de la distribución comercial de electricidad en el Principado.

La alteración nominal resucitó un lejano recuerdo. Entre febrero y marzo de 1919 la empresa fue la gran protagonista de una huelga de cuarenta y cuatro jornadas que paralizó Barcelona y demostró la inmensa capacidad obrera, que mediante la acción de la CNT logró una gran victoria, hasta el punto de provocar la instauración estatal de las ocho horas de jornada laboral, medida pionera en todo el orbe terráqueo.

La efímera placa

La efímera placa

Al cabo de pocos días el pasaje recuperó su antigua denominación. Quizá el alcalde de Convergència i Unió tenía miedo, recordemos que el Procés aún no había dado su pistoletazo de salida, de ver cumplida la frase de Mark TwainLa historia no se repite, pero rima.

La rosa de Fuego

En su ensayo ‘Que sean fuego las estrellas’ (Crítica), Paco Ignacio Taibo II justifica su enfoque a partir de la especificidad barcelonesa. El escritor asturiano casi pide disculpas por su osadía, pero lo cierto es que atina en su diagnóstico. La capital catalana ha sido siempre un cuerpo propio, independiente a las dinámicas del país. La Primera Guerra Mundial había agitado el paisaje urbano hasta unas coordenadas previsibles en las que el empresariado aprovechó la neutralidad española para lucrarse mientras el proletariado apenas tocaba con la punta de los dedos todas esas disparatadas ganancias económicas.

La máquina industrial sirvió textiles, química, armamento y materias primas a las potencias enfrentadas. Mientras tanto la calle parecía distraerse con el cambio de rumbo de la ciudad, enfrascada en debates periodísticos sobre los bandos en contienda y noches bien regadas por la legal cocaína, el sorprendente jazz y una animación sin precedentes en todos los barrios, sobre todo en el Distrito V, que al cabo de poco tiempo recibiría su sobrenombre de Barrio Chino por el canallismo imperante entre drogas, homosexualidad, timbas de juego, sexo fácil y locales que nunca cerraban.

Sirva el párrafo anterior para contextualizar el instante en esa ciudad de setecientas mil almas. La gallina de los huevos de oro dejó de ponerlos con la entrada bélica de Estados Unidos y la situación social fue agriándose, produciéndose las primeras refriegas y atentados entre trabajadores y patrones. La marea subió a lo largo del olvidado verano de 1917, cuando el Parque de la Ciudadela fue protagonista de la asamblea de parlamentarios, protesta de sus señorías ante el cierre de las Cortes y su manifiesta inactividad.

La gallina de los huevos de oro dejó de ponerlos con la entrada bélica de los Estados Unidos de América y la situación social fue agriándose

En agosto llegó el turno de la clase obrera con una huelga general que paralizó la actividad durante casi una semana. Si tuvo tanto impacto fue por la extraña unión, rara era la vez en que conseguían ponerse de acuerdo, entre la UGT y la CNT, los dos sindicatos mayoritarios. Esta última había revolucionado por completo el modus operandi anarquista. Su nacimiento en 1910 supuso abandonar la acción directa y abogar por una vía organizada. El camino estuvo sembrado de minas en forma de múltiples ilegalizaciones, etapas en la clandestinidad y una inmensa dificultad para coordinar todo el caudal asociativo del mundo laboral.

La revolución inspira

1918 se abrió con una espectacular movilización femenina como consecuencia de la inflación en productos básicos como el carbón. Las mujeres marcaron una senda a seguir que sus compañeros masculinos apreciaron por su valentía, pero la clave llegó a finales de junio, con el Congreso de Sants de la Confederació Regional del Treball a Catalunya. Por aquel entonces el impacto en el imaginario de la Revolución Rusa ya era considerable. Acudieron ciento sesenta y cuatro delegados que representaban a más de setenta y tres mil asociados de ciento cincuenta y tres sociedades obreras y sindicatos esparcidos a lo largo y ancho de la geografía catalana.

Salvador Seguí

Salvador Seguí

Salvador Seguí, mucho más que un pintor de brocha gorda, comprendió que esa dispersión dificultaba moverse con eficacia. Propuso la supresión de las federaciones basadas en oficios y la creación de Sindicatos Únicos de industria para agrupar a todos los trabajadores de un único ramo productivo. La medida suscitó un entusiasmo contagioso y, en apenas cuatro meses, durante la celebración en Barcelona de una asamblea regional, pudieron apreciarse sus frutos. El número de adscritos se había incrementado hasta las trescientas cuarenta y cinco mil personas. Por primera vez el anarcosindicalismo se sabía dotado de un arma imparable para la consecución de sus objetivos.

Casi al mismo tiempo, porque cuando hablamos de Barcelona siempre debemos recordar sus dos caras, la Lliga Regionalista aprovechó la coyuntura internacional, o la tergiversación del punto wilsoniano sobre la autodeterminación de los pueblos, para lanzar la campaña para el Estatuto de Autonomía en un fuego breve pero intenso que llegó hasta Madrid, donde se instauró una comisión parlamentaria para abordar el asunto. La propuesta, que guarda ciertas similitudes con los mecanismos que nos han llevado a la situación actual, era una plataforma perfecta para disimular la conflictividad laboral y la crisis que se cernía en el horizonte. Febrero de 1919 supuso un antes y un después. Algunos, con mala sangre, dicen que Cambó prefirió la cartera a la bandera. Es posible. El clima se había enrarecido. Las trifulcas entre catalanistas y miembros de la Unión Monárquica Nacional coparon los titulares de todos los periódicos y no pasaba un día sin incidentes remarcables. Eran fuegos de artificio. Los protagonistas estaban agazapados, a la espera de la mecha que provocara el incendio.

Una ciudad a oscuras

Todo barcelonés reconoce las tres chimeneas del Paralelo. De pequeños las confundimos con las de San Adrià del Besós. Ambas fueron el skyline de los desfavorecidos desde distintas latitudes. Las de la avenida que llegó a considerarse el Montmartre del sur simbolizaban el potencial de la Canadiense, que daba empleo a más de mil doscientos obreros.

En enero de 1919 la situación en la Ciudad Condal estaba algo más que agitada. Se rumoreaba la presencia de Lenin e incluso una agencia de noticias norteamericana aseguraba su presencia. Todo era un bulo producto del pavor a un estallido pese a la represión padecida por la CNT durante todo el invierno. La fábrica de electricidad desencadenó la tormenta. En enero varios oficinistas fueron pasados de eventuales a fijos, reduciéndose su salario mientras en las tertulias de los bares se comentaba que Fraser Lawton, el gerente de la empresa, ganaba treinta mil pesetas oro al mes.

La Canadiense
La Canadiense

Los oficinistas se levantaron bajo el lema “a trabajo igual salario igual”.El 2 de febrero los ocho trabajadores que encabezaban la protesta, miembros del Sindicato Único, fueron despedidos. Cinco de ellos pertenecían a la sección de facturación. Sus compañeros se declararon en huelga solidaria tres días después. Salieron a calle, hablaron con el gobernador, quien les prometió interceder, y al volver a su puesto se encontraron la policía impidiéndoles acceder a las instalaciones.Estaban despedidos, sin explicaciones.

La CNT movió ficha con varias jugadas magistrales para escalonar la huelga. Su comité se sabía perseguido y hasta llegó a reunirse en un camión de mudanzas del Sindicato de Transportes que recorría la ciudad para recoger a los delegados. El 21 de febrero la huelga fue secundada por todas las empresas del grupo y saltó la alarma. El 27 se unieron los trabajadores de la Sociedad General de Aguas, del Gas Lebon, única empresa extranjera del ramo sita en plaza Universidad, y los de la Catalana de Gas y Electricidad. La ciudad quedó parcialmente a oscuras durante más de una semana, con toda la producción en el dique seco y una progresiva escasez de agua.

La solución pasaba por militarizar las fábricas para restablecer el suministro. Cuando se dio la orden ni uno de los obreros dio el paso para cumplirla

En Madrid el conde de Romanones, primer ministro del gobierno central, ya había anunciado su dimisión una vez se resolviera el desaguisado. La solución pasaba por militarizar las fábricas para restablecer el suministro. Cuando se dio la orden ni uno de los obreros y empleados militarizados dio el paso para cumplirla. Entre ochocientos y cinco mil fueron detenidos, ingresando en el castillo de Montjuic, de lúgubre fama tras los fusilamientos en 1893 del tipógrafo Paulí Pallàs y los acusados por la bomba del Corpus en 1896.

La situación era desesperada y las manecillas del reloj jugaban a favor de los intereses de la CNT que, en otra descarga de alto voltaje, instauró la censura roja para impedir la publicación en la prensa diaria toda noticia relacionada con el asunto de la Canadiense, finalmente desbloqueado gracias a la visión política de Romanones, quien al ver la cerrazón de los mandamases empresariales mandó a Barcelona a José Morote, subsecretario de Presidencia, para mediar. Llegó acompañado de Carlos Montañés y Gerardo Doval, quienes ocuparon respectivamente el cargo de gobernador civil el primero y jefe de policía el segundo. Era una última carta en una mesa ardiendo, con el estado de guerra declarado y un panorama abocado a un bucle de caos.

JORDI COROMINAS I JULIÁN

Este nuevo planteamiento confirió esperanzas entre los trabajadores, quienes no cejaron en su empeño de ir a por lo máximo posible, proponiendo como inamovibles los siete puntos que siguen a continuación: Readmisión de los despedidos, aumento de sueldos, garantías para evitar represalias, jornada de ocho horas, abono de jornal íntegro en caso de accidente, cincuenta mil pesetas por indemnización y salarios caídos durante la huelga. Lawton los aceptó el 17 de marzo de 1919 tras la exigencia de Romanones, quien presionó a Montañés para que resolviera el conflicto en veinticuatro horas, pues planeaba la amenaza de Largo Caballero, entonces dirigente de la UGT, de convocar una huelga general en todo el país sino se solucionaba el conflicto de Barcelona.

Victoria y tragedia

El comité de huelga aceptó levantarla una vez liberaran a todos los trabajadores encarcelados. El 19 de marzo se convocó un mitin con más de veinte mil personas en la plaza de toro de las Arenas de Barcelona para reafirmar el acuerdo. Salvador Seguí logró vencer la reticencia de muchos de los presentes con una grandísima arenga donde desgranó la situación. Lo conseguido era increíble. La revolución completa podía esperar. Se habían plantado los cimientos.

Sabotaje al tranvía en Barcelona en la huelga de 1919
Sabotaje al tranvía en Barcelona en la huelga de 1919

El triunfo fue tan grande que desencadenó la reacción de la patronal.Durante los siguiente cuatro años Barcelona fue la ciudad que se mataba por las calles, un episodio histórico siempre mal explicado y manipulado hasta la extenuación incluso por Eduardo Mendoza, quien tejió una gran novela con ‘La verdad sobre el caso Savolta’, pero sólo, que ya es bastante, recogió la atmósfera, no así la verdad de tan trágicos hechos. Lo mismo puede decirse de ‘La sombra de la ley’, última producción dirigida por Dani de la Torre. Quizá el único capaz de reproducir la intensidad de aquellos años fue Antonio Soler en ‘Apóstoles y Asesinos’ (Galaxia Gutenberg), cuyo único defecto es haber sido tan preciso que tiene más magma de ensayo que de novela.

Desde 1890, con la instauración de la jornada del primero de mayo, la clase trabajadora había reclamado los tres ochos. Ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio, ocho horas de sueño. El 3 de abril de 1919 el conde de Romanones firmaba el decreto que promulgaba a partir de octubre del mismo año la jornada de ocho horas para todos los trabajadores españoles. Dimitió tras estampar su rúbrica.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-01-19/jornada-ocho-horas-huelga-canadiense-centenario_1767114/

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Retos de la enseñanza en la era de Big Data

Por: Observatorio de la Innovación Educativa

En la era del big data, la automatización y de cara a la cuarta revolución industrial ¿cómo adecuar nuestra enseñanza para que los alumnos enfrenten con éxito los retos futuros? Sin duda, las capacidades de las computadoras y sus algoritmos, son cada vez mejores y más útiles al ser humano. De hecho, hay un miedo generalizado de que las máquinas nos reemplacen en puestos laborales que ocupamos actualmente (World Economic Forum, 2018). Sin embargo, en voz de expertos, las tareas que realizan las computadoras están orientadas a actividades muy específicas, de tal manera que la inteligencia necesaria para enfrentarse a situaciones desconocidas e inesperadas donde se requiere evaluar qué está sucediendo, por qué está sucediendo y cuáles son las consecuencias de tomar ciertas medidas al respecto, aún es tarea pendiente (Smith, 2018).

En este sentido, para la enseñanza de la estadística considero fundamental fomentar en el alumno competencias como el pensamiento crítico, ya que a medida que las organizaciones aumenten su capacidad de reunir más datos, el diferenciador será tener personas que puedan hacer las preguntas correctas para sacar provecho de esos datos. Aunque las discusiones actuales alrededor del concepto “datos” se centran en la parte tecnológica y de inteligencia artificial, es el lado humano el que seguirá siendo el mayor diferenciador para los equipos y las organizaciones como lo menciona Chamorro-Premuzic (2018).

 

“El uso y aplicación de Data Science podría ser entendido como un arte, ya que el manejo de tanta información requiere intuición, visión cualitativa, comprensión e interpretación de la información disponible sobre una problemática real.”

 

En estadística, Data Science es un término establecido para referirse a la disciplina científica que involucra matemáticas, informática, investigación de operaciones, ciencias aplicadas y estadística (Weihs and Ickstadt, 2018). Por lo general, manejan grandes volúmenes de datos a lo que se le denomina “Big Data”, con el fin de extraer conocimiento derivado del procesamiento, análisis e interpretación de estos datos.

También Data Science hace uso de lenguajes de programación e inteligencia artificial para analizar bases de datos multivariadas que contienen datos en formatos de imágenes, texto, sonido, mediciones, entre otros. En el mundo empresarial, donde se genera información constantemente, la modelación de datos a través de Data Science permite a directivos tomar decisiones oportunas, monitorear continuamente la calidad de productos, servicios y pronosticar ventas.

Algunos autores como Boire (2018), consideran que el uso y aplicación de Data Science podría ser entendido como un arte debido a que el manejo de tanta información requiere intuición, visión cualitativa, comprensión e interpretación de la información disponible sobre una problemática real, en la que se que necesita la integración de conocimientos avanzados (estadísticos y computacionales) de manera creativa para que sea posible su modelación.

Otros investigadores comentan que las habilidades que más se destacan en este campo de acción son la formulación de preguntas productivas, pensar computacionalmente y analíticamente, visualizar y resumir datos, comunicación y  narración o argumentación efectiva (Dichev y Dicheva 2017). Esta última habilidad, narración o argumentación efectiva es una de las que menos se inculcan en los estudiantes.

 

“La narración o argumentación efectiva es una de las habilidades que menos se inculcan en los estudiantes. Los egresados de cualquier profesión deben comunicarse de manera clara, dando razones que justifiquen lo que están expresando verbalmente o de manera escrita.”

 

La argumentación efectiva es una de las habilidades que deberían tener los egresados de cualquier profesión debido a que se deben comunicar de manera clara, dando razones que justifiquen lo que están expresando verbalmente o de manera escrita. Pasquier, Rahwan, Dignum y Sonenberg (2007) sostienen que tanto la argumentación como la justificación e incluso la explicación pueden ser vistos como procesos por los que una persona muestra a otra por qué su postura es coherente.

En la enseñanza de Data Science, Parker (2018) sostiene que la argumentación efectiva es una de las habilidades menos desarrolladas en los estudiantes y que es necesario de incentivar. Pensando en desarrollar esta habilidad de argumentación, además de las habilidades estadísticas y computacionales, Parker (2018) planeó un curso en el que sus estudiantes tenían que elaborar varios proyectos de investigación sobre problemáticas reales en el que se les solicitaba desde indicar el problema, recolectar la información, analizarla, interpretarla y encontrar los hallazgos relevantes del análisis en el contexto del problema. En estos proyectos, los estudiantes necesitaban utilizar herramientas tecnológicas y documentar los hallazgos del análisis estadístico en reportes escritos y también de manera oral.

De esta manera, Parker sugiere que los estudiantes pueden desarrollar no sólo las habilidades propias de Data Science sino también otras habilidades como de argumentación efectiva, trabajo en equipo, etcétera. Por ello, se recomienda al profesor de cualquier disciplina no sólo enfocarse en el desarrollo de las habilidades propias de esa área disciplinar sino también enfocarse otras habilidades que contribuyan al desarrollo integral del futuro profesionista.

A su vez, en la educación de la estadística se ha resaltado la necesidad de promover en los estudiantes el razonamiento inferencial  (e.g., Bakker & Derry, 2011; Makar & Rubin, 2014). Este tipo de razonamiento es requerido en las investigaciones cuantitativas para generalizar hacia una población teniendo los datos de una muestra representativa.

Por ello, es recomendable que este razonamiento se fomente en los estudiantes de todas las especialidades. En sí, el razonamiento inferencial es definido por Inzunza (2013) como el proceso de ir más allá de los datos de una muestra para extraer conclusiones de un universo que no ha sido explorado en su totalidad, consecuentemente las conclusiones a las que se llegan son inciertas.

Los investigadores en educación en estadística han explorado varias estrategias para ayudar a sus estudiantes a desarrollar el razonamiento inferencial como la inferencia informal, considerada una inferencia que se realiza sin el empleo de los métodos formales de inferencia estadística (p. ej., pruebas de hipótesis e intervalos de confianza), y también la simulación de muestras aleatorias. Por ejemplo, en la propuesta de  Ben-Zvi (2018), sus estudiantes tenían que experimentar tres ciclos de investigación durante un curso introductorio: el primero usando análisis exploratorio de datos (análisis gráfico), el segundo haciendo una inferencia informal, y el tercero haciendo una inferencia usando simulación.

La similitud de la propuesta de Parker y la de Ben-Zvi estriba en que en ambas impera la necesidad de que los alumnos adquieran las habilidades propias de la materia que están cursando además de otras habilidades. Para desarrollarlas, tanto Parker como Ben-Zvi expusieron a sus estudiantes a actividades o proyectos en los que ellos tenían que ponerlas en práctica durante el curso como lo hubieran hecho al aprender un arte (p. ej., un instrumento musical, a pintar, a esculpir). Cabe aclarar que en este artículo sólo se presentan la propuesta de Parker y la de Ben-Zvi para ejemplificar cómo estos investigadores tenían el objetivo de desarrollar ciertas habilidades y razonamientos, y para explicar brevemente las estrategias que ellos usaron. Sin embargo, existen otras investigaciones y propuestas para la enseñanza de la estadística en cursos introductorios, en las que se han empleado diversas herramientas y software para estadísticos.

En mi experiencia como docente de la materia de Probabilidad y Estadística participe en el diseño de un curso que tenía como fin introducir las ideas inferenciales,  ideas previas de los conceptos formales de inferencia estadística (p. ej., el valor p, intervalos de confianza y significancia estadística, pruebas de hipótesis),  desde el inicio del curso y desarrollarlas durante el transcurso del mismo (Ruiz, Albert, Tobías, Villarreal, 2014).

Posteriormente, he estudiado el razonamiento inferencial a través de la argumentación en reportes escritos y en presentaciones orales sobre situaciones inferenciales de comparación en contextos reales (tiempo entre pulsos en pacientes enfermos del corazón que utilizan marcapasos vs. los que no lo utilizan, contaminación de PM10 en primavera-verano vs. otoño-invierno)  y en la que se les proporcionaron los datos que ellos debían analizar. Los cuáles han sido elaborados en equipos, usando el software estadístico Minitab. En una investigación en curso, nos interesa analizar cómo los alumnos validan y soportan su inferencia estadística, observando si ellos logran integrar las razones del contexto y las razones estadísticas como sugieren Bakker, Kent, Derry & Noss (2008). Para hacer el análisis de la solidez y de la validez del razonamiento inferencial se propuso un marco conceptual que integra el modelo de argumentación de Toulmin y las componentes esenciales en el razonamiento inferencial (ver Gómez-Blancarte and Tobías-Lara, 2018).

A mis colegas docentes los invito a documentarse sobre lo que están haciendo los expertos en el área disciplinar que enseñamos. Para lograrlo propongo crear redes de colaboración entre docentes y compartir nuestras ideas y experiencias.

 

Acerca del autor

María Guadalupe Tobías Lara (mgtl@itesm.mx) es investigadora en estadística educativa y es docente de la materia de Probabilidad y Estadística en el Tecnológico de Monterrey.

 

Referencias

  • Albert, J. A., Ruiz, B., Tobías, M.G., Villarreal, O. (2014). Proyecto: Transformando la Educación Estadística desde un Enfoque Inferencial. Fondo NOVUS. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Convocatoria 2014-2015
  • Bakker, A., Kent, P., Derry, J., Noss, R., and Hoyles, C. (2008). Statistical inference at work: Statistical process control as an example. Statistics Education Research Journal, 7(2), 130-145. [Online: http://iase-web.org/documents/SERJ/SERJ7(2)_Bakker.pdf]
  • Bakker, A., & Derry, J. (2011). Lessons from inferentialism for statistics education, Mathematical Thinking and Learning, 13(1-2), 5-26. doi: 10.1080/10986065.2011.538293
  •  Ben-Zvi, D. (2018). Three paradigms to develop students’ statistical reasoning.In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.
  • Boire, R. (2018). “The art of Data Science”, Predictive Analytics Times. [https://www.predictiveanalyticsworld.com/patimes/the-art-of-data-science/9475/]
  • Chamorro-Premuzic, T. (2018). 3 Ways to Build a Data-Driven Team. Recuperado de https://hbr.org/2018/10/3-ways-to-build-a-data-driven-team
  • Dichev, C., & Dicheva, D. (2017). Towards Data Science Literacy. Procedia Computer
    Science 108
    , 2151-2160.
  • Gómez-Blancarte, A., and Tobías-Lara, M. G. (2018). Using the Toulmin model of argumentation to validate students’ inferential reasoning. In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.2018).
  • Inzunza, S. (2013). Un acercamiento informal a la inferencia estadística mediante un ambiente computacional con estudiantes de bachillerato. Revista Electrónica AMIUTEM, 1(1), 60-75.
  • Makar, K. & Rubin, A. (2014). Informal statistical inference revisited. In K. Makar, B. de Sousa, & R. Gould (Eds.), Proceedings of the 9th International Conference on Teaching Statistics. Flagstaff, Arizona, USA: International Statistical Institute.
  • Parker, H. (2018). Cultivating creativity in data work. Keynotes in In M. A. Sorto, A. White, & L. Guyot (Eds.), Looking back, looking forward. Proceedings of the Tenth International Conference on Teaching Statistics (ICOTS-10), Kyoto, Japan. Voorburg, The Netherlands: International Statistical Institute.
  • Pasquier, P., Rahwan, I., Dignum, F., & Sonenberg, L. (2007). Argumentation and persuasion in the cognitive coherence theory: preliminary report. Argumentation and Persuasion in the Cognitive Coherence Theory (193–210). Springer Berlin Heidelberg.
  • Smith, G. (2018). Beware the AI delusion. Recuperado de https://www.fastcompany.com/90247482/beware-the-ai-delusion?partner=feedburner&utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=feedburner+fastcompany&utm_content=feedburner
  • Weihs, C. and Ickstadt, K. (2018). Data Science: the impacts of statistics.  International Journal of Data Science and Analytics . https://doi.org/10.1007/s41060-018-0102-5
  • World Economic Forum (2018). Machines Will Do More Tasks Than Humans by 2025 but Robot Revolution Will Still Create 58 Million Net New Jobs in Next Five Years. Recuperado de http://reports.weforum.org/future-of-jobs-2018/press-releases/

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-bits-blog/retos-de-la-ensenanza-en-la-era-de-big-data

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Día Internacional del Cooperativismo, su dilema actual ante el genocida neoliberal

Por: José Yorg

“Las cooperativas serán la única alternativa al modelo económico fundado en el egoísmo que fomenta las desigualdades” 
Joseph Stiglitz

La destrucción de las condiciones políticas de la vida decorosa impulsaron, como reacción, el surgimiento del cooperativismo en 1844 en Inglaterra en plena Revolución industrial, hoy, esa misma reacción en potencia, debería darse ante el neoliberalismo desde el seno del actual cooperativismo”
J.Y.

Se celebrará en todo el mundo este primer sábado de julio el Día Internacional del Cooperativismo, una brevísima referencia es oportuna, entonces. En 1923 el Comité Ejecutivo de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) recomendó conmemorar un día internacional de las cooperativas. La ACI fue fundada en Londres en 1895, y es la organización que nuclea a todos los movimientos cooperativos del mundo.

El 16 de diciembre de 1992 la Asamblea General de la ONU (Naciones Unidas), a través de la resolución 47/90, proclamó la necesidad de realizar un «Día Internacional de las Cooperativas» a partir de julio de 1995 se efectivizó.

Ahora, ¿Cuál es su significación ante el genocidio neoliberal?

No puede y de hecho no está en discusión los nobles propósitos que promueve y evidencian los valores y principios que animan al sistema cooperativo. Sin dudas, y tal como lo han dicho muchos pensadores y organizaciones, “el cooperativismo debe emerger de las catacumbas, como en algún momento de la historia lo hicieron los cristianos” (Osvaldo A. González Salinas. Revista Idelcoop -1985.)

Entonces-1985-se preguntaba González Salinas ¿Por qué las cooperación no es popular? Claro en el sentido en que las poblaciones agredidas por las políticas neoliberales no identifican al cooperativismo como camino a una sociedad mejor, un mundo mejor.

Pero es que aún desde el propio seno de las dirigencias no terminan de convencerse de que el tiempo de las catacumbas ya fue.

El neoliberalismo global sólo genera pobreza y decadencia institucional, sufrimiento social, infortunio de los pueblos en todo el mundo.

¿Y en Latinoamérica?

A través del avance denominado recolonización o neocolonización, está destruyendo la economía y la vida social, puesto que han socavado a tal punto sus economías, como sistemas, son inviables para lo que se supone que son, satisfacer el buen vivir.

Así las cosas, el cooperativismo debe sacudirse y reflexionar ante este panorama. El cooperativismo del Siglo XXI ya no puede ser igual que sus predecesores, so pena de sucumbir o quedar neutralizado y empantanado de realizar su máxima misión “transformar el mundo por sus propios medios”.

El agotamiento del tercer sistema socio-económico que ha conocido y transitado la humanidad hasta nuestros días, es evidente, si lo queremos ver y comprobar dondequiera que sea, ya no funciona para las poblaciones de las naciones denominadas desarrolladas, quienes se ven continuamente socavadas en sus vidas.

El presente neoliberal financiero está configurando otro mundo, un mundo inviable e incompatible con la vida social y la existencia de la naturaleza.

El cooperativismo en la presente celebración debería resaltar sus potencias democráticas participativas, revocación de mandatos, su proporcional distribución de los beneficios socialmente alcanzados y sobre todo, su profunda vocación humanista, su preocupación y ocupación por la comunidad.

En la ciudad capital de la Provincia de Formosa (Argentina) está erguido un emblema de la cooperación, la Plazoleta de la cooperación y la mutualidad “Dr. León Schujaman”, ella es un sitio público en homenaje a Don León y a los dos movimientos, idea que surgió desde mi mente y corazón y que el sábado 7 de julio del presente año lanzaremos estas declaraciones al mundo que serán replicados mediante el generoso aporte de los medios de comunicación social, que mucho agradecemos.

*Fuente:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=243842&titular=d%EDa-internacional-del-cooperativismo-su-dilema-actual-ante-el-genocida-neoliberal-

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Revolución industrial 4.0. La robotización amenaza a uno de cada siete puestos de trabajo en todo el mundo

Por: www.publico.es/ Diego Herranz /18-04-2018

La OCDE no tiene dudas. El proceso de digitalización, la Cuarta Revolución Industrial, la 4.0 —entre cuyos parámetros esenciales está la robotización y, por ende, la transformación de los modelos productivos hacia la automatización—, transformará de forma significativa las actuales plantillas de trabajadores. A lo largo y ancho de todo el mundo. Su diagnóstico, publicado a comienzos de este mes, no deja mucho resquicio a las dudas: los robots harán que se pierdan casi 66 millones de empleos. Al menos. Y en un margen temporal corto, de apenas un decenio. En términos más elocuentes, esta sustitución de plantilla supone uno de cada siete trabajos actuales. Focalizadas de forma mayoritaria, en las potencias industrializadas. En concreto, en sus 32 países asociados. Aunque este fenómeno no se circunscribe sólo a este think-tank, considerado de las economías de rentas altas. También afecta a ciertos mercados emergentes —en especial, en China o India—, que han dado un salto hacia la Industria 4.0 sin precedentes.

En su reciente informe, los expertos de esta institución multilateral asegura que el 14% de los puestos laborales de sus socios se pueden catalogar de “altamente automatizables” y que el 32% de sus mercados de trabajo se verán sometidos a cambios considerables. En concreto, a un giro en sus habilidades técnico-profesionales, lo que les exigirá someterse y aprobar cursos de adaptación y readecuación de conocimientos. Impartidos de manera interna por sus empresas o en cooperación con el mundo académico y el entramado institucional del país. Es decir, con una estrategia gubernamental que integre participación académica, subvenciones estatales y la aportación del road map profesional que demandarán las empresas y que debe partir desde las patronales.

Sin embargo, obviamente, no todos los países deberán abordar un mismo nivel de desafío. Hay naciones, como Eslovaquia —dice el informe— que tendrán que adecuar al 33% de sus puestos de trabajo, mientras otros, como Noruega, economía top en materia de digitalización, que apenas deberán reciclar a un 6% de sus trabajadores. “De manera general, los mercados anglosajones, los escandinavos y Holanda tienen unos ratios de automatización pendientes menos exigentes que los del sur de Europa o Chile”, continúa el documento, e incluso, que Alemania y Japón, países con un elevado umbral de robotización, pioneros en adentrarse en la Cuarta Revolución Industrial y que, según admite la agencia de rating Moody’s, han consolidado buena parte de la financiación de las pensiones de la próxima generación gracias al aumento productivo generado por los ejércitos de robots de sus conglomerados industriales en el último decenio. Estas dos tradicionales potencias digitales tendrán que abordar nuevas sustituciones de trabajadores con tareas clásicas, off line, por otros cometidos laborales, basados en la computarización, el uso de algoritmos y el Big Data.

Concepto, origen y retos de la Industria 4.0

La economía digital y, dentro de sus múltiples variantes, la denominada Industria 4.0, es el nuevo paradigma productivo. Inicialmente vinculado a los sectores como las manufacturas, el aéreo o la automoción, sus compañías han adoptado procesos empresariales y métodos de innovación que han transformado, de manera diametral, sus cadenas de valor durante los años de la post-crisis económica. Mediante la integración de una extensa variedad de utensilios, aplicaciones y recursos tecnológicos, desde impresoras 3D hasta la robótica. Pero, sobre todo, a través de una persistente automatización de los fulgurantes avances informáticos (en especial, en software) y la integración de procesos de tratamiento de datos (Big Data), fórmulas algorítmicas y cálculos de economic analytics. Un esfuerzo imprescindible para abordar con éxito los mercados digitales de bienes y servicios manufacturados.

El robot «THK R-7» está representado en la «Aircraft Interiors Expo 2018» en Hamburgo/Reuters

En definitiva, estos actores industriales —muchos unicornios, firmas que han rebasado los 1.000 millones de dólares de valor, pero también consorcios de larga tradición—, se han adentrado en la Inteligencia Artificial. Usan plataformason liney ecosistemas empresariales propicios para el desafío de adecuarse, primero, y satisfacer, después, la demanda de sus clientes. Siempre bajo el teórico desafío de ganar eficacia y celeridad y con objeto de acomodar su producción a la alta competitividad de la era digital y de la productividad. Indispensable, según sus parámetros, para abordar un negocio, el 4.0, capaz de añadir 12 billones de dólares más al PIB global en 2025, tal y como avanza la consultora McKinsey. Cantidad que equivale a las economías conjuntas de Japón, Alemania y Reino Unido. O a la totalidad de riqueza que acumulan los paraísos fiscales.

En definitiva, estos nuevos modelos de negocio, el también denominado Internet de las Cosas o IoT es, sobre todo, Big Data. Y desarrollo analítico. No por casualidad, Facebook, que realiza el soporte de un amplio universo de negocioson line del sector privado, gestiona 300 millones de gigabytes de datos de usuarios, lo que equivale a que cada uno de ellos tenga archivados 126 e-books en sus cuentas. Como tampoco resulta casual que su fundador, Mark Zuckerberg, tuviera que enfrentarse esta semana a una exigente audiencia de casi cinco horas ante el Congreso de EEUU para responder sobre el caso de la filtración masiva de datos personales de millones de usuarios a través de la consultora británica Cambridge Analytica, por el que supuestamente se interfirió en el resultado de las elecciones estadounidenses que llevaron a Donald Trump a La Casa Blanca en 2016. Ni sorprende que Zuckerberg acabara entonando el mea culpa por la implicación de su consorcio en la proliferación de fake news, su propagación entre los votantes americanos y, en consecuencia, su responsabilidad en la inclinación del voto al cabeza de cartel republicano.

Liderazgo global en digitalización

La Industria 4.0, germen de la digitalización, nació en Alemania en 2011. El término lo acuñó y popularizó Henning Kagermann, responsable de la Academia Nacional Alemana de Ciencia e Ingeniería (Acatech), para describir una iniciativa gubernamental de renovación de la política de innovación industrial. Desde su nacimiento, emporios como BASF, Bosch, Daimler, Klöckner & Co, Trumpf o Deutsche Telekom iniciaron un camino de no retorno. Al que se unieron, algo más tarde Siemens o, fuera de Alemania, General Electric y, casi sin excepción, las principales marcas de automoción. Hasta contabilizar alrededor de 2.000 compañías de 26 naciones, que fueron catalogadas por centros de investigación como líderes en economía digital, al inicio de 2016. Estados Unidos, Japón, China, Reino Unido y los países nórdicos acompañan a la locomotora de la UE en el top-tende latitudes que han dejado atrás la tercera revolución, la de la informática, de la segunda mitad del siglo pasado, que siguió a la primera, la mecánica, del Siglo XVIII, y a la segunda, de la proliferación de la energía eléctrica, de finales del XIX y principios del XX.

Pero en este último trienio, la carrera por la hegemonía digital se ha acentuado. No sólo entre las potencias industrializadas, también en los mercados emergentes. Por ejemplo en India pero, sobre todo, en China. Su política de planificación económica ha digitalizado varias industrias estratégicas, desde la metalúrgica, a la naviera o la petroquímica, dentro del cambio de modelo productivo que se implantó tras la crisis de 2008. A las que se han unido otros segmentos como el de las energías alternativas y, desde 2015, cuando se anunció el ambicioso proyecto Made in China 2025, otros sectores de alta tecnología y de mayor sensibilidad para la seguridad nacional como el aeroespacial o la de nuevos materiales.

Este salto hacia la Cuarta Revolución Industrial, la 4.0, deja datos elocuentes. Entre otros, que la tercera parte de los 262 startups globales que han alcanzado la consideración de unicornios —es decir, firmas con facturaciones anuales superiores a los 1.000 millones de dólares—, son chinas y acaparan el 43% del valor de estas firmas. O que sus gigantes tecnológicos tuteen en beneficios e ingresos a sus rivales estadounidenses, europeos o japoneses. Alibabá, Baidu, Tencent o BAT operan con sus propios ecosistemas digitales. Una conquista esencial, a juzgar por las palabras de Kagermann, que deja una frase lapidaria: “quien controle las plataformas, será el dueño del futuro”, recogiendo los mensajes de las firmas de Sillicon Valley desde hace un lustro. Al calor de la laxitud regulatoria y de las inyecciones financieras de Pekín. Aunque también del boom del consumo ciudadano, que roza los 800.000 millones de dólares en Internet, —once veces el gasto de e-commerce en EEUU— y de la inversión empresarial: el capital riesgo tecno-digital se sitúa en el top-three mundial, con más de 77.000 millones de dólares en el trienio 2014-16, el 19% del total. China ha pasado de estar 4,9 veces menos digitalizada que EEUU en 2013 a 3,7 en 2016. Y desea imponer su estilo en el mundo.

Aunque EEUU reacciona sin pausa. Sus nuevas empresas digitales atesoraron sólo en el primer trimestre de este año más de 1.900 millones de dólares, un 29% más que en el último tramo del ejercicio pasado y protagonizaron casi el 10% de las 1.206 fusiones del sector tecnológico. Más aún. Fueron las tres adquisiciones corporativas con mayor capital acordado. La lucha, pues, por la Inteligencia Artificial (AI) prosigue sin cuartel. Atrás quedaron las etiquetas en móviles de alta gama del estilo de Diseñado en US, ensamblado en China. Ahora, voces como la de Eric Schmidt, ex presidente de Alphabet, advierten de que China superará a EEUU en IA en 2025. Por mucho que la Casa Blanca haya bloqueado la OPA hostil hacia Qualcomm, fabricante americano de chips por parte de Broadcom, firma domiciliada en Singapur, pero sobre la que pende, a juicio de la Administración Trump, temores fundados de que sirve a los intereses del servicio de información estatal chino. O que el sector admita que Pekín ha adquirido fraudulentamente patentes a firmas de sus rivales americano y europeos, preferentemente, por valor de un billón de dólares.

Quizás uno de los rankings más solventes y aceptados internacionalmente de la 4IR (acrónimo de Cuarta Revolución Industrial en inglés) sea el del World Economic Forum (WEF). La fundación que organiza la cumbre anual de Davos, en su último informe, en el que colabora la consultora AT Kearney, señala a Singapur como el enclave más avanzado. A partir del diagnóstico de dos componentes básicos: la estructura de producción digital del país, indispensable para poner en marcha la 4IR, y los motores productivos, es decir, las herramientas, cauces y estrategias que los sectores privados de cada país han puesto a disposición de este cambio de paradigma. En total, analizan 59 indicadores que transforman los sistemas de producción. Y engloban al centenar de economías de su clasificación en cuatro grandes grupos. Las naciones que dirigen el liderazgo, entre las que se encuentra España, las de alto potencial futuro, las que ostentan una buena base, aunque con riesgos para alcanzar el éxito y los que se acaban de iniciar en la tarea, con reducidos niveles de digitalización y sin apenas sostén productivo dirigido a la digitalización. Japón, Corea del Sur, Alemania, Suiza y China protagonizan el top-fiveen cuanto a solidez de la estructura de producción. Mientras, EEUU, Singapur, Suiza, Reino Unido y Holanda son sus homólogos del otro gran factor de cambio: los que acaparan más y mejores elementos dinamizadores —tecnológicos— de la revolución digital.

España se sitúa en el puesto 29 y 24, respectivamente. A la cola del bloque de economías más avanzadas, casi todas ellas localizadas en Europa, América del Norte y Sudeste Asiático.

Otro examen que toma el pulso global de la digitalización es el que realiza la IFR o Internacional Federation of Robotics. En concreto, su estudio sobre densidad de robots en las manufacturas, las industrias por antonomasia de la versión 4.0. Su último top-ten lo encabeza Corea del Sur, con 631 robots por cada 10.000 habitantes, su fórmula del ranking. Y con visos de incrementar esta ratio en los próximos cinco años, porque el Gobierno de Seúl ha impuesto una estrategia quinquenal, con fondos oficiales destinados a la I+D+i y partidas de 450 millones de dólares por año destinadas a elevar los umbrales. Le siguen Singapur, con 488 robots; Alemania, con 309; Japón (303); Suecia (223); Dinamarca (211); EEUU (189); Italia (185); Bélgica (184) y Taiwán: 177.

El panorama en España: otro retardo evolutivo

Según la Comisión Europea, el mercado interior 4.0 es el tercero, en cifras globales, en cuanto a inversiones relacionadas con IoT. Y será así, hasta 2020, después de crecer a un ritmo del 22% en el lustro actual. En tres años, alcanzará los 287.000 millones de capital. La mayor parte de esa riqueza la generará la Industria 4.0 que, en la actualidad, supone el 15% del PIB de la UE. Bruselas deja una radiografía inquietante para España. En su estado de situación sitúa a Alemania, Irlanda Suecia y Austria como los cuatro pioneros, con una industria manufacturera amplia y moderna y un clima para hacer negocios, idóneo para las empresas tecnológicas. Le siguen los potenciales (Bélgica, Finlandia, Holanda, Dinamarca, Reino Unido y Francia), con procesos innovadores en marcha, bien perfilados, que les concederán ventajas industriales en el mundo digital a corto plazo. Luego cita a los tradicionalistas, todos del Este (República Checa, Hungría, Eslovaquia y Lituania), aún con industrias tradicionales pero que ya han emprendido los primeros pasos hacia la digitalización, y los titubeantes o hesitators (Italia, España, Estonia, Portugal, Polonia, Croacia y Bulgaria) sin sector manufacturero importante y sin estar todavía preparados para afrontar los retos de la Industria 4.0.

El problema de España es que sólo invierte uno de cada tres euros presupuestados en I+D +i. De los 4.635 millones de euros previstos, solo se habrían ejecutado 1.376, un 29,7% del total. Esta tasa de ejecución es ocho puntos más baja de la que se registró en 2016 (38,2%) y marca el mínimo histórico desde que se registran datos al respecto (año 2000). A lo que hay que unir el descenso gradual de recursos a la agenda digital desde el inicio de la crisis. Entre 2002 a 2007, la ejecución de presupuestos de I+D+i en nuestro país se situó siempre por encima del 90%, dice Cotec. Sus expertos, a partir de los datos oficiales, admite que desde 2009, cuando se alcanza la cima de inversión estatal —6.675 millones de euros ejecutados, un 81,6% de lo presupuestado—, la diferencia entre lo presupuestado y lo invertido no ha parado de bajar. Hasta el punto de que, el pasado ejercicio, el gasto real del Estado en este ámbito —1.376 millones de euros— fue nada menos que un 80% inferior al de 2009.

La OCDE estima que la economía española podría sumar 35.000 millones de euros más en 2020 si se avanzara en este trienio en la Industria Conectada 4.0, la estrategia oficial que dirige, desde 2015, la Secretaría General de Industria y de la PyME, adscrita al Ministerio de Economía. Pero sus empeños de que España se encarame al tren de la digitalización colisionan frontalmente con la, de nuevo, cada vez mayor sutura de la brecha tecnológica. Con Europa y con el resto de rivales mundiales. Entre otras cosas, porque la proliferación de startups tecnológicas con el escaso grado de asentamiento del capital riesgo en la economía hispana y la ausencia de una estrategia oficial dirigida a que las empresas de tamaño medio se conviertan en emporios digitales, hace difícil que el sector privado se adecúe a este cambio de época. Ni empresarios ni analistas son capaces de desvelar el nombre de compañías españolas con capacidad para adquirir músculo global en el sector de la industria digital. Tampoco están ni se la esperan para liderar o protagonizar alguna fusión internacional en el sector. Una vez más, España se incorporará tarde a un nuevo desafío de la globalización. A pesar de que La Caixa de que, en 2020, el 43% de los puestos de trabajo en España serán sustituidos por robots; el 66%, a medio plazo. O de que el instituto Bruegel, uno de los de mayor prestigio en Europa, alerte de que habrá 3 millones de robots en todo el mundo y apenas 35.000 en España.

Soluciones integrales a la robotización

Martin Schwab, fundador del WEF, recuerda que los robots no son un utensilio de ciencia ficción. «Están con nosotros desde los años sesenta», precisa antes de realizar un planteamiento cargado de lógica: «los robots, ¿trabajan para los humanos o en contra de los humanos?». Porque, en su opinión —una de las más valoradas del ámbito neoliberal— la robotización y la automatización de los modelos productivos que ocasiona este fenómeno en las industrias con negocios digitales “debería generar una Renta Básica Universal (RBU). Además de una readaptación constante de los empleados actuales de los segmentos manufacturados y de los venideros, hacia las nuevas habilidades profesionales que demandarán estos sectores.

Por supuesto —dice— en disciplinas como el coding (puestos de ingeniería y software, que crecerán en un 18,8% hasta 2024, según el Departamento de Trabajo de EEUU). O el Data Analytic, porque el mundo se mueve por datos. Google, Facebook o Amazon manejan cantidades inimaginables de datos cuantitativos. De forma masiva, analizan esa información y crean tendencias y correlaciones de negocios que generan aumentos de valor de compañías. El número de analista de datos crecerá un 30% en los próximos siete años. Y quien sea capaz de analizar largas series de datos y producir percepciones reales para que la gente tome decisiones tendrá asegurado su lugar en el mundo laboral. También las matemáticas, imprescindibles en la era del Big Data. Pero sin descuidar las humanidades, ya que la reemplazará cientos de miles de puestos de trabajo. La práctica totalidad, de componente técnico. Pero no los de alta creatividad. Ni los conocimientos relacionados con las ciencias, con los descubrimientos científicos.

Desde la OCDE también claman por esta transformación laboral. Un 47% está en riesgo en EEUU. Nada menos que 13 millones de americanos perdieron su puesto de trabajo por el impacto de la crisis en sus mercados locales; por ejemplo, en Detroit, cuna de la industria automovilística del país. Sus expertos hablan que el reciclaje profesional debe enfocarse, primordialmente, entre los trabajadores de baja cualificación, para reconducirlos hacia las nuevas directrices digitales.

Sin embargo, el gran cambio cualitativo que reclama la digitalización es el gravamen tributario a las empresas por el uso de robot. Una tendencia que respalda el WEF y Schwab, y que también defienden empresarios como Bill Gates, a quien le parece “lógico” que las compañías paguen cuando reemplacen trabajadores por maquinaria robotizada. Aunque otros, como Elon Musk se decantan por la renta universal o Jeff Immelt, CEO de General Electric, por acuerdos entre el sector público y privado para perfilar los cursos de formación constante que requerirán las firmas digitalizadas en el futuro.

El debate de la tributación, con tantos partidarios como detractores —entre los que cala la crítica de la ambigüedad del término robot, que dificulta la definición de la base imponible, así como la indefinición de los beneficios y de la productividad adicional que generan— ha llegado, incluso, a la Eurocámara. Un informe oficial de la parlamentaria luxemburguesa Mady Delvaux, de la Alianza Progresista, con el sello de su Comité de Asuntos Legales, enfatiza la necesidad de que las compañías “respondan a requerimientos” regulatorios en los que “revelen la contribución de los robots y de otras herramientas propias al resultado económico de la firma”. En aras de “establecer posibles contribuciones fiscales y de cotizaciones sociales”.

@dherranzd

Fuente: http://www.publico.es/ciencias/revolucion-industrial-40-robotizacion-amenaza-siete-puestos-mundo.html

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La tecnología ha creado más trabajos de los que ha destruido, según 140 años de datos

Por: Mamela Fiallo

Desde que se inventó de la máquina para tejer, hubo resistencia por el temor a causar desempleo. Casi medio milenio atrás, la Reina Isabel I de Inglaterra le negó una patente al inventor por temor a dejar sin trabajo a los tejedores manuales. Siglos después, a principios del siglo XIX, con el auge de la Revolución Industrial, pero sobre todo por la escasez y carestía causada por la costosa guerra contra Napoleón, el temor se agravó, obreros del mismo rubro empezaron a destruir máquinas y prender fuego a fábricas. Y el miedo no ha terminado.

Por ello, economistas de la consultora Deloitte compararon estadísticas del censo en el Reino Unido desde 1871 hasta la actualidad  para hacer un estudio comparativo sobre cómo la maquinaria y la tecnología han influido sobre el empleo. Descubrieron que la máquina suplantó la fuerza física, dejando más tiempo libre y como tal creando más empleo en áreas vinculadas a la salud, bienestar y estética.

Según el informe:

En 1871, 6,6 % de los censados en Inglaterra y Gales se clasificaron como trabajadores agrícolas. Hoy en día el 0.2 % de la población desempeña esas tareas; es decir una caída prominente.

“La tendencia dominante es la contracción de empleo en la agricultura y la manufactura, que se ve más que compensada por el rápido crecimiento en los sectores de atención, creatividad, tecnología y servicios empresariales”.

“Las máquinas asumirán tareas más repetitivas y laboriosas, pero no parecen estar más cerca de eliminar la necesidad de mano de obra humana que en cualquier momento en los últimos 150 años”.

Adicionalmente, indica que en algunos sectores, incluidos la medicina, la educación y los servicios profesionales, la tecnología ha aumentado la productividad y el empleo ha aumentado al mismo tiempo, dice el informe.

De acuerdo al análisis de la Oficina de Estadísticas Nacionales, en el Reino Unido, entre 1992 y 2014, el número de trabajadores en el sector de la salud aumentó de 29,743 a 300,201. Es decir, aumento 909 % en los últimos 20 años.

También en ese mismo lapso de tiempo, el número de asistentes de apoyo educativo aumentó  580 %. Mientras que el empleo en sectores vinculados al bienestar, vivienda y trabajos comunitarios incrementaron 183 %. Asimismo, en ese periodo, creció la cantidad de cuidadores a domicilio 168 %.

En cambio, los sectores donde ha disminuido la mano de obra son:

79 % de caída en tejedores y tejedores de 24,009  a  4,961
57 % de caída en mecanógrafos
50 % de caída en las secretarias de la compañía

Es decir, aquellos que han sido reemplazados por procesos de automatización.

El ejemplo más notorio de este fenómeno es cómo la máquina para lavar ropa existe hace décadas en una versión apta para el hogar y reemplazó a una industria casi por completo. Tomando en cuenta que anteriormente se lavaba manualmente en el río, representó un cambio revolucionario.

El informe describe la existencia de este artefacto en el hogar como “una colisión de tecnologías, plomería dentro del hogar, electricidad y la lavadora automática asequible casi ha suplantado totalmente a las grandes lavanderías y el pesado trabajo de lavado manual”.

Sobre este suceso histórico existe un intercambio político. En 1959 los Gobiernos de los EE. UU. y la Unión Soviética pactaron un acuerdo para mejorar el diálogo y el intercambio entre ambas naciones. En Moscú se llevó a cabo lo que se conoce como “el debate de cocina“. El Gobierno de los EE. UU. expuso el prototipo de la casa de un ciudadano promedio. En su interior albergaba la “la línea blanca” de electrodomésticos que incluía una máquina para lavar ropa y otra para lavar los platos, dos cosas impensables en la unión de naciones socialistas. Al líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Khrushev, le pareció innecesario. A modo de burla, preguntó si había una máquina “para meter la comida a la boca y empujarla hacia abajo”.

No obstante, ese invento que hoy damos por sentado como algo cotidiano aligeró horas de carga laboral de labores domésticas; que fue a su vez uno de los tantos facilitadores de la inserción laboral masiva de mujeres en el mercado. Pues, las máquinas se encargaban de las tareas del hogar.

A su vez, por medio del uso de máquinas, la fuerza física siguió quedando relegada como parámetro de utilidad laboral. Esto sumó a la igualdad entre los sexos, dando mayor amplitud a los trabajos. Indica el estudio que: “El fácil acceso a la información y el ritmo acelerado de la comunicación han revolucionado la mayoría de las industrias basadas en el conocimiento”.

La maquinaria suplanta el trabajo forzado y aumenta la necesidad de trabajo intelectual, como contaduría. (Gráfico traducido)
La maquinaria suplanta el trabajo forzado y aumenta la necesidad de trabajo intelectual, como contaduría. (Gráfico traducido)

Por ejemplo, el censo de 1871 registra que hubo 9,832 contadores en Inglaterra y Gales, y que se ha multiplicado por veinte en los últimos 140 años hasta 215,678.

Trabajos como estos también implican mayor ganancia que aquellos que pueden ser reemplazados con máquinas. Mayores ingresos implica mayor dinero para para gastar en el ocio. Esto crea nuevos empleos para suplir la nueva demanda.

Por ejemplo, en el rubro estético, el trabajo sigue en aumento. Mientras en 1871, había un peluquero o peluquero por cada 1.793 ciudadanos de Inglaterra y Gales; hoy hay uno por cada 287 personas. Es decir que aumentó casi 800 %.

El empleo en los bares ha aumentado 400 %. (Gráfico traducido)
El empleo en los bares ha aumentado 400 %. (Gráfico traducido)

Este mismo aumento de gasto en ocio, sugiere el estudio que podría ser uno de los motivos por los cuales han surgido más bares.

“A pesar del declive del pub tradicional, los datos del censo muestran que la cantidad de personas empleadas en bares se multiplicó por cuatro entre 1951 y 2011”, dice el informe.

En retrospectiva, el informe indica cómo la tecnología ha facilitado el acceso a servicios no solo por abaratar los costos por medio de la automatización sino cómo tenemos a nuestro alcance productos que nos ahorran suficiente tiempo para poder hacer no solo lo que debemos sino lo que queremos. Indica, por ejemplo, que en los últimos 25 años el precio de los automóviles en el Reino Unido se ha reducido a la mitad.

Adicionalmente, plantea un interrogante ético, si los trabajos que se han perdido han sido realmente lamentables, pues ante su suplantación ha permitido que seres humanos no sean quienes carguen el peso que puede levantar una máquina sino que ahora se pueden dedicar a tareas que exigen mayor creatividad e ingenio. Al punto que un automóvil podría conducirse solo, aunque esto enfade a muchos taxistas.

Fuente: https://es.panampost.com/mamela-fiallo/2017/11/03/tecnologia-ha-creado-mas-trabajos/

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España: Los avances tecnológicos revolucionan la educación

Europa/España/20 Mayo 2017/Fuente: ABC de Sevilla

Telefónica forma a alumnos y docentes en su apuesta por llevar la innovación digital a las aulas

La revolución digital y tecnológica está transformando todos los sectores de la sociedad, incluido el de la educación. Estamos inmersos en lo que ya se denomina Cuarta Revolución Industrial, una transformación para la que, más temprano que tarde, habrá que adaptarse y formarse para poder ejercer profesiones que, en la actualidad, ni siquiera existen. Para afrontar esta nueva realidad digital, es imprescindible transformar el modelo educativo y asentarlo sobre unos cimientos basados en la innovación y la tecnología. Telefónica, que desde hace años apuesta por la educación, basa sus acciones en tres pilares. El primero de ellos es proporcionar las mejores infraestructuras -desplegando fibra óptica y banda ancha móvil para aportar una conectividad óptima- y el equipamiento en las aulas –suministrando ordenadores, tabletas, pizarras digitales, etc.- como base sobre la que sustentar la transformación del sector.

De otra parte, cuenta con el bagaje de Fundación Telefónica, que lleva casi 20 años en funcionamiento, en los que ha desarrollado, y continúa haciéndolo, proyectos relacionados con la educación y la formación laboral. En este tiempo, más de cuatro millones de niños y profesores se han beneficiado de sus programas. Su gran apuesta ahora es Profuturo, encabezada por César Alierta, que tiene como misión promover el acceso a una educación universal y de calidad en el Tercer Mundo para contribuir a la igualdad de oportunidades.

Pero, sin duda, la innovación educativa dentro de la compañía la lidera Telefónica Educación Digital (TED), empresa que en sus 15 años de experiencia en el mercado nacional e internacional desarrolla procesos de aprendizaje de alto impacto en personas y organizaciones.

Según explica Carolina Jeux, CEO de Telefónica Educación Digital, «ayudamos a la transformación del sistema educativo y proporcionamos soluciones para la educación digital, desde el ámbito escolar hasta el universitario o a la formación laboral». Además, trabajamos con compañías y administraciones públicas que necesitan de una solución determinada. «La educación es la palanca de transformación más evidente y necesaria para cambiar la sociedad. Si no preparamos a los niños, no se puede hablar de capital humano». Uno de los principales factores de este gran cambio que ya se está dando en la educación son los profesores, que deben ser los embajadores del cambio tecnológico. La plataforma ha formado a más de 300.000 profesores en metodología, robótica, nuevas técnicas o propuestas didácticas sobre cómo incorporar la tecnología en el aula.

Robótica y programación

De otro lado, la plataforma STEMbyme, dirigida a niños y jóvenes, les motiva a través de retos para que aprendan sobre ciencia, matemáticas o tecnología, entre otras materias, con un enfoque muy lúdico para despertar en ellos el interés por ser creadores de tecnología y no meros usuarios.

Entre las acciones de TED también destaca la competición interescolar Desafío STEM, en la que profesores y alumnos desarrollan proyectos relacionados con el internet de las cosas, la realidad virtual, la programación o la educación digital. En la última edición participaron 1.500 niños y docentes. En el ámbito universitario, cuenta con Miríada X (miriadax.net), una importante plataforma de cursos online masivos en abierto que tiene como objetivo fomentar la difusión del conocimiento.

Escuelas conectadas

Todos los centros públicos andaluces contarán con 1 Gbps de acceso de datos y una conectividad WiFi de 17 Mbps por alumno en cada una de las aulas gracias al convenio firmado entre red.es, entidad pública empresarial del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, y Junta de Andalucía, cuya licitación pública se adjudicó Telefónica. Esta solución va a estar disponible en el 100% de los colegios (3.336 centros públicos de Educación Primaria y Secundaria andaluces), independientemente de su ubicación o del número de alumnos. Andalucía pasa a convertirse así en un referente europeo al contar con la mejor red educativa en cuanto a conectividad.

Fuente: http://sevilla.abc.es/conocer/sevi-avances-tecnologicos-revolucionan-educacion-201705191138_noticia.html

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