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La falacia del solucionismo tecnológico para los problemas sociales

Por Javier Tolcachier

“Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia” -Tercera ley de Clarke, Perfiles del Futuro, Arthur C. Clarke

Desde siempre en la historia humana, los descubrimientos e invenciones han tenido un gran impacto en el modo de conocer y de vivir. Pero también han surtido un efecto psicológico potente, siendo catalogadas en numerosas oportunidades como milagros o magia.

Célebre fue la invención de Herón de Alejandría, basada en sus múltiples aportaciones al campo de la mecánica y la matemática,quien en el siglo I creó un sistema de apertura automático para las puertas de un templo, que para los presentes era sin duda producto del poder de los dioses.

Mientras los fieles veían que (Guevara Pezoa, 2019) “el sacerdote encendía una llama en la entrada para invocar a los dioses, los cuales respondían abriendo las puertas para permitir la entrada, tras bambalinas, la llama calentaba un receptáculo lleno de agua, oculto a la vista de quienes acudían al templo. Al producir la ebullición del agua contenida en el recipiente, el vapor generado accionaba una serie de contrapesos que ponían en funcionamiento un sistema de poleas que finalmente abrían las puertas.”

Tomasso Campanella, uno de los filósofos más influyentes del Renacimiento, afirmaba que “la tecnología es siempre llamada magia hasta su comprensión, pero después de un tiempo se transforma en ciencia común”[1]

La magia de lo tecnológico, lejos de ser un recuerdo de museo, propio de una distante infancia humana, continúa vigente. Al igual que en épocas pretéritas, hay todavía autoproclamados chamanes que atribuyen a estos prodigios técnicos la virtud de curar todos los males.

Tal es el caso de quienes hoy anuncian que la revolución tecnológica en curso, en cuyo centro se encuentra la digitalización de los procesos de producción material y simbólica, será el instrumento exclusivo para superar las falencias estructurales del sistema actual.

Dichos intérpretes omiten que, de modo similar a lo ocurrido en otras épocas, el artilugio técnico sirve ante todo al enriquecimiento exorbitante de unas pocas personas y que los avances que estos instrumentos generan no es accesible por igual a todos, exacerbando las desigualdades.

Por último, tampoco se dice que las lógicas que subyacen a estos vistosos mecanismos, fortalecen las dependencias inhibiendo otros múltiples caminos de desarrollo e impactando fuertemente en la visión del mundo.

El truco es publicitario, pero también político.

El nuevo “consenso tecnológico-empresarial” de Davos

Ante la evidente crisis que atraviesa la humanidad, signada por la violencia en sus distintas expresiones (física, económica, cultural, psicológica, de género, ecológica, etc.), el Foro Económico Mundial, con el apoyo de muchas de las principales corporaciones financieras y de negocios de alta tecnología , está generando e intentando imponer un consenso ideológico supuestamente “novedoso”: el de la innovación tecnológica y el emprendedurismo revestido de un aura social y ecologista como camino de solución a las diversas problemáticas.

Lejos de promover la esencial redistribución de la riqueza y del poder, el bienestar sería alcanzado – según estos cultores del dinero como valor central – a través de la aplicación “ética” de la técnica, la asociación (¿co-optación?) público-empresa privada y la afirmación de la utilidad del lucro como motor en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible planteados en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Todo problema social, desde el hambre, la enfermedad, el cambio climático, la inequidad, incluso la soledad o la muerte pueden – según estos propulsores de la reconversión capitalista- tener una solución tecnológica, siempre y cuando exista una oportunidad de negocios, o sea, siempre.

Como añadido imprescindible, y legitimados por ellos mismos, organizan desde su think tank Centro para la Cuarta Revolución Industrial un intento de diseño estratégico para la gobernanza mundial denominado Consejos Globales de la Cuarta Revolución Industrial.

Entre las funciones de estos consejos, según su documento descriptivo, estaría “identificar brechas en la política pública o la práctica privada que podrían beneficiarse del desarrollo de marcos de política y protocolos de gobernanza por parte de múltiples partes interesadas”. Otro cometido pretendido es el de “crear un proceso estructurado pero informal entre los principales responsables políticos, profesionales y expertos para el intercambio de información, experiencias y aprendizajes de experimentos innovadores de política y gobernanza en todo el mundo, para dar forma a la trayectoria de las tecnologías emergentes” como así también “actuar como primeros adoptantes y embajadores para probar, perfeccionar y mejorar la interoperabilidad de las políticas y protocolos de la Cuarta Revolución Industrial.”

Lo que suena a teoría conspirativa es una realidad en curso. En el listado aparecen el Consejo Global de Inteligencia Artificial, el Consejo Global de Internet de las Cosas, el Consejo Global sobre Tecnología Blockchain, el Consejo global sobre Movilidad Urbana y Autónoma, el relacionado con Drones y Movilidad Aérea, y el de Medicina de Precisión.

Para prevenir intrusiones democráticas, el panfleto es explícito: “participación solo por invitación”.
No por nada, el fundador del Foro Económico Mundial y autor del libro “La Cuarta Revolución Industrial”, el economista y empresario alemán Klaus Schwab, también ha sido miembro del consejo de administración del Club Bilderberg.

Esta aspiración de suplantar todo mecanismo interestatal por una gobernanza global en manos de las corporaciones de negocios estaba plasmada ya en la Iniciativa de Rediseño Global en 2009. En un comentario introductorio de sus tres co-presidentes Schwab, Malloch-Brown, (entonces  vicepresidente del FEM) y Samans (su director ejecutivo), al informe de 600 páginas presentado en Doha “Un asunto de todos: Reforzar la cooperación internacional en un mundo más interdependiente” – citado en el libro de Manahan y Kumar que mencionamos más adelante – puede leerse: «Ha llegado el momento de un nuevo paradigma de gobernanza internacional de las partes interesadas, análogo al plasmado en la teoría de la gobernanza empresarial de las partes interesadas sobre la que se fundó el propio Foro Económico Mundial».[2]

La estrategia tecno-política corporativa

La iniciativa del Foro Económico de Davos conocida como “el gran reinicio” aspira a ser el lanzamiento de una nueva etapa (o “reseteo”, para mejor utilizar términos de tecnología digital) del capitalismo.

Siguiendo la interpretación de un viejo adagio empresarial derivado del vocablo “crisis” en japonés y chino (kiki y wēijī respectivamente, ideograma compuesto por los términos “peligro” y “oportunidad”), el FEM ve en las consecuencias globales de la pandemia no el correlato lógico del deterioro de un sistema de apropiación y destrucción, sino la posibilidad de insuflar al capital con nuevos horizontes a través del modelo concebido por el propio Schwab y denominado “capitalismo de las partes interesadas”.

Este capitalismo vendría a reemplazar al “capitalismo del accionariado” -predominante en las corporaciones occidentales- y al “capitalismo de Estado”, de importante desempeño en las economías emergentes del Asia. Capitalismo que, según el mismo autor, aspira a “que las empresas paguen un porcentaje equitativo de impuestos, muestren tolerancia cero frente a la corrupción y respeten los derechos humanos en sus cadenas de suministro mundiales”. Como si fuera poco, se sugiere respetar la competencia en igualdad de condiciones, también cuando operen en la «economía de plataformas», para lo cual son necesarios nuevos parámetros de medida y un nuevo propósito en las inversiones que contemple objetivos «ambientales, sociales y de gobernanza».[3]

El marketing positivo de esta propuesta, un continuismo de la fracasada idea de “responsabilidad social empresarial”, luego de la catástrofe social ocasionada por el neoliberalismo impuesto a sangre y tratados en las últimas décadas del siglo pasado, ha entusiasmado a muchas corporaciones. Aunque no lo sabemos a ciencia cierta, posiblemente las donaciones con las que apoyan el desarrollo de esta estrategia innovativa en términos propagandísticos, sean deducidas de sus declaraciones de impuestos, hoy tendientes a mínimos absolutos.

A gran distancia de ser una broma de mal gusto, este lavado de cara ecológico y caritativo del capital (siempre afecto a los lavados), está avanzando con cada vez más incidencia en el sistema multilateral de Naciones Unidas. La captura del sistema de parámetros de la gobernanza global se produce a través del homónimo “sistema de múltiples partes interesadas” (multistakeholder system).

En el libro “The great takeover” (“La gran captura”) los autores Mary Ann Manahan y Madhuresh Kumar, mapearon y realizaron un análisis de 103 iniciativas de “múltiples partes interesadas” con participación prominente de corporaciones, en los ámbitos de educación, medioambiente, salud, internet y datos y alimentación y agricultura.

En la introducción al texto, los editores señalan: “Al desplazar el centro de las decisiones políticas clave del sistema multilateral a mecanismos mixtos en los que manda el sector privado -con el apoyo de algunos Estados, instituciones internacionales y grandes filántropos-, el fenómeno de la «multistakeholderización» de la gobernanza mundial se ha convertido en algo sistémico.”

La crisis financiera de Naciones Unidas, motivada entre otras cosas por la disminución de aportaciones de sus miembros más ricos, particularmente los Estados Unidos de América, abrió las compuertas para una cada vez mayor participación de las transnacionales y la filantropía en alianzas de acción sectorial con la organización multilateral.

“Con el tiempo, la creación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París de 2015, que incorporaron las asociaciones de múltiples partes interesadas como piedra angular de su aplicación y realización, afianzaron aún más el multistakeholderismo en el sistema de la ONU.”, precisan los autores.

Correlato de este proceso “el 13 de Junio de 2019 Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial, firmaron un Marco de Trabajo de Alianza Estratégica bajo el pretexto de «profundizar en los acuerdos institucionales para acelerar la aplicación de los ODS»”.

No al determinismo de la tecnología… y de los fondos de inversión

Es habitual identificar a las compañías de tecnología digital con sus fundadores. Así, hablar de Amazon, de Google, de Facebook-Meta, de Microsoft, es decir Bezos, Brin, Page, Zuckerberg o Gates. Sin embargo, aun cuando estos empresarios conservan una parte importante de las acciones de sus empresas, los reales poseedores de las mismas son los gigantes del mundo financiero.

Un breve repaso: Bezos es el mayor accionista individual de Amazon (9,81%), pero el 60% de las acciones está en manos institucionales. Los 5 primeros grupos (Vanguard, Black Rock, State Street Corp., Price/T. Rowe Asoc., FMR Llc) detentan en conjunto 21,8%.

Larry Page y Sergei Brin, quienes fundaron google (hoy Alphabet Inc.) en 1998, tienen hoy un 2,96% y 2,82% de las acciones, mientras que los 5 grupos financieros mencionados antes, prácticamente en el mismo orden de prelación, captan un 22,75%. Dos tercios de esta compañía es propiedad de fondos de inversión.

El caso de Meta Platforms (antes Facebook) es similar. Mientras casi el 65% de las acciones están en manos institucionales, Mark Zuckerberg redujo, según Forbes, su porcentaje accionario a algo menos de un 15%. En el top list del accionariado institucional figuran los mismos 5 fondos, totalizando un 28%.

Dos de los grupos financieros señalados (Black Rock y State Street Corp.) junto a todas las GAMAM y fundaciones conexas están en el selecto listado de empresas que apoyan las tareas del Foro Económico Mundial.

Hablando sobre la transición hacia la descarbonización y un hipotético “net zero” en las emisiones, Lawrence (Larry) Fink, ceo de Black Rock, en su carta 2022 a sus inversores, dice: “Nos enfocamos en la sostenibilidad no porque somos ambientalistas, sino porque somos capitalistas y fiduciarios de nuestros clientes”. En otra parte de su mensaje, aparece el nuevo mantram de Davos: “El capitalismo de múltiples partes interesadas consiste en ofrecer rendimientos duraderos y a largo plazo a los accionistas.”

Por su parte, el presidente y director general de State Street Corp. Ronald P. O’Hanley, es aún más explícito: “La era del capitalismo de las partes interesadas ha llegado”, indica en una notatitulada “Por qué el camino hacia el capitalismo de las partes interesadas comienza con consejos de administración diversos”. Con el término “diversidad”, efectivamente O’Hanley parece adherir a la idea de la inclusión, diciendo “es una definición que parte de la no uniformidad de pensamiento y abarca la raza y la etnia, el género y la orientación sexual, la religión y la edad, los orígenes geográficos y socioeconómicos, etc.”.

¿Ceos progresistas? ¿O el mismo capitalismo salvaje vestido de color verde, lila y hasta multicolor?

Quienes nos han traido hasta aquí no van a sacarnos de la crisis estructural y antihumanista del sistema. No es un pretendido solucionismo tecnológico en sus manos, lo que va a hacer la diferencia.

Los severos problemas sociales serán solo resueltos a través de una democracia multidimensional y participativa, no solo política sino también económica, comunicacional, cultural, de género (y tantos etc. como se quiera), que tenga como objetivo la descentralización y desconcentración del poder. El futuro anida en las comunidades humanas, en la base social, no en las cúpulas.

Esta nota está incluida en la publicación digital Internet Ciudadana N° 7 – Marzo 2022 “Camino a ser gobernados por las corporaciones?”

(*) Javier Tolcachier es investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en Pressenza, agencia internacional de noticias con enfoque de paz y No Violencia.

Notas:
[1]     Watson, L. J. (1997). The Influence of the Reformation and Counter Reformation upon Key Texts in the Literature of Witchcraft. Reino Unido: University of Newcastle Upon Tyne. Citado por Guevara Pezoa, F. en Eurekadabra: ciencia, tecnología y magia PAAKAT: rev. tecnol. Soc. Vol.9 no.16, Guadalajara, mar. 2019

[2]https://www.umb.edu/gri/an_overview_of_wefs_perspective#fn-4-a

[3]     ¿Qué tipo de capitalismo queremos? Schwab, K. https://es.weforum.org/agenda/2019/12/que-tipo-de-capitalismo-queremos

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Reflexiones Para Un Futuro Más Justo (A Pesar De La Tecnología)

Por: Luis Meyer

¿Es posible situar al ser humano en el centro de la revolución tecnológica para poder garantizar sus derechos en el futuro que está por venir? El Foro de Humanismo Tecnológico, organizado por ESADE, presenta sus propuestas para que la transformación digital no genere brechas en la democracia.

El siglo pasado y el anterior era habitual que escritores clásicos del género fantástico anticiparan en sus novelas hechos ficticios que se tornaban reales en el futuro. Es el caso de Julio Verne, que predijo que el ser humano sería capaz de llegar a la luna o de recorrer el fondo del mar en algo parecido a un submarino. Hoy asistimos a un hecho similar, si bien los acontecimientos se desarrollan con semejante precipitación que resulta trasnochado llamar al género ‘ciencia-ficción’, y ahora se estila más la etiqueta ‘distópico’: los guiones de la serie Black Mirror, por ejemplo, no son una predicción acertada de lo que sucederá en unas cuantas décadas con la tecnología, sino de lo va a ocurrir mañana. Un mañana en el que las máquinas convivirán con nosotros en nuestro día a día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Nos guste o no.

«La revolución digital no admite vuelta atrás a pesar de los riesgos distópicos y deshumanizadores que aloja en su seno. Para neutralizarlos y no perder su tracción de progreso económico y social debe incorporar un relato crítico que resignifique éticamente su contenido y una agenda legislativa que encauce democráticamente su desarrollo futuro». Esta conclusión resume lo que se trató en el Foro de Humanismo Tecnológico organizado por ESADE (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas) bajo la dirección de José María Lasalle, y en el que voces expertas de numerosos sectores (concernidos por el hecho digital) reflexionan y debaten sobre el impacto que tiene (y tendrá) la tecnología en la vida y los derechos de las personas. 

El cambio debe resignificarse éticamente y alinearse con los valores de la democracia, una prioridad en la agenda legislativa

Todos los participantes coincidieron en la necesidad de un empeño colectivo que debe traducirse en dos misiones principales de acción pública: «Una, dedicada a preservar la centralidad ética y la primacía decisoria del ser humano en entornos automatizados; otra, volcada en garantizar la protección de la dignidad humana en todos los desarrollos tecnológicos que acompañen la era digital».

Fruto de este encuentro, en la entidad han recopilado 23 propuestas concretas para situar al ser humano el centro de la automatización global. De ellas se desprende que el cambio al que asistimos debe resignificarse éticamente y alinearse con los valores de la democracia, lo cual debe ser una prioridad en la agenda legislativa de políticas públicas, tanto a nivel nacional como europeo, con el objeto de corregir la descompensación entre el poder tecnológico y el democrático.

En este sentido, Jorge Moruno, diputado de la Asamblea de Madrid, alertaba en la jornada del poder extraordinario que acumulan las corporaciones tecnológicas globales. «No solo porque incrementan su cuenta de resultados y su capitalización de forma astronómica, sino porque hegemonizan un desarrollo cultural de la tecnología que fija condiciones materiales de dominación que someten a la sociedad a sus dictados». Otra de las conclusiones de ESADE alude a este respecto: «La ciberdemocracia será posible si la revolución digital neutraliza las tendencias de dominación económica y cultural que despliegan las corporaciones tecnológicas al actuar como monopolios que erosionan la libre competencia».

El trabajo en un futuro dominado por la inteligencia artificial y la robótica ocupó un lugar preponderante en el debate: el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, opina que debemos humanizar la tecnología y, con ella, los avances e innovaciones que introduzca su desarrollo. «Solo desde su humanización se preservará mejor la igualdad de oportunidades y se desarrollará un mundo más equilibrado donde se garantice a cada uno de nosotros seguir siendo dueños de nuestra libertad».

Gramendi (CEOE):«Solo desde la humanización se preservará mejor la igualdad de oportunidades y se desarrollará un mundo más equilibrado»

Una humanización que pasa por evitar esa automatización que promueva contrataciones deslocalizadas e inmediatas, que aumentan la flexibilidad y el dinamismo pero a costa de mayores dosis de precariedad en el sistema laboral, tal y como señala ESADE en otra de sus conclusiones. «Urge afrontar reformas que reactiven el papel del Estado, que debe impedir la desprotección e indefensión de los trabajadores». Para ello, desde la institución académica proponen la  aprobación de una carta digital de derechos laborales individuales y colectivos que incluya la negociación colectiva y la sindicación, la no discriminación algorítmica y la facilitación de la transparencia de los códigos y sesgos de los procesos de automatización que organizan la empresa.

De hecho, la educación es el pilar fundamental que debe sostener la humanización en medio del vendaval tecnológico. Por eso, los participantes en el debate reclaman que apueste por habilidades digitales críticas en las que el conocimiento de las humanidades resulte fundamental: «Solo una sociedad educada en la libertad de decidir y en la capacidad de responsabilizarse de las decisiones, podrá establecer relaciones equitativas dentro de un ecosistema digital sometido a la inteligencia artificial».

Las reflexiones y conclusiones que ha alumbrado el Foro de Humanismo Tecnológico (un espacio de debate que sigue vivo en una web que aloja publicaciones y pódcasts ofrecen análisis y contenidos sobre los déficits éticos y democráticos que acompañan la automatización de nuestra sociedad) abarcan innumerables aspectos de nuestra sociedad, pero tienen un mismo fin: alcanzar un futuro más justo, sin que la tecnología se interponga en este cometido. En esta línea, desde ESADE concluyen: «Para garantizar la libertad y salvaguardar la primacía decisoria de los seres humanos, es necesario que la transformación digital de nuestras sociedades democráticas no agrave las brechas que acompañan su desarrollo. Algo que debe plantearse a nivel nacional y europeo, pero que requiere, también, acciones globales».

Fuente de la información e imagen: https://ethic.es

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El virus de la desigualdad viaja en moto: reflexiones a más de seis meses del primer caso

Por: Facundo Di Vincenzo

Historia de un virus que muta

Desde que los europeos se lanzaron al mar, allá por el 1400, comenzó a llegar a las costas del sur del planeta un virus, mezcla de ambición, ansiedad, violencia, traición y, por sobre todas las cosas, explotación de “los otros” no europeos. Hoy en el 2020 y tras un sinfín de mutaciones, el virus parece renacer con más fuerza que antes, con más velocidad, aprovechándose una vez más, de las coyunturas, contextos, circunstancias.

Hay cada vez menos dudas entre los que estamos “en el conurbano del mundo”, que la idea de la globalización con su conectividad “sin fronteras” es un fábula más, de una larga lista de fábulas para nosotros, tales como: la idea de raza, el evolucionismo, la idea fuerza de orden y progreso, el desarrollismo, la revolución tecnológica y de las telecomunicaciones, la idea de vivir en una aldea global, etc…

Entre los historiadores (y también entre los religiosos o creyentes en un más allá) siempre se escucha la frase “el tiempo acomoda todo”. A fines del 2019 comenzó a expandirse el virus Covid 19. En poco más de seis meses la mayoría de los países del mundo estuvieron en cuarentena y nuevas fábulas fueron difundidas en todo el planeta.

“Todos estamos afectados”, “El virus no mira clases sociales”, “el virus ha homogeneizado el mundo” y otras tantas fantasías más. La Civilización Occidental de la OTAN, con los sajones a la cabeza como siempre (EEUU-Gran Bretaña), intentó por todos los medios correr los cadáveres debajo de alfombra. Primero acusaron a China y Rusia, luego minimizando los efectos del virus ridiculizando a la Organización Mundial de la Salud.

Otros estados, más educados, pero no por ello menos cínicos, optaron por salvar la economía del colapso reduciendo la cuarentena al mínimo posible. Plantearon incluso, un debate bobo por lo inhumano: economía vs salud. En realidad, estas fábulas esconden un problema profundo, vinculado a los Estados neoliberales y las transnacionales.

Estos Estados, desde mediados de los años ochenta se fueron desprendiendo de áreas fundamentales de servicios públicos, desguazando instituciones tradicionales, laboratorios, y demás organismos de salud pública, acciones que hoy tienen consecuencias tremendas en para los sectores sociales más pobres de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, España, Italia.

Las revueltas de las minorías en Francia (por Adama Traoré) y Estados Unidos (por el asesinato de George Floyd) son revueltas raciales -claro está-, pero seríamos ingenuos si no las relacionaríamos con la cantidad de muertes que han tenido estos sectores en relación proporcional con las muertes por Covid 19 de los otros sectores “blancos” y con más poder adquisitivo.

De lo virtual a lo real. Vencedores y vencidos

El Papa Francisco en su encíclica Laudato Sí´ del 24 de marzo de 2015 afirma que “La verdadera sabiduría, producto de la reflexión, del dialogo y del encuentro generoso entre las personas, no se consigue con una mera acumulación de datos que termina saturando y obnubilando, en una especie de contaminación mental”.

“Al mismo tiempo, tienden a reemplazarse las relaciones reales con los demás. Con todos los desafíos que implican, por un tipo de comunicación mediada por internet. […] y así suelen generarse un nuevo tipo de emociones artificiales”, añadía.

El filósofo y ensayista italiano Diego Fusaro, en un reciente texto titulado “Capitalismo Viral”, sostiene que: “el capitalismo se basa en una antropología “indisociable” (Kant), basada en el distanciamiento del otro con respecto de cualquier vínculo que no sea el mero nexo del dinero (Carlyle). Podemos afirmar con razón que el coranavirus ha confirmado y reforzado esta tendencia.”

En consecuencia, ¿hay vencedores en esta pandemia? Aparentemente sí, el capital transnacional, en especial, los gigantes del comercio electrónico y las industrias farmacéuticas. Me interesa aquí abordar los efectos de lo que llama Diego Fusaro, “El capitalismo viral”.

El 8 de mayo la empresa Mercado Libre anunció que en el primer trimestre del año tuvo ingresos por 652 millones de dólares, un 37% más que en el mismo período del año anterior. Las multinacionales de internet (el “websoft”) ocupan el primer renglón entre los grandes vencedores. Las ventas en el sector, entre ellas Amazon -que representa más de un tercio-, aumentaron en 17,4% y el beneficio neto en 14,9%.

Mientras, el pago por medios electrónicos (Visa, Mastercard, etc.) creció en un 4,7%. Al mismo tiempo, el volumen de negocios para las multinacionales farmacéuticas (Bayer, Pfizer, Abbott, Merck, Roche, Novartis, entre otras) aumentó un 6,1%, mientras que el beneficio neto creció de un 20,5%.

¿Y los vencidos? En principio, en nuestra región los sectores sociales que pueden aprovechar la bondades del comercio electrónico no son los mayoritarios, por varias razones: los costos del envió son elevados, y son recurrentes las denuncias de los consumidores del conurbano profundo latinoamericano, quienes protestan por la marginación que sufren, ya que muchas veces, los productos no son enviados porque en los GPS marcan sus barrios aparecen como “Zonas peligrosas”,

Y por último, simplemente estos sectores bajo el contexto de la pandemia, apenas alcanzan a cumplir las necesidades básicas para el humano, y no tienen los recursos para gozar de esos servicios o productos.

A pesar de todo esto, lo hermoso, paradójico y extraordinario en esta coyuntura, es que los lugares que se caen del mundo es donde emerge lo más puro que tiene la humanidad, que no es otra cosa que sacrificarse por el otro. En Argentina, Perú, Bolivia y Chile por ejemplo, ha crecido la cantidad de personas en los comedores voluntarios, y los voluntarios han respondido y se han sacrificado.

Ahora bien, también los estados nacionales de representación popular en Latinoamérica y el Caribe están entre los vencidos o al menos, entre los que luchan contra los vencedores. La pandemia ha generado una competencia a nivel mundial por los recursos necesarios. Los países de nuestra región debieron esperar atrás en la cola de países, mientras que las potencias de la OTAN ocuparon los primeros lugares.[11]

Sí, la civilización de la OTAN se volvió a olvidar de la ONU y demás aglutinamientos internacionales, una vez más, y el internacionalismo de izquierda, centro y derecha, se manifiesta como la legitimación -la cara oculta- de la situación semicolonial que atraviesa los Estados Nación de la llamada «periferia».

El caso de Argentina es fluorescente en este escenario. Frente a la ausencia de recursos y la imposibilidad de responder a una “explosión” de contagios, el gobierno llamó a una cuarentena en forma prematura (en relación a otros Estados del continente) y asistió con subsidios extraordinarios a más de ocho millones de personas.

Sin embargo, en estos tiempos de pandemia, los Estados Nación de representación popular están entre los vencidos o al menos, entre los que luchan contra los vencedores, ya que deberán costear ellos solos los resultados de un virus (hoy) inevitable. En resumen: el capital sin Estado, sin fronteras y deshumanizado sigue creciendo. Hoy, mientras todos estamos en nuestras casas, hay un virus que viaja en moto.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/07/15/el-virus-de-la-desigualdad-viaja-en-moto-reflexiones-a-mas-de-seis-meses-del-primer-caso/

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ONU señala necesidad de mayor educación inclusiva para jóvenes

Redacción: Radio Mundial

El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, señaló este lunes la urgencia de que haya una educación inclusiva, accesible y relevante en el mundo, en pro de las nuevas generaciones, a propósito de celebrase el Día Internacional de la Juventud.

«La educación de hoy debe combinar conocimiento, habilidades para la vida y pensamiento crítico, debe incluir información sobre sostenibilidad y cambio climático, debe promover la igualdad de género, los derechos humanos y una cultura de paz», indicó Guterres, a través de su cuenta en Twitter, reseña Prensa Latina.

Advirtió que esto a necesario ante la crisis de aprendizaje que se encuentran en las escuelas. «Actualmente estamos ante una crisis de aprendizaje, la escuela no está equipando a los jóvenes con las habilidades que necesitan para navegar en medio de la revolución tecnológica», enfatizó.

De acuerdo con cifras de la ONU, actualmente hay mil 800 millones de jóvenes de 10 a 24 años en todo el mundo.

«Esta es la población juvenil de mayores proporciones de la historia, pero más de la mitad de los niños y adolescentes de seis a 14 años carecen de habilidades básicas de lectura y matemáticas, a pesar de que la mayoría asisten a la escuela», explicó Guterres.

La ONU declaró el Día Internacional de la Juventud el 12 de agosto de 1999, con el fin de promover el papel de los jóvenes como socios esenciales en los procesos de cambio y crear una oportunidad para generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que estos se enfrentan.

Fuente: http://www.radiomundial.com.ve/article/onu-se%C3%B1ala-necesidad-de-mayor-educaci%C3%B3n-inclusiva-para-j%C3%B3venes

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Libro: La Cuarta Revolución Industrial de Klaus Schwab

Reseña: ¿Qué es la cuarta revolución industrial? ¿Cómo definirá nuestro futuro?Un libro sobre el cambio de paradigma que vive nuestra sociedad actual por el fundador del Foro Davos.Son muchos los desafíos a los que se enfrenta el mundo hoy en día, pero posiblemente uno de los más importantes sea comprender la nueva revolución tecnológica que está acarreando la transformación de la humanidad debido a la convergencia de sistemas digitales, físicos y biológicos.Las nuevas tecnologías están cambiando la manera en la que vivimos, trabajamos y nos relacionamos los unos con los otros y la velocidad, amplitud y profundidad de esta revolución nos están obligando a repensar cómo los países se desarrollan, cómo las organizaciones generan valor e incluso lo que significa ser humanos. En La Cuarta Revolución Industrial, Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, describe las características clave de la nueva revolución tecnológica y resalta las oportunidades y dilemas que ésta plantea.Las nuevas formas de colaboración y gobernabilidad, acompañadas de una narrativa positiva y compartida, pueden moldear la cuarta revolución industrial para beneficio de todos.

Editorial:DEBATE

Idioma:CASTELLANO

ISBN: 9788499926940

Año de edición:2016

Descargar aqui: La cuarta revolucion industrial-Klaus Schwab (1)

Fuente: http://40.70.207.114/documentosV2/La%20cuarta%20revolucion%20industrial-Klaus%20Schwab%20(1).pdf

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Educación universal hasta los 12 años, la receta para acelerar la revolución tecnológica de América Latina

Redacción: ABC

La Organización de Estados Iberoamericanos pone en marcha el Instituto Iberoamericano para la Educación y la Productividad.

Algunos son países ricos en recursos naturales, pero esa riqueza no se traduce en una reducción de la desigualdad. En Honduras, Guatemala o Salvador la distancia económica entre un pobre y un rico se multiplica por 70, frente a las 7 veces de Uruguay. ¿Cómo reducir esta brecha? Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) lo tiene claro. Una de sus recetas es conseguir la universalización de la educación secundaria. «Si logramos cumplir la escolarización, al menos, hasta los doce años será más fácil integrarse en la revolución tecnológica», aseguró ayer en Madrid durante un desayuno celebrado en la sede de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

El encuentro contó también con la participación de Max Trejo, secretario general de la Organización Internacional de Juventud para Iberoamérica y fue presentado por Mariano Jabonero, secretario general de la OEI. El acto sirvió como puesta de largo del nuevo Instituto Iberoamericano para la Educación y la Productividad.

Este nuevo organismo se encargará de analizar la competitividad y productividad de los factores de producción de los países iberoamericanos, así como identificar las mejores prácticas políticas para favorecer el conocimiento y la innovación con el objetivo de estimular el crecimiento económico.

En el punto de mira de este instituto están asignaturas pendientes como la digitalización, la innovación y el desarrollo de la tecnología. Y siempre orientado a mejorar la productividad, la formación de empleo y su impacto sobre el sistema educativo. La educación sería el primer paso para romper un círculo vicioso que genera una desigualdad ineficiente para un país desde un punto de vista económico.

Nuevas habilidades técnicas

Adquirir nuevas habilidades técnicas y la formación continuada de los trabajadores vascularon durante todo el debate como la apuesta para no perder el tren de la revolución tecnológica. Formación y más formación, pero también medios. «¿Cómo vamos a implantar modelos de telemedicina si no tenemos una buena cobertura de internet en muchas zonas de América Latina?. Se nos morirían los pacientes», ironizó Bárcena.

 

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“La ciencia nos hace seres más críticos y mejor informados y, por tanto, más libres”

Por: Salvador López Arnal

Entrevista a Daniel Farías y Juan Carlos Cuevas sobre Las ideas que cambiaron el mundo.

DANIEL FARÍAS (Buenos Aires, 1965) es físico experimental, formado en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Libre de Berlín, donde se doctoró en 1996. Desde 2007 es profesor titular en la Universidad Autónoma de Madrid, donde investiga en diversos temas de Física de la Materia Condensada. Ha publicado más de 100 artículos en las revistas científicas más prestigiosas, incluidas Science Nature.

JUAN CARLOS CUEVAS (Medina del Campo, 1970), cursó sus estudios en Ciencias Físicas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) donde se graduó en 1993 y se doctoró en 1999. Posteriormente, trabajó en el prestigioso Karlsruhe Institute of Technology (Alemania) durante siete años, donde dirigió su propio grupo de investigación. Desde 2007 es profesor titular en la UAM donde continúa su labor investigadora en diversos temas de Física de la Materia Condensada y Nanotecnología, en los que es un referente a nivel mundial. Ha publicado más de 120 artículos en las revistas científicas más prestigiosas, incluidas Science Nature.  

Nos habíamos quedado aquí. Les pido un comentario de texto sobre una frase a veces usada en la cultura popular o en los ámbitos de la filosofía y las ciencias sociales: “Como demostró Einstein, todo es relativo. Por lo tanto, el conocimiento es relativo, la verdad es relativa, la moral también, etc”.  

Es cierto que relatividad a veces se malinterpreta como sinónimo de relativismo y se cita a Einstein para negar la existencia de una verdad objetiva o de valores morales. Esto ya ocurría en los tiempos de Einstein, y llegó a molestarle tanto que sugirió el cambio de nombre de su teoría por el de “teoría de los invariantes”, un nombre poco atractivo que nunca cuajó.

Es completamente falso que la relatividad nos diga que todo es relativo. De hecho, hay muchas cosas absolutas en la teoría de la relatividad. La relatividad nos dice que las leyes de la física son las mismas para todos los observadores, que la velocidad de la luz es la misma para todos o que el concepto de espacio-tiempo también lo es. La relatividad también unificó conceptos como los de masa y energía o como el campo eléctrico y magnético. En definitiva, la relatividad nos habla de un montón de cuestiones absolutas y su verdadero poder reside en la capacidad de unificar conceptos que se creían independientes.

¿Se puede afirmar a día de hoy que la teoría de Einstein ha sido corroborada? ¿Cuáles serían los experimentos más decisivos que han jugado ese papel?  

La teoría de la relatividad es muy amplia y tiene muchas implicaciones, pero podemos afirmar que la mayor parte de sus predicciones han sido comprobadas experimentalmente. Por ejemplo, en el caso de la relatividad especial, esas predicciones son corroboradas a diario en millones de reacciones nucleares y de partículas que tienen lugar en reactores nucleares y aceleradores de partículas de todo el mundo. Con respecto a la relatividad general, la confirmación de las diversas predicciones ha ido llegando con cuenta gotas a lo largo de los últimos 100 años. Entre los experimentos más emblemáticos destacan: la medición de la desviación de la luz por acción de la gravedad (1919), la observación de la expansión del universo por Edwin Hubble (1929), la detección del corrimiento al rojo gravitacional (1960), la confirmación de la acción de la gravedad en la medición del tiempo (1971) o la existencia de ondas gravitacionales (2015).

Les pido casi un imposible: ¿pueden resumir en diez líneas, no más, lo esencial de la mecánica cuántica?  

La principal característica del mundo cuántico es la existencia de valores discretos para las propiedades físicas. Por ejemplo, si pensamos en el modelo planetario del átomo, los niveles de energía para un electrón son discretos, no continuos. Además, la cuántica es una teoría no-determinista, es decir, afirma que el estado actual de un sistema ya no determina el resultado de un evento; solo la probabilidad de que ocurra. Respecto a la nueva visión que nos da de la realidad externa, se puede resumir en estos dos puntos: 1. Las partículas cuánticas poseen propiedades indefinidas o borrosas mientras no se realiza una medición, es decir, adoptan propiedades bien definidas solo cuando son medidas. 2. En el mundo cuántico existe la acción a distancia instantánea, lo que se conoce como “no-localidad”. Esto es consecuencia del entrelazamiento, una propiedad cuántica que no tiene analogía en física clásica.  

Que no sea determinista, ¿implica que debemos abandonar el concepto de causalidad en este ámbito teórico?  

No, no realmente. Causalidad en el contexto de la física significa que los efectos no pueden preceder a las causas. Esto quiere decir, por ejemplo, que una madre no puede nacer antes que su hijo o un lector no puede leer esta entrevista antes de que usted la escriba. La mecánica cuántica sigue respetando la causalidad y, de hecho, toda teoría física seria ha de respetarla.  

¿Por qué es tan difícil comprender la mecánica cuántica? ¿Por qué son tantas sus interpretaciones?  

La principal dificultad se debe a que la cuántica describe el estado de un sistema mediante un objeto matemático conocido como “función de onda”, que contiene toda la información acerca de dicho sistema. Esto representa un cambio conceptual enorme: mientras que la física clásica describe un sistema especificando directamente las posiciones y velocidades de sus componentes, la cuántica los reemplaza por un objeto matemático complejo, proporcionando una descripción indirecta del sistema. Ahora bien, la función de onda no se puede medir en un experimento. Desde un punto de vista formal, esto supone una gran diferencia entre la física clásica y la mecánica cuántica, y es en gran medida una de las principales causas del carácter no intuitivo de esta última.

En cuanto a las interpretaciones, su origen está en el llamado “problema de la medición”. El formalismo cuántico nos dice que un sistema se encuentra en una superposición de estados (los resultados posibles de un experimento) hasta que se realiza el proceso de medición, mediante el cual el sistema adoptará uno de los estados posibles. Al medir, en cierta forma se “obliga” al sistema a definir instantáneamente su estado. Cómo ocurre esto es el principal problema conceptual de la mecánica cuántica. Este problema se ve claramente en la paradoja del gato de Schrödinger. La cuántica divide al mundo entre objetos microscópicos (con propiedades indefinidas) y macroscópicos (con propiedades bien definidas), aunque no aclara en qué punto se encuentra la división.

En un determinado momento citan ustedes a Borges, ¿qué tiene que ver el poeta argentino con la teoría de Heisenberg y Schrödinger?  

En la llamada “interpretación de los muchos mundos” de la cuántica, propuesta por Everett en 1957, se postula la existencia de varios mundos paralelos para librarse del problema de la medición. En cada uno de estos universos paralelos, habría diferentes “yo”, cada uno de los cuales será consciente de un solo resultado. Avisamos de paso que la mayoría de físicos no se toma en serio esta interpretación, que entre otras cosas no es falsable (en el sentido de Popper), o sea, no es científica. La idea de una continua bifurcación en el tiempo de la realidad es el tema central de un célebre cuento de Borges, “El jardín de senderos que se bifurcan”, publicado muchos años antes de que Everett formulara su interpretación. ¡Parece que algunos físicos no leen a Borges!

 Niels Bohr

Me voy un poco de tema. ¿Colaboró Heisenberg con los nazis en su opinión? ¿Por convencimiento? ¿No le quedó otra?  

El papel de Heisenberg en el proyecto nuclear alemán sigue siendo tema de debate entre los especialistas. Lo cierto es que permaneció durante la segunda guerra mundial en Alemania, donde estuvo a cargo de dicho proyecto, algo que es muy poco conocido incluso entre los físicos profesionales. Es difícil entender los motivos que pudieron llevar a Heisenberg a trabajar en este proyecto. Si bien nunca fue miembro del partido nazi, Heisenberg trabajó durante años a las órdenes del Tercer Reich sin oponerse nunca a nada. Creemos que Heisenberg representa un muy buen ejemplo de cómo no hay que comportarse en circunstancias similares. En este sentido, quizás su caso pueda servir para replantear la manera en que formamos a nuestros estudiantes de física.

¿Se les forma mal? ¿Cómo debería formárseles en ese caso?  

Los estudiantes de ciencias no reciben ningún tipo de formación ética en la universidad y cada vez menos en la educación secundaria. Esto es un grave error ya que, como hemos dicho antes, la ciencia encierra un gran poder, también para hacer el mal. El caso Heisenberg, por ejemplo, no se menciona en ningún libro de texto de mecánica cuántica; aunque sus motivos pueden ser tema de debate, hay hechos concretos que están fuera de toda duda. Ya hemos mencionado alguno de los retos futuros a los que se van a tener que enfrentar las nuevas generaciones de científicos. Por esta razón, debemos anticiparnos y asegurarnos de que tienen la formación necesaria para abordar esos retos y tomar las decisiones correctas ante tales desafíos. En definitiva, la ética debe ser una parte integral de la formación de cualquier ciudadano, y los científicos no pueden ni deben ser una excepción.

 

¿Pueden enunciar, de manera asequible, el principio de incertidumbre? ¿Da pie al subjetivismo filosófico?  

El principio de incertidumbre establece el hecho de que es imposible medir con total precisión y de forma simultánea algunas propiedades de un objeto como su posición y su velocidad. En otras palabras, nos dice que no importa la precisión de nuestros instrumentos, hay cosas que no se pueden medir de forma exacta. Esto implica que la naturaleza es un tanto difusa y no podemos acceder a toda la información que nos gustaría. Sin embargo, es importante recalcar que los límites que establece este principio no son muy restrictivos y sólo son importantes en el mundo microscópico. Además, nada impide medir propiedades individuales con toda la precisión del mundo. Así pues, en nuestra opinión, el principio de incertidumbre no da pie en absoluto al subjetivismo filosófico.

Quizá el aspecto de la mecánica cuántica que esté más relacionado con el subjetivismo es el acto de medición. Según la interpretación más extendida de la cuántica, la realidad sólo se crea cuando se realiza una medición, lo cual parece conferir al observador un papel fundamental que podría asociarse con el subjetivismo. Sin embargo, la cuántica no dice en ningún momento que el resultado de una medida dependa de alguna cualidad o propiedad del observador. De hecho, conviene recordar que hoy en día las mediciones en nuestros experimentos son realizadas típicamente de forma automatizada sin la intervención de un ser humano, lo cual excluye cualquier interpretación subjetiva. La realidad sigue siendo tan “real” como antes, solo que ahora sabemos que sus propiedades (la velocidad de un electrón, por ejemplo) no están bien definidas hasta que no se las mide.

¿Demuestra o fundamenta ese principio la noción o aspiración de libertad humana?  

Bueno, para ser precisos no es tanto el principio de incertidumbre, sino el hecho de que sólo seamos capaces de predecir probabilidades lo que está más relacionado con la noción de libertad y libre albedrío.

De acuerdo, de acuerdo, gracias por la corrección.  

Es obvio que en el mundo determinista de la física anterior a la mecánica cuántica, el libre albedrío no tenía cabida, todo “estaba escrito”. En ese sentido, mucha gente ha querido ver en la mecánica cuántica y su aleatoriedad intrínseca una posibilidad para rescatar el libre albedrío. Pero que algo sea aleatorio no implica necesariamente libertad. Lo cierto es que se sabe muy poco, por no decir nada, sobre cómo podría estar conectada la aleatoriedad cuántica con la conciencia y luego, con la libertad. Este es sin duda un tema fascinante en el que esperamos que se pueda avanzar en este siglo.

¿De qué hablarían Heisenberg y Bohr en su encuentro en Copenhague?  

Este encuentro es el tema central de la obra de teatro “Copenhague”, de Michael Frayn, publicada en 1998, donde el autor dramatiza el encuentro y plantea una hipotética discusión entre ambos. Pero hay que decir que, en realidad, no se sabe demasiado de qué hablaron, solo que Bohr salió muy impresionado del encuentro. Parece obvio que hablaron de la posibilidad de fabricar una bomba atómica, y fue probablemente este episodio el que hizo decidirse a Bohr a colaborar con el proyecto nuclear aliado.

En el último capítulo de su libro dedican muchas páginas al láser. ¿Por qué es tan importante?  

Por sus innumerables aplicaciones, que van desde la medicina (cirugía, corrección de miopía) y la industria (cortar o soldar materiales) a las comunicaciones, donde el láser es esencial para enviar información usando fibras ópticas. Estas aplicaciones son el resultado de décadas de investigación, con once premios Nobel concedidos por trabajos en los que el láser desempeña un papel esencial. Por dar algunos ejemplos, la espectroscopía láser ha permitido medir periodos de tiempo con mayor precisión que la de los relojes atómicos, algo equivalente a un segundo en la edad del universo. Otro resultado notable es el desarrollo del microscopio STED, que permitió superar el llamado “límite de difracción” de los microscopios ópticos, algo que se suponía imposible hasta hace muy poco. Hoy en día, el 80% de los estudios en células vivas que se realizan en el mundo emplean un microscopio STED.

De las interpretaciones de la mecánica cuántica, ¿cuál les convence más a ustedes?  

Como casi todos los físicos que emplean la cuántica a diario en el laboratorio, la llamada interpretación de Copenhague es la que adoptamos de forma natural. Esta es la interpretación más pragmática de la cuántica, debida sobre todo a Bohr, la gran autoridad sobre el tema desde el nacimiento de esta teoría. Como le gusta decir a Bunge, “los físicos de la época hablaban del espíritu de Copenhague como los cristianos del Espíritu Santo.”  

¿Pueden hacer un resumen de esa interpretación?  

La cuántica predice probabilidades, lo que implica que el mismo experimento puede dar resultados diferentes cada vez (si lo repito muchas veces, las probabilidades medidas son las que predice la cuántica). Si uno pregunta, como hacía Einstein, ¿qué hace que el mismo experimento dé diferente cada vez? La interpretación de Copenhague responde: no puede saberse. Esta interpretación asume que toda la información de un sistema está contenida en su función de onda, no podemos decir nada más. Al medir, se obliga al sistema a adoptar uno de los posibles valores, sin más explicaciones. Como consecuencia, el determinismo tal y como se entendía clásicamente ya no puede considerarse una propiedad del mundo microscópico, ya que los eventos individuales son objetivamente aleatoriosSu pragmatismo queda claro en algunas afirmaciones célebres de defensores de esta interpretación, como Heisenberg (“La transición de lo posible a lo real ocurre en el acto de observación”) o Jordan (“La medición no solo perturba lo que se mide, lo produce”).

Charles Townes, inventor del láser

La pregunta es casi innecesario después de lo dicho pero debo hacerla. ¿Por qué están tan interesados los filósofos de la ciencia por la mecánica cuántica, acaso más que por cualquier otra teoría? Pienso en Bunge o en Popper por ejemplo.  

La cuántica es la primera teoría donde, además de las ecuaciones, aparece el concepto de interpretación. Esto la hace muy atractiva para los filósofos. Einstein y Bohr pusieron de moda los “experimentos pensados”, que son esencialmente preguntas filosóficas sobre la realidad. Por ejemplo, la cuántica nos dice que las propiedades de los objetos están “objetivamente indefinidas” (son borrosas) hasta que se las mide, momento en que toman un valor definido. Einstein opinaba que esto no podía ser, que las propiedades están siempre bien definidas, incluso antes de medir. Esto es un debate puramente filosófico que, sorprendentemente, pudo dirimirse con un experimento, realizado por Alain Aspect en París en 1982. Hoy sabemos que Einstein estaba equivocado, y que las propiedades a nivel microscópico son “borrosas” hasta que se las mide.

¿Llegó Einstein a aceptar los resultados de la mecánica cuántica?  

Einstein aceptó los éxitos de la mecánica cuántica, cuya capacidad para predecir los resultados experimentales es indiscutible, pero siempre se negó a creer que era una teoría completa. Murió convencido de que algún día la cuántica sería reemplazada por otra teoría que se adaptara mejor a su visión de la naturaleza. Había varias cosas que le desagradaban de la mecánica cuántica. Una de ellas era la interpretación probabilística, es decir, el hecho de que sólo podemos predecir la probabilidad de que algo ocurra. A Einstein le costaba aceptar este abandono del determinismo como resumió en su célebre frase: “Dios no juega a los dados”. Pero quizá lo que mayor rechazo le producía a Einstein es la nueva concepción de la realidad que surge de la cuántica.

¿Y por qué ese rechazo a la nueva concepción cuántica de la realidad? ¿No son ustedes einsteinianos en este punto?  

Einstein era un firme defensor de la existencia de una realidad objetiva, con propiedades bien definidas, independiente del acto de medición, algo que niega la interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica. Esa era la principal razón de su rechazo. Nosotros somos pragmáticos y no podemos obviar todas las evidencias experimentales que apuntan claramente a que la visión correcta es la de la mecánica cuántica y no la de Einstein. La visión einsteiniana es seguramente más hermosa y más fácil de reconciliar con nuestra experiencia cotidiana, pero resulta que a la Naturaleza no le importan nada nuestros prejuicios o preferencias.

¿Qué se quiere decir cuando se afirma que no existe aún una relatividad cuántica? ¿Por qué es tan importante que la haya?  

La relatividad general es capaz de describir la mayor parte de los fenómenos que involucran la gravedad, mientras que la cuántica describe correctamente la mayor parte de los efectos relacionados con las otras tres fuerzas fundamentales en la naturaleza (electromagnética y nuclear fuerte y débil). Sin embargo, hay fenómenos donde las cuatro fuerzas pueden jugar un papel importante y es entonces cuando se requeriría una teoría que unificara la relatividad y la cuántica. A pesar de intentos prometedores como los de la llamada gravedad cuántica o de la teoría de cuerdas, aún nadie ha sido capaz de desarrollar esa teoría del todo que describiría cualquier fenómeno físico. Dicha teoría sería importante para comprender fenómenos extremos como el Big Bang, el acto de creación del universo, o el interior de los agujeros negros. Estas son situaciones un tanto exóticas, pero de gran interés fundamental porque en ellas las leyes físicas actuales dejan de ser válidas.

¿Cuál es la relación entre ciencia y verdad desde su punto de vista de científicos e investigadores?  

La ciencia asume que existe una verdad objetiva y que puede conocerse. Contrariamente a lo que proponen los posmodernistas, los hechos existen, y afortunadamente la verdad objetiva es accesible mediante observación de la realidad (experimentos). En una época como ésta, donde somos bombardeados a diario con “fake news” y mucha gente no sabe distinguir un argumento de un hecho o una opinión, conviene destacar una vez más este punto tan elemental que ciertos irracionalistas modernos nos quieren hacer olvidar: ¡los hechos existen!

¿Quieren añadir algo más?  

Nos gustaría animar a la gente a leer más divulgación científica y, en general, a acercarse al mundo de la ciencia. La ciencia es obviamente una parte esencial de nuestra cultura y no se puede aspirar a comprender el mundo en el que vivimos sin conocer la visión que nos da la ciencia moderna. Además, creemos sinceramente que la ciencia nos hace seres más críticos y mejor informados y, por tanto, más libres. Por último, esperamos que libros como el nuestro ayuden a la gente a entender mejor la conexión íntima que existe entre la ciencia básica y el mundo también fascinante de las aplicaciones tecnológicas, por no mencionar las obvias implicaciones económicas. Como dice Hiroshi Amano (Nobel de Física en 2014 por la invención del LED azul): “hacemos física para mejorar la vida de la gente.”

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=255619&titular=%93la-ciencia-nos-hace-seres-m%E1s-cr%EDticos-y-mejor-informados-y-por-tanto-m%E1s-libres%94-

 

 

 

 

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