Jurjo Torres: “Los docentes viven sometidos a una política de sospecha y prejuicios constante”

Redacción: Blog.tiching

Si tuviera que definir el estado de salud de la educación pública, ¿Qué diagnóstico daría?
A nivel del estado la educación pública está siendo sometida a un ataque constante por parte de los intereses económicos privados. Y en ello colaboran los medios de comunicación que están sujetos a los mismos intereses.
Dicho esto, deberíamos fijarnos en dos cosas. Des del punto de vista profesional, debemos reconocer que nunca habíamos tenido un profesorado tan bien preparado, tan interesado en mejorar. Tienen la mejor formación que se ha dado nunca a los docentes, participan de formaciones continuas, se meten en proyectos, etc. Pero es un profesorado al que cada día se le ponen las condiciones más difíciles.

¿A qué se refiere?
Atendiendo a la reflexión que hacía al principio, hay una política de desmonte de la educación pública que hace que los docentes tengan que trabajar en condiciones más difíciles: se les recorta los recursos económicos, se les dan más horas, más asignaturas, los recursos didácticos son escasos, y la formación gratuita que se les ofrece es muy limitada. Viven sometidos a una política de sospecha y prejuicios constante: que no están bien formados, que son vagos, que solo piensan en las vacaciones, etc.

¿Y cuál es la realidad de estos docentes?
Deberían sentirse muy orgullosos del trabajo que realizan, y más teniendo en cuenta las condiciones laborales en las que trabajan y sobre todo las condiciones socioeconómicas de los alumnos de la mayoría de centros. Si nos fijamos en estos entorno y analizamos la cantidad de trabajo que hacen los docentes al respecto es motivo de orgullo.

Lidian a diario contra el fracaso escolar de sus alumnos. 
Este es otro tema. Mediáticamente hay una construcción del fracaso escolar que responde a la política neoliberal que está intentando privatizar la educación. Este fracaso es artificial, intentan hacer ver que la existencia de centros gueto y el alumnado “fracasado” es culpa del propio alumnado que no se esfuerza y del profesorado que permite esa situación. Esto es muy peligroso, son estrategias para atacar a la pública. Lo vemos también ahora con el fenómeno del pin parental, que ciñe la sospecha sobre los docentes de la pública acusándolos de adoctrinar niños, que lo introducen en prácticas aberrantes.

¿Por qué crees que esto sucede? ¿Por qué la sociedad permite este acoso a la educación pública?
Por el mismo motivo que se intenta desmontar la sanidad pública. Es un tema de intereses económicos y de manipulación de la sociedad: nos insisten en que el mejor servicio tanto educativo como sanitario se da en las instituciones privadas y para ello tienen que atacar constantemente las instituciones públicas. La mejor campaña para esto es a través de los medios de comunicación de consumo masivo. Y lo consiguen…

¿Cómo?
Cuando hablamos de políticas de privatización neoliberales, estamos hablando con palabras cargadas de significado. Cuando has logrado desmontar aquello público, ofreces una educación que está al servicio de estos poderes y sus intereses.

¿Cómo podemos conocer la realidad del sistema entonces?
Lo tenemos complicado. Cuando tu entras en un centro, ves la realidad de aquel centro, pero no ves la realidad del sistema. La única forma que tenemos ahora de evaluar centros es el informe PISA que lo que evalúa son competencias, pero es que las competencias no solo se desarrollan en el ámbito escolar, sino también en el familiar, y aquí volvemos a topar con las dificultades según la clase social a la que pertenece el alumnado. Si hay una competencia de comunicación o de espíritu crítico, si tu familia es mínimamente culta, ese niño o esa niña desarrollará un tipo de aptitudes.

De todas formas PISA solo evalúa algunas competencias.
Exactamente: la comprensión lectora, las competencias matemáticas, las competencias científicas y la educación financiera. ¿Y el resto? ¿Donde quedan los conocimientos de formación artística, literarios, humanistas, sociales? ¿Quién evalúa esto? De todas formas, todos los informes que se sacan sobre educación, por ejemplo los de la OCDE, no contextualizan los datos por lo general. Si no tienes capacidad de ubicarlos, los titulares de la prensa son escabrosos y es con lo que se queda la sociedad. Ahora está todo el mundo obsesionado con el STEAM y la brecha de género a cuenta de este tipo de informes.

¿Qué opina al respecto?
Pues que es cierto que hay pocas mujeres en este ámbito, pero no es menos cierto que hay pocos hombres en otros ámbitos que están muy feminizados. ¿Por qué nadie se preocupa de atraer hombres a otro tipo de trabajos como la docencia o los cuidados? Hay un déficit de hombres en otro tipo de carreras y a nadie le preocupa. ¿No sería más lógico hacer una política reequilibradora? En realidad de lo que buscan en mano de obra para desarrollar determinados tipo de negocios. Yo no digo que las disciplinas de STEAM no sean importantes, pero las únicas disciplinas que te hacen conectar con personas concretas son las ciencias sociales, el mundo de las artes y el de las humanidades. En todo lo demás entras en contacto con artefactos, con instrumentos, y tu pensamiento está puesto en los negocios. Nadie enseña a los alumnos a poner su conocimiento al servicio de las necesidades de las comunidades y de la sociedad.

¿No se educa en ciudadanía entonces?
Se está educando a empresarios y empresarias, trabajadores y trabajadoras y clientes, nada más. Nadie enseña a sus alumnos a ser interdependientes, que tenemos problemas comunes, que luchamos por metas comunes, aprendemos a trabajar juntos, a colaborar.. todo esto está siendo obviado.

¿Y qué hace la administración sobre esto?
No hay discursos públicos sobre esto. Las administraciones no están luchando contra esto. De hecho, determinados intereses políticos utilizaron muy bien el lenguaje poniendo el acento en que las familias pudieran “elegir” lo que querían. Si hay cosas públicas lo elegiremos entre todos. Ese mantra de la elección está ahí, pero para poder elegir tendríamos que asegurarnos que todas las personas que eligen pueden elegir, que tienen las mismas condiciones para poder elegir. Una cosa es elegir sobre la base de la información veraz y contrastada y otra es elegir sobre la base de la publicidad. Por eso en este país no hay debate sobre educación entre la ciudadanía.

¿Es un debate que solo debe ocupar a las familias?
Margaret Thatcher cuando alguien le hablaba de la sociedad decía:  solo hay individuos y familias. Hay que romper con este pensamiento. Los niños y las niñas son responsabilidad de las familias pero no son de su propiedad: son ciudadanos y ciudadanas. Y como tales, es ocupación y preocupación de todos lo que pase con ellos. El debate sobre la educación es un debate social independientemente de que tengas hijos o no.

Insisto, ¿Y por qué la sociedad permite que esto suceda?
Lo permitimos porque no nos damos cuenta. Este discurso sobre lo que es lo público se construye mediáticamente. Los medios públicos son limitados y además están sujetos al gobierno de turno. Los medios privados, pese a que pierden dinero, ganan mucho espacio social en la construcción de imaginario y de convicción de ideas, y eso es lo que les interesa, en definitiva: ser influyentes al precio que sea.

Fuente: http://blog.tiching.com/jurjo-torres/?utm_content=CMPJurjoTorres&utm_medium=referral&utm_campaign=cm&utm_source=twitter

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‘Soy daño colateral de la profesión docente’: un ex profesor comparte su historia desgarradora

Por anónimo

En el segundo día del nuevo año escolar, rompí. Otra vez. Ha ocurrido antes, hace unos cinco años. En ese entonces, me desperté una mañana y no podía levantarme de la cama. Mi cuerpo se negó. Ignoró las peticiones de mi cabeza para levantarme y vestirme.

Esta vez fue diferente, esta vez estaba en el trabajo. De repente no pude ir a una reunión. Una abrumadora sensación de temor se estrelló sobre mí y me sentí atrapado y no podía respirar. Lloré. Adecuado incontrolable, con el pecho agitado sollozando. No lloro a menudo, incluso después de escuchar historias de abuso tras abuso que he hecho durante muchos años.

Solía ​​ser duro y sólido.

De repente, estaba sentado en la sala de reuniones y mi jefe tuvo la misma conversación que tuve con muchos empleados: que debería ir a ver a un médico y tomarme un descanso. Que si me sentía así, entonces algo estaba seriamente mal; Que la vida y mi bienestar eran más importantes. Trabajar en una escuela de SEMH (salud social, emocional y mental) puede ser difícil a veces.

Hace muchos años, vi a un maestro ser sacado de la clase por la cabeza después de que él se hubiera roto frente al grupo. Estaba sollozando y temblando, igual que yo. Fue horrible. Por suerte me ahorré eso. Me puse de pie en el patio de recreo, en el frío, y lloré.

Hablé con algunos de los niños que habían llevado al profesor a una crisis nerviosa algún tiempo después. Se odiaron a sí mismos por lo que habían hecho, pero dijeron que no podían detenerse. Sabían que él estaba a punto de romperse y siguieron atacándolo hasta que lo hizo. Dijeron que querían que él los detuviera, pero él no pudo. Todo el asunto simplemente se deshizo lentamente frente a ellos, como un accidente de coche en cámara lenta. Ese recuerdo siempre ha estado pegado firmemente en mi cabeza. Los niños pueden ser brutales y pueden concentrarse en cualquier debilidad si se les permite.

Al final, no fueron los niños los que me rompieron. Tenía más que ver con la política que con cualquier cosa, y con las crecientes presiones por la falta de fondos, causadas por el gasto indebido del presupuesto para necesidades especiales.

La última vez que volví. No creo que haya vuelta esta vez. Mi tiempo en la educación está hecho. La idea de tener que lidiar con los problemas infinitos, empeorados por los cambios constantes, las expectativas poco realistas y la falta de financiamiento es demasiado.

Solía ​​ser un reto. Ahora era un trabajo insoportablemente duro. Parecíamos estar luchando contra el mundo solo para lograr la igualdad de condiciones para nuestros hijos, y no debería ser así.

Tomé la decisión de trabajar en educación especial hace unos 17 años. Sabía que sería difícil trabajar con estudiantes de EBD (Dificultades de Comportamiento Emocional) tal como era antes de que se convirtiera en BESD (Dificultades de Comportamiento, Emocionales y Sociales) o SEMH como lo es ahora, pero no pensé que terminaría así.

Durante las vacaciones, había habido una inquietante ansiedad todo el tiempo. Había sido muy difícil el año anterior y sabía que este año sería aún más difícil, comenzando con una gestión del cambio y otras restricciones presupuestarias. Cada correo electrónico relacionado con el trabajo causó ansiedad y un estrechamiento de mi pecho. La idea de hacer otro año se volvió insoportable.

Teníamos poco personal y exceso de trabajo, lo que nos llevó a errores, retrasos y frustraciones. Solo puedes apretar mucho antes de que las cosas empiecen a desmoronarse. Entiendo la necesidad de la responsabilidad, pero tiene que ser realista. Todos querían su libra de carne, incluso cuando estábamos desnudos hasta el hueso. No puede seguir subiendo el listón mientras reduce todos los sistemas de soporte y las agencias. Algo tiene que dar. En este caso, fui yo. Daños colaterales.

Estoy teniendo asesoramiento ahora. Como relato incidente tras incidente: los asaltos; las revelaciones; los incidentes interminables y horribles de salvaguardia; la agresión el bastón roto las muertes; Creo que no es de extrañar que me haya roto. Mi consejero dice que he experimentado numerosos traumas en mi trabajo; que el entumecimiento paralizante que tengo en la parte posterior de la cabeza, que me impide poder pensar con claridad cuando pienso en el trabajo, es común en las experiencias postraumáticas. He sido traumatizado por la enseñanza.

No sé qué voy a hacer ahora. He enseñado durante 20 años y he sido líder sénior durante siete años. De repente, se acabó. Solo espero que algo aparezca. Me siento enojado, frustrado, triste, inútil y patético. Siento que he decepcionado a mis colegas y los niños.

Lo peor es que sé que mi ausencia está ejerciendo más presión sobre nuestro personal ya estirado, pero no pude continuar. Otros días me siento adormecida. Roto. Vacío. Incluso en la medicación. He conocido a muchos otros maestros y SLT que han dejado de fumar o que están a punto de hacerlo.

Cuando me fui, un colega líder principal dijo: «Era solo una cuestión de tiempo antes de que uno de nosotros se rompiera». Se habla de bienestar constantemente en los medios de comunicación en este momento, pero a menos que algo drástico cambie pronto, estamos ante un éxodo creciente. y la fuga de cerebros de la educación.

El asesoramiento está ayudando. Realmente no entiendo cómo; Parece que soy yo hablando de cosas. Supongo que ayuda a poner las cosas en perspectiva; deja de embotellar las cosas para que puedas explorarlas y entenderlas a la luz del día y para mí eso ha hecho que mi cabeza se sienta menos abarrotada. Aunque no es ciencia espacial. La solución parece tan simple: alguien con quien hablar que sabe escuchar y que tiene el tiempo y el espacio para hacerlo. Es una pena que no tuviera esto antes. Necesitamos tomar la salud mental mucho más en serio, pero esto cuesta dinero y el dinero, lamentablemente, no está disponible.

Espero poder recuperar el equilibrio y encontrar un trabajo que pague las cuentas sin destruir mi salud mental. Lamentablemente, por mucho que crea en el poder de la educación para mejorar las vidas, no creo que pueda hacerlo más.

El escritor es un  ex profesor en una escuela especial en Inglaterra. 

Fuente: https://www.tes.com/news/i-am-collateral-damage-teaching-profession

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Es necesario evaluar el estrés y agotamiento docente

Por Christian Guijosa

La actividad docente es más demandante de lo que se piensa. Un estudio apoya la teoría de que los profesores trabajan bajo estrés y agotamiento constantes, situación que parece afectar el desempeño de los alumnos.

Investigadores de la Universidad de Missouri, realizaron un estudio para valorar la forma en la que los profesores lidian con la adversidad en su profesión y cómo esto afecta el desempeño de los estudiantes. El 93% de los encuestados señaló que trabaja sometido a altos niveles de estrés. A su vez, los estudiantes de estos profesores reportaron bajo rendimiento en materias como matemáticas y pobre desarrollo de conducta prosocial. ¿Quién es el culpable?

Estrés y agotamiento docente

Los investigadores señalan que la ineficacia y descontento docente es, en cierta medida, resultado de demandas excesivas y recursos insuficientes para satisfacer esas demandas. Situación que genera actitudes negativas tales como frustración ausentismo o deseo de cambiar de trabajo.

Además, los maestros a menudo son los más afectados en la rendición de cuentas. Reciben presión de los administradores, los padres y la sociedad en general para aumentar el éxito de los estudiantes, mientras que en la mayoría de los casos reciben pocos recursos para lograrlo.

Por otro lado, algunos profesores trabajan en ambientes escolares adversos; por ejemplo, si un maestro percibe que no domina el comportamiento antisocial o agresivo de los alumnos, puede afectar su estado emocional impidiéndole aplicar instrucciones efectivas.

Las causas del agotamiento docente son cuantiosas. La realidad es que se debe tomar acción para lograr más éxitos educativos.

Es necesario el apoyo a docentes

Los investigadores proponen evaluar a los maestros según sus niveles de estrés, afrontamiento y agotamiento para identificar a quienes necesitan apoyo. Se debe concientizar a la detección voluntaria o autoevaluativa con el fin de promover la conciencia de la salud mental y la promoción de la salud.

La evaluación puede realizarse mediante folletos con escalas de estrés y afrontamiento, una rúbrica de puntuación simple y un menú de recursos para tomar acción (libros, talleres y contactos de instituciones de atención a la salud).

Aunado a lo anterior, es transcendental invertir recursos para desarrollar la capacidad de adaptación de los docentes. Dotarlos con habilidades de afrontamiento, y mantener a las escuelas con los recursos suficientes para una operación correcta.

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/evaluar-el-estres-y-agotamiento-docente

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La salud mental de los docentes: un agente clave en la educación de las emociones

Colombia / 1 de octubre de 2017 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar

En su libro “Educar las emociones, educar para la vida”, la psiquiatra Amanda Céspedes habla del papel esencial del profesor en la educación emocional de niños y adolescentes.

Amanda Céspedes es médica psiquiatra de la Universidad de Chile. Se especializó en psiquiatría infantil y juvenil. Además realizó un posgrado en neuropsicología y neuropsiquiatría infantil en la Universidad degli Studi en Italia, ha dictado clases de psicología y es miembro directivo de la Fundación Mírame, entidad que busca innovar en el sistema de integración escolar de niños con trastornos del desarrollo. A través de diversos libros como el Déficit Atencional en niños y adolescentes, Niños con pataletas, adolescentes desafiantes y Educar las emociones, educar para la vida, la experta se ha centrado en dar herramientas claves para que educadores, padres (y otras personas que se relacionan de forma permanente con niños), puedan guiar a los niños en su formación emocional, desarrollando así sus potencialidades y talentos.

En su libro Educar las emociones, educar para la vida, la autora dedica un capítulo a hablar del profesor como agente clave en la educación de las emociones.

Amanda parte de la premisa de que evidentemente, los niños pasan muchas horas de su día en la escuela, un espacio donde profesores, compañeros y otros adultos, influencian su vida. Luego de la escuela, los niños salen para intentar conquistar el mundo pero, ¿están realmente preparados para hacerlo desde todos los puntos de vista? Inspirada en la visión de Maria Mon tessori, quien decía que la educación debía hacer énfasis en la formación integral del niño (más allá del intelecto) y en el desarrollo de la personalidad saludable como medio para construir sociedades mejores, Amanda asegura que el maestro tiene que orientar su esfuerzo hacia ese objetivo y debe trabajar desde dos planos en particular: el sólido desarrollo del intelecto y el emocional.

Pero, desde su punto de vista, ¿cuáles son los requisitos para que un profesor pueda llevar a cabo un educación emocional efectiva?

  • Tener un conocimiento intuitivo e informado acerca de la edad infantil y adolescente, particularmente de sus características psicológicas.
  • Conocer la importancia y las características de los ambientes emocionalmente seguros en el desarrollo de la afectividad infantil.
  • Poseer un razonable equilibrio psicológicos y ausencia de psicopatología.
  • Conocer técnicas efectivas de afrontamiento de conflictos.
  • Emplear estilos efectivos de administración de la autoridad y el poder.
  • Comunicación afectiva y efectiva.
  • Verdadera vocación por la misión del maestro.
  • Un permanente y sincero trabajo de autoconocimiento.
  • Una reflexión crítica constante acerca de los sistemas de creencias y de su misión como educador.

De la mano con esto, Amanda sugiere que el profesor debe ser consciente de un proceso de crecimiento que surge paralelo al de sus estudiantes y debe ser consciente de su papel protagónico en la gestión de un clima en el aula que puede ser favorable o desfavorable para el aprendizaje propio y el de sus alumnos. En ese sentido, el impacto de la salud mental del profesor sobre su calidad como educador de las emociones y su capacidad para crear climas en el aula de crecimiento emocional y cognitivo es también un aspecto fundamental.

La salud mental de los profesores

La salud mental laboral es un concepto de la salud preventiva que alude a un estado de bienestar integral del trabajador. Lamentablemente, ese bienestar en los profesores, a menudo se deteriora y resulta preocupante, dice Amanda, que aquellos docentes que sufren de ansiedad o estrés por múltiples razones, deban enfrentarse a la educación emocional. ¿Por qué? Porque el cerebro de los niño leen las emociones negativas de una persona que sufre de estrés crónico y hace una comprensión implícita de éstas. En otras palabras, las emociones son contagiosas y un profesor que sufre del llamado síndrome burn out (desgaste), puede llegar a perder la sensibilidad para atender las emociones de sus alumnos. Por lo mismo, proteger la salud mental de los profesores debería ser una tarea urgente e ineludible; hacerlo no sólo es proteger sus emociones, sino también las de los estudiantes.

Esta tarea, dice la experta, debe abordarse de forma integral. ¿Cómo? No ofreciendo medidas temporales (como una licencia médica), sino más bien otorgando herramientas que perduren en el tiempo, como medidas multidisciplinarias centradas en el trabajo individual, técnicas grupales de efectividad en el tratamiento de conflictos y estrategias organizacionales dentro de las escuelas. Esto, acompañado de un mejoramiento sustancial de las condiciones laborales, especialmente lo relativo al clima laboral, las remuneraciones, la extensión de jornadas laborales, entre otras.

“El profesor que busca efectividad real debe empezar por creer en sí mismo para poder creer desde el corazón que, como maestro, tiene un papel de trascendencia en el destino de sus alumnos”.

Fuentes: Educar las emociones, educar para la vida, Amanda Céspedes. Vergara Grupo Z, 2008
Fuente del Artículo:
http://www.eligeeducar.cl/la-salud-mental-los-docentes-agente-clave-la-educacion-las-emociones
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