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Save the Children pide que el plan de refuerzo educativo no deje atrás al alumnado pobre

Save the Children ha pedido hoy miércoles al Gobierno que no olvide al alumnado en situación de pobreza en el nuevo plan de refuerzo escolar, que busca reducir el número de alumnos por aula, clases en horario extraescolar y formación del profesorado.

«La propuesta es una medida de choque tras los malos resultados del alumnado español en el último informe PISA, en el que se mostró un retroceso notable a pesar de situarse por primera vez en la media de la OCDE en matemáticas, comprensión lectora y ciencias», explica la ONG con motivo hoy del Día Internacional de la Educación.

La organización cree que faltan por aclarar muchos puntos del plan, por ejemplo si llega para sustituir al PROA+ y a las Unidades de Acompañamiento y Orientación o bien convivirán todos juntos.

En 2021, Educación puso en marcha PROA+ y las Unidades de Acompañamiento para luchar contra el abandono escolar.

Para la ONG es importante garantizar que los programas de refuerzo escolar que se apliquen se dirijan al alumnado socioeconómicamente más vulnerable.

Según Alfonso Echazarra, especialista en educación de Save the Children, “son ellos y ellas los que tienen más dificultades para acceder a programas de refuerzo educativo y los que reciben menos apoyo académico de sus progenitores”.

Así lo demuestra el estudio de Save the Children publicado en diciembre tras encuestar a 1.170 de las familias participantes en sus programas, que refleja que algo más de la mitad de los padres –el 53%– y las madres –55%– tienen estudios secundarios, y que uno de cada tres cuenta con estudios primarios como máximo.

Eso es cinco veces menor que el nivel de la población general: solo el 7,3% de la población activa tiene un nivel de estudios bajo.

Según Echazarra, “las familias con pocos recursos, por lo general, no suelen ofrecer un apoyo académico de calidad a sus hijos e hijas, ya sea por falta de tiempo y de competencias de los progenitores o falta de recursos para contratar a profesores particulares. Se ha demostrado repetidamente que las actividades extraescolares, incluidas las de refuerzo, tienen un impacto positivo», pero muchas familias no pueden acceder a ellas.

Con motivo del Día de la Educación, la Fundación Madrina afirma que para salir de la “pobreza educativa” un país debe invertir más del 7% del PIB y España no llega al 5%, lo que la sitúa por debajo de la media mundial y de la Unión Europea.

«Los últimos datos del informe PISA 2023 avalan este hecho, indicando que España necesita mejorar claramente la calidad de su educación para que sus estudiantes alcancen los niveles de rendimiento de los países más desarrollados».

Según su análisis, España debe invertir el doble de lo que lo hace actualmente para salir de la “pobreza educativa”. EFE

msr/mcm

https://www.infobae.com/espana/agencias/2024/01/24/save-the-children-pide-que-el-plan-de-refuerzo-educativo-no-deje-atras-al-alumnado-pobre/

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Organización Mundial de la Salud tiene un mensaje para los padres: La educación sexual empieza al nacer

La OMS quiere que la industria educativa expongan a los niños los conceptos de coito, masturbación y pornografía.Se espera que a los 9 años alcancen un conocimiento «adulto» del sexo.

Por: Malcolm Roberts

La Organización Mundial de la Salud ha orquestado un «marco para responsables políticos, autoridades educativas y sanitarias y especialistas» titulado «Normas para la educación sexual en Europa«.

Su propósito es normalizar (en otras palabras, anular) las diversas prácticas docentes de cada nación soberana de Europa y de la comunidad internacional en general en materia de educación sexual.

Tras obligar a los países europeos a cumplirla, las Naciones Unidas pretenden ampliar un marco similar a todos los Estados miembros de la ONU, incluida Australia. Este marco se denomina Orientaciones Internacionales sobre Educación Sexual, elaborado como parte de la Educación 2030 de las Naciones Unidas y firmado por UNICEF. La OMS está promoviendo activamente este marco. A mediados de abril de 2023, la Comisión de Población y Desarrollo no llegó a un consenso sobre el avance de la estrategia, lo que supuso un respiro… por ahora.

«Nadie está contento con este resultado», declaró un portavoz de Senegal. A continuación, señalaron que las personas proceden de «horizontes y realidades» diferentes y que la comisión debe «respetar todas las culturas». El problema de la política comunista es que exige un enfoque uniforme con idénticos resultados ideológicos, independientemente de la cultura.

¿Y qué tipo de «visión» tiene en mente la OMS para los niños del mundo?

Su marco preferido exige que la educación sexual comience en el nacimiento y sea guiada por el Estado a través de la incesante labor de los educadores, en lugar del modelo actual de desarrollo dirigido por los padres con la ayuda de las escuelas para ponerse al día.

Los países europeos ya han empezado a integrar la agenda de la OMS en sus planes de estudio. Alemania, por ejemplo, utiliza el documento de la OMS «ampliamente» para «el desarrollo y la revisión, el trabajo de promoción y la formación de educadores».

Francamente, los Estándares para la Educación Sexual en Europa son un documento «violador» que parece la mente de un psicópata infantil al que se le ha dado el control de la sanidad pública.

El documento de la ONU deja muy clara su intención de que:

«Este marco pretende capacitar a niños y jóvenes para desarrollar relaciones sociales y sexuales respetuosas. Estas habilidades pueden ayudar a niños y jóvenes a formar relaciones respetuosas y saludables con miembros de la familia, compañeros, amigos y parejas románticas o sexuales».

El Marco también enseña a los niños en qué consiste el consentimiento, lo que significa que asumen que un niño puede consentir en mantener relaciones sexuales.

Empezar la educación sexual al nacer

La OMS expone sus razones para enseñar a los niños de 0 a 6 años los pormenores de la reproducción biológica, es decir, a los niños que aún son lo bastante pequeños para creer en Papá Noel y el Ratoncito Pérez. A los 6 años, la OMS quiere que la industria educativa -y presumiblemente sus profesores- expongan a los niños los conceptos de coito, masturbación y pornografía. A los 9 años, se espera que alcancen un conocimiento «adulto» del sexo que incluya la enseñanza de la masturbación y el visionado de pornografía en línea. A los 12 años -recordando que seguimos hablando de niños pequeños- la OMS desea que el curso oficial de educación europeo explore las respuestas políticas y emocionales al sexo, la pubertad y el género.

Empezar la educación sexual al nacer es un indicio de la mentalidad de estas personas. Los niños de 0 a 4 años deben ser capaces de distinguir entre interacción sexual consentida y no consentida y desarrollar una «actitud positiva» ante los diferentes estilos de vida sexual de los adultos.

Estos estándares, si es que se les puede llamar así, forman parte de una iniciativa lanzada por la Oficina Regional para Europa de la OMS en 2008 y fueron desarrollados por el Centro Federal de Educación para la Salud con la colaboración de 19 «expertos» de países de Europa Occidental.

En sus propias palabras, se creó como parte de una «nueva necesidad» de educación sexual «desencadenada por diversos acontecimientos durante las últimas décadas». Estos incluyen «la globalización y la migración de nuevos grupos de población con diferentes antecedentes culturales y religiosos, la rápida difusión de los nuevos medios de comunicación, en particular Internet y la tecnología de telefonía móvil, la aparición y propagación del VIH/SIDA, la creciente preocupación por el abuso sexual de niños y adolescentes y, no menos importante, el cambio de actitudes hacia la sexualidad y el cambio de comportamiento sexual entre los jóvenes».

Parece como si la mala crianza de los hijos, las prácticas culturales incompatibles y la falta de rigor en la vigilancia del abuso infantil se utilizaran como excusa para acabar con las normas fundamentales de protección de la infancia y con la inocencia de los niños de la que Occidente solía enorgullecerse.

El argumento original para introducir niveles básicos de educación sexual en el sistema escolar se centraba en la seguridad infantil. Estos cursos se concibieron como una puesta al día, sobre todo para las chicas jóvenes que habían alcanzado una edad en la que era posible que se quedaran embarazadas, con el fin de garantizar que comprendían lo esencial en materia de reproducción para protegerse a sí mismas. Se trataba de evitar embarazos adolescentes peligrosos y abusos, no de fomentar el comportamiento sexual de los menores.

Ahora parece que los adultos que buscan la afirmación de sus opciones sexuales están inundando el sistema educativo con contenidos inadecuados para su edad que se están consolidando a través de los edictos de burocracias mundiales no elegidas, como la OMS.

Cambios demográficos

En este caso, el marco educativo señala que se está produciendo un aumento de la propagación de enfermedades sexuales entre los niños y un aumento de los embarazos de adolescentes en toda Europa, pero lo que el informe no explica es que esto se está observando en gran medida entre la demografía inmigrante tras proceder de culturas en las que el abuso y la sexualización de los niños son habituales en comparación con los estándares europeos.

Hay innumerables artículos que detallan la duplicación de los abusos a menores en los últimos años: algunas publicaciones describen Europa como «un centro de material de abusos a menores» y Save the Children informa de que los menores migrantes están siendo «sistemáticamente maltratados por la policía, los traficantes de personas y otros adultos».

Podría decirse que políticas como la de la ex canciller alemana Angela Merkel y su «compromiso con los refugiados» de 2015, que animaba a Europa a abrir las compuertas a la migración masiva (y, por tanto, a la escalada de las redes de tráfico de personas), son en gran medida culpables del peligro al que se enfrentan ahora los niños en Europa.

La solución parecería obvia: centrarse en la integración de las comunidades de inmigrantes en el orden moral establecido de las naciones europeas y castigar severamente a los adultos que lleven a cabo prácticas ilegales importadas de sus países de origen, al tiempo que se aplican sanciones penales extremas a los traficantes de personas y a la policía que les ayuda.

Por encima de todo, cabría imaginar que los padres y el sistema educativo procurarían proteger a los niños del mundo sexual en sus años de formación para garantizar la ruptura del ciclo de degeneración.

No es eso lo que propone la OMS.

Educación sexual positiva

En referencia a la tradicional (y muy exitosa) educación sexual en las escuelas, la OMS dice:

«Tradicionalmente, la educación sexual se ha centrado en los riesgos potenciales de la sexualidad, como los embarazos no deseados y las ETS (enfermedades de transmisión sexual, ndt). Este enfoque negativo a menudo asusta a los niños y jóvenes: además, no responde a su necesidad de información y habilidades y, en demasiados casos, simplemente no tiene relevancia para sus vidas.»

Pues sí, los niños deberían tener miedo al embarazo: podría matarlos. En cuanto a la «necesidad de información y habilidades», los niños no necesitan «habilidades» en la práctica sexual. De hecho, el documento parece lamentar que la mayoría de los niños occidentales tengan su primera relación sexual entre los 16 y los 18 años.

La OMS añade:

«Un enfoque holístico basado en la comprensión de la sexualidad como un área del potencial humano ayuda a niños y jóvenes a desarrollar habilidades esenciales que les permitan autodeterminar su sexualidad y sus relaciones en las distintas etapas de desarrollo. Les ayuda a adquirir mayor autonomía para vivir su sexualidad y sus relaciones de pareja de forma satisfactoria y responsable.»

Recuerde que estamos hablando de niños, no de adolescentes.

Problemas éticos importantes

Hay importantes problemas éticos en este documento que saltan a la vista. Por ejemplo, durante su queja sobre la educación sexual tradicional «apropiada para la edad» en las escuelas, la OMS insiste en que «es más correcto utilizar el término ‘apropiado para el desarrollo’ porque no todos los niños se desarrollan al mismo ritmo».

A continuación, el documento parece abusar del sagrado concepto de derechos humanos fundamentales para afirmar que la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño «establece claramente el derecho a la información y la obligación del Estado de proporcionar a los niños medidas educativas» que incluyen «los derechos sexuales como derechos humanos relacionados con la sexualidad» y que «todas las personas [tienen derecho] a acceder a la educación sexual».

«Todas las personas, sin discriminación, tienen derecho a la educación e información en general y a la educación e información integral en sexualidad necesaria y útil para ejercer plenamente la ciudadanía y la igualdad en el ámbito privado, público y político».

Enumera los derechos humanos como el «principio rector» de la Estrategia de Salud Reproductiva de la OMS en busca de esos elevados y aterradores «objetivos internacionales de desarrollo» que tanto horror han causado en las naciones occidentales en otros aspectos de la sociedad, incluido -pero no limitado a- el intento de encerrar a la gente en ciudades de 15 minutos.

«Es necesario promover la salud sexual como estrategia esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio…».

A esto le sigue la dudosa afirmación de que «el temor a que la educación sexual pueda conducir a una mayor actividad sexual o a una actividad sexual más temprana por parte de los jóvenes no está justificado, como demuestran los resultados de las investigaciones».

Una generación de niños cada vez más sexualizados

Independientemente de esta «investigación», los resultados del mundo real muestran una generación de niños cada vez más sexualizados y movimientos para normalizar la pedofilia entre las comunidades activistas bajo el disfraz de términos como «personas menores de edad atraídas».

Alemania, uno de los primeros países en adoptar el marco, ha registrado un aumento espectacular de la violencia sexualizada contra menores, con 17.704 niños víctimas de violencia sexual en 2022. ¿Una de las principales causas de este abuso? Que los jóvenes compartan imágenes sexuales en las redes sociales, lo que no es de extrañar si se tiene en cuenta que el Estado les estimula sexualmente desde la infancia.

En cuanto a los perpetradores adultos, Alemania podría tener más suerte erradicando el abuso si aumentara sus sentencias. En una ocasión, en 2019, dos hombres de 56 y 33 años fueron encarcelados por solo 13 y 12 años respectivamente por abusar de cientos -posiblemente hasta mil- de niños en un camping durante un período de 20 años, agrediendo a niños de entre 3 y 14 años.

Mientras tanto, la saturación de guarderías y aulas con ideología LGBTQ+ y trans ha provocado un rápido aumento de niños -demasiado pequeños para pensar en relaciones sexuales- que se identifican como parte de estos movimientos o se confunden sobre su género hasta el punto de llegar a sentirse gravemente angustiados. Tanto en Europa como en Estados Unidos, esto ha creado una industria médica lucrativa en la interferencia química y quirúrgica de los cuerpos de los niños, de cuyos resultados los niños nunca se recuperarán.

Los niños son impresionables. Abrir su mundo a contenidos sexuales para adultos es totalmente inapropiado.

«Al hablar del comportamiento sexual de los niños y los jóvenes, es muy importante tener en cuenta que la sexualidad es diferente para los niños y los adultos», afirma la OMS. «Los adultos dan un significado sexual al comportamiento basándose en sus experiencias de adultos y a veces les resulta muy difícil ver las cosas a través de los ojos de los niños. Sin embargo, es esencial adoptar su perspectiva. […] El desarrollo del comportamiento, los sentimientos y las cogniciones sexuales comienza en el útero y continúa a lo largo de toda la vida. Los precursores de la percepción sexual posterior, como la capacidad de disfrutar del contacto físico, están presentes desde el nacimiento».

Lo cual suena terriblemente a que la OMS cree que el hecho de que un bebé disfrute de que su padre le coja de la mano está relacionado con sentimientos sexuales.

«Los niños tienen sentimientos sexuales incluso en la primera infancia. Entre el segundo y el tercer año de vida, descubren las diferencias físicas entre hombres y mujeres.

Durante esta época, los niños empiezan a descubrir su propio cuerpo (masturbación en la primera infancia, autoestimulación) y también pueden intentar examinar el cuerpo de sus amigos (jugar a los médicos) […] a partir de los tres años, comprenden que los adultos son reservados en este tema. Ponen a prueba los límites de los adultos, por ejemplo desnudándose sin avisar o utilizando un lenguaje de contenido sexual».

Matriz de la educación sexual

La conclusión a la que llega este informe no es que la sociedad y sus adultos deban proteger a los niños del complejo y confuso proceso de convertirse en adultos, manteniéndolos a salvo no sólo de sí mismos, sino también de otros adultos que podrían intentar abusar de ellos.

«La educación sexual empieza con el nacimiento», afirma la OMS, y «la educación sexual se basa firmemente en la igualdad de género, la autodeterminación y la aceptación de la diversidad».

La puesta en práctica de este espectáculo de terror llega a través de la Matriz de Educación Sexual e incluye preguntas como: «¿Por qué la educación sexual debe comenzar antes de los cuatro años?».

Dentro de la Matriz, a los niños de 0 a 4 años se les enseñará sobre el embarazo y el nacimiento, el placer de la masturbación infantil, la identidad de género y los diferentes tipos de «amor». A los niños de 4 a 6 años se les animará a «consolidar su identidad de género» y los sentimientos aceptables de amor y a entender que «todos los sentimientos están bien, pero no todas las acciones que se toman como resultado de estos sentimientos».

Y así sucesivamente.

Como declara orgullosamente la ONU: «Los profesores deben preparar a los niños para tener relaciones sexuales».

¿Cuál es el historial de la propia ONU?

¿Por qué? ¿Por qué corresponde al Estado fomentar el comportamiento sexual de los niños? Más concretamente, ¿por qué alguien permitiría que las Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud se implicaran en la protección de los niños cuando sus organizaciones han estado repetidamente implicadas en abusos sexuales y violaciones de niños en el tercer mundo?

Según un informe reciente, la OMS incumplió su obligación de hacer frente a los «abusos sexuales generalizados durante la respuesta al ébola en el Congo».

Se alegó que el personal de la OMS estaba al tanto de las graves acusaciones en mayo de 2019, pero no se hizo nada al respecto hasta octubre de 2020 -tenga en cuenta que esta es la organización que quiere microgestionar la educación sexual de los niños occidentales-.

La investigación descubrió que al menos 83 víctimas dijeron haber sido atraídas al trabajo sexual, y la investigación descubrió que a las personas se les prometieron trabajos a cambio de relaciones sexuales durante un momento de extrema vulnerabilidad. Al menos 29 embarazos fueron consecuencia de estos abusos.

«¿Cuántas veces tengo que hablar para que (los médicos) de la OMS responsables de los abusos sexuales sean castigados? Si la OMS no toma medidas radicales, llegaremos a la conclusión de que la organización está podrida por los violadores…», declaró una mujer congoleña, que trabajaba en una clínica de ébola en el noreste del Congo, según informa AP News.

No es la primera vez que se descubre a la OMS o a la ONU abusando de las personas a las que se encarga de ayudar. Uno de los codirectores de AIDS-Free World afirmó: «El proceso en sí es lo contrario de la justicia. La ONU es la única institución del mundo a la que se permite investigarse a sí misma. El director de la OMS eligió a dedo a expertos para dirigir una comisión encargada de investigar las acusaciones penales contra el personal y los altos funcionarios de la agencia».

Además, según The New Humanitarian, la comisión independiente criticó a la OMS «por una ‘tendencia sistemática’ a rechazar todas las denuncias de explotación y abusos sexuales a menos que se hicieran por escrito».

No olvidemos que una investigación de Associated Press de 2017 acusó a 100 miembros de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas de dirigir una red de explotación sexual infantil en Haití durante una década, con más de 2.000 denuncias de abusos sexuales presentadas contra miembros de las fuerzas de paz de la ONU.

Por qué una nación permitiría que una organización acusada de abuso institucionalizado de mujeres y niños en naciones del tercer mundo dictara la educación sexual de los menores?

Las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud son los últimos lugares de la Tierra de los que deberíamos recibir consejos sobre la salud y la prosperidad de nuestros hijos…

Análisis: Organización Mundial de la Salud tiene un mensaje para los padres: la educación sexual empieza al nacer

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Africa: Impulsar la educación para frenar el matrimonio infantil

www.savethechildren.es

  • 142 millones de niñas, en riesgo de ser casadas forzosamente esta década, cuando se celebra el Día de los Derechos de las Mujeres
  • Níger, el país con mayor tasa de matrimonio infantil del mundo, está promoviendo la educación de las niñas y poniendo en marcha ‘escuelas de maridos’ para acabar con las bodas en la infancia

ZINDER, Níger, 7 de marzo de 2023 – Níger está en una campaña para impulsar la educación de las niñas, y de los esposos, para frenar sus altísimas tasas de matrimonio infantil y de desempleo juvenil, en el país con la tasa de crecimiento poblacional más alta del mundo. Save the Children ha denunciado la relación entre la pobreza y el matrimonio forzoso de niñas en vísperas del Día Internacional de la Mujer.

Las familias en Níger tienen, de media, 7 hijos, según datos de 2020. La infancia se ve como un grupo que aporta riqueza familiar, más manos para trabajar. Esto ha provocado que la población crezca desde los 3,5 millones de habitantes en 1960 hasta los 25 millones, con una media de edad ahora en 14,5 años y con dos de cada cinco nigerinos (40,8%) viviendo bajo el umbral nacional de la pobreza. La mayoría –el 95%- vive en zonas rurales donde la incidencia de la pobreza es mucho más alta. Las regiones de Dosso, Zinder y Maradi son las más afectadas.

MÁS RIESGO DE MATRIMONIO INFANTIL

Para las niñas, estas presiones adicionales han derivado en mayores riesgos de matrimonio infantil, dado que las familias que luchan contra la pobreza ven las dotes como una fuente esencial de ingresos adicionales. Sin embargo, esto las excluye de la escuela y las pone en peligro de partos cuando sus cuerpos son demasiado jóvenes para hacer frente a ello y de problemas de salud mental.

«Sabemos que la pobreza está vinculada a tasas más altas de matrimonio infantil y que Níger se enfrenta a múltiples desafíos, como la crisis alimentaria, la llegada de personas refugiadas de los países vecinos y las consecuencias del cambio climático. Pero podemos hacer más enseñando a las niñas otras formas de ganarse la vida y alentando a los hombres a apoyarlas», señaló Inger Ashing, directora de Save the Children International, en un reciente viaje al país, donde las niñas le transmitieron «cuánto quieren continuar con su educación». «Quieren la oportunidad de tener una vida mejor y no verse atrapadas en un matrimonio sin salida, a menudo con un hombre mucho mayor».

PLANIFICACIÓN FAMILIAR Y ‘ESCUELAS DE MARIDOS’

En Níger, a cerca del 76% de las niñas se las casa antes de los 18 años y al 28%, antes de los 15, según datos de 2012, última estadística que se tiene al respecto. Grupos de derechos de la infancia ya habían notificado avances en la última década, pero ahora les preocupa que los conflictos, la crisis climática y el desplazamiento estén aumentando las cifras nuevamente.

Save the Children está trabajando con las autoridades locales y sus socios para ayudar a educar a las niñas sobre planificación familiar y gestionar ‘escuelas de maridos’ para abordar esta costumbre en Níger, donde la mayoría de la población todavía considera que las familias extensas (con más de 10 hijos) son lo normal. Las autoridades habían puesto como objetivo aumentar el uso de anticonceptivos modernos al 50% para 2020, pero los datos muestran que ese objetivo puede haber sido demasiado ambicioso y no se ha cumplido a pesar de que se observa un cambio en el comportamiento en algunas áreas.

«Estamos viendo muchos cambios de comportamiento. Las mujeres acuden cada vez más al centro de salud y piden tomar la píldora. Están menos avergonzadas y han sensibilizado a sus maridos para tener acceso a su carné de identidad, que es necesario para recoger las píldoras», apunta Abdou Ousmane Kango, de 60 años, miembro activo de una escuela de maridos en el centro de salud integrado de Bandé, en la región de Zinder.

«Las mujeres están aprendiendo los beneficios de la contracepción y estamos viendo que algunas mujeres permanecen con la píldora durante dos o tres años sin quedarse embarazadas», añade. «Un guía religioso también nos apoya para deconstruir la creencia de que es importante tener muchos hijos para perpetuar la religión».

En el centro de salud integrado de Bandé, apoyado por Save the Children, el número de mujeres que usan anticonceptivos se ha multiplicado por ocho en un año, de 144 en enero de 2022 a 1.235 en diciembre del mismo año, debido a la sensibilización ayudada por la escuela para maridos.  Además de tener un impacto en la demografía, estas clases permitieron a las madres jóvenes, que en la mayoría de los casos se casaron alrededor de los 15 años, cuidarse mejor a sí mismas y a sus familias y participar en actividades generadoras de ingresos.

EDUCACIÓN AL BORDE DEL COLAPSO

El crecimiento anual de su población, de un 3,7%, ejerce una presión adicional en este país sin salida al mar, donde la crisis climática impide que las familias cultiven como solían hacerlo debido a la escasez de lluvias o al aumento de las inundaciones. Hace seis meses, las inundaciones destruyeron cerca de 8.600 casas y 300 hectáreas de cultivos y diezmaron 620 cabezas de ganado. Además, nuevas personas refugiadas llegan cada día a Níger escapando de conflictos en los países vecinos.

Con la tasa actual de crecimiento de la población, se espera que 600.000 niños y niñas más por año vayan al colegio, lo que significaría tener que abrir al menos 12.000 nuevas escuelas al año. En agosto de 2022, 890 escuelas en Níger ya estaban cerradas debido a la inseguridad, dejando a casi 78.000 niños y niñas sin acceso a la educación, de los cuales más de 38.000 eran niñas, según un informe de Naciones Unidas.

Níger está clasificado como uno de los países donde la educación corre un alto riesgo de colapso en un informe reciente de Save the Children que reveló que siete de los 10 países que enfrentan el mayor riesgo de que la educación esté en colapso estaban en África.

Save the Children lleva a cabo programas educativos en todo Níger para permitir que los niños, especialmente las niñas, tengan acceso a una educación de calidad, incluso en zonas de conflicto. En 2022, Save the Children asistió a más de 2.500.000 personas en Níger, incluidos más de 1.680.000 niños y niñas.

https://www.savethechildren.es/notasprensa/impulsar-la-educacion-para-frenar-el-matrimonio-infantil

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ONG señala que los niños en África han perdido acceso a las escuelas por la pandemia y los conflictos armados

La organización Save the Children les pidió a los gobiernos intensificar sus esfuerzos para hacer de las escuelas espacios seguros de aprendizaje.

ANKARA

Los niños en África han perdido el acceso a la educación debido a la pandemia de la COVID-19 y los conflictos armados en diferentes naciones, informó este miércoles 16 de junio la organización Save the Children.

Los niños «están enviando un mensaje claro y urgente a los gobiernos y donantes: ‘Salven nuestra educación y hagan que las escuelas sean seguras'», expresó la organización en un comunicado.

La ONG ha lanzado una campaña denominada 100 Días de Acción justo cuando África conmemora el Día del Niño Africano y el 30 aniversario de la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño (ACRWC).

“Incluso antes de que ocurriera el cierre de escuelas por COVID-19, millones de niños en los países africanos afectados por la crisis y el conflicto estaban perdiendo la educación. Los niños de la África subsahariana han perdido, en promedio, 69 días de educación debido al cierre de escuelas y la falta de acceso al aprendizaje a distancia”, destacó Save the Children.

“La COVID-19 me ha afectado de muchas maneras. Pero el mayor problema que tuve durante el cierre de la escuela fue la depresión. No puedes ver a tus amigos, ni ir a la escuela. Estar encerrado en la casa fue muy duro para mí», dijo Yakob, un estudiante etíope de 16 años, citado por la organización.

Otra niña, Fatima, de 15 años, que es miembro del parlamento infantil en Malí, sostuvo que “las autoridades, los legisladores y los donantes necesitan, como primer paso, averiguar qué es lo que realmente falta en las escuelas y luego proporcionar un presupuesto que pueda cubrir las necesidades».

“La educación de los niños en las zonas de conflicto es desastrosa. ¡Imagínense a un niño que va a la escuela y la ve en llamas! Por supuesto que no querrá volver, pensará que no es un lugar seguro. Y lamentablemente, esto existe en nuestro país”, agregó.

En Somalia, donde más de 3 millones de niños no van a la escuela por motivos que incluyen conflictos y crisis relacionadas con el cambio climático, se citó a Farhiya, de 16 años, que afirmó: “Cuando sea mayor, quiero ser médico, pero estoy preocupada por no completar mis estudios debido al cierre de escuelas y la pandemia».

«He visto a niños abandonar la escuela porque han perdido su fuente de ingresos y porque sus familias no pueden pagar las tasas escolares, o porque las niñas se casan durante el cierre de la escuela», mencionó Farhiya.

Eric Hazard, director de Save the Children en África, declaró: “Si bien felicitamos a la Unión Africana por los avances logrados en el cumplimiento de las aspiraciones de la ACRWC, y sabemos que los gobiernos aún están lidiando con la crisis de salud, necesitamos que la educación sea una prioridad en su agenda para un mundo post-COVID. Antes de la COVID-19, los presupuestos de educación en toda la región estaban disminuyendo y los gobiernos no deben dejar de priorizarlo más aún cuando tienen que tomar decisiones difíciles».

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.

https://www.aa.com.tr/es/mundo/ong-señala-que-los-niños-en-áfrica-han-perdido-acceso-a-las-escuelas-por-la-pandemia-y-los-conflictos-armados/2276531

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Alerta por las desigualdades en la Educación Infantil en Andalucía

diariocordoba.com

El sistema de Educación Infantil de 0 a 3 años en Andalucía genera desigualdades entre las provincias y presenta un déficit de calidad, según Save the Children, que reclama usar los fondos europeos para bajar las ratios del alumnado y mejorar la formación del profesorado y las infraestructuras.

La ONG presentó ayer el informe ‘Donde todo empieza’, en el que realiza un análisis de políticas públicas de Educación Infantil en la comunidad, donde la tasa de matriculación de 0 a 3 años es superior a la media estatal (40,9% frente a un 36,4%). Esta expansión no ha sido homogénea en todas las provincias, y existe un desajuste entre la oferta y la demanda que no responde a las necesidades sociales. En este sentido, Huelva lidera la clasificación de matriculaciones en esta franja de edad con hasta 13 puntos por encima de la media, mientras que Cádiz se coloca en el último lugar, con más de 12 puntos por debajo.

El informe constata que el aumento de las matriculaciones en esta franja educativa ha sido consecuencia del incremento de los conciertos con centros de Educación Infantil de gestión privada y no ha ido acompañado de una planificación que se adecúe a las demandas ni a las necesidades sociales. Además, pone de manifiesto las diferencias de calidad existentes entre las escuelas públicas de titularidad de la Junta de Andalucía y los centros adheridos privados, ya que los centros públicos son los que están mejor financiados, tienen mejores infraestructuras y servicios de asistencia.

El director en funciones de Save the Children en Andalucía, Javier Cabrera, aseguró que el actual modelo es «ineficiente» y cree «inadmisible» que haya listas de espera y a la vez plazas sobrantes.

Por eso, se necesita «más planificación y una oferta pública de calidad, al tiempo que advirtió de que los niños menos escolarizados son los que «más necesitan compensar las desigualdades». Aunque Save de Children reconoce los esfuerzos de la Junta, el informe refleja que las familias llegan a asumir de media el 28 % de los costes totales del servicio (la media en la UE esta en el 25%).

https://www.diariocordoba.com/andalucia/2021/10/27/alerta-desigualdades-educacion-infantil-andalucia-58852472.html

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7 de cada 10 niños y niñas están aprendiendo poco o nada

Por: Semana Educación

Una encuesta realizada por Save the Children a cerca de 17 mil familias evidenció que con el cierre de las escuelas los niños se han estancado o incluso han tenido un retroceso en su aprendizaje. ¿Qué hacer?

Si para un profesor no era tarea fácil lograr captar la atención de al menos 25 estudiantes en un salón de clases, adelantar las materias mediante vías tecnológicas o incluso sin supervisión directa del docente se ha convertido en todo un desafío tanto para los colegios como para las familias durante esta pandemia.

Seis meses después del cierre de colegios queda claro que nada reemplaza al profesor y a las clases en las aulas. Así lo evidencia una encuesta realizada por Save the Children a cerca de 17 mil familias de 37 países, la cual evidenció que 7 de cada 10 niños y niñas están aprendiendo poco o nada ahora que no van a la escuela. Esto se debe en gran medida a la falta de acompañamiento: el 36 por ciento de los padres y madres indicaron que no apoyan a sus hijos con el aprendizaje en el hogar.

El 40 por ciento de los niños y las niñas de hogares en situación de pobreza dijo que necesita ayuda con los deberes, pero que no tienen quién se las provea. Esto es incluso más preocupante dado que dos tercios de los padres, madres y cuidadores manifestaron que sus niños y niñas no habían tenido ningún tipo de contacto con sus docentes desde el cierre de las escuelas.

De acuerdo con María Paula Martínez, directora ejecutiva de Save the Children Colombia, esta situación de rezago en el aprendizaje se da por diferentes factores y no solo por la falta de acompañamiento y conectividad, que es la generalidad en las familias encuestadas, sino también por la enorme crisis económica que acarrean las familias en esta coyuntura.

Según el informe, casi el 81 por ciento de los encuestados en la región informó haber perdido más de la mitad de sus ingresos desde que comenzó la pandemia y 66 por ciento perdió su trabajo. Esta situación ha llevado a que los niños, primero, no coman adecuadamente (muchos recibían su alimentación en los colegios) y se incrementen los sentimientos negativos.

La encuesta de Save the Children arroja que casi el 68 por ciento de los encuestados informaron tener barreras para acceder a carne, lácteos y otros alimentos nutritivos. Asimismo, el 67,9 por ciento de niños y niñas informaron un aumento en los sentimientos negativos y casi el 84 por ciento de los padres, madres y cuidadores informaron que su hijo o hija ha expresado sentimientos negativos.

En la encuesta, el 70 por ciento de los entrevistados manifestó haber sufrido pérdidas económicas y no haber recibido ayuda de los gobiernos.

“Necesitamos que se tomen acciones urgentes a favor de la niñez: es necesario asegurar que todos los niños y niñas regresen a la escuela y que accedan a mejores sistemas educativos (…) Los gobiernos deben crear redes de seguridad social y sistemas sólidos de salud y nutrición, especialmente para los hogares más vulnerables”, agregó Martínez.

Si bien el panorama ya es preocupante, hay que agregarle que los niños, además de no aprender, están olvidando lo que ya sabían. Un informe publicado recientemente por el Banco Mundial reveló que la interrupción de clases presenciales por 10 meses, es decir, todo el calendario escolar, puede generar un retroceso en el aprendizaje de hasta un año. Por esta razón, cada vez más expertos piden que sea una prioridad la reapertura de instituciones educativas.

¿Qué sienten los profes?

La encuesta ‘Docencia durante la crisis sanitaria: La mirada de los docentes’ buscó analizar cómo se está adelantando la educación en casa, arrojando una conclusión preocupante: los profesores sienten que los alumnos no están aprendiendo. El 49 por ciento de los encuestados consideró que debido a la pandemia no están logrando que sus estudiantes aprendan lo necesario.

En el estudio participaron 3.176 docentes de colegios públicos y privados de Chile, a quienes se les indagó cómo se están abordando las clases a distancia producto del coronavirus.

En ese sentido, uno de los hallazgos es que solo un 9 por ciento de los profesores consideran que la mayoría de sus estudiantes cuentan con hábitos para estudiar de manera autónoma y el 75 por ciento piensa que sus alumnos y alumnas no poseen las habilidades necesarias para utilizar aplicaciones para estudiar a distancia.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/7-de-cada-10-ninos-y-ninas-estan-aprendiendo-poco-o-nada/202017/

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Los retos ‘poscovid’ a los que se enfrentan las nuevas generaciones

Noticia/24 septiembre 2020/elpais.com

La educación, la mortalidad infantil por enfermedades prevenibles y la salud mental son algunas de las cuestiones que ya preocupaban sobre la infancia, y tras la irrupción de la covid-19 se han agudizado

¿Qué pasará con los niños que nunca regresarán a la escuela? ¿Cuántos podrían morir por enfermedades prevenibles por no alimentarse bien? ¿Cómo afecta el encierro a la salud mental de los más pequeños? ¿Cómo sobrevivirán las familias más vulnerables a la falta de ingresos? Estas son algunas de las muchas preguntas que sobrevuelan sobre la situación de la infancia y que se plantea la sociedad, en general, y las organizaciones internacionales, en particular, desde que comenzara la pandemia.

Desde la irrupción de la covid-19, a los niños y adolescentes del mundo se les ha calificado como las víctimas «ocultas, invisibles” de esta crisis sanitaria. Si bien el virus SARS-CoV-2 ha resultado, hasta la fecha, una enfermedad con poca incidencia de contagiados y mortalidad entre los más pequeños, son ya muchos los efectos colaterales que han empezado a mostrar cuáles son las consecuencias que sufrirá la infancia. En el último mes, algunas voces y varios informes alertan de que la malnutrición infantil, la falta de ingresos, las enfermedades de salud mental y las desigualdades en educación y género son desafíos fundamentales que hay que afrontar para no condenar a las generaciones futuras.

Educación para todos, sin brecha digital

A principios de marzo el mundo cerró sus escuelas y alrededor de mil millones de estudiantes y jóvenes de todo el planeta se vieron afectados por el brote de la covid-19, según cifras de la Unesco. Ya en agosto, la ONU advertía de la «catástrofe generacional» que supondría no reabrir inmediatamente los colegios. Hoy, seis meses después, al menos 53 países permanecen con sus centros educativos cerrados, y muchos otros han dado por finalizado su año académico. «Incluso antes de la pandemia, millones de niños y jóvenes se estaban perdiendo oportunidades de educación y formación de calidad porque no tenían acceso a Internet. Ahora, la covid-19 ha empeorado la situación”, sostenía la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en una charla a principios de septiembre organizada por Generation Unlimiteden la que participaron mandatarios de todo el mundo, bajo el auspicio de Naciones Unidas.

«Tenemos una oportunidad única para cerrar la brecha digital y hacer que el acceso a Internet sea una realidad para todos los niños y jóvenes, y en todas las escuelas y comunidades», añadía Fore. Un informe reciente de Unicef destacaba que al menos uno de cada tres escolares en todo el mundo no podía acceder al aprendizaje a distancia después del cierre de colegios, lo que puso de manifiesto la falta de acceso a la tecnología digital. Si nos fijamos en África, Unicef estima que al menos la mitad de los niños en edad escolar de la región subsahariana no tienen acceso a Internet. «Invertir recursos en el aprendizaje y la formación digitales de los jóvenes es esencial para construir la cohesión social y reducir las desigualdades insostenibles que bloquean el desarrollo humano y el crecimiento económico», sostenía el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en el mismo evento en el que, además, las organizaciones se comprometieron a llegar a 3.500 millones de niños y jóvenes con una educación de calidad, incluidas soluciones digitales, para 2030.

Pero la digital no es la única brecha que la covid-19 ha destapado en el mundo educativo. La otra barrera importante y que preocupa a las organizaciones es la de género. La Unesco teme que alrededor de 10 millones de niñas en edad de asistir a la escuela secundaria podrían no volver a la escuela tras la pandemia, lo que supondría un aumento de matrimonios infantiles y explotación laboral, entre otras consecuencias.

«Las niñas de niveles socioeconómicos más bajos corren mayor riesgo de no volver a estudiar. En estas familias, muchas de las cuales subsistían en la economía informal, los ingresos se han reducido o desaparecido por completo, por lo que no pueden afrontar los costes de la educación o dejan a sus hijas a cargo de la casa y la familia, haciendo las tareas domésticas mientras los demás van a trabajar. Esto supondría un retroceso de unos 20 años en los avances hacia la igualdad de género», explica Julia López, directora de comunicación e incidencia política de Plan International en España. La ONG ha lanzado la campaña #GirlsInCrisis con la que planea beneficiar a 20 millones de personas, especialmente niñas y adolescentes, de 52 países y así garantizar el acceso a la educación de forma segura e inclusiva, la protección de la infancia frente a la violencia y la promoción de la inserción laboral de las jóvenes.

A principios de septiembre también se lanzó Reforzar la igualdad: Guía para el regreso de las niñas a la escuela, una iniciativa de Fonds Malala, Plan International, Unesco, Ungei y Unicef, para ayudar a los responsables de los Ministerios de Educación a abordar las dimensiones de género de los cierres de escuelas relacionados con la covid-19. En ella hay información que enfatiza un enfoque basado en “reforzar la igualdad”, a través de medidas con perspectiva de género que transformen los sistemas educativos, den prioridad a la resiliencia, y aborden los principales obstáculos y limitaciones para la educación de las niñas, según explican los socios del Grupo de Referencia de Género de la Coalición Mundial para la Educación covid-19 de la Unesco.

Inseguridad alimentaria y malnutrición infantil

Ubah, de 33 años, posa con cuatro de sus seis hijos en el campo de refugiados de Puntland, Somalia.
Ubah, de 33 años, posa con cuatro de sus seis hijos en el campo de refugiados de Puntland, Somalia. SAID M. ISSE SAVE THE CHILDREN

Casi 20 millones de personas más sufren hambre aguda en el mundo, según anunciaba la semana pasada la Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias en la Asamblea anual de la ONU. Y los niños y jóvenes están siendo uno de los grupos más afectados. «La covid-19 es una palanca de empuje para la mortalidad infantil», sostiene David del Campo, director de acción humanitaria y cooperación internacional de Save The Children. La organización humanitaria ha advertido de que 67.000 niños y niñas corren el riesgo de morir de hambre en África subsahariana antes de que acabe el año por el grave impacto de la crisis de la covid-19. Estas cifras, que provienen de un nuevo análisis que la ONG ha realizado con datos publicados en The Lancet, revelan que aproximadamente 426 niños y niñas pueden fallecer cada día si no se toman medidas urgentes.

Save The Children recuerda que en el primer trimestre de 2020 diferentes estudios estimaron que la covid-19 aumentaría la pobreza en África subsahariana un 23% y alerta de que los informes más recientes ya señalan que para el 2030 puede haber 433 millones de personas sufriendo desnutrición en el continente. “La vida fue dura para mí y mi familia, pero trabajé duro y sobrevivimos. El coronavirus ha empeorado la situación porque hay poco trabajo y muy espaciado. Solo comíamos una vez al día, por la mañana. He visto a mis hijos irse a dormir con hambre. El peor sentimiento para una madre es ver que no puede alimentar a sus hijos”, explica Ubah, madre de seis hijos en Puntland (Somalia) a Save The Children, que le provee asistencia alimentaria.

Antes de la pandemia, África subsahariana era una de las regiones del mundo con mayor inseguridad alimentaria y se teme que, si continúan las tendencias actuales, sea el hogar de más de la mitad de las personas que padecen hambre crónica del mundo. “Cada día llegan más niños y niñas a nuestras clínicas con síntomas de desnutrición y esto es solo el principio. Si esperamos hasta que las clínicas estén llenas, será demasiado tarde. La crisis alimentaria podría matar a decenas de miles de niños y niñas si no reciben asistencia humanitaria de inmediato”, explica Ian Vale, director regional de Save The Children en África Oriental y Meridional.

Otra de las consecuencias que afectan directamente a la infancia y que se ha agudizado por la pandemia es la malnutrición infantil. En Brasil, el tercer país con más contagiados del mundo, el 49% de los brasileños ha informado sobre cambios en los hábitos alimentarios, con un aumento considerable del consumo de comida basura, desde que empezó la pandemia. Entre las familias que viven con niños y adolescentes, el impacto fue aún más grande: un 58% dijo haber cambiado su dieta, según datos de la investigación realizada por Unicef titulada Impactos primarios y secundarios de la COVID-19 en niños, niñas y adolescentes.

«Nos enfrentamos a un preocupante escenario de malnutrición. Por un lado, hemos visto un incremento en el consumo de alimentos no saludables, lo que contribuye significativamente al aumento del sobrepeso y las enfermedades crónicas no transmisibles. Por el otro, vemos el aumento de la inseguridad alimentaria y nutricional que puede llevar a la desnutrición y a las deficiencias de micronutrientes. Esta situación afecta principalmente a las poblaciones más vulnerables y tiene efectos a largo plazo. Es esencial actuar inmediatamente para invertir este escenario», asegura Cristina Albuquerque, jefa de salud de Unicef en Brasil.

Ansiedad e incertidumbre ante el futuro

El maltrato infantil durante la cuarentena, la depresión, los abusos y el estrés por el encierro, además de la incertidumbre por el futuro, son algunas de las grandes preocupaciones en relación con los más pequeños. Nueve de cada diez niñas en todo el mundo confiesan tener un nivel alto o medio de ansiedad como consecuencia de la pandemia, según el nuevo estudio de la ONG Plan International, Vidas interrumpidas: el impacto de la COVID-19 en las niñas y las jóvenesLos temores más frecuentes entre las encuestadas, que recoge experiencias de más de 7.000 adolescentes de entre 15 y 19 años de 14 países, son el bienestar de sus familias, que preocupa a un 40%, así como su propia salud, una cuestión que inquieta a un 33%.

La investigación, que se ha llevado a cabo en Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Nicaragua, España, Francia, India, Australia, Vietnam, Zambia, Etiopía, Ghana, Egipto y Mozambique, refleja que existe una correlación entre el grado de ansiedad y su nivel socioeconómico: cuanto más bajo es, mayores son los niveles de estrés de las jóvenes. “Este estudio sirve como una llamada de atención para que los gobiernos incluyan un enfoque de género y edad en sus respuestas a la pandemia. Para las niñas y adolescentes, especialmente para las más vulnerables, esta crisis ha supuesto un aumento de la desigualdad y de los riesgos a los que se enfrentaban”, explica Concha López, directora general de Plan International.

El informe evidencia los desafíos y las preocupaciones que están teniendo las niñas y adolescentes debido a la pandemia en los distintos ámbitos de sus vidas, desde su educación hasta su capacidad para independizarse y socializar (*). Todas ellas, alarmas a tener en cuenta para el futuro de las nuevas generaciones.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/09/18/planeta_futuro/1600434335_174604.html

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