México: PTEO, el magisterio democrático de Oaxaca y una crítica marxista

México / 16 de junio de 2019 / Autor: Juan Castellanos / Fuente: La Izquierda Diario

En el marco de la reforma educativa del gobierno de AMLO, que propone una «nueva escuela mexicana», pero da continuidad a los planes de la OCDE y los empresarios para la educación, es oportuno reflexionar sobre los proyectos de educación alternativa que ha ido construyendo desde abajo el magisterio democrático en diversas regiones del país.

El Plan para la Transformación de la Educación del Estado de Oaxaca (PTEO) fue aprobado en 1992, luego de la lucha democrática de la Sección 22 de Oaxaca en contra de los planes privatizadores de la educación de los gobiernos de México.

En este plan participaron, de acuerdo con su primer proyecto escrito en 2012, unos 70 mil maestros de Oaxaca y una planilla importante de intelectuales como Jaime Martínez Luna. De este documento, de 52 páginas, se extraen: un marco legal, una propuesta educativa, una fundamentación teórica, líneas operativas de acción y un contexto sociocultural del estado.

Comunalidad en la educación

Oaxaca tiene 570 municipios. Con altos niveles de marginación, concentra el 53% de la población total de personas indígenas, el 21% de la población no sabe leer y escribir, el 26 % de la población femenil es analfabeta. Ahí viven binizas, chatinos, chochos, amuzgos, chontales, chinantecos, zapotecos, mixes, triquis: es el estado con más pueblos indígenas del país. En la entidad existen 72,700 maestros de educación básica.

Según el gobierno se debía implementar un proyecto de homogeneización del sistema básico, mientras que los maestros decidieron implementar un Plan de Transformación que incluyera la diversidad étnica y geográfica del estado. Bajo los lineamientos de la SEP, los pueblos indígenas debían ser homogeneizados, debían perder sus costumbres y hacerse mestizos.

De ahí que el magisterio recuperó el proyecto de comunalidad desarrollado por los intelectuales indígenas, en particular por Jaime Martínez Luna y Floriberto Díaz. Dichos autores señalan que Oaxaca tiene una peculiar formación geográfica: costa, sierra, istmo, mixteca, culminando con la Sierra Madre Oriental y una parte del Eje Neovolcánico.

Una diversidad étnica incomparable desde tiempos ancestrales, con mixes, zapotecos, mixtecos, shatinos, amuzgos, chinantecos, cluitlatecos y otros, llegó a un momento de esplendor con la formación de la urbe de Monte Albán, en lo que Alfredo López Austin llamó el periodo clásico. En Oaxaca, la comunidad agraria de subsistencia, de cultivo de maíz, calabaza y café moldeó una forma de organización comunitaria particular.

El PTEO sugiere que el nuevo modelo educativo para Oaxaca debe retomar cinco puntos: la defensa de la Tierra, como Madre y como territorio, el consenso en asamblea para la toma de decisiones, el servicio gratuito, como ejercicio de autoridad, el trabajo colectivo, como un acto de recreación y los ritos y ceremonias, como expresión del don comunal.

Gracias al PTEO que se desarrolla en algunas regiones se han preservado las tradiciones indígenas: la lengua indígena se enseña en las escuelas en vez del inglés, en zonas como el istmo de Tehuantepec se ha evitado el ingreso de los mega proyectos como la industria eólica, los padres de familia realizan tequios y con ello huertos urbanos, se han construido redes de captación de agua de la lluvia y se logró reconstruir la escuela pública. Es uno de los proyectos más lúcidos que ha dado el magisterio para enfrentar la ofensiva privatizadora.

Una crítica marxista

En la extinta URSS, Lunacharski, encargado de la educación en los primeros años de la revolución bolchevique, decidió realizar un juicio a dios: público y expedito. Luego de 5 horas de apelaciones, ahí se declaró culpable a dios de que llevara a la oscuridad a miles de rusos a quienes les fue negada la educación.

La revolución socialista de 1917 significó una verdadera revolución en la educación: por primera ocasión todos debían tener derecho al nivel básico y superior sin exámenes. De ahí salen diversas lecciones para pensar los tiempos actuales.

Es importante tener en cuenta que no es posible una educación alternativa plena sin cambiar de raíz el sistema. Si bien el PTEO resiste a la ofensiva de la educación neoliberal, esto queda como un potente pero virtual testimonio de lucha pero que difícilmente puede instaurarse a nivel nacional si no se detienen los planes de la privatización de la educación y se enfrentan consecuentemente los planes de hambre y miseria contra el conjunto de los trabajadores y del pueblo.

Es importante la realización de proyectos propios de educación alternativa, pero para que éstos se logren imponer de modo decisivo en todo el país se requiere transformar toda la sociedad de conjunto. La preservación de los pueblos indígenas es imposible sin destruir el sistema que somete con el racismo a nuestros pueblos. Es decisivo luchar en términos radicales contra la educación capitalista.

Es clave seguir preservando las tradiciones indígenas con el PTEO, pero es ingenuo pensar que sin liquidar el sistema que sienta las bases de la explotación, el capitalismo, se pueden recrear las tradiciones de los pueblos indígenas.

Sólo una revolución social, que destruya la propiedad privada de los medios de producción, y que sobre esa base conquiste en los hechos la autonomía de los pueblos indígenas, puede garantizar la supervivencia de las etnias hoy asediadas por el capitalismo y sus proyectos de muerte. No se pueden garantizar islas de autonomía sino mediante la instauración de un gobierno obrero, campesino, e indígena que conquiste en la realidad la autonomía de los pueblos sobre las cenizas del Estado capitalista.

La lucha por una educación alternativa debe estar combinada con la lucha por una sociedad alternativa sin opresión de ningún tipo, una de productores libres asociados, es decir, una sociedad comunista.

Fuente de la Noticia:

http://www.laizquierdadiario.mx/PTEO-el-magisterio-democratico-de-Oaxaca-y-una-critica-marxista?var_mode=calcul&fbclid=IwAR06XyiUj-EukroQGlR53umiCxumM7VequRqYAMLOc-I87tSUADCgLXyC1s

ove/mahv

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Los maestros y el sismo en Oaxaca

México / 18 de marzo de 2018 / Autor: Mariano Casco Peebles / Fuente: Educación Futura

El sismo de las 23:49 del jueves 7 de septiembre de 2017 agarró desprevenidos a los habitantes de la Casa del Maestro Oaxaqueño en la Ciudad de México. El movimiento telúrico y la tétrica alarma que da aviso hicieron que se levanten de sus camas y salgan al jardín del domicilio situado en Avenida Coyoacán 939 en la tradicional colonia Del Valle. A Mao Alonso, del Istmo de Tehuantepec, inmediatamente le comunicaron la dramática situación en que estaba su familia. Esa misma noche se fue para allá, pero antes dijo:

Debemos hacer de este lugar un centro de acopio para ayudar a nuestros paisanos.

La idea iría a modificar la vida cotidiana de la antigua casona que perteneció a la poderosa familia oaxaqueña de los Murat y que el magisterio recuperó para que “esté al servicio de la gente humilde, de la gente de pueblo” como me comentó César, profe costeño que pasó su infancia entre la escuela y el trabajo en el campo.

Las imágenes de Juchitán destruida sumado al imborrable recuerdo del terremoto del 85 desataron la solidaridad citadina y los maestros democráticos de Oaxaca, aglutinados en la sección 22, fueron uno de sus principales vehículos.

No pasaron 24 horas y Chava, quien me enseñó algunas palabras en mazateco, puso una cartulina amarilla escrita a mano en la puerta de la casa que decía: “Ayuda para Oaxaca”. Después llamó a organizaciones civiles y sociales, medios de comunicación, instituciones educativas y a todo el que se le ocurriera para avisarles que estarían recolectando lo necesario para los que cayeron en el desamparo más obscuro.

Desde individuos con autos lujosos hasta personas con modestos pasares económicos brindaron su aporte, trajeron: atún, frijol, agua, arroz, comida para perro, harina, medicamentos, más atún, ropa, galletas, mermelada, chile jalapeño, una habitación completa de papel de baño.

Algunos de los donantes primero usaron sus hogares como punto de reunión para luego llevar lo recaudado a los maestros. Lo mismo hicieron escuelas y varios universitarios replicaron la lógica con sus compañeros. Los contingentes de la vilipendiada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a lo largo y ancho del país aportaron lo suyo.

En un comienzo, la fila de generosos era tan larga y el desorden era tal que muchos voluntarios decidieron quedarse a organizar el flamante centro de acopio. El caos inicial dio paso, gracias a cerebros y manos desinteresadas, a un tetris de dimensiones humanas solo comprensible por quienes comandaban la reunión de víveres. Con todas estas acciones el inmueble despintado por años de lluvias defeñas empezó a albergar caóticamente toneladas de ayuda para los más necesitados del Estado en donde nació Benito Juárez.

El espíritu colectivo y solidario negado por la cotidiana alienación capitalista floreció; la casona capitaneada por los maestros devino en un océano de camaradería. Además de los que vivían allí, se sumaron mujeres oriundas de Oaxaca, jóvenes universitarios y de prepa, scouts, ingenieros, abogadas laboristas, docentes de escuelas públicas y privadas, académicas de la UNAM, jubiladas y trabajadores de los más diversos oficios y edades. Entre latas con sonrisas hechas con marcador, análisis políticos nacionales e internacionales y porras contra la reforma educativa esa amalgama social de lo más diversa puso su granito de arena para que desconocidos situados a cientos de kilómetros estén un poco menos peor.

Fue en medio de este bullicio que sorprendió el sismo del 19 de septiembre. Como otros miles, en pocos minutos estas personas estaban en las calles Gabriel Mancera y Escocia sacando escombros bajo una insoportable nube de polvo y corrupción.

De los miles que se acercaron a la Casa del Maestro Oaxaqueño a brindar ayuda muchos preguntaron antes de dejar sus víveres si dicho lugar pertenecía al gobierno (a lo que respondían que eran la oposición social al mismo); y un número no despreciable hizo comentarios de apoyo a su lucha. Un señor, bien entrado en años, caminó decenas de cuadras para llevar dos bolsas de frijoles a los maestros de Oaxaca, “ejemplo para el país”. Una mujer que nunca había sido docente, playera con estampa de la Sección 22, empezó a hablar de la represión estatal del 2013 al plantón del zócalo. Además estaban los que les agradecían por estar del lado del pueblo.

Cuando la casa literalmente se llenaba, Chava, responsable general, llamaba a Bimbo, Estafeta o Pato Pascual para que con sus camiones de 30 toneladas lleven los víveres a Ixtepec, a escasos kilómetros de Juchitán, donde otros maestros armaban las despensas y las distribuían entre los damnificados, sin prestar atención a su color político. Las evidencias de estas labores las subió Fila al Facebook “Ayuda para Oaxaca” (sigue online) y más de un vehículo fue acompañado por periodistas que dieron cuenta de la respetabilidad del proceso. Entre las personas que se acercaron más las 38 instituciones que dejaron su aporte se reunieron 272 toneladas que beneficiaron a habitantes de 54 municipios de Oaxaca.

El de la capital no fue el único centro de acopio de los profes. En la Ciudad de Oaxaca hicieron dos: uno en su edificio histórico situado en Armenta y López 221 (a dos cuadras del zócalo) y el otro en su Centro de Estudios Políticos Sindicales. Ambos empezaron la mañana del 8 de septiembre. También organizaron unos pequeños para facilitar la ayuda a las comunidades afectadas más alejadas de Oaxaca; aquellas que no salieron en televisión y en las que la casta política solo practica el extractivismo electoral. Estos centros de acopio fueron orquestados por los propios maestros de esos pueblos del Istmo y de la sierra, quienes en sus casas reunieron lo necesario y con sus vehículos llevaron las donaciones.

En las regiones de Oaxaca que no fueron perjudicadas los maestros reunieron víveres en sus escuelas y en las zonas dañadas ayudaron a coordinar la remoción de escombros, la construcción de las viviendas provisorias y la organización de las comidas colectivas.

Conscientes de la necesaria intervención del Estado y de su falta de predisposición para ello, los profes pusieron en pie una campaña de movilización y denuncia para que el gobierno estatal y federal destinen dinero para la reconstrucción de escuelas y hogares. Las movilizaciones, cuyo epicentro fue el Istmo, buscaron presionar a partir de visibilizar en la calle la dramática situación en la que vivían miles de oaxaqueños.

Debo decir que estuve sorprendido tanto por la actividad que desplegaron, como por la naturalidad con la que lo hicieron. Para resolver mi perplejidad decidí preguntarle a romántico, un maestro que camina cuatro horas en la sierra para ir a dar clase, quien me respondió: “si en el día a día ayudamos en lo que podemos a nuestras comunidades, ¿cómo no vamos a hacerlo en una situación así?”

6 MESES PASARON DE LA OLEADA DE SISMOS y todavía son muchas las familias sin hogar, en Oaxaca y en varias partes del país. El reclamo de los damnificados aunque ausente de la escena nacional sigue trágicamente presente en la cotidianeidad de los de abajo, y los maestritos de pueblo están ahí, acompañando.

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Los maestros y el sismo en Oaxaca

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México: Espera Sección 22 que Segob reanude diálogo esta semana.

La CNTE espera aún al sustituto del subsecretario de Gobernación Luis Enrique Miranda Nava.

América del Norte/México/18.10.2016/Autor y Fuente: http://www.adiariooax.com/

La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación espera reanudar el diálogo con la Secretaría de Gobernación (Segob) la próxima semana.

Integrantes de la Comisión Política de la gremial esperan que las mesas de trabajo con la Federación sean reinstaladas con carácter resolutivo para sus demandas.

En las mesas de carácter local, dijeron, “poco se ha logrado”, pues el Gobierno del Estado no puede responder a su demanda principal, la abrogación de la reforma educativa.

La representante de la región Costa de la Comisión Política de la Sección 22, Isabel García Velasco, detalló que la próxima semana podría reanudarse la mesa central de diálogo con la Secretaría de Gobernación.

Lo anterior luego de que se designe al subsecretario de Gobernación que sustituirá a Luis Enrique Miranda Nava.

“La CNTE espera que el presidente de la Comisión Nacional de Mediación Miguel Álvarez los llame para reanudar la mesa de diálogo que estamos pidiendo”, sostuvo García Velasco.

“Nos urge esa mesa para avanzar, si no es esta semana no creemos que tarde mucho una vez que se designe el nuevo secretario”, expresó.

Por su parte, Eligio Hernández, vocero de la gremial, indicó que  los avances han sido mínimos, pues la exigencia es que todos los acuerdos queden firmados por funcionarios federales.

Dijo que la asamblea plenaria instalada este fin de semana y la asamblea estatal tomarán nuevos acuerdos como parte de la jornada de lucha emprendida para exigir solución a sus peticiones.

Fuente: http://www.adiariooax.com/espera-seccion-22-que-segob-reanude-dialogo-esta-semana/

Imagen: http://adiario-fotos.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2016/10/15135035/s221-583×389.jpg

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Oaxaca (más allá de la Sección 22)

Blanca Heredia

El cielo en Oaxaca es un cielo muy particular. Sus colores y sus texturas son de una belleza mágica. Pero, lo que a mí más me impresiona y me conmueve de ese cielo oaxaqueño es que parece estar más cerca que otros cielos. No lo digo como metáfora. Lo digo porque, en verdad, al mirarlo, tengo la sensación física, óptica, palpable de que no está tan lejos como otros; de que es un cielo situado casi al alcance de la mano.

Últimamente Oaxaca se nos aparece a los que vivimos en la Ciudad de México o en otras partes del país, casi exclusivamente por malas razones y con malas noticias. Actos violentos sucediéndose interminablemente, paros y movilizaciones sin fin, calles y carreteras tomadas, muertos evitables, niños sin escuela un mes sí y otro también, un año sí y otro también.

Oaxaca, sin embargo, es, evidentemente, mucho más que esa violencia constante y ese desorden pertinaz. Es un territorio vasto (la 5ª entidad más grande en territorio del país) y la entidad federativa con el mayor volumen de población indígena y la mayor diversidad etno-lingüística del país. Un rompecabezas abigarrado de culturas, lenguas y sensibilidades diferentes entre sí, un mundo que contiene una infinidad de mundos.

En materia educativa, un panorama lleno de carencias, chispazos de luz y dificultades gigantescas para lograr lo más elemental. Es decir, para conseguir que las escuelas abran, que los maestros den clases, que los niños y los jóvenes aprendan alguna cosa que les sirva, tenga sentido o les ofrezca la posibilidad de vidas con horizontes más amplios.

Si bien el Censo educativo de 2013 no pudo llevarse a cabo en Oaxaca, la información disponible arroja un retrato, en muchos sentidos, desolador. De acuerdo al informe de la UNICEF, Los derechos de la infancia y la adolescencia en Oaxaca (2013), la entidad ocupa el 2º lugar a nivel nacional –después de Chiapas– en porcentaje de la población con rezago educativo, es decir, analfabeta y/o sin primaria o secundaria terminadas. Esta situación es especialmente grave entre los oaxaqueños de 16 años y más, donde el porcentaje con rezago educativo asciende a cerca de 48 por ciento vs el 28 por ciento en promedio a nivel nacional.

En cobertura, a nivel preescolar y primario las cifras son cercanas a la media nacional. Tanto en educación media superior como en educación superior, sin embargo, las tasas de son muy inferiores al promedio nacional y, en educación superior, Oaxaca es el estado con menor cobertura en el país.

Por lo que toca a logro educativo, los datos más recientes disponibles son los de la prueba ENLACE (ni PISA 2012 ni Planea 2015 pudieron aplicarse en Oaxaca), mismos que revelan un panorama con déficits gravísimos. Así, por ejemplo, en ENLACE 2013, la entidad se situó en el último lugar, por mucho, en porcentaje de alumnos de primaria con niveles de bueno y excelente tanto español (8.8 por ciento vs 42.8 por ciento nacional) como en matemáticas (15.2 por ciento vs 48.8 por ciento nacional).

Estas cifras y resultados tan lamentables son el producto de la compleja interrelación entre una diversidad de factores. Destacan entre ellos: las altísimas tasas de marginación y pobreza del estado de Oaxaca, así como la presencia, ubicua y permanentemente activa, del magisterio organizado.

Entre los muchos costos que han tenido para los niños y jóvenes oaxaqueños, las formas de organización y lucha del magisterio oaxaqueño aglutinado en la Sección 22, se encuentra una dimensión poco visible, pero fundamental para la operación más básica de cualquier sistema educativo. Me refiero a las palancas de conducción (tramos de control, cadenas de mando, por ejemplo) y también a los recursos indispensables –tiempo, recursos materiales, personal capacitado– sin los cuales naufraga la posibilidad de operar cualquier sistema educativo.

Gracias a la recuperación del IEEPO –Secretaría de Educación estatal– por parte del gobierno estatal y federal el año pasado, tras el dominio casi completo que había mantenido la Sección 22 desde principios de los 1990, hoy parece existir espacio y voluntad para reconstruir o, de plano, construir el aparato burocrático e institucional mínimo indispensable para conducir el barco de la educación oaxaqueña.

Urge apoyar, sostener y profundizar ese esfuerzo nodal en curso. Para ello, se requerirán muchos elementos. Valdría la pena empezar, por evitar que, una vez más, la atención a la Sección 22 consuma todo el tiempo, la energía y los recursos del aparato encargado de operar la educación en Oaxaca. En concreto, convendría comenzar por acotar el tiempo y los recursos destinados a lidiar con la Sección 22 al mínimo indispensable para contener y administrar el conflicto para así poder disponer del tiempo y los recursos para construir un sistema educativo, mínimamente, digno de tal nombre.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/oaxaca-mas-alla-de-la-seccion-22/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/06/oaxaca-768×336.jpg

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Sindicato de educación en Río de Janeiro se solidariza con la sección 22 de la CNTE.

Luego de cinco meses de huelga y en plenas Olimpiadas, el Sindicato Estatal del Personal de la Educación (SEPE) en Río de Janeiro movilizó ayer a aproximadamente 50 profesores para manifestar su solidaridad con la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en México.

América del Sur/Brasil/Fuente:http://www.proceso.com.mx/

Por: Anne Vigna.

“Estamos intentado hacer un puente entre las luchas mexicanas y brasileñas, porque aquí también estamos enfrentando serias amenazas a la educación. Supimos de la represión contra los maestros en Oaxaca, pero también de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, los periodistas asesinados, la lucha de los pueblos indígenas, etcétera. Nos queda claro quién es el gobierno mexicano. Es eso que queríamos denunciar con la atención internacional que hay ahora en Río con las Olimpiadas”, explicó a Apro Mónica Lima, educadora indígena e integrante del sindicato, quien también resaltó las similitudes de las luchas indígenas entre los dos países.

En Río de Janeiro, el de los maestros es el mayor sindicato y representa los intereses de 80 mil trabajadores de la educación.

Según el profesor de geografía Luis Cesar Nunes, los contactos con la sección 22 de Oaxaca “comenzaron en 2015 e hicimos un primer acto de solidaridad durante la Caravana de los padres de Ayotzinapa por América del Sur. Hoy es un acto que pasa simultáneamente en las ciudades de México, Oaxaca, Río de Janeiro y Nueva York. Nuestras luchas son idénticas, pero estamos conscientes que en México la represión es mucho más fuerte”, subrayó.

A la protesta se unieron miembros del sindicato de metalurgistas de Volta Redonda, conocida como la “ciudad del acero” en el estado de Río, debido a que alberga el mayor sitio siderúrgico de Brasil.

En 1988 este sindicato fue protagonista de una de las más intensas y difíciles huelgas obreras, por la muerte de tres de ellos a manos del Ejército.

Frente al Consulado mexicano, uno de sus representantes, Cerezo Honorato, calificó a México como “una dictadura perfecta que logra engañar al mundo haciéndose pasar por una democracia. Vinimos aquí a enfrentar al gobierno mexicano, que es un Estado criminal”, destacó.

En varios momentos los manifestantes brasileños advirtieron que la situación política en su país podría empeorar, por lo que dijeron se hace más fuerte la necesidad de tener vínculos internacionales.

“No sabemos cómo va a ser la lucha contra el gobierno que está tomando el poder en Brasil y que pretende quitarnos derechos. Ya anunció una reforma de las jubilaciones y esperamos que no haya una represión como en México”, añadió Luis Cesar Nunes.

Al final de la manifestación, frente al Consulado mexicano en Río, alrededor de 50 estudiantes se unieron al acto, lo que provocó un gran despliegue del Batallón de Choque de la Policía Militar, y aumentó el volumen de los gritos de “asesino”.

El Consulado mexicano no envió a ningún representante para dialogar con los manifestantes, pero sí a funcionarios para que filmaran con sus celulares la protesta.

Fuente: http://www.proceso.com.mx/451545/sindicato-educacion-en-rio-janeiro-se-solidariza-la-seccion-22

Imagen: http://cdn.proceso.com.mx/media/2016/08/Consulado3-702×468.jpg

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