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Cómo erradicar la pobreza rural y la malnutrición urbana

Por: Baher Kamal

Las aplicaciones nucleares en agricultura dependen del uso de isótopos y de técnicas de radiación para combatir plagas y enfermedades, aumentar la producción y los recursos hídricos, asegurar la seguridad alimentaria y elevar la producción animal. Crédito: FAO

El aumento de población, la creciente urbanización, las tecnologías modernas y el cambio climático aceleran la transformación del mundo. ¿Hacia dónde va? ¿A quiénes beneficia? ¿Podrá el futuro sistema alimentario dar de comer y emplear a los millones de jóvenes que entrarán al mercado laboral en las próximas décadas?

Algunas de las respuestas a esas interrogantes están en la transformación y la revitalización de las economías rurales, en particular de los países en desarrollo, donde la industrialización y los servicios probablemente no puedan cubrir la demanda de trabajo, señala el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2017.

El documento “establece una visión de estrategia de ‘enfoque territorial’ que conecta áreas rurales con centros urbanos, aprovechando la demanda creciente de alimentos en pequeñas ciudades y en megaciudades para reiniciar la agricultura de subsistencia y promover un crecimiento económico sostenible y equitativo”, señala el informe divulgado este lunes 9 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Uno de los mayores desafíos actuales es eliminar el hambre y la pobreza a la vez establecer una agricultura y un sistema de alimentación sostenibles, alerta, a la vez que explica que es una tarea “gigantesca” debido al continuo crecimiento poblacional, los profundos cambios en la demanda de alimentos y la amenaza de la masiva emigración de jóvenes del campo en busca de una vida mejor.

El informe analiza las transformaciones estructurales y rurales en los países de bajos ingresos y muestra cómo una planificación “agroterritorial” puede impulsar los sistemas alimentarios para promover un desarrollo rural sostenible e inclusivo.

De hecho, los 500 millones de pequeños agricultores del mundo corren el riesgo de quedar rezagados en las transformaciones estructurales y rurales, advierte. Ese sector produce 80 por ciento de los alimentos en África subsahariana y en Asia y urgen inversiones para mejorar su productividad.

“La urbanización, el aumento de población y el crecimiento de los ingresos elevan la demanda de alimentos en un momento en que la agricultura debe lidiar con limitaciones sin precedentes en materia de recursos naturales y cambio climático”, alerta la FAO.

Además, la urbanización y la creciente riqueza generan una “transición nutricional” en los países en desarrollo hacia un mayor consumo de proteínas animales. “La agricultura y los sistemas alimentarios deben volverse más productivos y diversificados”, precisa.

Pueblos y pequeñas ciudades como catalizadoras

Las pequeñas ciudades y pueblos pueden desempeñar un papel de catalizadores de la transformación; las áreas rurales y urbanas forman un “expectro rururbano” que va de megaciudades a grandes centros regionales, pueblos comerciales y zonas rurales cercanas, según el informe de FAO.

En los países en desarrollo, las pequeñas áreas urbanas desempeñarán un papel que es por lo menos tan importante para la transformación rural como el de las grandes ciudades.

“El desarrollo agroterritorial que vincula pequeñas ciudades y pueblos con ‘áreas de captación’ puede mejorar mucho su acceso a alimentos y oportunidades para los pobres del campo”. Ese enfoque buscar reconciliar los aspectos económicos del sector alimentario con sus dimensiones espaciales, sociales y culturales.

El informe explica que la clave del éxito de un enfoque agroterritorial es una combinación equilibrada de desarrollo de infraestructura e intervenciones políticas en todo el espectro, de lo rural a lo urbano.

“Las cinco herramientas del desarrollo agroterritorial más comunes, como agrocorredores, agrupaciones agrarias, parques agroindustriales, zonas económicas agrarias e incubadoras agroempresariales, ofrecen una plataforma de crecimiento agroindustrial y una economía rural no agraria”, analizó.

Cosecha de girasoles en Pakistán. Crédito: FAO

Clara llamada de alerta

Al adoptar la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible hace dos años, la comunidad internacional se comprometió a erradicar el hambre y la pobreza y a lograr otros importantes objetivos, como la agricultura sostenible, garantizar la salud de la población y un trabajo decente para todos, reducir la desigualdad y lograr un crecimiento económico inclusivo, recordó el director general de la FAO, José Graziano da Silva al presentar el informe.

“No puede haber una llamada de alerta más clara que las nuevas estimaciones de la FAO de que en el mundo hay 850 millones de personas crónicamente malnutridas. La mayoría viven en países de bajos y medianos ingresos, muchos de los cuales todavía deben lograr avances hacia una transformación estructural de sus economías”, añadió.

Graziano da Silva señaló que las transformaciones exitosas en otros países en desarrollo resultaron de un crecimiento de la productividad agrícola, que llevaron a un cambio de personas y recursos de la agricultura hacia la manufactura, la industria y los servicios, enormes aumentos de ingresos por habitantes y abrupta disminución de la pobreza y el hambre.

Los países rezagados en esas transformaciones están principalmente concentrados en África subsahariana y Asia meridional. Muchos comparten economías con una gran proporción de empleados en el sector agrícola, hambre y malnutrición generalizadas y elevados niveles de pobreza, explicó.

Hay 1.750 millones de personas con menos de 3,10 dólares al día

Según datos de la FAO, hay 1.750 millones de personas en países de bajos y medianos ingresos que viven con menos de 3,10 dólares al día, y más de 580 millones que sufren una malnutrición crónica.

Las perspectivas de erradicar el hambre y la pobreza en esos países se ve superada por la baja productividad de la agricultura de subsistencia, la poca industrialización y, por encima de todo, el rápido crecimiento de población y la explosiva urbanización, puntualizó Graziano da Silva.

De hecho, las proyecciones indican que la población total aumentará 25 por ciento, de 3.500 millones a casi 4.500 millones de habitantes entre 2015 y 2030; y la población urbana aumentará el doble, de 1.300 millones a 2.000 millones de personas.

En África subsahariana, las personas de 15 a 24 años aumentarán en más de 90 millones para 2030, y la mayoría residirán en áreas rurales.

“Los jóvenes del campo, frente a la perspectiva de vivir en la pobreza absoluta, es posible que no tengan más alternativa que emigrar, con el riesgo de que la mejoría sería insignificante, pues podrían superar la cantidad de puestos de trabajo disponibles en las ciudades”, alertó.

Enorme potencial sin explotar

La conclusión principal del informe es que para cumplir con la Agenda 2030 es necesario lograr avances en las áreas rurales, donde viven la mayoría de las personas pobres que pasan hambre, subrayó el director general de la FAO.

“Presenta evidencias que muestra que, desde los años 90, las transformaciones rurales en muchos países hicieron que aumentara en más de 750 millones el número de personas que viven por encima de la línea de pobreza”, indicó.

Para lograr el mismo objetivo en los países rezagados, el documento presenta una estrategia que impulsará el “enorme potencial sin explotar de sistemas de alimentos” para impulsar el desarrollo agroindustrial, mejorar los ingresos y la productividad de los pequeños agricultores y crear empleos fuera de las granjas al expandir los segmentos la cadena alimentaria y el suministro de alimentos.

“Esa transformación rural inclusiva contribuirá a erradicar la pobreza rural, a la vez que ayuda a terminar con la pobreza y la malnutrición en las ciudades”, aseguró.

Un impulsor de la transformación rural inclusiva será la creciente demanda procedente de los mercados de las ciudades, que consumen 70 por ciento del suministro de alimentos, aun en países con grandes poblaciones rurales, precisó.

El director general de la FAO explicó que gracias a los mayores ingresos, los consumidores citadinos realizan cambios significativos en su dieta, menos productos básicos y más carne, huevos, lácteos, frutas y verduras y pescado con valor agregado y más alimentos procesados en general.

El valor de los mercados de las ciudades de África subsahariana aumentaría de 150.000 millones de dólares a 500.000 millones entre 2010 y 2030, según Graziano da Silva.

La urbanización ofrece una “oportunidad dorada para la agricultura”, añadió. Pero también supone desafíos para millones de pequeños agricultores familiares.

“Los mercados más rentables pueden llevar a la concentración de la producción de alimentos en grandes haciendas comerciales, a cadenas de valor dominadas por grandes elaboradores y cadenas de venta al público y a la exclusión de los pequeños productores”, precisó.

Productores de pequeña escala

Según la FAO, para asegurarse que los pequeños productores colaboran para cubrir la demanda de los mercados urbanos, se necesitan políticas favorables: reducir las barreras que limitan su acceso a insumos, promover la adopción de tecnologías y enfoques sostenibles que no dañen el ambiente, aumentar el acceso al crédito y a los mercados.

También facilitar la mecanización agraria, revitalizar los sistemas de extensión agrícola, fortalecer los derechos sobre la tierra, garantizar la igualdad en los contratos de proveedores y fortalecer las organizaciones de pequeños productores.

“Ningún crecimiento de la demanda urbana por sí solo mejorará la producción ni las condiciones de mercado para la pequeña agricultura”, observó. Las políticas de incentivos y de inversiones son pilares clave para una transformación rural inclusiva.

El segundo pilar es el desarrollo de la agroindustria y la infraestructura, necesaria para conectar áreas rurales y mercados urbanos, indicó Graziano da Silva, antes de añadir que en los próximos años, muchos pequeños productores probablemente abandonen la agricultura, y la mayoría será incapaz de conseguir un empleo decente y las economías principalmente rurales de baja productividad.

Agroindustria, un sector importante

En algunos países de África subsahariana, el procesamiento de alimentos y bebidas representa entre 30 y 50 por ciento del valor agregado, y en otros, más de 80 por ciento, informó.

“Pero el crecimiento de la agroindustria se ve frenado por la falta de infraestructura esencial, desde caminos rurales, pasando por red eléctrica hasta lugares de acopio y transporte refrigerado”, detalló.

“En muchos países de bajos ingresos, tales limitaciones se ven exacerbadas por la falta de inversión público-privada”, explicó el director general de la FAO.

El tercer pilar de una transformación rural inclusiva es el foco territorial en la planificación del desarrollo rural, diseñado para fortalecer las conexiones físicas, económicas, sociales y políticas entre los pequeños centros urbanos y las áreas rurales circundantes.

En los países en desarrollo, alrededor de la mitad de la población urbana, o casi 1.500 millones de personas, viven en ciudades y pueblos de 500.000 habitantes o menos, según el informe.

“A menudo ignoradas por urbanistas y dirigentes políticos, las redes territoriales de pequeñas ciudades y pueblos son puntos de referencia importantes para las poblaciones rurales, los lugares donde compran sus semillas, envían a sus hijos a la escuela, acceden a atención médica y otros servicios”, señala.

Los últimos estudios muestran cómo el desarrollo de las economías rurales es a menudo mucho más rápido, y por lo general, más inclusivo, cuando se integra al de pequeñas áreas urbanas.

“El enfoque de desarrollo agroterritorial descrito en el informe, los vínculos entre las pequeñas ciudades y pueblos y sus ‘áreas de captación’ rurales, se fortalecen a través de obras de infraestructura y políticas que conectan productores, procesadores agroindustriales y servicios complementarios, así como otros segmentos de la cadena de valor alimentaria, como los circuitos locales de consumo y producción de alimentos”, añadió.

“A menos que el crecimiento económico se haga más inclusivo, los objetivos globales para terminar con la pobreza y lograr el hambre cero para 2030 no se alcanzarán”, alertó Graziano da Silva.

Traducido por Verónica Firme

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/10/erradicar-la-pobreza-rural-la-malnutricion-urbana/

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CELAC adopta enfoque de género en plan de erradicación del hambre

29 Enero 2017/Fuente: ipsnoticias/Autor: Estrella Gutiérrez

Los jefes de Estado y de gobierno de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) aprobaron el miércoles 25 la estrategia de género de su Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025.

La estrategia fue creada por el Grupo Adelanto de la Mujer de la CELAC con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y busca garantizar que los impactos del principal acuerdo regional de erradicación del hambre favorezcan de igual modo a mujeres y hombres.

“La estrategia permite orientar a los países ahondar la erradicación del hambre y la malnutrición adoptando un enfoque de género y de derechos”, explicó Maddelin Brizuela, coordinadora del Grupo Adelanto de las Mujeres de la Celac.

La estrategia fue adoptada durante la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac, en Punta Cana, en República Dominicana, y propone acciones concretas para incorporar la perspectiva de género en las principales áreas de acción del Plan SAN Celac.

Enfoque de género en las estrategias de seguridad alimentaria

Según el documento acordado hoy por Celac, un primer paso fundamental es incorporar el enfoque de género en los marcos legales, leyes y políticas de derecho a la alimentación y seguridad alimentaria a lo largo de toda la región.

Además, se deben promover políticas diferenciadas que involucren a las mujeres según grupos etarios, especialmente en relación con el acceso a la tierra y el reconocimiento del trabajo de las mujeres.

Para poder medir y garantizar una mejor condición nutricional de las mujeres de la región, se debe elaborar una línea base sobre la participación de las mujeres en la seguridad alimentaria, basada en e evidencia cualitativa y cuantitativa.

Las mujeres y el acceso a los alimentos

Para mejorar el acceso a los alimentos de las mujeres de la región, es clave una visión amplia de protección social, que incluya el fortalecimiento de los medios de subsistencia y la reducción de la vulnerabilidad.

Para ello, las mujeres deben contar con insumos, acceso preferente a activos de producción y medidas de fomento para sus organizaciones rurales y cooperativas.

El acceso a la tierra, al agua, a semillas nativas y servicios financieros es un aspecto clave para su desarrollo.

Se debe garantizar que las mujeres embarazadas y lactantes con niños menores de dos años tengan acceso a alimentos y agua potable y fomentar que la entrega de las transferencias condicionadas de ingresos –que cubren a millones de personas en la región- las reciban las jefas de hogar.

Además, se requiere incorporar a las trabajadoras agrícolas familiares no remuneradas y por cuenta propia en los sistemas de previsión y seguridad social, con un énfasis particular en las temporeras agrícolas.

Bienestar nutricional

Una tendencia preocupante en la región es el aumento de  la obesidad femenina. Según el Panorama de la seguridad de la FAO y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en veinte países de la región la prevalencia de obesidad de las mujeres es al menos diez puntos superior a las de los hombres.

Esto se explica por múltiples factores: la pobreza (que afecta con más fuerza a las mujeres); la falta de acceso a recursos productivos; bajos niveles educacionales; falta de acceso a educación nutricional; falta de tiempo para realizar ejercicio físico; una excesiva carga de trabajo.

Para mejorar el bienestar nutricional de las mujeres de la región, la estrategia también propone asegurar que los programas de alimentación escolar beneficien por igual a niños y las niñas, e utilizarlos para promover el trabajo decente para mujeres rurales.

Un aspecto clave mencionado por la estrategia es la necesidad de incentivar una mayor corresponsabilidad en la promoción de la salud, tanto a nivel  familiar (participación de padres, madres y tutores) como del Estado. Para avanzar hacia ello, es fundamental articular las políticas de seguridad alimentaria con aquellas que buscan una distribución equitativa de la carga doméstica.

Prevención de desastres

Según la estrategia de género del Plan SAN Celac, se debe asegurar la incorporación de las mujeres de manera diferenciada en los planes nacionales de prevención de desastres.

Para ellos las organizaciones de mujeres deben formar parte de los comités de emergencia, para que sean consideradas en su papel como productoras de alimentos cuando se establecen programas de recuperación productiva después de una catástrofe.

Esta medida debe estar vinculada con los planes nacionales de manejo de riesgo y prevención de desastres, que reconozcan el rol de las mujeres en la sostenibilidad ambiental y en la adaptación a los efectos del cambio climático.

Este artículo fue publicado originalmente por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. IPS lo distribuye por un acuerdo especial de difusión con esta oficina regional de la FAO.

Fuente de la noticia: http://www.ipsnoticias.net/2017/01/celac-adopta-enfoque-de-genero-en-plan-de-erradicacion-del-hambre/

Fuente de la imagen:http://cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2017/01/FAO-629×420.jpg

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Es posible alimentar a la humanidad de manera sostenible, afirma la Junta de Asesoramiento Científico del Secretario General.

América del Norte/Estados Unidos/10.01.2017/Autor y Fuente: http://es.unesco.org/

El mundo debe tomar conciencia de la gravedad del nuevo problema de seguridad alimentaria y nutricional e invertir en ciencia, tecnología e innovación, adoptando desde ahora políticas de apoyo para responder a las necesidades futuras del planeta en materia de alimentación y nutrición, de acuerdo con un nuevo informe de políticas publicado hoy por la Junta de Asesoramiento Científico del Secretario General de las Naciones Unidas. En dicho informe se ponen de relieve siete mensajes y recomendaciones clave destinados a determinar y abordar los problemas relacionados con la seguridad alimentaria y la salud, a fin de cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo para el Desarrollo Sostenible 2 “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”.

Alimentar a la humanidad de manera sostenible constituye un importante desafío mundial para la sociedad. A corto plazo, las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria mundial se centran en el hambre y la pobreza entre los más pobres, siendo esta situación más aguda y apremiante en los países en desarrollo, en que unos 800 millones de personas pasan hambre y los niños corren el riesgo de sufrir retrasos en el crecimiento. La Junta examinó la cuestión de la seguridad alimentaria en un contexto más amplio, teniendo en cuenta la utilización y la conservación de los recursos naturales, unas prácticas más eficientes de producción de alimentos y de utilización de los recursos, los efectos del cambio climático y la reducción de la pérdida y el despilfarro de alimentos en el mundo. Entre las cuestiones que se tratan en el informe sobre políticas figuran los cambios que deben introducirse en la dieta alimentaria, pasando de una alimentación rica en calorías a otra más rica en proteínas.

El informe de políticas fue preparado bajo la dirección de Gebisa Ejeta, miembro de la Junta de Asesoramiento Científico. De acuerdo con la Junta, las capacidades humanas e institucionales de muchas naciones pobres necesitan de manera apremiante ser reforzadas para que esas naciones puedan ser parte de las soluciones en calidad de actores importantes en un nuevo sistema alimentario mundial que responda a las crecientes necesidades mundiales en materia de alimentación y nutrición.

La Junta aboga también por el establecimiento de alianzas sólidas entre los sectores público y privado, esenciales para promover el desarrollo de “sistemas alimentarios” comerciales sostenibles y prósperos a fin de favorecer el crecimiento económico, proporcionar empleo remunerado y satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales de la sociedad para mejorar la salud.

En el informe de políticas se destaca la necesidad de vincular la seguridad alimentaria mundial a políticas nacionales y mundiales más firmes que apoyen sistemas de producción inteligentes desde el punto de vista climático, con empresas rentables y sistemas alimentarios que se basen en la ordenación racional de los recursos del planeta Tierra.

“Al invertir en ciencia, creamos la posibilidad de frenar e invertir los actos y las tendencias dañinos mediante las decisiones que adoptemos hoy”, afirma la Junta.

“Hemos aprendido de la historia que las inversiones realizadas en ciencias agrícolas en el siglo XX han permitido evitar desastres y obtener grandes beneficios. En el marco de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, no es imposible que este planeta pueda producir por sí solo alimentos suficientes para alimentar a 9.000 millones de personas de manera sostenible para el medio ambiente gracias a la ciencia y la innovación creativas, así como a la sabiduría local y las políticas eficaces”, explica Gebisa Ejeta.

Creada en 2014 en reconocimiento de la función decisiva que desempeña la ciencia en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Junta de Asesoramiento Científico constituye una experiencia singular que sienta las bases para el asesoramiento científico interdisciplinario al Secretario General de las Naciones Unidas. La UNESCO hace las veces de Secretaría de la Junta.

Fuente: http://es.unesco.org/news/es-posible-alimentar-humanidad-manera-sostenible-afirma-junta-asesoramiento-cientifico-del

Imagen: http://es.unesco.org/sites/default/files/styles/img_688x358/public/focus_farmer_sorgum_sudan_un_photo-fred-noy_dpl.jpg?itok=Hd6vK4Ib

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Es posible alimentar a la humanidad de manera sostenible, afirma la Junta de Asesoramiento Científico del Secretario General

08 de enero de 2017 / Fuente: http://es.unesco.org/

El mundo debe tomar conciencia de la gravedad del nuevo problema de seguridad alimentaria y nutricional e invertir en ciencia, tecnología e innovación, adoptando desde ahora políticas de apoyo para responder a las necesidades futuras del planeta en materia de alimentación y nutrición, de acuerdo con un nuevo informe de políticas publicado hoy por la Junta de Asesoramiento Científico del Secretario General de las Naciones Unidas. En dicho informe se ponen de relieve siete mensajes y recomendaciones clave destinados a determinar y abordar los problemas relacionados con la seguridad alimentaria y la salud, a fin de cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo para el Desarrollo Sostenible 2 “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”.

Alimentar a la humanidad de manera sostenible constituye un importante desafío mundial para la sociedad. A corto plazo, las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria mundial se centran en el hambre y la pobreza entre los más pobres, siendo esta situación más aguda y apremiante en los países en desarrollo, en que unos 800 millones de personas pasan hambre y los niños corren el riesgo de sufrir retrasos en el crecimiento. La Junta examinó la cuestión de la seguridad alimentaria en un contexto más amplio, teniendo en cuenta la utilización y la conservación de los recursos naturales, unas prácticas más eficientes de producción de alimentos y de utilización de los recursos, los efectos del cambio climático y la reducción de la pérdida y el despilfarro de alimentos en el mundo. Entre las cuestiones que se tratan en el informe sobre políticas figuran los cambios que deben introducirse en la dieta alimentaria, pasando de una alimentación rica en calorías a otra más rica en proteínas.

El informe de políticas fue preparado bajo la dirección de Gebisa Ejeta, miembro de la Junta de Asesoramiento Científico. De acuerdo con la Junta, las capacidades humanas e institucionales de muchas naciones pobres necesitan de manera apremiante ser reforzadas para que esas naciones puedan ser parte de las soluciones en calidad de actores importantes en un nuevo sistema alimentario mundial que responda a las crecientes necesidades mundiales en materia de alimentación y nutrición.

La Junta aboga también por el establecimiento de alianzas sólidas entre los sectores público y privado, esenciales para promover el desarrollo de “sistemas alimentarios” comerciales sostenibles y prósperos a fin de favorecer el crecimiento económico, proporcionar empleo remunerado y satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales de la sociedad para mejorar la salud.

En el informe de políticas se destaca la necesidad de vincular la seguridad alimentaria mundial a políticas nacionales y mundiales más firmes que apoyen sistemas de producción inteligentes desde el punto de vista climático, con empresas rentables y sistemas alimentarios que se basen en la ordenación racional de los recursos del planeta Tierra.

Al invertir en ciencia, creamos la posibilidad de frenar e invertir los actos y las tendencias dañinos mediante las decisiones que adoptemos hoy”, afirma la Junta.

Hemos aprendido de la historia que las inversiones realizadas en ciencias agrícolas en el siglo XX han permitido evitar desastres y obtener grandes beneficios. En el marco de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, no es imposible que este planeta pueda producir por sí solo alimentos suficientes para alimentar a 9.000 millones de personas de manera sostenible para el medio ambiente gracias a la ciencia y la innovación creativas, así como a la sabiduría local y las políticas eficaces”, explica Gebisa Ejeta.

Creada en 2014 en reconocimiento de la función decisiva que desempeña la ciencia en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Junta de Asesoramiento Científico constituye una experiencia singular que sienta las bases para el asesoramiento científico interdisciplinario al Secretario General de las Naciones Unidas. La UNESCO hace las veces de Secretaría de la Junta.

Fuente noticia: http://es.unesco.org/news/es-posible-alimentar-humanidad-manera-sostenible-afirma-junta-asesoramiento-cientifico-del

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Honduras aprueba ley de alimentación escolar

Centroamérica/Honduras/30 de septiembre de 2016/www.ipsnoticias.net

El Congreso Nacional legislativo de Honduras aprobó por unanimidad la Ley de Alimentación Escolar para garantizar a la población infantil de los centros educativos públicos del país, el acceso a una ración de alimentos, sanos, inocuos y nutritivos.

 

La iniciativa de ley de alimentación escolar presentada en el pleno del Congreso Nacional por la coordinadora del Frente Parlamentario contra el Hambre de Honduras, Yadira Bendaña, contribuye a fortalecer la seguridad alimentaria nutricional de la niñez.

“En Honduras, desde 1998 existe un programa de merienda escolar, sin embargo no contaba con el marco legal para garantizar que el Estado proporcionara de manera adecuada la ración alimentaria nutricional en todos los centros de educación pública pre-básica, básica y progresivamente en la educación media en el contexto del derecho a la alimentación”, explicó Bendaña.

Con la aprobación de la ley, el 7 de septiembre,  se institucionaliza el Programa de Alimentación Escolar implementado por la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS) y la Secretaría de Educación (SE) con independencia financiera, puntualizó.

Honduras pasa a integrar junto a Bolivia, Brasil y Paraguay el grupo de países de América Latina que cuentan con  leyes específicas sobre alimentación escolar, informó la coordinadora regional en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) del proyecto de Fortalecimiento a los Programas de Alimentación Escolar para América Latina y el Carible, Najla Veloso.

“Es muy importante que los países garanticen por medio de marcos legales el derecho a la alimentación saludable y adecuada a los estudiantes”, resaltó Veloso.

Programa de Alimentación Escolar bajo un modelo sostenible

La metodología del Programa de Alimentación Escolar que se institucionalizará a partir de la aprobación de la ley, se ejecuta bajo un enfoque sostenible que incluye la participación de los padres de familia, maestros, las municipalidades, las comunidades, mancomunidades y la vinculación a las compras locales a la agricultura familiar, manifestó Wendy Carranza, coordinadora del proyecto en FAO Honduras.

Carranza explicó que a partir de la experiencia piloto de Escuelas Sostenibles, desarrollada en cinco municipios del occidente de Honduras, que surge a partir de la experiencia brasileña, el Gobierno a través de la SEDIS, replicó el modelo en 32 municipios del corredor seco, bajo un enfoque de desarrollo territorial, donde la alimentación escolar es una línea de acción en las agendas municipales.

En este proceso, actualmente participan 10 mil agricultores familiares de 83 municipios que abastecen de hortalizas, frutas, huevos y otros productos que se destinan a 1.284 centros escolares beneficiando la alimentación de 72.298 niños y niñas, apuntó.

Agregó que con la aprobación de la ley y posterior reglamentación del Programa de Alimentación Escolar podrá implementarse en todo el país, beneficiando a más de 1,8 millones de escolares.

Honduras avanza en garantías en el Derecho a la Alimentación Adecuada

“La ley  declara que la alimentación escolar es una prioridad nacional, lo que representa un paso importante para garantizar el Derecho a la Alimentación Adecuada”, manifestó María Julia Cárdenas Barrios, Representante de la FAO en Honduras.

Cárdenas Barrios, explicó que la ley es una construcción conjunta en la cual la FAO brindó la asistencia técnica para la discusión y análisis de la ley, contando con el apoyo del Gobierno de Brasil en el marco del Programa Cooperación Sur-Sur por medio del Programa de Cooperación Internacional.

Agregó que el Frente Parlamentario contra el Hambre-Honduras, la SEDIS, la SE y otras instituciones del Estado han tenido un rol fundamental  en la elaboración de una ley que responda a las necesidades del país.

Alimentación escolar y en Plan de la Celac 

El Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2025  de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que en su capítulo primero trata de la Seguridad Alimentaria y Nutricional así como de la Erradicación del Hambre y la Pobreza, dedica en su tercer pilar una línea de acción específica a la Alimentación Escolar.

Según el Plan de la Celac, los programas de Alimentación Escolar tienen una larga trayectoria en la región y en la actualidad pueden vincularse con diversos objetivos, como la creación de hábitos saludables, la continuidad del ciclo nutricional y el fortalecimiento del acceso a mercados públicos de abastecimiento institucional de alimentos por parte de la agricultura familiar, entre otros.

Este artículo fue publicado originalmente por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. IPS lo distribuye por un acuerdo especial de difusión con esta oficina regional de la FAO.

Tomado de: http://www.ipsnoticias.net/2016/09/honduras-aprueba-ley-de-alimentacion-escolar/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=honduras-aprueba-ley-de-alimentacion-escolar

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Is College Student ‘Food Insecurity’ Real?

Por: David Steele-Figueredo

In late June I was flying to Mexico on vacation and opened the Los Angeles Times. I was stunned. The conclusion of this depressing article: in the California State University system with a student body of about 475,000, between 8 to 12 percent were homeless and about double that suffered from food insecurity. What does it mean to be “food insecure”? According to the U.S. Department of Agriculture, food insecurity is “a condition of someone who does not have adequate resources to feed themselves.”

So on average, in the largest university system in the country, about 50,000 college students are homeless and about 100,000 go hungry?

To add fuel to the fire, in a more recent article the Los Angeles Times reported that 4 in 10 of University of California students “do not have a consistent source of high-quality, nutritious food.” The UC system is arguably the best university system in the world, with about 240,000 students. So roughly 100,000 of our best college students are food insecure?

Is this issue relevant only in California? No, it is endemic. The earliest available study on the issue was published about eight years ago at the University of Hawaii. They found that about 20 percent of students there skip meals or did not get proper nutrition because of poverty. A more recent study of food insecurity at Arizona State University put the rate at about 34 percent for first year students.

The American Council on Education’s Christopher Nellum, in Fighting Food Insecurity on Campus, defines the overall situation in unmistakable terms:

The numbers are striking. Feeding America, a national nonprofit network of food banks … estimates that nearly half (49.3 percent) of its clients in college must choose between educational expenses (i.e., tuition, books and supplies, rent) and food annually, and that 21 percent did so for a full 12 months.

To their credit, colleges and universities are taking action. At Woodbury University our “Pops Pantry” meets the need for wholesome food among these disadvantaged students. We are also a member of the College and University Food Bank Alliance (CUFBA), which has about 350 active member institutions. CUFBA’s mandate is both clear and painful: “a professional organization consisting of campus-based programs focused on alleviating food insecurity, hunger, and poverty among college and university students in the United States.”

Why name it Pop’s Pantry? Woodbury University’s sixth President, Ray Howard Whitten, was known affectionately on campus as “Pop.” His philosophy for the development of students transcended the classroom and this Pantry is in alignment with Pop’s desire to provide useful resources to students in pursuit of their academic goals.

As the Chronicle of Higher Education reported last year, “the thrifty student who subsists on ramen noodles has given way to a more troubling portrait: the hungry student who needs help and may not know how to ask for it.”

Just as institutions are beginning to act, so students themselves are addressing food insecurity, often creatively. At UCLA, Swipe Out Hunger, a student-run organization, has teamed with some 20 other universities, devising solutions that include arranging for excess money on a student’s meal plan to be donated in the form of food to pantries, or applying those funds to food vouchers for students.

And now, lawmakers are beginning to respond as well. Working its way through the California state legislature is the College Student Hunger Relief Act of 2016, a measure that, if enacted, would enable food banks to work with college food pantries and require both public and private colleges to participate in restaurant meals programs in their counties.

So food insecurity is real — a problem that needs to remain a headline item. Think about the impact this issue is having on the next generation of leaders in our nation. So going back to California: is it acceptable that about 200,000 college students, in the UC and CSU systems, living in the richest state in the nation, have “food insecurity” or exist on a high sodium and high fat diet?

Tomado de: http://www.huffingtonpost.com/david-steelefigueredo/is-college-student-food-i_b_11805750.html?section=us_college

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Bolivia: II Seminario Regional sobre Agroecología en América Latina y el Caribe

II Seminario Regional sobre Agroecología en América Latina y el Caribe

Antecedentes

En América Latina y el Caribe, la agroecología está ligada a los procesos de desarrollo rural sostenible, al fortalecimiento de la agricultura familiar, con el rescate del conocimiento productivo tradicional de los pueblos indígenas, de los grupos y los saberes ancestrales, a través de la cual se pone en valor la participación y la educación entre pares.

Asimismo la agroecología es reconocida como un modelo fundamental en la búsqueda de la seguridad alimentaria y nutricional, en la lucha contra la pobreza, el empoderamiento local y aumento de la resiliencia al cambio climático, puesto que entrega una visión holística de los ecosistemas agrícolas, tomando en cuenta elementos económicos, sociales y ambientales. Asimismo promueve el desarrollo de sistemas agrícolas y alimentarios más sostenibles, sanos y diversos con bajos insumos, además de conservar y regenerar la biodiversidad, contribuyendo a la generación de sistemas más resilientes, energéticamente eficientes y socialmente justos.

La agroecología ha estado desde sus orígenes muy vinculada a la lucha de los movimientos sociales y particularmente de representantes de organizaciones de agricultores familiares de pequeña escala, abogando por un modelo de agricultura más harmónico y respetuoso con el medio ambiente. Este planteamiento quedó plasmado en la Declaración Final del Foro Latinoamericano de Comités del Año Internacional de la Agricultura Familiar, en donde se reconoce la conexión entre la agricultura familiar y la agroecología y la función que desempeñan en la promoción de un modelo de desarrollo rural sostenible.

En la actualidad, ante los desafíos de erradicar el hambre y la pobreza de manera sostenible, la agroecología juega un papel decisivo. En un continente donde el hambre convive con la obesidad y los niveles de desigualdad van en aumento, es fundamental avanzar hacia un modelo de producción sostenible, diverso y un consumo más responsable.

Se han hecho esfuerzos para la promoción de la agroecología y hoy se reconoce la importancia de la misma, lográndose avances en algunos países en materia de políticas públicas y marcos legales. Todavía queda un largo camino a recorrer y los desafíos son inmensos: desde el acceso y la tenencia de los agricultores familiares a los recursos productivos (tierra, agua, semillas, etc.), al fortalecimiento de la asistencia técnica y extensión rural, el acceso a la tecnología, mercados, financiamiento y seguros agrícolas. Sigue siendo importante el enfoque inter-disciplinar, la articulación inter-institucional, el debate franco entre los varios actores, la búsqueda de puntos de encuentro y principalmente la voluntad política de avanzar en esa dirección.

En ese sentido, es importante destacar que recientemente la agroecología fue incluida en la Declaración Ministerial y Planes de acción del Grupo de Trabajo de Agricultura Familiar y Desarrollo Rural Territorial (GT AF y DRT) de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y del Grupo Temático para la Adaptación al Cambio Climático y Manejo del Riesgo Climático de la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del MERCOSUR. Asimismo, en la 34ªConferencia Regional de la FAO (México, 2016), la Conferencia subrayó la importancia de fortalecer las políticas de agricultura familiar con enfoque territorial y agroecológico, considerando así la agroecología como un enfoque fundamental para enfrentar los retos para la transformación del sector rural en ALC  y en el uso sostenible de recursos naturales, la gestión de riesgos y adaptación al Cambio climático.

En el marco del Año Internacional de la Agricultura Familiar celebrado en 2014, la FAO llevó a cabo en Roma el Simposio Internacional  sobre  Agroecología  para  la  Seguridad  Alimentaria  y  Nutrición, donde se acordó la realización de seminarios sobre Agroecología en las regiones de América Latina y El Caribe, África y Asia. Es así que en junio de 2015, en Brasilia, FAO en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Agrario de Brasil (MDA) y con la colaboración de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de América Latina y el Caribe (Alianza) y la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del MERCOSUR (REAF) organizaron, – en el marco del Plan de Acción del GT de AF y DRT de la CELAC- , el primer Seminario Regional sobre Agroecología en América Latina y el Caribe. Producto de este seminario se generó un Documento de Referencia con recomendaciones que apuntan al desarrollo de la agroecología en los países de América Latina y el Caribe, además de una serie de acciones futuras que contribuyan a la discusión en los diferentes foros de políticas públicas en la región.

En ese contexto, el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, en  conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del MERCOSUR y la Alianza por la Soberanía Alimentaria organizan el II Seminario Regional sobre Agroecología en América Latina y el Caribe. Este seminario responde directamente a un compromiso de la FAO de apoyar la implementación del Plan de Acción 2016 del GT de AF y DRT de la CELAC, como contribución al Plan de Seguridad alimentaria y nutrición para la erradicación del hambre 2025 de la CELAC.

Objetivos

El seminario tiene por objetivo “fortalecer el desarrollo de la agroecología en la región, mediante el compromiso político y la generación de sinergias entre los actores involucrados”.

Asimismo, dentro de los objetivos específicos se señalan:

  • Profundizar el debate en torno a la agroecología como un modelo a fortalecer para lograr procesos de desarrollo rural sostenible y fortalecimiento de la agricultura familiar
  • Generar sinergias entre los diferentes sectores involucrados (Gobiernos, parlamentarios, organizaciones sociales y de productores de la AF, academia, ONGs, organismos internacionales y empresas privadas) para el fortalecimiento de la agroecología.
  • Ampliar el diálogo sobre el avance de las políticas públicas que favorecen la agroecología, identificando posibilidades de cooperación entre países de la región.
  • Fortalecer los diálogos políticos y proporcionar herramientas/elementos para que los tomadores de decisión, – particularmente miembros de los poderes ejecutivo y legislativo de los países de la región- promuevan el desarrollo de políticas públicas y marcos legales que favorezcan la agroecología.

Resultados esperados

  • Documento de posición sobre el rol de la agroecología en la región que recoja los principales elementos políticos, económicos, sociales y ambientales en debate y que establezca recomendaciones para el fortalecimiento de políticas públicas que promocionen la agroecología.
  • Agenda regional de trabajo concordada sobre agroecología, que contenga directrices y lineamientos para el intercambio de experiencias en contribución al Plan de acción del GT de AF de la CELAC y alineada a los ODS.

Participantes

Participarán en el Seminario Regional autoridades del área agrícola, de desarrollo rural y medio ambiente, asambleístas, directivos públicos, líderes de organizaciones de la sociedad civil, expertos del mundo académico  y especialistas internacionales.

El Seminario incluirá representantes de las distintas subregiones (Suramérica, Mesoamérica y Caribe) en los diferentes paneles de discusión.

Metodología

Durante el desarrollo del evento, el seminario será un espacio de diálogo participativo  basado en tres temáticas principales:

  • Políticas públicas, marcos legales, instrumentos y acciones para la promoción de la agroecología
  • La agroecología como herramienta para la sostenibilidad ambiental de la región
  • La agroecología y el acceso a mercados

Para ello, se desarrollarán las siguientes metodologías:

El primer día, cuyo objetivo será reconocer el escenario actual, pasado y futuro de la agroecología en la Región, se propone la metodología de Café Mundial, que crea diálogos colaborativos alrededor de preguntas  claves que promueven el debate, las sinergias, la construcción de estrategias  y la conformación de conocimientos colectivos. Para ello se crean grupos al azar, de aproximadamente 5-6 personas  que trabajan y discuten en base a tres preguntas que permiten el desarrollo de la temática desde la experiencia de cada uno de los participantes y desde los tres pilares de discusión anteriormente mencionados. El resultado de ello será consolidar y reconocer escenarios comunes que den la base para la construcción de la estrategia regional para fortalecimiento de la Agroecología, objetivo central del presente seminario.

El segundo día, y con base en las conclusiones del día anterior, se implementará la metodología de Espacio Abierto, el cual tiene como objetivo la creación colaborativa de la agenda regional para el fortalecimiento de la agroecología dentro de cada uno de los pilares temáticos. En este, se establece una plenaria abierta de discusión, a través de la cual se identificarán las acciones, los objetivos, los alcances, las oportunidades, las alianzas y  las herramientas y actores para desarrollo de la agenda. Finalmente, en una segunda instancia, dentro de la plenaria abierta, se realizará un análisis de factibilidad y priorización de acciones para la construcción y consolidación final de la agenda regional.

Fuente: http://www.fao.org/americas/eventos/ver/es/c/429984/

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