Tailandia bombardea el país con semillas de árboles

Asía/Tailandia/02 Julio 2017/Fuente y Autor : ecocosas

La deforestación es un problema recurrente en prácticamente todo el mundo. Recuperar el daño hecho en los últimos años como consecuencia de las grandes industrias y de la tierras depredadas para la agricultura y la ganadería es una tarea difícil. Pero Tailandia cree haber encontrado la mejor solución, rápida, simple y efectiva.

Hace poco más de un mes, el país ha utilizado aviones militares para bombardear el bosque, pero no con fuego destructivo sino con bombas de semillas, las mismas fueron hechas con especies nativas con el fin de recuperar las zonas degradadas.

El gobierno tailandés piensa ejecutar proyecto piloto para los próximos cinco años en los que serán evaluados y monitoreados los resultados de la reforestación desde el aire. Sin embargo, la expectativa es que los beneficios ya sean visibles para finales del 2017.

La primera misión se llevó a cabo en la región boscosa de Phitsanulok, los aviones volaron sobre una superficie de más de 800 hectáreas, lanzando las bombas de semillas. La técnica utilizada es sembrar semillas ya preparadas y con grandes condiciones para legar a transformarse en un árbol.

El concepto de “bombas de semillas” fue creado por un japonés llamado Fukuoka, autor de un método de agricultura natural. Con el tiempo la técnica se ha desarrollado y perfeccionado con las estrategia de los aviones se puede lograr plantar aproximadamente 900.000 árboles en un día. Las bombas incluyen semillas de árboles locales, envueltas en una mezcla de tierra, arcilla y compost, para facilitar la germinación.

Los tailandeses esperan que con esta iniciativa se logre recuperar los bosques degradas y vuelvan a reverdecer como antaño.

Video de como funciona: 

Fuente de la noticia: https://ecocosas.com/eg/tailandia-bombardea-el-pais-con-semillas-de-arboles/

Fuente de la imagen: https://ecocosas.com/wp-content/uploads/2016/07/aviones-semillas-bombas.p

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Conectar, desconectar… y reconectar

No. Esta vez no nos estamos refiriendo a alguna cuestión digital. Aunque lo que motivó esta entrada fue un artículo que hace referencia a ello, de cierta forma.

Hace unas semanas nos (re)encontramos con la iniciativa de Semillas de Código Abierto en contra de las corporaciones. Las historias que se cuentan sobre la criminalización de quienes en sus prácticas cotidianas (a veces ancestrales, a veces recientemente adquiridas) quieren compartir lo que tienen o lo que saben, se asemejan. No importa si hablamos de arte, software o semillas… Y es que el modelo de las corporaciones está cortado con la misma tijera, sin mirar el rubro al que se dedican.

En el artículo se menciona para los alimentos que las patentes de uso “son absolutas, sin excepciones, no se pueden guardar las semillas ni cruzarlas (..) empezaron con los granos, sobre todo con maíz y trigo, pero en la actualidad abarcan a gran variedad de lechugas y están llegando a las zanahorias, cebollas, brócoli, coliflores y otros vegetales”. Frente a esto, surgió en 2012 la Iniciativa de Semillas de Código Abierto “con la finalidad de restablecer el intercambio libre de semillas creando una reserva de semillas que no pueden ser patentadas”.

Como contábamos hace algún tiempo con el avance del capitalismo “el conocimiento ancestral se ve cercenado porque ‘las trasnacionales compiten entre sí en la fabricación de productos farmacéuticos y agrícolas, cuyos principales ingredientes son las plantas medicinales y los cultivos alimentarios de estas comunidades locales’ por eso pretenden ‘la apropiación del conocimiento y los recursos genéticos de comunidades indígenas y de agricultores’ ejerciendo un ‘control exclusivo (a través de patentes o propiedad intelectual) sobre dichos conocimientos y recursos’.

Desde nuestra perspectiva, estos intentos por recuperar prácticas como los intercambios de semillas, están más ligados a la filosofía del software libre y la ética hacker que a la del código abierto, porque de fondo sostienen “motivaciones éticas y morales” basadas en la cultura de hacer y compartir.

Conectar <al sistema hegemónico> para darse cuenta que es mejor desconectar <del sistema mercantilista individualista> y reconectar <en formas compartidas que nos benefician a todos y todas>.

¿Será ese el camino que tenemos que seguir indefectiblemente? A veces parece que sí, que la sociedad de mercado y nuestros“beneficios” citadinos nos hacen olvidar que las señales de wi-fi no son lo único a lo que hay que engancharse… Si hasta parece que apenas nos damos cuenta que puede ser diferente cuando nos lo dice el “profesional” de turno… Quizás algo así habrá de pasar en Suiza desde 2017 cuando “la homeopatía, la medicina holística, la fitoterapia, la acupuntura y la medicina tradicional china recibirán el mismo estatus que la medicina ‘tradicional’”.

Luego, nos encontramos con la curiosidad de que en Japón “es habitual recetarshinrin-yoku (baños de bosque), porque se sabe que pasear entre árboles reduce la presión sanguínea, el estrés y la glucosa, fortalece el sistema nervioso”. Todo esto nos pone de relevancia que “hemos caído en un analfabetismo natural, hemos perdido la memoria de reconocer los estímulos que proceden de ella”.

Porque como dice Leonardo Boff “el ser humano es hijo/hija de la tierra, es una porción de la tierra” y este sistema que se propone como racional “es una irracionalidad”. Es más “no podemos pensar al ser humano como un individuo, eso es una abstracción del capitalismo”. Por eso creemos que “no somos diferentes a la naturaleza”.

Conectar <al sentipensar> para desconectar <de la razón irracional> y reconectar <con la naturaleza que somos>

Somos lo que comemos, somos los lugares que habitamos y también algunas experiencias que dejamos relegadas… ¿Será tiempo de reconectar con las prácticas de los abuelos y abuelas? Eso sí, sin quedarnos en el idealismo, que bien podemos escribir esta entrada con pies descalzos pisando el pastito fresco, y con una decente conexión a internet que nos permite enredarnos con los más allás.

Fuente del articulo: http://sursiendo.com/blog/2016/06/conectar-desconectar-y-reconectar/

Fuente de la imagen: http://stepsamericalatina.org/wp-content/uploads/sites/21/2016/05/OSSI.jpg

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