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La “sana” distancia de la SEP con los maestros, alumnos y padres de familia

Por: Abelardo Carro Nava

Desde que inició la contingencia sanitaria en México por el Covid-19, la Secretaría de Educación Pública (SEP), al mando de Esteban Moctezuma, ha venido dando “palos de cielo”. Esto, ¿qué significa? Que antes y durante dicha contingencia, esta Dependencia, no supo ni ha sabido qué hacer ni cómo responder o atender las diferentes situaciones que ha generado esta crisis sanitaria. Me explico.

Como seguramente usted conoce, la Secretaría de Salud (SSA), desde los primeros días de marzo, con mayor frecuencia, informó de las medidas de prevención que todos tendríamos implementar porque, como era obvio, el virus había llegado a nuestro país. Si usted lo recuerda, el 12 de marzo, en plena rueda de prensa del Presidente, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, así lo informó; de hecho, hizo alusión a que el primer caso confirmado de Covid-19 en nuestro país se registró el 27 de febrero y hasta ese día (12 de marzo), se habían registrado 12 personas contagiadas por el virus (La Jornada, 12/03/2020).

Ni tarde ni perezoso, el 14 de marzo, el Secretario de Educación, se reunió con sus homólogos de todas las entidades del país (La Jornada, 14/03/2020); esto, según se dijo, para acordar una “propuesta educativa” que, bajo las recomendaciones que emitió la SSA, pudiera evitar contagios en todas las escuelas del territorio nacional; sin embargo, las cosas no resultaron como, supongo, las previó este funcionario porque, en conferencia de prensa, Moctezuma Barragán informó que se adelantarían las vacaciones de Semana Santa y por, ello el periodo vacacional sería del 20 de marzo al 20 de abril (Aristegui Noticias, 14/03/2020). Como era de esperarse, los medios de comunicación y las redes sociales circularon esta información y, obviamente, hubo una tremenda confusión entre la población y el magisterio porque, en primer lugar, se dijo que se adelantaban las vacaciones y, días después, se informó que no era vacaciones, sino que el trabajo escolar seguiría y, por ello, los profesores y alumnos “trabajarían” desde casa, en línea o virtualmente. El hecho es que comenzaba a asomarse una idea de una “educación a distancia”.

Sobre este acuerdo, el de “adelantar vacaciones”, diez estados del país no lo respetaron; quiero pensar que, ante la propagación rápida del virus y, pensando en el bienestar y salud de sus habitantes, tomaron la decisión de suspender las actividades académicas a partir del 17 de marzo. Las entidades a las que me refiero fueron Guanajuato, Jalisco, Yucatán, Michoacán, Tamaulipas, Sonora, Nuevo León, Tlaxcala, Colima y Veracruz (Expansión Política, 17/03/2020). Esto, desde mi perspectiva, fue importante y necesario, dado el incremento de contagios que podía darse en los próximos días de ese mismo mes de marzo. Sin embargo, debo decir que, con esta medida, tanto los profesores como los alumnos y padres de familia, se dejaron a su suerte.

Para pocos es desconocido que la SEP, para esa fecha, no contaba con un plan educativo que permitiera darle continuidad al trabajo que venían realizando los maestros en las escuelas. De nada sirvió el referente mundial que, desde enero y febrero, pudimos conocer dada la propagación del virus en China, Italia, Francia, España, Estados Unidos y en otros países del orbe. No, nada de eso sirvió, simplemente se pensó, que todos los profesores podrían trabajar desde casa con sus alumnos, sin considerar que buena parte de éstos, no cuenta con las condiciones mínimas necesarias para acceder y conectarse en línea con sus profesores.

En este sentido, habría que recordar lo que el Censo que levantó el INEGI en el 2014, arrojó, y que el portal Educación Futura difundió en su momento: “Casi 40% de alumnos de educación básica, sin acceso a internet…del total de alumnos, 39.50 por ciento, es decir, 9 millones 307 mil 327, no tiene acceso a internet; 27.82 por ciento, 6 millones 554 mil 719, puede ingresar a la red desde su casa; 11.70 por ciento, 2 millones 756 mil 219, lo hace desde la escuela, y 18.79 por ciento, 4 millones 426 mil 547 accede desde otro lugar (cibercafé, casa de un amigo, etc.) (Educación Futura, 22/09/2014). Ciertamente alguien me dirá que estos son datos del 2014 y que, a la fecha, es muy probable que las condiciones de los alumnos ya no es la misma pero, ¿esto es así? Es decir, ¿en verdad habrán cambiado de manera significativa las cifras cuando sabemos que, en México, poco menos de la mitad de la población se haya en condiciones de pobreza y, desafortunadamente, más de 9 millones de personas se ubica en pobreza extrema? Voy un poco más allá, ¿por qué ya no se le dio seguimiento a este censo que, desde mi perspectiva, fue harto importante porque nos permitió conocer el estado que guardan las escuelas, profesores y alumnos de México? La respuesta se antoja obvia, no es ni sería viable para un gobierno “desnudar” las deficiencias que presenta un Sistema Educativo. En resumidas cuentas, estos datos (y con seguridad los actuales), nos hablan de una brecha de desigualdad importante.

Pasados algunos días de tal embrollo, y en pleno receso escolar (tal y como lo marca el calendario por la Semana Santa), la SEP dio a conocer algo que llamaron: Estrategia de educación a distancia: transformación e innovación para México. Propuesta integral frente al Covid-19. Google por education”. Sí, así como lo leyó usted, después de que por dos o tres semanas (del 17 de marzo al 3 de abril o, en otros casos, del 23 de marzo al mismo 3 de abril) en las que los profesores y algunos alumnos siguieron trabajando con sus propias herramientas y recursos, la SEP dio a conocer esta estrategia. Sí, les llevó poco más de 20 días armarla, pero bueno, tal parece que esta dependencia no aprendió nada de lo que ocasionó el virus de la influenza H1N1 en 2009. Ah, pero eso sí, durante esas dos o tres semanas, pudimos ser testigos de las instrucciones más absurdas y ridículas que hayamos conocido puesto que, muchos jefes de sector, supervisores o directores pidieron a los mentores, cuanta evidencia pudieran recabar del trabajo que estaban realizando con sus alumnos; esto, sin olvidar su respectivo plan de aprendizaje.

Creo, a muchas de estas autoridades educativas, se les olvidó el país en el que viven pero, lo más importante, olvidaron que el trabajo en línea, virtual o distancia, no sustituye las clases presenciales, ni lo que en el aula sucede. Me refiero pues, a lo que se genera en ese proceso educativo, mismo que por su naturaleza, transciende lo virtual, porque la pedagogía y la didáctica, va más allá de lo que se genera a través de una computadora o un móvil. En cualesquiera de los casos, esta estrategia nacional, considero, cumplirá las “expectativas” de la SEP, si gustan en términos estadísticos y/o numéricos; es decir, seguramente en unos días se darán a conocer cifras y datos sobre los usuarios de las plataformas que ahí se proponen. Sin embargo, no tengo duda que la brecha de desigualdad se mantendrá por lo que en líneas atrás argumentaba. Craso error de la SEP y las de los estados porque, trabajar “en línea” y “subir” evidencias, no necesariamente significa el logro de un aprendizaje y, viceversa. Deberíamos aprender de los miles de maestros y maestras que, desde que inició esta contingencia, han seguido trabajando con el propósito de que sus alumnos, en la medida de sus posibilidades, no dejen de aprender. Ahí está, desde mi perspectiva, un recurso valioso que las autoridades educativas debería considerar para futuras contingencias que, espero, no se presenten en nuestro país por el bien de todos.

Ahora bien, para cerrar estas líneas; permítanme brindar algunas propuestas y/o sugerencias que, desde mi perspectiva, podrían ser viables (no digo que sean las únicas) para cuando podamos regresar a clases.

Siguiendo cada una de las conferencias y/o comunicados que emite diariamente la SSA, parece posible que, en junio o julio, es muy probable que las actividades se vayan regularizando en México; creo, lo importante, está en considerar la salud de los millones de niños, jóvenes y maestros y maestras, trabajadores administrativos y del personal de apoyo o asistencia de la educación, que asisten a los centros educativos.

Así, dadas las condiciones bajo las que operan dichas escuelas y que ya he expuesto. Qué podríamos hacer:

Hasta donde sea posible, mantenernos informados, a partir de lo que digan los especialistas en esta materia. La información oficial, debe ser y es, una fuente indispensable para que tengamos el referente inmediato para actuar.

Dotar a las escuelas de los materiales necesarios para la sanitización de las diversas instituciones educativas. El Plan DN3 que ya se puso en marcha o, mejor dicho, la ayuda del ejército en este escenario, resultaría de gran valía para que, entre todos, se logre este propósito.

Considerar un regreso paulatino del personal directivo, docente y alumnado en general, es decir, darles los tiempos a los primeros actores (directivos y docentes), para que replanteen o reprogramen aquello que sea necesario replantear o reprogramar para asegurar los aprendizajes de los alumnos. El trabajo en colegiado o en academias, permitiría conocer qué se trabajó, cómo se trabajó y cuáles fueron los avances reales durante la contingencia.

Después del trabajo colegiado, ahora sí, el reingreso de los estudiantes, y sin atiborramiento de actividades y evaluaciones porque, si ya de por sí ya fue complicado trabajar “a distancia” con los alumnos por las razones que he expuesto, no se justificaría que se les llenara de una excesiva carga académica en las aulas. De hecho, al respecto considero dos cuestiones: 1) de manera inmediata al regreso, establecer una conversación con los alumnos sobre las experiencias que toda esta contingencia sanitaria les dejó, ¿qué hice?, ¿qué hicimos como familia? y ¿qué aprendimos de esto? Pudieran ser tres preguntas detonadoras que favorecerían una reflexión y aprendizajes compartidos; 2) no considero que este ciclo escolar esté perdido, debemos reconocer que hubo avances hasta el momento en que se suspendieron clases; lo que se haya avanzado en esta cuarentena (y lo que se pueda lograr después de ésta) resultaría suficiente para la promoción de grados y niveles educativos y, si me lo permiten, dada la continuidad que existe entre niveles, para el siguiente ciclo escolar, planear las actividades con el propósito de fortalecer los contenidos que no se hayan visto o trabajado a profundidad en este que se está cursando; intentando esa articulación de contenidos, a través del aprendizaje basado en proyectos, por ejemplo.

En suma, considero que, hoy por hoy, podemos aprender de quienes están en las aulas, ellos, son quienes tienen un conocimiento real de sus alumnos y de las condiciones de sus escuelas. Esperaría que la SEP redujera esa “sana” distancia, y pudiera buscar o establecer un mecanismo a través del cual, se escuchen y consideren sus propuestas pedagógicas y educativas. Esta es la segunda contingencia que vivimos por una pandemia, espero, podamos aprender de ello y se trabaje y trabajemos en ello.

Referencias:

Cruz, A. y Martínez, F. (12/03/2020) En 15 días, posible expansión comunitaria de Covid-19 en México. La Jornada. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/12/en-15-dias-posible-expansion-comunitaria-de-covid-19-en-mexico-ssa-6021.html

Poy, L. (14/03/2020). Secretarios de Educación de todo el país se unen contra el Covid-19. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/14/secretarios-de-educacion-deciden-acciones-contra-coronavirus-563.html

Redacción Educación Futura. (14/09/2014). Casi 40% de alumnos de educación básica sin acceso a internet. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/casi-40-de-alumnos-de-educacion-basica-sin-acceso-a-internet/?fbclid=IwAR0EDALX23pVk3PA38IPCJZCN5VxttF2p6ad9v_LQU6BmQZsPwGDzdeGnV4

Redacción Aristegui Noticias. (14/03/2020). SEP adelanta vacaciones de semana santa por Covid-19; durarán 1 mes. Del 20 de marzo al 20 de abril Aristegui Noticias. Recuperado de: https://aristeguinoticias.com/1403/mexico/sep-adelanta-vacaciones-de-semana-santa-por-covid-19-duraran-1-mes-del-20-de-marzo-al-20-de-abril/

Redacción Expansión Política (17/03/2020). Por coronavirus, al menos 10 estados adelantan la suspensión de clases. Expansión Política. Recuperado de: https://politica.expansion.mx/estados/2020/03/17/estados-adelantan-suspension-de-clases

 

Fuente: https://profelandia.com/la-sana-distancia-de-la-sep-con-los-maestros-alumnos-y-padres-de-familia/

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La mal llamada federalización de la nómina

Por:  Lev M. Velázquez Barriga

En enero de 2020 se firmó el Convenio de Coordinación para Establecer el Mecanismo de Pago de Nómina de los Trabajadores del Sector Educativo al Servicio del Estado de Michoacán de Ocampo, o bien, lo que comúnmente conocemos como Federalización de la Nómina; con él, se pondría fin al trato diferenciado entre los trabajadores de la educación federales y los estatales, a estos últimos, por años y de manera sistemática, se les dejó de pagar prestaciones, se les retrasaron quincenas, se les mantuvo en la incertidumbre de recibir su salario en los últimos meses del año fiscal o bien con la amenaza de no pagarles completo con el pretexto de que el Estado no tenía los fondos suficientes. Ya han pasado dos meses de haberlo signado, pero la problemática prevalece, agregando a los agravios anteriores la reestructuración del impuesto sobre la nómina, cuyo descuento es mayor a los dos últimos aumentos salariales.

No es un documento público como se presume oficialmente, no se encuentra en ningún portal de las dependencias involucradas; para acceder a él, tuvimos que solicitarlo a la comisión de transparencia y lo recibimos hasta varios días después. Se trata de un “Convenio” exclusivamente para coordinar el pago de la nómina, donde se estipula que el patrón sigue siendo el gobierno estatal y de ningún modo la Secretaría de Educación Pública (SEP) o la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en representación de la federación, serían patrones sustitutos; pero, tampoco se puede hablar de federalización porque la parte mayoritaria del salario sigue siendo responsabilidad del gobierno michoacano en un 64.5 % y la minoritaria del gobierno federal en 35.5 %.

No se acuerda la federalización de los servicios educativos, los programas estatales o de las escuelas que muchas veces quedaron inoperantes por falta de recursos indispensables, así sucedió con los albergues escolares o los Centros de Desarrollo Infantil; no se federalizan las claves presupuestales o los techos financieros que sustentan a los trabajadores de la educación; no se federaliza su sistema de pensiones, de ahorro ni su servicio médico; no entran en el convenio los sistemas de la educación media superior que dependen del Estado y que han sido tratados en iguales o peores condiciones que en la educación básica.

Un problema central que debería resolver el “Convenio”, es el pago de prestaciones que por años dejaron de percibir los mentores para completar el salario precario que los caracteriza, de los más bajos entre los sectores profesionales en México y muy por debajo de la media mundial entre los salarios docentes en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; pero no se establece ese compromiso pues los rezagos y los problemas arriba señalados quedan en manos del gobierno michoacano actual, que de manera consecutiva aparece encabezando la lista de los gobernadores peores evaluados a nivel nacional por su pésima administración; estamos hablando del mismo mandatario que camina impunemente por el mundo, después de que el año anterior envió un paquete fiscal a sabiendas de que sólo contempló el pago de la mitad de las quincenas de los maestros y que en recurrentes ocasiones se declaró incompetente, al grado de manifestar públicamente que dejaba la responsabilidad de los servicios de educación básica y normal, sin acuerdo con la federación de por medio.

Si bien es cierto que, ante el incumplimiento por parte del gobierno estatal, la SEP está facultada para solicitar de las participaciones federales que le corresponden a esa entidad para ejecutar la nómina educativa, ya se han dado varias incidencias que lo ameritan y esto no ha sucedido. El “Convenio” deja otras incertidumbres que colocan al magisterio en medio de posiciones político electorales, que sin duda pretenden cada una por separado cobrar factura en los comicios venideros: se puede deshacer en cualquier momento por una o las dos partes, con 60 días de anticipación; además tiene finiquito, se vence en diciembre de 2024, justo cuando termina el actual gobierno de la 4T. En estas circunstancias, la estabilidad salarial presente y futura de los maestros dependería de pactos políticos, estaría condicionada al comportamiento conservador de su naturaleza rebelde y hasta a su inclinación electoral; a todas luces se parece a un mecanismo de control sindical.

El tema de la Federalización de la Nómina podría quedar en asunto local, si no fuera porque Michoacán es el primero que atraviesa por lo que se prefigura como el laboratorio nacional; en puerta quedaron otros estados que solicitaron la misma conversión, en donde se mantienen latentes las esperanzas magisteriales de que pronto verán fluir sin ninguna traba el sustento diario para sus familias; en todo caso, estas inconsistencias son parte de un cúmulo de agravios e incumplimientos: la fallida democratización del SNTE, la no apertura de la normal del Mexe, la sistemática represión contra la CNTE sobre todo en el sureste del país, la implementación del régimen de excepción laboral y del nuevo sistema de carrera docente, el deterioro de las percepciones de los jubilados con la Unidad de Medida Actualizada (UMA), que conjuntamente van dando vida a una nueva revuelta pasados los tiempos de la contingencia sanitaria.

Fuente: https://rebelion.org/la-mal-llamada-federalizacion-de-la-nomina/

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El anacronismo de la SEP en tiempos del COVID-19.

Por:  Abelardo Carro Nava

Desde mi perspectiva, quienes se encuentran al frente de los diversos espacios que conforman la Secretaría de Educación Pública (SEP) de nuestro país, han subestimado, y subestiman, el trabajo que realizan los docentes de México. Esto viene a colación, por lo que se ha generado a partir de las decisiones que, derivadas de la pandemia por el COVID-19, se tomaron en el pleno del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU). Un espacio en el que, desafortunadamente, no concurren docentes de todas las latitudes, solo funcionarios, muchos de ellos, alejados de lo que sucede a diario en las escuelas.

Al respecto, habrá quien me diga que esos funcionarios visitan las escuelas, que tienen datos y/o estadísticas que reflejan sus comportamientos (diversos entre ellas), que conocen sobre las problemáticas en cuanto a su infraestructura y necesidad de materiales, que saben sobre lo que implica el establecimiento de un Consejo de Participación Social o bien, que están al corriente en cuanto al funcionamiento de los Comités de Protección Civil; en fin, de todo aquello que se deriva del quehacer escolar cotidiano; sin embargo, el que se tenga un conocimiento sobre estos hechos, no significa necesariamente que eso sea una verdad inequívoca, por el contrario, el continuum escolar, ese que se vive a diario en las instituciones, en las aulas, en los pasillos de éstas, etcétera, son una realidad que, en muchas ocasiones, dista mucho de la visión que tal o cual funcionario tiene con relación a éstas.

En este sentido, diversos momentos de la historia de México nos han hecho ver, por un lado, la inexorable fuerza de la naturaleza, pero también, lo que la misma sociedad ha propiciado a partir de sus ideologías e intereses (comunes). En consecuencia, ambos casos, han alterado el curso de los ciclos escolares que, como parte de la organización del Sistema Educativo Mexicano (SEM), se han implementado con el propósito de que los miles y millones de seres humanos que concurren en las aulas, aprendan (algo). No obstante lo anterior, y a pesar de los infortunios, la escuela mexicana, sus maestros y sus alumnos, han salido avantes.

¿De qué manera la escuela mexicana se sobrepuso a la pandemia del 2009 cuando el virus H1N1 se hizo presente en nuestro país?, ¿acaso el grueso de maestros no reconoce las enfermedades cuando, a diario, ven a estudiantes con alguna de ellas, las cuales, pueden ser graves?, ¿por qué tener en mente que, esos profesores, son neófitos en los diversos asuntos que les ocupan y preocupan en sus alumnos?

Pues bien, si nos adentramos un poco a estos “misterios” puedo decir que, en efecto, el maestro realiza los ajustes que considere necesarios a su planeación con el propósito de que sus alumnos continúen con su aprendizaje. Éste es un asunto, que no necesariamente el docente implementa en razón de lo que la autoridad educativa determine. Lo han hecho, aún sin la orientación que brinda, por ejemplo, la guía para los Consejos Técnicos muy cuestionada en estos tiempos. De hecho, bien valdría la pena preguntarse en estos momentos, desde cuándo se implementaron esos “consejos” y cuáles han sido sus resultados porque, desde mi perspectiva, proponer que el colectivo docente vea y discuta lo que a través de un video el actual Secretario de Educación expresa, no es muy didáctico que digamos. En fin.

Volviendo al tema que me ocupa, debo señalar (en menor medida porque sobre este asunto ya lo han hecho diversos colegas míos, como Sergio Martínez Dunstan http://www.educacionfutura.org/el-covid-19-cimbra-al-sistema-educativo-nacional/ y Rogelio Alonso https://profelandia.com/coronavirus-retos-para-la-escuela-mexicana/), que la escuela mexicana y sus actores, adolecen de lo que muchos conocemos: una infraestructura inadecuada para la prestación del servicio educativo; servicios básicos y de primer orden, a todas luces, insuficientes; aulas hacinadas y poco propicias para la generación de aprendizajes y conocimientos; insuficiente participación de padres de familia, en diversos rubros; en fin, un conglomerado de situaciones que, como decía, no profundizaré en demasía, pero que me permiten contextualizar que, a pesar de estas cuestiones, los docentes cumplen su cometido. Por ello es que vuelvo a mi argumento inicial, el que la SEP subestima y ha subestimado al magisterio.

Al respecto, si usted revisa la Guía para el Consejo Técnico en su Sesión Extraordinaria para la Organización Escolar a fin de Enfrentar la Emergencia Epidemiológica del COVID-19, podrá darse cuenta de ello. En ella, además de “chutarse” el mensaje del Secretario de Educación, los docentes conocerán sobre el COVID-19, además, de proponer una forma de organizarse para que los niños, niñas y jóvenes, avancen en su proceso formativo. No olvidando, desde luego, lo que se propone para que se reanuden las clases sin riesgos. Medidas que, de cierta forma, son básicas. No obstante: ¿acaso los maestros y maestras no son hijos o padres de familia y, ante un tema de vital importancia como lo es esta pandemia, no están informados?, ¿acaso no tienen en mente y han trabajado sobre las actividades que podrían, en la medida de sus posibilidades, trabajar con sus alumnos?, ¿acaso no saben que tendrán que asegurar sus espacios para que, a su regreso, no haya ni corran riesgos? Tal parece que la SEP no ha aprendido la lección porque, si bien es cierto que todo lo anterior es necesario, también es cierto que hay cientos de realidades en nuestro país y que, como tales, deben ser tomadas en cuenta si es que en verdad se desea implementar una política de largo alcance, que no sólo atienda lo urgente, sino lo prioritario, en cuanto al bienestar de los mexicanos.

Muchos niños y jóvenes, desafortunadamente, en estos días de aislamiento voluntario, acompañarán a sus padres y/o familiares porque, lamentablemente, esas familias van al día y, desde luego, tienen que generar las condiciones para asegurar su bienestar.

En este orden de ideas, pensar en un plan de trabajo para que los docentes aseguren el aprendizaje de sus alumnos, así tal cual lo señala dicha guía, no tiene mucho sentido y mucho menos lo tiene cuando, desde las Secretarías de Educación de los estados, se giran instrucciones para que los maestros acuerden este trabajo con sus directivos, supervisores y/o jefes de sector (https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/local/deberan-docentes-crear-tecnicas-para-estudios-a-distancia-4984139.html?fbclid=IwAR1-5yeSOGnccI5wRqODCo3a3ajkd2i6VfRZ6Z24NftCiMTg-Uq23x71l8E). ¿Cómo asegurar que el alumno realice sus actividades si el padre de familia se lleva a un niño a la venta de pan o lo incorporan en la maquila de algún producto?, ¿qué es lo que hace o tendría que hacer un docente en medio de este asunto?, ¿no tendría que pensarse en el ajuste de las planeaciones de los profesores para que, a su regreso, establezcan una estrategia con la finalidad de “nivelar” a los estudiantes que no contaron con los medios para trabajar en casa con aquellos que sí lo hicieron? Estoy seguro que, sobre esta última pregunta, todo docente lo tendrá contemplado y de ninguna manera se negará a ello.

Ciertamente, hay de realidades a realidades; y esta realidad, como seguramente habrá otras, son las que viven miles de niños y niñas en México. En consecuencia, si el brote del coronavirus se detectó en los últimos meses de 2019, ¿por qué la SEP no comenzó a informar sobre ello?, ¿por qué no sensibilizó a los profesores y, sobretodo, a los padres de familia sobre este asunto?, ¿acaso pensó que somos seres súper dotados, con escudos protectores, y que no afectaría a la población del mundo?, ¿por qué no se revisó el antecedente inmediato relacionado con el H1N1? La respuesta, creo, se halla en la importancia que se le ha dado a las orquestas musicales y no al fortalecimiento de una cultura física, de salud y bienestar en los seres humanos, de los mexicanos.

Al tiempo.

Fuente:     https://profelandia.com/el-anacronismo-de-la-sep-en-tiempos-del-covid-19/

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En el sistema educativo mexicano se trabaja por urgencias

Por: Fidel Ibarra López 

El caso de Fátima ha cimbrado no solo a la opinión pública, sino a la estructura política e institucional -en su conjunto- que tiene como responsabilidad la de salvaguardar la integridad de las niñas y niños de este país. Para ello se ha constituido todo un andamiaje jurídico e institucional con el cual -en términos formales- se establecen las responsabilidades en los tres niveles de gobierno para “garantizar la protección, prevención y restitución integrales de los derechos de niñas, niños y adolescentes” (Fracción III del artículo 1 de la Ley General de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes).

Para tal propósito se tiene -como señalamos- un marco jurídico (la LGDNNA) que opera para todo el territorio nacional , un marco institucional (una Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescente; y un Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para los tres niveles de gobierno); así como un documento base por parte de la SEP, para la elaboración de protocolos para la prevención, detección y actuación en caso de abuso sexual infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica. Todo ese marco institucional para proteger los derechos de los infantes y a la hora de la verdad, no funcionan.

Y ¿por qué no funcionan? Respuestas hay varias, pero el resultado es uno: según la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (2015), el número de niños que sufre la vulneración de al menos uno de sus derechos asciende a 21.4 millones. Cifra que, de acuerdo con la institución, está imposibilitada para atender. Luego pues, se promulga una ley para salvaguardar “supuestamente” los derechos de las niñas y niños de este país; pero no se crean las instituciones adecuadas para hacer efectivo lo que mandata la ley. ¿Y en qué termina todo? En simple simulación.

Y en contraparte, se tiene una realidad atroz: de acuerdo con el Informe sobre la niñez en el mundo del 2019, elaborado por Save the Children (2019), en México se tiene una tasa de 4.9 homicidios de niñas y niños por cada 100 mil habitantes. Una tasa que se asemeja a la que tienen países como El Congo (4.4); Etiopía (4.2); Ghana (4.5); o Senegal (4.4). Terrible.

La conclusión es una: el Estado no está funcionando en su responsabilidad de garantizar el derecho primigenio que se establece en el artículo 13 de la LGDNNA; esto es, el derecho a la vida, a la paz, a la supervivencia y al desarrollo; así como al derecho a vivir una vida libre de violencia y a la integridad personal.

No obstante, lo grave del problema no termina ahí. El asesinato de Fátima también revela que, en una de las células básicas del Estado, como es la escuela, tampoco están funcionando como instancias donde se proteja la integridad de las niñas y los niños. La escuela, como se sabe, tiene como función el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como la formación cívica para la construcción de la ciudadanía en el alumno; pero al mismo tiempo, tiene la responsabilidad de salvaguardar la integridad física de las niñas y los niños.

Y en este último aspecto, desde el 2014 se establecieron en la SEP una serie de orientaciones para que en las escuelas elaboraran sus protocolos de seguridad para prevenir, detectar y actuar en casos de abuso infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica. Son tres problemáticas recurrentes en las escuelas; pero no son las únicas. En las escuelas se presentan un conjunto de problemas sobre los cuales las autoridades administrativas deben tener una respuesta para enfrentarlos. En el caso de Fátima se presentó un problema básico: se entregó la niña a la persona que equivocada. ¿Y por qué ocurrió eso? Porque no había un protocolo en la escuela para este asunto tan específico. Las autoridades capitalinas han calificado este hecho como un eslabón en una “cadena de negligencias”. Y afirman que lo conducente era que las autoridades de la escuela llevaran a la menor a una agencia del Ministerio Público y “estar acompañada en todo momento por autoridades del plantel”. En contraparte, el director del centro escolar afirma que “hizo todo lo posible en este caso” (El Universal, 18 de febrero del 2020). Negligencia que se entrecruza con una serie de acusaciones entre las partes.

¿Qué sigue? En las escuelas -privadas y públicas- seguramente se abocarán a constituir los protocolos que requieren para estos casos. Quizás en el ánimo de que no ocurra en su centro educativo un caso como el de Fátima; o quizás también para cumplir institucionalmente como centro educativo por si acaso -ahora sí- les da a las autoridades educativas por revisar que en las escuelas estén operando en base a protocolos.

El término “Protocolo” es la palabra de moda en este momento. Y se entiende el porqué. Estamos ante una realidad donde se tienen escuelas que no utilizan esta medida institucional. Pero el uso de protocolos no es la solución para enfrentar la problemática de la seguridad y la violencia en las escuelas. Es un paliativo nada más. O, en otras palabras, es una solución remedial; pero no es la solución de fondo. La solución está en un programa educativo de largo plazo como medida preventiva en las escuelas. Un programa debidamente estructurado curricularmente, donde se trabajen los contenidos requeridos para enfrentar la problemática social que enfrentan los niños al interior y exterior de las escuelas.

Señalar como medida preventiva el uso de protocolos y dejarlo a ese nivel, es seguir manteniendo como hasta ahora la problemática educativa: se actúa de acuerdo con lo que se presenta. Y la respuesta es siempre la misma: de corto plazo. En otras palabras, en el sistema educativo mexicano se trabaja por urgencia.

En vías de mientras, hoy se empieza a desarrollar una medida que desde el 2014 está indicada por parte de las autoridades educativas de este país.

Vaya cosa.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/en-el-sistema-educativo-mexicano-se-trabaja-por-urgencias/

Imagen:  https://pixabay.com/images/search/ni%C3%B1as/

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Democratización de la educación

Por: Pedro Hernández Morales*

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) cumplió 40 años en diciembre de 2019, su capacidad de enfrentar a un Estado que ha cambiado de máscaras del poder en los pasados ocho sexenios es resultado de su resistencia, persistencia y temple ante políticas educativas neoliberales. Un elemento fundamental de la resistencia pedagógica es la puesta en marcha en miles de escuelas de todo el país de una educación alternativa que hemos construido desde sólidos principios pedagógicos, el compromiso de los maestros democráticos y una visión de una educación integral y emancipadora.

Después de un año de un gobierno que abrió amplias perspectivas de cambio, aún no termina de abrogarse la mal llamada Reforma Educativa peñista. Si bien se avanzó en cancelar el aspecto punitivo de la evaluación a los docentes gracias al combate frontal de miles de maestros de la CNTE, mediante cambios a la legislación en materia educativa, pervive un modelo educativo heredado del antiguo régimen. Pocos cambios en las aulas se suceden a cuentagotas, los compromisos con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico siguen primando sobre el anhelo de una verdadera transformación de la educación. La profesionalización docente mediante una vigorosa actualización y capacitación profesional sigue siendo una aspiración. Los consejos técnicos siguen guiones diseñados centralmente, la autonomía escolar y los proyectos educativos son acotados por autoridades que no cambiaron más que de color de camiseta, pero que siguen teniendo un ADN evaluador y persecutor hacia el cambio.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) administra la educación en el país mediante disposiciones que intentan paliar las coyunturas y dificultades que se van presentando. Falta una política de largo aliento, un plan educativo que trascienda los marcos estrechos de una visión efectista. En lugar de desatar la disposición que tienen millones de maestros, padres de familia y estudiantes, el compromiso de comunidades a hacer escuela, la SEP y su titular refrendan compromisos con quienes han hecho de la educación un gran negocio.

En la Ciudad de México, que cuenta con miles de maestros comprometidos, tampoco las autoridades locales los han convocado a desarrollar un amplio debate sobre el presente y futuro de la educación básica. Los avances en la basificación a docentes empiezan a generar expectativas de mayor certidumbre laboral; sin embargo, aún hay miles de interinos y carencia de maestros en todas las funciones en varias escuelas. Las actividades de capacitación y actualización son limitadas y muchas sólo por el esfuerzo, tiempo y recursos de los maestros.

Las carencias de mobiliario, equipamiento e infraestructura se mantienen; algunos programas cambian de nombre, pero mantienen su esencia neoliberal. Una política social de apoyo a estudiantes con graves carencias debe ponerse en marcha.

Educación especial requiere ser protegida, apoyada y extendida a todos los estudiantes que la requieran, sin más requisito que la necesidad de atender la diversidad en las escuelas de educación básica.

Es tiempo de que los maestros de la novena democrática ejerzamos la autonomía pedagógica y exijamos los cambios que correspondan a una verdadera transformación y democratización de la educación, junto a la democratización del SNTE y del país, ejes estratégicos de la CNTE.

* Director de la Escuela Primaria Centauro del Norte

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/03/14/opinion/012a2pol

Imagen: https://www.blogger.com/profile/10561188282917124746

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México: SEP adelanta vacaciones de Semana Santa ante brote de Covid-19

América del Norte/México/15-03-2020/Autora: Laura Poy Solano/Fuente: www.jornada.com.mx

 El periodo vacacional de Semana Santa se adelantará una semana, con el objetivo de contener los contagios de Covid-19, según lo señaló Esteban Moctezuma Barragán, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Informó que las a partir del próximo martes, cuando se reanuden las clases en más de 219 mil escuelas públicas y privadas, se aplicarán nuevos lineamientos para el combate del Covid-19 en los centros escolares, entre ellas adelantar y ampliar las vacaciones, que iniciarán este 20 de marzo y concluirán el 20 de abril, es decir, un asueto de 30 días.

En conferencia de prensa, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, anunciaron nuevas medidas para combatir el Covid-19 en las escuelas, públicas y privadas, del país, como la implementación de tres filtros para el ingreso de los menores al plantel escolar.

En la 17 reunión nacional plenaria extraordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), que sesionó a puerta cerrada en las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se acordó aplicar un filtro de colaboración con los padres de familia, que implica suscribir un reporte diario en el que aseguran que el menor se lava las manos antes de salir de casa y no tiene fiebre.

También se aplicaran dos filtros adicionales en la escuela, tanto al ingreso al plantel, como en el salón. Moctezuma Barragán agregó que también se crearan comités de salud en cada escuela, como parten de los Consejos Escolares de Participación Social, se trata dijo de un esfuerzo comunitarios, pues también se solicitó a los padres que colaboren con insumos como jabón y gel antibacterial.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/14/sep-adelanta-vacaciones-de-semana-santa-ante-brote-de-covid-19-8075.html

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México: asesinadas 21 mujeres durante protestas feministas

América del Norte/México/15-03-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Redacción INTERNACIONAL – El País – AFP

Mientras en las principales ciudades de México cientos de miles de mujeres protestaban por una causa primordial -Ni una más-, en el resto del país la estadística se imponía con fuerza.

Diez mujeres asesinadas al día, gritaban las pancartas. Y en esas 24 horas de protesta, el pasado 8 de marzo, 11 mujeres fueron asesinadas. El lunes, durante la huelga general de mujeres, otras 10.
El presidente López Obrador anunció las cifras ayer y la insistencia en relacionar las reivindicaciones feministas con una campaña de oposición, irritan todavía más a la mitad de la población, que reclama medidas urgentes.

Las cifras de homicidios generales en el país disminuyeron este fin de semana. Y el presidente presumió los efectos de su estrategia de seguridad pública, pues la media de más de 90 al día -la tasa más alta desde hace tres décadas- quedó reducida a 72 asesinatos.

El machismo no acaba

La noticia escondía, no obstante, una guerra que no le ha dado tregua a las más de 63 millones de mujeres mexicanas. La cifra, también histórica, de más de 10 feminicidios al día, se mantenía sin variación y explica por qué no se pueden relacionar los crímenes machistas con la violencia generalizada en el país, comúnmente asociada al crimen organizado. Mientras el narco deja de matar, el machismo no cesa.

La violencia no cesa

1.006
Feminicidios registró el país en 2019.

En México murieron asesinadas en 2018 -el último año registrado por el Instituto Nacional de Estadística- 3.752 mujeres, el dato más alto en 29 años. Y la alerta de feminicidios unió a un movimiento en un reclamo básico: luchar contra la violencia.

Las jornadas del 8 y 9 de marzo han supuesto para el feminismo mexicano un momento histórico. Nunca el país había sufrido este nivel de violencia machista y tampoco una marcha por los derechos de las mujeres había tenido una acogida semejante. Mucho menos se había convocado y acatado una huelga general de mujeres en todo el país.

 Huelga ejemplar

Las calles, el metro y los comercios de la capital estaban casi vacíos este lunes. El Sistema de Transporte Público registró una disminución del 40% de usuarios, esto es alrededor de 660.000 personas menos.

80.000
mujeres desfilaron en Ciudad de México.

Además de que las conductoras de los trenes y 340 taquilleras del metro (de un total de 370) secundaron la huelga, según las cifras de la institución. El Gobierno de la Ciudad de México ha anunciado además que un 40% de las trabajadoras de la Administración local se sumaron al paro, es decir, unas 60.000 empleadas de las diferentes secretarías públicas.

La Secretaría de Educación Pública (SEP), que cuenta con 1,3 millones de maestras había prometido no sancionar a quienes se sumaran a la huelga.

El impacto económico

Aunque no hay datos del impacto económico real que supuso la huelga de mujeres y tampoco de la efectividad de la convocatoria, las estimaciones de algunos expertos apuntaban a que, dado que la fuerza laboral femenina supone el 45,5%, si el 100% de las mujeres trabajadoras hubieran parado, representaría alrededor de 23.400 millones de pesos, unos 1.100 millones de dólares.

Suponiendo que el paro hubiera sido secundado por el 40% de ellas -como ha sucedido en las instituciones públicas de la capital-, el impacto económico sería de 9.360 millones de pesos, unos 450 millones de dólares. Y la cifra podría ser mayor, pues el 60% del trabajo informal lo hacen las mujeres.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102311511/mexico-asesinadas-21-mujeres-durante-protestas-feministas

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