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Costa Rica: CIEM lanza campaña contra prácticas sexistas en la UCR

Caribe Insular/Costa Rica/semanariouniversidad.com

Para el año 2016, existió una brecha de género del 11% en nombramientos para puestos de docencia en la Universidad de Costa Rica (UCR). Ese año, la universidad contrató a 4.240 personas para desempeñarse como docentes. De estas, 2.355 fueron hombres y 1.885 mujeres.

Significa que para ese año, se contrataron a 470 hombres más que mujeres, en esos puestos, de acuerdo con el informe “Brecha de Género en Recursos Humanos en la UCR”, publicado en 2017.

Afiche de la campaña, suministrado por el CIEM

Este es uno de los datos que fundamentan el lanzamiento de la campaña “Visibilizar y transformar prácticas sexistas y discriminatorias en la Educación Superior”, impulsada por el Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de la UCR.

“Esta campaña es un ejercicio pionero a nivel de universidades públicas en América Latina”, comentó María José Chaves Groh, investigadora del CIEM, quien dirigió esta campaña.

La iniciativa, que consta de un conjunto de productos gráficos, cuñas de radio y videos, explica cuáles son las conductas sexistas presentes dentro de la universidad, que muchas veces son obviadas o pasadas por alto. Esto a través de datos obtenidos de informes y testimonios de mujeres que estudian o trabajan en la UCR.

Afiche de la campaña, suministrado por el CIEM

Los mensajes de esta campaña surgen como resultado de un ejercicio de grupos focales que se realizaron en diversas sedes de la UCR, según la investigadora.

Chaves explicó que en estos grupos focales participaron funcionarias del área administrativa, funcionarias del área docente y estudiantes de distintas carreras. Entre las participantes, variaba la cantidad años que tienen de laborar (o estudiar) en la Universidad de Costa Rica.

Los grupos focales se centraron en conocer los puntos de vista de estas mujeres sobre qué estaban entendiendo por sexismo y qué estaba significando en su vida laboral y académica.

“En todos los grupos focales no hubo una sola participante que no tuviera nada que decir respecto al tema: todas habían enfrentado alguna forma de sexismo”, explicó Chaves.

La investigadora afirma que otra de las conclusiones que se puede sacar, a través de la información recabada en los grupos focales, es que la Universidad no es ajena a esta problemática.

“Lo que queremos es abrir una discusión sobre el sexismo, sobre las afectaciones que tiene en el crecimiento profesional y académico de las mujeres”, dijo.

María José Chaves Groh, investigadora del CIEM encargada de la campaña “Visibilizar y transformar prácticas sexistas y discriminatorias en la Educación Superior”. (Foto:Katya Alvarado)

Chaves explicó que, desde el segundo semestre del 2018, se empezaron a realizar los grupos focales. Durante el primer semestre de este año, se empezó con la elaboración de los materiales gráficos que conforman la campaña.

La investigadora dijo que la estrategia que van a implementar, para llevar esta campaña a las distintas sedes de la universidad, será por medio de conversatorios. “Vamos a estar realizando, en el mes de septiembre, conversatorios en distintas sedes de la U, con el objetivo de generar discusión y profundizar sobre el tema” explicó.

Testimonios

“El sexismo representa un techo en el crecimiento de las mujeres”. Esta es la conclusión más contundente a la que afirma haber llegado Chaves, a través de las investigaciones para la campaña, y en gran parte, a través de los testimonios de otras mujeres que se desempeñan en el ámbito universitario.

“Creo que lo que se puede constatar una vez más, a través de los relatos que ellas comparten en las diferentes sedes, es que el sexismo representa un gran obstáculo en el desarrollo laboral o académico de estas mujeres”, explicó la investigadora.

Señaló también que hay un tema con la parte formal. Chaves afirma que si no hay una cuota establecida para mujeres dentro de un puesto, difícilmente se garantiza la participación mínima de mujeres.

En la sede Rodrigo Facio de la UCR, por cada profesora en Ingeniería hay cerca de cuatro hombres. En Ciencias Básicas, hay aproximadamente tres hombres docentes por cada mujer.

Esto de acuerdo con datos del informe “Tercer Balance del Estado de la Igualdad de Género de la Universidad de Costa Rica”, publicado en 2012.

“Aparte de esto, hay un tema también con lo no formal. A través de los relatos que plantean los grupos focales, descubrimos que estas mujeres no se sienten seguras de postularse por un puesto de representación estudiantil o de jefatura, porque sienten que el hecho de ser mujeres podría representar un obstáculo para que puedan ser elegidas, o incluso, ser tratadas con respeto dentro del mismo debate”, explicó Chaves.

Esto debido a que, en muchas ocasiones, los señalamientos que se le hacen a mujeres que optan por estos puestos ni siquiera van por la parte profesional, sino por la personal.

“Si yo me postulo para un puesto, obviamente me estoy exponiendo a que me cuestionen el trabajo que he hecho, y yo con eso no tengo ningún problema. Lo que creo es que no se me va a cuestionar por mi trabajo, se me va a cuestionar si realmente estoy en condiciones de poder hacer esto ahora que tengo una niña de dos años, si de verdad le voy dedicar tiempo al puesto por eso. Entonces, como yo creo que por donde me van a salir es por ahí, mejor no me presento.”, contó Chaves sobre el testimonio de una profesora.

La investigadora explicó que hay mujeres que muchas veces evitan postularse para estos puestos, no porque no exista una garantía administrativa de que tienen posibilidad de resultar electas, sino por evitar exponerse a estos señalamientos personales.

Concientizar para impulsar un cambio

Chaves señaló la importancia de que esta campaña no se quede únicamente en la difusión del material, y que sirva como herramienta no solo de concientización, sino que ayude a iniciar un proceso erradicación progresiva de estas prácticas sexistas.

“Hay una apuesta fuerte en el cambio cultural. En la medida en que las personas podamos identificar qué es lo que estamos haciendo para reproducir el sexismo, también podemos tomar cartas en el asunto para saber qué factores se pueden transformar desde las prácticas individuales, para ir rompiendo con esta lógica discriminatoria”, explicó la investigadora.

Esperan que más adelante exista la posibilidad de que la UCR pueda asumir acciones normativas en este sentido. No obstante, señaló que antes de pensar en un mecanismo de sanción, es fundamental trabajar primero en la parte cultural.

Chaves aclaró que los conversatorios están dirigidos a toda la comunidad universitaria, no solo a estudiantes.

“De hecho, la estrategia de difusión de los conversatorios, en cada Sede, es que estamos haciendo contacto con gente de Asociaciones de Estudiantes y con funcionarios y funcionarias, de manera que no sean solo estudiantes quienes lleguen a la actividad”, dijo.

La investigadora explicó que son conscientes de que este es un primer esfuerzo, así que su primera intención es empezar a mover los materiales de difusión, empezar a tocar el tema y que este vaya cobrando vida propia.

“Esto será efectivo en la medida en que más actores se apropien de la discusión y se sumen a generar esta transformación cultural”, añadió.

La campaña está dispuesta para extenderse por dos meses. Aún así, Chaves explicó que esperan que su alcance vaya más allá del tiempo que se mantenga en difusión.

“La idea cuando conceptualizamos los materiales es que puedan ser materiales pedagógicos, materiales de trabajo. Así estos quedan a disposición para utilizarlos en clases, en talleres y charlas que estén relacionadas con el tema de sexismo, en el ámbito universitario”, finalizó.

Fuente: https://semanariouniversidad.com/universitarias/ciem-lanza-campana-contra-practicas-sexistas-en-la-ucr/

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La lógica sexista que no para

Por: Elena Simón

Son urgentes modelos humanos positivos, originales, satisfactorios, no dicotómicos, no jerárquicos, no sexistas, compatibles, para que nuestras chicas y chicos puedan educarse, crecer y ganar para sus vidas el valor de lo humano sin servidumbres de género.

La lógica sexista está instalada en redes ocultas y visibles, materiales y virtuales y, en numerosas ocasiones, pasa desapercibida porque se disfraza de “orden natural de las cosas”. Para neutralizarla, contrarrestarla y conseguir hacerla desaparecer, es menester aunar muchas voluntades y muchos esfuerzos en la misma dirección. En gran parte, esos caminos están iniciados pero no acaban de confluir por la enorme cantidad de obstáculos que encuentran a su paso, que interceptan el buen desarrollo y funcionamiento de este cambio cultural y social de enormes dimensiones. Todo lo humano que se achaque al orden natural de las cosas tiene una intencionalidad clara o confusa de hacer creer a las personas –al mayor número posible– que las jerarquías e injusticias tienen base natural convertida en material de forma indiscutible.

Así fue y así es con el orden feudal, el racial, el clasista y, por supuesto, con el orden de sexo-género. Presentando estos sistemas de dominación e injusticia como naturalmente derivados de las diferencias, se consigue inferiorizar a quienes han de sufrirlos (las inmensas mayorías) y superiorizar a quienes han de disfrutarlo (las inmensas minorías privilegiadas y dominantes).

Actualmente todo esto sigue vigente pero oculto tras discursos de humanidad y democracia, donde se presenta la igualdad, la libertad y la justicia como patrimonio de cualquier ser humano y, sin embargo, se toleran y propician por otros lugares muchas formas de opresión que se dejan de nombrar y se disfrazan de cualquier cosa. El lobo se viste de abuelita.

Estamos en una cultura narcisista que exalta los valores de la excelencia, el éxito, la popularidad y la felicidad, reservándola a minorías atrevidas y abusadoras que practican valores no demócráticos, hacen confundir derechos con privilegios y le dan a los deseos carácter mágico y surrealista. “Si tienes un sueño, se te cumplirá”. Estos mensajes aparecen de forma machacona por doquier, haciendo creer y desear que te ocurra o no te ocurra a ti lo que no le ocurre a nadie o le ocurre a todo el mundo. La cultura de los “me gusta” es el espejismo más despiadado y engañoso con el que un enorme porcentaje de la población convive y vive.

Entre estas falacias representadas de continuo -también en los medios de comunicación más convencionales- está la imagen de éxito. Los concursos, campeonatos, certámenes, etc… nos lo muestra posible para todo el mundo, al alcance de cualquiera. Y, por tanto, en tu mano está el alcanzar fama, dinero o éxito.

Lo que también ocurre es que las expectativas y los mensajes tienen altas cotas y sesgos sexistas, son diferenciales y divergentes en los mensajes de género. Los sueños de chicas y chicos se muestran en cada generación como no coincidentes ni compatibles. Y, por ello, se repone continuamente la idea de la complementariedad, cuando las realidades la descoloca.

Este es el caso de las persistentes imágenes de las mujeres puestas al día: bellas pero asexuales, amables, sonrientes, cariñosas, abnegadas, útiles, disponibles, mediadoras, listas, ocupadas en hacer la vida fácil a otros y otras. Pero también tienen que aparecer las dicotomías para aderezar el asunto: las perversas seductoras que abducen la voluntad de los hombres en su propio beneficio. En suma: brujas, madastras, hadas, princesas o cenicientas actualizadas y con looks de moda. En este momento este es el espectro para que las chicas elijan. Pequeños tintes de mujeres autónomas y asertivas decoran la escena para que no se diga y se haga creer que el sexismo es cosa del pasado, para que no se desarrollen mecanismos de oposición y resistencia.

Para los chicos, los mensajes de género, junto con la masculinidad triunfadora y feliz se han exhacerbado. La fuerza representada en los cuerpos musculados, en los deportes de riesgo, en las figuras mediáticas repetidas hasta el hastío. El dinero como muestra de triunfo y de posesión sobre las cosas y personas (sobre todo de las mujeres) y el poder de inventiva, de creatividad, de emprendimiento, como patrimonio masculino por excelencia. Todo ello muy reforzado por las maniobras fratriarcales que aparecen en los medios continuamente, donde ellos se miden sin interferencias femeninas. Las mujeres están en sus vidas pero no a su lado visible, a veces como trofeos, a veces como demasiado maravillosas, a veces como controladoras y pesadas, a veces como adornos.

Las chicas queriendo triunfar con sus rasgos de belleza y aceptación y los chicos imaginándose superhéroes que salvan el mundo a costa de lo que sea, de su propia humanidad y su propia vida.

Son urgentes modelos humanos positivos, originales, satisfactorios, no dicotómicos, no jerárquicos, no sexistas, compatibles, para que nuestras chicas y chicos puedan educarse, crecer y ganar para sus vidas un valor añadido: el de lo humano de nueva planta, sin servidumbres de género.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/06/19/la-logica-sexista-que-no-para/

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Podcast-Feminismo: Voces constructoras de resistencias

Redacción: OVE

Esta nueva entrega de podcast, realizado por Rose Mary Hernández invita a que repensemos un poco nuestro compromiso con el Feminismo, voz donde nos reconocemos las mujeres, constructoras de resistencias desde laconciencia de nuestro ser en el mundo y, que con el tiempo se le han sumado otros colectivos y comunidades que no quieren seguir siendo invisibles, maltratadas, discriminadas, apartadas, burladas, que tienen muchas vidas en una sola vida y aun así no se sienten vivas ni vivos.

Fuente: https://anchor.fm/otras-voces-en-educacion/episodes/Feminismo-Voces-constructoras-de-resistencias-e4s83j

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Xenofobia en Estados Unidos, combinación de causas

Por: Marcelo Colussi

“Maté en respuesta a la invasión hispana. Matar tantos mexicanos como fuera posible” (Patrick Crusius, asesino de El Paso, Texas)
Estados Unidos, autoproclamado campeón de la libertad y de la democracia, lo que menos tiene es, justamente, libertad y democracia. El espinoso tema de los migrantes indocumentados lo deja ver con palmaria evidencia.
No es ninguna novedad que Latinoamérica representa su “patio trasero”, su supuestamente natural resguardo geoestratégico, proveedor de materias primas a precios regalados y obligado cliente para sus productos. Pero además de todo ello: fuente inagotable de mano de obra barata. Muchos de los trabajos realizados en Estados Unidos son efecto de los millones de latinoamericanos que residen en su territorio, en muy buena medida, en calidad irregular en términos migratorios.
La economía del imperio conoce a la perfección ese carácter “ilegal” (en términos administrativos) de buena parte de la masa trabajadora, y se aprovecha. Siempre ha habido persecución de los inmigrantes irregulares, con lo que se consuma un descarado chantaje: esos trabajadores, huyendo de sus países de origen por la precarias condiciones socio-económicas en que sobreviven, son aprovechados por el capital norteamericano para, chantaje mediante, pagarle sueldos muy bajos en relación a la media estadounidense. Pero pese a que esos ingresos son bajos en términos comparativos, para los latinoamericanos llegados a aquel país, tales salarios representan una “salvación”. Aun viviendo en condiciones indignas, se permiten ahorrar y enviar remesas a sus familiares en América Latina y el Caribe, con lo que se atenúa un poco la grave situación en los países expulsores.
Todo el mundo sabe esto: autoridades estadounidenses y latinoamericanas. Pero estas últimas prefieren ignorar las condiciones paupérrimas y de sobreexplotación de esa masa de gente, y más aún, el calvario que deben atravesar para llegar a suelo norteamericano, por cuanto esos dólares enviados a su territorio ayudan a soportar mejor la pobreza local. De hecho, en muchos países de la región, las remesas representan entre un 15 a 20% del PIB, llegando en algunos casos hasta un tercio de su economía global. Sin dudas, ningún gobierno de la zona desea perder esa suerte de subsidio; de ahí su silencio cómplice con la desdicha de sus conciudadanos.
Por otro lado, los capitales estadounidenses sacan provecho de esa enorme masa de inmigrantes indocumentados. En una nota del The New York Times firmada por Eduardo Porter, se afirma sin vergüenza que “mientras más trabajadores crucen la frontera, inevitablemente se reducirá el costo del trabajo. Su mano de obra barata aumenta la producción económica y reduce los costos.” (…) “Ocho de los quince empleos que tendrán el crecimiento más rápido entre 2014 y 2024 -asistentes para cuidar a enfermos en el hogar, preparadores de comida, conserjes en edificios comerciales y otros trabajos similares- no requieren de ninguna preparación”, por lo que el aprovechamiento (explotación despiadada) de inmigrantes hispanos está asegurado.
¿Por qué ahora, desde la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump, se da esta lucha frontal contra los inmigrantes irregulares?
Hay en todo ello un inmoral y despreciable doble rasero: se dice una cosa, y se hace exactamente lo contrario. Ello se evidencia en varios aspectos. Por ejemplo: son denigrados y detenidos/deportados inmigrantes mexicanos y centroamericanos, pero se pone el grito en el cielo -golpes de pecho incluidos- con la población que sale de la “narco-dictadura sangrienta” de Venezuela. Habría inmigrantes “buenos” y “malos” entonces.
Como mínimo, se podrían apuntar tres causas para comprender este endurecimiento de la actual política migratoria del presidente Trump y de su equipo ultra conservador y de derecha radical.
1. Tiene un carácter electoral. Dada la gradual pérdida de pujanza de la economía estadounidense (luego de la Segunda Guerra Mundial aportaba el 52% del producto mundial, ahora no llega al 20%; la pobreza crece entre sus ciudadanos), el mensaje proselitista de Trump buscó encender pasiones en la clase trabajadora de su país, buscando una explicación sencilla, mecánica, efectista. La apelación a un chivo expiatorio como los “migrantes que roban puestos de trabajo” es un buen expediente. Ante una situación de crisis que no cesa, la masa ciudadana estadounidense puede “dejarse” convencer con facilidad con esa pseudo-explicación. De hecho, evidentemente, pudo votar a favor de ese discurso xenófobo, y no sería improbable que pueda volver a hacerlo en las próximas elecciones. De todos modos, la causa de la pérdida de dinamismo de esa economía no son los extranjeros indocumentados: es la crisis general del capitalismo y la recomposición a nivel global del sistema, con nuevos polos que empiezan a destronar a Estados Unidos.
2. Racismo y xenofobia extremos. El llamado a levantar muros inexpugnables se fundamenta en un racismo visceral que atraviesa buena parte de la cultura media estadounidense (ver video inicial), de la cual Donald Trump es un claro exponente. En algunos de sus ya famosos mensajes por redes sociales, en el 2018 dijo que los migrantes latinoamericanos son “muy malos”, y no son personas, sino animales; y los lugares de donde provienen son “países de mierda”. De ahí la necesidad de defenderse a muerte de esa “invasión”. Como lo dicen Lajtman y Romano, en esa lucha contra los presuntos “invasores” “Algunas medidas concretas son la instalación de brigadas de seguridad privada, drones, sistemas de geolocalización, cámaras de vigilancia en los trenes y puntos estratégicos; construcción de bardas y equipos de alarma y movimiento alrededor de las vías.” Por lo pronto el gobierno federal tolera grupos civiles armados (no autorizados legalmente) que se constituyen en “cazadores” de inmigrantes que cruzan la frontera, matándolos a sangre fría. Todo ello es el telón de fondo que permitió/incitó a un asesino como el citado en el epígrafe a aniquilar “invasores hispanos”. Aunque luego de esa matanza Washington se vio obligado a “condenar el racismo, la intolerancia y la supremacía blanca (…) pues “el odio no tiene lugar en Estados Unidos”, el verdadero mensaje lanzado por el presidente, y aceptado por buena parte de la población, es de chovinismo extremo. De ahí estos grupos supremacistas blancos de “cacería de mojados”. Así nació el nazismo en los años 30 del pasado siglo en Alemania. Lo que se está viviendo en el Estados Unidos actual, azuzado por un presidente blanco supremacista que ve con buenos ojos al Ku Klux Klan, no es muy distinto.
3. El chantaje económico que persiste. Es absolutamente mentira que los latinoamericanos y caribeños que llegan en condiciones paupérrimas al “sueño americano” disputan puestos de trabajo con ciudadanos estadounidenses. Eso es una ignominiosa falacia. El endurecimiento de las condiciones migratorias, además de los motivos antes señalados, sigue siendo un buen mecanismo para el capital, a modo de mantener en su nivel más bajo posible los salarios. Se podría decir: “ejército de reserva industrial” a nivel global. Una buena masa de desocupados/desesperados proveniente de países empobrecidos sirve para ser chantajeada ya en suelo norteamericano, azuzándola con el fantasma de la “Migra” y las posibles deportaciones. Es decir: se le fuerza a trabajar en las peores y más insanas condiciones, so pretexto de ser deportada. ¿Dónde quedan las tan cacareadas libertad y democracia entonces?
Definitivamente el acuciante problema de las migraciones irregulares cada vez más masivas, que se dan tanto hacia Estados Unidos (provenientes de América Latina) como en Europa (proveniente de África y de Medio Oriente), es una muestra evidente del agotamiento del sistema capitalista.
La solución no puede ser nunca levantar muros o impulsar políticas y sentimientos xenofóbicos; la única solución es atacar de raíz las causas por las que 1,000 personas diarias llegan huyendo de la pobreza a estas supuestas islas de salvación. Y está visto que el capitalismo no quiere ni puede ofrecer esas soluciones.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259116
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El Reino Unido prohíbe los estereotipos de género en la publicidad

Europa/Reino Unido/20 Junio 2019/Fuente: Nytimes

Hombres que no saben cambiar pañales, mujeres que hacen labores domésticas mientras los hombres están cómodamente sentados en el sofá, mujeres que no saben estacionarse: escenas como estas, que se basan en estereotipos de género, están prohibidas de ahora en adelante en la publicidad británica. La entidad reguladora de la publicidad en el Reino Unido anunció los cambios en diciembre, pero a las empresas se les otorgó un periodo de ajuste de seis meses antes de que entraran en vigor.

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La Autoridad de los Estándares para la Publicidad del Reino Unido dijo en una declaración que también prohibiría anuncios que relacionen características físicas con el éxito romántico o social; que asignen características de personalidad estereotípicas a los niños y las niñas, como la valentía para los niños y la ternura para las niñas; que sugieran que las nuevas madres deben anteponer su aspecto o la limpieza del hogar a su salud emocional, y que se burlen de los hombres por ser malos en labores estereotípicamente “femeninas”, como aspirar, lavar la ropa o cuidar a los hijos.

Los lineamientos se desarrollaron después de que un informe del regulador encontró que la retórica y las imágenes que estereotipan géneros “puede provocar desigualdad de género en los aspectos tanto públicos como privados de la vida de las personas”. El informe surgió al poco tiempo de que hubo algunos anuncios británicos que perpetuaron suposiciones negativas sobre las mujeres, como uno de Protein World, una bebida para bajar de peso, en el que al lado de una modelo que vestía un bikini estaba la pregunta: “¿Tu cuerpo está listo para la playa?”. Los afiches inspiraron una petición en Change.org con más de setenta mil firmas para exigir que se retiraran los carteles.

La Autoridad de los Estándares para la Publicidad tiene fama de prohibir imágenes que le parecen ofensivas: en 2016, el grupo regulatorio tomó medidas enérgicas contra Gucci por emplear a una modelo que se veía “excesivamente delgada” en una campaña publicitaria y, en 2017, prohibió un comercial de Rimmel en el que salía la modelo Cara Delevingne por estar tan retocado que podía ser engañoso para el televidente. (El regulador insistió en que las pestañas de Delevingne eran descomunalmente voluminosas en el video). Más recientemente, el regulador criticó un anuncio de un concesionario de Porsche por cosificación: en la publicidad, las piernas y el torso de una mujer se asoman por debajo del carro y se lee el eslogan “Servicio atractivo”.

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Con los nuevos lineamientos, el Reino Unido se une a países como Bélgica, Francia, Finlandia, Grecia, Noruega, Sudáfrica e India que tienen leyes o códigos con diversos grados y edades que impiden la discriminación de género en la publicidad. Por ejemplo, Noruega ha tenido una ley que prohíbe el sexismo en anuncios desde 1978. Una ley española de 2004 en contra de la violencia de género prohíbe que los anuncios publicitarios muestren imágenes degradantes del cuerpo femenino, y los códigos austriacos consideran que las caracterizaciones que reducen a las personas a su sexualidad son discriminatorias. En Estados Unidos, solo el grupo que supervisa los anuncios dirigidos a niños ofrece lineamientos sobre los estereotipos en la publicidad.

Las compañías están haciendo frente al problema del sexismo en la publicidad también por su cuenta. En 2017, el gigante de los productos de consumo Unilever se asoció con ONU Mujeres y una serie de empresas importantes, como Google, Johnson & Johnson y Mars, para crear Unstereotype Alliance, que busca educar a las personas sobre cómo la publicidad perpetúa los prejuicios.

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El Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios trabajó con Google para analizar más de dos mil comerciales en lengua inglesa: descubrió que entre 2006 y 2016 el número de personajes femeninos en la publicidad en video fue prácticamente el mismo. El tiempo en pantalla de los hombres fue cuatro veces mayor al de las mujeres y los hombres hablaron siete veces más que las mujeres. Mientras que los anuncios donde solo aparecían hombres sumaban un cuarto del total, aquellos en los que solo había mujeres fueron solo un cinco por ciento del total.

Un informe de Lloyds Banking Group en 2016 reveló datos similares, pues halló que solo un tercio de las personas que se veían en los anuncios eran mujeres. Rara vez ocupaban puestos de poder y, cuando lo hacían, el “papel solía estar vinculado a la seducción, la belleza o la maternidad”

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2019/06/19/estereotipos-de-genero-publicidad/

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La mujer negra que se transforma en blanca, la campaña racista de Bolsonaro

América del sur/Brasil/20 Junio 2019/Fuente: Página 12

El Ministerio de Educación del gobierno de Jair Bolsonaro está envuelto nuevamente en una polémica. Luego de haber recortado el 30 por ciento del presupuesto educativo y desencadenado masivas manifestaciones en todo Brasil, la cartera que depende de Abraham Weintraub publicó una campaña publicitaria cuestionada por racismo. En la imagen divulgada, una mujer negra aparece como estudiante universitaria, pero la mano que sostiene su diploma es blanca.

Embedded video

Juh Prudêncio@xoulley

Não entendi a ideia dessa story, sugiro que repensem.

En Instagram la campaña es aún peor porque un video muestra esa misma imagen pero ahora sobre el rostro de la joven negra con peinado afro se superpone el de una blanca de pelo lacio, como si se trasformara. Los usuarios de las redes sociales denunciaron que la sometieron a una especie de “blanqueamiento”, que esconde un mensaje simbólico peligroso.

El montaje se realizó para divulgar que ese era el último día de inscripciones para presentarse a las becas que dan un 50 por ciento o 100 por ciento de subvención para cursos de graduación por medio del Programa Universidad para Todos (Prouni). La elección del recorte del video, que muestra cómo la alumna entra la universidad siendo negra y sale blanco una vez que se recibe, no pasó desapercibida. “Mujer negra con diploma en mano blanca? Qué es eso? En serio pago los impuestos para ser cargado así”, se preguntaron. “No entiendo cómo a ningún miembro del equipo de comunicación se le ocurrió que el anuncio es racista”, resaltó otro internauta.

Si bien el foco de las críticas estuvo dirigido hacia la última publicidad de la mujer, el Ministerio también había grabado otro que mostraba a un joven blanco al que se le superponían caras diversas, incluidas de personas afrodescendientes.

Bolsonaro, quien recientemente aseguró que “el racismo es algo raro en Brasil” y que tiempo atrás había subrayado que los afrodescendientes “no sirven ni para procrear”, no salió a hacer ninguna aclaración al respecto, a pesar de que la publicidad data del 13 de junio. Por su parte, el MEC alegó que la estrategia de la propaganda buscaba «enfatizar que las oportunidades son iguales para todos los candidatos, y el lenguaje escogido fue la superposición de imágenes que demuestran la variedad de color, raza y género».

Imagen tomada de: https://images.pagina12.com.ar/styles/focal_16_9_960x540/public/media/articles/2142/meccc_0.jpg?itok=eJEVNXqw

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/201088-la-mujer-negra-que-se-transforma-en-blanca-la-campana-racist

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Las niñas quieren ser líderes… si las dejan

Por: Alejandra Agudo

Una encuesta a 10.000 chicas de 19 países revela que el 76% aspira a ocupar altos puestos en su comunidad, carrera o país, pero creen que tendrán que esforzarse más que los varones

Una carrera de obstáculos. Así ven las niñas su camino hacia el liderazgo. Una encuesta a 10.000 jóvenes de 19 países revela que el 76% de ellas aspira a ocupar altas posiciones en sus comunidades, carreras y países, pero creen que lo tendrán muy difícil, al menos, más que los varones. «El clavo que sobresale se aplasta», respondía una joven japonesa que ha participado en el estudio de la ONG Plan Internacional y el Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios.

«Las niñas nombran a la discriminación de género, el sexismo flagrante y los estereotipos como barreras», escriben las autoras del informe, titulado Tomamos la iniciativa: las niñas y jóvenes cambian los rostros del liderazgo. El 60% piensa que las mujeres tienen que trabajar más duro para ser respetadas. Prácticamente todas, el 93%, cree que las que alcancen el liderazgo habrán tenido que experimentar «contacto físico no deseado», y una vez en la cima no serán tratadas igual que los hombres.

Para Anne-Birgitte Albrectser, directora ejecutiva de Plan Internacional, estas respuestas son el resultado de «la dura verdad» que ven las niñas. Solo el 24% de los parlamentarios en el mundo son mujeres, según datos de la Unión Interparlamentaria. El mismo porcentaje que han alcanzado roles ejecutivos en el mundo empresarial. Y eso que en los últimos años se han producido progresos en ambos casos, si bien con altibajos y a un ritmo lento.

Pese a su confianza en su capacidad de liderazgo —solo el 5% dijo no tener ninguna—, este tipo de percepciones sobre lo que les espera y lo que la sociedad considera apropiado para ellas, suponen un freno para las jóvenes. «Todas son conscientes de que las sociedades reconocen a los hombres como líderes. Y perciben que cuando una mujer alcanza algo de poder, son criticadas», apunta Jacqueline Gallinetti, unas de las autoras del estudio, en una conversación telefónica.

La clave para superar la parálisis o desazón es «no callarse, no tener miedo». Así lo cree la antropóloga Mercedes Fernández-Martorell, profesora en la Universidad de Barcelona. En su opinión, el temor que durante siglos han experimentado las mujeres está desapareciendo. «Antes nos quemaban vivas, nos decían que fuéramos buenas porque de lo contrario se nos consideraría prostitutas, como si ellas fueran enemigas», explica. Pero ahora «algo se está haciendo bien», opina, si las chicas se atreven a expresar sus aspiraciones como hacen las encuestadas para el estudio.

Erika, ecuatoriana de 19 años, pudo saltarse las barreras de los estereotipos y culturales. No fue fácil pues su comunidad, asegura, es muy patriarcal. Ella dice que lo consiguió porque cree en ella misma. Aunque como mujer, indígena y sin recursos no se suponía que debía llegar a la universidad, hoy estudia Arquitectura. Escogió esta formación porque le gusta, pero tenía además otro incentivo. «Para desafiar los patrones de que esta carrera es para hombres y gente con dinero», explica por teléfono desde Vancouver, donde participa en la conferencia internacional sobre los derechos de las mujeres Women Deliver como miembro de la red de jóvenes de Plan Internacional. «De nosotras se espera que estemos con los animales y los hijos, que son los que nos cuidarán en el futuro», lanza. «Pero aquí estoy, soy el claro ejemplo de que las niñas podemos cambiar el mundo».

Ese ímpetu por transformar sus sociedades es lo que explica, en opinión de Jacqueline Gallinetti, unas de las autoras del estudio, de que las niñas de los países menos desarrollados tengan más ansias de liderazgo que las de países ricos. «El contexto influye mucho, las dificultades que enfrentan, las motiva para querer cambiar sus países desde dentro», explica. Esta es una de las diferencias geográficas que encontraron entre los 19 países analizados: Benín, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Honduras, India, Japón, Países Bajos, Perú, República Dominicana, Senegal, Sierra Leona, Sudán del Sur, Suecia, Vietnam, Uganda y Zimbabue. «Me parece inaceptable que el lugar de las mujeres solo esté en la casa. Deben estudiar y participar en el cambio de su país», respondió una de las senegalesas encuestadas.

Las niñas quieren ser líderes... si las dejan

Otro factor que influye en las ganas de llegar más alto es la formación. «Cuanto más educadas, más ambición tienen para el futuro», apunta Gallinetti. Por eso, subraya la experta, es clave que las chicas tengan acceso a la mejor educación posible si se las quiere ayudar a conseguir sus sueños de poder.

El informe apunta que el apoyo de la familia, las campañas contra el sexismo desde el sector público y el privado, así como tener modelos femeninos a seguir alientan a las chicas a superar las barreras y perseguir el futuro que desean. «Las niñas aprenden a una edad más temprana que no es apropiado que sean ambiciosas. (…) Los niños reciben más estímulos para ser política ambiciosos por parte de sus familiares, amigos y compañeros», citan las autoras. «La visibilidad de mujeres en posiciones de poder también es un factor importante», agregan. Si otras lo han conseguido, ¿por qué no ellas? «El cambio tiene que empezar en los hogares y las comunidades», razona Erika.

«Mi modelo es mi madre. Siento que no soy nada sin su apoyo. Quiero introducir cambios en mi sociedad inspirándome en ella, ya que también una trabajadora social», dijo una joven india a los investigadores. «En la vida, necesitamos personas nos den ejemplo y nos digan: ‘Tú puedes hacerlo’. Alguien que nos anime», pedía una menor de República Dominicana a sus entrevistadores.

Qué es un líder: controlador, asertivo… ¿compasivo?

«Las características que se asocian con ser un líder son los mismos rasgos de carácter que las sociedades asocian con los hombres (controlador, dominante, enérgico, asertivo)», detalla el informe. Las chicas, según los hallazgos del estudio, no solo desean alcanzar posiciones de poder para cambiar sus sociedades, sino que además defienden hacerlo a su manera. «Ellas piensan que las buenas cualidades de un líder son la empatía, que sea alguien comprensivo y compasivo. Estas no son necesariamente las características masculinas del liderazgo», detalla Gallinetti.

Fernández-Martorell asegura que el verdadero líder es quien crea e innova «porque el ser humano tiene que inventar continuamente» para adaptarse. «Aunque nos hagan ver que lo importante es otra cosa» porque para ellos no es fácil asumir que las mujeres son creativas y, por tanto, líderes. De hecho, lo que prueba su argumento es que continuamente, ellos se apropian de las ideas de sus compañeras.

«Quiero ser una lideresa que pueda escuchar y respetar cada opinión y, sin embargo, no ceder ante los demás y dar una buena solución», sentenció una adolescente japonesa.

Gallinetti considera clave que se reconozca que las niñas y mujeres jóvenes «tienen características específicas para el liderazgo, que no son más débiles o peores, que pueden ser tan eficaces como la forma en que los hombres mandan». De hecho, agrega, la diferencia entre unos y otras no es mala, sino que se complementan.

El problema, continúa, es que ellas no tienen las mismas oportunidades, ni el mismo espacio para ser escuchadas y tomar las riendas. «Es muy bueno que tengan estas aspiraciones, pero deben ver que pueden lograrlas. Cuando te topas constantemente con una pared, no te respetan ni escuchan, obviamente, esas aspiraciones van a morir. Depende de las ONG, de los gobiernos y los medios de comunicación permitir que las niñas y mujeres jóvenes tengan un espacio donde sus voces sean escuchadas», zanja Gallinetti.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/04/planeta_futuro/1559641010_179826.html

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