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Jaripeo en el SNTE

Por: Luis Hernández Navarro
Simulación y engaño; usurpación y trampas; antidemocracia e imposición. En estas seis palabras se resume el comportamiento de los líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en las elecciones para nombrar dirigentes sindicales de los profesores de primaria de la Ciudad de México, agrupados en la sección 9, celebradas el pasado 14 de junio.

La historia viene de atrás y tiene el sello de felonía. Comenzó cuando, en julio de 2008, a escondidas de la mayoría, Elba Esther Gordillo impuso como secretaria general de la 9 a María Teresa Pérez, en una cochera acondicionada como salón de fiestas. La disidencia, que contaba con 80 por ciento de los delegados, nombró un nuevo comité encabezado por el maestro Francisco Bravo y recuperó la sede sindical de Belisario Domínguez 32.

Hace 10 años, los maestros capitalinos debieron efectuar su congreso seccional para elegir a sus representantes. Como los charros de la dirección nacional eran minoritarios, impusieron a dedo una comisión ejecutiva.

Julio Peralta, maestro chiapaneco que participó en la fundación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y traicionó el movimiento pasándose a las filas de Gordillo, y luego le fue desleal y se sumó a Juan Díaz de la Torre, para apoyar más tarde a Alfonso Cepeda, quedó al frente. No importó que no supiera nada del magisterio de la Ciudad de México y sus problemas. Lo único relevante era su incondicionalidad a las autoridades educativas y al mandamás en turno en el sindicato.

Los maestros democráticos de la sección 9 nombraron por su cuenta a sus representantes. Sin contar con plazas liberadas, dieron vida al sindicato. En tres ocasiones, cambiaron, en elecciones libres y justas, a su comité seccional.

El pasado 20 de mayo, Julio Peralta Esteva y su comisión ejecutiva, a quienes ningún profesor capitalino eligió, dieron, en el salón de fiestas Gran Forum, su informe de 10 años de usurpación. En lugar de citar a un pleno de secretarios generales delegacionales, llevaron a los integrantes del comité nacional del SNTE y a acarreados. El 23 emitieron la convocatoria para elegir nuevos dirigentes seccionales y dieron sólo tres días para el registro.

Los comicios estuvieron llenos de irregularidades. Antes, durante y después de las elecciones, los charros fueron juez y parte. De manera unilateral y arbitraria determinaron mecanismos, tiempos y sedes para votar. Decidieron el padrón utilizado para sufragar, excluyendo a muchos trabajadores de la educación que no se les someten. Y se negaron a revisarlo públicamente. De hecho, no hubo padrón, sólo una liga electrónica para ubicar las casillas. Rechazaron que en los centros de votación participaran integrantes del movimiento magisterial democrático. Directores de la escuelas e inspectores coaccionaron a los docentes.

Pero, como nada de eso evitó que se levantara una enorme ola de inconformidad, negaron, echando mano de las peores chicanadas, el registro de la planilla Roja Democrática 9, en la que se agruparon los profesores de esa tendencia. Por su parte, los charros registraron, en nombre de una supuesta pluralidad, dos planillas: Valor Magisterial Naranja y Magisterio Progresista Morado.

El 14 de junio hubo una verdadera batalla campal alrededor de los centros de votación. Al más viejo estilo de Vanguardia Revolucionaria, los charros sindicales movilizaron brigadas de porros. Directores de escuelas e inspectores golpearon y lastimaron a maestros democráticos. Convocaron a padres de familia para que, con base en mentiras, arremetieran contra los profes. Los testimonios abundan. El supervisor de la zona 65, Francisco Ramón Morgan, agredió a la maestra Diana Guerrero. En la escuela México-Japón, el director, Gaspar Francisco Barbosa, confrontó a los docentes. El supervisor de la zona 77, Juan Antonio González, atacó a los trabajadores de la educación y rompió sus carteles y mantas. Luis Alberto Barragán, director del centro escolar Luis Pasteur, asaltó a los mentores en resistencia. En la sede 78 en la escuela Suecia, llegaron golpeadores profesionales con camisa a cuadros y pantalón de mezclilla.

El magisterio democrático ocupó 10 centros de votación, que no pudieron abrir a pesar de las arremetidas en su contra. Donde sí se instalaron casillas, miles de maestros escribieron planilla Roja Democrática 9, pero sus votos no fueron contados. Muchos más anularon las papeletas.

Por su parte, sin control ni supervisión alguna, los charros se dieron vuelo echando mano a la mapachería menos sofisticada: carruseles, ratón loco, urnas embarazadas, compra y coacción del voto, padrón rasurado. Y, ya encarrerados, sin pudor alguno, el 18 de junio declararon ganadora a la planilla Valor Magisterial Naranja, con cifras de votación paridas por la alquimia electoral, que rayan en lo inverosímil.

El nuevo secretario general seccional charro, Ulises Chávez Tenorio, es un viejo funcionario sindical que no ha estado frente a grupo durante los últimos 25 años. Es, también, Oficial Mayor del comité nacional del SNTE. Para que no quede duda de los intereses a los que sirve, baste apuntar que, con frecuencia, representó a Alfonso Cepeda en eventos gremiales en otros estados.

El magisterio democrático de la Ciudad de México impugnará legalmente el jaripeo del 14 de junio, avalado por las autoridades laborales y políticas. Lejos de servir para establecer canales institucionales para resolver los conflictos y diferencias dentro de la sección 9, la pantomima de democracia del SNTE los exacerbará. Como sucedió en julio de 2008, el charrazo no pasará.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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Repudia CNTE el oportunismo de los “líderes charros” del SNTE

La CNTE también expresó su repudio por el doble discurso de los líderes charros del SNTE a quienes no reconocen como los defensores de los trabajadores de la educación.

La Sección 22 del Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), repudió el oportunismo de los “líderes charros” del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) quienes se atribuyeron la cancelación de la iniciativa para la integración de la Dirección General de Educación Indígena, Intercultural y Bilingüe (DGEIIB) al Instituto Nacional de Pueblos indígenas (INPI).

En un comunicado, la Seccional de Oaxaca recordó que fue gracias a la fuerza, organización y disciplina del Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) que logró cancelar la citada iniciativa luego de que la Comisión Política, Secretaría de Trabajo y Conflictos del Nivel, representantes de la DGEPOO y el jurídico de la Sección XXII defendieran en la mesa con la Secretaría de Gobernación, SEP, Gobierno del Estado de Oaxaca, IEEPO y la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el derecho a la educación de los pueblos originarios.

Refirió que tras intensas horas de negociación y con el respaldo del 20 por ciento de la membresía sindical, así como el arribo masivo del Nivel de los Pueblos Originarios de Oaxaca a la ciudad de México, sus representantes sindicales cumplieron con el mandato de hacer valer la fuerza histórica de lucha en defensa de los derechos laborales de las y los trabajadores de la educación.

Así también señaló que a la par de las negociaciones en la Cuidad de México, en Oaxaca se realizó un paro de 24 horas, en donde agremiados de la Sección 22 bloqueó los accesos al Aeropuerto oaxaqueño, atendiendo con ello a su principio táctico de lucha: “movilización- negociación-movilización”.

Por tal motivo, este Movimiento Democrático, referente nacional e internacional de lucha, rechaza el oportunismo de los charros del SNTE al atribuirse un logro de nuestras bases democráticas al declarar que por intervención del charro mayor Alfonso Cepeda Salas lograron echar abajo dicha iniciativa.

En tanto expresó su repudio por el doble discurso de los líderes charros del SNTE a quienes no reconocen como los defensores de los trabajadores de la educación “puesto que han sido aliados y cómplices de gobiernos, reformas, procesos y medidas de persecución a líderes de la CNTE, principalmente de la Sección XXII con retención de salarios, saqueo de nuestras cuotas sindicales, encarcelamientos y asesinatos de maestros“.

Por último, la Seccional de Oaxaca exhortó a sus bases a mantener la unidad, organización y disciplina “para defender la educación pública, los derechos laborales y de nuestros pueblos logrará respuestas a las demandas legítimas de nuestro movimiento, por ello, hacemos un llamado a la unidad frente al oportunismo del charrismo sindical“.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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El Pliego Nacional de Demandas del SNTE: de lo absurdo a lo ridículo

Por: Abelardo Carro Nava.

Pienso que muy pocos trabajadores de la educación consideran que, en realidad, sus demandas y necesidades profesionales y laborales se ven reflejadas en el Pliego Nacional de Demandas que, anualmente, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) entrega a la Secretaría de Educación Pública (SEP); también pienso, que esta representación sindical se ha convertido en el bufón de los distintos gobiernos pues, el comportamiento de sus líderes sindicales, ha reflejado la poca seriedad – que a veces raya en lo absurdo y ridículo – que debería imprimírsele a la defensa irrestricta de los derechos laborales y profesionales de sus agremiados. Para muestra un botón.

Hace unas semanas el periodista Erick Juárez, en un reportaje publicado en la Revista Aula, Periodismo y Análisis Educativo, titulado Secciones 36 y 31, Monumentos a la corrupción, la opacidad y el despilfarro de recursos públicos, dio conocer que, por ejemplo, la lucha educativa de la Sección 31 de Tlaxcala valía 2 kilogramos de pavo; esto, porque la Secretaría de Educación Pública del Estado y Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (SEPE-USET), como parte de las gratificaciones de fin de año que les otorgan a los trabajadores de la educación, no les había entregado un pavo de 7 kilogramos por agremiado, sino uno de 5 kg, hecho que motivó que sus líderes sindicales cerraran las instalaciones de esta Dependencia, pero también, que se convocara a un paro de labores. Entonces, ¿la lucha sindical equivalía 2 kilogramos de pavo? Así de absurdo, así de ridículo, sobre todo si consideramos las múltiples necesidades, demandas y atropellos que sufren a diario los trabajadores, por ejemplo, en los procesos de admisión, promoción y reconocimiento que tiene a su cargo la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM). Sin embargo, la historia no termina aquí, en este mismo reportaje, este periodista pudo documentar y reportar una millonaria capacitación que recibieron 266 delegados y la cúpula sindical de esa misma Sección Sindical denominada “Primera Capacitación para la Estructura Sindical” en las playas de Zihuatanejo, Gro., cuyo monto ascendía a la cantidad de 1 millón 735 mil pesos. Otra vez: ¿y las necesidades, demandas y derechos laborales y profesionales del resto de los trabajadores de la educación? La respuesta es muy obvia: en el olvido.

Volviendo al tema que me ocupa, a través de las redes sociales se pudo conocer, que el pasado 9 de marzo el líder nacional del SNTE, en “representación” de todos sus agremiados, entregó a la SEP su Pliego Nacional de Demandas; según se dijo, contenía las propuestas de poco más de 1 millón 400 mil trabajadores de la educación que participaron en la 5ª Consulta Nacional aplicada en las 55 secciones sindicales en las 32 entidades federativas (SNTE, 2023). Consulta que, desde luego, no refleja las necesidades y demandas de sus agremiados, porque el instrumento elaborado para este propósito se hace a modo para que se responda lo que la cúpula sindical quiere que se responda, pero también, porque dicho formato no llega a las manos de los trabajadores, sino que es contestado por las mismas delegaciones y representaciones sindicales en lo “oscurito”, lo cual podría explicar la cifra de “participación” que este sindicato dio a conocer en escueto comunicado.

Ahora bien, cuáles son algunas de las propuestas que integran el referido Pliego Nacional de Demandas: 1. Incremento salarial significativo, superior a la inflación; 2. Programa permanente de basificación; 3. Programas de promoción horizontal; 4. Jornada ampliada, tiempo completo o jornada extendida; 5. Una comisión tripartita SEP-SNTE-ISSSTE para diagnosticar y coadyuvar a resolver la problemática de seguridad social; 6. Conectividad gratuita en todos los planteles educativos; 7. Programa la escuela es nuestra en todas las escuelas; 8. Materiales educativos y libros de texto para alumnos y maestros para el análisis de Planes y Programas de Estudio (SNTE, 2023).

De sobra esta decir que, como cada año, estas son las propuestas que representan el sueño guajiro del SNTE en pro de una supuesta y muy sentida defensa de los intereses de sus agremiados; por ejemplo, en el tema del incremento al salario, como se recordará en el 2021, tal incremento representó el 3.4% y en prestaciones el 1.8%; en 2022, se alcanzó un incremento del 5.3% global, es decir, 3.5% al salario y 1.8% en prestaciones, esto independientemente de la controvertida y polémica política de incremento salarial de los trabajadores de la educación que menos salario percibían en ese entonces. ¿En verdad se piensa que en este año que el magisterio recibirá un incremento superior al de la inflación?

Por lo que toca al tema de los programas de estímulos salariales más neoliberales que otra cosa, tal parece que el SNTE, más no el total de sus agremiados, se conforma con demandar la existencia y/o permanencia de dichos programas como el de la promoción horizontal cuando, se sabe, este programa, desde el periodo del peñanietismo, ha venido atropellando, continua y reiteradamente los derechos laborales y profesionales de las maestras y maestros, aunado a la total opacidad con la que se manejan los recursos destinados para este propósito. ¿En verdad el SNTE desconoce la serie de violaciones de los derechos laborales y profesionales que anualmente la USICAMM comete en contra de los docentes?

Y, para terminar, más por falta de espacio que de ganas, tal parece que el SNTE, más no el total de sus agremiados, se conforma con constituir una comisión tripartita para que se atiendan las problemáticas relativas a la seguridad social de los trabajadores de la educación, como si desconocieran que, por ejemplo, el sistema de pensiones se rige por UMA’s y no por salarios mínimos, lo cual representa una afectación directa a la calidad de vida, laboral y profesional, tanto de trabajadores jubilados y activos. ¿En verdad es suficiente el establecimiento de una mesa tripartita para tratar lo que desde hace varios años se sabe pero que el mismo SNTE ha solapado?

En fin.

En próximas fechas vendrán los festejos por el día de la educadora o día del maestro; muchos de estos líderes sindicales llenaran sus discursos son sendas arengas que anuncian mejoras en los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación; seremos testigos de homenajes, programas socioculturales y hasta de la rifa de vehículos; sin embargo, tal y como diría aquel filósofo: mucho habrá cambiado para que todo siga igual… o peor.

Así de absurdo, así de ridículo.

Al tiempo.

Referencias:

Fuente de la información:  http://pulsored.com

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México: Se declara Isael Gónzalez ganador en elección de SNTE en Chiapas

América del Norte/México/17-03-2023/Autoría: Laura Poy y Elio Henríquez/Fuente: www.jornada.com.mx

Tuxtla Gutiérrez, Chis. El maestro Isael González Vázquez, se declaró como “candidato ganador virtual” del proceso de elección del nuevo Comité Ejecutivo de la sección 7 de Chiapas, luego de que “las tendencias indican claramente el triunfo del bloque democrático”.

En conferencia de prensa en el auditorio “Ernesto Che Guevara” del magisterio chiapaneco, aseguró que “no tenemos los números exactos, pero los resultados preliminares nos dan el triunfo, por lo que hago un llamado a todas las fuerzas del magisterio, incluso, a quienes no piensan como nosotros, para trabajar en unidad”.

Acompañado de los secretarios generales de la sección 22, Yenni Aracelí Pérez; de la sección 14 de Guerrero, Héctor Torres, y de dirigentes de organizaciones sociales, González Vázquez, se comprometió a mantener los 22 principios de la sección 7 y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)

Indicó que al ser el primer secretario general elegido por voto directo y secreto, y también por los procesos establecidos por la base magisterial en asambleas delegacionales, regionales y estatal, “tenemos el enorme compromiso y responsabilidad de mantener los principios y la lucha por los derechos de los maestros, y del bienestar de nuestras comunidades”.

Ante los medios de comunicación, destacó la participación de miles de maestros que salieron a emitir su voto, y que “nuevamente han demostrado la fuerza de la base magisterial de la sección 7”. Indicó que la entrega de la constancia oficial como secretario general se realizará el próximo 18 de marzo, una vez que se conozca el resultado de las 220 mesas de votación instaladas en el estado.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/03/14/sociedad/se-declara-isael-gonzalez-ganador-en-eleccion-de-cnte-en-chiapas/

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La CNSPD y la USICAMM: el imperio de la arrogancia

 

 

Como es bien sabido por el magisterio, con la imposición de la reforma educativa de 2013, al extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) se le asignaron otras atribuciones de las que desde el 2002 tenía contempladas, pero también, se constituyó la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), con la finalidad de disponer de una estructura jurídica y organizativa que asegurara que el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia de docentes y directivos, permitiera acreditar sus capacidades en sus respectivas funciones. Todo ello, según se dijo, con el propósito de “transformar” el sector educativo colocando al centro un Sistema Nacional de Evaluación que impulsara la mejora de la calidad de la educación pues, prestar servicios de calidad, fue una de sus metas.

Evidentemente, evaluar lo que pudiera ser evaluado, sin mejorar las condiciones de todo aquello que tenían que evaluarse no trajo buenos resultados.

Recuerdo que, por esos tiempos, el Colegio de México publicó un video en Youtube titulado “La reforma educativa”, donde Manuel Gil Antón, a través de una metáfora, explicó con bastante claridad este hecho. Hoy, ese video, en esa plataforma, cuenta con cerca de 329 mil visitas (https://www.youtube.com/watch?v=jH6lzKYGgNY).

Con estas acciones, la “posible” evaluación del Sistema Educativo pasó a un segundo plano, la disputa por la permanencia más no de la evaluación de ese Sistema concentró todas las fuerzas en todas las latitudes posibles, sin que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), como ha sido su costumbre, haya defendido los intereses y derechos laborales y profesionales de sus agremiados.

Un recordatorio más. A mi mente viene lo ocurrido en el XIII Congreso Nacional de Investigación Educativa celebrado en Chihuahua. Muchos fuimos testigos de uno de los momentos más inverosímiles y/o vergonzosos que, de manera personal, pudiera haber presenciado: la exaltación de Guevara Niebla (en ese entonces integrante del INEE) cuando fue cuestionado por un maestro en medio de una mesa de diálogo (https://www.youtube.com/watch?v=NgYSnuk69Ng&t=58s) y, desde luego, la posterior increpación de parte del primero al segundo. ¿Y la CNSPD en ese entonces? Sentada en sus laureles y aplicando a rajatabla las disposiciones normativas y administrativas, aunque sus procesos fueran un verdadero desastre. Obviamente la cara que fue visible en este embrollo fue la del INEE y la de sus ex consejeros, muy pocas veces se fijó la mira en la CNPSD pues, se sabía, que era necesario exigir y demandar la abrogación de la ley o una reforma que eliminara la permanencia, pero también, los procesos evaluativos para el ingreso, promoción y reconocimiento.

¿Cuántas marchas y/o manifestaciones del magisterio mexicano en contra de la reforma educativa de 2013 y de la evaluación no se llegaron a ver o a conocer en distintos medios de comunicación?, ¿cuántas maestras y maestros no fueron golpeados por grupos de granaderos cuando se manifestaban en las sedes que los distintos gobiernos locales habían habilitado para que los docentes seleccionados pudieran ser evaluados? En fin.

La era del lopezobradorismo entró con tambor batiente. Su reforma educativa fue aprobada en 2019 y se cumplió su promesa de campaña al eliminarse la evaluación de permanencia, sin embargo, quedaron muchas comas de la de 2013, aun y cuando se haya dicho hasta el hartazgo que no quedaría ni una de ellas. La ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros dio vida a la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM); unidad que conservó prácticamente el mismo esquema “evaluador” de la extinta CNSPD, con sus mismas fallas, con sus mismos errores y con las mismas violaciones a los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación, hecho del que “parece” no ha tenido conocimiento el SNTE, tal y como sucedió en antaño.

Como es conocido, la incompetencia del primer titular de la USICAMM provocó la llegada de una profesora que, en su momento, luchó contra la “mal llamada reforma educativa”. Poco o nada ha cambiado desde que tales funcionarios públicos asumieron sus cargos. Cada año han sido recurrentes las fallas o errores en los procesos de evaluación para el ingreso, promoción o reconocimiento, aunque, por ejemplo, la actual titular presuma que más de 200 mil maestras y maestros hayan generado citas para un registro, ya sea para el proceso de admisión, promoción o de horas adicionales. ¿En verdad se piensa que las maestras y maestros no harían un registro cuando en el Sistema Educativo prácticamente se cuenta con un solo mecanismo de admisión o de promoción que les permita ingresar al servicio o de mejorar sus condiciones de vida personales y profesionales?, ¿acaso no se piensa que prácticamente todo ser humano tiene aspiraciones personales y profesionales?, ¿acaso se piensa que los egresados de las escuelas normales, CAM, UPN o de cualquier otra licenciatura no pensaría dedicar su vida profesional a la carrera que pudieron haber concluido en algún momento de su etapa académica? Vaya, ¿las condiciones socioeconómicas de nuestro país permitirían que un recién egresado de estas instituciones, o de algún maestro en servicio, se quedara con los brazos cruzados esperando que alguien lo contrate o promocione?

Si lo anterior no fuera suficiente, tal y como en antaño sucedía con la CNSPD, el cambió repentino de disposiciones normativas y administrativas en cada uno de los procesos de admisión, promoción, horas adicionales o de reconocimiento, ha sido una muestra de la soberbia de lo que hoy se conoce con el nombre de USICAMM. Siempre, bajo un supuesto amparo de la ley, el personal adscrito a esa instancia ha hecho y desecho lo que ha querido, sin que en ello medie la autocrítica y el reconocimiento de las afectaciones que padecen las maestras y los maestros en cada uno de esos procesos. ¿Y el SNTE? Obviamente como dicen en mi pueblo: “calladito se ve más bonito”; sin embargo, bien valdría preguntarse dónde habrá quedado ese sentido rechazo por los procesos de evaluación que hace unos años movilizaron a cientos de maestras y maestros a lo largo de la República Mexicana.

¿El imperio de la arrogancia habrá ganado y silenciado las voces que de 2013 a 2018 se manifestaron abierta y públicamente?

Fuente de la información:  https://revistaaula.com

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Sindicalismo magisterial: a la sombra del poder

 

 

El espíritu del sindicalismo busca, en esencia, la defensa de los derechos de los trabajadores y la lucha por el bienestar general de sus agremiados. Las relaciones con los patrones si bien, pueden ser de manera cordial y amable, de ninguna manera cabe la complicidad, el corporativismo y el uso de sus integrantes como moneda de cambio política o electoral.

Lamentablemente, la vida del sindicalismo magisterial ha transitado de una legítima lucha por mejorar las condiciones de los trabajadores de la educación a ser usados para satisfacer cuotas políticas; y aunque en la base existen personas comprometidas y profesionales que velan por el bienestar general, sus líderes y la cúpula sindical han sido cómplices de las más atroces vulnerabilidades a sus derechos laborales.

En el caso del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), este pacto corporativo entre la dirigencia y las autoridades educativas ha sido muy evidente. Además, uno de los sindicatos más grandes de latinoamérica enfrenta dos enormes retos: su democratización y la transparencia de sus recursos.

Sobre el primero, existe una simulación en las elecciones libres y abiertas. Aunque algunas fracciones del SNTE no allegadas al dirigente nacional Alfonso Cepeda Salas van ganando terreno y se van aglutinando en expresiones “alternativas” como la organización Maestros por México (MxM), buena parte de las secciones en todo el país siguen siendo fieles a su líder, quien cada vez parece más doblegado ante el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a la titular de la Secretaría de Educación Pública y al partido Morena.

En cuanto a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala disidente del SNTE, se encuentra separada y al margen de la figura de Cepeda Salas. Sus dirigentes, quienes tienen mayor fuerza en estados como Oaxaca, Michoacán, Guerrero, y Chiapas, mantienen negociaciones alternativas con el gobierno federal y en sus propios estados: acuerdan de manera paralela con AMLO, con los gobernadores en turno y con las y los representantes de la SEP.

Respecto a la transparencia de sus recursos el reto es igual de complicado. Aunque se supone que son sujetos obligados a transparentar y permitir el acceso a su información y cuentan con una plataforma especializada para ello (incluso, la plataforma del Observatorio Público de Transparencia e Información OPTISNTE ha ganado reconocimientos por parte del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales), todo es una simulación.

Tanto el origen como el destino de los recursos y cuotas sindicales siguen siendo opacos y pocos conocen el verdadero destino. Cuando la ciudadanía realiza solicitudes de información, no responden o simplemente dicen que no tienen la información suficiente. Tanto las diversas secciones como en la dirigencia nacional han presentado graves casos de corrupción, desvío, desaparición o mal uso de recursos.

Esta opacidad no solo ocurre en el SNTE. También en instituciones locales como el Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM), uno de los más grandes del país pero con grandes desafíos de rendición de cuentas.

El Sindicalismo Magisterial es una práctica que debe existir para cumplir sus objetivos: la defensa de los derechos de sus agremiados y su bienestar laboral, pero insisto: de ninguna manera se debe permitir la continuidad de los pactos corporativos para fines políticos o partidistas. Es cuestión de dignidad.

Publicado en la segunda edición impresa Revista Aula-2023 https://revistaaula.com/revistaimpresa/

 

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CNTE, 43 años

Por: Luis Hernández Navarro

Este diciembre se cumplen 79 años de la fundación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y 43 del nacimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

El SNTE es la organización gremial que agrupa a la gran mayoría del personal educativo al servicio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), los docentes de los gobiernos de los estados y trabajadores de organismos descentralizados de la enseñanza pública.

La CNTE es una fuerza de trabajadores de base de la educación, que se enfrenta contra el charrismo dentro del SNTE. Es independiente y autónoma del gobierno, los partidos políticos y las iglesias. Además de defender los intereses gremiales del magisterio, lucha por la democratización del sindicato, de la enseñanza y del país. Así lo ha hecho desde 1979.

Más allá de la fecha formal de su nacimiento, la coordinadora expresa una corriente viva del magisterio, clasista y comprometida con causas emancipatorias, que arranca, al menos, desde hace un siglo. Una tendencia que toma forma con la fundación de la primera normal rural en lo que hoy es Tiripetío en 1922, y que unas veces corre como un caudaloso río subterráneo y otras emerge a la superficie con vigorosas protestas y experiencias de educación alternativas.

La CNTE es heredera y continuadora de la labor pedagógica de grandes educadores que forjaron la enseñanza rural en el país, como José Santos Valdés, Raúl Isidro Burgos e Isidro Castillo. Retoma el legado de los maestros comunistas y cardenistas que impulsaron la reforma agraria, la lucha contra el fanatismo religioso y la organización de sindicatos obreros, y que fueron asesinados, empalados y desorejados por neocristeros y latifundistas.

Mantiene viva la tradición de los docentes othonistas que organizaron el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), en las jornadas de lucha de 1956-60. Da continuidad al esfuerzo de los profesores que participaron en el movimiento estudiantil-popular de 1968. Se nutre de la experiencia y el esfuerzo de quienes se comprometieron con la transformación revolucionaria del país (y fueron víctimas de la guerra sucia) y que aparecen en su logotipo: Arturo Gámiz, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez Rojas y Misael Núñez Acosta. Recoge la estafeta de quienes promovieron en los 70 los Comités Coordinadores de Lucha en la Ciudad de México, fundaron escuelas populares en el Valle de México y colectivos como el Movimiento de Liberación Político-Sindical en Michoacán o el Frente Magisterial Independiente Nacional (FMIN) en varios estados.

Desde su constitución en Tuxtla ­Gutiérrez, Chiapas, han sido asesinados más de 200 integrantes de la CNTE. Literalmente, el magisterio democrático vivió una guerra sucia en su contra. ­Durante el periodo de Enrique Peña Nieto fueron violentamente ultimados los profesores Claudio Castillo, David Gemayel Ruiz y Antonio Vivar Díaz, y se perpetró la sangrienta masacre de Nochixtlán. Varias decenas de maestros han sido perseguidos, apresados y recluidos en penales con reos de alta peligrosidad. Centenares han perdido sus empleos como represalia por su participación en los movimientos.

A sus 43 años, la coordinadora enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia. Después de tener 18 mesas de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, éstas se suspendieron hace dos años y no se han restablecido. En cambio, la 4T le ha abierto importantes espacios de interlocución al charrismo sindical del SNTE, encabezado por Alfonso Cepeda. Autodeclarado como “ejército intelectual de AMLO”, juegan en la sucesión presidencial apoyando a Claudia Sheinbaum.

Las expectativas de democratizar el sindicato se esfumaron pronto. La mafia de Cepeda sigue al frente de la representación formal del SNTE sin empacho alguno. Las elecciones para cambiar dirigentes seccionales son una mascarada en que, con el aval del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y la Secretaría del Trabajo, se permiten comicios amañados y megafraudes, y se legitima que un reglamento de elecciones, ilegal, antidemocrático y excluyente, esté por arriba del estatuto sindical, una norma de mayor jerarquía.

Aunque en Guerrero y Oaxaca se ha renovado la dirigencia con una camada de líderes jóvenes, se ha incorporado a las escuelas una generación de profesores, no necesariamente normalistas, que ven la docencia como actividad de paso, mientras hallan un empleo mejor remunerado. Su visión del mundo, mucho más individualista que la de los trabajadores de la educación de otros años, los lleva a pasar del mundo gremial, al que ven como una pérdida de tiempo. Convencerlos de organizarse democráticamente para remontar su precariedad es un enorme reto.

Las demandas insatisfechas de la CNTE no son pocas. La reforma constitucional educativa aprobada por la 4T limó las espinas más filosas del erizo neoliberal de la reforma de Peña, pero dejó intacto su espíritu. La federalización de la nómina educativa ha quedado, en muchos casos, en palabras. La decisión gubernamental de privilegiar la expansión del servicio educativo por encima de la formación continua del magisterio y el apoyo a las escuelas multigrado, dejó fuera de las políticas públicas (y del presupuesto) planteamientos centrales de los profesores democráticos. En los hechos, la Nueva Escuela Mexicana no es más que la fachada de un edificio inexistente. Enmarañada por la verborrea de alguno de sus promotores, la reforma curricular, que retoma algunos puntos de la propuesta de educación alternativa de la coordinadora, carece de pistas de aterrizaje y de consenso entre los docentes.

Los maestros de la CNTE saben que en la lucha por democratizar su sindicato, la enseñanza y el país no hay atajos. Fieles a su historia y sus principios se disponen a seguir adelante.

Fuente de la información:  https://www.jornada.com.mx

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