El 40% de las mujeres se sienten incómodas al ver a otra mujer dando el pecho en público

Por: ABC

6 de cada 10 afirman haberse escondido en el baño o en una habitación separada para poder extraerse la leche.

Hoy por hoy, la lactancia materna no es un tema tabú en España, ya que de acuerdo con la Sociedad Española de Pediatría la leche materna es el alimento más recomendado para el lactante durante los primeros meses de vida, tanto por los nutrientes y anticuerpos que aporta al bebé como por los beneficios que aporta a las madres. Por ello, el 80% de las madres españolas decide dar el pecho. Pero ¿en qué medida es todavía una acción tabú, sobre todo en público? ¿cómo experimentan las madres españolas la lactancia? El «Barómetro Elvie España: La lactancia según las madres y la sociedad» desvela por primera vez cómo vive y qué opina al respecto las madres y la sociedad española.

Amamantar en público

A pesar de que dar el pecho en fuera de casa siempre ha sido visto por la sociedad como una acción tabú, lo cierto es que en los últimos años esta percepción ha cambiado notablemente. La lactancia según un estudio que ha llevado a cabo la marca británica de tecnología femenina Elvie, el 84% de las madres españolas ha dado alguna vez el pecho en un lugar público. El hecho de que cada mujer pueda decidir cuándo, dónde y durante cuánto tiempo dar el pecho a sus hijos se ha convertido en un tema reivindicado por muchas mujeres, y cada vez son más las que muestran la lactancia como parte de su día a día.

Entonces, ¿por qué en una sociedad que está normalizando cada vez más algo tan natural, muchas madres todavía no se sienten cómodas amamantando en público? Dar el pecho forma parte de la naturaleza humana pero aun así, de acuerdo con la investigación, un 40% de las madres encuestadas se sienten incómodas dando de mamar en público. Sin embargo, a pesar de la creencia popular, informe revela que las damas (60%) se sienten menos cómodas viendo a otras amamantar frente a los hombres (81%). En otras palabras, todavía hay un 40% de la población femenina que dice no sentirse a gusto viendo amamantar y sólo un 19% de los varones.

Los datos afirman que la lactancia materna es un tema con el que cada vez la gente está más concienciada. Son muchas las celebrities que dan visibilidad a este tema y que se muestran en redes sociales dando el pecho con naturalidad y sin tabús. Gracias a estas reivindicaciones, gran parte de las mujeres han perdido el miedo o la vergüenza a hablar sobre esta situación.

Llama la atención que cada vez son más las mujeres que hablan de la lactancia en un entorno social, mientras antes solía ser un tema tratado a nivel médico entre mamá y doctor. Pero ¿con quién prefieren hablar las madres españolas sobre lactancia? En primer lugar con su pareja (48%), con quién comparten su día a día; en segundo lugar, con familiares (39%); en tercer lugar, con otras madres (34%), ya que comparten una misma experiencia; y en cuarto lugar, con profesionales de la salud (30%) y con amigos (30%).

«La leche materna es poderosa, está cargada de agentes que previenen al bebé de infecciones, además de la hormona de crecimiento, glóbulos blancos… Proporciona al bebe una gran inmunidad, protección, y el aporte perfecto de nutrientes que necesita para el óptimo desarrollo de sus órganos», explica Paula Camarós, matrona y fundadora de Baby Suite, centro para la maternidad de referencia en España. «A muchas madres les resulta difícil conciliar la lactancia con su vida laboral ya que ésta acaba siendo a demanda, sin tiempos ni horarios. En estos casos, la extracción de leche será esencial para las progenitoras que deseen continuar con amamantando más allá de los primeros meses, ya que es muy útil para crear una reserva que permita a la criatura tomarla cuando lo necesite», concluye.

Vida social y laboral durante la lactancia

El 58% de las madres españolas deja de dar el pecho a los 6 meses por limitar la vida social y la dificultad que supone el continuar con el proceso en la vuelta al trabajo. De hecho, de acuerdo con el informe: «La lactancia según las madres y la sociedad», el 45% cree que dar el pecho limita su actividad y al 42% le resultó difícil seguir amamantando al reincorporarse. La realidad es que aunque muchas mujeres se sienten cómodas dando el pecho en casa, hacerlo en público es algo distinto. Incluso, 6 de cada 10 afirman haberse escondido en el baño o en una habitación separada para poder extraerse la leche.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-40-por-ciento-mujeres-sienten-incomodas-otra-mujer-dando-pecho-publico-202012110056_noticia.html

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Por qué es clave la educación sexual en las aulas de Infantil y Primaria

Por: Educación 3.0

La educación sexual en los centros fomenta un mayor respeto entre los estudiantes. Así lo explica la maestra y sexóloga Laura López Pérez que analiza la importancia de su enseñanza entre el alumnado. Además es una de las autoras de ‘Cocinando con SEXto sentido: Guía Sexológica para Maestros de Primaria’, que contiene consejos para que los maestros de este ciclo puedan impartir esta materia entre sus estudiantes.

La educación sexual, a pesar del siglo y el año en el que nos encontramos, sigue siendo un tema tabú, sobre todo cuando hablamos de estudiantes de Infantil o Primaria. Y es que existen ciertos temores respecto a hablar abiertamente en el colegio y con los alumnos. A esto hay que añadirle que la sexualidad puede aparecer tergiversada en los medios de comunicación o en las redes sociales, que hace que se refuerce todavía más el miedo a dar respuestas a sus inquietudes.

El hecho de ser maestra y sexóloga hace que tenga una visión completa de por qué es necesario que se imparta educación sexual en los colegios. No debemos olvidarnos de que el sexo es un valor, y como tal, debemos aprender a vivirnos, a sentirnos y a expresarnos como seres sexuados que somos. Es importante tener en cuenta esto, ya que la educación sexual se basa en saber respetarnos y conocernos a nosotros mismos para así poder respetar a los demás, independientemente de su género, gustos o preferencias.

educación sexual primaria

Muchas son las cuestiones y debates acerca de la edad en la que se debe impartir o empezar a enseñar educación sexual, pero antes de contestar a esta pregunta, me gustaría señalar que todos y todas hacemos educación sexual de manera constante, y casi sin darnos cuenta, por lo tanto debemos darnos cuenta de lo sumamente importante que es impartir educación sexual desde el conocimiento.

Volviendo a lo anterior, ¿desde qué edad es importante impartir educación sexual? Desde Educación Infantil. De hecho esto ya se está haciendo: son los docentes de Infantil los que les ponen nombre a los genitales -vulva y pene-, se les empieza a llamar a las partes del cuerpo como corresponde, comienzan a hablar de la importancia de la higiene y el respeto. Sin embargo, es en Primaria cuando el tabú aparece.

Impartir educación sexual en los colegios no significa que se hable de conceptos como coito, masturbación, enfermedades de transmisión genital, preservativos, pornografía, relaciones sexuales… y un sinfín de palabras que son muy comunes en nuestro vocabulario adulto, en las redes sociales o en la televisión. ¿Acaso los niños cuando escuchan estas palabras en sus casas, en los móviles o en la televisión no tienen curiosidad por saber de qué se está hablando? Puedo asegurar que estas palabras son parte de su día a día y están más presentes de lo que nos imaginamos.

La enseñanza para los estudiantes y los propios docentes

La educación sexual va mucho más allá ya que las enseñanzas que se adquieren son las referencias para crecer sin miedos, respetarnos y para aprender a ser seres sexuados. Si tuviéramos mucho más en cuenta todo esto, y se impartiera una educación sexual de calidad habiendo más formación para los docentes, podríamos evitar muchas de las cosas que hacen que nos echemos las manos a la cabeza en la actualidad.

educación sexual en el aula

Muchos son los maestros que quieren impartir educación sexual en el aula, pero la emoción que predomina es el miedo, sobre todo a las administraciones, equipos directivos o familias, y esto viene dado por la falta de formación que existe actualmente. Considero que esos maestros y maestras que se atreven son unos valientes porque ven una necesidad a la que no debemos dar la espalda.

Para finalizar me gustaría hacer hincapié en la naturalidad, que es la base, ya que también se hace educación sexual cuando no contestamos a alguna pregunta o ponemos cara de susto. Educación sexual es contestar con otra pregunta o diciendo que no sabemos la respuesta y que vamos a buscarla. O incluso la podemos buscar con ellos. También es hacer preguntas sobre lo que nos preguntan: ‘¿Dónde has escuchado eso? o ¿Por qué lo estás preguntando?’. De esta forma nuestra respuesta estará más cerca de lo que ellos quieren saber. Es importante que dejemos de ver con ojos de adulto las preguntas y los juegos de los niños.

Una vez  Dumbledore, el director de la escuela de magia y hechicería de Hogwarts, le dijo a Harry: “Utiliza el nombre correcto de las cosas, ya que el miedo a un nombre aumenta el miedo a la cosa que se nombra”, y casi sin darme cuenta estaba describiendo lo que sucede con la educación sexual: hay miedo a pronunciar palabras, a explicar cosas o a escuchar ciertas preguntas de los alumnos, pero lo que realmente da miedo son las consecuencias de no hacerlo.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/educacion-sexual-aulas-infantil-primaria/
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“Estamos muy lejos de tener una educación sexual normalizada”

Por: Educación 3.0.

Ilustraciones en las que el clítoris, el periodo menstrual, los senos o los diferentes cuerpos femeninos son los protagonistas. Así es ‘Menstruita’, el proyecto de la ilustradora y diseñadora gráfica Cristina Torrón para explicar educación sexual de una forma desenfadada.

Cristina Torrón es autora de libros como ‘Mammasutra’, en el que ilustra una serie de posturas a las que debe adaptarse una mujer cuando es madre o ‘Libreta Roja’, que incluye 100 tips sobre paternidad. Además, su faceta de ilustradora y diseñadora gráfica le ha llevado a crear ‘Menstruita’, junto a dos colaboradoras más. Un proyecto que, mediante ilustraciones desenfadadas y divertidas que comparte en las redes sociales, explica educación sexual femenina a niñas y adolescentes para que, tal y como ella misma afirma, aprendan a normalizarlo.

¿Cuál es el principal objetivo de ‘Menstruita’?

Queremos ofrecer a las niñas y adolescentes una educación sexual, menstrual, emocional y feminista, directa, desenfadada y de calidad. Y a las madres, padres y demás educadores, herramientas para poder llevarlo a cabo. Queremos llenar ese vacío que existe todavía en nuestro país, en cuanto a educación sexual se refiere, y facilitar el encuentro de información útil en una plataforma llevada por profesionales.

¿Qué profesionales forman el proyecto?

La idea, ilustraciones y gestión del proyecto lo llevo yo, pero nada de esto sería posible sin los conocimientos de mis colaboradoras. Ellas aportan los contenidos y la profesionalidad, y yo los adapto y los transformo en un lenguaje más visual que llega a los más jóvenes.

Se trata de Marta Torrón, fisiosexóloga y experta en suelo pélvico, e Imma Rabasco, periodista y coach emocional. Quiero que este proyecto sirva de altavoz a muchas otras profesionales con las que ya he empezado a contactar, pero hasta que no tenga la web lista prefiero no desvelar mucho más…

Menstruita Educación sexual normalizada

¿Por qué elegisteis las redes sociales como medio de transmisión de las ilustraciones?

Es un medio que conozco y en el que me siento cómoda. Es la manera más rápida de empezar cuando todavía no tienes web y, además, los contenidos como los de Menstruita, ilustrados, desenfadados y no muy extensos, rápidamente se viralizan y llegan a muchas personas, que es lo que queremos.

En una escala del 1 al 10, ¿qué puntuación recibiría la educación sexual que se recibe en los centros educativos? ¿Qué habría que mejorar?

Pues te diría que un 2, y ese puntito se lo doy a los docentes que crean talleres o que en sus asignaturas se preocupan por dar un poco más de información de la que normalmente se suele dar. Estamos muy lejos todavía de tener una educación sexual normalizada, natural, incluso dentro de las propias familias.

«Aunque nos creamos modernos, el placer femenino y el cuerpo de la mujer siguen siendo un gran tabú»

¿La educación sexual es todavía un poco tabú con algunas cuestiones?

Totalmente. Sentimos que hemos evolucionado en este tema, pero nuestros referentes y sobre todo los de las generaciones venideras, no son sanos. Sigue siendo un gran tabú el placer femenino, el cuerpo de la mujer, las relaciones que se salgan de la norma patriarcal… Nos creemos más modernos que hace unos años pero lo llevamos tan adentro que nos queda mucho camino que desaprender.

Menstruita Educación sexual normalizada

¿Por qué decidisteis expresar la sexualidad femenina a través de ilustraciones?

Es mi lenguaje. Yo explico y entiendo el mundo así. Y considero que a muchas personas les puede resultar más fácil, divertido y cómodo aprender de esta forma, y también enseñar a los más pequeños.

¿Las ilustraciones también se dirigen a los chicos?

Por supuesto. Ellos también pueden y deben aprender cómo es y cómo funciona el cuerpo femenino. Y las preguntas que me suelen hacer a continuación son: “¿Y por qué no representas también el cuerpo masculino?, y “¿para cuándo algún tema que afecte a los chicos?” Y la respuesta es que para ellos ya hay mucha información. La poca educación sexual que recibimos está centrada sobre todo en la reproducción y está muy representado el papel masculino. O al menos, al ser su proceso más sencillo, es el que mejor se entiende. Además, el cuerpo femenino y sus procesos también afectan a los chicos, o deberían. El problema que tenemos con ellos es que sus referentes están casi siempre en el porno, por la falta de otros menos patriarcales, y así vamos perpetuando actitudes y creencias erróneas y poco sanas.

Por eso es importante que ellos también sepan qué es el clítoris, qué papel cumple realmente, cual es el ciclo menstrual de una persona con útero y cómo cambia su estado de ánimo mientras lo transita, qué enfermedades están relacionadas con el aparato reproductor femenino y deberían ser más estudiadas…

“Es importante que los chicos sepan qué es el clítoris o el papel del ciclo menstrual”.

También eres autora del libro ‘Mammasutra’ en el que hablas de la maternidad. ¿Hay que normalizar la parte menos bonita de la maternidad?

Sí, pero por suerte creo que desde hace unos años eso ya es tendencia. Existen muchos libros, blogs y artículos hablando precisamente de esta parte más silenciada. Desde el tsunami de un posparto hasta la falta actual de tener una tribu para no sentirte sola, la crisis de pareja que supone pasar de ser dos a ser tres o más, incluso otros temas tremendamente más dolorosos y silenciados como es la muerte perinatal.

Para acabar, un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?

  • Empoderamiento femenino: No termina de gustarme la palabra “empoderar” porque parece que sea algo externo, como si no lleváramos la fuerza de serie. Para mí es un proceso interno en el que encontrar tu propia esencia y decidir vivir a través de ella, con todo lo que eso conlleva.
  • Educación sexual Es lo que creo que nos llevará, a la larga, a ser una sociedad feminista, lo que nos ayudará a luchar contra la desigualdad de género, lo que nos hará ser más felices individual y colectivamente.
  • Feminismo: La lucha por la igualdad destruyendo el patriarcado. No a los hombres, al patriarcado.
  • Docente: Persona que se dedica a la enseñanza, que tiene la suerte de poder inspirar a muchas personas.
  • Innovación educativa: La evolución del sistema educativo y el ir dejando atrás antiguos modelos de escuela. Dar más importancia al aprender a aprender, mediante más experiencias vivenciales y menos memorizaciones.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/cristina-torron-educacion-sexual-normalizada/103981.html

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India: las mujeres que se quitan el útero por el estigma de la menstruación

Asia/India/11 Julio 2019/Fuente: BBC Mundo

Dos noticias muy perturbadoras sobre mujeres en el ámbito laboral y la menstruación han llamado la atención en India en meses recientes.

Desde hace mucho tiempo, el tema de la regla ha sido tabú en ese país, donde se cree que las mujeres que menstrúan son impuras y siguen siendo excluidas de eventos sociales y religiosos. Estas ideas arcaicas han sido desafiadas recientemente, especialmente por mujeres educadas que viven en centros urbanos.

Pero no hace tanto, dos reportajes demostraron que la problemática relación de India con la menstruación continúa.

Una gran mayoría de mujeres, particularmente las de familias pobres, sin representación ni educación, se han visto forzadas a optar por medidas que tienen impactos de largo plazo y son irreversibles para su salud y sus vidas.

La primera noticia provenía del estado occidental de Maharashtra, donde la prensa reveló que miles de jóvenes mujeres se han sometido a procedimientos quirúrgicos para extirparse el útero en los últimos tres años. En un buen número de casos lo han hecho para poder ser empleadas como recolectoras de caña de azúcar.

Cada año, los miembros de decenas de miles de familias pobres de los distritos de Beed, Osmanabad, Sangli y Solapur emigran a los distritos más prósperos en el occidente del estado -conocidos como el «cinturón de azúcar»- para trabajar durante seis meses como «cortadores» de caña.

Una vez allí, quedan a merced de contratistas codiciosos que aprovechan cualquier oportunidad para explotarlos.

Para empezar, son reacios a contratar mujeres porque cortar caña es un trabajo arduo y las mujeres podrán ausentarse uno o dos días durante la regla. Si pierden un día de trabajo, tienen que pagar una multa.

Las condiciones de vida en el lugar de trabajo están lejos de ser ideales. Las familias deben vivir en chozas o carpas cerca de los cultivos, no hay servicios sanitarios y algunas veces se cosecha hasta de noche, así que no hay tiempos definidos para dormir o estar despierto. Cuando las mujeres tienen la regla, las condiciones se vuelven aun más duras.

Debido a las pobres condiciones higiénicas, muchas mujeres adquieren infecciones y, según los activistas en la región, doctores inescrupulosos las animan a que se sometan a cirugías innecesarias por problemas ginecológicos menores que podrían ser tratados con medicamentos.

Como la mayoría de mujeres en esta región se casan jóvenes, muchas ya tienen dos o tres hijos a mediados de los 20 y como los médicos no les informan sobre las complicaciones que podrían tener con una histerectomía, muchas creen que está bien deshacerse del útero.

La práctica ha convertido varios pueblos de la región en «aldeas de mujeres sin útero».

Después de que el asunto fuera abordado el mes pasado en la asamblea estatal por la legisladora Neelam Gorhe, el ministro de Salud de Maharashta, Eknath Shinde, reconoció que había habido 4.605 histerectomías solamente en el distrito de Beed en tres años.

Pero, según dijo, no todas fueron practicadas a mujeres que trabajaban como recolectoras de caña. El ministro dijo que se había establecido un comité para investigar varios de los casos.

Mi colega Prajakta Dhulap, del Servicio Maratí de la BBC, que visitó la aldea de Vanjarwadi en el distrito de Beed, dice que de octubre a marzo de cada año, 80% de los aldeanos migran para trabajar en los cultivos de caña de azúcar.

Asegura que la mitad de las mujeres en la aldea se han sometido a histerectomías, siendo muchas menores de 40 años.

Muchas de las mujeres que conoció le contaron que su salud se había deteriorado desde la cirugía.

Una habló de «un dolor persistente en la espalda, cuello y rodilla» y de cómo se despertaba en la mañana con «las manos, cara y pies hinchados». Otra se quejó de «mareo constante» y de cómo era incapaz de caminar distancias cortas. El resultado es que ninguna pudo regresar a trabajar en los cultivos.

La segunda noticia, que se produjo en el sureño estado de Tamil Nadu, es igualmente nefasta.

Las mujeres que trabajan en la multimillonaria industria de la confección denuncian que les han dado fármacos sin marca en el lugar de trabajo -en lugar de un día de baja- cuando se han quejado de dolores menstruales.

De acuerdo a un reportaje de investigación de la Fundación Thomson Reuters, basado en entrevistas con unas 100 mujeres, los fármacos pocas veces fueron administrados por profesionales de la salud y las modistas, la mayoría de familias pobres y desposeídas, dijeron que no podían darse el lujo de perder el salario de un día de trabajo debido a los dolores menstruales.

Las 100 mujeres que fueron entrevistadas dijeron haber recibido fármacos y más de la mitad contaron que, como resultado, su salud se había visto afectada.

La mayoría contó que no les habían dado el nombre de los fármacos ni les advirtieron de los posibles efectos secundarios.

Muchas de ellas culpan a estos fármacos de sus problemas de salud, que van desde ldepresión y ansiedad, hasta infecciones urinarias, fibromas y abortos.

Los reportes han forzado a las autoridades a actuar. La Comisión Nacional de la Mujer ha descrito las condiciones de las mujeres en Maharashtra como «patética y miserable» y pidió al gobierno estatal prevenir este tipo de «atrocidades» en el futuro.

En Tamil Nadu, el gobierno aseguró que monitoreará la salud de las confeccionadoras.

La información llega en un momento en el que, en todas partes del mundo, se hacen intentos para incrementar la participación de la mujer en la fuerza laborar mediante políticas de la igualdad de género.

Lo preocupante es que la participación de la fuerza laboral femenina en India cayó de 36% en 2005-06 a 25,8% en 2015-16 y no es difícil entender por qué, si le echamos un vistazo a las condiciones en las que las mujeres se ven forzadas a trabajar.

En Indonesia, Japón, Corea del Sur y otros países, a las mujeres se les permite tomar un día libre durante sus reglas. Muchas empresas privadas también ofrecen esa misma asistencia.

«En India también, el gobierno de estado de Bihar ha estado permitiendo a las mujeres trabajadoras tomar dos días extra de descanso cada mes desde 1992, y parece que ha funcionando bien», explica Urvashi Prasad, una especialista en políticas públicas del centro de investigación indio Niti Aayog.

Y el año pasado, una parlamentaria presentó un proyecto de ley de Beneficios Menstruales en el Parlamento, que pide dos días al mes libres para cada mujer trabajadora en el país.

Derechos de autor de la imagen Piyush Nagpal
Image caption La industria de la confección en Tamil Nadu emplea 300.000 mujeres.

La señora Prasad dice que hay obstáculos para implementación de cualquier política en un país tan grande como India, especialmente en el sector informal donde se necesita mucho más monitoreo. Agrega, sin embargo, que si se empezara en el sector formal, sería una señal de cambio de mentalidad y ayudaría a acabar con el estigma que rodea a la menstruación en India.

«Lo que necesitamos es que el poderoso y organizado sector privado y el gobierno asuman una postura, necesitamos que la gente que manda envíe las señales correctas», asegura. «Tenemos que empezar en algún lugar y así finalmente podremos ver algún cambio en el sector informal también».

El proyecto de ley de Beneficios Menstruales es una propuesta privada de un miembro del Parlamento, así que es poco probable que llegue muy lejos, aunque, si se promulgara, posiblemente beneficiaría a las mujeres que trabajan en las fábricas de confección de Tamil Nadu.

Este tipo de medidas pocas veces benefician a las mujeres que están empleadas en el vasto sector informal de India, lo que significa que las que trabajan en los cultivos de caña de azúcar en Maharashtra continuarán estando a merced de sus contratistas.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48882114

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El tabú del orgasmo femenino

Reseñas/06 Junio 2019/El país

Un documental rescata el testimonio de cinco mujeres que sufrieron represión y violencia en su intimidad sexual y se rebelaron

Un día, Deborah Feldman subió a su hijo al coche y se marchó. No llegó a salir de Nueva York: apenas recorrió unos pocos kilómetros y atravesó el puente de Brooklyn. Pero, en realidad, cruzó la frontera a otro universo. Llevaba cinco años preparándose para ello, aunque tal vez ni eso bastó ante lo que vino a continuación. Cuenta a la cámara que su familia únicamente contactó con ella para animarla a “comprar una lápida”. La invitaron a suicidarse, así podrían “bailar sobre su tumba”. Tampoco cambiaría mucho: para ellos, Feldman ya estaba muerta. Era el precio por romper sus cadenas, por una rebelión inaudita. Una mujer se alzaba contra la comunidad judía ortodoxa de Williamsburg; contra una vida de obediencia, un marido impuesto, un idioma que no prevé la expresión “te quiero” o la prohibición de tocar siquiera a su esposo si tenía la menstruación, para no contagiarle su impureza.

La cineasta Barbara Miller (Zúrich, 1970), en cambio, quiere que la historia de Feldman se difunda por todo el planeta. Y, con ella, la de las otras cuatro protagonistas de Placer femenino, un documental que se estrenó el pasado viernes en España. “Me preguntaba por qué la sexualidad de la mujer es un tabú y solo se habla del deber. El placer nunca está en el centro”, aclara la cineasta sobre el origen del proyecto. Tras realizar filmes sobre el clítoris o la pornografía en Internet, Miller apuntó con su foco hacia las sombras que envuelven la intimidad.

Leyla Hussein (centro), en un fotograma de 'Placer femenino'.ampliar foto
Leyla Hussein (centro), en un fotograma de ‘Placer femenino’.

Acabó iluminando fragmentos que invitan a golpear, humillar o controlar a la mujer en los textos sacros de las cinco religiones más importantes del mundo. “Hace cientos de años que se demoniza nuestro cuerpo, afirmando que es la fuente de todos los pecados. No es un filme contra la religión, pero se ha abusado de ella para perpetuar nuestra sumisión”, afirma la directora. De ahí que buscara otras tantas voces, una por cada fe, dispuestas a contar su tragedia y su rebeldía: mujeres que hubieran sufrido la injusticia en sus carnes y hubieran tenido el valor de oponerse. Solo así, asegura Miller, podrían afrontar también las amenazas que vendrían por aparecer en el filme.

Al fin y al cabo, para todas ellas ha sido el pan amargo de cada día. La japonesa Rokudenashiko se enfrenta a dos años de cárcel por “obscenidad”, por crear moldes de su vagina como obras de arte, en un país donde se anuncian mangas de contenido pedófilo y el festival del pene se celebra con desfiles y esculturas tan colosales como explícitas; Vithika Yadav ha pasado del acoso y el manoseo callejero a sufrir ahora la intimidación de sus compatriotas indios, desde que lanzó la web de educación sexual Love Matters; la alemana Doris Wagner prometió amor eterno a Dios y al catolicismo y recibió a cambio los repetidos abusos de un cura; y a la somalí Leyla Hussein, con siete años, le pusieron su vestido más bonito y la llevaron a casa de la tía, junto con su hermana de tres años. Cuando escuchó los gritos de la pequeña desde la otra habitación, supo que no habría fiesta. Ya era tarde para ambas, como para las otras 200 millones de mujeres en el mundo que han sufrido la mutilación genital.

Placer femenino también tuvo que pelear, en una carrera de obstáculos de varios años. “¿Cinco mujeres, hablando de religión y de su sexualidad? Demasiados tabúes”, le decían a Miller los potenciales financiadores. Finalmente, entre otros fondos, logró también una ayuda del Parlamento Europeo. Al fin y al cabo, por más que su filme cuente historias extremas y tal vez remotas para algún occidental, un hilo resistente las une desde hace siglos. “Como se dice en la película, el patriarcado es la gran religión global. A la mujer se la oprime y se le pide que sea linda. Lo importante es que el hombre esté feliz”, sostiene Miller. Y cita violencia de género, brecha salarial, anuncios machistas o una pornografía a medida masculina, donde el clítoris y el éxtasis femenino son ausentes injustificados. La cineasta, básicamente, viene a decir que ningún país está a salvo. “El lugar más peligroso para una mujer es su casa”, tercia, antes de recordar que el 75% de las violaciones en Alemania ocurre entre las paredes domésticas.

Rokudenashiko, en un momento de 'Placer femenino'.
Rokudenashiko, en un momento de ‘Placer femenino’.

Además de la violencia, tanta presión conlleva secuelas psicológicas. “Siempre nos están juzgando por ser mujeres”, dice Hussein en la película. “Pierdes confianza, te haces chiquita”, agrega Miller. Ambas comparten la convicción de que la represión invade también la cama y las preferencias sexuales femeninas. En otro documental, En pocas palabras de Netflix, se estima que solo el 65% de las mujeres alcanza regularmente el clímax en el coito heterosexual, frente al 95% de hombres. Hussein, en el filme, lo resume más gráficamente: “Hay un coro de orgasmos femeninos fingidos que resuena por todo el mundo”. También lo contó ante la ONU o el Parlamento británico, así como Feldman ha escrito el libro Unorthodox. Ahora, su relato llega a la gran pantalla: se estrenará incluso en alguna sala de la India y, en otoño, en Japón. Más difícil es que el contagio llegue hasta un par de cines de Nueva York: los del distrito de Williambsburg, justo al lado de la comunidad judía ortodoxa. Pero nunca se sabe: hace tiempo que Deborah Feldman huyó de ahí. Es hora de que su historia regrese.

Vithika Yadav (derecha), en un fotograma del filme'.ampliar foto
Vithika Yadav (derecha), en un fotograma del filme’.

HOMBRES CONDENADOS A SER VIRILES

A la vez que denuncia la represión sexual que sufren las mujeres, Placer femenino subraya la necesidad de una lucha conjunta con los hombres. Nada de guerra de sexos, según Miller: se trata de avanzar codo con codo. Tanto que a la cineasta, durante el rodaje, se le acercaron varios hombres para hablarle de los problemas de su propia sexualidad: la obligación de ser viril, las presiones de la pornografía, la falta de comunicación masculina. Sobre todo ello vertirá un documental que Miller quiere filmar próximamente, con un esquema parecido a Placer femenino: buscará testimonios de varios países y contextos que expliquen contradicciones y silencios de la sexualidad masculina.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/cultura/imagenes/2019/05/20/actualidad/1558374444_729640_1558534971_sumario_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/cultura/2019/05/20/actualidad/1558374444_729640.html

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Chile: Sexualidad. Una palabra complicada

Redacción: Pousta

Queremos invitarte a la feria sobre sexualidad “Sexpo”, que se realizará este 15 de diciembre en el Cine Arte Alameda.

Hablar de sexualidad siempre ha sido un tema complicado

La política y la religión cada vez nos han alejado más del significado de la palabra entintándola de oscuridad y llenándola de tabú. ¿Por qué un tema tan inherente a nuestra existencia ha sido un tema tan complicado para una sociedad, irónicamente hipersexualizada?

Primero que todo, nuestro mayor error es creer que algo tan complejo como el concepto de sexualidad se basa exclusivamente en algo tan básico como el acto sexual. Para los Taoistas, la fuerza sexual es la base de la creatividad, de la salud, de la vitalidad e incluso de la espiritualidad.

Para los toltecas, la sexualidad va más allá de lo reproductivo y fue vista como una manera de asegurar la marcha del mundo, ya que como humanos manejamos dos grandes fuerzas: una masculina o de penetración que es el amor y una femenina o de atracción llamada sexualidad. Al darle temimos de masculino y femenino no se refiere a hombre o mujer, sino al juego de energías contrarias que poseemos como individuos. Es nuestro propio Ying Yang. Mediante el amor podemos penetrar a las personas con sentimientos y acciones, llegando a generar cambios en ellxs.

Por amor logramos conectarnos con las personas.

Y la sexualidad es la energía mágica que atrae lo que queremos en este plano. Es la capacidad de seducción que tenemos con el universo. Es la energía que sirve para pedir las cosas, ya sean situaciones concretas, oportunidades laborales, o personas a nuestra vida.

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sexualidad como: “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”

Tomando en cuenta la definición de la sexualidad por la OMS y por culturas ancestrales, como las mencionadas anteriormente, podemos apreciar que la sexualidad forma parte importante de nuestra personalidad. Aquí hay un punto muy interesante del cual debemos reflexionar.

Cuando exigimos educación en sexualidad, no solo exigimos información sexual para protegernos de los riesgos que el sexo supone, es decir, prevención de embarazo precoz y de infecciones de transmisión sexual (ITS), exigimos educación sexual para constituirnos y formarnos en quién realmente somos, así de importante. Si solo nos enfocamos en una educación biologista de la sexualidad obtendremos como resultado escuelas que intentan dominar y controlar la misma, no dejarla ser, pues no toman en consideración el goce, el placer, la afectividad, el amor, la identidad de género, las orientaciones, etcétera. La idea es que con una educación sexual la gente se forme y se constituya en quien realmente es.

Dentro de este contexto surge Sexpo: un evento que habla de sexualidad en 360 grados y que pretende a través de charlas, workshops, talleres y performance educar a las personas para que puedan ser ellx mismxs, de ahí su slongan: “Por el derecho a ser tu mismx”.

Sexpo entiende que la sexualidad forma parte de cada unx, es personal, por ende su objetivo es entregar herramientas para que las personas la desarrollen como ellxs quieran. Es un evento con harta carga crítica necesaria para que la gente comience a cuestionar cuáles son las creencias y las normativas que la sociedad tiene y cuáles son las propias. Tiene como objetivo que las personas comiencen un proceso de decontrucción de lo socialmente impuesto y comiencen a construir lo que ellxs consideran como correcto, dentro de su propia moralidad, no dentro de la moralidad de una sociedad poco laica.

Buscamos una educación sexual que acompañe y respete, no una educación punitiva y castigadora.

Sexpo es un llamado urgente a que las personas comiencen a tomar conciencia de la importancia que tiene la educación sexual entendida desde el autoconocimiento, autenticidad, afectividad y habilidades sociales. Somos uno de los países de la OCDE, después de Corea del Sur, en donde la tasa de suicidios aumenta en vez de disminuir. Este es un claro reflejo de que la educación actual que reciben niños niñas y adolescentes no está supliendo todas las necesidades que éstxs tienen.

No podemos seguir haciendo vista gorda y naturalizando estas cifras. Si no encontramos la educación que queremos en espacios académicos tendremos que buscarla en otros espacios como el que entrega Sexpo.

Fuente: https://pousta.com/sexualidad-sexpo/

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Lucas Platero: “La transexualidad plantea un reto muy interesante”

24 de enero de 2018 / Fuente: http://blog.tiching.com/

¿Cómo definiría la transexualidad?
Alejarse del sexo asignado en el nacimiento. Hay quien señala una genitalidad o corporalidad determinada con relación al sexo, pero hay personas que no se sienten cómodos con esta clasificación. Para algunas personas sería un tránsito de un sexo a otro, pero otras personas trans lo perciben como un proceso más complejo y diverso.

¿Cuáles son las primeras sensaciones en una niña o niño trans?
El proceso de sociabilización está enfocado a entender que el mundo está dividido entre niños y niñas y, en la medida en que acceden al lenguaje, quedan claramente marcados estos estereotipos de género. Pero hay personas que desde muy jóvenes entienden que no encajan ahí, en ese lugar que les hemos asignado. Este proceso en algunos casos es muy temprano, pero en otros puede llevar toda una vida. Tiene manifestaciones muy diversas como sensaciones corporales, no querer ponerse un tipo de ropa o jugar a determinados juegos. Desde pequeños pueden aparecer las primeras sensaciones y te planteas si el entorno te entenderá y si es mejor mentir o callar para que la gente más cercana te acepte. Una situación muy difícil para una persona muy joven.

¿A qué se enfrenta un niño o niña trans en una escuela?
A las risas y, posiblemente, al pensamiento por parte de familias y profesores de que es una fase pasajera, que no es importante, que tiene como objetivo llamar la atención, o que es el resultado de una actitud rebelde de ir a la contra. Existe una cierta tendencia a negar la realidad. Para un niño o niña la sensación es que, si se porta bien le recompensan, y si desobedece le pueden castigar. Ante esta realidad de falta de apoyo es muy fácil interiorizar sentimientos negativos que pueden derivar, sin el apoyo correcto, en pesadillas, en una mala imagen propia e incluso, en estados depresivos.

¿Con qué herramientas debemos dotar a la infancia trans para que pueda enfrentarse mejor a su realidad?
Lo más importante que tenemos que hacer las personas adultas es escuchar. A veces lo que un niño o una niña quiere es mucho más sencillo de lo que parece, ya que puede aspirar simplemente a no vestirse con determinada ropa, o no participar en algunos juegos o simplemente, le gustaría identificarse con un nombre que no marque tan claramente su identidad. Las personas adultas, y concretamente los padres, cuando se encuentran ante esta situación muchas veces empiezan a pensar en cosas que no tocan en ese momento, como la medicación, la cirugía o llevarlo a un centro de salud mental. Lo que realmente necesitan los niños y las niñas es que se esté a su lado y se les muestre comprensión, escuchar poco a poco sus necesidades e ir dando pasos juntos.

Pero esto no siempre resulta fácil para algunos padres y madres…
Lo importante es acompañar. La transexualidad plantea un reto muy interesante, ya que como adultos nos enfrentamos a una situación que desconocemos, igual que esa niña o niño. Por ello, se abre una bonita oportunidad de aprender conjuntamente. Esto también sucede en otros temas, como las altas capacidades o la diversidad funcional… Los padres e hijos tienen que establecer una relación basada en “vamos a ir viendo”, e ir probando, pero siempre atreviéndose a escuchar sin castigar y sin imponer su autoridad a la fuerza.

Hay que romper muchos prejuicios…
Las personas adultas tenemos prisa por resolver los conflictos, y lo fundamental es tener paciencia e ir actuando. Nos enfrentamos al arraigo de nuestras creencias binarias. De pronto, con este tipo de experiencias tenemos que empezar a reflexionar y darnos cuenta de cosas aparentemente tan sencillas, como que sacar la basura no es una actividad exclusivamente masculina, que el rosa y el azul son simplemente colores, que no deben determinar nada, que una Barbie es una muñeca con la que se juega. Las actividades o los juegos son precisamente eso, actividades y juegos y no podemos dramatizar ni pensar que todo lo que hacen los niños y las niñas tiene significado trascendental para el futuro.

¿Cómo podemos ayudar a los niños y las niñas en una clase para que puedan aceptar e integrar a sus compañeros trans?
Lo más importante es que las personas adultas repensemos lo que decimos y lo que hacemos delante de los más pequeños. Si hacemos un drama sobre lo que supone ser distinto, no vamos ayudar a transmitir un mensaje apropiado ni educativo. Sin embargo, y me pongo en la piel de docente, si en clase incorporamos de forma natural que existe la diferencia, podemos hablar tranquilamente de un niño o niña trans, de un gay o de un inmigrante africano. Los docentes tenemos que incorporar una mirada crítica para no dar por bueno el binarismo, en el que todo lo masculino acostumbra a ser lo mejor, y lo femenino tiene connotaciones negativas.

Por tanto, el mejor ejemplo es la naturalidad.
Los libros de texto no hablan de personas migrantes, trans, mujeres… No ponemos ejemplos, sin ser conscientes podemos estar transmitiendo actitudes y acciones racistas, transfóbas, clasismo o sexismo… El profesor o profesora tiene que plantear todas estas cosas con naturalidad, no como algo excepcional. A partir de este ejercicio de cotidianeidad cualquier cosa que pase en el aula será educativa, ya que si un día pones un ejemplo en que salen dos madres o una familia que migra, generas este espacio de aceptación, con lo que ya no resulta necesario abordarlo de una forma especial o extraordinaria.

¿Qué actuaciones son necesarias para una mayor comprensión e integración de niños y niñas trans en las escuelas?
Repensar los espacios, los roles sociales, nuestros hábitos. La escuela debe aprovechar el reto que podemos aportar las personas trans, para replantearnos cómo actuamos. Me refiero a reflexionar sobre un espacio como el cuarto de baño, a normativas sobre ropa como uniforme, gorras, faldas, tatuajes… Los profesores y profesoras debemos dar ejemplo desde lo cotidiano y mostrarnos como somos: gordos, adoptados, trans, con inquietudes… Además, debemos dejar un mensaje muy claro y ser inflexibles: el acoso no se va a permitir y que todas las personas tienen derecho a estar en la escuela para crecer y aprender.

¿Está el sistema educativo actual preparado para tratar convenientemente la diversidad?
Se puede hacer. A veces lo que debemos hacer los profesores es alejarnos un poco de lo que nos marcan los planes educativos por ley. En ocasiones debemos actuar un poco a pesar de la ley. Nadie nos determina que debemos tratar el racismo en el aula, pero muchos lo hacemos. Tampoco tenemos en cuenta que hay alumnos que no tienen recursos para comprar los libros que les pedimos que lean y debemos contemplarlo para poder ofrecer soluciones.

En general, ¿existe sensibilidad por parte de los profesores para tratar casos de transexualidad?
Cada vez más hay más interés por estas vivencias. Cuando publicamos el libro “Trans*exualidades, acompañamiento, factores de salud y recursos educativos” la gente me decía: “no estamos preparados para abordar este tema”, pero yo no lo veo así. Tengo la sensación que hay muchos profesionales interesados en generar situaciones amables para sus alumnos y quieren saber más. Para ello hay que formarse y hay que leer, el trabajo que realizamos con la editorial Bellaterra va en esta línea, generar literatura que pueda ser útil. Percibo que cuando participo en charlas y conferencias sobre este tema hay mucho interés y la sala está llena de docentes que quieren que les demos pistas y herramientas para tratar este asunto de la mejor manera.

Pero en algunos casos todavía es un tema tabú.
Es cierto que todavía en algunos casos puede ser un tema tabú, sobre todo en determinadas escuelas privadas o concertadas, pero lo que yo percibo es que existe mucho interés en conocer y aprender para dar la mejor respuesta posible. Eso no quita para saber de malas prácticas que todavía persisten y sobre las que hay que seguir incidiendo, con la ley en la mano.

¿Conoce algún proyecto educativo especialmente significativo sobre educación en igualdad y derechos del LGBT?
Hay algunos centros educativos que están haciendo esfuerzos en este sentido. Un buen ejemplo es el del Instituto San Isidro de Madrid que está construyendo las bases para convertirse en LGBTfriendly, así es como ellos mismos lo definen. Están desarrollando una excelente labor para acoger a chicos y chicas que se han sentido mal o que han sido rechazados en otros colegios. Asimismo, en el IES Renacimiento donde trabajo estamos impulsando diversas acciones y organizamos regularmente mesas de debate o damos voz a testimonios personales, lo cual resulta muy enriquecedor y fomenta la percepción de aceptación a la que hago referencia en todo momento.

¿En qué aspectos considera que se ha avanzado respecto a tiempos pasados en la aceptación de niños y niñas trans?
Hemos pasado de considerarlo un tema tabú a que empiece a existir material educativo que ayude a entender y hacer cotidiana la existencia de la transexualidad. Hay varias asignaturas curriculares en las que caben claramente estos temas, pero lo más interesante es poder tratarlo de manera transversal en todas las asignaturas, ya sean de matemáticas, física o literatura, ya que en todas ellas se pueden poner sencillos ejemplos que fomenten la aceptación.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/lucas-platero-la-transexualidad-plantea-reto-interesante/

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